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Farabundo Martí

, Osvaldo Vergara Bertiche


Agustín Farabundo Martí, un revolucionario de la Patria Grande
El Salvador: Ancianos de Izalco recuerdan masacre de miles de indígenas en 1932
La insurrección indígena de 1932
José Feliciano Ama
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Comentarios en Indymedia
Farabundo Martí, el legado de un revolucionario
La locura de El Mozote
Historia del FMLN

ENLACES RELACIONADOS
http://www.comitefarabundomarti.wxs.org
Sitio oficial del FMLN

Farabundo Martí, gran lección de espartana altivez

Por Osvaldo Vergara Bertiche

El 1º de Febrero de 1932, Agustín Farabundo Martí, salvadoreño, el que de cara al sol arremetió
contra los reaccionarios de su país y de centroamérica y contra el imperialismo yanqui opresor
de muchos pueblos, muere fusilado.

Agustín Farabundo Martí pertenece a la generación de revolucionarios y a la constelación de las


grandes figuras empeñadas en transformar la realidad de indo-hispanoamérica. Dejó de estudiar
Derecho para dedicarse a la lucha, con fusil en manos.

Fue fundador del Partido Comunista de Centro América. El anticomunista guatemalteco Jorge
Schlessinger, en su libro "Sucesos de 1932 en El Salvador", escribe, que "mientras otros
hablaban de marxismo en los cafetines, Martí, enseñaba marxismo a los trabajadores".

Incursiona en México para conocer de cerca la revolución agrarista de 1910.

Inquieto en lo que ocurría en Nicaragua. en 1928 se trasladó a El Salvador, donde en asamblea


de trabajadores se le eligió responsable de una brigada de cinco obreros combatientes para ir a
pelear a Nicaragua contra el yanqui invasor, bajo las órdenes del General Augusto César
Sandino.

Farabundo Martí, mostró en los hechos su arrojo antiimperialista, tanto con el fusil como con la
pluma. Martí obtuvo el grado de Coronel, fue miembro del Estado Mayor Internacional de
Sandino, y Secretario Privado del general de Hombres Libres.
En ocasión que bandoleros yanquis bombardeaban persistentemente las posiciones sandinistas,
Martí, en actitud de coraje dijo: "cuando la historia no se puede escribir con la pluma, se escribe
con el rifle", parapetándose en la enramada de un árbol de la selva para abrir fuego contra los
aviones de la piratería norteamericana.

En junio de 1930 regresa a su patria de origen, siendo ya conocido en el mundo como un


combativo antiimperialista. Lo hace como Representante del Socorro Rojo Internacional, ante la
Sección Salvadoreña, dirigida por Ismael Hernández.

Fue encarcelado varias veces; varias veces se puso en huelga de hambre y varias más
expulsado del país.

Entre 1927 y 1931 gobierna El Salvador, Pío Romero Bosque. En 1931 el terrateniente Arturo
Araujo, educado en Londres y simpatizante del laborismo inglés ganó las elecciones con el
apoyo de sindicatos e intelectuales.

Sin embargo 10 meses bastaron para que colapsara su gobierno; el hambre y la miseria se
instalaban entre los trabajadores, la crisis también afecta los negocios de la burguesía que no
miraba con buenos ojos a este aprendiz de laborista.

Un golpe de estado en 1931 convirtió a Maximiliano Hernández Martínez (vicepresidente y


ministro de guerra de Araujo) en presidente. Los comicios fraudulentos fueron determinantes
para la movilización del pueblo que suspendió las votaciones en varias zonas. A pesar de que el
gobierno declaró estado de sitio y la ley marcial, se sucedieron alzamientos y combates en todo
el país, miles de trabajadores, obreros y campesinos pobres con machetes y algunos pocos
fusiles asaltaron cuarteles, guarniciones policiales, oficinas municipales, telégrafos, almacenes y
fincas.

Mientras tanto el imperialismo norteamericano e inglés enviaban buques de guerra en apoyo al


General Hernández Martínez, quien escribió el siguiente telegrama: "En saludo a honorables
comandantes declaramos situación absolutamente dominada fuerzas gobierno El Salvador.
Garantizadas vidas propiedades ciudadanos extranjeros acogidos y respetuosos leyes de la
República. La paz está establecida en El Salvador. Ofensiva comunista desechada sus
formidables núcleos dispersos. Hasta hoy cuarto día de operaciones están liquidados cuatro mil
ochocientos comunistas" .

Es evidente que la insurrección fue salvajemente reprimida.

El 31 de enero de 1932 Farabundo Martí junto con los líderes estudiantiles Alonso Luna Calderón
y Mario Zapata fueron condenados a muerte en el Cementerio General de San Salvador.

El 1º de Febrero son fusilados.

"Dolorosa y sangrienta es su historia, pero excelsa y brillante a la vez; manantial de legítima


gloria, gran lección de espartana altivez".

Así reza la segunda estrofa del himno nacional de El Salvador.

El contraste entre su belleza tropical y las cicatrices de guerras, asesinatos y desastres son
evidentes.

"Dolorosa y sangrienta es su historia", pero la lección de "espartana altivez" la dieron hombres


como los sublevados por Martí y que fuera el movimiento de masas más importante de ese país,
cuya existencia y ejemplo se percibe hasta en la actualidad.

El Salvador, "manantial de legítima gloria" dio hombres, también, como Monseñor Arnulfo
Romero, asesinado en 1980 al igual que los padres Jesuitas en la Universidad Centroamericana.

Eran todos continuadores de la obra de aquel que lanzara el primer grito de independencia que
se oye en El Salvador, el 5 de Noviembre de 1811, el Héroe y Prócer Presbítero y Doctor José
Matías Delgado, Padre de la Patria.

Hoy, cuando los Pueblos del continente estrechan filas para oponerse a los designios del amo
imperial, bien vale recordar estos episodios de nuestra historia colectiva, como así rendir
homenaje y reconocimiento a quienes dieron su vida por la construcción de la Patria Grande.

Osvaldo Vergara Bertiche


Rosario, Provincia de Santa Fe, Argentina
1º de febrero de 2007

Agustín Farabundo Martí (1893-1932), un revolucionario de la Patria Grande

Por Fernando Ramón Bossi

La distribución balsamera de El Salvador comprende una faja de terreno llamada "Cordillera del
Bálsamo", que se extiende entre los puertos de Acajutla y La Libertad en la llamada Cadena
Costera, internándose hacia la cuidad de Apaneca, aproximadamente unos 20 kilómetros de la
costa principalmente en el departamentos de La Libertad y Sonsonate. Los municipios conocidos
como principales productores de bálsamo de primera clase son San Julián, Santa Isabel
Ishuatán, Cuisnahuat, Izalco, Chiltiupán y Teotepeque. Precisamente en Teotepeque, La
Libertad, nació, el 5 de mayo de 1893 Agustín Farabundo Martí.

Hijo de Pedro Marti y Socorro Rodríguez. Sexto hijo de un total de 14, Agustín creció en medio
de las faenas agrícolas. Se recibe de bachiller en 1913, a los 20 años de edad de un colegio
salesiano e ingresa a la Universidad Nacional en la carrera de Jurisprudencia y Ciencias
Sociales.

Sus primeras acciones políticas lo ubican trabajando contra el régimen oligárquico de las familias
Meléndez-Quiñónez, dinastía que gobernará El Salvador por cruentos 14 años. Por organizar un
acto en apoyo a la Asociación de Estudiantes Unionistas, grupo guatemalteco que exigía el fin de
la dictadura de Estrada Cabrera en ese país, es encarcelado en Zacatecoluca. En 1920 es
depor-tado a Guatemala y allí continua sus estudios en la Universidad de San Carlos.

En Guatemala estudia y trabaja. Como simple obrero, jornalero o peón, aprende a compartir el
sufrimiento de los explotados. En un país, donde la mayoría de la población es indígena, Martí se
compromete con sus luchas e incorpora conocimientos de la lengua quiche. Siendo perseguido
por los dueños de las plantaciones de café, Farabundo debe partir temporariamente a México,
donde se relaciona con el movimiento obrero y estudia la revolución agrarista de 1910.

En 1925, se funda en Guatemala el Partido Comunista Centroamericano. El surgimiento del


partido tuvo su origen en el interés de intelectuales y obreros guatemaltecos en dar continuidad
al primer movimiento político de izquierda que se inició en la década de 1920, el cual fue vital
para la caída del dictador Manuel Estrada Cabrera. El gobierno dictatorial de Jorge Ubico se
encargó de aplastar la organización; no obstante, se puede considerar la primera manifestación
de la clase obrera por lograr su organización política. Martí ocupó allí el cargo de secretario del
exterior del Partido Comunista Centroamericano..

Es deportado a El Salvador, y de El Salvador a Nicaragua por ordenes del presidente Alfonso


Quiñónez. A los pocos días regresa clandestinamente a El Salvador a seguir organizando a los
trabajadores. Desde 1925 hasta 1928 Martí trabaja junto a la Federación Regional de
Trabajadores de El Salvador.
En 1928 Marti viaja a New York, donde toma contacto con la dirección central de la Liga
Antiimpe-rialista de las Américas, que le encargará viajar a Nicaragua como su representante
ante Augusto César Sandino. De los Estados Unidos partirá hacia Las Segovias a luchar junto al
"General de Hombres Libres", con él, alcanza el grado de coronel del Ejército Defensor de la
Soberanía Nacional. Farabundo Martí mostró en los hechos su arrojo antiimperialista, tanto con
el fusil como con la pluma. Fue miembro del Estado Mayor Internacional de Sandino, y
Secretario Privado del héroe nicaragüense. En ocasión que los invasores yanquis
bombardeaban persistentemente las posicio-nes sandinistas, Martí, en actitud de coraje y
decisión, dejó la máquina de escribir para empuñar el fusil, diciendo indignado: "cuando la
historia no se puede escribir con la pluma, se escribe con el rifle". Acto seguido se parapetó en la
enramada de un árbol de la selva para abrir fuego contra los aviones yanquis.

Tiempo más tarde, ya en México, Martí pasa a ser líder latinoamericano del Socorro Rojo
Internacional. Esta organización había nacido en los años veinte por impulso de la III
Internacional para enfrentar al fascismo entonces incipiente. Entre sus dirigentes formaron parte
mujeres antifascistas tan conocidas como la alemana Clara Zetkin, la italiana Tina Modotti y la
rusa Elena Stasova. El Socorro Rojo Internacional entronca, entonces, directamente con la
historia del movimiento comu-nista y antifascista internacional, alcanzando pronto un gran
desarrollo en todo el mundo, en el apoyo político, jurídico y económico a todos los presos
políticos y perseguidos, sin diferencias ideo-lógicas o partidistas.

En 1930 Martí regresa a El Salvador y funda junto a otros compañeros el Partido Comunista Sal-
vadoreño, partido que rápidamente se pone a la cabeza de los trabajadores y campesinos,
descontentos con los regímenes oligárquicos de entonces. Sufriendo deportaciones y
persecuciones Farabundo liderizará la insurrección popular de 1932.

1929. Sandino (centro), Farabundo Marti, Urbano Gilbert y José Paredes

Aquel año, El Salvador presenta una administración corrupta, una sociedad en crisis, un pueblo
descontento y una economía casi en quiebra, derivada de los bajos precios internacionales del
café y de los efectos de la Gran Depresión estadounidense de 1929. El 2 de diciembre de 1931,
el corrupto e incapaz régimen del Partido Laborista, encabezado por el ingeniero Araujo, fue
derrocado para asumir la presidencia el dictador Maximiliano Hernández Martínez, quien lo
detentará por espacio de trece años, hasta mayo de 1944.

