Cap. 5 de Tropical Glaciers (Kaser & Osmaston, 2002).

Traducción provisional por Joshua Yparraguirre

VARIABLES GLACIOLOGICAS CLAVES: TRÓPICOS Y ALTITUDES MEDIAS EN COMPARACIÓN

5.1.- El perfil vertical del balance de Los dos lados de la ecuación tienen la
materia específica dimensión de masa por unidad de área y
tiempo. La masa estimada también puede
El perfil vertical del balance de masa de un
glaciar está dada por la variación del
gradiente vertical del balance de masa con
la altitud. Esto describe la relación esencial
entre un glaciar y su entorno climático. Por
lo tanto, el gradiente vertical de la masa
estar vinculada, continuamente a través del
específica estimada (db / dz) y la derivada
flujo de masa, que se reduce a
del perfil del balance de masa, tanto como
el índice de actividad (db/dz), como la En un medio incompresible y en el supuesto
variación de la tasa estimada de masa de una insignificante divergencia lateral en
específica b con la altitud Z, serán discutidos la lengua de un glaciar, a la velocidad de la
como la primera de las variables corriente longitudinal
glaciológicas clave por su dependencia de la
En un glaciar en estado estacionario, la
latitud geográfica y, en consecuencia, por su
acumulación neta
diferencia entre las regiones tropicales y
total por unidad de
zonas templadas. El modelo del perfil
tiempo “C”, tiene que ser transportado a
vertical del balance de masa para zonas
través de la sección
templadas y regiones tropicales, hace
posible discutir las causas esenciales para
las diferencias en el comportamiento de los
glaciares en función de la latitud. Los
primeros resultados de estas ideas fueron transversal Q bajo la línea de
presentadas por Kaser (1995) y (Kaser et al., equilibrio con la velocidad
1996).

5.1.1.- El índice de actividad y el perfil

vertical del balance de masa longitudinal media, la posición de máxima
descarga de hielo (Caudal):
Kuhn y Hermann (1990) describen el índice
de actividad de un glaciar en estado
estacionario de la siguiente manera. En el
La integración de la ecuación 5.1.3 sobre la
caso del estado estacionario, los cambios
longitud X desde el extremo de la lengua a
verticales debido al balance de masa
(positivo en el área de acumulación y
negativo en la zona de ablación) han de ser
reemplazado por el componente vertical
(Ƿѵz) del flujo de hielo para cada punto de
la superficie. la línea de equilibrio, donde Vx alcanza su
máximo, establece una relación con la
B=Ƿѵz ecuación 5.1.4 entre el derivado temporal
de la gradiente de equilibrio y la
acumulación neta C:
El gradiente vertical de la tasa estimada de
masa específica es, por lo tanto,
proporcional a la tasa de acumulación neta
dividida por el volumen de la lengua (= XQ)
y sin duda merece el término "índice de
actividad" que ha sido aplicado por otros
autores (por ejemplo, Kuhn, 1980). Con una
tasa de acumulación constante y una
sección transversal constante del glaciar en
su línea de equilibrio, la longitud de la
lengua sólo depende inversamente de la
variación vertical de la tasa estimada. Sin
embargo, el índice de actividad no depende
de la latitud geográfica, bajo el supuesto de
que la variación vertical de los parámetros
de equilibrio de masa por unidad de tiempo
es independientes de ella. Aun así, si se
sigue rigurosamente el supuesto de que en
cualquier altitud dada de la atmosfera
tropical, la temperatura es constante tanto
espacialmente como temporalmente,
entonces el límite mínimo de nevada tiene
que ser asumido a ser constante también. Si
ésta se encuentra por encima del frente
glaciar, entonces la tasa de acumulación es
claramente influenciada. De esta manera, la
latitud geográfica influye en el índice de
actividad. Si el índice de actividad se integra
en el tiempo de un balance de masa anual
, el gradiente vertical del balance
de masa de una glaciar resulta:
(t = 0 es el inicio del periodo de ablación.).
Este gradiente vertical del balance de masa
se
compone de un gradiente de acumulación
vertical y un gradiente de ablación vertical,
en el que la tasa de acumulación puede ser
eficaz durante
todo el año. Pero la
tasa de ablación sólo es eficaz durante el
período de ablación
Como el período de la ablación depende de
la posición geográfica, especialmente en la
latitud geográfica, el gradiente
vertical del balance de masa,
también cambia con él
Por lo tanto, la influencia de la altitud
geográfica en el gradiente vertical del
balance de masa y en consecuencia del
perfil del balance de masa, es doble: (a)
debido a la duración del período de la
ablación y (b) debido a la consistencia de la
banda altitudinal donde la nieve cambia a
lluvia en las áreas tropicales de alta
montaña. Aunque, el índice de actividad es
independiente de (a), el límite de nevada
baja como constante tiene una influencia
sobre sí mismo.
Un resumen completo de la discusión sobre
el gradiente vertical de balance de masas
fue compilado por Kuhn (1980).
5.1.2 El Modelado del perfil vertical del
balance de masa
Así como, estimar la masa específica de un
glaciar en un periodo se compone de la
suma de acumulación específica (positivo) y
ablación específica (negativo) (kg.m-2)
Esto también es cierto para la gradiente
vertical del balance de masa (kg.m-2.m-1)
La diferencial del balance específico tiene la El balance de radiación es compuesta de la
siguiente forma: (kg.m-2) porción absorbida de la radiación global

, la radiación de onda larga entrante a la

atmosfera A(z) y la radiación de onda larga
saliente puede ser calculada a partir de la
La ablación por lo general consiste en la data climática con la ayuda de la ecuación
escorrentía de agua de deshielo (m (z)) y los Stefan-Boltzmann. Por lo tanto, la ablación
procesos de sublimación (s (z)) dirigidos a la específica es:
atmósfera y es, con el respectivo flujo de
calor latente para la fusión y
para la sublimación,
en consecuencia, parte del balance de calor
en la superficie de un glaciar:

es el flujo de calor resultante del

balance de radiación y el flujo de
calor sensible. Otros flujos menores no son
tomados en cuenta. Sin embargo, la
ablación específica es:

Con los valores de calor:

Para fusión y sublimación respectivamente;

y la duración de la temporada de ablación
contados en días [d].

Si con la ecuación de ayuda

5.1.11, el resultado es:

y son los coeficientes de

El flujo de calor sensible se puede
derivar con la ayuda del coeficiente de
transferencia de calor para intercambios
turbulentos en
a partir de la diferencia de temperatura
entre la atmósfera y la superficie del glaciar
en Kelvin.
emisión de la atmósfera
cerca de la superficie y la superficie del
glaciar. La constante Stefan-Boltzmann es:
Si se
basa en un nivel de referencia Zo donde la
Temperatura Ta=273.15K= 0 °C, que es igual
al nivel de 0 ° C durante el período de
ablación, y teniendo en cuenta los Considerando que el término junto
siguientes supuestos: teniendo en cuenta que el término dentro
de los corchetes es la ablación a
 La temperatura de superficie
,dividido por el número respectivo de días,
Ts=273.15K = 0°C sobre todo el
y asumiendo que cambia
glaciar.
linealmente con la altitud a partir del valor
 La gradiente vertical de la radiación a .La ecuación anterior
Global efectiva es: simplificada es:

 El gradiente vertical del flujo de

calor latente es:

Entonces la gradiente vertical de ablación De acuerdo con la ecuación 5.1.10, la

para Zo es: diferencial del Balance de masa específico
en Zo es:

Esta ecuación describe el cambio del

balance específico con la altitud, y por lo
tanto del perfil del balance de masas, bajo
el supuesto de que depende
exclusivamente de los gradientes
verticales de la acumulación y la
temperatura del aire, tan bien como de la
duración del periodo de ablación y su
variación con la altitud. Las posibles
influencias de las variables claves del
Balance de calor restante, así como su
dependencia de la duración de la variación
vertical de ablación, se tienen en cuenta
aquí.

El balance de masa específico, cambiante a

lo largo de los discretos pisos altitudinales
,por encima y debajo de Zo es:

5.1.3. El perfil vertical del balance de masa

en latitudes medias
Como un primer paso, un perfil vertical del
balance de masa para la Hintereisferner, es
modelarlo a partir de datos climáticos bajo
el supuesto de condiciones de equilibrio, y
luego se compara con un perfil medido.
Esto, en consecuencia, forma un modelo
para latitudes medias. El objetivo no es
encontrar el mejor modelo para el
Hintereisferner, sino encontrar una simple
formulación, la cual pueda ser transferida a
postulados esenciales de diferencias
climáticas en los glaciares tropicales. La
posición del nivel 0°C y la duración del
periodo de ablación sobre el perfil del
balance de masa, están en el centro de la
investigación.
Los siguientes valores para las variables
claves del modelo en la ecuación 5.1.18 son
de publicaciones de Kuhn et al. (1979) y
Kuhn (1979,1980):
 La duración media del periodo
anual de ablación a la altitud del
nivel 0 °C del verano (Junio a
Setiembre) es:
 La duración del periodo de los
cambios de ablación con la altitud
con
 Los cambios de acumulación con la
altitud con
 El valor de los cambios de
temperatura del aire
(aproximadamente 2mt por encima
de la superficie del glaciar) con la
altitud con
Adicionalmente:
 Se asume que la superficie del
glaciar por debajo del nivel 0 ° C se
está derritiendo continuamente.
Por tanto, la temperatura de la
superficie es Ts = 273.15K = 0 ° C y
el flujo de calor sensible se dirige
hacia la superficie. Se supone
además, para la simplificación, que
no aparece ablación por encima del
nivel 0 ° C, aunque se ha
demostrado que es posible (Kuhn,
1987).
 Todas aquellas variables claves del
balance de energía que no
dependen del gradiente vertical de
la temperatura del aire se supone
que no cambia con la altitud y, por
lo tanto, no tienen una influencia en
los gradientes verticales del balance
de masas y, en consecuencia, en la
forma del perfil del balance de
masa.
 La ablación anual a la altitud del
nivel 0 °C del verano (Junio a
Setiembre) es, como una
aproximación, igual a la ablación en
la línea media de equilibrio. Esto, a
su vez, es igual a la acumulación en
la línea de equilibrio, que es:
para el Hintereisferner (Kuhn et al.
1979).
Las constantes necesarias para la
solución de la ecuación 5.1.18 se
eligen de la siguiente forma:
 El coeficiente medio de la
transferencia de calor como una
cantidad integradora para
parametrizar el calor de
conductividad y el intercambio
turbulento en la capa límite entre la
superficie del glaciar y la atmósfera
está dado por Kuhn (1979) como:
Kuhn (1989) calculó un valor de:
 de perfiles de viento medidos en
diferentes glaciares. Tanzer (1986)
da el valor de:
como una media a largo plazo en el
equilibrio de la Hintereisferner.
Funk (1985) una media semanal de
para el glaciar Rhone y Schug (1987)
para un período de tres días en el
Schwarzmilzferner. Utilizando la
fórmula empírica introducido por
Escher-Vetter (1980) de acuerdo
con Hofmann (1965)
donde v es la velocidad del viento en metros
medidos a una altura de 4 metros por
encima de la superficie, entonces los
valores de:
a una velocidad V= 5 m.s-1 y
a una velocidad de V= 10 m.s-1; puede
calcularse por el coeficiente de
transferencia de calor. Se puede asumir
que, debido a la dependencia del
coeficiente de transferencia de calor (Kuhn
1989) sobre la velocidad del viento y la
rugosidad de la superficie, este coeficiente
es menor en el área de la línea de equilibrio
que por encima de la superficie del hielo
desnudo de la lengua. La lengua es más
desigual, durante el período de ablación y,
por regla general, el viento glacial se
desarrolla mejor allí. En el terreno plano del
Vernagtferner (Austria), existen velocidades
del viento principalmente entre 2 m.s-1 y 4
m.s-1 (Escher-Veiter, 1980). Durante un
período de clima soleado en verano (9 días),
una media de los promedios diurnos de v=5
m-s-1 se midió frente a la lengua del
Hintereisfenier y v = 3,3 ms-1 en la estación
Hintereis a 3,030 m (12 días) (Kaser, 1983).
Con todo, un coeficiente de transferencia
de calor que se encuentra entre 1 y 1,5 MJ
m-2d-1K-1
tiene que presumirse con lenguas sin nieve.
Para el cálculo del perfil de Balance de masa
de la Hintereisferner, un coeficiente de
transferencia de calor de:
muestra la mejor correspondencia con la
distribución medida en altitud de la masa
específica estimada (Fig. 5.1.1). Sin
embargo, no hace falta decir que no sólo
parametrizan los complejos procedimientos
de intercambio de calor sensible, sino que
también compensa todos los cambios
verticales desatendidas.
 Se supone, y de nuevo muy
simplificada, que los coeficientes de
emisión de la
atmósfera y la superficie del glaciar
son cada uno cercano a 1 (para
el modelo se utiliza
Como, presumiblemente
esta simplificación también
conduce a una subestimación de los
cambios verticales de ablación.
 El nivel inicial de los cálculos es el
nivel 0 ° C (z = 0) en el verano a
partir del cual se calcula el perfil del
balance de masa por encima (Z=
0↑) y por debajo (Z=0↓)
La cantidad de variables y constantes
utilizadas en el cálculo del modelo se
resumen en la Tabla 5.1.1. Fig 5.1.1
compara el modelo del perfil del balance de
masas con los valores medidos desde el año
1966 hasta 1967 que tiene una balance de
masa estimado con la media del balance de
masa específico de
Kg-m-2 y puede, por lo tanto, ser adoptado
como una situación de estado estacionario.
.

