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El agua está en el centro del desarrollo sostenible y resulta fundamental para el desarrollo socio-
económico, unos ecosistemas saludables y la supervivencia humana. El agua resulta vital a la hora
de reducir la carga mundial de enfermedades y para mejorar la salud, el bienestar y la
productividad de las poblaciones así como para la producción y la preservación de una serie de
beneficios y servicios de los que gozan las personas. El agua también está en el corazón de la
adaptación al cambio climático, sirviendo de vínculo crucial entre el sistema climático, la sociedad
humana y el medio ambiente.
El agua es un recurso limitado e insustituible que es clave para el bienestar humano y solo
funciona como recurso renovable si está bien gestionado. Hoy en día, más de 1.700 millones de
personas viven en cuencas fluviales en las que su uso supera la recarga natural, una tendencia que
indica que dos tercios de la población mundial podría vivir en países con escasez de agua para
2025. El agua puede suponer un serio desafío para el desarrollo sostenible pero, gestionada de
manera eficiente y equitativa, el agua puede jugar un papel facilitador clave en el fortalecimiento
de la resiliencia de los sistemas sociales, económicos y ambientales a la luz de unos cambios
rápidos e imprevisibles.
Los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), acordados en el año 2000, tienen el objetivo de
reducir a la mitad la proporción de personas sin acceso sostenible a agua potable y a servicios
básicos de saneamiento entre 1990 y 2015.
Un total de 748 millones de personas no tienen todavía acceso a una fuente mejorada de agua
potable y los indicadores existentes no abordan cuestiones relacionadas con la seguridad y
fiabilidad del suministro de agua. Se requieren mejoras reales para varios miles de millones de
personas si se pretende lograr el derecho humano a un agua potable segura.
En julio de 2010, la Asamblea General de las Naciones Unidas adopta una resolución que
"reconoce que el derecho al agua potable y el saneamiento es un derecho humano esencial para el
pleno disfrute de la vida y de todos los derechos humanos" (A/RES/64/292).
La meta de los ODM sobre el saneamiento es un reto aún más apremiante: 2.500 millones de
personas carecen actualmente de acceso a servicios de saneamiento mejorados y más de 1.000
millones todavía practican la defecación al aire libre. Al ritmo actual de progreso, la meta del
saneamiento no será alcanzada por más 500 millones de personas.
Por otra parte, estas cifras globales ocultan grandes disparidades entre las naciones y las regiones,
entre los ricos y los pobres, entre las poblaciones rurales y las urbanas, así como entre los grupos
desfavorecidos y la población en general.
Actualmente no existe una meta mundial para mejorar la higiene, a pesar de ser una de las
intervenciones de salud pública individuales más rentables.
La Conferencia de Río+20 en 2012 ofreció una oportunidad para reflexionar sobre los avances
hacia el desarrollo sostenible de los últimos 20 años. Uno de sus principales resultados fue un
acuerdo para poner en marcha un proceso para desarrollar un conjunto de Objetivos de Desarrollo
Sostenible, basados en los Objetivos de Desarrollo del Milenio, y que convergen en la agenda del
desarrollo post-2015.
A medida que se acerca la fecha límite para los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) en
2015, la comunidad mundial está haciendo balance de cómo se puede avanzar hacia un futuro
sostenible. El marco de los ODM no abordó la agenda completa del agua y el desarrollo, y tampoco
reconoció plenamente sus sinergias con otras áreas e intereses. El marco de los ODM no incluyó
un énfasis en la "Sostenibilidad" y la desigualdad y los derechos humanos fueron también, en gran
medida, ignorados. Posteriormente, los Estados Miembro han acordado que los derechos
humanos, la igualdad y la sostenibilidad deben formar la base de la agenda del desarrollo y deben
ser reconocidos como fundamentales para poder gozar de un verdadero desarrollo.
ONU-Agua ha propuesto un objetivo global "Asegurar agua para todos de forma sostenible". El
objetivo y las metas dedicadas al agua abordan directamente los objetivos de desarrollo de las
sociedades, promueven la dignidad humana y aseguran que los logros sean sostenibles a largo
plazo, llevando a los siguientes resultados de desarrollo, entre otros:
Desarrollo sostenible, agua, y …
La agricultura es, con diferencia, el mayor consumidor de agua a nivel mundial, representando el
70% de las extracciones de agua en todo el mundo, aunque esta cifra varía considerablemente
entre países. La agricultura de secano es el sistema de producción agrícola predominante en todo
el mundo y su productividad actual es, en promedio, un poco más de la mitad del potencial a
obtener sobre una gestión agrícola óptima. Para 2050, la agricultura tendrá que producir un 60%
más de alimentos a nivel mundial y un 100% más en los países en vías de desarrollo.
La industria y la energía juntas representan el 20% de la demanda de agua. Los países más
desarrollados tienen una proporción mucho mayor de extracciones de agua dulce para la industria
que los países menos desarrollados, donde predomina la agricultura. El equilibrio entre los
requisitos de sostenibilidad frente a la visión convencional de la producción industrial en masa
crea una serie de interrogantes para la industria. A gran escala, la globalización y la forma de
extender los beneficios de la industrialización a todo el mundo equitativamente y sin impactos
insostenibles sobre el agua y otros recursos naturales es la cuestión clave.
El sector doméstico representa el 10% del uso total de agua. Y, en todo el mundo, se estima que
748 millones de personas siguen sin tener acceso a una fuente mejorada de agua y que 2.500
millones siguen sin acceso a unos servicios de saneamiento mejorados.
Ciudades. Más de la mitad de la población ya vive en áreas urbanas y, para 2050, se espera que
más de dos tercios de una población mundial de 9.000 millones viva en ciudades. Por otra parte, la
mayor parte de este crecimiento ocurrirá en los países en vías de desarrollo, que tienen una
capacidad limitada para hacer frente a estos rápidos cambios. El crecimiento también dará lugar a
un aumento del número de personas que viven en barrios marginales y que suelen sufrir unas
condiciones de vida muy pobres, sin acceso o con un acceso inadecuado a agua y saneamiento.
Por lo tanto, el desarrollo de los recursos hídricos para el crecimiento económico, la equidad social
y la sostenibilidad ambiental está estrechamente vinculado con el desarrollo sostenible de las
ciudades.
Los ecosistemas. Quizás el reto más importante para el desarrollo sostenible que ha surgido en las
últimas décadas es el alcance de la crisis ecológica global, que se está convirtiendo en una barrera
para el desarrollo humano. Desde el punto de vista ecológico, los esfuerzos para un desarrollo
sostenible no han tenido éxito. La degradación del medio ambiente mundial ha alcanzado un nivel
crítico, con los principales ecosistemas acercándose a límites que podrían desencadenar un
colapso masivo. La creciente comprensión de los límites planetarios globales, que deben ser
respetados para proteger los sistemas de soporte de la vida de la Tierra, tiene que ser la base del
futuro marco de desarrollo sostenible.