Los comicios fraudulentos de enero del ’32 fueron el factor detonante del estallido social. Varios
sitios de votación fueron suspendidos en poblaciones en las que el Partido Comunista tenía
fuerte presencia. La insurrección comenzaba.

Los días 18 y 19 se produjeron frustrados asaltos al Cuartel de Caballería por las fuerzas
insurrectas. El gobierno decreta el Estado de Sitio y la ley marcial. Se implanta la censura
estricta en la prensa.

Los siguientes días los alzamientos y combates se suceden en todo El Salvador. Miles de
campesinos, obreros y trabajadores, portando machetes y algunos pocos fusiles "Mauser"
asaltan cuarteles, guarniciones policiales, oficinas municipales, telégrafos, almacenes y fincas de
terratenientes.

Las "tartamudas" del Ejército y la Guardia Nacional no se hacen esperar. Entre los días 24 y 25,
las fuerzas militares gubernamentales entran en Nahuizalco, Juayúa, Ahuachapán y Tacuba.
Mientras tanto, los norteamericanos e ingleses movilizaban buques de guerra para prestar apoyo
al general Hernández Martínez; proponiéndole un desembarco de tropas en La Libertad para
ayudar en la represión. Con toda la soberbia del dictador sanguinario, Hernández Martínez, una
vez que se cerciora del éxito de las "Operaciones de Pacificación", envia a los almirantes
yanquis e ingleses un telegrama que con el siguiente texto:
"En saludo a honorables comandantes declaramos situación absolutamente dominada fuerzas
gobierno El Salvador. Garantizadas vidas propiedades ciudadanos extranjeros acogidos y
respetuosos leyes de la República. La paz está establecida en El Salvador. Ofensiva comunista
deshechada sus formidables núcleos dispersos. Hasta hoy cuarto día de operaciones están
liquidados cuatro mil ochocientos comunistas".

La insurrección había sido barrida a sangre y fuego. El 31 de enero, un consejo de guerra


presidido por el general Manuel Antonio Castañeda juzgó y condenó a Agustín Farabundo Martí y
a los líderes estudiantiles Alfonso Luna Calderón y Mario Zapata a morir fusilados en el
Cementerio General de San Salvador, previo traslado desde sus celdas en la Penitenciaría
Central. Allí cayeron, bajo las balas asesinas del pelotón de fusilamiento, con la dignidad de los
héroes revolucionarios, Farabundo Martí y sus compañeros.

Según distintos historiadores el saldo de la rebelión de 1932 fue de entre 5000 a 30.000 muertos.
El viernes, 5 de febrero, en "El Diario de El Salvador" aparece el siguiente titular en primera
plana: "Los Cadáveres Sepultados a Escasa Profundidad son un Peligro para la Salud. Los
cuervos, cerdos y gallinas los desentierran para luego devorarlos". Y sigue la macabra crónica:
"Actualmente en el departamento de Sonsonate y en muchos lugares de Ahuachapán y algunos
de Santa Ana la carne de cerdo ha llegado a desmerecerse de tal manera, que casi no tiene
valor. Por el mismo camino va la de res y las aves de corral. Todo se debe a que los cerdos
comen en grandes cantidades la carne de los cadáveres que en los montes han quedado. La
gente, por intimación, se está negando también a comer la carne de res y aves de corral. Desde
luego, ellos tienen razón; pero en cambio, esta industria está sufriendo fuertes golpes". A la
oligarquía salvadoreña sólo le pre-ocupaba los "fuertes golpes que estaban sufriendo los
empresarios".

Sheila Candelario, en su obra "Patología de una insurrección; la Prensa y la matanza de 1932",


cita el siguiente comentario: "El alzamiento del 32 dejó profundas huellas en la conciencia de
todos los salvadoreños. La población india prácticamente dejó de ser la misma como resultado
de la matanza, sobre todo porque de ahí en adelante existió el temor de mostrarse como 'indio'.
El idioma, la vestimenta y las costumbres de los indios pasaron a ser formas peligrosas de
identificarse y fueron reemplazadas por otras menos evidentes...".

Farabundo Martí vive hoy en la lucha del pueblo salvadoreño. Revolucionario cabal, patriota de
la Patria Grande, salvadoreño, centroamericano y latinoamericano caribeño, Farabundo es un
ejemplo de constancia, sacrificio y solidaridad. Allí está él, junto a Sandino, Bolívar, San Martín,
Morazán, Artigas y tantos otros. Es seguro que, en el próximo triunfo del Frente Farabundo Martí
para la Liberación Nacional, se lo verá a él, confundido y alegre con el pueblo salvadoreño,
festejando, sonriendo y también dispuesto a comenzar nuevos combates. Porque como bien dijo
el poeta cu-bano: "Y colosal se eleva y borda con mil estrellas Farabundo".

Fuente: www.espacioautogestionario.com

El Salvador: ancianos de Izalco recuerdan masacre de miles de indígenas en 1932

Izalco (El Salvador), 23 enero 2005 (EFE).- Los ancianos de la ciudad de Izalco recuerdan
después de 73 años la masacre de miles de indígenas salvadoreños ordenada por el gobierno
militar en 1932.

Por Lauri García Dueñas

En Izalco, en el departamento occidental de Sonsonate, a 65 kilómetros de la capital, los rasgos


indígenas y el acento particular de la lengua "nahuatl" son también testigos de un pasado remoto
que se niega a desaparecer.
La matanza fue perpetrada durante varios días de enero de 1932 por las fuerzas militares del
gobierno del general Maximiliano Hernández Martínez, quien persiguió a los indígenas por
organizarse en el Partido Comunista y hacer reivindicaciones sociales.
En la masacre, que se conmemora cada 22 de enero, murieron unos 30.000 indígenas, según
datos históricos.
"No somos como el garrobo (reptil parecido a la iguana), que le sale una cola cuando se la
cortan; la vida se nos va para siempre y entonces nosotros tenemos que aprender a vivir", dijo
Ramón Esquina, de 92 años, indígena sobreviviente de la matanza, quien ayer, sábado, dio su
testimonio en los actos de conmemoración de la masacre.
Cristina Ramírez, de 93 años, con su rostro moreno lleno de arrugas, recordó cómo se resistió
ante la prohibición del gobierno de Hernández Martínez (1931-1944) de usar el típico vestido
indígena de las mujeres: el refajo.
Doña Cristina no renunció a este atuendo: todavía viste la falda tejida de hilo de vivos colores y
la camisa de manta, y un lazo que le sujeta sus abundantes canas.
"Yo regresaba de Guatemala cuando todo pasó y mis amigas me decían que no usara el refajo
porque me iban a matar; hasta una de ellas se ofreció a acompañarme a comprar un vestido, yo
le dije que iba a ir yo sola a comprarlo, pero en mi mente me decía a mí misma que yo no le
debía nada a nadie", dijo la anciana.
Sus palabras fluyeron con facilidad a pesar de la edad: "en ese entonces nadie pateaba la calle,
no se miraban hombres, los mataron a todos; a otros, pobres, se los llevaron capturados".
"Otra amiga me contó que sus hijos estaban ahí, nada más almorzando, llegaron los soldados y
`pan`, !pan! los mataron sin preguntar nada", comentó.
Ramírez aseguró que muchos cadáveres fueron quemados por los militares.
Hijilio Marciano Ama, de 92 años, hermano del líder indígena Feliciano Ama, recordó los hechos
de 1932 con un poco de turbación, hasta que alcanzó a pronunciar: "`todos se murieron!".
Feliciano Ama nació en 1881 y murió linchado por un grupo de ladinos pro gubernamentales,
pero luego fue colgado de un árbol con un lazo para dar la impresión de que había muerto
ahorcado, el 28 de enero de 1932.
El Museo de la Palabra y la Imagen, uno de los organizadores de los actos conmemorativos,
montó en Izalco una instalación con fotos de la época, que muestran decenas de cadáveres de
hombres apilados en las calles de piedra.
En el jardín de lo que fue el campanario de la iglesia del pueblo, decenas de indígenas
recordaron ayer a sus antepasados con una ceremonia de fuego y tambores. Al fondo, un
montón de flores se apilaban bajo un altar en honor de Feliciano Ama.
En una pared de la calle principal de Izalco una pintada en letras negras estaba fresca:
"`Feliciano Ama vive!".
En esa calle creció Ricardo Armando Rodríguez, de 64 años, quien aseguró que cuando tenía
diez años, debido a una nueva construcción, cerca de la iglesia fueron encontradas muchas
osamentas.
Su vecino, Alejandro González, de 75 años, no recordó con exactitud cómo ocurrió la matanza,
pero lamentó que ahora no le enseñen a los niños en la escuela lo que sucedió.
A las autoridades "no les interesa", susurró. EFE

La insurrección indígena de 1932

Por Redacción / El Periódico Nuevo Enfoque - 24/01/05

La masacre indígena

Con el auge del café, propagándose rápidamente, se fortalecía la clase social gobernante, aliada
con los capitales extranjeros y condenaba a la explotación y a la miseria a los pueblos indígenas.
La gran depresión mundial de 1929 devastó la economía salvadoreña, totalmente dependiente
del café. Se produjo un colapso del mercado, afectando aún más la situación de las clases
populares. El salario en el campo fue reducido.

El descontento llegó a un punto crítico en la zona de Sonsonate, donde se asentaron las bases
de una gran revuelta indígena. Los trabajadores se organizaban en un movimiento popular de
gran empuje. La Federación Regional de Trabajadores de El Salvador, creada en 1924, llegó a
contar 75,000 afiliados, con el objetivo de luchar por la tierra y el aumento de salarios.

Se organizaron los movimientos indígenas, con el objeto de luchar contra el alto precio de los
alquileres de la tierra y por una ley que librara de la expropiación por deudas, la violación a los
derechos humanos, la injusticia e impunidad de la fuerza armada y de los funcionarios del
gobierno, asimismo porque les devolvieran las tierras que les habían expropiado con el pretexto
de impulsar el cultivo del café. La fuerza armada y la policía fueron reorganizados. Hubo
despidos en masa.

Durante el período del dictador Maximiliano Hernández Martínez, en enero de 1932 se produjo
un levantamiento insurgente indígena. Los pueblos de Tacaba, Juayúa, Ataco, Sonsonate, Santa
Ana, Ahuachapán, Izalco, Cuisnahuat, Santo Domingo de Guzmán, Nahuizalco, y otras, fueron
los campos de batalla entre los indígenas y los efectivos de la fuerza armada. El movimiento
duró más de 72 horas, fue controlado por la fuerza armada con la colaboración de los
terratenientes que también participaron en las masacres de los indígenas en diferentes lugares
del occidente del país. Este comenzó capturando a las personas involucradas en la insurrección
indígena y terminó persiguiendo, torturando y matando a toda aquella persona que vistiera,
tuviera rasgos físicos y hablara nuestro idioma indígena.

Se estima que el número de muertos durante este levantamiento fue de 30,000 personas, en
donde murieron ladinos, indígenas obreros y soldados del ejército del gobierno. El movimiento
insurreccional indígena contó con la presencia de los pueblos indígenas, se destacó como líder
nato en la lucha por la justicia y la paz, el cacique de Izalco, José Feliciano Ama.

El paternalismo predominaba en Izalco y después de las autoridades locales, el cacique era el


personaje más respetado de toda la comarca. Ama fue apresado cuando los efectivos de la
fuerza armada y los terratenientes reconquistaron la ciudad de Izalco. Linchado por un grupo
xenofóbico de terratenientes, efectivos de la fuerza armada y miembros de la dictadura de
Martínez, que pedía venganza y golpeado hasta matarlo. Luego colgaron su cadáver.

JOSÉ FELICIANO AMA: EL LÍDER DE LA INSURRECCIÓN indígena

El héroe nacional José Feliciano Ama, nació en Izalco, Depto. de Sonsonate, en 1881, y murió
linchado por una turba enardecida y xenofóbica de ladinos, pro-dictadura y terratenientes, luego
fue colgado de un árbol con un lazo, para dar la impresión que había muerto ahorcado el 28 de
enero de 1932.