Con el fin de alcanzar una mejor comparación, la curva de medición se adapta mejor por
un desplazamiento paralelo a lo largo de los ejes de coordenadas (Fig. 5.1.2). Las curvas
corresponden a un alto grado y se caracterizan por un aumento continuo de la gradiente
vertical del balance de masa hacia la lengua que depende de

y en un albedo incrementando con la
disminución de la altitud. El último se tiene
en cuenta en el modelo.
El gradiente vertical del balance de masa de
la altitud en cuestión es decisiva para la
sensibilidad de la línea de equilibrio en los
cambios climáticos.
El gradiente vertical del balance de masa a
400 metros por debajo del nivel 0 ° C es de
7,8 kg-m-2-m-1(Fig. 5.1.2). Se adoptó como
representativo para las latitudes medias.
Es especialmente resaltante que la línea de
equilibrio es de aproximadamente 130 m
por debajo del nivel de 0 ° C. Esto se
corresponde bien, con las condiciones
internas Alpinas del Hintereisferner. En una
data de hace mucho atrás, las temperaturas
de verano (de Mayo a setiembre) de:
, se midieron en la
estación Hintereis (3.030 m). A lo largo de la
media de la gradiente vertical de
temperatura de 0.0065 K-m, la altitud del
nivel 0 ° C se calculó como 3.090 m. La línea
de Equilibrio media fue de 2930 m durante
el mismo período, que es de 120 m por
debajo del nivel 0 ° C en verano (datos de
Kuhn et al., 1979). Las desviaciones en el
área de acumulación se pueden explicar sin
vacilación al concluir que la acumulación
disminuye hacia las posiciones altas y
expuestas al viento mayormente como
resultado de una corriente erosiva. Las
desviaciones a lo largo de la curva en la zona
de ablación tienen que ser atribuido
principalmente a la variación vertical de la
radiación entrante la cual no es considerada
en el modelo de formulación. La diferente
duración de nieve libre sobre la superficie
del hielo y de nieve libre alrededor de ésta,
causarán, en promedio, un incremento de la
ganancia de energía de onda corta estimada
como también de la radiación de onda larga,
desde que cada vez hay nieve libre cuesta
abajo de las morrenas hacia la lengua.
5.1.4 El perfil vertical del balance de masa
en los trópicos
Para el modelamiento del perfil del balance
de masa, se supone que el período de la
ablación en las regiones tropicales es
= 365 días por año. Esto implica que
y conlleva a una simplificación
notoria de la ecuación 5.1.18. También se
supone que hay precipitación mixta debajo
de la altura de la media anual del nivel 0 °C.
La proporción de lluvia aumenta con el
gradiente húmedo adiabático descendiente
y es 100% a 400 m por debajo del nivel de 0
° C. Con una zona de transición de 400 m, se
presume más o menos que hay una zona
mixta, así como que el límite de nieve que
cae decrece durante un evento de
precipitación (véanse las observaciones
sobre el Rwenzori, Tabla 4.3.1). La energía
obtenida de la lluvia se omite debido a las
diferencias mínimas en la temperatura a
partir de la superficie de fusión. Sólo estos
supuestos se aplicarán al modelo de la
Hintereisferner.
Un glaciar alpino de latitudes medias se
expone a condiciones tropicales ideales en
un modelo. ¿Cómo el perfil del balance de
masas va a cambiar y qué consecuencias va
a tener sobre las variables clave
glaciológicas?
La suposición de una ablación constante
también implica que no hay ningún cambio
de la duración del periodo de ablación
. Por lo tanto, el gradiente
vertical de ablación es lineal. El cálculo de la
variación de la acumulación con el cambio
de altitud se produce en dos pasos. Para las
zonas de altitud por encima del nivel de 0 °C
como en el Hintereisferner, Se supone un
aumento lineal con la altura de:
Debajo de eso, se incrementa el valor a
Este valor se calcula a partir de la suposición
de que la acumulación anual es de 1600 kg-
m2 en el nivel 0 ° C (valor medio en la línea
de equilibrio media del Hintereisferner;
Kuhn et al., 1979) y es cero a 400 m por
debajo de ese nivel. Los valores utilizados
en los cálculos del modelo se resumen en la
Tabla 5.1.2.
El perfil de balance de masa modelado para
las condiciones tropicales ha sido
comparado con curvas medidas de las
latitudes más bajas en la Fig. 5.1.3.

signo positivo, tienen formas muy similares,

Para este fin, sólo dos mediciones y un perfil
una curva es determina para un balance de
del balance de masa calculado, son válidos
masa estimado, como una media aritmética
para comparar. Los balances de masa han
entre los dos valores medidos y la línea de
estado disponibles para el glaciar Lewis en
equilibrio correspondiente es establecida
el monte Kenia desde 1971 (Hastenrath,
(Fig. 5.1.4). Durante las expediciones de
1984, 1991, Hastenrath et al, 1989). Sin
universidades australianas de 1971 al 1973,
embargo, no hay año en toda la serie que
la masa estimada, y en consecuencia, el
tenga un balance de masa estimado, como
perfil del balance de masa, se determinaron
fue el caso en el Hintereisferner en 1966-
para 1972 con el método de glaciología
1967, aunque hay dos años en los que, con
directa de los dos glaciares mayores del
signos invertidos, se midió el mismo balance
Monte Jaya, la Meren y los glaciares de
de masa. Como los perfiles de balance de
Carstensz (Allison, 1976).
masa en los dos años de balance 1986-1987
con y 1987/1988 con un

Hastenrath & Ames (1995) han calculado el
perfil del balance de masa media a partir de
los cambios en el volumen entre 1977 y
1988 para el Glaciar Yanamarey en el sur de
la Cordillera Blanca. En ambos casos, no hay
valores disponibles para un balance de
masas estimado.
La sola suposición de una isoterma espacial
y temporal, junto con el supuesto de que
por debajo del nivel 0 ° C hay la primera
precipitación mixta y entonces. 400 m
debajo de éste nivel, sólo precipitación en
forma de lluvia, conduce a un perfil vertical
del balance de masa, que se distingue por sí
mismo de aquellos de latitudes medias y
corresponde, en su primera estimación, con
aquellos de bajas latitudes. Mientras que el
gradiente por encima del nivel 0 ° C es
similar a la de las latitudes medias, se vuelve
claramente más fuerte por debajo del nivel
de referencia, como es mostrada en la
fuerte curva de la Figura 5.1.5. Por debajo
de la transición entra exclusivamente
precipitación en forma de lluvia, el
gradiente del balance se convierte
ligeramente más débil. Aparte de los
cambios discretos en los lugares
establecidos, por los supuestos del modelo,
los gradientes verticales del balance de
masa son constantes.
Para los trópicos, un gradiente de balance
puede ser calculado que es de 17,5 kg.m-2m-
1 en la zona mixta de nieve y lluvia y 13,5
kg.m-2.m-1por debajo de esa zona (Fig. 5.1.3)
En qué medida este modelo describe los
perfiles del balance de masa medidos en
glaciares tropicales individuales con
detalle? Cómo puede ser posible que
describa las desviaciones de las variables?
Éstas preguntas serás investigadas
primeramente en los glaciares tropicales
húmedos Punjak Jaya, el Glaciar Lewis y el
glaciar Yanamarey representando los
trópicos externos.
PUNJAK JAYA (IRIAN JAYA)
Figura 5.1.5 compara lo calculado con el
perfil del balance de masa medido. El perfil
del balance de masa reportado por Allison
(1976) es un promedio de las mediciones en
el Carstensz (0,9 km2) y los glaciares Meren
(1,9 km2) y es válida para 1972. Los valores
para los últimos 200 metros de altitud se
extrapolaron a partir de tres meses de
observación. Los balances específicos
fueron: para el glaciar
Carstensz, y para el
glaciar Meren. El valor medio de ambos
glaciares, ponderada en referencia a las
áreas de superficie es
El perfil del balance de masa media, puede
sólo ser condicionalmente comparado con
las curvas del modelo calculado con las
condiciones de balance. Sin embargo, bajo
la suposición de que la curva se mueve
horizontalmente en paralelo en diferentes
balances (por ejemplo Hdinkes, 1970) el
resultado puede ser aún válido. El fuerte
cambio del gradiente del balance en el nivel
0°C es claramente visible en los glaciares de
la Punjak Jaya. Por debajo del gradiente,
como la calculada en el modelo, es
constante. Sin embargo, en realidad es más
consistente que la calculada con los datos
de la Tabla 5.1.2 (línea fina en la Fig. 5.1.5).
Un mejor ajuste del modelo se obtiene si la
acumulación anual en el nivel 0 ° C se
formula mejor.
Esto, a su vez, es más realista como lo que
Allison & Bennett (1976) reportaron: una
precipitación media anual cerca de 3000
mm a partir de las estaciones en los
alrededores de las montañas. Por lo tanto,
la línea gruesa en la figura 5.1.5 se calculó
con , resultando en una
gradiente de acumulación en la zona de
transición entre nieve y lluvia de:
La diferencia generada a partir los valores
medidos es sólo ligera y puede estar
relacionado con la simplificación de los
supuestos.
Una confirmación sobre una posición de
estado estacionario de la línea de equilibrio
no puede darse a partir de los datos
disponibles. Sin embargo, si el perfil de
balance de masa se desplaza a valores
positivos de balance bajo el supuesto de
que mantiene una forma constante
(Hoinkes, 1970), entonces, la línea de
equilibrio tiene que estar por debajo del
nivel de 0 ° C. Schwerdtfeger (1876), Kuhn
(1980) y Ohmura et. al (1992) han analizado
la posición de la línea de equilibrio media en
su relación con la posición del nivel de 0 ° C
durante el período de ablación (ver Fig.
5.2.1 a continuación). Muestran la línea de
equilibrio de los glaciares dentro de los
trópicos húmedos de América del Sur están
ligeramente y uniformemente por debajo
del nivel 0°C. Debido a la pequeña cantidad
de datos disponibles, una discusión con más
detalle no es posible.
La característica de los perfiles de balance
de masa de tropicales húmedos depende
principalmente de los hechos que la
ablación se realiza durante todo el año y
que el nivel 0 ° C es casi constante. No sólo
los fuertes gradientes de balance a lo largo
de la lengua, sino también la transición
abrupta a gradientes débiles en el área de
acumulación se pueden describir
claramente con este modelo.
GLACIAR LEWIS (MONTAÑA KENYA)
El perfil del balance de masas (Fig. 5.1.4)
establecido para el glaciar Lewis para un
balance de masas estimado es, en cuanto a
la Hintereisferner (Fig.5.1.2), mejor
ajustada a lo largo de los ejes de
coordenadas a través de un desplazamiento
de transitorio (Fig. 5.1.6). Las escalas de los
ejes de los resultados del modelo con sus
valores relativos y los de las curvas medidas
con sus valores absolutos son de nuevo
iguales. En consideración de las condiciones
locales, la acumulación real a nivel de 0 ° C
fue estimada. A partir de los detalles dados
por Hastenrath (1984); una suma anual
media de precipitación de 717 mm en la
Austrian Hut (4800 m) en el glaciar de Lewis
entre 1974 y 1972 pudo ser estimado. Para
el cálculo de la línea gruesa en la Fig. 5.1.6
se asumió que y,
consecuentemente que:
Aunque el glaciar Lewis, con un área de
aproximadamente 0,3 km2 es, más
pequeño que el Hintereisferner
(aproximadamente 9 km2), y por lo tanto,
fuertemente moldeada por influencias
locales, la curva derivada de las mediciones
corresponde bien con el modelado, excepto
para el área de la lengua reducida. El cambio
drástico en el nivel de 0 ° C, así como la
fuerte gradiente debajo de ese nivel, son
distintos. Esto sugiere que el supuesto de la
zona de transición entre nieve y lluvia a 400
m por debajo del nivel 0 ° C se encuentra
dentro del correcto orden de magnitud. El
límite de nevada mínima, durante el curso
de la precipitación a veces alcanza el Campo
de Mackinder, que está situado a 300 m por
debajo de la lengua del glaciar Lewis. Las
influencias locales (degradación, posible
fluido de nieve) pueden dar lugar a
gradientes de balance débil en el área de la
lengua. La línea de equilibrio es apenas por
debajo del nivel de 0 ° C y por lo tanto
corresponde con las condiciones analizadas
por Schwerdtfeger (1976), Kuhn (1980) y
Ohmura et al. (1992) para los glaciares en
los trópicos húmedos de América del Sur.
También en este caso, el gradiente del
balance en la zona de ablación, así como su
transición a la de la zona de acumulación es
satisfactoriamente calculado con la simple
suposición.
Aunque, a primera vista, la distribución de
la altitud del balance de masa específica en
la Cordillera Blanca tiene características en
general bastante tropicales (Fig. 5.1.3), con
una observación más cercana las siguientes
diferencias con respecto a los análisis
hechos por Kaser et al. (1990),
Niedertscheider (1990) y Kaser et al. (1996)
tienen que ser considerados:
A. Fig. 5.1.7 muestra que la ablación
toma lugar durante el periodo
húmedo como el periodo seco en
las lenguas de los glaciares
Yanamarey y Uruashraju. Sin
embargo los cambios verticales del
balance específico, sólo se
desarrollan durante el periodo
húmedo. Durante el periodo seco la
misma cantidad de ablación se da
en todas las altitudes.
Las razones de la falta de gradientes
durante el período seco sólo
pueden ser asumidas:
 Una parte considerable de la
ablación durante el período seco se
lleva a cabo a través de la
sublimación de la nieve y el hielo,
así como la evaporación del agua de
deshielo. Esto se asume como que
es la razón de que la cantidad
promedio diurna de ablación en el
glaciar Yanamarey, y más aún en el
cercano glaciar Uruashraju, es más
bajo durante el período seco en
algunos años a pesar de la elevada
radiación que durante el período
húmedo (Tabla 5.1. 3).

