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Diez pasos para iglecrecimiento

Si usted es el pastor, de la iglesia comparta su visión para el crecimiento con los líderes laicos
clave y pídales sus aportes para la implementación.

Basado en el material que acabamos de compartir ( La Iglesia de Antioquia), sugiero que


considere que el crecimiento es un proceso que abarca diez pasos, y cada paso edifica sobre

el anterior. Esto no quiere decir que debe pasar por alto las necesidades urgentes de
ministerio ni las preocupaciones evangelísticas hasta que llegue a ese paso. Sencillamente
provee una manera sistemática de juntar los varios componentes del crecimiento equilibrado
de la iglesia.

Paso 1: Anticipe un despertar y una investidura sobrenatural

Puesto que el crecimiento de la iglesia es una actividad sobrenatural, la primera

prioridad es la oración enfocada y concertada, y la investidura sobrenatural que

la acompaña. El despertar sobrenatural es la base para todo lo que viene

después. Es aquí donde se descubrirán los recursos sobrenaturales, las

actitudes serán cambiadas y las relaciones serán sanadas. Si simplemente

intenta implementar una nueva metodología sobre una congregación no avivada,

encontrará resistencia carnal. No se puede poner vino nuevo en odres viejos,

pero Dios le puede dar un nuevo recipiente. Su enfoque tiene que estar en

conocer a Dios, no en hacer que la iglesia crezca.

Paso 2: Haga de la oración y la alabanza sus prioridades

Principie un ministerio de oración intercesora constante si tiene apenas pocas

personas para principiar. Dios obra por medio del remanente que ora. Enseñe a

las personas a adorar a Dios en forma privada y como un cuerpo. La oración y

la enseñanza pondrán los fundamentos necesarios para hacer los cambios que

se necesiten para mejorar la experiencia corporativa de adoración. No sea

fanático sobre cualquier estilo de adoración. El asunto clave no es el estilo o

formato, sino un enfoque en Cristo y el espíritu de celebración y expectativa.

Paso 3: Enfoque sobre la misión de la iglesia

Muchas iglesias no experimentan el crecimiento porque los miembros lo tratan

con desdén o indiferencia. Cuando los creyentes nacidos de nuevo son guiados

a entender el propósito eterno de Dios para la iglesia, serán motivados para


servir. Enseñe que la iglesia estaba en el plan de Dios desde antes de la

fundación del mundo, que fue establecida por Cristo, investida de poder por la

resurrección y la comisión del Espíritu Santo, comisionada con una misión

mesiánica y que será su esposa gloriosa por toda la eternidad. Base toda su

discusión y planeación en el propósito de la iglesia de cumplir la Gran

Comisión. Trabajen juntos al escribir una declaración de la misión

personalizada de su iglesia que pueda ser recordada fácilmente y que refleje

claramente la Gran Comisión.

Paso 4: Sea un ejemplo de cómo viven los ciudadanos del reino

El vivir como ciudadanos del reino quiere decir que la iglesia debe desarrollar

relaciones interpersonales sanas. El saneamiento de relaciones rotas y la

edificación de relaciones sanas tienen que estar basadas en la oración y en un

encuentro con el Dios Santo. Edifique sobre esta base sobrenatural por medio

de enseñar la naturaleza de la iglesia del Nuevo Testamento. Una vez que haya

enseñado las bases bíblicas de la comunidad, organice la iglesia para facilitar

tanto el ministerio como la comunión por medio del desarrollo o la mejoría de

las células pequeñas de estudio bíblico.

Paso 5: Entrene a laicos para el liderazgo

El crecimiento de la iglesia siempre será sofocado si la iglesia no desarrolla

constantemente su base de liderazgo. El líder principal es el pastor, cuyo

liderazgo no es asunto de grado ni de autoridad, sino de función. Debe dirigir

con una pasión de corazón y por medio de la edificación de relaciones de

ministerio. Siguiendo el modelo de Jesús, tiene que ser tanto siervo como líder.

Una función clave del liderazgo pastoral es el desarrollo del liderazgo laico

basado en el descubrimiento, el desarrollo y la utilización de los dones

espirituales (<490411>Efesios 4:11-16). Cada miembro del cuerpo de Cristo tiene

dones y, por consiguiente, debe ser desafiado, entrenado y liberado para el

ministerio.

Paso 6: Haga un estudio del medio

La iglesia primero necesita conocer su medio interno. ¿Cuáles son las

características de su iglesia, en el sentido de la edad, la educación y la


composición étnica? ¿Dónde viven las personas que asisten a su iglesia? Tome

un mapa de la ciudad y señale las residencias de sus miembros. Considere las

tendencias de desarrollo en su iglesia por medio de un examen de las

estadísticas de los últimos diez o veinte años, incluyendo tales cifras como la

asistencia al estudio de la Biblia y los cultos de adoración, la cantidad de

ofrenda por familia, el número de clases para el estudio bíblico y el número de

bautismos. Elabore gráficas sencillas para ilustrar el resultado de sus

investigaciones.

También necesita saber de la comunidad alrededor del templo. ¿Cuál es la

composición de la población alrededor de su templo? Haga dibujos circulares

de cinco y diez kilómetros de radio alrededor del templo. Después, considere

las divisiones de su congregación según las edades, la mezcla étnica y las

necesidades especiales. La mayoría de las denominaciones ofrecen ayuda a las

iglesias locales para obtener tal información demográfica. La información

demográfica en bruto siempre debe ser suplementada con un conocimiento de

primera mano. Salga al vecindario y pregunte sobre las necesidades. Utilice el

estudio del medio para que sus oraciones tengan un enfoque. Pídale a Dios que

le muestre dónde comenzar a suplir las necesidades y alcanzar a su comunidad.

