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Se puede hablar de incesto genealógico o más bien de incesto de sustitución , para este doble

matrimonio de hermano y hermana, seguido de concepción simbólica en momentos precisos , y tan


importantes, para este hermano y hermana, e incluso relaciones de sustitución a tres : Alfred quien ama
tiernamente y a su hermana Laure y a su amigo Gustave, se casa con la hermana de otro Gustavo, - y su
hermana se casa con su cuñado, luego concebirá un hijo en el momento de la salida de su amigo Gustave
para Oriente con otro amigo (viaje de sustitución del viaje antes previsto Alfred-Gustavo?).
Laure de Maupassant – Le Poitevin pedirá al amigo de corazón de su hermano Alfred, fallecido
y tan amado, Gustave Flaubert, de ser “como un padre” para su hijo, lo que hará Flaubert. Gustave
Flaubert, hecho escrito conocido y reconocido, enseña lo que sabe a Guy de Maupassant, a partir de
1873, le introduce, a los veinte y tres años, en la vida literaria y mundana parisina, le presenta a Zola y lo
hace colaborar en las “Veladas de Medan”.
En enero de 1880, a los treinta años, Guy de Maupassant publica Boule de suif: Flaubert le
felicita por escrito, le dice que es una obra maestra, e incluso le escribe: “mi querido hijo”. Poco después,
muere Flaubert, él también bruscamente, de una congestión cerebral, a los cincuenta y nueve años –
habiendo, si se puede decir, perfectamente cumplido y su obra y su misión de padre de sustitución.
No entremos demasiado en la vida íntima de Flaubert, en su confidencia: “Madame Bovary, soy
yo”, en sus pérdidas y pesares. Constatemos solamente.
Guy de Maupassant tendrá una serie de accidentes de salud, una vida a la vez alegre, famosa y
difícil: aprende y hereda del amor de la vida de su tío Alfred y de su amigo Gustave Flaubert y prueba
como ellos los placeres carnales. Lo pagará caro a su vez, con su lucidez y su vida: estará internado en
psiquiatría, probablemente a consecuencia de una sifilis, mal cuidada en la época (P.G.) y morirá joven, a
los cuarenta y tres años, de las consecuencias de un incidente venéreo.

“Me acuerdo”
Estigmas de la memoria familiar de lutos no hechos.

La divisa canadiense “Me acuerdo” puede ser simbólica de lutos no hechos, y que se encuentran
como estigmas en accidentes repetitivos de generación en generación, de enfermedades no percibidas
como teniendo un aspecto psicológico,-psicosomático, de pesadillas en los descendientes de familias
traumatizadas por una suerte/una muerte demasiado horrible o incierta (en mar, en el campo de batalla,
en campos, en raptos/huidas de gente considerada desaparecida) o sin sepultura, cuya familia espera el
regreso, por no haber visto el cuerpo, o familias con un secreto referente a la muerte. Los gritos –sonidos
del Roy Hart Theatre (salidos de las llamadas de los soldados muriendo en el campo de batalla de
Wolfsohn), el “grito primario” (nombre dado por Janov), el psicodrama u otras formas de terapia
emocional quizás son aplicables a ellos, como también a los gemidos de las pesadillas repetitivas de
ciertos descendientes de desaparecidos o de traumatizados de guerra.

Traumatismo de “viento de bala de cañón ”.