¿Sabías que…?
Más de 1.700 millones de personas viven actualmente en cuencas fluviales en las que la
tasa de uso del agua es superior a la de recarga, lo que lleva a la desecación de los ríos, el
agotamiento de las aguas subterráneas y la degradación de los ecosistemas y los servicios
que prestan.
A medida que los países se desarrollan y la población crece, se prevé que la demanda
mundial de agua (en términos de extracción) aumente en un 55% para 2050. Ya en 2025,
dos tercios de la población mundial podría estar viviendo en países con problemas de agua
si persisten los patrones de consumo actuales.
Las pérdidas económicas de un suministro inadecuado de agua y saneamiento se estiman
en un 1,5% del producto interior bruto de los países, según un estudio de la OMS
relacionado con el cumplimiento de los ODM.
Según algunas estimaciones, más del 80% de las aguas residuales se vierten a los cursos
de agua sin tratamiento.
Los desastres relacionados con el agua son los más económica y socialmente destructivos
de todos los desastres naturales. Desde la primera Cumbre de la Tierra de Río en 1992 las
inundaciones, las sequías y las tormentas han afectado a 4.200 millones de personas(95%
de todas las personas afectadas por desastres) y causó 1,3 billones de dólares USD en
daños (63% de todos los daños).
En los últimos veinte años, más del 80 por ciento de los países han reformado sus leyes de aguas
como respuesta a la creciente presión sobre los recursos hídricos, debido a la expansión de la
población, la urbanización y el cambio climático.
En muchos casos, estas reformas han tenido impactos significativos sobre el desarrollo, incluyendo
mejoras en el acceso al agua potable, en la salud y la mejora de la eficiencia del agua en la
agricultura.
Al mismo tiempo, el progreso global ha sido más lento en la gestión del agua de riego, recogida de
agua de lluvia e inversiones en los ecosistemas de agua dulce.
Estos son algunos de los hallazgos del estudio que Naciones Unidas ha realizado sobre la base de
información de más de 130 gobiernos nacionales sobre los esfuerzos para mejorar la gestión
sostenible del agua.
Respaldada por los Estados Miembros de la ONU en la Cumbre de Río de 1992 como parte de un
plan de acción global sobre el desarrollo sostenible (conocida como la Agenda 21), la GIRH es el
camino para un desarrollo eficiente, equitativo y sostenible de los limitados recursos hídricos
mundiales.
Esta reciente encuesta pretende informar a los tomadores de decisiones de la Conferencia Río + 20
en junio de 2012. Veinte años después de la Cumbre de la Tierra, los gobiernos del mundo se
reunirán nuevamente en Río de Janeiro para tomar decisiones sobre cómo asegurar el desarrollo
sostenible para el siglo XXI.
La encuesta, que fue coordinada por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente
(PNUMA) en nombre de ONU-Agua (el mecanismo de coordinación interinstitucional de Naciones
Unidas para temas de agua), pidió a los gobiernos sus comentarios sobre la gobernanza,
infraestructuras, financiación y otros ámbitos relacionados con la gestión de los recursos hídricos,
para evaluar el grado de éxito de los países para avanzar hacia la GIRH.
En general, 90 por ciento de los países encuestados informó de una serie de impactos positivos de
los enfoques integrados en la gestión de los recursos hídricos después de aplicar las reformas
nacionales.
La mayoría de los países percibe que los riesgos relacionados con el agua y el aumento de
la competencia por los recursos hídricos se han incrementado en los últimos 20 años;
El abastecimiento de agua doméstica está clasificado por mayoría de los países como de
máxima prioridad en la gestión de los recursos hídricos;
La mejora en la eficiencia del agua se está quedando rezagada en relación con otras
reformas en la gestión de los recursos hídricos, ya que menos del 50 por ciento de las
reformas nacionales abordan la eficiencia del agua.
"La gestión sostenible y el uso del agua -debido a su papel vital en la seguridad
alimentaria, energía o servicios de apoyo a ecosistemas valiosos - sustenta la transición
hacia una economía verde eficiente en recursos, baja en carbono", dijo el Secretario
General Adjunto de las Naciones Unidas y Director Ejecutivo del PNUMA, Achim Steiner.
"Además de destacar cuales son los retos, esta nueva encuesta también muestra que ha
habido éxitos importantes con respecto a la gestión integrada de los recursos hídricos,
donde un enfoque más sostenible ha resultado en beneficios tangibles para las
comunidades y el medio ambiente. En Río+20, los gobiernos tendrán la oportunidad de
aprovechar estas innovaciones y trazar un camino hacia adelante para el desarrollo
sostenible, en el cual las necesidades de agua de la población mundial aumentarán a 9.000
millones para el 2050, que pueda conseguirse en forma equitativa," añadió el Sr. Steiner.
La encuesta de Naciones Unidas muestra los principales cambios ambientales que han
tenido lugar entre 1992, cuando la GIRH fue ampliamente respaldada por los gobiernos, y
hoy - y cómo se gestionan los recursos hídricos frente a esos problemas.
La población mundial, por ejemplo, aumentó de 5.300 millones en 1992 a poco más de
7.000 millones en la actualidad, y especialmente en los países en desarrollo. Esto se ha
visto acompañado por el aumento de la migración rural a las ciudades y el alto
movimiento de refugiados debido a los desastres climáticos y sociopolíticos.
Éxitos y Desafíos
Estonia: la introducción de impuestos por el uso del agua y por contaminación contribuyó
a una mayor eficiencia en la utilización del agua y una reducción de la carga de
contaminación en el mar Báltico.
Costa Rica: 50 por ciento de los ingresos obtenidos por tarifas en el uso del agua se
reinvirtieron en la administración de los recursos hídricos.
Ghana: 40 por ciento de los sistemas de riego son más eficaces en el uso del agua y en
productividad, ya que han sido rehabilitados.
Chad: el acceso al abastecimiento de agua aumentó desde un 15 por ciento en 1990 al 50
por ciento en 2011.
Sin embargo muchos países - especialmente los de las regiones en vías de desarrollo -
señalaron la necesidad de un mayor desarrollo de infraestructuras, inversión y fomento de
la capacidad para aplicar plenamente la gestión integrada de los recursos hídricos.
Los temas relacionadas con el agua que se citan más a menudo como 'alta' o 'prioridad
muy alta' por los gobiernos son el desarrollo y la financiación de infraestructuras (79 por
ciento en todos los países) y la financiación para la gestión de los recursos hídricos (78%).
