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INSTITUTO TECNOLÓGICO SUPERIOR DE COATZACOALCOS

Materia:
C.T.P.V

Alumno:
César Augusto Flores Jiménez

Maestro(a):
QFB.Ángel David Sánchez Jadra

Grado y grupo:

Enfermedades de pre y post-cosecha.
Aunque los factores que pueden definir el medio externo son muy diversos, los que han sido más
estudiados y sobre los que se tiene una mayor información son ambientales, de cultivo y fisiológicos.
El primero de ellos comprende la temperatura, humedad relativa, precipitaciones, viento, naturaleza
del suelo, etc., en el segundo hay que considerar el abonado, riego, poda, tratamiento, etc. y en el
tercero el estado de madurez en la recolección.
Estos factores son especialmente importantes para controlar las enfermedades de precosecha entre
estos primeros que son controlables fácilmente en el medio en el que se desarrolla la hortaliza
mientras que otros factores intervienen antes, durante y después de la precosecha.
Factores agronómicos
Tanto el contenido de un nutriente como el equilibrio entre dos o más pueden afectar al crecimiento
y estado fisiológico del fruto, pudiendo originar alteraciones tanto por deficiencia como por una dosis
excesiva.
Factores ambientales
Aunque en el cultivo en campo, la mayoría de los factores ambientales son difícilmente modulables,
se ha comprobado que tienen una gran influencia en la calidad y valor nutricional de numerosos
productos agrarios, tanto por efecto de la intensidad y calidad de la luz que reciben, como por las
temperaturas a los que están expuestos, contenido de CO2 en el ambiente, etc.
Factores genéticos
Se considera que el genoma es responsable del funcionamiento de la planta en relación con las
condiciones medioambientales y que el logro del fruto de calidad depende en definitiva del
comportamiento de una variedad en un medio externo determinado.

La podredumbre en la postcosecha se puede atribuir a las infecciones que surgen ya sea entre la
floración y la maduración de la fruta, o durante la cosecha y su posterior manejo, almacenaje,
comercialización e, incluso, tras la venta al consumidor. Se han hecho intensos esfuerzos para
reducir al mínimo estas pérdidas, tanto a través de una mejor comprensión de la biología y la etiología
de las enfermedades de postcosecha, como mediante el desarrollo de estrategias de control
adecuadas.
La podredumbre de las frutas y hortalizas en la postcosecha puede atribuirse a infecciones ocurridas
tanto entre la floración y la maduración de la fruta, como durante la cosecha y su posterior manejo y
almacenaje. En el primer caso, las infecciones de pre-cosecha permanecen inactivas hasta que la
fruta llega a la senescencia poco después de la cosecha o durante un almacenaje prolongado. Por
contra, la inmensa mayoría de infecciones postcosecha surgen a través de heridas superficiales
infligidas durante la cosecha y el manejo posterior. Las pérdidas que resultan de estas infecciones
han sido reducidas sobre todo mediante la aplicación de fungicidas en el campo o después de la
cosecha.
Uno de los problemas principales en la conservación de los productos cosechados se relaciona con
el estado fisiológico del tejido. A diferencia del tejido vegetativo de las plantas, los productos
cosechados no están en fase de desarrollo, sino en fase de senescencia.
Con el progreso de los procesos de senescencia, la susceptibilidad del tejido de la fruta al ataque del
patógeno aumenta, debido a la debilitada respuesta de los mecanismos naturales de defensa, así
como a la degradación parcial de las membranas celulares y la creciente filtración de las sustancias
solubles.

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