Paso 7: Base sus planes en una visión de proporciones divinas

La visión provee el combustible para las actividades relacionadas con el

crecimiento de la iglesia. La visión proviene de un encuentro con Dios, es

comunicada por el Espíritu y debe ser obedecida por la iglesia. La visión

debe ser comunicada por medio de palabra y hecho. La visión para su

iglesia ayudará a dirigir a su iglesia a enfocar su ministerio —basado en

los valores esenciales, las necesidades de la comunidad y los recursos

disponibles— para lograr los resultados óptimos en cumplir con la Gran

Comisión en su contexto dado. El escribir una declaración de visión puede

ayudar grandemente a comunicar la visión.

Paso 8: Desarrolle un plan para el crecimiento

El desarrollar un plan para el crecimiento requiere el establecer metas y el

planificar cuidadosa e inteligentemente. Las iglesias que no tienen metas raras


veces experimentan el crecimiento. Las metas dan dirección para alcanzar un

resultado deseado y nos capacitan para evaluar el progreso en el proceso de

alcanzar las metas. Las metas le ayudarán a: 1) definir y articular lo que la visión

dicta; 2) desarrollar una estrategia clara; 3) evaluar el progreso; 4) edificar la fe;

5) crear una dependencia de Dios; y 6) ver y celebrar la actividad de Dios en

su medio. Las metas específicas para crecimiento inevitablemente encaminan a

la necesidad de un plan para tal crecimiento. El plan para el crecimiento tiene

que venir naturalmente del compromiso de cumplir la Gran Comisión, la visión

específica de la iglesia y las metas de crecimiento que la iglesia ha adoptado. La

planificación nos obliga a mirar un cuadro más grande del crecimiento de la

iglesia. El plan de crecimiento tiene que tratar con dinámicas tales como la

creación de nuevas clases, reclutamiento y entrenamiento de líderes, y la

provisión de espacio, terreno, personal, y otros recursos semejantes. El papel

del plan de crecimiento es permitir que la iglesia prevea y resuelva cualquier

barrera artificial que pueda inhibir el crecimiento de la iglesia.

Paso 9: Diseñe su estrategia para el crecimiento

Cada iglesia debe desarrollar su propia estrategia para el crecimiento porque

cada iglesia es una creación especial del Padre. Una buena estrategia será

consecuente con las verdades bíblicas, equilibrada en su presentación, alineada

con su visión, basada en el estudio del medio y suficientemente sencilla como

para ser entendida, comunicada e implementada. Aunque cada iglesia necesita

elaborar una estrategia especial para suplir sus necesidades y oportunidades

específicas, hay siete elementos básicos que deben estar presentes para

proveer un ministerio equilibrado: 1) adoración significativa; 2) oración

poderosa; 3) relaciones sanas de comunidad; 4) enseñanza bíblica pertinente;

5) una estrategia definida para extensión; 6) ministerios continuos de

discipulado; y 7) participación en misiones mundiales.

Tome estos elementos básicos y elabore un programa que dé resultados para

su iglesia. No necesita utilizar un programa específico, simplemente porque

funcionó para otra iglesia o es recomendado por una organización. Los

programas y materiales son desarrollados para ayudar a las iglesias locales a


cumplir con su misión dada por Dios. A medida que desarrolla su estrategia,

esté preparado para introducir los cambios necesarios. Muchas iglesias

cometen el error de aferrarse a estrategias que ya no funcionan. ¡Sea flexible! A

medida que la iglesia crece, simplifique; si no lo hace, la iglesia llegará a ser un

monstruo de burocracia. El trabajo de papeleo y administración consumirán sus

energías que anteriormente se dedicaban a cumplir la Gran Comisión.

Paso 10: Implemente su plan de ministerio

Muchas iglesias pasan demasiado tiempo en la planificación y poco tiempo en

la implementación. Muchas iglesias son como el equipo de fútbol que se ve bien

en el papel. Todos los componentes necesarios parecen estar en su lugar para

tener una temporada victoriosa —la estrategia de las jugadas está bien

concebida, los ensayos se llevan a cabo con entusiasmo, los jugadores están en

su lugar— pero cuando llega el momento para la competencia, no logran

ejecutar los planes que han ensayado. Esto en realidad nos lleva al círculo

completo del paso 1: La investidura sobrenatural del poder de Dios. Muchas

iglesias tienen un encuentro genuino con Dios, desarrollan su estrategia y

después intentan implementar la estrategia con esfuerzos humanos. Caen en la

trampa de pensar que el éxito vendrá si trabajan con mayor intensidad, o

desarrollan un programa superior de actividades. Los métodos y las actividades

tienen su lugar, pero no pueden reemplazar la investidura sobrenatural del

poder de Dios. Por consiguiente, tiene que mantener el enfoque en la mano

sobrenatural de Dios, hacer notar la evidencia de la actividad de Dios en su

medio, mantener la visión ante su gente, motivar, equipar, delegar y permanecer

dedicado a la tarea.

Mientras que estos pasos están en orden consecutivo y se construyen en forma

lógica uno sobre otro, esto no quiere decir que podamos dejar de implementar

cada uno y todos los pasos en una forma continua. El estudio de este libro en

conjunto con su iglesia podría ser utilizado por el Espíritu Santo para hacer que

su iglesia crezca

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