Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
CHAPMAN
ROBERT C. CHAPMAN
Introducción
Robert Chapman (1803-1902) No es muy conocido en este día. Él no fue autor de algunos
libros monumentales. Cuando comenzó a ministrar algunos amigos le dijeron que nunca
sería un buen predicador. Chapman no fue un evangelista en todo el mundo. No guió
misiones en tierras extranjeras; pero él trabajó por alrededor de 70 años en un rincón
remoto de Inglaterra. Aún así él vino a ser una leyenda viva. Cuando joven, Winston
Churchill lo visitó. Charles Spurgeon lo llamó: “el hombre más santo que he
conocido.” Robert Cleaver Chapman es importante a causa de la vida que vivió. Él dijo:
“mi tarea es amar a otros y no buscar que otros me amen.” Cuando ellos le dijeron
que nunca sería un buen predicador, Chapman respondió: “hay muchos que predican a
Cristo, pero no muchos que viven a Cristo; mi gran deseo será vivir a Cristo.” John Nelson
Darby dijo de Robert Chapman: “él vive lo que yo enseño.” En otra ocasión Darby dijo:
“nosotros hablamos acerca de los lugares celestiales, pero Robert Chapman vive en
ellos.” Un biógrafo escribió: “¿Qué es entonces lo que hizo que Chapman fuese así
amado y efectivo en su tiempo? Algo completamente simple, su absoluta devoción hacia
Cristo y su determinación de vivir a Cristo.” (Peterson, p.15) contemplemos su vida.
Nacimiento y Antecedentes
Robert C. Chapman nació en Enero 4, 1803, fue el sexto hijo de diez nacidos a Thomas y
Ann Chapman. Él nació en Helsingor, Dinamarca, donde su padre tenía un
próspero negocio de importación y exportación. Parece que la familia no practicaba
nada más allá de las usuales observancias religiosas. Como niño él desplegó las virtudes
de entusiasmo y diligencia en sus prosecuciones. Su madre dijo de él: “Robert siempre
tiene una pasión, ya sea por la literatura o la flauta, y lo que sea que emprende, lo
prosigue diligentemente.” Chapman también desplegó habilidades lingüísticas en inglés,
danés y francés, lenguajes que se hablaban en su hogar; él vino a ser diestro y versado en
alemán e italiano. Después de su conversión él estudio hebreo y griego de modo
a estudiar las Escrituras en los lenguajes originales. Para proseguir la obra misionera
estudio español y portugués, hasta que obtuvo fluidez para hablarlos. Durante la niñez
de Robert las guerras Napoleónicas entre Francia, Dinamarca, etc., y Bretaña afectaron
de manera adversa el negocio de Chapman en Dinamarca. La familia Chapman retornó
a Yorkshire, Inglaterra. Allí Robert Chapman completó su educación formal. Él dejó el
hogar a la edad de 15 años para comenzar un aprendizaje legal en Londres. Mientras
estuvo en Londres, Robert probablemente se quedó con sus familiares. Él llevaba una
activa vida social en esta gran ciudad. Mientras tanto había allí señales de un despertar
espiritual, a la edad de 16 años él comenzó a leer la Biblia. Después Chapman describió
su condición en ese tiempo como: “yo estaba enfermo del mundo, odiándolo como
siendo aflicción de espíritu, mientras todavía era incapaz y no estaba dispuesto ni
quería que me expulsaran.” (Peterson, p. 21)
Después de su aprendizaje, Chapman vino a ser un abogado. Tres años después, a la edad
de 23 años, él heredó una pequeña fortuna y creó un despacho de abogados, que
comenzó a prosperar. Su futuro parecía brillante. Sin embargo, uno
pocos años antes había ocurrido un evento que debía cambiar el curso de la vida de
Chapman.
