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El documento resume el capítulo tres del libro "Roma Dulce Hogar" sobre la nueva concepción de la alianza de Scott y Kimberly. Mientras estudiaban en el seminario Gordon-Conwell, Kimberly investigó la anticoncepción y descubrió que la Biblia considera a los hijos como una bendición de Dios. Ella compartió esto con Scott y lo invitó a leer un libro que argumentaba que el uso de anticonceptivos era equivalente a comer y vomitar, ya que solo buscaba el placer y no dar vida como propósito del matrimon
El documento resume el capítulo tres del libro "Roma Dulce Hogar" sobre la nueva concepción de la alianza de Scott y Kimberly. Mientras estudiaban en el seminario Gordon-Conwell, Kimberly investigó la anticoncepción y descubrió que la Biblia considera a los hijos como una bendición de Dios. Ella compartió esto con Scott y lo invitó a leer un libro que argumentaba que el uso de anticonceptivos era equivalente a comer y vomitar, ya que solo buscaba el placer y no dar vida como propósito del matrimon
El documento resume el capítulo tres del libro "Roma Dulce Hogar" sobre la nueva concepción de la alianza de Scott y Kimberly. Mientras estudiaban en el seminario Gordon-Conwell, Kimberly investigó la anticoncepción y descubrió que la Biblia considera a los hijos como una bendición de Dios. Ella compartió esto con Scott y lo invitó a leer un libro que argumentaba que el uso de anticonceptivos era equivalente a comer y vomitar, ya que solo buscaba el placer y no dar vida como propósito del matrimon
“Nueva concepción de la alianza” SCOTT: Kimberly y Scott llegaron al seminario Gordon-Conwell pocas semanas después de contraer matrimonio, en este seminario Scott se hizo amigo de un chico llamado Gerry Matatics con quien compartía las mismas posturas con respecto al catolicismo y a que el papa era el verdadero Anticristo. Un año después de que Scott iniciara sus estudios, Kimberly comenzó un curso de ética cristiana y le toco elegir un tema de la moral para ahondar mas sobre este, ella escogió la anticoncepción, y comenzó a descubrir grandes cosas con respecto a este tema con ayuda de un libro llamado “El control de la natalidad y la alianza matrimonial”, el cual invitó a leer Scott, y entre las cuales se destacan. Hasta 1930 todas las iglesias protestantes tenían una opinión unánime acerca de el uso de los anticonceptivos. El matrimonio era una alianza que se renovaba en el acto sexual y Dios la sellaba dando vida, por tanto, usar anticonceptivos era como ir a eucaristía, sellar la alianza a través de la comunión y luego escupir la hostia. Dios mando a Adán y a Eva a ser fecundos y usar anticonceptivos era negar la voluntad de Dios. Después de leer el libro, Scott decidió dejar a un lado los anticonceptivos, al mismo tiempo que decidió indagar mas sobre la alianza llegando a la conclusión que las palabras alianza y contrato era distintas puesto que la primera era un vinculo que se creaba para formar parentesco, y la segunda era un intercambio de bienes o propiedades. Scott también descubrió que Dios sello la nueva alianza por amor a sus creaturas porque quería formar un parentesco con ellos haciéndolos sus hijos, y se empezó a dar cuenta que para alcanzar la salvación no solo era necesaria la fe sino también las obras como decía la escritura en 1 Cor 13,2 y San 2,24, llegando así a la conclusión de que Martin Lutero estaba equivocado. Scott y Kimberly se graduaron juntos del seminario y el pospuso sus estudios doctorales en Escocia porque el Señor les había regalado su primer hijo, además aceptó el empleo de pastor en una iglesia presbiteriana de Virginia. KIMBERLY: Kimberly trabajó el primer año en el seminario como secretaria pero posteriormente decidió cursar el master junto con Scott que ya iba para segundo año; en una de sus clases le tocó investigar sobre la moralidad de la anticoncepción y aunque ella esta convencida que era algo bueno decidió investigar dándose cuenta que en la biblia, todo pasaje que mencionara a los niños, los tomaba como una bendición de Dios y no como una carga y que Dios había creado al hombre y a la mujer para reproducirse y ser fecundos; y que estos en el matrimonio no podían sobreponer sus deseos carnales y el placer de hacer el acto conyugal sin estar dispuestos a tener hijos y a cumplir con la misión que Dios les había encomendado desde la eternidad… Dar Vida. Kimberly y Scott eran muy devotos del Señorío de Jesús y ella durante su investigación se comenzó a cuestionar acerca de si el hecho de planificar era conforme a la Voluntad de Cristo o si por el contrario era un acto de su voluntad humana, también que si al planificar estaban siendo coherentes con su fe y que si verdaderamente estaban haciendo la voluntad de Dios. Kimberly dentro de sus estudios llego a varias citas bíblicas donde el Señor le decía que debía ofrecer su cuerpo como sacrificio pues este le pertenecía; lo que la llevo a pensar que el planificar no era dejar que Dios cumpliera su voluntad en su matrimonio porque al cuestionarse acerca de si podrían soportar económica, emocional y espiritualmente el numero de hijos que Dios les mandara, estaban demostrando una falta de confianza grande en Él pues los planes divinos aunque distintos a los humanos, son perfectos. Un día mientras cenaban, Kimberly le explicó a Scott su postura contraria al uso de los anticonceptivos y lo invito a que leyera el libro “El control de la natalidad y la alianza matrimonial” donde hablan que tener relaciones sexuales y usar anticonceptivos, era equivalente a comer para luego vomitar porque solo se estaba buscando un placer sexual y no el dar vida que era el fin de la alianza matrimonial, lo cual a su vez, era un acto desagradable a Dios. Después de que Scott leyó el libro, el también quedó convencido que el uso de los anticonceptivos era malo así que junto con Kimberly decidieron confiarle al señor su fertilidad y su familia botando todos los anticonceptivos que tenían. Continuando con sus estudios en el seminario, Kimberly también llegó a la conclusión que Martin Lutero había puesto sus ideales por encima de la propia biblia a quien había dicho obedecer pero que en verdad había contrariado pues el afirmaba que el hombre solo alcanzaba la justificación por la fe y no por las obras cuando en la carta de Santiago, la cual Lutero llamaba “la epístola falsificada” decía que había que ver que el hombre también se justificaba por las obras y no solo por la fe. Casi terminando sus estudios en el seminario, Kimberly quedó en embarazo de su primer hijo y después de terminar sus exámenes y graduarse, este matrimonio se fue a trabajar a Virginia pues Scott había conseguido trabajo allí.