Actualmente, con las conmemoraciones del fin de la guerra (1944-1994), los cincuenta años del
desembarco (6 de junio 1944-1994), de la Liberación, de la liberación de los campos, de la Paz (1945-
1995), un renuevo de angustia y de pesadillas aterradoras, con imágenes vívidas (“como si estuviéramos
allí”) en los descendientes de supervivientes de gaseados de Ypres (1915), de Verdún, (1916), de los
campos de concentración ( e incluso de la masacre de Sedán, 2 de septiembre de 1870 [125 años
después], o de la Revolución de 1789) – con diversas manifestaciones de tos, de casi-asma, de “frío
mortífero”, recordando la angustia de la muerte próxima , del roce del ala de la muerte, del viento de bala
de cañón mortal que matará al vecino de combate.
Actualizadas, habladas, puestas otra vez en el contexto histórico y familiar , expulsadas y
“contenidas” pues por la escucha atenta de un terapeuta (holding) que comprende el contexto, estas
manifestaciones disminuyen y/o cesan en los adultos e incluso en los niños (de la 4° generación después
de Verdún).
Lo explicamos como la herencia involuntaria e inconsciente de traumatismos de sucesos
“horrorosos”, por lo tanto indecibles (demasiado terribles o aterradores para poder ser hablados, como
Hiroshima o Verdún, los masacres Armenianos o las torturas) – traumatismos no- dichos,
“conmovedores”, no elaborados por la palabra, no “metabolizados” y hechos luego “ impensados”, pero
manifestándose de modo psicosomático, “recuerdos de traumatismos que no vivieron” – pero que
filtraron o exsudaron de generación en generación y que se superan expresándoles (psicoterapia, sueños,
dibujos, incluso cantos de “lamentos”) y enmarcándoles de modo transgeneracional.
Por ejemplo, en el momento del cincuenta aniversario del Desembarco, Barbara tiene pesadillas,
en agosto – principios de septiembre y “ve” formas indefinidas que corren sobre ella. Describe y dibuja
especies de hombres a caballo, “con una especie de tarro redondo sobre la cabeza, con una pequeña
“cosa” encima”. Observo con atención y digo: “¿Los Prusianos? “ Entonces, exclama: “Oh!, los
Uhlanos!” con un terror pánico. Después de encuesta hecha en su familia lejana, descubre que el padre de
su abuelo asistió a los seis años a la masacre de Sedán, con miles de hombres y caballos muertos o
moribundos y chillando – y …las pesadillas cesan (125 años después). Representamos la terrible batalla
de Sedan en psicodrama terapéutico. Ella dibuja sus pesadillas, se analizan sus sueños: va mejor.
Una niña de tres años y medio, Natalia tiene pesadillas repetitivas, de las cuales se despierta cada
noche chillando y ahogándose (casi-asma) desde siempre. Intento una hipótesis de trabajo y pido a su
madre (un médico) si tiene miembros de su familia que vivieron Ypres o Verdún. Contesta: “No sé para
los gases, pero la familia de mi abuelo vivía cerca de Ypres”. Esa noche, la niña no tuvo crisis de asma,
pero un mes después volvieron las crisis. Su madre me lo comenta, le aconseja que dibuje: dibuja “la
bestia” de sus noches y representa una …mascara de gas (que nunca ha visto). Después de encuesta, se
descubre que su tío en segundo grado estuvo gaseado en Ypres, y su tatarabuelo herido en Verdun en
1916. Esto, hablado en familia, las pesadillas cesan y se para la tos (y no vuelve – comprobado un año
después). Nació en 1991, un 26 de Abril (recuerdo: ataque de los gases en Ypres, 22, 25-26 de abril
1915).

Incesto e incesto del segundo tipo.


En el sentido habitual, el incesto se aplica esencialmente a las relaciones consanguíneas
familiares prohibidas (sexuales o casi sexuales): padre-hija, abuela-nieta, tío-sobrina, hermanos-hermanas,
madre-hijo, a veces suegro-nuera…
El profesor Ghislain Devroede, cirujano en el CHUS de Sherebrooke (Canada) emplea un test
clínico (vinculado a los trabajos de Arnold y Denis) para poner de manifiesto y cuidar el traumatismo del
incesto y de los abusos sexuales (o del choque de agotamiento sexual) frecuentemente vinculado al
estreñimiento gravísimo (consecuencia del “anismo”).
François Heritier evidenció en 1994 (Las Dos hermanas y su madre), París, Odile Jacob) una
relación familiar prohibida desde hace tiempo entre parientes por alianza, que sería casi incestuosa por el
intermediario de una tercera persona: las hermanas y la madre de su mujer son prohibidas para el marido
– así como la segunda mujer de su padre – por el hecho de una “contaminación” por los “fluidos
femeninos”, que hacen de una pareja una “misma carne”. Largo tiempo prohibido por la Iglesia Cristiana
y la ley, hasta una fecha reciente, aunque ampliamente practicado tanto en los tiempos bíblicos (era casi
una obligación para el hermano el casarse con la viuda de su hermano – recordemos también que Jacob se
casó con las dos hermanas Raquel y Lea) y en nuestras provincias y campiñas.
Las leyes civiles americana y francesa ya no prohiben el matrimonio entre ex-cuñados/cuñadas o
con un yerno o una nuera (aunque el problema haya sido estudiado para Woody Allen en 1994, referente
a sus relaciones con la hija adoptiva de una ex-compañera). Varias películas y serie B de TV hiper-
populares americanas, emitidas en Francia en 1992-1996, tocan estos diversos matrimonios y segundas
nupcias , entre parientes y parientes por alianza.