Usaba cabello corto, bigote y barba bien recortada, vestía camisa y pantalón de manta, caites de
cuero y sombrero de palma, fue un hombre humilde, respetuoso, de voz apacible, firme y
convincente, no hablaba mucho castellano sino en su lengua natal —el náhuat—, trabajó de
jornalero, gustaba sembrar maíz negro, era devotamente cristiano, querido y apreciado por los
demás indígenas. Casado con Josefa, hija de Patricio Shupan, quien era mayordomo principal
de la cofradía del Corpus Christi y a la vez cacique de Izalco. Feliciano Ama recibió de su suegro
respaldo y apoyo, él lo ayudaba a recibir a los mandaderos de la cofradía, recolectar las ofrendas
y lo acompañaba a las reuniones importantes. Patricio Shupan murió a causa de un sorpresivo
fortísimo dolor de estómago en 1917, luego de asistir a un almuerzo en la residencia presidencial
con uno de los presidentes de la dinastía Meléndez-Quiñónez, Carlos Meléndez.

El Salvador - La lucha sigue

Para esos años Patricio Shupan ya reclamaba la expropiación de las tierras comunales que el
gobierno le había arrebatado a los indígenas, la expropiación de éstas por parte del gobierno, el
maltrato inhumano y la extrema explotación de que eran víctima los indígenas fue la semilla de la
discordia que desembocó en la insurrección indígena y en donde la fuerza armada cometió el
peor etnocidio del siglo XX. Fueron masacrados más de 30 mil indígenas; este hecho histórico es
conocido y denominado por los historiadores gobiernistas como los "sucesos de 1932". Al
fallecer Shupan, en 1917, Ama se convirtió en el cacique de los indígenas de Izalco y dirigente
de la cofradía, constituida en su totalidad por indígenas. Continuó él la demanda por la
devolución de las tierras comunales, la denuncia y la condena por la violación de los derechos
humanos cometida contra su pueblo.

EL PCS INTENTA APROVECHAR LA SITUACIÓN

Mario Zapata y Alfonso Luna, jóvenes universitarios, al enterarse de los preparativos de la


insurrección indígena liderada por el cacique Feliciano, llegaron a Izalco como dirigentes del
Partido Comunista de El Salvador (PC), con el interés de aprovechar políticamente la situación
con el propósito de que el PCS tomara la dirección. Pero era ya demasiado tarde, Feliciano y los
otros dirigentes indígenas tenían previsto el levantamiento y al PCS no le quedó otra opción que
adherirse a la revuelta indígena. En la noche del 22 de enero de 1932, Feliciano Ama ingresó a
Sonsonate con centenares de indígenas, pero en la madrugada llegó gente extraña al
movimiento, proveniente de Juayúa y ésta hizo destrozos, mataron al alcalde, cometieron
acciones vandálicas y toda la responsabilidad se la atribuyeron injustamente al líder indígena
Feliciano Ama, quien luego se replegó a unos huatales en las afueras de Izalco.

Los ladinos comenzaron a pedir su cabeza y desarrollaron un racismo paranoico. La misión de


atrapar a José Feliciano Ama fue encomendado a Cabrera, comandante de la guarnición de
Izalco y reconocido como un matón que odiaba a los indígenas. Él salió con varios perros hacia
los alrededores de Izalco, iba con varias decenas de soldados armados "hasta los dientes"
vestidos de "paisano" y cuando llegaron al lugar donde se encontraba el líder indígena, lo
emboscaron, lo capturaron y amarrado se lo llevaron. a la alcaldía. Ama gritaba: ¡Vivan los
indígenas!, ¡las tierras son nuestras¡ Con su asesinato quisieron de esta forma apagar su voz por
la justicia. Feliciano quedó suspendido de una ceiba frente a la Iglesia de la Asunción, como
ejemplo de lo que le podía suceder a todo aquel que reclamara lo que le habían robado los
terratenientes y los altos funcionarios de la dictadura de Maximiliano Hernández Martínez y de
otros gobernantes anteriores.

Bibliografía

CONSEJO COORDINADOR NACIONAL indígena SALVADOREÑO, Pueblo indígenas, salud y


condiciones de vida en El Salvador, San Salvador, CONCULTURA, 1999.

MARTINEZ PEÑATE, OSCAR y SÁNCHEZ, MARÍA ELENA, El Salvador diccionario (personajes,


hechos históricos, geografía e instituciones), San Salvador, Editorial Nuevo Enfoque, Segunda
edición, 2003.

José Feliciano Ama

Por (ESCRITOS DE MIGUEL MARMOL) - 24/01/05

JEFE DE LA INSURRECCION DE 1932

José Feliciano Ama, indígena oriundo de Izalco, fué uno de los jefes destacados de la
insurrección obrera y campesina de 1932. Ama sustentó la causa del Partido Comunista, por
haber sufrido en carne propia la soberbia y tropelía de quienes los explotan inmisericordemente,
que los deja sin sus tierras, sin sus solares, que les negaron su autoridad local, su fuero,
segregados y marginados en la indigencia, siendo los propios nativos del país.

ANTECEDENTES QUE LO CONFIRMARON REVOLUCIONARIO

La injusticia que por centúrias venía sufriendo la población indígena, se prolongo con el
desarrollo de la agricultura, principalmente en el renglón del café. Para que los agrarios
cultivaran el café en grandes extensiones, el gobierno que presidía el Dr. Rafael Zaldívar, llevó a
efecto la reforma agraria burguesa. Con tal aviesa reforma, el nuevo régimen de la tierra despojó
de sus tierras "legálmente" a las comunidades indígenas, y abolió los ejidos, dejando sin donde
cultivar a masas de labriegos mestizos. Labriegos naturales y mestizos fueron sometidos al
régimen salarial, unos, y otros al régimen de la servidumbre.

En 1881 fueron extinguidas las propiedades de las comunidades indígenas, y en 1882,


decretada la abolición de los ejidos, propiedad municipal trabajada por los labriegos ladinos en
aparcería y usufructo, pagándole al Alcalde los impuestos establecidos. Los terratenientes
extendieron sus propiedades cuanto más pudieron, abarcando cientos de caballerías de tierra
(64 mazanas de suelo conforman una caballería), unos para extender la caficultura, otros para
ampliar la siembra de caña de azúcar y terceros para ampliar la ganadería. Fué así que se fué
concretando el régimen salarial en el campo, y concretando el régimen de la servidumbre que
somete a mozos, colonos y aparceros. Régimen de la servidumbre semejante al de la Edad
Media en europea.

Con el nuevo régimen de la tierra, también pudieron adquirir derecho de la propiedad del suelo,
decenas de miles de familias rurales tanto mestizos como naturales. En Izalco, la familia Ama
tuvo propiedades en buena extensión, ya que eran de las familias emprendedoras, como en
Ilopango mis abuelos Chicas; pero a partir de 1894, que los conservadores volvieron a recuperar
el poder político por medio de los militares oportunistas y pancistas, los agrarios procedieron a
expropiar campesinos con el agiotismo leonino del 25 por ciento de interés, con el
acaparamiento barato de sus cosechas, con la Ley de Prisión por Deuda, ante lo cual los
campesinos preferían entregar sus terrenos que ir a la cárcel. Para expropiar a los campesinos,
los terratenientes se valían de mil marrullerías y de la tortura.

JOSE FELICIANO AMA TORTURADO Y EXPLOTADO

En Cután, Izalco, Ama me mostró sus dedos pulgares con cicatrices visibles, de cuando fue
torturado por los esbirros del Presidente General Tomás Regalado (1882-1903), esbirros que le
arrancaron el título de propiedad de la hoy floreciente Hacienda "San Isidro" de la familia
Regalado (una de las familias más importantes de la oligarquía salvadoreña)

AMA SE INCORPORA A LA LUCHA REVOLUCIONARIA

Cuando el Partido Comunista arremetio contra la expropiación de campesinos, proclamando la


confiscación de la tierra mal habida departe de los terratenientes y exmandatarios para
restituirsela a sus antiguos dueños, Feliciano Ama, aún ya entrado en años, abrazó la causa
comunista para organizar y movilizar a sus congéneres en vias de conquistar sus ligítimas
reinvindicaciones. Los naturales para no ser observados, se reunían clandestinamente. Para la
convocatoria usaban el caracol, instrumento antiquísimo de comunicación. El paso destinado
para la reunión lo indicaba una hoja de plátano, una rama o una piedra. Aumentaron sus
actividades cuando se intento elegir la autoridad local propia.

Por la actividad de Ama en la campaña electoral dirigida por el Partio Comunista, el Presidente
General Martínez, invitó a Feliciano a Casa Presidencial para hacerle reflexiones, advirtiéndole
que ese "hueso tenía hormigas coloradas". Ama le respondió: "Sin las hormigas coloradas me
devoran, no importa".

EL FRAUDE ELECTORAL INSURRECCIONO TAMBIEN A LOS INDIGENAS

El 3 de enero del 32, los naturales de Izalco concurrieron a las urnas para depositar sus votos
con fiesta en el alma, dispuestos a recuperar la autoridad perdida a partir de 1894, pero aún
ganando los comicios masivamente, hubo el fraude descarado e indignante. Seguido del fraude
electoral, las autoridades desataron la persecusión, y con la masacre de huelguistas en los
campos de Ahuachapáan, también los nativos Nahuatl se insurreccionaron.
LOS INDIGENAS VAN AL COMBATE

Como el volcán de Izalco que al extractorar retumba estremecientemente, así los naturales
nahuatl irrumpieron violentos al combate en la hora señalada, haciendo tambalear a la burguesía
y al gobierno. Los Izalqueños lucharon con furor, con la Bandera Roja de la Hoz y el Martillo en
alto, causándole al enemigo numerosas bajas, a filo de machete, a tiro de escopeta y revólver.
Ama obtuvo del comercio local, todo cuanto necesitaron para ayudarle al pueblo necesitado,
firmando vales a pagar después del triunfo. Se dijo insistentemente que la insurgencia indígena
de Izalco, hizo a las burguesías del lugar, moler maíz y hacer tortillas para los revolucionarios.

Cuando Ama fué detenido, lo torturaron cruelmente para que revelara planes de la insurrección,
pero el contesto carajudamente: "¡Eso no se dice!". Enseguida fué ahorcado en las ramas de un
arbusto de aceituno (olivo) de la plaza pública, para saciar cobarde venganza y sembrar el terror
en la población.

La prensa diaria decía que los comunistas engañaron al héroe Feliciano Amas(expresión mía)
ofreciéndole tierras, cosa que fué falsa, ya que el compañero Ama tenía tierras y graneros.

El Frente Farabundo Martí (FMLN) que emprendió la lucha a muerte por conquistar
definitivamente la libertad del pueblo salvadoreño, hizo honor a Feliciano Ama y a sus
congéneres heróicos y elevo su nombre al denominar al Frente Occidental, Feliciano Ama.

Porque la sangre de nuestros héroes sigue y seguirá presente en la historia humilde y combativa
de nuestro país.

Algo más sobre Ama

Por Oscar Martínez Peñate

Nació en Izalco, Departamento de Sonsonate, en 1881, y murió linchado por una turba
enardecida y xenofóbica de ladinos, prodictadura y terratenientes, luego fue colgado de un árbol
con un lazo, para dar la impresión que había muerto ahorcado el 28 de enero de 1932. Usaba
pelo corto, bigote y barba bien recortada, vestía camisa y pantalón de manta, caites de cuero y
sombrero de palma, fue un hombre humilde, respetuoso, de voz apacible, firme y convincente,
no hablaba mucho castellano sino en su lengua natal —el náhuat—, trabajó de jornalero,
gustaba sembrar maíz negro, era devotamente cristiano, querido y apreciado por los demás
indígenas.

