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De registrarse un sismo de gran magnitud, el distrito de Nuevo Chimbote colapsaría dijo esta
mañana el alcalde Valentín Fernández Bazán.
El burgomaestre indicó que la población no ha aprendido la lección del terremoto de 1970 que
sepultó pueblos enteros de las ciudades de Yungay y Ranrahirca y dejó más de 70 mil
muertos
“Hace 47 años, sufrimos el desastre natural geológico más dramático de nuestra historia, sin
embargo poco a nada hemos aprendido…si volviera a suceder un terremoto de la misma
envergadura tendríamos un aproximado de 60 mil muertos debido a la informalidad urbana”,
refirió Valentín Fernández en su condición de presidente de la Plataforma de Defensa Civil de
Nuevo Chimbote.
La autoridad edil opinó que para prevenir es importante que las autoridades y los colegios
profesionales elaboren un plan de desarrollo urbano de tal modo que los colegios, postas de
salud, hospitales, e incluso las viviendas sean construidas para que resistir cualquier
movimiento telúrico.
Valentín Fernández encabezó el simulacro de sismo de 8.5 grados en escala de Richter que
se realizó esta mañana en Nuevo Chimbote cuyo centro de operaciones fue la plaza
mayor, donde se instalaron carpas y se atendieron al menos a 20 heridos.
El ejercicio preventivo contó con la participación de los trabajadores de la municipalidad de
Nuevo Chimbote, de los bomberos, policías, agentes de seguridad ciudadana, tenientes
gobernadores, brigadistas de la Red de Salud Pacífico Sur, mas no participó la población. (CI
– RSD Noticias).
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Refirió que el riesgo es mayor porque, además de ser una zona altamente
sísmica, en Chimbote también existe la amenaza de un tsunami que
arrasaría con la ciudad, ya que esta se ubica por debajo del nivel del mar.
DATO
El experto agregó que el riesgo es mayor porque, además de ser una zona
altamente sísmica, también existe la amenaza de un tsunami que
arrasaría con todo, ya que la ciudad se ubica por debajo del nivel del
mar.
Tavera indicó que los paneles publicitarios que están cerca a las
viviendas o en lugares tan concurridos como los mercados constituyen un
peligro latente, ya que en un eventual sismo pueden desplomarse y
ocasionar una tragedia. "En Chimbote no existe una cultura de
prevención", advirtió.