El cambio climático es considerado como de alta prioridad en la mayoría de países (70 por
ciento) y 76 por ciento de los países consideran que la amenaza del cambio climático a los
recursos hídricos ha aumentado desde 1992.
Garantizar el suministro de agua para la agricultura es una prioridad para muchos países
con IDH bajo, mientras que la preservación de los ecosistemas de agua dulce ('agua para el
medio ambiente') es una prioridad principalmente para los países con IDH muy alto.
Recomendaciones de la Encuesta
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Desafío
El agua es una de las necesidades humanas más básicas y es indispensable en casi todas las
actividades, como la agricultura, la producción de energía, la industria y la minería. Debido a sus
impactos en la salud, la equidad de género, la educación y los medios de sustento, la gestión de
este recurso es esencial para lograr un desarrollo económico sostenible y aliviar la pobreza. Sin
embargo, el crecimiento de la población y la competencia de los sectores económicos por este
vital elemento ejercen una presión sin precedentes sobre los recursos hídricos y dejan una
cantidad insuficiente para cubrir las necesidades humanas y preservar los caudales
medioambientales necesarios para mantener ecosistemas saludables. Las aguas subterráneas se
han agotado en muchos lugares, lo cual deja a las actuales y futuras generaciones sin reservas para
hacer frente a la creciente variabilidad del clima.
El empeoramiento en la calidad del agua causado por diversas actividades económicas reduce la
disponibilidad de agua dulce, degrada el suelo, impacta numerosos ecosistemas terrestres y
marinos y encarece el tratamiento de este vital elemento. El acceso a saneamiento y agua segura
todavía está fuera del alcance de 2500 millones de personas y otros 768 millones,
respectivamente, y se traduce en la pérdida de miles de vidas diarias y miles de millones de
dólares cada año.
Existen muchas pruebas de que el cambio climático profundizará estos problemas al aumentar la
variabilidad hidrológica, lo que provocará fenómenos meteorológicos más frecuentes y extremos
como sequías, inundaciones y tormentas graves. Los expertos calculan que entre 43 % y 50 % de la
población mundial vivirá en países con escasez de agua en 2080, en comparación con el 28 % en la
actualidad. Un informe reciente del Banco Mundial titulado "Bajemos la temperatura: Por qué se
debe evitar un planeta 4°C más cálido", (i) sugiere que un alza de 4°C en la temperatura mundial
hará que la presión por la escasez de agua se intensifique en todas las zonas del mundo. Los
aproximadamente 1000 millones de personas que viven en las cuencas monzónicas y los 500
millones de habitantes de los deltas serán especialmente vulnerables; en este aspecto, los pobres
son los menos preparados para enfrentar esta situación y sufrirán las peores consecuencias.
Los asuntos relacionados con la gestión de los recursos hídricos se han vuelto tan apremiantes que
el Foro Económico Mundial ha destacado el tema del agua durante dos años consecutivos (en
2013 y 2014) como uno de sus máximos desafíos. En el actual cambiante entorno físico y
socioeconómico, las prácticas del pasado ya no son útiles. Los países no pueden crecer de manera
sostenible o fortalecer su capacidad de adaptación al cambio climático sin una gestión que
considere las mermas sostenidas en materia de disponibilidad, calidad y distribución del agua y su
asignación a través de un proceso deliberativo sobre la base de necesidades económicas, sociales
y medioambientales.
Los desafíos que enfrenta el mundo respecto del agua requieren soluciones multisectoriales:
Agua y ciudades sostenibles: en los próximos 20 años, las ciudades de las naciones en
desarrollo se duplicarán, al igual que su demanda de enfoques integrados frente a la
ordenación del abastecimiento de agua, su calidad, el saneamiento, el drenaje, su uso para
fines recreativos y el manejo de las inundaciones.
Agua y gestión del riesgo de desastres: muchos de los efectos negativos en el desarrollo
socioeconómico de los desastres naturales son causados por el agua. (i) Los peligros
relacionados con este elemento representan el 90 % de todas las catástrofes naturales y
su frecuencia e intensidad suele ir en alza. Alrededor de 373 de estos fenómenos causaron
la muerte de más de 296 800 personas en 2010, afectaron a casi 208 millones más y
generaron costos cercanos a los US$110 000 millones (Fuente: Informe del Secretario
General de las Naciones Unidas a la Sexagésima Sexta Asamblea General sobre la
Implementación de la Estrategia Internacional para la Reducción de los Desastres. Nueva
York, ONU).
La mayoría de las actividades económicas (como agricultura, energía, industria y minería) afecta
no solo la cantidad, sino también la calidad de los recursos hídricos, además de restringir aún más
la disponibilidad de agua. El desafío de asignar los escasos recursos hídricos entre los sectores
económicos y las necesidades hídricas medioambientales que compiten por ellos aumentará en
muchos países. Si no se establecen los mecanismos de distribución adecuados, se pondrá un freno
al desarrollo, lo cual resultará en un aumento de la desigualdad de ingresos y el agravamiento de
las presiones sobre el medioambiente.
Solución
El Banco Mundial se encuentra en una buena posición para desempeñar un rol clave y trabajar en
los sectores y países con el fin de ayudar a generar capacidad de adaptación al cambio climático
mediante la gestión integrada de los recursos hídricos (WRM, por sus siglas en inglés). En este
sentido, es uno de los proveedores fundamentales de conocimientos y asistencia técnica sobre el
tema y el principal donante multilateral para el desarrollo de los recursos hídricos. En efecto, el
sector representa el 18 % de su cartera total (US$32 000 millones en compromisos activos) en
2014 y está concentrado claramente en sentar las bases para alcanzar la prosperidad compartida y
el alivio de la pobreza.
Miles de agricultores en Marruecos son ahora capaces de diversificar sus cultivos y aumentar sus
ingresos a través de un nuevo sistema de riego. Vea el video inglés.
Resultados
Entre los resultados en terreno en relación con las actividades financiadas por la Asociación
Internacional de Fomento (AIF) y el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), se
pueden destacar las siguientes áreas principales.
Los proyectos de gestión de los recursos hídricos financiados por el Banco Mundial apuntan a
mejorar el estado de preparación de los países para responder al cambio climático. En 2012, por
ejemplo, la institución apoyó la finalización de una metodología de priorización de las medidas de
adaptación en Viet Nam que se usaría en la formulación del Plan Nacional de Adaptación (PNA)
conforme a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).
Esto es especialmente importante dada la existencia en esta nación de diversos ecosistemas
frágiles, como el delta del río Mekong, el que proporciona alimentos y medios de sustento a
millones de personas.
