Sei sulla pagina 1di 19

ENTENDER LAS DIFICULTADES DE SU HIJO CON LA CONCENTRACIÓN

De un vistazo
 Las dificultades con la concentración pueden ser un síntoma de condiciones de
base cerebral como el TDAH.

 Los problemas con la concentración incluyen la dificultad para prestar atención y


distraerse con facilidad.
 Hay pasos que usted puede tomar para ayudar a su hijo a prestar más atención en
la casa y en la escuela.

¿Su hijo olvida las cosas constantemente, comete errores descuidados y parece que
siempre estuviera soñando despierto? Si esto es así, usted se estará preguntando por
qué no puede o no quiere prestar atención.

Muchos niños con estos síntomas tienen el trastorno por déficit de atención con
hiperactividad (TDAH). Sin embargo, hay dificultades de aprendizaje que también
pueden hacer que los niños parezcan inatentos. Infórmese más acerca de qué es lo que
causa estas dificultades con la concentración y qué puede hacer para ayudar.

Lo que usted podría estar viendo


Los problemas con la concentración no lucen igual en todos los niños. Y los signos
pueden cambiar con el paso del tiempo. Usted podría notar que su hijo se pierde en sus
propios pensamientos. Es como si él lo dejará a usted fuera de su mundo. También
puede ser que se distraiga y tenga problemas para terminar tareas y para seguir
instrucciones.

Si varios de estos signos estuvieran presentes por al menos seis meses, sería una buena
idea que hable con sus los maestros y su doctor. Todos ustedes pueden trabajar juntos
para averiguar qué es lo que está causando estos problemas.
Qué causa las dificultades con la concentración
Un gran número de dificultades de aprendizaje y de atención pueden interferir con la
habilidad de los niños para concentrarse. El que está más relacionado con los problemas
de atención es el TDAH. Esto podría sorprenderle, tal vez usted se imagine que los niños
con esta condición son hiperactivos, y su hija no lo es. Sin embargo, hay un tipo de
TDAH (algunas veces llamado TDA) que no incluye la hiperactividad.

Aquí le presentamos algunas de las dificultades que pueden causar problemas con la
concentración.

Trastorno por déficit de atención con hiperactividad. El TDAH es la condición


cerebral infantil más común. De hecho, del 8 al 10 por ciento de los niños entre los 3 a
17 años de edad en los Estados Unidos, han sido diagnosticados con este trastorno.
Para los niños con TDAH, el área del cerebro que controla la atención podría tardarse
más en desarrollarse y, además, podría funcionar en forma diferente.

Los niños con TDAH podrían no ser capaces de:

 Saber cuándo concentrarse en los detalles pequeños y cuándo concentrarse


en el cuadro completo
 Filtrar elementos, sonidos o información no importantes
 Prestar atención sin distraerse
 Sostener el hilo de un pensamiento cuando son interrumpidos
 Seguir los pasos en una tarea sin necesitar escuchar las indicaciones varias
veces
 Concentrarse en una actividad a la vez
 Seguir indicaciones orales
 Procesar la información con rapidez
 Mantener una conversación

Los signos del TDAH pueden cambiar con el paso del tiempo. Los problemas por los que
un niño de preescolar o de primaria pasan, pueden parecer diferentes en la escuela
media o el bachillerato.

Dificultades con el funcionamiento ejecutivo. Este conjunto de habilidades mentales


son las que ayudan a los niños a prestar atención, planificar, hacer prioridades y
prepararse para comenzar las tareas. Si estas habilidades son deficientes, pueden
causar algunos de los síntomas que usted podría estar viendo en su hijo. Muchos chicos
con dificultades de aprendizaje y de atención, en particular el TDAH, también
tienen habilidades del funcionamiento ejecutivo limitadas.
Trastorno del procesamiento auditivo (TPA). Este problema de comprensión
auditivapuede causar problemas con la concentración, pero por una razón diferente. Los
niños con TPA tienen problemas para procesar los sonidos del lenguaje. Si su hijo tiene
problemas para prestar atención cuando la gente está hablando, ésta podría ser la causa.