La impresión de procesos de evaporación y
sublimación cargados se recibió durante el
trabajo de campo, cuando no se observó
ningún aumento notable diurna de arroyos
glaciares (Yanamarey, Uruashraju, Gajap,
Artesonraju), se observó días despejados
durante el período seco.
La presión de vapor atmosférico, como un
término mayormente conservador en el
sistema de viento glaciar, y eventualmente
fuerte en el intercambio turbulento por
encima de la lengua, así como un pequeño
cambio de la temperatura en la superficie
con los cambios de altitud, podrían ser las
razones que la sublimación y la evaporación
presenten pequeñas diferencias con el
incremento de la altitud. Pero el hecho de
que los gradientes de balance de masa
también faltan para esos años, en los que la
ablación es mayor en el período seco que en
el período húmedo, muestra que este
efecto sólo puede ofrecer una explicación
parcial a lo mejor.
 En comparación con el período
húmedo, en el cual la precipitación
aparece casi siempre en forma de
lluvia sobre las lenguas,
ocasionalmente nieva durante el
periodo seco de ese modo cubre las
partes bajas de la lengua del Glaciar
Yanamarey (Ames, información
personal, propia observación). Esto
también puede limitar su gradiente
vertical, adicionando una reducción
general del balance de radiación de
onda corta.
Estos enfoques, sin embargo, no
ofrecen una explicación completa
plausible. Esto ha permanecido sin
resolver debido a que faltan
observaciones y mediciones. Esto, sin
embargo, no cambia el hecho de que un
gradiente vertical de balance de masa
es claramente eficaz durante el período
húmedo (octubre-abril y, por lo tanto,
=212 días)
B.- De los datos de precipitación
procedentes únicamente de la zona de
captación del río Santa, Fliri (1968)
calculó un aumento de la precipitación
con altitud de
Niedertscheider
(1990), quien tenía una colección
temporalmente más extensa de datos
disponibles (1953-1986), calculó un
gradiente de

a partir de todos
los datos disponibles entre las
Estaciones de Hidroeléctrica (1386) y
Cahuish (4550). Esta dependencia de la
altitud, que también incluye estaciones
en la Cordillera Negra situadas en el
oeste (Fig. 0.1), se superpone a una
disminución de las precipitaciones a lo
largo del río Santa de norte a sur. Un
perfil, que va desde el río Santa en la Sin embargo, no hay estación de
Cordillera Blanca, entre Caraz. (2286) y medición a la altura de la línea de
Parón (4185), viene a ser: equilibrio media o incluso en los
glaciares en general.

Este perfil es, sin embargo, situado en el
Norte de la Cordillera Blanca, el cual es
más húmeda que la zona en la que están
situados los glaciares Yanamarey y
Uruashraju. La figura 5.1.8 muestra
todas las estaciones de precipitación de
Niedertscheider, que están situados en
la Cordillera Blanca, excepto la estación
Safuna (4275 msnm), cuya fuerte
desviación sigue siendo inexplicable.
Los valores de la cordillera Negra y del
valle principal son omitidos. La curva de
la figura 5.1.8 se hizo a mano. A partir
de esto, una gradiente media de:
puede ser asumida. Una extrapolación a
lo largo de este gradiente hasta la línea
de equilibrio media, que es
aproximadamente a 5000 metros en la
Cordillera Blanca (Kaser et al 1996), y la
suposición de que la acumulación al
igual que la precipitación, da como
resultado un valor de:
Bajo estas condiciones (A y B), un perfil de
balance de masa para las condiciones
tropicales externas se puede calcular. Los
valores de la Tabla 5.1.4 se comparan con
los de latitud media y los trópicos internos.
En la Fig. 5.1.9 los perfiles de balance de
masas de los trópicos internos (I) y de los
trópicos externos (O) se muestran. Curva B1
en la Fig. 5.1.3 determinado por Hastenrath
y Ames (1995) tiene gradientes similares en
la zona de ablación como el modelo
tropical, pero se nota claramente diferentes
valores en el área de acumulación. El cálculo
para los cambios a largo plazo del volumen
natural resulta en una distribución
suavizada y suprime transiciones bruscas a
diferentes gradientes. Por lo tanto, dos
curvas a partir de años individuales, que se
determinaron a partir de mediciones de
nivel en el área de acumulación del glaciar
Yanamarey, se han insertado en la Fig. 5.1.7:
independientemente uno de otro, las
curvas medidas han sido nuevamente mejor
ajustadas a través de un desplazamiento de
traslación. No es posible una discusión
sobre la posición de la línea de equilibrio
media en relación con el nivel 0 ° C no es
posible que la Cordillera Blanca.
La curva de 1984/1985 (Fig.5.1.9, línea de
trazos y puntos) se correlaciona bien con la
curva modelada para los trópicos
exteriores. La curva de 1981/1982 (línea
discontinua) se correlaciona bien con la
curva para los trópicos internos. La mayoría
de las curvas medidas para los otros años no
se representa en la Fig. 5.1.7 podría estar
entre las curvas mostradas. Sin embargo, las
razones de los gradientes fuertes
generalmente siguen sin estar claros hasta
ahora. No hay datos suficientes para
formular ninguna hipótesis y para evaluar si
las condiciones son, en principio, diferentes
durante una ocurrencia de ENSOS. La duda
de la magnitud a los que las condiciones en
el Glaciar Yanamarey se puedan transferir a
los muchos glaciares más grandes en la
Cordillera Blanca sigue sin respuesta. Por
otra parte, las condiciones en el norte de la
Cordillera Blanca parecen ser ligeramente
más húmedos (Niedertscheider, 1990). Sin
embargo, de manera similar al caso de los
glaciares tropicales internos, los dos
ejemplos medidos muestran una transición
relativamente brusca proveniente de
gradientes fuertes en el área de ablación
hacia las débiles en las áreas de
acumulación. Esto demuestra que la
hipótesis de un nivel 0 ° C, principalmente
constante es correcta y de una influencia
considerable.
Por tanto, un nivel 0°C constante tiene una
influencia característica en los trópicos
externos también, pero hasta ahora no hay
datos sobre los procesos durante el
período seco o de la variación anual de los
gradientes del balance de masa en la
lengua.
5.1.5 Resumen de la sección 5.1
La influencia de la latitud geográfica en el
perfil vertical de balance de masa es doble:
(a) la duración del período de ablación y (b)
la suposición de una altitud de transición de
nieve a lluvia, la cual es constante en altas
montañas tropicales. Mientras que el índice
de actividad es independiente
de (a), el límite de nevada contante tiene
una influencia sobre ésta. El cambio del
balance de materia específica con la altitud
puede ser descrito y calculado bajo el
supuesto de que sólo depende de los
siguientes puntos:
 La duración del periodo de ablación
 su disminución con la altitud
 el gradiente vertical de la
acumulación,
 y el gradiente vertical de la
temperatura del aire
La forma del perfil del balance de masa
tropical, que es diferente del de las
latitudes medias, se basa en un ambiente
térmicamente homogénea.
Los gradientes verticales del balance de
masa, calculados bajo los supuestos del
modelo, son los siguientes:
 Cerca de la línea de equilibrio en la
lengua glaciar en las latitudes
medias en promedio es
  Constante en el área de la zona de
mezcla entre nieve y lluvia en los
trópicos siendo
 Y, constante por debajo de la zona
de mezcla entre nieve y lluvia
siendo
Los gradientes del balance tropical a lo largo
de la lengua del glaciar externo tropical
Yanamarey (Cordillera Blanca), sin
embargo, dejan preguntas sin respuesta.
5.2 LA REACCION DE LA ELA A LAS
VARIACIONES CLIMÁTICAS
La reacción de la ELA a las condiciones
climáticas cambiantes depende de la
gradiente vertical del balance de masa para
la altitud respectiva. En las regiones
tropicales, ésta se somete a un fuerte
cambio en el área en la zona del nivel 0 ° C.
Por lo tanto, para cuestiones relativas a la
sensibilidad de la altitud de la línea de
equilibrio con el cambio climático, es
importante conocer su posición relativa al
nivel de 0 ° C. En las zonas húmedas, la alta
acumulación hace bajar la altitud de la Línea
de Equilibrio (ELA < nivel 0°C), y en las zonas
secas los procesos de ablación
(sublimación) pueden compensar la baja
acumulación anual, incluso por encima del
nivel 0 ° C (ELA nivel> 0 ° C). Según
Schwerdtfeger (1976), Kuhn (1980) y
Ohmura et al. (1992), la ELA se sitúa justo
por debajo del nivel de 0 ° C en las zonas
tropicales húmedas internas de América del
Sur y, en consecuencia, en la zona de fuertes
cambios con la altura en el balance de masa
específica (Fig. 5.2.1). La ELA se acerca al
nivel de 0 ° C a medida que disminuye la
humedad hacia los trópicos externos, sólo
para elevarse por encima en las regiones
subtropicales extremadamente secos del
sur de Bolivia y el norte de Chile. La figura
5.2.1 muestra la ELA ligeramente por
encima del nivel 0 ° C para la Cordillera
Blanca. Se puede suponer que estas
condiciones se pueden transferir a otras
montañas tropicales.
Los cambios climáticos resultan en un
cambio del balance de masa específico
, que es causada por los cambios de
una o más de las siguientes variables: la
acumulación con el cambio
correspondiente , la temperatura
del aire, el balance de radiación de
onda corta ( ;G es la radiación
global, es el albedo en la superficie del
glaciar), y el flujo de calor latente
Lo último corresponde a los cambios de la
evaporación, la condensación, sublimación,
y/o resublimación. Los diferentes efectos de
estos cambios en el desplazamiento vertical
de la línea de equilibrio (∆ELA) se discutirá
ahora individualmente para cada variable.
Cada cambio será calculado como si ésta es
la única responsable de brindar una ∆ELA. El
punto de partida es la suposición de que la
línea de equilibrio ha sido desplazada en
promedio ∆ELA (m) = 100m en las latitudes
medias.
Esto corresponde con la elevación que fue
reconstruida para los Alpes orientales entre
su máxima extensión alrededor de 1850 y la
situación en torno a 1970 (Gross, 1987).
Entonces se intentará calcular un ∆ELA, por
debajo del nivel 0°C a lo largo de los
gradientes de balance tropical con las
correspondientes cantidades necesarias de
cambios individuales.
Kuhn (1980, 1989) describió el balance de
energía en la línea de equilibrio y desarrolló
una formulación modelo, que permite la
investigación de la relación entre los
cambios climáticos individuales y la
reacción de la línea de equilibrio. Kaser et al
(1989), similar a Kuhn (1989), ambos han
añadido el flujo de calor latente como una
variable a este modelo. Aplicado a la línea
de equilibrio, donde el balance de masa es,
por definición, b = 0, se deduce de acuerdo
a las ecuaciones 5.1.8 y 5.1.14, que:
Si ᵟC y ᵟQ son las variaciones climáticas de
acumulación y balance de calor, y si se
asume para la simplificación de que el flujo
de calor latente no cambia con la altitud
entonces estas variaciones
pueden ser compensados mediante el
ajuste de la altura ∆h de la ELA, lo largo del
gradiente vertical del balance de masa (Fig.
5.2.2):
Bajo estos supuestos, las condiciones para
un ajuste a un cambio ᵟC puede calcularse
como:
Si sólo una causa se supone que es eficaz,
entonces su valor es calculado para un
desplazamiento dado de la Línea de
Equilibrio ∆h como:

Para el siguiente paso, los gradientes

verticales de la radiación global G,
el albedo r, la radiación de onda larga
entrante y el flujo de calor latente van a ser
también se omitidos cerca de la línea de
equilibrio. La suposición de una superficie
de fusión Ts=273.15K durante todo el
período de ablación provoca una emisión de
onda larga constante. Después de una
linealización de la radiación de onda larga
de entrada y bajo la suposición
simplificadora de que la temperatura del
aire es Ta = 273 en la ELA, la variación de la
radiación de onda larga entrante es: Los valores correspondientes de
sublimación son:

La adaptación de la altura de la línea de

equilibrio se puede calcular a partir de una
o la suma de más cambios climáticos:

Mientras esto puede ser asumido para

glaciares en latitudes medias, en el área de
la línea de equilibrio y ahí no hay
gradientes verticales de cambios:
el gradiente de acumulación en los trópicos
cambia en función de en el nivel 0
° C, y con altitud constante de la zona de
transición de nieve-lluvia de 400 m, con
(Mirar Fig. 5.2.3). Ecuación 5.2.6 se
desarrolla en un glaciar tropical
Con un cambio dado de la acumulación, e
hipotéticamente siendo esta la única
variable efectiva, la altitud de la línea de
equilibrio se mueve por:
Para aquellos glaciares donde la ELA < nivel
0°C, el efecto de un desplazamiento del
nivel 0 ° C en la línea de equilibrio debido a
un posible cambio de la temperatura ᵟTa
debe calcularse (Figura 5.2.4). El nivel 0 °C
nivel es movido por la ecuación:
a lo largo del gradiente vertical de la
temperatura del aire. Esto conduce al hecho
de que, en los glaciares tropicales, la ELA se
mueve debido a un cambio de ᵟTa, no sólo
debido a las tasas de fusión más altos para
∆h, pero en conjunto por:
Ecuación 5.2.10 pasa a ser:
Para una variación dada de altitud de la
línea de equilibrio tropical, el hipotético
cambio en la temperatura, que es el único
responsable del desplazamiento ∆h es:
Posibles causas para un supuesto
desplazamiento ∆h = 100 mt de la línea de
equilibrio para las latitudes medias, trópicos
internos y externos, ahora deben calcularse
sobre la base de estas ecuaciones. Según
Kuhn (1980) y Ohmura et al (1992), la línea
de equilibrio para los trópicos internos se
asume que es por debajo del nivel 0 ° C (ELA
< 0 ° nivel C).
Al igual que en la discusión sobre el perfil de
balance de masa en la sección 5.1, el
Hintereisferner es de nuevo
numéricamente expuestos a condiciones
tropicales idealizadas. Para el cálculo de las
diferencias básicas entre las latitudes
medias y los trópicos en relación con las
interacciones ELA-clima, las variables clave
que se midieron en el Hintereisferner se
utilizan como base.
La data ha sido nuevamente compilada en la
Tabla 5.2.1.
desplazamiento del nivel 0°C hace que la
línea de equilibrio de los glaciares tropicales
internos reaccione de manera más sensible
a los cambios de temperatura que en las
latitudes medias.