Salvación
Cuando Chapman tenía 20 años de edad él fue guiado a la salvación por James Harington
Evans. Evans ha sido un ministro ordenado en la iglesia Anglicana, pero renunció a ella
debido a sus vistas escriturales. Él comenzó a predicar en John Street Chapel, una
congregación no afiliada con una denominación. Un abogado invitó a Chapman a John
Street Chapel. Evans predicó justificación por fe basada sobre la redención
de Jesucristo. Robert Chapman aceptó a Cristo. Una vez salvado Chapman estudió su
Biblia con renovado interés. Siguiendo el modelo que encontró allí, y deseó ser
bautizado inmediatamente. Evans le aconsejó esperar, diciendo: “espere un poco y
considere la materia.” “No” dijo Chapman, “me apresuraré, y no me retrasaré, para
guardar Sus mandamientos” (Pickering p. 69). Chapman insistió en seguir el encargo del
Señor lo más pronto posible. Evans estuvo de acuerdo; y Robert Chapman fue bautizado
unos pocos días después de haber recibido a Cristo.
Testificando y llevando fruto
El nuevo creyente comenzó a dar testimonio a amigos y familiares. Posteriormente él
escribió: “vine a ser una ofensa a aquellos que abandoné, aun a aquellos de mi propia
carne y sangre” (Peterson, p. 26) No todos recibieron su testimonio como un `olor de
muerte’; pero para otros éste fue ‘un olor de vida’. Una sobrina y su marido fueron
atraídos al escuchar acerca de la experiencia de Robert. La sobrina de Chapman, Susana
se había unido en matrimonio con un abogado rico, Thomas Pugsley y vivía en Devon,
Inglaterra. La pareja viajó a Londres para escuchar más; ellos estudiaron con Robert la
Biblia. Los Pugsleys aceptaron a Cristo. Chapman también comenzó a visitar y predicar
entre los pobres que vivían en la vecindad.
Perfeccionamiento
Habiendo sido guiado a Cristo, Evans pasó un considerable tiempo con Robert Chapman.
Posteriormente Evans dijo concerniente a Chapman “Él es una de mis estrellas, y lo
considero como siendo uno de los primeros hombres de la edad. Él no tiene altibajos…él
está preparado para todo, no importa lo que sea.” En su prosecución de Cristo, Chapman
desplegó estabilidad y ansiedad (‘estaba preparado para cualquier cosa’).
Evans estimuló al joven creyente a hablar por el Señor.
Mi gran deseo
Después de sus primeros esfuerzos por ministrar, algunos amigos comentaron
que Robert nunca sería un buen predicador. La respuesta de Chapman debía
caracterizar su vida. Él dijo: “hay muchos que predican a Cristo, pero no muchos que
viven a Cristo; mi gran deseo será vivir a Cristo (Fil.1:21)” Si Rom. 1:17,’el justo vivirá
por fue el verso de Lutero, entonces esta escritura, Filipenses 1:21, ‘para mí el vivir es
Cristo’ es el verso de Chapman.
La obra en Devon, Inglaterra
Los familiares de Chapman, Susana y su marido, Thomas observaron la labor evangélica
de Chapman entre los pobres en Londres. Retornando a Devon, ellos comenzaron una
obra similar en los hospicios para los pobres. Su servicio creció y pronto Thomas Pugsley
abandonó su profesión para servir al Señor en el área. El año siguiente los Pugsleys
encontraron a un joven alemán llamado George Muller a quien invitaron a predicar. En
el verano de 1831, los Pugsleys invitaron a Robert Chapman a vacacionar con ellos y
ayudarlos con la obra evangelistica. Chapman predicó en las reuniones y encontró la
labor estimulante.
Después de su visita Chapman recibió una proposición para venir a ser pastor de
Ebenezer Chapel, una congregación de “bautistas particulares” en Barnstaple, Devon. Él
sintió que ésta era la guía del Señor y aceptó con tal que él podía predicar todo lo que
encontrase en la Biblia. En abril de 1832, Chapman dejó su exitoso ejercicio de la abogacía
en Londres, y repartió su fortuna personal (manteniendo solo lo suficiente para comprar
una casa) y se movió a Barnstaple. Chapman ministró de acuerdo a las Escrituras y no
fue limitado a las prácticas denominacionales. Esto guió a la congregación lejos de sus
principios bautistas. El local bautista “Libro de Recuerdo” registra que “Chapman
eventualmente introdujo un nuevo orden de cosas que separaban a la iglesia de la
Asociación y cuerpo bautista” (Rowdon, p.145) pronto la congregación en Barnstaple se
asoció con el creciente número de “asambleas”, reuniones de creyentes que
abandonaron toda designación para reunirse como hermanos reunidos al nombre del
Señor.