Cómo puede obtener respuestas


Si su hijo ha tenido problemas de concentración por un periodo de por lo menos seis
meses, podría ser el momento de buscar ayuda profesional para averiguar el por
qué. Observar a su hijo y tomar notas de su conducta, será muy útil para los
profesionales que la evalúen. Aquí le señalamos algunos pasos que usted puede tomar:

 Hable con el maestro de su hijo. Si las dificultades de concentración de su


hijo están afectando su trabajo escolar, sería buen momento para comenzar a
obtener respuestas. El maestro puede ser un gran recurso de información y de
ayuda. Pregúntele si habría alguna clase de adaptaciones informales que
podrían ayudar en el salón de clases, tal como sentarse al frente del salón y
lejos de las ventanas y puertas.
 Averigüe acerca de una evaluación educativa. Si usted sospecha que las
dificultades de concentración de su hijo se deben a una dificultad de
aprendizaje o atención, usted o el maestro de su hijo podrían solicitar que la
escuela haga la evaluación. (La escuela no puede hacer la evaluación sin su
permiso.) Si la escuela está de acuerdo, usted no tendría que pagar por la
evaluación.
Dependiendo de los resultados, su hijo podrían obtener los servicios y el apoyo
que necesita. La escuela se comprometería en ofrecérselos por escrito a través
de un plan 504 o un IEP. El apoyo podría incluir tiempo adicional o notas
escritas de las lecciones del salón de clase.
 Hable con el doctor de su hijo. Usted también puede comenzar a tener
respuestas al hablar con el doctor de su hijo. Juntos pueden crear un plan para
averiguar qué es lo que está causando estas dificultades con la concentración.
El doctor podría ser capaz de descartar ciertas razones médicas o diagnosticar
el TDAH. Además, usted podría obtener referencia para ver a otros
especialistas para evaluaciones futuras.
 Consulte con especialistas. El doctor de hijo podría referirla a más de un
especialista. Un audiólogo buscaría la presencia de dificultades de audición.
Un patólogo del lenguaje, buscaría trastornos del lenguaje. Un neurólogo, un
psiquiatra o un pediatra con especialidad en el desarrollo de la conducta,
buscarían la presencia de problemas causados por condiciones del cerebro,
incluyendo el TDAH. También podría ser derivado a la consulta de un
especialista de aprendizaje, quien vería de qué manera piensa y aprende su
hijo.
 Hable con un especialista de aprendizaje. Este profesional puede realizar
una evaluación sobre dificultades de aprendizaje y de atención utilizando las
mismas pruebas que utilizaría la escuela. Sin embargo, usted tendría que
pagar por este servicio ya que es una evaluación privada.

Si su hijo es menor de 3 años de edad, usted puede contactar al sistema de intervención


temprana de su estado. Usted podría obtener una evaluación gratuita sin necesidad de
que otro profesional la derive o la refiera.

Lo qué usted puede hacer ahora


Ya sea que usted sepa o no la causa de las dificultades con la concentración de su hijo,
hay muchas cosas que usted puede hacer para ayudar. Estos son algunos pasos para
ayudarle a manejar los desafíos y construir las habilidades de atención de su hijo.