Casado con Josefa, hija de Patricio Shupan, quien era mayordomo principal de la cofradía del
Corpus Christi (Espíritu Santo) y a la vez cacique de Izalco. Feliciano Ama recibió de su suegro
respaldo y apoyo, él lo ayudaba a recibir a los mandaderos de la cofradía, recolectar las ofrendas
y lo acompañaba a las reuniones importantes. Patricio Shupan murió a causa de un sorpresivo
fortísimo dolor de estómago en 1917, luego de asistir a un almuerzo en la residencia presidencial
con uno de los presidentes de la dinastía Meléndez-Quiñónez, Carlos Meléndez.

Para esos años Patricio Shupan ya reclamaba la expropiación de las tierras comunales que el
gobierno le había arrebatado a los indígenas, la expropiación de éstas por parte del gobierno, el
maltrato inhumano y la extrema explotación de que eran víctima los indígenas fue la semilla de la
discordia que desembocó en la insurrección indígena y en donde la fuerza armada cometió el
peor etnocidio del siglo XX.

Fueron masacrados más de 30 mil indígenas; este hecho histórico es conocido y denominado
por los historiadores gobiernistas como los "sucesos de 1932". Al fallecer Shupan, en 1917, Ama
se convirtió en el cacique de los indígenas de Izalco y dirigente de la cofradía del Espíritu Santo,
constituida en su totalidad por indígenas.
Continuó él la demanda por la devolución de las tierras comunales, la denuncia y la condena por
la violación de los derechos humanos cometida contra su pueblo.

Mario Zapata y Alfonso Luna, jóvenes universitarios, al enterarse de los preparativos de la


insurrección indígena liderada por el cacique Feliciano, llegaron a Izalco como dirigentes del
Partido Comunista de El Salvador(PC), con el interés de aprovechar políticamente la situación
con el propósito de que el PCS tomara la dirección.

Pero era ya demasiado tarde, Feliciano y los otros dirigentes indígenas tenían previsto el
levantamiento indígena y al PCS no le quedó otra opción que adherirse a la revuelta indígena.
En la noche del 22 de enero de 1932, Feliciano Ama ingresó a Sonsonate con centenares de
indígenas, pero en la madrugada llegó gente extraña al movimiento, proveniente de Juayúa y
ésta hizo destrozos, mataron al alcalde, cometieron acciones vandálicas y toda la
responsabilidad se la atribuyeron injustamente al líder indígena Feliciano Ama, quien luego se
replegó a unos huatales en las afueras de Izalco.

Los ladinos comenzaron a pedir su cabeza y desarrollaron un racismo paranoico.

La misión de atrapar a José Feliciano Ama fue encomendado a Cabrera, comandante de la


guarnición de Izalco y reconocido como un matón que odiaba a los indígenas. Él salió con varios
perros hacia los alrededores de Izalco, iba con varias decenas de soldados armados "hasta los
dientes" vestidos de paisano y cuando llegaron al lugar donde se encontraba el líder indígena, lo
embosca-ron, lo capturaron y amarrado se lo llevaron. a la alcaldía.

Ama gritaba: ¡vivan los indígenas!, ¡las tierras son nuestras¡, con su asesinato quisieron de esta
forma apagar su voz por la justicia. Feliciano quedó suspendido de una ceiba frente a la Iglesia
de la Asunción, como ejemplo de lo que le podía suceder a todo aquel que reclamara lo que le
habían robado los terratenientes y los altos funcionarios de la dictadura de Maximiliano
Hernández Martínez y de otros gobernantes anteriores

Cuerpos de indígenas asesinados por la oligarquía en Sonsonate en 1932

Comentarios en el colectivo Indymedia Argentina con respecto a las notas anteriores

Sra
Por Elizabeth Ferrari - Sunday, Oct. 30, 2005 at 6:22 PM
info@dougzilla.com

Yo soy la nieta de Gen. Castaneda, y por la primera vez, estoy leyendo esta historia. (Disculpen
mi Espanol).
No se que hacer con esto. Me siento fria, leyendo.

Lo Mas Triste
Por Edwin Flores - Monday, Oct. 31, 2005 at 11:53 AM
espeedy14@yahoo.com 415-999-6064

Antes de empezar espero disculpen la pobre dramtica en que este humilde comentario fue
expresado por mis entranas.
Me siento avergonzado de muchas maneras despues de haber leido este documento, la razon
es muy sencilla; mi pueblo, mi gente, fue acribillada sin piedad y el pensar que despues de
Farabundo Marti nadie tuvo el coraje de levantarse en armas para defender y levantar la cabeza
en alto por los Indigenas. Esa es la triste verdad, nuestro pueblo ha sufrido humillacion tras
humillacion la guerra civil de los ochentas acabo como un ideal traicionado el costo fue de
75,000 mil almas solo para terminar como partido politico.
Que diria Atlacatl? Me imagino que muchos no saben ni quien es este ilustre heroe que dio todo
por su gente, su raza, su pueblo nuestro pueblo. Nos sentimos orgullosos de ser Salvadorenos
pero en verdad nos sentimos avergonzados cuando nos llaman indios y hasta levantamos los
punos para que no nos insulten de esa manera. Entramos en el nuevo milenio y cada vez que
voy a El Salvador veo a mi alrededor menos y menos rasgos de nuestra cultura de nuestra gente
Maya/Pipil la cual nosotros los mestizos nos sentimos avergonzados de reconocer nuestros
rasgos.
Pueblo Salvadoreno escucha mis palabras recuerda quien eres y cada vez que te llamen indio
levanta la cabeza en alto y da patada en el pecho y di que si "SOY INDIO Y QUE?" .

LA HISTORIA AUN NO LA HEMOS TERMNADO DE CONSTRUIR!

Por TECMAN TULA ARUCHA - Monday, Nov. 21, 2005 at 2:33 AM


indioporsiempre@hotmail.com none CHIAPAS MEXICO, SAN CRSITOBAL DE LAS CASAS, QR

Pido a TODO AQUEL QUE ESCIRBE CON UNA PLUMA TOME NOTA DE LO QUE UN INDIO
DEL SIGLO XXI SIENTE LUEGO DE VER ESTAS IMAGENES QUE ME QUEMAN LA MENTE,
LA PIEL Y ME HACEN CORRER LAS LAGRIMAS POR MIS CUENCAS LLAMDOS OJOS DE
ALCON ! generacion que nacimos entre los años 70´s y 90`s poder cambiar las estructuras
sociales, politicas, economicas e Ideologicas de nuestra America Central y principalmente la de
nuestro País El Salvador, ya que es una verguenza que no hayamos podido durante la pasada
ofensiva de 1989 hasta el tope, donde la alta comandancia del FMLN no tomó el verdadero
liderazgo para vencer la FAES, y al gobierno arenero y militarista que todavia a estas horas
gobierna impunemente nuestro país El Salvador, y además la historia y el pueblo les demandaba
en ese momento para cambiar lo que hasta ese momento se habia pretendido, los acuerdos de
paz fue una burla a los mas de 1,000,000.00 de muertos de esos años de guerra desde 1932
hasta 1992. Actualmente, es una veguenza en la politiqueria que han caído todos sin exlusion de
nadie de toda esa casta de buenos comandantes valientes que ahora son parte de la oligaquia
de El Salvador, pelinadose los curiles de 84 puestos de esa Maldita Asamblea legislativa, que
deberia en todo caso ser nada mas de 14 y pasar ese dinero a los hospitales, quitar las cantinas,
los focos de distribucion de drogas en la Capital, los antros de prostitucion y otras cosas tipicas
que no se pueden tolerar ni idelogicamente ni politicamente, Basta de Corrupción , es necesario
que dejen los espàcios para nuevos lideres de tantas buenas Universdidades que actualmente
existen el El Salvador, Señores la Historia a sido venebolente con ustedes y los ex coroneles
asesinos que masacraron a la otra parte de Indigenas que habia sobrevevido de la masacre de
los años 32 -1944, Por que no los mandaron a un Juicio por Genosidio? delitos de lesa
humanidad a un tribunal penal Internacional? Será porque los gringos los protegen, soloi porque
son aliados del Imperialismo? baya usted a saber-------------........? :-( pero............. aun habemos
muchos Indios y la lucha continúa Intelectualmente, No con Armas pero si con ideas frescas, y
con seguridad la Ultima potencia que se levantará prontpo sera LATINOAMERICA UNIDA, la
ganaremos y haremos del Salvadore un pais que garantize Justicia por Igual,. Trabajo digno y
pagado concientemente y ademas con UN VERDADERO SENTIDO DE LA RESPÒNSABILIDAD
HISTORICA QUE DEBERIA DE JUGAR LOS POLITIQUEROS EX-GUERRILLEROS Y LOS
EXMILITARTES ASESINOS! SALUDOS EL NIETO DEL INDIO EL CIPITIO DE NAHUILINGO,
SONSONATE- VIVAN LOS PUEBLOS MAYAS-LENCAS, QUICHES, AZTECAS,PECOMANES, Y
LOS PIPILES-AMAYAS, ASI COMO LOS APACHES, Y LOS TOLTECAS,! AMERCANISHE
CUISTL NOSPE COSTLI MOCNHIS SUTL! ATUHSHNA: TECMAN TULA ARUCHA

http://argentina.indymedia.org/news/2005/01/258611_comment.php#350724

Farabundo Martí. El legado de un Revolucionario

Por Leida Jara (17 de Enero de 2005)

Inicio de la explotación agrícola en Centroamérica


A finales del siglo XIX la economía centroamericana fue dirigida por sus gobiernos liberales al
monocultivo del café, que comenzó en Costa Rica pero llegó a su supremacía de producción en
Guatemala y El Salvador. La expropiación de tierras a la población rural garantizó a los grandes
terratenientes mano de obra abundante y barata. Los mecanismos de cultivo no superaban por
mucho los de la jardinería común. Para acelerar la producción y distribución, Guatemala en 1908
y Costa Rica en 1890, concluyeron la construcción de vías ferroviarias al océano Atlántico, éstas
trajeron como consecuencia la penetración y colonización bananera y de vías de comunicación
por la burguesía norteamericana: United Fruit Company, la Cuyamel Fruit Company (fusionada
con la primera en 1929) y la Standard Fruit and Steamship Company.

Políticamente se excluyó completamente a la población, que vivía en condiciones esclavistas y


miserables, mientras los gobiernos estaban en manos de personajes dictatoriales, como Manuel
Estrada Cabrera (retratado en El Señor Presidente por Miguel Ángel Asturias) en Guatemala o
por familias como los Meléndez-Quiñones en El Salvador que gobernaron de 1913 a 1927. El
papel del proletariado agrícola, de sus nacientes sindicatos, la autonomía universitaria en
Guatemala y la invasión política, económica y militar del imperialismo estadounidense, fueron los
elementos detonantes de explosiones sociales que han marcado el desarrollo revolucionario
centroamericano. Es el contexto donde surgieron figuras importantes para la lucha de clases,
entre ellas el salvadoreño Agustín Farabundo Martí.

El proceso de unificación de Centroamérica ha sido un tema recurrente, sin embargo el


imperialismo ha dado fuertes golpes contra ella y en pro del despojo, la explotación y represión
conjunta, estratégicamente planeada en este territorio. El apogeo económico que en un principio
representó el cultivo y exportación del café y más tarde del banano no permaneció sin cambios
debido a que son productos perecederos de consumo secundario para muchas culturas. La
depresión de precios del café afectaba a la economía de toda América Central y con ella los
niveles de vida de los trabajadores quienes eran considerados menos valiosos que un animal de
granja. La situación trajo consigo la organización de la clase obrera y su solidaridad, pues las
luchas que se llevaban a cabo en un país tenían eco en los otros, quienes reconocían la fuerza
de la unidad y las coincidencias de sus aspiraciones de clase en sus luchas.