En el mismo año, Agosto 1832 en la cercana ciudad de Bristol, George Muller comenzó
a reunirse con otros seis otros en “Bethesda Chapel, G. Muller, Craik, y cuatro
hermanas (siete en total) se reunieron en comunión de iglesia, sin ninguna regla,
deseando actuar solo como el Señor se agradara en guiarles” (Pickering p. 70).
En 1832 Barnstaple era pequeña, un bullicioso mercado de varios miles de personas. Con
un puerto en Bristol Channel y era un activo centro de comercio en productos
agrícolas. La ciudad se jactaba de tener un hospital, una prisión, un periódico, dos o
tres hoteles y una multitud de bares. Aunque había allí personas de considerable riqueza,
un gran número vivía en la pobreza. El alcohol era un gran mal; había allí ochenta casas
con licencia “pubs” que podían abrir de 7 a 24 horas por día, 7 días por
semana. Otras casas de cerveza eran aun más numerosas. Esta era la clase de ciudad
descrita por Charles Dickens.
La hospitalidad de Robert Chapman necesitaba un hogar que pudiese ser un lugar
de descanso y estimulo para obreros cristianos desanimados y cansados. Con este
propósito Chapman compró una casa en Row House. Chapman vivió allí por los
próximos 70 años (él nunca se casó). Muchos obreros cristianos permanecieron allí
por breves o largos periodos, mientras Chapman ministraba para
sus necesidades espirituales y físicas. Él limpiaba y lustraba sus zapatos cada noche, y
compartía un verso bíblico cada mañana y les ministraba comida. Él dirigía esto como
una obra de fe, dependiendo del Señor para fondos para cubrir los gastos de los siervos
del Señor que se hospedaban allí. Posteriormente la casa vecina fue comprada para
tener hospedaje adicional.
Evangelismo
Chapman visitaba de puerta en puerta, contactaba individuos en las calles, predicaba el
evangelio al aire libre en la ciudad y en las villas circundantes. En una ocasión se asoció
con Thomas Pugsley y Robert Gribble (un efectivo evangelista).
La mesa del Señor
Chapman introdujo la celebración semanal de la Cena del Señor. Todos los creyentes
eran estimulados a participar. Ellos negaban el sistema clérigo-laicos y practicaban el
sacerdocio de todos los creyentes. Entre los primeros hermanos, la reunión alrededor
de la mesa del Señor era el punto focal de su vida de iglesia.
Bautismo
Chapman enfatizó la importancia del bautismo de los creyentes. Sin embargo, él no hizo
del bautismo un requerimiento para membrecía de iglesia ni para participación en la cena
del Señor (en contraste a los bautistas particulares). Él enseñó lo que él veía como la vista
bíblica sobre esta materia con paciencia. Él posteriormente dijo: “nosotros esperamos
con paciencia por plenitud de unidad de juicio…lo que ahora gozamos aquí de mutuo
amor y de la unidad del Espíritu nunca habría sido nuestra porción si algún otro curso
hubiese sido tomado.”
Himnos
Robert Chapman sintió que no había bastantes himnos que lo guiaran a uno a través de
la cruz de Cristo a Dios mismo. Él comenzó a desarrollar una nueva colección de tales
himnos. Alrededor de 1837 él había escrito bastante como para publicar un nuevo
himnario. Nuestro himnario tiene solo 297.
Denominaciones
Chapman estaba opuesto a las distinciones denominacionales. Todos los creyentes en
las denominaciones eran para él “hermanos cristianos.” En “Dichos Escogidos”, una
compilación de citas de Robert Chapman, leemos: “los títulos dados a la iglesia en
las Escrituras denotan unidad celestial, tal como el cuerpo, la vid, el templo de Dios,
una nación santa, una generación escogida, un sacerdocio real. Tales palabras muestran
a la iglesia de Dios como un testigo para Él en el mundo; pero los nombres que han sido
inventados por hombres son nombres de sectas, y declaran nuestra vergüenza.”