La planificación a largo plazo de los recursos hídricos y la gestión de las cuencas se traduce en
beneficios para el abastecimiento de agua, la agricultura, la acuicultura y los ecosistemas, además
de ayudar a reducir la intensidad de las inundaciones o la exposición a sequías. En la República del
Yemen, el financiamiento de la AIF deUS$45,2 millones (2002-08) hizo posible la construcción de
estructuras altamente necesarias para controlar las inundaciones en la ciudad de Taiz y sus
alrededores. Al cierre del proyecto, partes importantes de la ciudad se habían transformado en
vecindarios habitables y seguros frente a anegaciones repentinas. El programa contribuyó a
aumentar en más de 100 % el valor de la tierra y a reducir los sucesos causantes de daños a las
propiedades residenciales y comerciales de 160 y 660 incidentes cada año, respectivamente, a
cero. Gracias a estos logros, la AIF entregó financiamiento adicional de US$35 millones para
apoyar actividades de ampliación y así incrementar el impacto del proyecto inicial en el desarrollo.
Las obras de protección contra inundaciones y las conexiones complementarias para aguas
residuales sirvieron para mejorar la salud y las condiciones sanitarias al reducir el flujo de aguas
servidas hacia zonas que se habían convertido en criaderos de mosquitos que transmiten el
paludismo.
El uso sostenible de las aguas freáticas es también crucial para la capacidad de adaptación a las
sequías y el cambiante clima al proveer una reserva reguladora sostenible durante periodos de
poca disponibilidad de aguas superficiales. El Proyecto de Gestión de las Aguas de la Cuenca de
Sana’a (2003-2010, US$24 millones), financiado por la AIF, fue la primera iniciativa implementada
en Yemenpara enfrentar la crisis provocada por el agotamiento de las aguas subterráneas
mediante la reducción de su consumo para fines agrícolas en unas 4000 hectáreas de regadío y el
aumento de su recarga; esto significó un ahorro anual de más de 15 millones de metros cúbicos de
agua extraída del acuífero local.
Casi todos los procesos de generación de energía requieren enormes cantidades de agua, desde la
generación de energía hidroeléctrica hasta el enfriamiento de plantas térmicas y el impulso de
turbinas a vapor en las plantas de energía solar concentrada. El crecimiento demográfico y la
rápida expansión de las economías imponen exigencias hídricas y energéticas adicionales y varias
regiones ya experimentan una importante escasez de agua y energía. Para hacer frente a estos
desafíos, el Banco Mundial ha sido pionero en la aplicación de diversas soluciones innovadoras,
desde el principal seguro público contra sequías y altos precios del petróleo en Uruguay (US$450
millones) hasta la protección de los consumidores contra los elevados e inestables precios de la
electricidad en caso de sequía y la creación de herramientas integradas de planificación del agua y
la energía conforme a la iniciativa sobre la interdependencia entre la energía y el agua (“Thirsty
Energy”) en Sudáfrica.
La agricultura es la actividad que consume más agua en el mundo y en muchos países de ingreso
bajo, es la que da empleo a más personas. La mayor parte de la tierra apta para la labranza ya se
está explotando; en consecuencia, el aumento considerable de la producción que se requiere para
alimentar a la creciente población mundial deberá provenir particularmente de zonas de regadío.
El Proyecto de Riego Agrícola de la República Kirguisa (2000-2013, US$20 millones) fue diseñado
para aumentar la producción mediante la distribución confiable y sostenible de agua en
explotaciones agrícolas anteriormente colectivas y estatales. Una de las actividades principales ha
sido el fortalecimiento de los servicios que se prestan a unas 450 asociaciones de usuarios de agua
e incluye la entrega de capacitación y apoyo. En este sentido, se han conseguido logros
importantes con la creación y el reforzamiento de estas asociaciones. Más de 50 000 personas
recibieron formación y cerca de 450 asociaciones con un total de 166 000 miembros se registraron
formalmente para manejar 710 000 hectáreas de riego, o alrededor del 70 % de las tierras de
regadío del país.
En China, el Proyecto de Gestión Integrada del Agua y del Manejo del Medio Ambiente en la
Cuenca del río Hai (finalizado en 2011) promovió un enfoque integrado de manejo de los recursos
hídricos y el control de la contaminación en la zona, y contribuyó a la recuperación y protección
del ambiente marino, el ecosistema y la biodiversidad en el mar de Bohai. El proyecto se
implementó en 16 condados del norte del país y benefició a más de 20 millones de personas. La
mayor eficiencia en el uso del agua y el control de la polución en la cuenca mejoró la calidad de
vida y salud de los habitantes y las condiciones estéticas y recreativas y eliminó los malos olores.
Los agricultores se vieron favorecidos, además, por una gestión más eficiente del riego sobre la
base del consumo, el cual aumentó la productividad del agua, la producción de los cultivos y el
ingreso familiar. A más largo plazo, los logros también llegarán a pescadores y habitantes costeros
del mar de Bohai al mejorar la calidad del agua y aumentar las poblaciones de peces y la
biodiversidad.
Lograr un mayor compromiso a nivel local con la gestión de los recursos hídricos
Las instituciones dedicadas a la gestión de los recursos hídricos abarcan toda la gama de niveles:
local, cuencas, nacional e internacional. Con el apoyo del BIRF, Colombia (US$800 millones en
total) introdujo varias reformas para mejorar la gestión medioambiental, incluidos los recursos
hídricos. El Gobierno aprobó una Política Nacional del Agua y creó un grupo sobre recursos
hídricos en el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial. Se trata del primer grupo
centralizado encargado de actividades de planificación y elaboración de presupuesto relacionadas
con la gestión de los recursos hídricos en el país. Al menos 25 municipios adoptaron planes de
gestión de las cuencas hídricas en zonas afectadas por la escasez con el fin de mejorar la
administración y el seguimiento de los valiosos recursos nacionales.
En el mundo, existen 263 ríos internacionales. Por este motivo, apoyar su gestión conjunta es un
aporte importante para promover los beneficios que se obtienen del uso de los recursos hídricos y
contribuir así a aliviar la pobreza. El Banco Mundial respalda de diversos modos el manejo
compartido de los cursos de agua transfronterizos, en especial en África. En la cuenca del río
Senegal[MIS8] , proyectos financiados por la AIF contribuyeron a gestionar más eficientemente los
caudales de este curso de agua y a incorporar a Guinea en la organización a cargo de dicho
manejo, lo que permitió administrar toda la cuenca en forma integrada. La iniciativa
de Cooperación en Aguas Internacionales en África, (i) apoyada por donantes, fomentó programas
transfronterizos en el Nilo y también en África meridional y occidental. Por ejemplo, se espera
completar en 2016 el Proyecto Hidroeléctrico en las Cataratas de Rusumo[MIS9] , un
emprendimiento conjunto entre Burundi, Rwanda y Tanzanía que representa un importante hito
de cooperación transfronteriza en el Nilo y los países participantes. En la cuenca del río Mekong,
(i) el Banco está apoyando a los Estados ribereños con el fin de fortalecer sus capacidades de
manejo integrado de los recursos hídricos y de gestión del riesgo de desastres, en estrecha
cooperación con la Comisión del Río Mekong que administra la cuenca.