Tabla 5.2.2 se muestran los valores de los

cambios climáticos que, bajo el supuesto de
que cada uno de ellos se producen solos,
moverían la línea de equilibrio ∆h = 100. Los
números de las ecuaciones usadas están
entre paréntesis al lado de las cantidades.
Tenga en cuenta que una disminución del
flujo de calor latente, por ejemplo, una
disminución de la sublimación, es favorable
para el aumento de la fusión y, por lo tanto,
el aumento de la ablación, que hace que la
ELA aumente.
El gradiente de balance, lo que es
claramente más fuerte por debajo del nivel
0 °C en los trópicos, es por eso que la línea
de equilibrio reacciona claramente más
débil a los cambios climáticos allí que en las
latitudes medias. Con el fin de provocar un
desplazamiento de ∆ELA, los valores de los
cambios climáticos en los trópicos tienen
que ser mayores. Esto, sin embargo, no es
cierto para las variaciones de temperatura
del aire. El hecho de que un cambio de ᵟTa
en las zonas tropicales tiene un efecto sobre
la distribución de la relación ablación-
altitud, así como en la distribución de la
relación de acumulación-altura, mediante el
Desplazamiento del nivel 0°C, hace que la
línea de equilibrio de los glaciares tropicales
internos reaccione más sensible a los
cambios de temperatura que en las
latitudes medias.
En las zonas tropicales húmedas internas
(esto sólo se hace evidente allí, como una
ELA < nivel 0 ° C), las cantidades absolutas
de acumulación son definitivamente más
altos que en el modelo supuesto. Por esta
razón, el gradiente de acumulación vertical,
así como el gradiente de balance, son más
fuertes en la zona de mezcla de nieve y
lluvia y, en consecuencia, la sensibilidad de
la ELA tropical a las variaciones climáticas
puede suponerse que es aún más baja de lo
que se representa aquí.
En los trópicos externos, donde la línea de
equilibrio se encuentra por encima del nivel
0 ° C, un desplazamiento de la zona de
transición de nieve y lluvia no tiene ningún
efecto sobre la posición de la línea de
equilibrio.
La línea de equilibrio de los glaciares en las
altas montañas tropicales húmedas
generalmente reacciona más débilmente a
los cambios climáticos que aquellos en las
latitudes medias. Sin embargo, es obvio
que reaccionan con más fuerza a las
variaciones de temperatura del aire.
5.3.- La reacción de lenguas glaciares a las
variaciones climáticas
El cambio de la lengua de un glaciar es la
variable clave glaciológica más fácil de
medir. Sobre todo en las altas montañas
tropicales, estos datos son a menudo los
únicos puntos de referencia para la
examinación glaciológica-climatológica. La
pregunta sobre razones climáticas para los
cambios observados de las posiciones de la
lengua y, en consecuencia, la pregunta
sobre la reacción esperada de un cambio
climático dado es, sin embargo, aún más
difícil de responder.
Una primera posibilidad de examinar la
reacción de lenguas glaciares a los cambios
climáticos es el análisis de la extensión
espacial de una lengua bajo ciertas
condiciones climáticas promedio. Kuhn et
al. (1985) muestra que los diferentes
perfiles verticales de balance de masa
influyen considerablemente en el alcance
de una lengua, basados en el análisis de las
lenguas vecinas de la Hintereisferner y la
Kesselwandferner. Al contrario de las
razones macro-climáticas para diferentes
perfiles verticales de balance, como los
discutidos aquí, las razones de los
contrastes en el caso de los dos glaciares
vecinos de la Otztal son, sin embargo, las
diferencias en relieve y en la exposición. En
un primer paso, la longitud de la lengua
glaciar, en el caso ideal es decir un estado
estacionario, es descrito en las dos zonas
climáticas. En un segundo paso, las nuevas
condiciones climáticas son asumidas
después de un cambio y se calcula la
longitud correspondiente de la lengua.
5.1.3. La longitud de la lengua en el caso del
estado estacionario
En la sección 5.1.1, la conexión entre el
índice de actividad de un glaciar
, por un lado, y por otro lado toda la
acumulación neta de un año C, la sección
transversal Q bajo la línea de equilibrio, y la
longitud X de la lengua desde su extremo
hasta la línea de equilibrio se describen. El
flujo de masa también se puede calcular a
través de la densidad del hielo Ƿ de la
velocidad máxima horizontal Vxmax que
prevalece bajo la línea de equilibrio (de
acuerdo a la ecuación 5.1.5):
Después de la integración durante el
período de un año (∆t=1a), y bajo el
supuesto de un gradiente vertical de
balance constante la longitud de la
lengua es:
Como el gradiente vertical de balance, se
refiere exclusivamente a la lengua en esta
ecuación, se asume que este gradiente es
constante para los glaciares en los trópicos,
así como aproximadamente constante para
aquellos en latitudes medias (Figs. 5.1.3 y
5.1.1). Por lo tanto, bajo el supuesto de
gradientes y sumas iguales de acumulación,
y el comportamiento igualmente dinámico,
la longitud de la lengua en el caso de un
estado estacionario depende únicamente e
inversamente proporcional al gradiente
vertical del balance de masa. No hay
ninguna razón para que los glaciares
tropicales tengan un comportamiento
dinámico diferente de aquellos que están
en las latitudes medias (ver sección 5.5.3).
En otras palabras, la longitud de una lengua
glaciar depende de la linealidad del perfil
vertical del balance de masa específica. El
marcado cambio del gradiente de balance
de masas a partir de valores pequeños en la
zona de acumulación a valores grandes en
la zona de ablación, tal como se indica para
las condiciones tropicales (sección 5.1.1), es
la causa de lenguas más cortas.
En el caso de que mismo flujo de masa
atraviese la sección transversal de la línea
de equilibrio, los glaciares en las regiones
tropicales tendrán una lengua más corta
que aquellos en latitudes medias.
Alessando Roccati dice, en su "súper
Zusammenfassende Übersicht" morir
geologischen, petrographischen und
mineralogischen Beobachtungen (De Filippi,
1909).
“Los glaciares del Rwenzori pertenecen al
denominado de tipo ecuatorial, es decir, se
tratan de capas de hielo que pueden tener
un espesor considerable y más o menos
cubren los picos de las montañas. La
ramificación que fuerzan su camino en los
valles y raramente sólo a través de una
pequeña distancia cruzan el límite inferior
de las nieves perpetuas las que se sitúan
entre los 4450 y 4500m, accesible desde las
cima hacia abajo.
Las excepciones se pueden esperar en
lenguas que estén cubiertas ya sea por
fuerte cantidad de detritos (Fig. 5.3.1) o que
cubran barrancos con sombra (Fig.5.3.2)
tienen balances particulares de calor, que
son completamente diferentes a nivel local.
Glaciares con diferente distribución de área
por altitud, se comportarán de forma
diferente, como se muestra en el ejemplo
del Hintereisferner y la Kesselwandferner
(Kuhn et al 1985). La Fig. 5.3.3, sin embargo,
muestra laderas cubiertas de hielo, que
parecen estar fuera de forma horizontal, en
la Quebrada Paria en la cara oriental de la
Cordillera Blanca.
Una posibilidad para la comparación de las
longitudes de las lenguas en las latitudes
medias y los trópicos es ofrecido por la
representación gráfica de la extensión
vertical entre los puntos más altos y los
extremos de las lenguas de los glaciares de
diferentes tamaños (Kaser, 1995). En la
figura 5.3.4, los datos de la Cordillera
Blanca, Monte Kenia y el Irian Jaya se
comparan con la de los Alpes Otztal. En este
análisis particular, la cordillera blanca se
denota por los glaciares del Huascarán –y
los macizos del Chopicalqui, que
representan la situación en 1970 (análisis
inéditos). Los datos proveniente del Monte
Kenia de 1963 son de Hastenrath et al
(1989). Para el Irian Java, se representan la
extensión correspondiente a 1972 de las
dos mayores glaciares, Meren y Carstensz
(Allison, 1976). Para los Alpes Otztal, los
glaciares de la zona de influencia de
Niedertalache y Rofenache (inventario
glaciar austriaco de 1969, no publicado). Los
glaciares individuales se organizan de
acuerdo a cada grupo de montaña, con su
extensión vertical disminuyendo de
izquierda a derecha. Se asume para todos
los glaciares dentro de cada área en
particular no tienen diferencias en la
acumulación ni diferencias en relieve y, por
lo tanto, las alturas de las lenguas dependen
principalmente del perfil del balance de
masa.
Mientras que los glaciares alpinos muestran glaciares con una pequeña extensión
una clara simetría entre los puntos más altitudinal, los pequeños glaciares en todos
altos y bajos, las diferentes altitudes de los grupos de montaña, así como los
origen de los glaciares en el Huascarán- glaciares muy planas en Irian Jaya en la
Chopicalqui macizo apenas tienen figura 5.3.4, varían a este respecto en las
influencia sobre la altura de las lenguas. zonas tropicales, así como en los Alpes, sin
Todos al final tienen más o menos la misma ninguna tendencia clara. Los efectos
altitud. Sólo los tres glaciares más grandes locales de relieve, exposición y clima
tienen lenguas situadas más bajo que los dominante se discuten por Kruss y
otros. El primer y el tercero de los glaciares Hastenrath (1990), Kaser y Noggler (1991)
desde la izquierda en la figura 5.3.4 son los Kaser y Goerges (1997), entre otros.
glaciares con número de estudio I1 y K1
(Ames et al. 1989) de la cual ambos se 5.3.2 La reacción de la posición de la lengua
originan en el pico Sur del Huascarán y que para cambios climáticos
son tanto parte de la cara oeste glaciarizada Si, bajo el supuesto de la igualdad de
(Glaciar Raimondi) de la montaña (véase la condiciones de acumulación, el gradiente
figura 7.1.2, y 7.4.2). Ellos tienen vertical de balance en las lenguas glaciares
aproximadamente la misma anchura, desde influye considerable sobre su extensión a
el campo de firn (nieve parcialmente condición de estado estacionario, entonces
compactada) hasta la lengua y, por lo un cambio de altitud del final de una lengua,
tanto, una distribución de área por altura debido a un cambio climático continua,
extraordinaria. El segundo es el glaciar también debe ser diferente en las regiones
Kinzi (figura 5.3.1), la lengua la cual es tropicales desde el cambio respectivo en los
fuertemente cubierta de detritos y ofrece Alpes. La “reacción dinámica” (reológicas)
condiciones especiales de calor se puede mostrar con la ecuación 5.3.2 en
estimado. La dificultad de delimitar en forma de:
las fotografías aéreas tales lenguas así
como cobertura detrítica con masas de
hielo muerto, puede ser también una
razón para el bajo valor de la posición
de la lengua. Un mapeo exacto de las
lenguas de los glaciares Raimondi, que
se extiende muy por encima de las
capas rocosas no seccionadas, es
incluso más difícil que en los valles
definidos.
También hay algunos glaciares en el
Huascarán-Chopicalqui Macizo cuyas
cuencas firn se encuentran rodeados por
altas paredes de roca (glaciar Schneider, A3
y C3 en el inventario de los glaciares; la
figura 7.4.2, capítulo 7). Una definición del
punto más alto es difícil en estos casos.
Bajo el supuesto de que las avalanchas
provenientes de estas paredes de roca
hacia las cuencas firn, aumentan
considerablemente la acumulación, las
rocas más altas de las zonas de captación
se tomaron como los puntos más altos. Los
Por el valor cambiante del flujo de masa
, como una consecuencia indirecta
de un cambio climático continuo y
mediante el cálculo de la longitud de la
lengua para el nuevo caso de estado
estacionario. El cambio de la longitud de la
lengua (Xm) bajo condiciones de latitudes
medias, bajo condiciones tropicales dentro
de la zona de transición de nieve y lluvia
(Xt1), y bajo esas condiciones por debajo de
esa zona (Xt2) se dan en la Tabla 5.3.1 y se
representan gráficamente en la figura
5.3.5. Una velocidad de V x max = 50 m a -1,
que corresponde a un valor medio en el
Hintereisferner (Kuhn et al 1979), se
supone para la situación inicial. En los
diferentes climas representados por los
diferentes gradientes verticales de balance
de masa, la longitud de la lengua reacciona
de manera diferente a la velocidad. Los
valores para las variables restantes en la
ecuación 5.3.3 son: Ƿ=900 Kg m-3 y
∆t=1year. Los distintos valores
para, se toman de la sección 5.1
Las lenguas de glaciares tropicales son más
cortos que los de las latitudes medias
debido a la ablación continua. Por la misma
razón, con un cambio dado en el suministro
de masa desde la zona de acumulación, las
longitudes de las lenguas tropicales varían
menos que aquellos de las latitudes
medias.
Mediciones y reconstrucciones de cambios
de las zonas de glaciares indican tales
diferencias actuales. Tabla 5.3.2 (de Kaser,
1995) muestra los cambios relativos de la
zona de los glaciares en los trópicos y en los
Alpes austriacos desde las últimas
extensiones máximas en la mitad de la
década de 1800, y a principios del siglo XX.
Los glaciares se dividen en clases según sus
extensiones de área. Al comparar los Alpes
Otztal (1920-1969) con la Cordillera Blanca
(1920-1970), los pequeños glaciares de la
Cordillera Blanca muestran claramente
mayores pérdidas de área relativa, mientras
que todos los glaciares en el Irian Jaya
fueron expuestos a elevadas pérdidas.
Todos estos glaciares tienen pequeñas
extensiones altitudinales. Al elevarse la
línea de equilibrio, posiblemente por
encima del punto más alto del glaciar, los
glaciares en las regiones tropicales son más
afectados que aquellos de los de latitudes
medias debido a una ablación continua en
todas las altitudes.
El glaciar Lewis en el monte Kenia, muestra
valores de retroceso similares en
comparación con los grandes glaciares en
los Alpes. El retroceso de los glaciares en el
Rwenzori se refiere a un período diferente,
pero muestra tendencias similares a
aquellos en los Alpes.
En comparación con los glaciares alpinos,
los grandes glaciares de la Cordillera Blanca
muestran áreas de pérdidas más pequeñas.
La razón para la pérdida menor de los
glaciares grandes en la Cordillera Blanca se
puede encontrar, por una parte, en su
fuerte y protectora cobertura de detrito
(Glacieres Kinzi y Schneider son los más
grandes; éstos dos poseen lenguas las
cuales están cubiertas de detrito) y, por
otro lado, como se discutió en conexión con
la longitud de la lengua, en el que tienen
una extraordinaria distribución de área por
altitud. (Raimondi K1 (tercer más largo) e I1
(cuarto más largo)).
El efecto inmediato del cambio de las
condiciones de ablación es mayor en las
regiones tropicales que en las latitudes
medias, debido al periodo constante de
ablación en la antigüedad.
En este punto, la pregunta respecto a las
diferencias en la reacción y el tiempo de
respuesta surgen.
5.3.3 Tiempo de reacción y el tiempo de
respuesta de los glaciares al cambio
climático
Primeramente, ¿Cuánto tiempo transcurre
antes de que un cambio climático inducido
alcance la lengua de un glaciar a través de la
masa estimada y la dinámica del hielo, y a