Crecimiento y fruto
Atraídos por el énfasis de Chapman sobre la Biblia y el ejemplo de su vida cristiana,
nuevas personas comenzaron a reunirse en Ebenezer Chapel. William Bowden, de edad
de 20 años fue salvado a través de Chapman. Otro joven, George Beer, también de
alrededor de 20 años era un hombre sin educación que había sido aprendiz como niño
de un campesino. Chapman estimuló a ambos hermanos a participar en la predicación al
aire libre. Bowden y Beer trabajaron juntos, predicando el evangelio y evangelizando las
ciudades vecinas. Cuando Anthony Norris Groves retornó de India para buscar
más obreros para el evangelio. Chapman estimuló a Bowden y Beer, juntamente con
sus esposas a unirse a las labores de Groves. Ellos se establecieron en Godavari Delta de
India y comenzaron una fuerte obra cristiana.
Abandonando el Hall
En 1838 un grupo de bautistas particulares, que habían dejado Ebenezer Chapel,
pidieron que el grupo de Chapman dejara el edificio porque no lo estaban usando en
acuerdo con la intención original de los bautistas particulares. Chapman examinó el
documento y encontró que no había provisiones que estaban siendo violadas. El grupo
oponente persistió en su demanda. Aunque Chapman era un abogado entrenado, él no
hizo valer sus derechos legales, sino que buscó vivir a Cristo. Después de oración y
comunión, el grupo de Chapman entregó el edificio al grupo de disidentes. Chapman vio
esta acción como equivalente a abandonar su capote a alguno que se lo pidiese.
Alrededor de 1840 un sitio vino a estar disponible para un hall para la asamblea. Este fue
comprado y la construcción de Bear Street Chapel (después llamado Grosvenor St.
Chapel) fue completada en 1842. Este podía recibir a 450 personas. En 1851, 300
personas asistían por la mañana en el día del Señor, más 100 niños en la escuela
dominical. La reunión alrededor de la mesa del Señor en la tarde era asistida por 150
personas. Alrededor de 1870, Chapman predicaba regularmente a 700 personas cada
día del Señor. Ya que Barnstaple era una ciudad pequeña, una reunión de esa
medida representa un significativo porcentaje de la población. Al final de la vida de
Chapman había allí ochenta asambleas en las poblaciones y villas vecinas de Barnstaple.
William Hake
George Muller fue un íntimo compañero en su labor, y también Henry Craik. El
Señor también proveyó un compañero de obra para Robert Chapman. William Hake era
7 años mayor que Chapman y tenía una gran familia. Chapman era soltero. Sin
embargo, como escribió Chapman, “nuestros corazones fueron unidos en la comunión
del Espíritu…cada uno encontró en el otro uno que amaba las Escrituras, y a quien se
inclinaba en obediencia ante el Señor sin reservas.” Hake tenía un temperamento
impetuoso “pero la gracia de Dios es suficiente para subyugar lo que perdona.” Por
muchos años la familia Hake residió en Exeter (40 millas de S. Devon) En 1840 Hake se
movió a Bideford, solo a 10 millas de Barnstaple. Cuando Bessie Paget murió, Hake se
movió a New Buildings 9. Ellos añadieron un gran comedor en la parte trasera que vino
a ser la localización regular de una reunión del distrito el día jueves. A causa del
aumento de los números, creyentes de varios distritos se reunían por rotación para
estudiar la Biblia y tener comunión.
Hake y Chapman sistemáticamente visitaron los hogares de Barnstaple, comenzando en
el lado sur y trabajando en su camino hasta el lado norte, distribuyendo tratados y
visitando casas. William Hake continuó su ministerio de visitas hasta la edad de 95
años. Los ciudadanos de estas aldeas se referían de los dos ancianos hermanos como
“los patriarcas”. ¡Ellos deben haber presentado una sorprendente escena, ambos
hermanos tenía su cabello blanco: William Hake alto y delgado, Robert Chapman,
más bajo y rechoncho, visitando las casas de puerta en puerta para compartir el
evangelio y ministrar a Cristo!
William Hake murió en paz en 1890 a la edad de 95 años. Robert Chapman fue muy
entristecido por la muerte de su colaborador. Él escribió: “Aunque penosamente
desconsolado, estoy fortalecido y guiado para seguir con el servicio en el cual
una vez tuve a mi amado compañero para llevar la carga conmigo. ‘La noche está
avanzada, el día está cerca’. Él editó un volumen de las cartas y escritos de Hake:
“Setenta Años de Peregrinaje.”