El financiamiento del Banco Mundial para la gestión de los recursos hídricos alcanzó cerca de
US$8080 millones, los cuales se destinaron a proyectos aprobados durante los ejercicios de 2004-
2013. En el ejercicio de 2011, al igual que en el de 2012, los recursos entregados para este fin
llegaron a US$1200 millones; y en el de 2013, a US$800 millones.
Asociados
El Banco Mundial colabora con asociados para apoyar mecanismos innovadores en la gestión
integrada de los recursos hídricos. Este tipo de cooperación ha sido importante debido al amplio
alcance de las necesidades e iniciativas.
La institución mejora la calidad de sus proyectos de agua gracias a la asistencia adicional que
recibe de los programas de las alianzas mundiales.
El Programa de Asociación para el Agua (WPP, por sus siglas en inglés) (i) del Banco es un fondo
fiduciario de múltiples donantes que contribuye a los esfuerzos de reducción de la pobreza a
través del fomento del trabajo operacional y analítico. Para este fin, incorpora enfoques
pragmáticos en la gestión de los recursos hídricos, el abastecimiento de agua y la prestación de
servicios de saneamiento. En su primera fase (2009-2012), el programa ayudó a la movilización de
casi US$11 700 millones en financiamiento del Banco y aseguró el acceso de más de 50 millones de
personas a servicios mejorados de agua y saneamiento. En el marco de la segunda fase del WPP
(2013-16), se comprometerán recursos por más de US$40 millones para enfrentar los desafíos en
este ámbito, abordando las interconexiones entre seguridad alimentaria, energética e hídrica y
apoyando las sendas hacia el crecimiento ecológico y resiliente frente al clima.
Además de entregar soluciones innovadoras y con frecuencia integradas para los servicios de agua,
las actividades del WWP adoptan un enfoque global para la gestión de los recursos hídricos
trabajando a nivel de cuenca o delta fluvial o país en la evaluación y definición de las mejores
estrategias en materia de gestión sostenible. El Equipo de Expertos en Recursos Hídricos (WET, por
sus siglas en inglés) (i) del programa, que moviliza conocimientos técnicos de alto nivel y escala
mundial para satisfacer demandas complejas y urgentes, también dedica dos tercios de su apoyo a
los programas del Banco de gestión de dichos recursos que se centran en mejorar la toma de
decisiones en la gestión del riesgo de desastres y las incertidumbres en el marco de los impactos
generados por la variabilidad natural de los recursos hídricos y el cambio climático.
La Iniciativa sobre el Agua de Asia Meridional (SAWI, por sus siglas en inglés), (i) es una asociación
de múltiples donantes establecida en 2009 entre el Banco Mundial y los Gobiernos del Reino
Unido, Australia y Noruega. Su principal objetivo es intensificar la cooperación regional en la
ordenación de los principales sistemas fluviales del Himalaya en Asia meridional y lograr capacidad
de adaptación al clima y desarrollo sostenible, equitativo e inclusivo. SAWI apoya actividades
relacionadas con la gestión de los sistemas hídricos transfronterizos del Gran Himalaya de
Afganistán, Bangladesh, Bhután, China, India, Nepal y Pakistán. El fundamento clave de esta
participación es demostrar y luego ayudar a materializar los beneficios mutuos que genera la
cooperación a lo largo de las cuencas fluviales compartidas.
El programa de Cooperación en Aguas Internacionales de África (CIWA, por sus siglas en inglés) (i)
apunta a apoyar y asistir a Gobiernos ribereños de África en el trabajo conjunto para abordar y
destrabar las restricciones al crecimiento y el desarrollo que plantean las aguas internacionales. De
manera específica, se centra en el fortalecimiento de la cooperación regional, la gestión y
explotación de los recursos hídricos y el compromiso y la cooperación de las partes interesadas
permitiéndoles mayor participación y rendición de cuentas. El programa es apoyado por asociados
en el desarrollo, como el Reino Unido, Dinamarca y Noruega.
Próximos pasos
Fortalecer las gestiones para abordar la variabilidad del clima en proyectos financiados por
el Banco a través de un mejor sistema de almacenamiento y otras medidas de adaptación,
control de inundaciones y preparación para ofrecer respuestas de emergencia.
Asegurar que el programa de seguridad alimentaria considere el riego y trabaje con los
clientes para mejorar la eficiencia de los actuales planes de regadío.
Beneficiarios
Es algo que Arwa Mohamed recuerda bien. Cuando llovía, las calles de su vecindario en Taiz,
Yemen, se inundaban tanto que las personas quedaban aisladas durante días. “Cuando llovía y los
niños estaban en la escuela, teníamos miedo, porque el agua subía y cortaba las calles; quienes
estaban en casa, normalmente las madres, esperaban a los niños mirando por la ventana para
gritarles: ‘¡no traten de cruzar, es peligroso!’. Una vez las aguas incluso se llevaron a una anciana y
su nieto”. Por fin, comenta Arwa, “el vecindario es seguro. Sigue lloviendo, pero el agua ahora
corre por debajo del vecindario (a través de un canal cubierto) y no sobre él. Ahora contamos con
estas calles bien pavimentadas y podemos cruzar incluso cuando hay inundaciones; antes,
quedábamos completamente aislados cuando llovía, ¿entiende a lo que me refiero?”.
Shawki Ahmed Hayel Saeed, comerciante y miembro del Consejo Local de Taiz, señala: “En estos
últimos años, Taiz no solo mejoró porque se solucionó el problema de las inundaciones, sino que
además hubo contratos adicionales para implementar estos proyectos, para pavimentar y asfaltar
muchas calles de la ciudad, lo que dio empleo a muchas personas y ayudó al consejo local a
capacitar y mejorar los ingresos de la población que participó en el proyecto”.
Para Amin Jibari, comerciante de 28 años, el proyecto finalmente trajo seguridad a su hogar, que
se encuentra en un sótano: “¡Se acabó! Ahora todo está bien después de que construyeron el
canal y el muro de contención; ya no hay inundaciones, estamos relajados, ¡sin inundaciones!”.
Amin cuenta que desde que se construyó el canal cubierto en las cercanías, ¡él y su familia de
cinco personas ya no corren peligro!
La región de Taiz, en las tierras altas de Yemen finalmente se recupera de las inundaciones
estacionales. Un nuevo proyecto está construyendo estructuras de protección. Vea video en
inglés.
