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Quizá no te hayas parado a reflexionar en la importancia del aislamiento térmico de tu hogar y, sin embargo,
es un factor que puede marcar la diferencia en la factura energética que pagas a fin de mes.
Se calcula que en nuestro país la mitad de los edificios están construidos sin la protección térmica adecuada.
Una circunstancia que supone un gran derroche de energía.
Sin embargo, optar por la rehabilitación energética puede producir un ahorro de hasta el 50% en el consumo
de energía de los edificios. Esta circunstancia no solo tiene un efecto positivo en el ahorro de las personas y
las empresas, sino también en el medio ambiente ya que, al consumirse un volumen inferior de energía,
también disminuye notablemente las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera.
La función primaria de los materiales termoaislantes utilizados en las pequeñas embarcaciones de pesca que
utilizan hielo es reducir la transmisión de calor a través de las paredes, escotillas, tuberías o candeleros de las
bodegas de pescado hasta el lugar en el que se almacena hielo o pescado enfriado. Al reducir la cantidad de
calor infiltrado, puede reducirse la cantidad de hielo que se funde y aumentar así la eficacia de la
conservación en hielo. Según se ha explicado antes, el hielo se consume porque absorbe la energía calorífica
del pescado, pero también absorbe la energía calorífica que se infiltra a través de las paredes del recipiente de
almacenamiento. El aislante de las paredes del recipiente puede reducir la cantidad de calor que penetra en el
mismo y reducir así la cantidad de hielo necesaria para que su contenido se mantenga frío.
Las principales ventajas de aislar la bodega de pescado con materiales adecuados son:
evitar la transmisión de calor procedente del aire caliente circundante, de la sala de máquinas y de las
infiltraciones de calor a través de las paredes, escotillas, tuberías y candeleros de la bodega de
pescado;
aprovechar al máximo el espacio útil de la bodega de pescado y los costos de enfriamiento del
pescado;
ayudar a reducir las necesidades energéticas de los sistemas de refrigeración, si se utilizan.
MATERIALES TERMOAISLANTES
Existen muy diversos materiales termoaislantes, pero pocos se ajustan a las necesidades constructivas de las
bodegas de pescado modernas. La selección del material aislante deberá basarse en su costo inicial, su
eficacia, su durabilidad, su adaptabilidad a la forma de la bodega de pescado y los métodos de instalación
disponibles en cada lugar. Desde un punto de vista económico, puede ser preferible elegir un material aislante
con una conductividad térmica baja que aumentar el espesor del aislamiento de las paredes de la bodega. Al
reducir la conductividad térmica, se necesitará menos aislante para una determinada capacidad de
conservación del frío y se dispondrá de un mayor volumen utilizable en la bodega de pescado. El espacio que
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ocupan los materiales aislantes en las embarcaciones de pesca puede representar, en muchos casos, del 10 al
15 por ciento de la capacidad bruta de la bodega de pescado.
Espuma de poliuretano
Uno de los mejores aislantes disponibles en el mercado para embarcaciones de pesca es la espuma de
poliuretano. Tiene buenas propiedades termoaislantes, una baja permeabilidad al vapor de agua, una alta
resistencia a la absorción de agua, una resistencia mecánica relativamente alta y una baja densidad. Además,
su instalación es relativamente fácil y económica. En el Cuadro 5.1 se muestran las principales características
de las espumas de poliuretano.
Perlita expandida
La perlita es una roca volcánica que contiene del 2 al 5 por ciento de agua ligada. Es una sustancia
químicamente inerte compuesta básicamente por sílice y aluminio, pero que contiene también algunas
impurezas, como Na2O, CaO, MgO y K2O, que son higroscópicas, es decir que absorben fácilmente la
humedad. Por consiguiente, en función de las condiciones de almacenamiento y de la calidad de la perlita,
puede reducirse al mínimo la absorción de humedad. La perlita expandida tiene una densidad media de
alrededor de 130 kg/m3 y una conductividad térmica de alrededor de 0,04 kcal·m-1·h-1·°C-1 (0,047 W·m-1·°C-1).
Se expande cuando se calienta rápidamente a una temperatura entre 800 y 1 200 °C. Las partículas de perlita,
cuya forma es granular, se expanden como consecuencia de la volatilización del agua ligada y la formación de
vidrio natural. Así, los principales parámetros que definen las características de la perlita expandida son:
Tiene una buena eficacia aislante, pero sólo cuando está seca o en forma de gránulos sueltos. Los gránulos de
perlita tienden a absorber humedad y a asentarse tras su instalación, por lo que con el tiempo pierde eficacia
como material aislante. La forma más habitual de aplicar la perlita es vertiendo los gránulos y esparciéndolos
manualmente. Puede rellenar espacios pequeños de forma más completa que los materiales aislantes fibrosos.