Robert Gribble
Robert Gribble nació en una familia pobre y recibió una educación mínima. Él sostuvo a
su familia a través de un negocio de tapicería. Él fue despertado espiritualmente
alrededor de 1815 y comenzó a establecer escuelas dominicales en ciudades alrededor
de Barnstaple. Después de un año alrededor de 300 niños estaban asistiendo. Los padres
pidieron a Gribble que hablara a los adultos los domingos por la tarde. Su habilidad
aumentó y varias casas-iglesias o cabañas de reunión fueron levantadas a través de su
predicación. La estrategia de Robert Gribble en la predicación del evangelio era quedarse
en una aldea por un tiempo predicando el evangelio y edificando a los nuevos creyentes,
típicamente 20 a 100 y después se movía a otro lugar. John Nelson Darby comentó
a Wigram concerniente a Gribble: “¿Cómo es que aunque usted y yo predicamos el
evangelio más claramente que muchos, vemos pocos resultados, y se nos dice que en N.
Devon, este Gribble en sus reuniones, solo repite unos pocos textos del evangelio y hace
unos pocos simples comentarios, y las almas son salvadas y asambleas son formadas?”
(Rowdon, p.252-3)
Relaciones con Hudson Taylor
En 1852 cuando tenía 20 años de edad James Hudson Taylor sintió una carga en su
corazón por China, él buscó ansiosamente el consejo de Chapman.
Posteriormente Chapman lo estimuló para comenzar la China Inland Mission y vino a ser
uno de sus primeros sustentadores y consejeros. Hudson Taylor visitó a Chapman
varias veces en Barnstaple. Una invitación lee como sigue: “mi querido hermano
Taylor. Considere nuestra demanda sobre usted. Deseamos tener comunión con usted
en su obra. ¡Oh! Venga y háblenos a sus hermanos aquí. ¿Diga cuándo vendrá?”
(Peterson, p. 159)
A una hermana a punto de visitar China Chapman le escribió: “no puedo
sino regocijarme con usted en su resolución para ver a los compañeros obreros en China.
Todos ellos, con el querido Hudson Taylor, han estado siempre en mi corazón ante el
trono de la gracia.” El intercedía diariamente por esa obra en China hasta el fin de su
vida.
George Mueller
Un escritor dice: Chapman “fue uno de los amigos más antiguos e íntimos de George
Muller. Más de una vez, en periodos críticos de esta obra (entre los huérfanos)
Muller buscó y obtuvo su valioso consejo.” (Peterson, p.163) George Muller publicó su
diario de manera a ocultar la identidad de los individuos. Sin embargo, al parecer es
Chapman el hermano ‘C’, quien pasó más de dos meses en Bristol a finales de 1835
(Rowdon p. 146)
Actitud frente a las divisiones
Oh mi Salvador crucificado
Oh, mi Salvador crucificado
Cerca de Tu cruz deseo permanecer,
Mirando con adoración
Tu agónica muerte
Después que Chapman hubo vivido por un tiempo en Barnstaple, se trasladó a New
Buildings. Su idea era entrar en el corazón del distrito de “Derby” y vivir entre los pobres.
New Buildings era un callejón sin salida no lejos de “Ebenezer.” Sus casitas eran muy
pequeñas y simples . Extraños olores a veces atacaban las narices de sus habitantes. Todo
esto presentaba un contraste a las circunstancias en que Chapman vivía en Londres.
Hablando de este tiempo, él después dijo que a su conversión supo que el orgullo era
semejante a su pecado capital, de manera que se dirigió a esa aldea en la cual a
veces había conducido un carruaje con dos caballos con cocheros y lacayos (esto
probablemente se refiere a las visitas a Pugsley) y allí vivió en la casa de un obrero en
una calle lateral. “Mi orgullo nunca lo superó,” fue su típico comentario. De este modo
tempranamente, con un golpe bien dirigido cortó la cabeza a esta mortal víbora.