El financiamiento del Banco Mundial para la gestión de los recursos hídricos alcanzó cerca de
US$8.000 millones, los que fueron destinados a proyectos aprobados durante los ejercicios de
2002-2012. En el ejercicio de 2011, al igual que en 2012, el financiamiento llegó a US$1.200
millones.
Asociados
El Banco Mundial colabora con asociados para apoyar la innovación en la gestión integrada de los
recursos hídricos. Este tipo de cooperación ha sido importante debido al amplio alcance de las
necesidades e iniciativas.
El WPP (i) es un fondo fiduciario de múltiples donantes financiado por el Reino Unido, los Países
Bajos y Dinamarca. Este fondo busca mejorar los esfuerzos del Banco Mundial para reducir la
pobreza a través del mejoramiento de la gestión de los recursos hídricos y la prestación de
servicios de abastecimiento de agua. La iniciativa financia cerca del 40% de toda la labor analítica
del Banco Mundial sobre el agua y, en la actualidad, apoya actividades en 55 países. El
financiamiento del WPP pone atención especial en África, la igualdad de género, la reducción de la
pobreza, además de la calidad de las operaciones crediticias. Se ha iniciado la segunda fase del
programa, la cual es mayor en cuanto a tamaño y alcance.
La Iniciativa de Agua de Asia Meridional (SAWI, por sus siglas en inglés) es un fondo fiduciario de
múltiples donantes lanzado en 2008 con el objetivo de fortalecer la gestión de los recursos
hídricos dentro y entre los países de esta región, con énfasis en la cooperación y adaptación al
cambio climático. Hasta la fecha, los donantes han comprometido un total de US$9,5 millones, de
los cuales US$5,5 millones ya han sido transferidos al Banco Mundial.
Próximos pasos
Fortalecer las gestiones para abordar la variabilidad del clima en proyectos financiados por
el Banco Mundial a través de un mejor sistema de almacenamiento, control de
inundaciones y preparación para ofrecer respuestas de emergencia.
Asegurar que el programa de la seguridad alimentaria considere el riego y trabaje con los
clientes para mejorar la eficiencia de los actuales planes de regadío.
Fortalecer el uso y suministro de datos para la toma de decisiones y el diálogo entre países
y facilitar la integración de tecnologías para contar con información más confiable.
Continuar con su sólido respaldo a las reformas institucionales y la formación de
capacidades de organizaciones relevantes y fortalecer las asociaciones mundiales para
generar un impacto permanente.
Beneficiarios
Es algo que Arwa Mohamed recuerda bien. Cuando llovía, las calles de su vecindario en Taiz,
República del Yemen, se inundaban tanto que las personas quedaban aisladas durante días.
“Cuando llovía y los niños estaban en la escuela, teníamos miedo, porque el agua subía y cortaba
las calles; quienes estaban en casa, normalmente las madres, esperaban a los niños mirando por la
ventana para gritarles: ‘¡no crucen, es peligroso!’. Una vez las aguas se llevaron a una anciana y a
su nieto”. Por fin, comenta Arwa, “el vecindario es seguro. Sigue lloviendo, pero el agua ahora
corre por debajo del vecindario (a través de un canal cubierto) y no por encima de él. Ahora
contamos con estas calles bien pavimentadas y podemos cruzar incluso cuando hay inundaciones;
antes, quedábamos completamente desconectados cuando llovía, ¿me comprende?”.
Para Amin Jibari, comerciante, el proyecto trajo seguridad a su hogar, que se encuentra en un
sótano: “¡Se acabó! Ahora todo está bien después de que construyeron el canal y el muro de
contención; ya no hay inundaciones, estamos relajados, ¡sin inundaciones!”. Amin señala que
desde que se construyó el canal cubierto en las cercanías, ¡él y su familia de cinco personas ya no
están en peligro!
Ahorro de 15 millones
de metros cúbicos de agua extraída cada año del acuífero local gracias a las mejoras en las zonas
de regadío en Yemen.
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PERFIL DE RESULTADO
PANORAMA GENERAL
Banco Mundial: Recursos hídricos
PROYECTO(S) RELACIONADOS
Quiénes somos
Los países de América Latina deben generar reformas para garantizar un acceso universal a
recursos hídricos de calidad, mejorar la gestión del agua y eliminar la contaminación de acuíferos.
07 Septiembre 2016
Según proyecciones realizadas en el 2016 por la ONU, si en el año 2030 continúan los mismos
patrones de consumo de agua, el mundo enfrentará un déficit de 40% en el abastecimiento de
este recurso. Por ello, se requieren reformas integrales que garanticen una gestión sostenible del
agua y la seguridad hídrica.
Las causas del problema son evidentes: incremento de la demanda del agua por el alto
crecimiento demográfico y la intensificación de la agricultura y la actividad industrial, además de
los cambios en el ecosistema por el cambio climático y la urbanización, deforestación, usos de
pesticidas y fertilizantes, desvíos de ríos, entre otros.
La acción de los estados en este ámbito es tan urgente, que la Agenda 2030 de desarrollo
sostenible de la ONU incorporó, en su Objetivo N° 6, la meta de “garantizar la disponibilidad del
agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos”. Lo que la ONU busca específicamente
de los estados es que, de aquí a 2030, se logre:
América Latina: un continente rico en agua con grandes desafíos por delante
En el caso de América Latina, los desafíos son garantizar un acceso universal al agua, mejorar la
eficiencia de la gestión de este recurso, además de eliminar la contaminación de acuíferos. El
problema del agua remite a un problema institucional y de gestión más que a un problema de
cantidad ya que la región cuenta con abundantes reservas de agua: 30% del agua dulce del planeta
para 6% de la población mundial.
Por otra parte, existe un problema de gestión del agua, tanto en las ciudades que han crecido sin
planificación urbana como en regiones. En las ciudades de América Latina se pierde el 30% del
agua recolectada tratada para el uso doméstico. Por su parte, fuera de los grandes centros
urbanos se necesita mucha agua para industrias basadas en exportación de recursos naturales, lo
que por ejemplo sucede con la expansión de la minería en zonas áridas del norte de Chile.
Asimismo, la contaminación de los acuíferos constituye otro gran reto en el continente por la
importancia de estas reservas subterráneas de agua y su fragilidad. La contaminación de aguas con
metales pesados fue abordada los días 1 y 2 de septiembre pasados por la Comisión de Energía y
Minas del Parlamento Latinoamericano y Caribeño (PARLATINO), encabezada por el diputado Issa
Kort.