Farabundo Martí y su lucha junto a los trabajadores

Farabundo Martí nació en Teotepeque, La Libertad el 5 de mayo de 1893, fue el sexto de 14


hijos. Creció en un ambiente agrícola en las montañas de la costa balsamera. Ingresó a la
Universidad Nacional de su país a la carrera de Jurisprudencia y Ciencias Sociales. Participó
desde su juventud en la lucha contra el régimen Meléndez-Quiñones que gobernó El Salvador
durante 14 años.

En Guatemala la dictadura de Estrada Cabrera, quien gobernó 22 años, estaba siendo derrotada
a través de la lucha del pueblo y dirigida por el Partido Unionista Guatemalteco. La Asociación de
Estudiantes Unionistas fue apoyada directamente por Farabundo Martí en un acto que le costó la
prisión en Zacatecoluca. Fue deportado a Guatemala en 1920 y continuó sus estudios en la
Universidad San Carlos de Guatemala (USAC).

El espíritu de unidad de clase no nacionalista, lo vemos reflejado en la vida de Farabundo Martí


quien, expulsado de su país, llegó a Guatemala y trabajó como obrero y peón, se comprometió
con la lucha de los trabajadores hasta que fue denunciado por sus patrones alemanes en las
fincas de café y decidió partir a México. En México se relacionó con el movimiento obrero y
estudió la revolución de 1910.

En 1925 se fundó en Guatemala el Partido Comunista Centroamericano como seguimiento del


movimiento de izquierda que terminó con la dictadura de Estrada Cabrera. Sin embargo, el
dictador Jorge Ubico era presidente entonces y aplastó el movimiento que representaba un
intento de organización política y de unificación obrera centroamericana. Farabundo Martí tenía
el cargo de secretario del exterior. Después de la disolución del PC centroamericano, Martí
regresó a El Salvador clandestinamente y trabajó entre 1925 y 1928 con la Federación Regional
de Trabajadores de El Salvador.

En 1928 Martí viajó a Nueva York, Estados Unidos donde la dirección central de la Liga
Antiimperialista de la Américas le encargó viajar a Nicaragua como representante ante Augusto
César Sandino que dirigía una de las luchas más importantes contra el imperialismo en Centro
América. Al lado de Sandino alcanzó el grado de coronel del Ejército Defensor de la Soberanía
Nacional, fue miembro del estado Mayor Internacional de Sandino y su Secretario Privado.

En 1930 regresó a El Salvador y fundó el Partido Comunista Salvadoreño que se puso a la


cabeza de trabajadores del campo y la ciudad descontentos con el régimen burgués de su país y
sus condiciones de vida. La depresión económica estadounidense de 1929 agudizó la crisis
económica y con ella la organización de la clase trabajadora. A finales de los años 30 Martí fue
deportado nuevamente a Florida en una embarcación con trabajadores que le brindaron su
apoyo para volver al Puerto de Corinto en Nicaragua donde huyó en bote a El Salvador en
febrero de 1931.

La insurrección de 1932 en El Salvador

De 1927 a 1931 gobernó El Salvador Pío Romero Bosque, en 1931 el terrateniente Arturo Araujo,
educado en Londres y simpatizante del laborismo inglés ganó las elecciones con el apoyo de
sindicatos e intelectuales. Sin embargo 10 meses bastaron para que colapsara su gobierno que
mataba de hambre a los trabajadores y tampoco quedaba bien con la burguesía debido a la
crisis económica. Un golpe de estado en 1931 convirtió a Maximiliano Hernández Martínez
(vicepresidente y ministro de guerra de Araujo) en presidente. Los comicios fraudulentos fueron
determinantes para la movilización del pueblo que suspendió las votaciones en varias zonas. A
pesar de que el gobierno declaró estado de sitio y la ley marcial, se sucedieron alzamientos y
combates en todo el país, miles de trabajadores, obreros y campesinos pobres con machetes y
algunos cuantos fusiles asaltaron cuarteles, guarniciones policiales, oficinas municipales,
telégrafos, almacenes y fincas.

Mientras tanto el imperialismo norteamericano e inglés enviaban buques de guerra en apoyo al


general Hernández Martínez, quien escribió el siguiente telegrama avisando su suficiencia: En
saludo a honorables comandantes declaramos situación absolutamente dominada fuerzas
gobierno El Salvador. Garantizadas vidas propiedades ciudadanos extranjeros acogidos y
respetuosos leyes de la República. La paz está establecida en El Salvador. Ofensiva comunista
desechada sus formidables núcleos dispersos. Hasta hoy cuarto día de operaciones están
liquidados cuatro mil ochocientos comunistas" . La insurrección fue sanguinariamente reprimida.

El 31 de enero de 1932 Farabundo Martí junto con los líderes estudiantiles Alonso Luna Calderón
y Mario Zapata fueron condenados a muerte en el Cementerio General de San Salvador. El saldo
de la rebelión de 1932 varía ente 10 mil y 30 mil muertos. Catastróficas escenas de la masacre
podían observarse en todo El Salvador, las víctimas fueron enterradas casi en la superficie de la
tierra donde pensaría la burguesía que podía ocultarse la opresión sufrida por el pueblo
trabajador y la conciencia de clase salvadoreña.

Por la unificación de la lucha en Centroamérica

Los marxistas sabemos que debemos resumir las experiencias para aprender y prepararnos para
nuevas luchas. No es una utopía burocrática, como dijo Trotsky en "Problemas de la insurrección
y de la guerra civil", estudiar y enriquecer el arte militar revolucionario. A pesar de las diversas
situaciones bajo las cuales se desarrolla una insurrección, no debe perderse de vista la
subordinación de las acciones a la línea política general la cual tiene que tener como principal
fundamento la orientación al movimiento obrero y a sus organizaciones tradicionales, sindicatos
y partidos, y basada en los métodos que les han permitido a los trabajadores sus más
importantes conquistas: las movilizaciones masivas y la huelga general.
Las movilizaciones del proletariado deben prepararse minuciosamente, contar con una
planificación que abarque a trabajadores de diferentes sectores y que base su estrategia en la
experiencia y la teoría marxista. El papel que jugaron los trabajadores centroamericanos y
mexicanos permitió el desarrollo y actuación política de Farabundo Martí, sin embargo la lucha
obrera debe actuar unificadamente para no ser sangrientamente reprimida como lo fue en 1932
en El Salvador.

A un poco mas de siete décadas de la insurrección revolucionaria del 31, el pensamiento


internacionalista de este que fuera uno de los gigantes en la lucha de clases de Centroamérica y
de toda América Latina durante el siglo XX, sigue más vigente que nuca. La unificación de la
lucha del conjunto de los trabajadores y campesinos pobres de toda Centroamérica acompañada
de un programa de clase que exponga claramente y sin ningún tipo de prebendas para la
burguesía, aun aquella que algunos llaman "progresista" o "nacionalista", la necesidad de
aniquilar la propiedad privada sobre los principales medios de vida (las fábricas, la tierra, los
bancos, etcétera) es la calve para poner fin la larga pesadilla del capitalismo. Esas fuerzas
deben ser puestas bajo el control democrático de los trabajadores y campesinos pobres por
medio de comités que planifiquen y administren la producción ya no para el beneficio de algunos
cuantos, sino para el conjunto de todos aquellos que bajo la sociedad burguesa solo podemos
obtener explotación, represión y miseria.

Sólo bajo estas condiciones podrá ser derrotada la oligarquía centroamericana y erradicado para
siempre el feroz yugo que el imperialismo le ha impuesto a las diferentes naciones de esta región
del mundo. Recuperemos el legado revolucionario de Farabundo Martí.

¡Contra la opresión imperialista!


¡Contra la tiranía de la oligarquía!
¡Viva la Revolución Centroamericana!
¡Por una Federación Socialista de Centroamérica!

http://militante.luxza.net

[En la imágen Farabundo Martí con Sandino]

La locura de El Mozote (1981)

Por Christian Guevara

La mujer maldijo en voz baja: "Hijos de puta". Acababa de encontrar un juguete, un humilde
caballito de plástico, en la bolsa de atrás del pantalón de uno de los cadáveres que había
recuperado. Los restos pertenecían a un niño de pocos años de edad. Había sido asesinado por
una ráfaga de un arma de fuego, seguramente un fusil norteamericano M-16.

El hallazgo y la injuria eran obra de Patricia Bernardi, una joven argentina experta en
antropología forense. Bernardi había sido destinada, en octubre de 1992, a la investigación del
caso de El Mozote, un caserío en el norte del departamento de Morazán en donde la Fuerza
Armada salvadoreña había masacrado a unas ochocientas personas en diciembre de 1981,
durante un operativo militar de gran envergadura.

Al ver el juguete, Mercedes Doretti, colega de Bernardi en el Equipo Argentino de Arqueología


Forense, reflexionó: "Normalmente, podríamos utilizar esto para identificar a la víctima. Aún
después de once años, cualquier madre podría reconocer que esto perteneció a su hijo. Pero
aquí también mataron a todas las madres". Según los rumores, los supervivientes de El Mozote y
de los caseríos de los alrededores no alcanzaban ni la media docena.

A pesar de que habían transcurrido once años desde la masacre, era la primera averiguación
oficial que se realizaba. Las denuncias públicas del hecho fueron desmentidas una y otra vez; y
tanto la Fuerza Armada como los gobiernos que habían presidido durante la guerra pusieron
trabas para que se iniciara un proceso judicial.

Pero el caso dio un giro radical cuando, el 26 de octubre de 1990, un campesino llamado Pedro
Chicas Romero puso una denuncia penal y abrió un proceso formal en el Juzgado de Primera
Instancia de San Francisco Gotera. Pedro Chicas había sido uno de los supervivientes y estaba
dispuesto a llevar a la justicia a los culpables de asesinar a toda su familia y a sus vecinos.

La investigación del proceso que inició Pedro Chicas comenzó a avanzar más rápidamente por
instancias de las Naciones Unidas y de la Oficina de Tutela Legal del Arzobispado de San
Salvador, con el objetivo de terminar las pesquisas necesarias para publicar el Informe de la
Comisión de la Verdad, un polémico documento cuya realización fue acordada por las dos partes
durante la firma de los Acuerdos de Paz. El Equipo Argentino de Arqueología Forense, que
también estaba respaldado por dos prestigiosos forenses, uno español y otro estadounidense, se
había traído como una medida de precaución para que no se destruyeran pruebas. Según María
Julia Hernández, directora de la Oficina de Tutela Legal del Arzobispado y una de las personas
más interesadas en saber lo que realmente pasó en El Mozote, las injerencias y los
inconvenientes que habían mostrado las instituciones gubernamentales y la Fuerza Armada fue
"espantosa".

El olor de la verdad

Después de que los forenses argentinos descubrieran 141 cadáveres durante la primera etapa
de exhumación, en lo que fue la ermita Santa Catarina de El Mozote, el periodista
norteamericano Raymond Bonner rompió a llorar. El llanto no fue porque conocía a las víctimas,
sino porque el tiempo le ayudó a demostrar que él estaba en lo cierto.

Bonner, un corresponsal del New York Times asignado a Centroamérica, fue el primer periodista
en reportar en el extranjero lo sucedido en El Mozote. La nota fue publicada en el periódico
estadounidense el 27 de enero de 1982, un mes y medio después de la masacre. El trabajo de
Bonner se divulgó tan sólo cinco días antes de que se decidiera la aprobación de un nuevo
aumento en la ayuda estadounidense al gobierno salvadoreño, desencadenando un torbellino en
el seno político norteamericano y salvadoreño.