 Aprenda lo más que pueda. Una vez que usted sepa por qué su hijo tiene
problemas para concentrarse, será más fácil encontrar mejores maneras para
ayudar. Usted podría darse cuenta que tiene más paciencia cuando las
ensoñaciones y distracciones de su hijo lo alejan de aquello que usted le ha
pedido que realice. Lo mejor de todo es que su comprensión puede rendir
buenos frutos para construir la autoestima de hijo.
 Observe y tome notas. Al observar las conductas de su hijo, usted podría
notar patrones de cuando puede o no concentrarse. Esto puede ayudarle
a hacer cambios en su hogar y a probar estrategias para mejorar su
atención. Tomar notastambién le ayudará cuando tenga que hablar con el
doctor de su hijo o con los maestros y especialistas.
 Dé un límite de tiempo. Tener límites de tiempo o plazos para completar
cosas puede ayudar a su hijo a organizar el tiempo y a que se concentre en las
tareas. Además puede reducir el estrés de tener que controlarlo. Programe un
temporizador con alarma para que le dé suficiente tiempo para que complete
un trabajo exitosamente. En la medida que él sea más eficaz en su objetivo de
mantenerse en la tarea, usted puede ir reduciendo la cantidad de tiempo.
 Véalo a través de los ojos de su hijo. A menos que usted también tenga una
dificultad con la concentración, podría ser muy difícil entender por lo que su
hijo están pasando. Understood.org puede darle una idea cómo se siente tener
problemas para prestar atención.
 Pruebe nuevas estrategias. ¿No está seguro cómo manejar una situación o
cómo ayudar a su hijo a lidiar con los problemas de atención? El consejo sobre
comportamientos de Entrenamiento para padres puede ayudar.
 Conéctese con otras familias. Criar a un hijo con dificultades con la
concentración puede ser muy complicado. Pero ayuda saber que usted no está
solo. Hable con las familias que están pasando por lo mismo. Estas familias
saben por lo que usted está pasando y ellos pueden compartir sus ideas y
estrategias.
Ver que su hijo se distrae o no pueden finalizar una tarea puede ser muy frustrante. Sin
embargo, saber qué es lo que está causando esta conducta podría darle a los dos una
dirección para seguir y obtener ayuda. Si la conducta de su hijo no mejorara
significativamente con su ayuda, entonces usted tendría que conseguir ayuda profesional
y hablar sobre el tratamiento.

Las dificultades con la concentración son muy comunes y hay muchas cosas que usted
puede hacer para que prestar atención se vuelva más fácil.
Puntos clave
 No todos los niños con TDAH son hiperactivos; algunos batallan más que otros con
la concentración.

 El TDAH no es la única condición que causa dificultades de concentración.


 Trabajar con profesionales puede ayudarlo a entender las dificultades y a crear un
plan para desarrollar las fortalezas de su hijo.

7 EJERCICIOS PARA CONTROLAR EL DÉFICIT DE ATENCIÓN EN NIÑOS

Este artículo es la segunda parte de nuestro espacio dedicado al déficit de atención


en niños. En la primera parte conocimos sus generalidades y cómo resulta la vida para
los niños con este trastorno. Visita la primera parte aquí: Conoce el Trastorno por
Déficit de Atención en Niños – Síntomas y Control

Técnicas para tratar el trastorno por déficit de atención en niños

Una de las técnicas es modificar y compensar en lo posible, esas conductas


típicas y recurrentes que tienen efectos negativos en el día a día del niño y sus
padres.
A través de estos ejercicios claves que te presentamos podrás reducir en el niño
la inquietud motriz y la impulsividad, que suelen ser las principales fuentes del
problema, a través del aumento de su atención y el aumento de su capacidad
cerebral.

El principal objetivo de los ejercicios es cambiar los hábitos, conductas y


actitudes negativas que el niño tiene ante ciertas situaciones y enseñarle a su mente
nuevas formas de reaccionar ante esa situación.

Estos ejercicios son ideales para controlar el déficit de atención en niños de


preescolary de primaria:

1. Realizar Rompecabezas

Es una dinámica fácil de ejecutar y que además mantendrá a tu hijo concentrado


y lo ayudará a desarrollar su inteligencia espacial: los rompecabezas, atraen la
atención del niño desde principio a fin, puede ser que se levante un par de veces,
pero luego regresará para terminar lo que en algún momento empezó.

Los rompecabezas contribuirán a solucionar los problemas de atención


y mejorar la memoria del niño.

2. Lectura de cuentos

Tal vez las dinámicas más divertidas son las que mantienen la atención del niño,
pero también es necesario el desarrollo de su capacidad de concentración para su
día a día en el colegio, por ejemplo; y leer un cuento de noche puede ser una buena
alternativa.