El síndrome de aniversario.

El ser humano tiene una “memoria de elefante” y los usos y costumbres del matrimonio, del
nombre de hijos, y frecuentemente incluso de la edad de la muerte, la elección de la profesión se
transmiten de generación en generación (los nexos intergeneracionales) de modo consciente y hablado:
frecuentemente se es agricultor, ingeniero, médico, profesor, notario, panadero, militar o marinero, de
padre a hijo, y sin saberlo, nos casamos y nos morimos a la misma edad, a veces en la misma época o en
la misma fecha. Mucha gente desde luego hacen frecuentemente un proyecto (consciente) o una
predicción (inconsciente) de esto, por “lealtad familiar invisible” (y “transmisión transgeneracional ”).
Pero, es sólo desde hace poco, desde unos veinte años (tesis de doctorado de Josephine Hilgard
sobre la psicosis de adulto, en los Estados Unidos, trabajos de Anne Ancelin Shützenberger sobre el
cáncer [1983], los accidentes de coche y las consecuencias somáticas de los traumatismos de guerra sobre
los descendientes [1994], cuando se puso de manifiesto un síndrome de aniversario en la enfermedad (en
ciertas enfermedades, para ciertos enfermos) con, por lo tanto, un aspecto psicosomático – somato-
psíquico corporal (bodymind en una palabra, como lo indica Ernest Rossi).
Trabajos recientes incluso evidenciaron pesadillas vívidas, con una memoria casi fotográfica de
traumatismos terribles e indecibles de guerra en ciertos descendientes de supervivientes sobre varias
generaciones, en rescatados de campos de concentración (Judith Kestemberg, Nathalie Zaijdé),
genocidios, masacres diversas, guerras “horribles” como en descendientes de los gaseados de Ypres
(1915) y Verdún (1916), de Sedán (1970) (Anne Ancelin Schützenberger, 1994, 1995), con diversos
síntomas de constricción o inflamación del cruce buco-faríngeo (tos, escupidos, rascamientos, bronquitis
frecuentes, “asma”…).

Podríamos preguntarnos cómo se hace esta transmisión transgeneracional *, inconsciente e


involuntaria, que “ponctua” ciertos períodos y fechas familiares-históricas, reavivadas frecuentemente
por aniversarios y conmemoraciones (como un cincuentenario).
Con Moreno, podríamos hablar de co-consciente familiar y grupal, y de co-inconsciente familiar
y grupal, de unidad dual madre-hijo in útero (M. Török) de impregnación memorial entre padre e hijo, o
abuelo y nieto, de co-yo (Ada Abraham), de “fantasma y de cripta” (Nicolás Abraham y Maria Török),
según un secreto y no- dicho de los padres, de “ lealtades invisibles” (Ivan Boszormenyi-Nagy), de
telescopado de las generaciones”, de “telescopado del tiempo” (time collapse) de transmisión
transgeneracional de traumatismos de guerra y de sucesos de vida marcantes – marcados.
A este respecto, hay numerosas constataciones clínicas de estas transmisiones, y algunos
trabajos estadísticos (Hilgard). Pero las vías neurológicas o genéticas de transmisión de caracteres
adquiridos y los factores de la transmisión no están aún elucidados, a pesar del descubrimiento de
numerosos nuevos neurotransmisores.

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