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Los materiales aislantes sueltos de relleno, como la perlita expandida, pueden usarse en combinación con
otros tipos de materiales aislantes (por ejemplo, bloques de plásticos celulares) para rellenar los lugares de
forma irregular de la bodega de pescado en los que el corte de bloques con la forma deseada sería laborioso y
no resultaría plenamente satisfactorio.
La manipulación e instalación de la perlita expandida deben realizarse con precaución, ya que el polvo de
perlita puede ocasionar envenenamiento crónico.
Fibra de vidrio
También se utiliza como material aislante la estera de fibra de vidrio, cuyas ventajas son las siguientes:
Existen rollos de aislante de fibra de vidrio (telas y esteras) de diferentes espesores. La anchura de estas
esteras dependerá de la forma en que vayan a instalarse y algunas están revestidas por una cara con una
lámina de metal o papel Kraft que actúa como barrera contra los vapores.
CUADRO5.4
Densidad y conductividad térmica a 0 °C del aislante de fibra de vidrio
Sin embargo, las esteras termoaislantes de fibra de vidrio tienen algunas limitaciones técnicas, entre las que
destacan las siguientes:
Pueden fabricarse paneles rígidos de planchas de fibra de vidrio comprimida. Estas planchas aislantes de peso
reducido tiene valores de R relativamente altos para su espesor.
Corcho
El corcho es probablemente uno de los materiales aislantes más antiguos que se han utilizado comercialmente
y hubo un tiempo en que fue el material aislante más utilizado en la industria de la refrigeración.
Actualmente, debido a la escasez de alcornoques productores de corcho, su precio es relativamente alto
comparado con otros materiales aislantes. En consecuencia, su uso es muy escaso, excepto como base de
algunas máquinas, para reducir la transmisión de vibraciones. Puede obtenerse en forma de planchas o
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bloques expandidos, así como en forma granular; su densidad varía entre 110 y 130 kg/m 3 y su resistencia
mecánica es de 2,2 kg/m2 por término medio. Sólo puede utilizarse hasta temperaturas de 65 °C. Tiene una
buena eficacia termoaislante, es bastante resistente a la compresión y no arde fácilmente. Su principal
limitación técnica es su tendencia a absorber humedad, siendo su permeancia media al vapor de agua de 12,5
g·cm·m-2·día-1·mmHg-1. El Cuadro 5.5 muestra algunas características típicas del corcho.
CUADRO5.5
Densidad y conductividad térmica a 20-25 °C del aislante de corcho
En el Cuadro 5.6 se comparan algunos de los materiales más comúnmente utilizados con fines de aislamiento,
indicándose la resistencia térmica (R) y las ventajas e inconvenientes de cada tipo de material. En general, los
materiales más costosos, como las espumas de poliuretano, tienen una mayor eficacia aislante para un espesor
dado. Es posible comparar los diversos tipos de materiales aislantes basándose en sus valores de R (véase la
definición de R en el apartado 5.1.2).
Comparan los espesores típicos de diferentes materiales aislantes para cámaras frigoríficas y almacenes de
hielo instalados en tierra, en zonas templadas y tropicales, con temperaturas ambientes medias de 20, 30 y 40
°C. Según algunos diseñadores, el coeficiente de conductancia térmica (l) para cámaras frigoríficas y
almacenes de hielo en tierra no debe superar 0,26 kcal·m-2· h-1·°C-1 (equivalente a un valor de R = 18,8
ft2·h·°F·Bt-1). Sin embargo, la fijación de este valor depende básicamente del costo de la energía, por lo que
puede reducirse si éste aumenta.
La selección del espesor óptimo para el aislamiento óptimo de bodegas de pescado dependerá de factores
como los costos del aislamiento (materiales e instalación), los costos del hielo (o de de la energía y el equipo,
según las necesidades de refrigeración), el ahorro anual en costos de refrigeración debido a la mayor eficacia
del aislamiento, y las condiciones locales (tipo de operaciones y embarcaciones pesqueras, especies
capturadas, precios del pescado, costos de los préstamos). Por consiguiente, el espesor óptimo del aislamiento
deberá determinarse caso por caso. No obstante, teniendo en cuenta las condiciones ambientales del lugar en
el que probablemente operará la embarcación de pesca, que no dependen de cálculos económicos, deberá
determinarse un espesor de aislamiento mínimo recomendado. En la práctica, deberá alcanzarse un equilibrio
entre el espesor óptimo del aislamiento y los costos del hielo o la refrigeración.
Al elegir el espesor de aislamiento óptimo debe tenerse en cuenta también, para fines de planificación, las
infiltraciones de calor por radiación y conducción.
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CUADRO5.6
Materiales aislantes comunes: resistencia térmica (R), ventajas e inconvenientes
BIBLIOGRAFÍA
DEPOSITO DE DOCEMENTOS DE LA FAO . (10 de 09 de 2015). Obtenido de
http://www.fao.org/docrep/008/y5013s/y5013s07.htm
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