Chapman vivía en el No. 6, y desde el comienzo hizo de su casa un lugar donde
cualquiera del pueblo de Dios podría libremente venir y quedarse. Él vivió por fe, no
recibiendo sueldo, y él sentía que si personas viniesen y vivieran por una semana o dos
en una casa donde el más pequeño ítem era recibido de la mano de Dios por fe, esto les
ayudaría en sus propias vidas. Cuando tuvo esta casa, él oró para que visitantes
viniesen, y ellos pronto llegaron. Pero solo por un breve periodo. Después ellos se
fueron y él quedó solo. Esto lo confundió grandemente. Esto no habría confundido a
muchas personas, que simplemente habrían explicado esto , diciendo, “ las personas
vienen a Barnstaple no quedan tan satisfechos con los oficios domésticos de un joven
abogado de treinta años, llevadas en una casa de campo en la parte más pobre de la
ciudad.” Pero Chapman estaba convencido de que el Señor lo había guiado a tomar
esta casa y le había dado la confianza para esperar un flujo regular de visitantes. Él se
angustió por tanto profundamente, y se arrodilló , examinando humildemente su
propia vida ante Dios. “¿Por qué, Señor, no me envías Tus hijos?”, clamó él, él
nunca tuvo que arrepentirse de esta pregunta. Desde ese día nunca hubo falta
de visitantes bajo su techo.
Siempre fue un punto para Chapman que nada fuese preguntado en cuanto al tiempo
que los visitantes pensaban quedarse. Cuando un huésped llegaba él le mostraba su
dormitorio, y se le decía cuales eran las costumbres de la casa, y se le pedía dejar sus
zapatos fuera de su puerta para que Chapman los limpiase. Las personas a
veces sugerían a Chapman que debía ser muy embarazoso tener visitantes llegando en
todo tiempo, y quedando tanto tiempo como ello lo deseasen, especialmente cuando su
casa era tan pequeña. “¡pero Dios ordena eso!” respondía él. Si alguno era escéptico,
los hechos estaban abiertos para investigación y estos mostraban inequívocamente que
Dios lo ordenaba todo. Por casi setenta años nunca hubo una sola ocasión cuando los
visitantes debieron ser despedidos porque no había lugar.
A veces al final del día, las provisiones se acababan y no había dinero para comprar más.
Chapman no consideraba esto como una emergencia. Esta era simplemente la forma en
la cual Dios estaba obrando ese día. “Debemos orar por esto,” decía él. Y el desayuno de
la próxima mañana se proveía solamente a través del ruego. Tan natural y no
ostentosamente era la vida de fe de aquellos que vivían allí que eran completamente
inconscientes de algo fuera de lo ordinario. Chapman no deseaba dar la
impresión que dependencia como de niño en Dios era una cosa extraordinaria. Lo
menos que deseaba era atraer la atención sobre sí mismo, aun sobre el fundamento de
que por hacer así Dios sería finalmente glorificado. Es verdad que a medida que los años
pasaban él vino a ser una figura conocida en muchas partes de las islas Británicas, pero
esto era simplemente porque muchas personas encontraban su ministerio poderoso.
“ en estos días había gigantes sobre la tierra,” escribió A.T. Pierson después de la muerte
de Chapman. Chapman fue un gigante espiritual. Ni una pulgada de su estatura se
debía a métodos carnales de publicidad.
Ninguna tarea era demasiado humilde para Chapman. Los visitantes eran
particularmente impresionados por su costumbre de limpiar el calzado de sus huéspedes.
Realmente, era sobre este punto que había mucha resistencia, por parte de aquellos que
se quedaban con él que estaban conscientes que a pesar de la simplicidad de su casa él
era un hombre de buena educación y modales, y cuando ellos lo habían escuchado
ministrando la Palabra con gracia y autoridad eran extremadamente sensibles acerca
de permitirle cumplir tan servil tarea para ellos. Pero él no debía ser resistido. En una
ocasión un caballero, habiendo considerado sin duda el nacimiento de su gentil anfitrión
y elevada posición espiritual se negó al principio a sacarse sus botas. “Insisto,” fue la
firme respuesta. “En días pasados era la costumbre lavar los pies de los santos. Ahora
esta no es más la costumbre, yo hago lo más cercano a eso y limpio su calzado.”