Nuevas Leyes de Agua en la región latinoamericana
Las nuevas leyes en materia de aguas son heterogéneas y dependen del contexto específico de
cada país pero se pueden desprender ciertas tendencias:
Consagración del derecho humano al agua, además de los derechos de las comunidades
indígenas
A pesar de estas modernas legislaciones de agua, persisten profundos obstáculos hacia una
gestión integral y sostenible del agua. Como lo resalta un informe de la CEPAL, estas leyes a
menudo carecen de medidas concretas y de la voluntad política para la aplicación de estos
nuevos principios. Asimismo, las autoridades a cargo de aplicar las normas cuentan con escasos
recursos financieros, humanos y técnicos, no están suficientemente capacitadas y suelen carecer
de mecanismos de control eficaces.
El modelo chileno de institucionalidad de las aguas, consagrado por el Código de Aguas (1981),
considera las aguas como bienes nacionales de uso público y se caracteriza por un sistema de
administración de los recursos hídricos mediante mercados de aguas que permiten la adquisición
y el libre traslado de los derechos privados de agua otorgados a perpetuidad.
En los últimos años se observan avances en materia hídrica con respecto a las coberturas de
servicio de agua potable y saneamiento, sin embargo aún persisten importantes desigualdades de
acceso al agua en calidad y cantidad suficientes, tanto en el ámbito urbano como en el ámbito
rural. La Reforma del Código de Aguas de 2005 instauró un caudal mínimo ecológico, pero
aplicable exclusivamente a los nuevos derechos de agua, creando nuevas desigualdades.
Chile enfrenta varios desafíos en materia de recursos hídricos. El informe de “Evaluaciones del
desempeño ambiental: Chile 2016” de la OCDE, señala que en nuestro país:
Subsiste una falta de conocimiento de los recursos hidrológicos, exigencia básica para una
gestión eficaz del agua
La idea de ciencia económica engloba todos los parámetros, teorías y técnicas de estudio
relacionados con los factores de producción de una sociedad. A través de un conjunto de
herramientas, la ciencia económica pretende describir el comportamiento de las empresas, los
individuos y las naciones con respecto a sus recursos materiales.
En la terminología especializada se habla de ciencias económicas, pues son varias las disciplinas
propias de esta rama científica. En cualquier caso, se afirma que la economía es una ciencia
porque utiliza el método científico. Hay que indicar que el método científico se inicia con la
observación de la realidad y a partir de los datos obtenidos se manejan varias hipótesis generales
que finalmente son contrastadas y que permiten elaborar una teoría explicativa.
Los estudios económicos, al igual que otras disciplinas científicas, observan fenómenos de la
realidad
El conjunto de fenómenos tienen algún tipo de relación entre ellos. Estas relaciones son las que
permiten establecer leyes (como la ley de oferta y demanda). Si existe un conjunto de leyes, ya es
posible hablar de una teoría económica. En este sentido, toda teoría intenta explicar un amplio
abanico de fenómenos.
La ciencia tradicional puede predecir ciertos fenómenos (por ejemplo, la meteorología nos informa
sobre el tiempo de manera muy aproximada). Este mecanismo no es exactamente igual en la
ciencia económica, ya que los economistas especializados todavía no pueden determinar cuál va a
ser la realidad económica a partir de una serie de datos porque en todo contexto económico hay
un componente elevado de incertidumbre.
• Ciencia Económica
Etimológicamente, “economía” significa “repartición equitativa (NOMOS, -NOMIA), entre todos los
miembros de la comunidad, de la riqueza comunitaria (OIKOS, ECO-)”.
La ciencia económica puede definirse en función de la escasez o en función del bienestar material.
Un ejemplo de la primera definición es la de Lord Robbins: La ciencia económica “es la ciencia que
estudia el comportamiento humano como una relación entre fines y medios escasos que poseen
unos usos alternativos”. La segunda definición la presenta Alfred Marshal: “La ciencia económica
examina aquella parte de la acción social e individual que está más estrechamente ligada al logro y
empleo de los requisitos materiales del bienestar”.
Debido a que las necesidades humanas son de hecho, ilimitadas, mientras que los recursos y
bienes económicos son limitados se ocasiona un problema de escasez; En principio los individuos
tratan de cubrir necesidades biológicas o primarias relacionadas con alimentación, sueño,
vivienda, etc. Una vez cubiertas estas, se manifiestan en segundo orden: proveerse de algunos
servicios tales como educación, empleo, transporte, etc. En último lugar aparecen las necesidades
afectivas y todas aquellas que hacen placentera la vida, las cuales dependerán del nivel adquisitivo
de cada individuo.
Como consecuencia de esa situación de escasez, surgen otras variables como pueden ser: la
elección entre dos o más recursos, la competencia por conseguirlos y la necesidad de distribuirlos,
es aquí donde decimos que la economía ejerce su función fundamental.
¡Vaya que los economistas a últimas fechas han complicado el término! Pues con el fin de
sobresalir del resto de sus congéneres, aportan miles de teorías y tesis a cual más complicada, con
ellas, estos “gurues” que además pretenden tener la verdad absoluta en sus manos, someten con
sus sabias opiniones, al mundo y a sus habitantes a una serie de sufrimientos y conjeturas que no
pararan hasta que los sistemas económicos se unifiquen y simplifiquen, al grado de regresar al
estado natural de las cosas. Los economistas en ocasiones son capaces de juzgar que
determinadas políticas financieras han sido muy exitosas, aunque la pobreza y la tensión se
incrementen, o considerar que la operación del paciente, aunque este muriera, fue exitosa.
Sin embargo queremos trasladar a estas páginas los comentarios del economista Juan Carlos
Martínez Coll al que admiramos con respeto, pues es de los pocos hombres capaces de admitir sus
limitaciones y no perderse en un materialismo deshumanizado. Dice Juan Carlos: A los
economistas nos gusta predecir el futuro. Es una enfermedad profesional. A pesar de que lo
hemos hecho siempre muy mal y hemos cometido graves errores, no nos dejamos arrastrar por el
desánimo y seguimos intentándolo. Aquí lo vamos a hacer de nuevo, pero, sirva este comentario
de aviso, no conviene que se conceda a nuestras opiniones, más credibilidad que la que se
concede al horóscopo de un astrólogo o a las revelaciones de un quiromántico. ¡Que gran verdad!
Si los sistemas económicos tienen relación con el grado de conocimiento acumulado por una
sociedad, es posible que estemos a las puertas de un nuevo sistema económico substancialmente
diferente de los anteriores.
Los conocimientos científicos y tecnológicos están avanzando en todos los campos a una velocidad
sin precedentes históricos. Y también se está acortando el lapso de tiempo que pasa entre el
anuncio de un invento y su aplicación y uso masivo. Además, las nuevas tecnologías de la
información y la comunicación, la informática e Internet, son avances extraordinarios dirigidos
precisamente al tratamiento, acumulación y transmisión de informaciones por lo que se facilita
aún más el aumento y difusión del conocimiento humano.