La polémica se desató porque el congreso estadounidense había condicionado la ayuda a


cambio de que el gobierno salvadoreño se comprometiera a respetar los derechos humanos. Al
instante, el Departamento de Estado negó que tal situación se hubiera dado y mucho menos que
los militares salvadoreños tuvieran alguna participación e inició una campaña en contra de
Bonner. La presión del gobierno republicano llegó a tal grado que el New York Times aceptó
trasladar a su corresponsal de Centroamérica hacia otra zona. El periodista que había logrado
llegar hasta el lugar del crimen apenas un mes después y que logró ver decenas de cadáveres
diseminados por los alrededores había perdido la batalla: su verdad fue transformada en una
aberrante mentira por el poderoso aparato estatal estadounidense.

Pero un segundo reportaje apareció, esta vez en el Washington Post, otro importante periódico,
obra de la periodista Alma Guillermoprieto, y confirmó todo lo que Bonner había documentado:
una masacre de grandes proporciones se había llevado a cabo en un pequeño caserío en la
zona norte de Morazán y los pocos supervivientes aseguraban que la única responsable era la
Fuerza Armada salvadoreña. Guillermoprieto también había llegado hasta el sitio del crimen y
era testigo. La carnicería, el número de cadáveres al descubierto y las pruebas de la violencia
con las que se asesinó, habían llegado a tal grado que Guillermoprieto entró en una crisis
nerviosa.

Pero los dos reportajes sobre la matanza y su magnitud no hicieron eco y, un día después de su
publicación, la Embajada Norteamericana en Washington envió un documento al Congreso
certificando que "el gobierno de El Salvador está comprometido con el respeto de los derechos
humanos". Cuatro días después, el aumento del presupuesto de la ayuda económica y militar era
aprobado.

La víspera de un día absurdo

El 10 de diciembre de 1981 fue un día muy agitado para los militares. En la base aérea de
Ilopango se había concentrado la totalidad del Alto Mando del ejército salvadoreño para celebrar
el Día de la Aviación Militar y para graduar a 18 nuevos pilotos. El acto era presidido por los
miembros de la Tercera Junta Revolucionaria de Gobierno, incluyendo los que pertenecían a la
Democracia Cristiana. Pero a 160 kilómetros de ahí, en la zona norte del Departamento de
Morazán, las tropas del batallón Atlacatl realizaban una operación de "limpieza" en los cantones
o caseríos de La Guacamaya, Cerro Pando, Los Toriles, Jocote Amarrillo, La Joya y El Mozote.

Mientras que los 18 nuevos pilotos eran encomendados a la protección divina de la Virgen de
Loreto, patrona de los aviadores, los oficiales que estaban a cargo del operativo en Morazán
daban la orden a sus tropas de decomisar y destruir todas las biblias, crucifijos y afiches
religiosos. Una extraña contradicción teológica, pero no militar, porque, un día antes, los
periódicos salvadoreños habían publicado que el ejército salvadoreño desarrollaría la llamada
"Operación Rescate", con el fin de expulsar a los "insurgentes y marxistas del departamento de
Morazán".

La parte norte del departamento de Morazán era considera como la principal "zona roja" del país,
es decir, el sitio con mayor concentración y control por parte de la milicia guerrillera del FMLN. La
idea de despojar a los campesinos de sus crucifijos y biblias venía de la teoría militar de que el
apoyo de la población civil a los insurgentes se debía, en gran parte, a la penetración de la
Teología de la Liberación como labor de algunos sacerdotes católicos.

El Mozote era un lugar singular. Ahí los católicos eran minoría, al contrario de todos los caseríos
y cantones de los alrededores, y la Teología de la Liberación no había tenido gran impacto.
Además, sus relaciones con la Fuerza Armada siempre habían sido estables porque no eran
colaboradores de la guerrilla. Licho (alias), uno de comandantes guerrilleros destacado en la
zona norte de Morazán, afirmó que la "gente de El Mozote nos temía".

El Mozote contaba con unos trescientos habitantes, pero muchos otros moradores de caseríos
más pequeños habían llegado a refugiarse ahí por temor a morir en fuego cruzado o para no ser
ejecutados por los soldados si los llegaban a confundir con guerrilleros. La Operación Rescate
había sido planeada desde hace mucho tiempo y era de gran envergadura; y las fuerzas
rebeldes no estaban dispuestas a irse de manera fácil de su principal bastión: los combates iban
a ser duros y recios. Los campesinos sabían eso y tenían miedo, por eso decenas de ellos y sus
familias se habían refugiado en El Mozote, porque lo consideraban un sitio seguro: la guerrilla
estaba ocupada en preparar una huida estratégica y era casi absurdo que en ese lugar tuvieran
problemas con los militares. Pero lo absurdo comenzó a convertirse en realidad cuando un avión
dejó caer dos poderosas bombas en la escuela del caserío.

Rufina oyó el llanto de sus hijos

El Atlacatl era el mejor batallón del Ejército Salvadoreño a principios de la década de los 80.
Estaba especialmente diseñado para cercar y aniquilar a las fuerzas armadas izquierdistas, sus
hombres estaban mejor preparados y salían de la categoría de simples reclutas. El adjetivo
calificativo de "las fuerzas especiales entrenadas por los Estados Unidos" lo acompañaba
siempre que aparecía en los periódicos. Pero no era la única tropa élite que había entrenado
Estados Unidos. También lo había sido el Belloso. Pero el Atlacatl tenía algo que el Belloso ni
siquiera aspiraba a soñar: estaba al mando del Coronel Domingo Monterrosa, posiblemente el
militar salvadoreño más brillante en el campo de batalla que ha existido, y uno de los más
crueles.
Monterrosa había planeado el operativo que buscaba expulsar a los guerrilleros de la parte norte
de Morazán y recuperar el control de la zona. Él mismo le había dado el nombre: Operación
Rescate. La enorme maniobra militar tenía también otro objetivo muy claro, que era eliminar a los
integrantes de la clandestina Radio Venceremos, definida por Monterrosa como "un alacrán en el
culo".

No estaba solo en la Operación Rescate. Lo respaldaba por el coronel Jaime Flores Grijalva,
Comandante de la Tercera Brigada de Infantería y que tenía a cargo la supervisión del operativo;
por el Mayor Natividad de Jesús Cabrera y el Mayor José Armando Azmitia.

El batallón Atlacatl ya era conocido en Morazán, pero su reputación entre los habitantes rayaba
en lo cómico, al contrario de lo que sucedía en los periódicos y con la embajada norteamericana.
Ocho meses antes, en el municipio de Arambala, la primera fuerza élite del batallón Atlacatl
había sido derrotada por una sección de guerrilleros dirigidos por Mena Sandoval, un capitán que
había desertado del ejército. La derrota militar del flamante batallón en su primera batalla y a
manos de un traidor le había valido innumerables bromas de parte de otros oficiales del ejército y
de los divertidos campesinos de los alrededores: la denominación BIRI que antecedía al Atlacatl
y que significa Batallón de Infantería de Reacción Inmediata se transformó durante los
sarcasmos en Batallón de Infantería de Retirada Inmediata. Monterrosa, que llamaba
cariñosamente a sus tropas como "mis angelitos de la muerte", no había olvidado la afrenta.

Pero Rufina Amaya no sabía nada de esas frustraciones y odios, y jamás se imaginó que su
familia y sus vecinos pagarían por la ofensa.

Rufina había nacido y crecido en El Mozote. Estaba casada con Domingo Claros, otro habitante
de El Mozote, y había procreado cuatro hijos. El destino la llevaría a convertirse en una de las
pocos supervivientes del caserío y testigo clave de la masacre. Su relato fue parte principal de
las publicaciones de Bonner y Guillermoprieto en los periódicos estadounidenses y, con el paso
del tiempo, ha sido la principal fuente de información para los estudios que ha realizado las
misiones de Naciones Unidas y de la Oficina de Tutela Legal del Arzobispado.

Un día antes de la llegada de los militares, Marcos Díaz, el dueño de la única tienda del lugar y el
hombre más rico de El Mozote, había convocado a la mayoría de los pobladores del caserío para
comunicarles que había tenido un encuentro con un oficial del ejército. Según Díaz, el oficial le
confió que lanzarían un gran operativo militar para despejar de guerrilleros la zona norte de
Morazán y que, además, le había prometido que los habitantes de El Mozote no tenían nada que
temer mientras se encontraran en su casa. Rufina recuerda que "un montón de gente quería
dejar el caserío, es que había un gran miedo... pero la mayoría de gente aceptó lo que él les
aseguraba, porque, si dejaban el caserío, caían en el riesgo de ser atrapados durante el
operativo.

Según el Informe de la Comisión de la Verdad y por relatos de Rufina, el batallón Atlacatl entró
en la tarde del 10 del diciembre al caserío y obligó a todos los habitantes a que salieran de sus
casas y que se formaran en filas en la pequeña plaza del lugar. A la medianoche, se le ordenó a
todos que regresaran a sus casas.

El Mozote estaba atestado de gente, pues por el temor del operativo muchos otros moradores
habían llegado a refugiarse. En total, se calcula que habían entre seiscientas y ochocientas
personas, la mayoría niños.

En la madrugada del 11 de diciembre, los soldados comenzaron a golpear furiosamente las


puertas y sacaron a la gente a la calle, formaron grupos de hombres, mujeres y niños. Los
hombres fueron llevados a la iglesia y las mujeres y los niños fueron encerrados en una casa.
Mientras se encontraban prisioneros, un helicóptero aterrizó en la plaza. Transportaba a los
colaboradores de Monterrosa: Grijalva, Azmitia y Cabrera Cáceres. En ese momento, los
habitantes del Mozote comprendieron que lo que sucedía no era un simple exceso de los
soldados, sino que su captura había sido planificada y avalada por un importante sector entre los
oficiales que prepararon el operativo.

Poco después, el helicóptero despegó y los gritos de muerte comenzaron a resonar. En grupos
de cinco y vendados y amarrados de manos, los hombres eran sacados de la iglesia y fusilados.
Los pocos que quedaban agonizando eran brutalmente decapitados con golpes de machete en
la nuca. "A las doce del mediodía ya habían terminado de matar a todos los hombres", recuerda
Rufina. Domingo Claros, el esposo de Rufina, fue uno de los primeros en morir. "Iba en uno de
los primeros grupos, pero comenzó a forcejear y le dispararon. Estaba vivo, un soldado se
acercó y con un machete lo degolló".

Las mujeres no corrieron mejor suerte, excepto una: Rufina. Los soldados entraron a la fuerza en
la pequeña casa y comenzaron a seleccionar a las mujeres más jóvenes. La mayoría de madres
se opuso, pero fueron sometidas con golpes de culata de fusil o a patadas. Algunas, para horror
de los niños y las mujeres, fueron asesinadas en el mismo lugar. Las jóvenes fueron llevadas a
las afueras del caserío para ser violadas. Un testigo que ha permanecido en el anonimato
durante todo el proceso de investigación, un hombre obligado a servir como guía por los oficiales
del Atlacatl, reconoció que las adolescentes fueron violadas durante todo ese día. "Los soldados
hablaban sobre las violaciones. Contaban y bromeaban sobre lo mucho que les habían gustado
las niñas de doce años". Después de violarlas, los soldados las mataban a tiros o las
decapitaban.