causas de los movimientos de retroceso y
avance (tiempo de reacción)? Las
peculiaridades individuales reológicas de un
glaciar hacen una respuesta razonada a esta
pregunta de mayor dificultad. El mayor
problema en la interpretación de los
cambios de lenguas, es que en su mayoría
son más cortos que los tiempos de reacción.
En consecuencia, un gran número de causas
superpuestas puede ser responsable para
una señal visible. Un enfoque estadístico no
es satisfactorio debido a los pocos datos
disponibles de las regiones tropicales. Kaser
et al. (1990) ha analizado una larga serie de
20 años de longitudes de la lengua y los
datos climáticos en la Cordillera Blanca (Fig.
5.3.6). Los resultados indican que los
cambios de las lenguas de los cuatro
glaciares que son relativamente pequeños,
por un lado tienen, cierta correlación con la
variación de la temperatura y, por otra
parte, una reacción retardada a la influencia
de la variación de la precipitación de unos
cuatro años.
Un corto avance del glaciar Speke en el
Rwenzori a principios de la década de 1960,
incluso se produjo simultáneamente con
mayores precipitaciones, del cual Templo
(1968) proviene de un aumento de la
escorrentía del río Mubuku, y que fue
confirmado por los alpinistas que han
tenido que hacer frente a valle alpino, que corresponden más
extraordinariamente cantidades de nieve
durante sus aventuras (Fantin, 1968,
Osmaston y Pasteur, 1972). Es, sin embargo,
de ninguna manera aconsejable plasmar
conclusiones generales de estas pocas
observaciones sobre el comportamiento
especial de los glaciares tropicales.
Enfoques teóricos permiten el modelado
del tiempo de respuesta que se encuentra
primero: entre la extensión de un glaciar en
estado estacionario y segundo: debido a un
continuo cambio climático. Estos enfoques
modelo se derivan de las ideas de
Finsterwalder de un estado estacionario
(Finsterwalder, 1897). La teoría de las ondas
cinemáticas, desarrollada principalmente
por Nye (entre otros 1960, 19963,1965),
conduce a las funciones de memoria
extremadamente largas. En consecuencia,
los glaciares de los Alpes con una longitud
de unos 10 km necesitarían alrededor de
102-103 años con el fin de adaptarse a un
nuevo balance. Los resultados de Kruss
(1984), que examinó la reacción de la
lengua del glaciar Lewis para la variación
sinusoidal del balance de masa, muestran
valores elevados si el enfoque asintótico de
una longitud máxima de una lengua es
interpretada como la llegada a un nuevo
estado de equilibrio.
Johannesson et al (1989) ofrece un enfoque
simplificado que calcula el tiempo de
reacción de 10-10 años para los glaciares de
estrechamente con el análisis de una serie
de observaciones (Porter 1986; Reynaud reconstrucción del clima predominante
1978,1983). Las discrepancias entre los puede ser estimado (Kerschner, 1990). Un
diferentes enfoques para brindar soluciones método frecuentemente utilizado para
son discutidas por Johannesson et al (1989) determinar la ELA de un glaciar en
y por Paterson (1994). Los enfoques condiciones de equilibrio es la aplicación de
propuestos por Johannesson et al (1989) no una relación de área de acumulación
permiten la cuantificación directa de los presumiblemente constante (AAR) entre el
diferentes tiempos de respuesta de los área de acumulación y el área total de un
glaciares con diferentes perfiles de balance glaciar (AAR = Sc.Stot). Esto es comparable a
de masas. En un trabajo anterior (Kaser, la relación K = Sc.Sa que describe la relación
1995), el comportamiento diferenciado se entre el área de acumulación y la zona de
indicó, de manera simplificada, en un ablación, y el que se utiliza principalmente
enfoque gráfico, lo que resulta en la en los países de habla germana. En los
siguiente observación: Alpes, la experiencia ha demostrado que, en
Se puede concluir que los glaciares un caso de balance de masa estimada, la
tropicales reaccionan más rápido y, sobre superficie de la zona de acumulación de un
todo a los cambios de la ablación, que glaciar es el doble que la de la zona de
aquellos en las latitudes medias. ablación. En consecuencia, K = 2: 1 y AAR =
Los glaciares, que se desarrollan por 0,67. Esta relación está bien demostrada
completo en las zonas de ablación debido a para los Alpes a través de exámenes de
una elevación suficiente de la línea de estimación de masa (Gross et al., 1977) y se
equilibrio, por consiguiente, son más confirma mediante Kerschner (1990) para el
afectados en las zonas tropicales y caso cuasi-estacionario de la máxima
desaparecen más rápido que glaciares extensión glaciar a mediados del siglo
comparables de las latitudes medias. Este pasado.
parece ser el caso en este momento con los
glaciares en Irian Java y con la mayoría de
los glaciares en la Rwenzori (véase la parte
II).
La ocurrencia de lenguas más cortas tiene,
por supuesto, una influencia
correspondiente en las áreas de proporción
de acumulación a ablación y, por lo tanto,
en una variable esencial clave adicional, que
se utiliza para estimar la altura de la línea de
equilibrio (ELA) de la extensión de glaciares
y paleoglaciares (entre otros Kerschner,
1990).
5.4 LA PROPORCIÓN DEL ÁREA DE
ACUMULACIÓN DE LOS GLACIARES
TROPICALES
Morrenas son la evidencia de los glaciares,
que marcan un estado casi estacionario en
la culminación de un período de avance.
Bajo este supuesto, una altura media de la
línea de equilibrio ELA (o un límite de
nevada menor) se puede asignar como un
reconstructor glaciar y, por lo tanto, una
 proporción K tiene que ser más altos en los
El método de relación de área se aplica trópicos en principio, que en las latitudes
mediante la determinación de la curva medias. En el capítulo anterior, un modelo
hipsográfica de un mapa a gran escala para de un glaciar alpino es de nuevo expuesto a
los glaciares que se han de examinar. condiciones tropicales ideales (Fig.5.4.1).
Mediante la inserción de la relación de área,
En un glaciar alpino de estado estacionario,
la altura de la línea de equilibrio se deduce.
la proporción de área de acumulación a la
Con el propósito de utilizar este método,
zona de la ablación es:
que ha sido desarrollado y calibrado para
los Alpes, algunos requisitos deben Scm:Sam =2:1
cumplirse:
Si el glaciar se expone a condiciones
 En estado estacionario o cerca
tropicales hasta que encuentra un nuevo
(casi) las condiciones de estado
equilibrio, entonces las relaciones de área
estacionario,
son:
 una distribución de área por altitud
con porciones de áreas máximas Sct:Sat=a:1
alrededor de la línea media de
equilibrio, Bajo el supuesto de que la anchura media
 un curso lineal de la curva de la lengua y = ym = yt es igual de grande en
hipsográfica en el área de la línea ambas condiciones, las áreas de las dos
media de equilibrio. zonas de ablación son solamente
dependientes de las respectivas longitudes
Se da el caso que los glaciares individuales de la lengua X.
no corresponden a estas condiciones. Por lo
tanto, este método sólo se debe utilizar,
excepto para casos individuales muy
examinados, para determinar el límite de
Y
nevada menor climático, como una media
sobre las áreas glaciarizada más grandes. La
relación de calibración para los Alpes de Sc:
Sa = 2: 1 se usa también en los glaciares de
latitudes más bajas por falta de un mejor La relación del área de acumulación con la
conocimiento (ejemplo Finsterwalder, de ablación es entonces:
1987). La proporción del área de
acumulación depende principalmente de la
linealidad del perfil de balance de masa (ver
sección 5.1.3). A causa del cambio distinto
proveniente de gradientes débiles de
balance de masa en la zona de acumulación
que trazan gradientes a lo largo de las
lenguas glaciares tropicales, el AAR y la