Las personas de New Buildings difícilmente podían tardar mucho en descubrir que un
hombre no ordinario había llegado a vivir entre ellos. A la cuatro de la mañana se podía
ver a Chapman caminando en la calle y saliendo de la ciudad. Estas caminatas de
mañana a veces lo llevaban a Ilfracombre para desayunar , doce millas sobre los montes
de Devonshire. En una ocasión, al menos, él anduvo hasta Exeter, una distancia de
cuarenta millas, antes de almorzar. Normalmente, sin embargo, él andaría unas pocas
millas y después retornaría para limpiar el calzado y llamar a sus huéspedes.
De esto se verá que él raramente se levantaba más allá de las 3.30 a.m. Junto a su cama
había una gran tina. Cada noche puntualmente a las 9, él decía “buenas noches,” y
tenía un baño caliente. Cada mañana, mientras la ciudad aun dormía, él saltaba y se
daba un baño frío, y después se vestía. Él una vez dijo a un joven visitante: “usted ve,
querido joven, que Dios nos ha dado un valioso cuerpo, y Él espera que nosotros, como
buenos obreros, lo mantengamos en buen orden. Yo abro los poros de mi cuerpo en la
noche, y los cierro con un baño frío por la mañana.”
Hasta el mediodía, ya sea dentro o fuera, la mayor parte de su tiempo era entregado a la
oración, la lectura de la Biblia y la meditación. Una estimación conservadora sería siete
horas de clara comunión con Dios antes del mediodía. Este era indudablemente el
secreto de su poder espiritual. La actual generación de creyentes haría bien en dar
atención a este ejemplo. Quietud y la fortaleza que viene de esperar largamente en
Dios no siempre son valoradas como debiesen serlo. La actividad de la carne es también
a menudo sustituida por el poder del Espíritu. Una cierta suma de obra es realizada sin
pedir a Dios que bendiga lo que ha de hacerse, y planes son
febrilmente hechos. Chapman pasó a través de una gran suma de trabajo, pero sin una
vasta suma de movimiento y bullicio. Su vida era semejante al fluir permanente de un
poderoso río, que es de mayor importancia que el ruido un goteo.
Los días sábados el entregaba su mente y pensamientos a un completo descanso ante
los deberes del día del Señor. Él usualmente pasaba todo el día en su taller. Caminar
y hacer obra de carpintería eran sus principales recreaciones, y el sábado era el
día para la carpintería. En la parte trasera de su casa tenía un pequeño lugar para este
propósito. Allí había un banco, y un set de herramientas, pero la principal era un torno.
El torno era su gran delicia. De allí salieron muchas panaderas. Estas eran presentadas a
sus huéspedes, o vendidas para obtener fondos misioneros.
Normalmente no se le permitía a nadie verle el sábado. Eran bien sabido por amigos en
la vecindad que si ellos deseaban hablar con él acerca de alguna materia debían escoger
otro día. Un altamente favorecido joven hermano que se atrevió a ir a la puerta del taller
en tal ocasión, tuvo como respuesta: “entre. Pero hable acerca del torno.”
Aun así esta recreación estaba acompañada de ejercicios espirituales, porque él
siempre ayunaba los sábados, y mientras estaba trabajando, derramaba su alma en
comunión con su Señor. Este hábito de combinar lo espiritual y lo práctico era
característico de Chapman. Él oraba mientras caminaba o al hacer sus
deberes diarios. De hecho, él se negaba a reconocer alguna distinción artificial entre
deberes religiosos y materiales, pero estaba siempre consciente del mandamiento
divino: “Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los
hombres; 3:24 sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a
Cristo el Señor servís.” (Col. 3:23-24)
Referencias
Chief Men Among the Brethren, by Pickering, Henry, Pub. Loizeaux Brothers Inc.,
Neptune, NJ 1986 (1st printing 1918) Robert Chapman, A Biography, Peterson, Robert L.
Pub. Loizeaux Brothers Inc., Neptune, NJ 1995. The Origins of the Brethren, By Rowden,
Harold H., Pickering and Inglis, London, 1967. Anthony Norris Groves, by Lang G. H. (2nd
edition; London, The Paternoster Press, 1949). W. H. Bennet, Robert Cleaver Chapman of
Barnstaple Frank Holmes, Brother Indeed: The Life of Robert Cleaver Chapman, John
Ritchie Robert L. Peterson and Alexander Strauch, Agape Leadership: Lessons in Spiritual
Leadership from the Life of R. C.