Es importante que tú como padre contribuyas en esta tarea y después puedas


hablar con él un poco sobre la historia. Una buena idea sería hacerlo también en la
mañana.
3. Separar elementos

Otra excelente dinámica es la separación de elementos, para ello debes reunir


una cantidad de objetos con características diferentes: color, tamaño y forma.

La tarea que tiene el niño es la de agrupar y clasificar los objetos presentados


según sus características comunes. Esto ayuda a que los niños presten atención a
cada una de las características de los grupos de objetos y desarrollen su
concentración, destreza y salud mental.

4. Laberinto

Uno de las ejercicios para niños con tda o tdah que puedes realizar en casa es
un laberinto con cuerdas que se enreden por distintas habitaciones de la casa y
que conduzca a una bolsa de dulces o a un premio. Al abandonar la cuerda o al
distraerse, será penalizado con un caramelo menos.

En esta dinámica se pueden divertir muchísimo y, además pasar una tarde


diferente. Si tu hijo es más grande puedes aplicar la técnica del laberinto, pero
utilizando papel y lápiz.
5. Colorear sin espacios

Si no tienes tanto tiempo como para planear la dinámica del laberinto, otra
opción es pedirle a tu hijo que coloree una hoja sin dejar espacios en blanco.

Puedes empezar aplicando el ejercicio con una hoja tamaño carta e ir


aumentando de tamaño y, de la misma manera, podrá ser dos veces por semana,
pero lo recomendable es que se realice cotidianamente. Un adulto debe supervisar
el ejercicio porque el niño tenderá a desistir en finalizar el trabajo.

6. Inteligencia espacial

Los ejercicios de inteligencia espacial son sumamente positivos para ejercitar la


memoria y capacidad de concentración de tu hijo. A partir de imágenes con
símbolos, colores, relojes, formas abstractas, letras o números que sigan un patrón
determinado, el niño deberá ordenar las figuras de acuerdo con la secuencia que
vienen llevando.

7. Otras dinámicas para la atención para realizar en casa

En casa se pueden realizar muchas dinámicas para el desarrollo de las habilidades


del pensamiento de tu hijo, como por ejemplo: ubica varios elementos en un sitio,
en un orden determinado, luego varía la colocación para que él vuelva a organizarlos
en el orden estipulado.
Otro ejercicio podría ser, nombrar varios objetos y posteriormente guardarlos
en una caja, para que el niño repita el nombre de todos los objetos que están es su
interior. Realmente puedes hacer muchos ejercicios con tu hijo, todo depende de tu
creatividad e iniciativa, recuerda que esas tareas ayudan a potenciar la capacidad de
atención de tu hijo.

Desde siempre se ha dicho que el apoyo de los padres es muy importante, pero
no imprescindible; sin embargo, en este caso donde la familia tenga un niño con
déficit de atención, este miembro del hogar necesita la mayor supervisión posible y
un apoyo incondicional que solo pueden ofrecer padre y madre.

También puedes realizar con tu niño mapas conceptuales o mentales, este tipo
de herramientas pueden resultar efectivas para controlar el déficit de atención que
pueda tener tu niño durante el momento de estudio debido a que su elaboración
requiere concentración y adicionalmente, pueden fomentar la creativid ad y la
organización en tu niño/a. Visita nuestra de mapas conceptuales y mentales para
aprender más sobre este tema.

En niños con déficit de atención, ten precaución con:

Excesiva Televisión: Estudios especializados han revelado que la violencia, el


exceso de publicidad y programas no educativos que se trasmiten por la tv, pueden
tener un impacto negativo en el niño, puesto que el cerebro de éste no cuenta con
suficientes sustancias que le ayudan a bloquear y seleccionar el contenido que ve,
por tanto todo lo que observa en la televisión es grabado en su memoria.