Las mujeres fueron asesinadas con el mismo método practicado a los hombres: se les
transportaba en grupos de cinco y se les fusilaba; posteriormente se decapitaban los cadáveres
o a las agonizantes. En el penúltimo grupo iba Rufina, pero dos de las mujeres que iban con ella
armaron una trifulca, pidiendo a gritos por su vida y tratando de huir. Rufina aprovechó la
confusión y escapó. Permaneció toda la noche escondida y pudo ver cómo los soldados
terminaban de matar a las mujeres y a todos los niños, incluso a los recién nacidos. Después
permaneció escondida ocho días en una cueva cercana a El Mozote, hasta que fue hallada por
un tropa de guerrilleros que la recogió, le dio atención médica y la transportó a un campo de
refugiados. Antes de que Rufina se marchara, el equipo de prensa de la clandestina Radio
Venceremos la entrevistó y el 24 de diciembre publicó la noticia de la masacre. La Junta de
Gobierno y la Embajada de Estados Unidos declararon que el informe "era propaganda
izquierdista" y que "provenía de fuentes consideradas no confiables". La voz de Rufina sería
permanentemente acallada durante once años más.

Angelitos de la Muerte y angelitos muertos

"Este es un operativo de Tierra Arrasada y tenemos que matar a los niños también", fue la
decisiva respuesta de uno de los oficiales a cargo. Según el hombre que fue obligado a servir de
guía, muchos soldados no querían matar a los niños porque les tenían lástima. Uno de los
soldados había protestado diciendo: "La orden que traemos es que de esta gente no vamos a
dejar a nadie porque son colaboradores de la guerrilla, pero yo no quisiera matar niños".

Pero de nada sirvió ese tímido intento de compasión: para demostrar qué era lo que se debía
hacer, un capitán tomó a un niño de pocos años y le disparó. Otros siguieron su ejemplo y un
oficial atravesó a otro infante con un puñal y después lo degolló. La masacre de los angelitos
había comenzado.

Los niños estaban histéricos. Sus madres habían sido asesinadas y ellos se encontraban
encerrados, llorando y suplicando, viendo cómo algunos de compañeros de juego eran
asesinados. Un pequeño grupo de soldados se colocó en la puerta y la ventana de la habitación
y vació los fusiles M-16 en el grupo de niños que se había arrinconado en una esquina, en un
vano intento de escapar de la muerte. Después los soldados lanzaron un par de granadas de
mano y le prendieron fuego a la habitación. Si uno de los niños sobrevivió a las balas y a las
explosiones, murió carbonizado por el incendio. El informe de los forenses argentinos reveló que
en esa habitación murieron más de 120 niños menores de 12 años. Rufina escuchó el llanto y,
según ella, pudo reconocer los gritos de sus hijos cuando los masacraban.

El batallón Atlacatl había practicado a la perfección en El Mozote la "Táctica de la Tierra


Arrasada", que consiste en asesinar a todo ser viviente, incluyendo gallinas, perros y cerdos, y
destruir todo vestigio de construcción. El objetivo es quitarle el "agua al pez", como los mismos
militares reconocen. "El Mozote estaba en una zona controlada en un cien por ciento por la
guerrilla. Cuando tú tratás de secar esas zonas, sabés que no vas a poder trabajar con población
de ese lugar. Allí nunca vas a tener una base permanente, por eso simplemente decides matar a
todos. Se hace más por frustración que por cualquier otra razón", reflexionó uno de los asesores
del Batallón Atlacatl. Lo cierto es que los Angelitos de la Muerte de Monterrosa hicieron honor a
su nombre en esas vísperas de navidad.

Masacre a investigación

"Hemos tenido muchos enemigos... no sólo no están interesados en que se sepa la verdad, sino
que están interesados en que esa verdad no se descubra", explicó María Julia de Hernández, la
directora de Tutela Legal. Según Hernández, las instituciones gubernamentales han
obstaculizado el trabajo de investigación y han refutado las pruebas que han presentado.

Una parte crucial de la investigación ha sido la pregunta de cómo murió la gente encontrada en
El Mozote. Los datos concluyentes del equipo forense de antropólogos argentinos desmienten
muchas versiones de los militares. Por ejemplo, la Fuerza Armada, después de admitir que sí
hubo considerables muertes de víctimas civiles, tras la publicación del Informe de la Comisión de
la Verdad, propuso la tesis de que la muerte de los pobladores de El Mozote se produjo en una
situación de fuego cruzado entre la guerrilla y los soldados que participaban en el operativo
militar. Pero el informe de balística efectuado en la habitación donde murieron los niños y sus
alrededores determinó que se habían encontrado 263 casquillos de bala provenientes de 24
armas diferentes y, de esos disparos efectuados, 240 proyectiles habían impactado en los
cuerpos de los niños. Un porcentaje de acierto demasiado alto para una situación de fuego
cruzado. Además, los casquillos fueron encontrados sólo en dos lugares, cerca de la ventana y
de la puerta. Es decir, fueron ametrallados a corta distancia. La única posibilidad es que los niños
murieron arrinconados en una esquina de la habitación, mientras les disparaban desde esos dos
lugares, porque los únicos impactos de bala que se hallaron estaban en el piso y en el lado
interior de las paredes y ninguno en la parte exterior.

Cuando se supo que la mayoría de cadáveres correspondía a niños, Juan Mateu Llort, director
del Instituto de Medicina Legal, declaró que "ese era un cementerio guerrillero", porque en la
"guerrilla andaban un montón de niños". Pero según el equipo argentino, varias decenas de
cadáveres corresponden a niños muy pequeños, entre ocho meses y cuatro años. Una edad
imposible para cargar un arma y pertenecer a una milicia.

La conclusión de los forenses, de que los niños de El Mozote no murieron durante un


enfrentamiento sino que fueron fusilados a corta distancia, se ve respaldada por otras pruebas:
se halló la trayectoria de nueve proyectiles que atravesaron a su víctima y después se
incrustaron en el suelo. Es decir, los hombres se vieron obligados a disparar hacia abajo, en
diagonal, debido a la corta distancia que los separaba de sus blancos y a la baja estatura de los
niños. No se descarta que más de algún soldado se paró sobre su pequeña víctima y disparó
directamente encima de ella.

El Mozote es hoy un pueblo fantasma y los aterradores recuerdos en la mente de los pocos
sobrevivientes. La investigación y las exhumaciones continúan, más con el objetivo de identificar
a las víctimas que de iniciar un juicio. Los encargados están conscientes de que la Ley de
Amnistía, aprobada por unanimidad en 1992, exime a los responsables de cualquier crimen
cometido en el contexto de guerra, aún de uno en el que se asesina a ochocientos inocentes
Fuente: www.elfaro.net

Historia del FMLN

Durante cuarenta años (1930-1970) el Partido Comunista de El Salvador, PCS, fue la única
organización de izquierda que luchó por los ideales de la democracia, la justicia social y
autodeterminación nacional. La lucha por estos ideales cobró un gran impulso en los años
setenta con el nacimiento de las Fuerzas Populares de Liberación "Farabundo Martí" (FPL) en
abril de 1970, el Partido de la Revolución Salvadoreña (PRS), más conocido como Ejército
Revolucionario del Pueblo (ERP), en marzo de 1972; la Resistencia Nacional (RN), como
escisión del PRS, en mayo de 1975, y el Partido Revolucionario de los Trabajadores
Centroamericanos, PRTC, constituyó el 25 de enero de 1976.

El multifacético proceso de diferentes formas de lucha armada, político-electoral, económica y


social, desplegadas por separado por cada una de las cinco organizaciones durante la segunda
mitad de los setenta, aceleró la maduración de la crisis nacional, la cual, junto con el triunfo de la
Revolución Popular Sandinista, el 19 de julio de 1979, y el estallido de la situación revolucionaria
tras el golpe de estado del 15 de octubre de 1979 y la posibilidad de resolver el problema del
poder, fueron factores objetivos que estimularon la necesidad de la unificación de la izquierda
revolucionaria.

Así, el 17 Diciembre de 1979, en la cresta de la crisis nacional, las FPL, la RN y el PCS


suscribieron el primer acuerdo de unidad con la constitución de la Coordinadora Político-Militar,
CPM, cuyo primer manifiesto fue dado a conocer el 10 de enero de 1980. En el mismo se dejaba
abierta la posibilidad para que se incorporaran el resto de organizaciones de izquierda y se
proclamaba el carácter democrático de la revolución, sus fundamentos históricos, la orientación
socialista de la misma y los contenidos programáticos inmediatos.

El 11 de enero de 1980 se constituyó la Coordinadora Revolucionaria de Masas, CRM, integrada


por las organizaciones de masas siguientes:

a) Bloque Popular Revolucionario, BPR, de las FPL, nacido el 30 de julio de 1975;

b) el Frente de Acción Popular Unificado, FAPU, de la RN, nacido en septiembre de 1974;

c) las Ligas Populares 28 de Febrero, LP-28 del ERP, nacidas en marzo de 1977, tras las luchas
populares en contra del fraude electoral de febrero de ese año;

d) la Unión Democrática Nacionalista, UDN, partido político legal utilizado por el PCS para la
lucha política electoral y la creación de la coalición Unión Nacional Opositora, UNO, con los
partidos Demócrata Cristiano, PDC, y Movimiento Nacional Revolucionario, MNR, adherido a la
socialdemocracia, coalición que ganó las elecciones presidenciales de febrero de 1972 y 1977,
victorias electorales arrebatadas con fraudes por la dictadura militar; y

e) la Liga para la Liberación del PRTC nació en abril de 1975 y luego en 1979 se transformó en
el Movimiento de Liberación Popular, MLP, quedando así integrada la CRM con todas las
organizaciones populares de la izquierda revolucionaria.

Paralelamente, a comienzos de marzo de 1980, se avanzaba en la construcción del Frente


Democrático Salvadoreño, FDS, con las siguientes organizaciones: Movimiento independiente de
profesionales y técnicos de El Salvador (MIPTES), Movimiento Popular Social Cristiano (MPSC),
desprendimiento importante del Partido Demócrata Cristiano, PDC, Movimiento Nacional
Revolucionario (MNR), de la Internacional Socialista; Federaciones Sindicales; pequeños
empresarios así como agrupamientos de militares retirados, incluyendo el Coronel Ernesto
Claramont quien fuera candidato presidencial de la Unión Nacional Opositora en 1977, así como
personalidades políticas y sociales. Como observadores se afiliaron: La Universidad de El
Salvador y la Universidad Centroamericana "José Simeón Cañas ".

Con la confluencia del Frente Democrático Salvadoreño, FDS, que duró 17 días, y la CRM, nació
el Frente Democrático Revolucionario, FDR, que hizo su aparición pública el 17 de abril de 1980.

El 22 de mayo de 1980 se constituyó la Dirección Revolucionaria Unificada, DRU, con la


participación de las FPL, RN, ERP y PCS, integrada con tres miembros de las Comisiones
Políticas de cada uno de esos partidos revolucionarios. En el manifiesto dado a conocer se dijo:
"Habrá en adelante una sola dirección, un solo plan militar y un solo mando, una sola línea
política".

El 10 de Octubre de 1980 fue creado el FMLN, integrado originalmente con aquellas cuatro
organizaciones y luego, en diciembre de ese año, se incorporó el PRTC. Esta decisión precedió
al lanzamiento de la Ofensiva General del 10 de enero de 1981, con la cual comenzó el
despliegue de la Guerra Popular Revolucionaria propiamente tal.

La profundización de la guerra, la intervención creciente del gobierno de los Estados Unidos en


la misma y el nuevo ascenso de la lucha social, fueron factores objetivos que presionaron al
avance del proceso unitario. En mayo y junio de 1985, la Comandancia General, además de
definir los aspectos fundamentales de la estrategia y el programa para el período, de cara al
problema del poder, trazó la línea de avanzar gradualmente hacia un partido unificado y asumir
como estratégica la alianza FMLN- FDR. La unanimidad dentro del FMLN en todos los aspectos
claves de la lucha para el período, permitieron superar obstáculos para el avance del proceso
unitario y por supuesto para la lucha.