El área de acumulación se asume que se
mantiene constante en ambos casos.
Scm=Sct
Esto se corresponde con las suposiciones
hechas en los capítulos anteriores. Por lo
tanto, la ecuación 5.4.5 se convierte en:
Los valores insertados pueden ser
encontrados en la Tabla 5.3.1
La relación área de acumulación: ablación
es el doble de la proporción de las
longitudes de las lenguas. Si toda la lengua
de un glaciar tropical se encuentra en la
zona de nieve-lluvia, entonces la relación
de longitud de la lengua Xm: XT1 = 2.24: 1
(Tabla 5.3.1); la relación de área Sct: Sat1 =
4.48: 1 y la relación de área de acumulación
AAR = 4.48 / (4.48 ⁺ 1) = 0,82.
---------------------------------------------------------
Si parte de la lengua llegue a la zona de
lluvia pura, a continuación, los valores de
división serían proporcionalmente un poco
más pequeño en correspondencia con la
menor gradiente de equilibrio de
= 13.5 Kg.m-3
Básicamente, hay que suponer que el AAR y
la relación Sc: Sa son claramente más alta en
los trópicos que en las latitudes medias. Los
valores dados, sin embargo, sólo son válidos
si son muy similares en distribuciones área
por altitud a los de los Alpes, y si las
condiciones climáticas en las regiones
tropicales están cerca del ideal.
Observaciones apropiadas para comprobar
los valores de la proporción calculada
faltan. Cuanto más se aleja de las
condiciones tropicales ideales, el más
pequeño de los valores de la relación será.
Ya que dependen en gran medida de la
duración del periodo de ablación ,
tiene que ser asumido que son claramente
superiores en los trópicos externos, así
como en las regiones subtropicales, en
comparación con las latitudes medias. Las
preguntas relativas a las condiciones
topográficas tienen que ser examinadas
para cada caso individual antes de usar el
método. Consideraciones similares se
tienen que hacer cuando se utilicen otros
métodos cartométricos (THAR; AABR) que
se utilizan para determinar los límites de
nevadas menores.
5.5 LA DISTRIBUCIÓN DE LA TEMPERATURA
EN LA CAPA DE NIEVE Y SUS
CONSECUENCIAS.
Hay cinco procesos que contribuyen a la
compresión de la capa de nieve (por
ejemplo, Kuhn y Herrmann 1990: Paterson
1994):
 La rotura de copos de nieve en el
viento.
 Compresión a través de la carga de
la capa de nieve (metamorfismo de
presión). Es dominante en la nieve
fría.
 Difusión del vapor de convexa a
superficies cóncava de cristales
(destructiva, metamorfismo
isotérmico). Esto conduce a la
 descomposición de puntos y
bordes.
 Difusión del vapor de capas más
caliente a las capas más frías
(metamorfismo constructivo). A lo
largo de un perfil de temperatura
en la capa de nieve, un perfil de
presión de vapor afín existe
correspondiente a la presión de
vapor saturado a cada temperatura.
La difusión de vapor por lo tanto
causado, de mayor a menor presión
de vapor, es responsable de los
cambios que aparecen en el curso
del tiempo, en la estructura
cristalizada y en el perfil de
densidad de la capa de nieve. Esto
conduce a la formación de formas
angulares.
 Infiltración y recongelación del
agua de deshielo (metamorfismo de
recongelación). La compresión de la
capa de nieve se acelera a la
temperatura de fusión y la
estructura de cristalización se hace
más sencilla. La compresión
máxima de nieve a firn y a hielo es
más rápido con regelacion que en la
nieve fría. Con un continuo
recongelamiento, se desarrollan
capas impermeables. Esto puede
ocurrir en capas frías que se
desarrollan a partir de las
estaciones frías o cuando la
superficie se congela al final del
periodo de ablación.
En comparación con otras sustancias, la
nieve tiene una alta capacidad de calor, que,
junto con la baja capacidad de
conductividad térmica, es la razón de un
alto efecto de aislamiento. Por lo tanto, las
diferencias de temperatura se conservan
temporal y espacialmente en la capa de
nieve y conducen a las consecuencias
correspondientes:
 al final del periodo de ablación la
superficie congelada pasa a una
capa impermeable.
 La cobertura de nieve, que se
acumula en la cima de la capa
impermeable, se vuelve más frío
hacia la parte superior en el curso
de la temporada de frío. El
metamorfismo constructivo aspira
el vapor de la capa formada en
otoño y deja atrás las formas
características cristalizables.
Ambos procesos son los responsables
fundamentales para el desarrollo de capas
anuales que pueden ser identificados en el
área de acumulación de un glaciar. En las
latitudes medias y altas, en donde dichas
zonas claramente se desarrollan en el curso
de las temporadas térmicas, este hecho se
utiliza como la principal condición para la
medición de la acumulación en pozos de
nieve cuando se utiliza el método
glaciológico directo para la determinación
de la estimación de masa (por ejemplo
Hoinkes, 1970).
5.5.1 La distribución de la temperatura en
la nieve y en el firn, en condiciones
tropicales ideales y las consecuencias
esperadas.
En regiones tropicales, la ausencia de
temporadas termales tiene
inevitablemente como consecuencia que la
capa de nieve y el cuerpo de firn sean
isotermales. En lugares muy altos y bien
ventilados, las constantemente bajas
temperaturas garantizan que la superficie
de la nieve no se derrita, y, en consecuencia,
los firn fríos y los cuerpos de hielo se
pueden desarrollar. Este hecho ha
permitido, por ejemplo, para un núcleo que
se extrae a una altitud de 6000 m en
Garganta entre los dos picos del Huascarán
en la Cordillera Blanca y pueda ser
interpretada ((Thompson et al 1995;
Thompson, 1995).
En los lugares más bajos, la capa de nieve,
que es isotérmica en 0°C y ligeramente por
debajo de ella, se desarrolla por encima de
la línea de equilibrio. Esto es cierto para la
mayoría de las áreas de acumulación
tropical. Dicha capa de nieve muestra varias
características:
 capas anuales, que se reconocen
claramente en las latitudes medias
debido al polvo recogido en verano,
y la congelación durante finales de
otoño, son difícilmente
identificables en las regiones
tropicales. La mayor parte de polvo,
que podrían haber sido recogido, se
lava a cabo en función del tamaño
de la cristalización. El agua
derretida se filtra sin obstáculos a
través de varias capas anuales
(Zona de percolación, Paterson,
1994 de acuerdo con Benson, 1961
y Muller 1962). En consecuencia, la
determinación tradicional de
acumulación en pozos de nieve o
núcleos de perforación conduce a
valores que se encuentran por
debajo de la acumulación real.
 Debido a la temperatura constante
y por lo tanto la falta de difusión de
vapor, la descomposición y
recongelación dominan el
metamorfismo de los cristales de
nieve.
 Los firn cristalizables se vuelven
más redondeados y más uniformes
allí que en las latitudes medias.
 Las mismas causas conducen a la
estructura más compacta del hielo
glaciar. La cuestión de si y cómo
estos afectan el comportamiento
del flujo del hielo tiene que ser
publicado.
Antes de que estas suposiciones sean
examinadas con la ayuda de observaciones
y medidas, algunas consecuencias
adicionales se pueden anticipar. Por
ejemplo, la evidencia de cualquier pequeña
variación de temperatura no se conserva en
la cubierta de nieve, pero se descompone
mediante la filtración de agua de deshielo
constante.
En los trópicos externos, se puede suponer
que capas de hielo con suciedad (polvo) se
desarrollan durante distintos periodos
secos que son similares a los que marcan el
final del periodo de ablación en las latitudes
medias. Es concebible que una fuerte
radiación nocturna y alta evaporación
permiten la congelación de la superficie en
el que el polvo se concentra a partir de la
nieve suelta alrededores. Las preguntas
surgen, sin embargo, si estas capas
volvieran a ser gruesas, cerradas y frías lo
suficiente con el propósito de ser resistente
al agua, o, si van a ser remojados y se
suavizaron mediante la penetración del
agua de deshielo durante la estación
húmeda.
Bajo los supuestos dados se cumple lo
siguiente:
En las áreas de acumulación de los
glaciares tropicales, la nieve y las capas firn
son isotérmicas. En consecuencia, las capas
impermeables son inexistentes en el
comienzo de un año estimado y por lo
tanto la acumulación anual no se puede
determinar con la ayuda de los métodos
tradicionales. Las formas de cristalización
de firn son simples y uniformes.
5.5.2 MEDICIONES DE ACUMULACIÓN
SOBRE GLACIARES TROPICALES
Las consecuencias de la composición
isotérmica de nieve y las capas de firn que
están cerca del punto de fusión, tienen una
influencia, sobre todo, en las mediciones de
acumulación.
Las únicas mediciones de acumulación de
las montañas de Rwenzori se llevaron a
cabo por Bergstrom (1995). En los pozos de
nieve que se han excavados en la zona firn
del glaciar Elena en agosto de 1952, se
encontró Bergstrom horizontes de polvo
que atribuyó a los respectivos períodos
secos. No hay informes acerca de los B. Francou, P. Wagnon (ORSTOM, La paz), J.
problemas mencionados anteriormente. Gómez, W. Tamayo, A. Tinoco, A. Valverde
Allison (1976) informa que, después de una (UGRH, Huaraz) así como también B.
investigación en el Meren y los glaciares Noggler y G. Kaser (Inst. f. Geographie, Univ.
Carstensz en el Irian Jaya en 1972, no vale la Innsbruck), formó parte en este trabajo de
estratigrafía sin mencionar que fue visto en campo (Francou et al 1995, Kaser 1996).
agujeros perforados de 10 mt de
profundidad en áreas de firn de dos
glaciares. Él atribuye las condiciones
isotérmicas medidas en los cuerpos de firn
a la extremadamente baja fluctuación anual
de la temperatura del aire, la cual asume
que es aún más baja sobre el glaciar que el
medido en la mina Ertsberg (ver sección
4.2). No hay informes considerando estas
observaciones cuando se determina la
acumulación en los palos de aforo.
Platt (1966) reportó desde el glaciar Lewis
en el monte Kenia, donde el balance de
masa anual se ha determinado a partir de
1978 (Hastenrath 1984,1991), que la fusión
se produjo diariamente durante un periodo
de medición en la temporada de lluvia
prolongada, a pesar de la acumulación
predominante en la superficie del glaciar.
Sin embargo Platt ha omitido una discusión
respecto a las posibles consecuencias para
En el glaciar Artesonraju, perforaciones de
la determinación del balance de masa.
núcleos de 11 mt de profundidad, se
Pruebas de medición y observaciones en la
elaboraron con un taladro de mano (SIPRE)
cordillera Blanca indican que los supuestos
en cuatro lugares entre 5350 y 4950 msnm
derivados de las condiciones isotérmicas de
(Figs. 5.5.1 y 5.5.2). Los únicos cambios
la capa de nieve son correctos. Durante
reconocibles en la estratigrafía fueron
muchos años, Alcides Ames y sus colegas de
algunas diferencias en el tamaño del firn
la Unidad de Glaciología y Recursos Hídricos
cristalizado; los cuales fueron difíciles de
han tratado de examinar el balance de masa
determinar, algunas láminas de hielo
en los glaciares Yanamarey y Uruashraju
delgado, y una densidad que aumenta con
usando éste método. El principal
la profundidad y que registró varios valores
impedimento fue identificar la superficie de
superiores indefinibles. (Fig. 5.5.3). Por otra
la época seca anterior cuando se mide la
parte, las muestras perforadas fueron
acumulación en los pozos. Los intentos para
humedecidas consistentemente. Ni una sola
marcar fracasaron así como también las
capa de polvo se pudo encontrar. Sólo en el
capas de hollín marcados por los palos, y se
lugar más bajo (4.950 m), el perforado de
posponía al siguiente año (Ames, 1995;
hielo glaciar estaba cubierto con una capa
información personal). Sólo las mediciones
de suciedad, que probablemente se había
de ablación se han llevado a cabo con éxito.
acumulado en la superficie del glaciar
En julio de 1995, el trabajo de campo sobre
durante varios años. En comparación, el
los glaciares Artesonraju y Yanamarey en la
perfil de densidad y capas de polvo en un
Cordillera Blanca trajo resultados similares.
pozo de 20 m de profundidad en la zona de
firn del Otztal Kesselwandferner (3240
msnm) muestran claramente horizontes de
otoño. En la Fig. 5.5.3, el dato del tope de 11
mt de profundidad es presentado (Ambach
& Eisner, 1966).
Sin embargo, los horizontes de tierra
pueden ser identificados en las grietas en el
área de la firn del glaciar Artesonraju
(Fig.5.5.4). Las consideraciones teóricas y
los conocimientos de los núcleos de
perforación, sin embargo, hacen que sea
imprudente interpretar los horizontes de
polvo en las paredes de las grietas como una
sucesión cerrada de las estaciones y / o
años. El hielo extraído a una profundidad de
1.5 m tenía encerrad burbujas de aire, pero
no una estructura cristalizable visible
(Fig.5.5.5). Ésta es una indicación adicional
del hecho que los metamorfismos tanto
destructivo como de regelación
desempeñan un papel dominante a lo largo
de todo el año cuando la nieve se
transforma en firn y luego en hielo.
Una semana después de que se tomaron las
mediciones en el glaciar Artesonraju, varias
perforaciones se hicieron en el glaciar
Yanamarey en el sur de la Cordillera Blanca.
Pozos de hasta 160 cm de profundidad
fueron excavados junto a ellos con el
propósito de examinar, mejor incluso, las
capas superiores. Dos capas de polvo se
encontraron en el lugar más alto a 4975
msnm (Fig.5.5.6, Tabla 5.5.1). Mientras que
la capa inferior (146-148 cm debajo de la
superficie real), en conjunto con una lámina
helada y de alta densidad, probablemente
proviene del período seco en 1994, el
superior (16-33 cm por debajo de la
superficie real) podría venir de un periodo
de buen tiempo hasta el inicio del período
seco en 1995, o de viento que trajo polvo.
Tablas 5.5.1 y 5.5.2 y las figuras 5.5.7 a 5.5.9
muestran los datos medidos y observados
de la fosa Yanamarey a 4975 msnm.
Los cambios metamórficos de firn
cristalizados son más redondos que
aquellos de los pozos de nieve en los Alpes
(Fig.5.5.7). Esto también se observó en los
núcleos de perforación del Glaciar
Artesonraju y en el otro pozo de nieve en el
Glaciar Yanamarey. Esto puede ser visto
como un resultado claro de la influencia
dominante de metamorfismo destructivo.