Videojuegos: Investigaciones demuestran que éstos reducen la línea base de la


actividad del cerebro, lo que hace que el niño esté hiper-enfocado en esta actividad,
lo que puede ocasionar adicciones y que el niño no tenga límites razonables entre
la realidad y lo virtual.

Además, estos momentos del día son pasivos y le quitan tiempo al niño para
aprender habilidades y desarrollarse de una forma positiva en cuanto al TDA.
Efectivamente, la tv y los videojuegos pueden dificultarle al niño la mejora de su
aprendizaje y las habilidades sociales a la vez que trunca el desarrollo de su
capacidad cerebral.

Dinámicas positivas para el desarrollo del niño con déficit de atención:

 Los deportes en equipo son una de las principales dinámicas que ayudarán a
tu hijo, como el basquetbol, beisbol, futbol, vóleibol y cualquier otro deporte
en el que el niño pueda compartir con otros de su edad, tomar modelos de
comportamiento y aprender a socializar mejor. Este aprendizaje resulta
importante para niños con problemas de conducta.
 También puede realizar otros deportes como el tenis, que aunque no se juega
en equipo es un deporte que necesita de mucha concentración.
 Son recomendados también el Karate o Tae Kwon Do, porque tienen como
guía a un instructor y deben seguir ciertas instrucciones que le harán mantener
la atención, control físico y mental y mucha concentración.
 Expertos también recomiendan que el niño con TDA practique teatro, porque
le permite representar varios personajes y es una excelente salida para la
creatividad y la imaginación del infante.
 También puede realizar actividades como natación y clases de arte o música.
TRASTORNOS DE LA ATENCIÓN Y DE LA MEMORIA

La atención puede entenderse como el proceso psicológico implicado


directamente en los mecanismos de selección, distribución y mantenimiento de
la actividad psicológica. Bajo el rótulo de problemas atencionales, se han
incluido, la distracción sobre tareas de rendimiento, las percepciones de los
profesores sobre la concentración del niño, la atención selectiva, la atención
dividida y la atención sostenida (probablemente la más determinante en
dificultades académicas). Normalmente los padres y profesores se quejan de que
el niño falla en la atención de los pequeños detalles, que tiene dificultad en
mantener la atención en las diferentes actividades, parece que no escuche
cuando se le habla directamente, no sigue las instrucciones y no finaliza las
tareas escolares (no por negativismo), tiene dificultad en organizar sus
actividades, evita trabajos que requiere de un esfuerzo mental sostenido, pierde
cosas a menudo, se distrae fácilmente ante estímulos externos, o es descuidado
en sus cosas.

Dentro de este apartado, podemos distinguir entre el déficit de atención sin


hiperactividad ni impulsividad (cuando la conducta está preservada), y el déficit
de atención con hiperactividad y/o impulsividad.

Es necesario también identificar bien los alumnos que pueden presentar un


trastorno restrictivo de la atención, son niños que presentan las siguientes
características:

a-Baja velocidad de procesamiento de la información (son niños excesivamente


lentos)
b-Dificultades en atención selectiva (no pueden responder ante un estímulo e
ignorar otros al mismo tiempo)
c-Mayor afectación de la memoria de trabajo (tienen dificultad para mantener la
información dentro de la mente y operar con ella)
d-Dificultades epicríticas (su psicomotricidad fina es de baja calidad)
e-Poca popularidad y cierto aislamiento social (son bastante tímidos y tienen
bajas habilidades sociales)
f-Trastornos internalizantes (tienen dificultades para expresar sus emociones)
Por otra parte, en cuanto a la memoria, habría que distinguir en primer lugar los
diferentes tipos de memoria, por diferentes canales sensoriales: memoria
auditiva, visual y visomotora. La primera, la auditiva, se refiere a la habilidad que
tienen los niños para retener y recordar la información que les llega por el canal
auditivo. La memoria visual se refiere a la habilidad para recordar con precisión
experiencias visuales previas. La última, la memoria visomotora es la habilidad
para reproducir experiencias visuales previas en la forma motora adecuada.
También podemos hacer una distinción en referencia a la duración en que se
retiene la información, en base a ello nos podemos encontrar con la memoria a
corto plazo, en que se retiene la información de una manera consciente, con
duración limitada (unos minutos) y con una capacidad máxima de 5 ó 6 ítems y
la memoria a largo plazo, que permite mantener la información
permanentemente, su capacidad es ilimitada y la información se mantiene de
forma inconsciente, a no ser que la hagamos consciente cuando la queramos
recuperar.