Desde entonces la unidad fue cada vez más profunda. Las organizaciones miembros dejaron de
elaborar líneas y planes propios, y pasaron a ejecutar la líneas y los planes elaborados por la
Comandancia General. Así, con línea general, estrategia y planes comunes, se llegó al
desenlace negociado de la guerra, a la ejecución de los acuerdos de paz y -hasta cierto punto- a
las elecciones generales de 1994 y, en una carrera contra los tiempos políticos, el FMLN tuvo
que transformar sus estructuras y fuerzas que funcionaron para la guerra, en estructuras y
fuerzas para la lucha política y social.

Los enemigos del FMLN habían asegurado que al desarmarse desaparecería, pues, sostenían,
que su única fuerza descansaba en las armas. La derecha se esforzó por que el FMLN
mantuviera atados a la mayoría de sus cuadros al cumplimiento de los acuerdos de paz, de
manera de neutralizar sus fuerzas para la lucha política electoral de las llamadas elecciones del
"siglo" y asegurar así una derrota estratégica del FMLN y de la revolución, lo cual no ocurrió, sino
todo lo contrario.

Después del largo proceso de guerra revolucionaria, la tarea de forjar un nuevo partido no fue
fácil, hubo que superar el muro del terror levantado por más de sesenta años de represión, las
actitudes mañosas de los políticos de derecha que querían impedir la legalización del FMLN
como partido político y las dificultades de la organización del partido a nivel nacional. El trabajo
fue enorme, el proceso orgánico multiplicó por varias veces la cantidad de sus miembros y en
pocos meses el FMLN se convirtió orgánicamente en el segundo partido político más importante
del país.

LUCHA DEL FMLN COMO PARTIDO POLITICO

Luego de superados los obstáculos políticos, el uno de septiembre de 1992 fue firmada la
escritura pública de fundación legal del FMLN, contando como testigos de ese acto histórico a
Monseñor Arturo Rivera y Damas, Arzobispo de San Salvador y Monseñor Gregorio Rosa
Chávez, y fue hasta el 14 de diciembre de ese año, un día antes de finalizado formalmente el
cese del enfrentamiento armado, que el Tribunal Supremo Electoral admitió su registro legal y le
otorgó al FMLN la personería jurídica. Así quedaban atrás más de sesenta años de lucha
clandestina de los revolucionarios y comenzaba una nueva etapa histórica de luchas dentro del
marco de la legalidad y nueva institucionalidad generada por el Acuerdo de Chapultepec.

A partir de entonces el FMLN comenzó una intensa jornada de esfuerzos organizativos y de


institucionalización del partido, de realización de convenciones municipales y departamentales
hasta culminar en la Primera Convención Ordinaria del 4 de Septiembre de 1993. Pese a los
grandes esfuerzos de la derecha por debilitar profunda y estratégicamente al FMLN, esa primera
Convención fue una demostración de la vitalidad política de que gozaba el FMLN.

No obstante las dificultades internas que impidieron definir la estrategia política electoral, en
aquella Convención se aprobó la participación del partido en las elecciones generales de marzo
de 1994, se autorizó al Consejo Nacional a concertar coaliciones, pactos y entendimientos
políticos que fueren necesarios, se ratificó a los candidatos a la Asamblea Legislativa, se aprobó
un documento base de plataforma programática y tomó la decisión de apoyar la candidatura
presidencial del doctor Rubén Zamora por la Convergencia Democrática y eligió al doctor
Francisco Lima como candidato a la vice-presidencia de la República. En suma, la primera
Convención Nacional preparó políticamente al FMLN para la batalla electoral de marzo-abril de
1994.

De esas elecciones el FMLN surgió como la segunda fuerza política nacional, con bases
electorales y políticas en los 262 municipios del país, resultado completamente inesperado por la
derecha. En esas elecciones el FMLN ganó 15 alcaldías y 21 diputados (de un total de 84), con
un total de 287 mil votos, equivalentes al 21.39% de los votos válidos.

Independiente de los resultados de esas elecciones, el ERP y la RN, principalmente, optaron por
seguir el camino "socialdemócrata" , abandonar las filas revolucionarias y pasarse al campo de la
derecha, supuestamente de "centro", llevarse siete de los 21 diputados y crear el Partido
Demócrata, PD. Esto último solo después de haber intentado, en la Convención Extraordinaria
del 28 de Agosto de 1994, apoderarse del control del FMLN y conducirlo por el camino
"socialdemócrata" y, como último esfuerzo, tras haber fracasado en aquel intento, hacer
desaparecer al partido y llenar el supuesto vacío que el FMLN dejaría creando el mencionado
PD.

En septiembre de 1994, tras la Convención Extraordinaria del 28 de agosto de ese año, quedó
evidenciado que la multiplicación de estructuras y recursos de cada partido, paralelas a las del
FMLN, habían entrado en conflicto con la necesidad de avanzar con eficacia en la lucha política
y social y obstruían el proceso de unificación. Por ello, en su resolución especial de la Segunda
Convención Ordinaria del 18 de Diciembre de 1994, resolvió "avanzar con paso firme hacia la
unificación del FMLN como un partido democrático, revolucionario y pluralista" y "llamar a los
afiliados a trabajar con entusiasmo y seguridad para impulsar la unificación del partido y construir
un FMLN más fuerte, más democrático, más ligado al pueblo y sus luchas y, sobre todo, más
unido".

Atendiendo esas orientaciones, en junio de 1995, tras varios meses de debates, el Consejo
Nacional determinó que el FMLN debía transformarse en un partido de tendencias y, además, en
un partido socialista. Ello significaba trabajar por la gradual disolución, durante 1995, de las
estructuras de cada partido y organización integrantes del FMLN y dar paso a estructuras únicas.
Las convenciones municipales y departamentales que se desarrollaron en adelante, hasta
culminar en la Tercera Convención Nacional Ordinaria de los días 17 y 18 de diciembre de 1995,
se realizaron con esa perspectiva . Así, por resolución de esta convención, el FMLN dejó de ser
un partido de partidos y agrupamientos, y transformarse en un partido de tendencias en
transición hacia una nueva fase superior en el proceso de construcción de un solo partido
unificado.

La desaparición de las anteriores estructuras paralelas de cada partido le permitió al FMLN


preparar la propuesta de estrategia de desarrollo económico y social (abril, 1996), la realización
en nuestro país del VI Encuentro del Foro de Sao Pablo ( 26-28 de julio, 1996), las convenciones
municipales y departamentales que culminarían con la IV Convención Nacional Ordinaria, en
octubre de 1996, cuyas resoluciones sobre la plataforma electoral y ratificación de candidaturas
a la Asamblea Legislativa y Concejos Municipales, dotaron al partido de las herramientas para
librar las batallas electorales del 16 de marzo de 1997.

De las elecciones para diputados y alcaldes de marzo de 1997 el FMLN salió fortalecido, obtuvo
una importante cuota de poder legislativo y municipal[1], y por lo mismo con mayores
compromisos y responsabilidades ante los desafíos nacionales y los retos internos de
democratización y modernización, reforzando su naturaleza revolucionaria, pluralista y socialista.

En la unidad y su profundización ha descansado la fortaleza del FMLN y la convicción de


quienes, desde dentro y fuera del país, siguen viendo al partido como la esperanza de los
anhelos populares y factor principal de las transformaciones democráticas y revolucionarias que
nuestro país necesita.

A partir de julio de 1997 comenzó una intensa jornada de convenciones municipales y


departamentales, que culminaron con la realización de la V Convención Nacional Ordinaria, en
diciembre de ese año, y de la cual surgieron las nuevas autoridades que guiaron la lucha del
partido en las elecciones presidenciales de 1999. Pero, en lugar de terminar con las tendencias
como fase de transición, de esa Convención el partido se estructuró en agrupamientos de
corrientes de pensamiento, discrepantes entre si acerca de aspectos fundamentales, como, por
ejemplo, el proyecto de la revolución democrática, la estrategia política y programa para las
elecciones presidenciales de 1999, lo cual incidió en la victoria electoral, en primera vuelta de los
neoliberales: de hecho se configuraron y estructuraron dos agrupamientos, el de la corriente
revolucionaria socialista y el de la corriente socialdemócrata, en disputa por el control del partido,
formalmente en manos de este último agrupamiento (los así llamados renovadores).

La definición de una estrategia electoral con la cual el FMLN enfrentó las elecciones para
diputados y concejos municipales del año 2000, diferenciándose tajantemente de la política
neoliberal de ARENA, y de la estrategia aplicada por el equipo de conducción anterior
(renovadores) para las elecciones presidenciales de 1999, le permitió al partido superar en
diputados al partido de gobierno y obtener triunfo en la mayoría de cabeceras departamentales y
principales municipios del área metropolitana y gobernar más de la mitad de la población del
país[2].

Pese a ello, la estructuración en grupos alrededor de "corrientes de pensamiento", con


funcionamiento incluso paralelo, se acentúo debilitándose la cohesión interna del partido. Fue en
la Convención de diciembre del año 2000 que se decidió dar pasos en la dirección de fortalecer
la unidad del FMLN: separar las funciones electivas de la Convención para que la misma se
dedique a definir estrategias y líneas, dejando en manos de la votación secreta y directa de los
afiliados del partido la elección de autoridades del partido y candidatos a cargos de elección
popular, en aras de avanzar en la democratización interna del partido y, al mismo tiempo,
reformar los estatutos confirmando el carácter revolucionario y socialista del partido, así como no
reconocer estructuras paralelas de funcionamiento de agrupamientos o corrientes de
pensamiento.

El 25 de noviembre del 2001 se realizaron las primeras elecciones de autoridades del partido,
nacionales, departamentales y municipales, mediante voto secreto y directo de los afiliados del
partido, claramente identificados con los principales agrupamientos, los revolucionarios y los
"reformistas" o renovadores. La victoria surgida de la votación fue contundente a favor de la
corriente revolucionaria socialista, y derrotada y fracasada en sus propósitos los renovadores.

Los nuevos organismos de dirección, derivados de los resultados de las elecciones internas, le
imprimieron el carácter revolucionario al estilo de conducción y a la lucha política y social del
partido, debilitada principalmente por los conflictos internos. En el FMLN dio comienzo a un
proceso de unificación y cohesión alrededor de la estrategia de lucha para período, proceso
favorecido por la decisión de los "renovadores" o reformistas, de abandonar las filas del partido y
la lucha por la revolución democrática.

Así, prepararse para asegurar importantes avances en las elecciones legislativas y municipales
del 2003 y organizar un poderoso movimiento social, y, junto a otras fuerzas democráticas,
obtener la victoria presidencial en las elecciones del 2004, son las tareas estratégicas principales
de este período. Para ello el partido ha comenzado a dar pasos de avance en su proceso de
unificación, organizativos, pero sobre todo alrededor de su programa, estrategia y reafirmación
de su naturaleza revolucionaria, para actuar en consecuencia con los desafíos y retos históricos
planteados, hacer del partido una organización de "luchadores sociales, de trabajar por hacerse
llegar "mas pueblo y más revolucionarios "y a "unificarse más"en aras de la lucha por el poder

Comisión Nacional de Educación Política, FMLN Septiembre, 2002

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[1] De 14 diputados con que se quedó después de que el ERP y la RN decidieron abandonar al
partido, el FMLN ganó 27 diputados ( 370 mil votos),con el 33.02% de los votos válidos, y 54
alcaldías..
[2] El FMLN obtuvo 31 diputados, dos más que el partido del gobierno de derecha neoliberal, con
426 mil votos, equivalentes al 35.22% de los votos válidos, convirtiéndose en el partido con más
diputados y obtuvo 80 alcaldías, incluyendo ocho de las 14 cabeceras de Departamento. Al
abandonar al partido, los llamados así mismos Renovadores, seis diputados renovadores se
retiraron del FMLN.

Fuente: http://fmln.org.sv

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