También se hizo un intento de medir un
perfil de temperatura en la capa de nieve en
este pozo. Las mediciones de temperatura
se realizaron con un sensor de resistencia
(PT 100) que se inserta alrededor de 15 cm
en la pared del pozo. Aunque se tomaron
mediciones en el lado sombreado, la
radiación del frente, el soleado sobre la
pared del pozo fue muy elevada. Sombrear
al sensor de ésta radiación reflectante fue
ineficaz. A pesar del gran cuidado,
temperaturas ligeramente superiores a la
temperatura de fusión se midieron cuando
el sol brillaba en el pozo. Sólo cuando las
nubes se movían delante del sol fueron
posibles mediciones realistas. Este fue el
caso en la parte media de la fosa a una
profundidad de entre 30 cm y 70 cm
(Fig.5.5.9). Al abrir la fosa, toda la capa de
nieve estaba mojada y el horizonte de tierra
congelada estaba húmeda. La
concentración de polvo, disminuye hacia
abajo, desde el horizonte de tierra hacia la
base, e indican la eliminación y transporte a
través de la percolación de agua de
deshielo.
Resultados similares se observaron en los
pozos poco profundos en el glaciar
Yanamarey. Un claro y ligeramente
congelado pero completamente mojado
capa de polvo fue preservada de un período
seco anterior. Esto en contraste con los
intentos anteriores de A. Ames para definir
un horizonte claro, por lo tanto, para
determinar la acumulación (ver arriba).
Parece que una capa visible se desarrolla en
el período seco en la Cordillera Blanca
durante algunos años. Sin embargo, en
estos años de sequía, debe ser también
considerado que el agua de deshielo se filtra
desde la superficie hacia dentro de las capas
firn de años anteriores y en parte en el
sistema de drenaje.
Puede, por lo tanto, ser asumido que una
gran parte de las zonas de acumulación de
los glaciares tropicales pertenecen a la
denominada zona de percolación (Paterson,
1994 de acuerdo con Benson 1961 y Muller
1962). Cuando penetra en la capa de nieve,
agua de deshielo proveniente de la
superficie no se encuentra con capas frías,
donde se podría congelar de nuevo. Incluso
si una capa de polvo se desarrolla al final del
periodo seco, ésta no es impermeable, la
cual permite que el agua de deshielo
penetre las capas de acumulación de años
anteriores. La cantidad de acumulación que
se filtra (percola) a las capas inferiores no se
puede registrar con los métodos comunes
de medición de acumulación. Paterson
(1994) sugiere el uso de una cubeta para
tales condiciones. Sin embargo, incluso
cuando se utilizan las cubetas, la cantidad
de agua que se filtra y todavía permanece
en las capas inferiores no se puede
determinar. Esto sólo puede ser explicado
por estudios glacio-hidrológicos con
experimentos de trazado y, desde luego
depende de la altitud de la zona, su relieve,
y, sobre todo, la historia climática de la
estructura de la cobertura de nieve de
varios años.
5.5.3 La dinámica de hielo en los glaciares
tropicales
El dominio de los procesos de
metamorfismo se desarrollan, formas
redondas y simples, indica que la estructura
de hielo es diferente en los glaciares
tropicales que en las latitudes medias
(Fig.5.5.5). Las examinaciones de la
estructura de hielo y el comportamiento
dinámico de los glaciares tropicales, las
cuales podrían ser posiblemente
influenciadas no existen. Las mediciones de
los movimientos de hielo en Irian Jaya
(Allison, 1976), en el glaciar de Lewis
(Hastenrath, 1984; Hastenrath y Krüss
1982) sobre el glaciar Elena (Whittow et al
1963), y en los glaciares Yanamarey y
Uruashraju (UGRH-Hidroandina SA, datos
no publicados: Hastenrath y Ames, 1995) no
dan ninguna indicación de una diferencia de
las dinámicas de hielo en comparación con
las latitudes medias.
La mayoría de los glaciares en la Cordillera
Blanca parecen relativamente delgadas y
altamente agrietados (Fig. 5.5.10), lo que
podría sugerir un comportamiento
dinámico especial. El ligero espesor, sin
embargo, puede explicarse por las
inclinaciones empinadas relativas. En la Fig.
5.5.11, la distribución de frecuencias de
inclinación de las superficies de los glaciares
internos del valle de Otz (estación de aforo
Vent) y la del grupo de Santa Cruz Pucahirca
en la cordillera Blanca se comparan. Los
Alpes Otztal son claramente más plano.
En una versión simplificada, el esfuerzo
basal cortante en el lecho glaciar es
calculado usando la ecuación de
hidrostática fundamental a partir del
espesor, la inclinación, y la forma de un
glaciar (Kuhn y Herrmann 1990):
Donde Ƿ es densidad, g es la aceleración de
la gravedad, f el factor de forma que está
cerca de la relación del radio hidráulico
(área de la sección transversal dividido por
la parte cubierta con hielo de la
circunferencia) con el espesor del glaciar, h
es el espesor del glaciar y α el ángulo de
inclinación de la superficie del glaciar.
El espesor del hielo h se puede calcular en
áreas definidas del glaciar:
Cuando todos los valores en el lado derecho
de la ecuación, además del ángulo, son
constantes, entonces el espesor del hielo es
solamente una función de la inclinación de
la superficie. En la Tabla 5.5.3 se presentan,
los valores correspondientes para el
Hintereisferner a 2920 msnm, que es
alrededor de la línea media de equilibrio.
Fig. 5.5.12 resulta de la ecuación 5.5.2 y los
valores respectivos de la Tabla 5.5.3,
muestra la conexión entre el ángulo de
inclinación de la superficie del glaciar y el
espesor de hielo. Los puntos marcan la
inclinación de la Hintereisferner en el área
de su línea media de equilibrio, así como las
inclinaciones medias y más frecuentes en el
Valle interno de Otz y en el macizo de Santa
Cruz-Pucahirca en la Cordillera Blanca (de
Fig.5.5.11). Se hace evidente que los
glaciares de la cordillera Blanca deben ser
distintivamente más delgados debido a su
mayor inclinación. Las mediciones del
espesor del hielo son, sin embargo,
faltantes, al igual que para todas las demás
montañas tropicales.
El adelgazamiento y la pesada fracturación
de los glaciares en la Cordillera Blanca no
son sólo debido al flujo más rápido como
consecuencia de la inclinación fuerte, sino
también al hecho que muchos de los
glaciares derraman sobre las vastas laderas
de la montaña y no están obligados a entrar
a los lechos en forma de valles.
A pesar de las indicaciones de las
estructuras especiales del hielo del glaciar,
ni algunas mediciones de velocidad en la
superficie ni el espesor de los glaciares
observado dan indicios de un
comportamiento inusual del fluido en los
glaciares tropicales.
5.6 LA INFLUENCIA DE LOS GLACIARES EN
EL BALANCE HIDROLÓGICO DE MONTAÑAS
TROPICALES.
En las montañas de las latitudes medias, la
precipitación que cae durante la estación
fría, en forma de nieve hacia los valles es
retenida de la escorrentía. En primavera,
primero la nieve se derrite en continuo
aumento de altitudes. En verano, el hielo se
retira del glaciar a través de ablación y se
añade a la escorrentía. La porción de la
escorrentía que se deriva de la nieve y el
deshielo de los glaciares está disponible en
los valles más bajos, especialmente durante
la temporada de crecimiento de las plantas.
La secuencia de la temporada térmica
permite controlar la diferencia entre la
variación anual de la precipitación y de la
escorrentía. El glaciar incrementará la
amplitud de la escorrentía en comparación
con la variación anual de la precipitación.
En los trópicos, la influencia del glaciar en la
variación de la escorrentía sólo es posible a
través de la estacionalidad de la humedad.
La acumulación se lleva a cabo sólo en la
parte más alta de la zona de captación.
Ablación dura todo el año. El glaciar bajará
la amplitud de la escorrentía en
comparación con la variación anual de la
precipitación.
Correspondiendo con las condiciones
ideales definidas en el capítulo 4 (Fig.4.5.1)
y los consiguientes regímenes climáticos y
glaciares, los regímenes de balance hídrico
se pueden describir esquemáticamente
para las latitudes medias, los trópicos
internos y trópicos externos,
respectivamente.
En las latitudes medias, la glacierización
aumenta la amplitud anual de la
escorrentía. Teniendo en cuenta lo
señalado más arriba, se espera que la
variación de la escorrentía se suavice en las
regiones tropicales glaciarizadas (Fig.
5.6.1). Si hay variación anual típica de la
precipitación existente en las latitudes
medias. Por lo tanto, la precipitación se
mantiene constante en el esquema
simplificado de la Fig. 5.6.1
Una vez más, sólo unos pocos datos están
disponibles para las montañas tropicales
que podrían describir estas conexiones en
detalle. En las siguientes figuras, los
coeficientes de escorrentía (CQ) y
precipitación (CP) de dos zonas de captación
alpinas se comparan con los de dos zonas de
captación en la cordillera blanca, uno en el
Rwenzori y uno en el Monte Kenia. Los
coeficientes describen la relación respectiva
de cada mes con las cantidades medias
anuales:
 la capa de nieve y glaciares. Corresponden
al tipo A en la Fig.5.6.1.
Sólo pocas series de datos están disponibles
para los trópicos internos. En el Rwenzori,
Y datos de escorrentía del río Mubuku (1953-
1963) se pueden comparar con las
cantidades de precipitación a partir de una
estación en el lago Bujuku (1951-1954)
(Osmaston, 1989) (Fig.5.6.4). La cuenca
cubre unos 200 km2 y una muestra una
Donde Pm y Qm son las medias mensuales a glacierización acerca de 2 Km2 (1950; ver
largo plazo, y Pm y Qm son las medias capítulo 6), la cual significa un 1% de
anuales a largo plazo de la precipitación y el cobertura. La precipitación se registró cerca
escurrimiento respectivamente. (mm o del lago Bujuku en 3960m en la cuenca alta
Kg.m-2) y (m3.s-1). Los periodos utilizados no
son siempre los mismos. Los datos para las
zonas de influencia en el Valle de Otz son de
los Hydrographisches Zentralburo (varios
años) y se analizaron por Raggl (1996). Los
datos de precipitación de Monte Kenia
fueron publicadas por Berger (1989) y los
datos de escorrentía por Leibundgut et al
(1986). Los datos para el Rwenzori fueron
compilados por Osmaston (1989). La
información de la Cordillera Blanca
proviene de la Unidad de Glaciología y
Recursos Hídricos y se examinó mediante
Niedertscheider (1990).
Fig.5.6.2 y 5.6.3 muestran la variación de los
coeficientes de dos zonas de captación en el
valle de Otz.
El área de captación del Rofenache en la
estación de aforo Vent cubre 97 km2, de los
cuales está glaciarizada alrededor del 40%.
La precipitación también se midió la entre el Monte Baker, Monte Stanley, y el
escorrentía cerca de la estación de aforo Monte Speke. El curso temporal de los
Vent (Fig.5.6.2). coeficientes corresponde a las expectativas
El área de captación del Otztaler Ache en la para los trópicos internos. Dos picos se
estación de aforo Tumpen cubre 159 km2, pueden ver en la línea de precipitación que
de los cuales se ha glaciarizada alrededor se repite en la línea de la escorrentía de una
del 2%. La precipitación fue medida en manera tenue (compare Fig. 5.6.2). Además
Langenfeld, dentro del área de influencia de una muy baja glacierización, extensos
(Fig.5.6.3). pantanos en la zona de captación también
En ambas zonas de captación, el aumento pueden ejercer cierta influencia. En el
de la amplitud anual de escorrentía en monte Kenia, los coeficientes
comparación con el de la precipitación es correspondientes pueden ser reconstruidos
distinta debido a la influencia estacional de (Fig. 5.6.5). Sin embargo, el área de
captación del Naro Moru en Nanyuki, con
un tamaño de 102 Km2, sólo muestra
aproximadamente 0,5% de glacierización,
con un área glaciarizada de 0.56 km2
(Hastenrath et al 1989).
Por lo tanto, la influencia de los glaciares en al (1977). Ellos muestran una variación de la
la escorrentía es muy baja. No hay precipitación en la Laguna Parón (4.200 m),
información comparable de la Irian Jaya. que va en paralela a las fluctuaciones del
Hay varias series de datos disponibles para nivel del lago.
el tropical externo de la Cordillera Blanca. En los Alpes, los reservorios se llenan
Los coeficientes de dos zonas de captación durante el periodo de ablación.
se muestran en la Fig. 5.6.6 y 5.6.7. El grado En las latitudes medias, la temporada de
de glacierización fue tomada del inventario fusión glaciar aumenta la amplitud de las
glaciar de 1970 (Ames et al 1989). El área de variaciones de escorrentía. Los pocos datos
captación del Río de Llanganuco en la para los trópicos y las áreas de captación
estación de aforo de escorrentía es de un glaciarizadas en los trópicos, muestran
tamaño de 90.0 km2, y 36.3 km2 o cerca del variaciones de los coeficientes de
40% está glaciarizada. La precipitación se escorrentía, los cuales son claramente
midió de nuevo cerca de la estación de suaves con aquellos de la precipitación.
aforo de escorrentía (Fig.5.6.6).
El área de captación del Río Yanayacu en la
estación de aforo de Querococha, abarca
64,4 km2, de los cuales está glaciarizada 3,5
km2 o 5,5%. La precipitación se midió de
nuevo en la estación de Querococha
(Fig.5.6.7).
El ejemplo del área de captación
fuertemente glaciarizada muestra con
especial claridad, que la amplitud anual de
escorrentía es suave en comparación con la
amplitud de precipitación. Corresponden al
tipo C en Fig.5.6.1. Parte de la precipitación
se retiene durante el período húmedo en la
zona de acumulación de los glaciares. Sin
embargo, el efecto de amortiguación no
sólo puede ser atribuido a los glaciares. En
ambas zonas de captación, hay lagos por
encima de las estaciones de medición de
escorrentía que también contribuyen al
efecto de sometimiento de la variación de
escorrentía. Adicionalmente, las llanuras
pantanosas de valle (pampas) también
desempeñan un papel en la Cordillera
Blanca. En el curso del período de lluvias, se
llenan de agua que se evapora durante la
estación seca, pero también parcialmente
contribuye a la escorrentía. Su influencia
sobre el régimen de escorrentía todavía no
se ha analizado.
Una indicación de que la influencia de la
fusión de un glaciar es claramente
subordinada a la de la precipitación en la
Cordillera Blanca está dada por Lliboutry et