Al igual que la imprenta, abaratando los libros, promovió que mucha gente leyera, Internet,
abaratando sus costos de publicación y difusión, está promoviendo que mucha gente escriba. La
expresión "comunicación de masas" tiene un nuevo sentido desde la popularización de Internet;
hasta ahora significaba comunicación "de pocos a muchos", ahora significa "de muchos a muchos".
Cuando se bucea al azar por Internet resulta asombroso constatar la cantidad y la calidad de los
individuos que publican páginas web. Digo calidad de los individuos, no de las páginas. Quiero
decir que es asombroso comprobar que hay centenares de miles de páginas escritas por
adolescentes, o por pequeños empresarios, o por simples aficionados que nunca hubieran escrito
o publicado ni una sola línea en su vida de no ser por Internet.
La imprenta permitió que algunos líderes -políticos o religiosos- descontentos con gobiernos
absolutistas obtuvieran apoyos masivos y promovieran revoluciones; Internet facilita de forma
extraordinaria que los ciudadanos puedan manifestar su opinión directamente a los gobernantes.
El abaratamiento de las comunicaciones es tal que, por el precio de un periódico, se puede enviar
el texto completo de El Quijote a una lista de miles de personas, distribuidas por todos los
rincones del mundo, que lo recibirán en pocos minutos. Y el abaratamiento de las comunicaciones
significa también abaratamiento del comercio. El comercio electrónico pone hoy al alcance de
cualquier persona ofrecer sus productos o servicios a cualquier parte del globo.
Internet y el comercio electrónico puede tener efectos positivos y negativos desde el punto de
vista de los países en desarrollo. Por una parte, las nuevas tecnologías tienen un efecto de
equilibrio. Pero, por otra parte, puede tener también un efecto de profundización de las
diferencias económicas. Lo que está ocurriendo es que los países ricos y las grandes
multinacionales se han apresurado a usar las nuevas tecnologías, aumentando así, una vez más,
las diferencias entre los grandes y los pequeños, los ricos y los pobres.
Conclusión:
“La teoría económica no trata sobre cosas y objetos materiales; trata sobre los hombres, sus
apreciaciones y, consecuentemente, sobre las acciones humanas que de aquéllas se deriven. Los
bienes, mercancías, las riquezas y todas las demás nociones de la conducta, no son elementos de
la naturaleza, sino elementos de la mente y de la conducta humana. Quien desee entrar en este
segundo universo debe olvidarse del mundo exterior, centrando su atención en lo que significan
las acciones que persiguen los hombres” Ludwig von Mises.
Si bien LVM sostuvo la tesis de que la única forma de desarrollar la economía seria mientras
estuviera sustentada por un ambiente de plena libertad, no vivió lo suficiente para ver que esa
libertad se ha convertido en un libertinaje descarado y en un desmedido deseo de poseer poder y
riqueza, lo que seguramente le habría obligado a cambiar muchas de sus consideraciones.
La actual economía ha sido por desgracia construida bajo un sistema que considera el lucro como
motor esencial del progreso económico; la concurrencia, como ley suprema de la economía; la
propiedad privada de los medios de producción, como un derecho absoluto, sin límites ni
obligaciones sociales. Un liberalismo sin freno, que conduce a la dictadura”.
Max Scheeler establece: Que cuando los mercaderes y sus representantes dominaron, los países
occidentales, sus juicios, gustos e inclinaciones se convirtieron en los criterios de la producción
industrial, incluso en sus aspectos intelectuales y espirituales. Sus símbolos y concepciones acerca
de la naturaleza última de las cosas llegaron a reemplazar a los antiguos símbolos religiosos, y por
todas partes su forma de valoración se convirtió en el criterio de “moralidad” ¿Cuáles son esos
valores? Continúa Scheler: La astucia, la capacidad de adaptarse rápidamente, una mente
calculadora, un deseo de “seguridad” y, de ausencia de trabas en las transacciones en todas las
direcciones (y las cualidades que conducen a esas condiciones), un sentido de “cálculo” de todas
las circunstancias, una disposición por la estabilidad en el trabajo y laboriosidad, economía y
exactitud para concluir y cumplir con los acuerdos: estos son los valores cardinales hoy en día . En
suma, la moralidad burguesa elevó los valores del industrialismo por encima de los valores de la
vida; la vida se hace equivalente a productividad, eficiencia y economía.
Scheler demuestra asimismo, que la economía ha llegado a ser la medida de la vida en general y
de la familia en particular. El bienestar de la familia es juzgado no por la vitalidad de sus relaciones
interpersonales y la profundidad del amor que sus miembros guardan entre sí, sino según su
viabilidad económica y su riqueza. Las posiciones familiares quedan reducidas a funciones
económicas y juzgadas por estándares comerciales. Un “buen marido” y “buen padre” es un “buen
proveedor”; una “buena esposa” y “buena madre” es una buena consumidora, una “compradora
inteligente”; y los niños se ven como commodities o inversiones. Originalmente, la familia era la
raíz de la economía, pero ciertas teorías sociales, e.g., la de Karl Marx, describe a la familia como
primariamente una institución económica y ciertamente no como una morada de amor personal.
Llegando al absurdo de pensar que los seres humanos se valoren a sí mismos, ¡como máquinas
económicamente productivas!
Todos estos fenómenos son tan diferentes a todo lo que ha conocido el ser humano en su historia,
que permitirá considerar, que la organización económica que está surgiendo de la Unión Mundial,
será un sistema completamente distinto a todos los anteriores. Será el medio para lograra el
desarrollo pleno de los pueblos del Mundo
Cuestiones clave
Los Estados necesitan evaluar y valorar sus políticas para asegurarse de que tengan la
repercusión deseada. Para ello hay que utilizar indicadores que reflejen los intereses y
prioridades de los países, tal como se pide en el Programa 21. En 1992, cuando se celebró
la Cumbre para la Tierra, todavía no se habían preparado ni puesto a prueba indicadores
del desarrollo sostenible.
Energía
Agua
El acceso al agua salubre es fundamental para la vida. Esta idea se subrayó en el Programa
21 y volvió a mencionarse en el Plan de Aplicación de las Decisiones de Johannesburgo,
donde se reafirmó el objetivo de desarrollo del Milenio de reducir a la mitad para 2015 el
número de personas que carecen de acceso al agua potable y a servicios básicos de
saneamiento. La Asamblea General reconoció especialmente la importancia del agua dulce
cuando, el 22 de marzo de 2005, proclamó el Decenio Internacional para la Acción, “El
agua, fuente de vida”, 2005-2015.