Asimismo, también tenemos la memoria semántica, que es la memoria necesaria


para la utilización del lenguaje, la memoria episódica que almacena experiencias
e información vital y biográfica, y la memoria de reconocimiento que nos permite
reconocer o identificar algo que hemos percibido anteriormente .

A nivel escolar, se pueden observar déficits en cualquiera de los tipos


mencionados, así pues nos podemos encontrar con niños que no retienen bien
las explicaciones orales del profesorado, o bien muestran dificultades a la hora
de estudiar con imágenes visuales, o retienen bien durante un periodo de tiempo
corto pero con el transcurrir el tiempo ya no se acuerdan. Por todas estas
razones, es necesario identificar bien estas variables ante un niño con un
trastorno del aprendizaje escolar.
LA EMOCIÓN Y SUS REPERCUSIONES EN LA MEMORIA Y LA CONDUCTA

Las emociones juegan un papel muy importante en nuestro comportamiento, pero


también influyen en nuestra memoria y en nuestro aprendizaje.

Las emociones son fenómenos psicológicos complejos que desencadenan procesos


fisiológicos (cambios en el ritmo cardíaco, sudoración de la piel, etc.), conductuales y
cognitivos.
Su función primera es la ayudar al individuo a adaptarse a las diferentes situaciones,
en especial a situaciones relevantes. Así surgen las emociones como reacciones a
estímulos externos y también internos (recuerdos y estados de ánimo conscientes).

Lo interesante de los últimos estudios sobre cómo funcionan las emociones es la


demostración de que estímulos que no son percibidos conscientemente también
producen una reacción emocional. En las pruebas se pudo comprobar cómo se dan
reacciones fisiológicas ante estímulos que no eran reconocidos conscientemente por la
persona, por lo que ésta no se daba cuenta siquiera de su existencia.
Antes decía que las emociones afectan nuestra memoria. Pero también es cierto que
ocurre al revés: que la memoria juega un papel muy importante en nuestras reacciones
emocionales.

Dado el funcionamiento y la distribución de funciones de nuestro cerebro, contamos


con dos tipos de memoria. La memoria explícita o consciente, la que se denomina
también “episódica” y hace referencia a los recuerdos de experiencias de nuestra vida.
Y la memoria implícita o inconsciente.
Las estructuras cerebrales clave en estos procesos son el hipocampo y la amígdala.

El hipocampo se ocupa de la memoria explícita reuniendo nuestros recuerdos


conscientes. La amígdala activa automáticamente reacciones emocionales ante
situaciones de supuesto peligro por vías de recuerdos a los cuales no tenemos acceso
consciente. Se ocupa, por lo tanto, de la memoria implícita.

Ambos tipos de memoria trabajan de forma conjunta. El conocimiento implícito actúa


como una primera señal de aviso que influye en los procesos racionales y conscientes
del conocimiento explícito. Esta combinación da lugar a las respuestas adaptativas de
la persona a las diferentes situaciones arriesgadas en las que debe tomar decisiones.
Nuestras elecciones dependen de las dos formas de conocimiento: el consciente y el
inconsciente. Sin las evaluaciones primarias de tipo afectivo de la memoria implícita
no se puede llegar a los complejos mecanismos conscientes de evaluación y análisis de
la situación.
Esta diferenciación entre el conocimiento emocional implícito y explícito nos da la
razón de muchas reacciones de ansiedad patológica o miedos irracionales que
desconciertan precisamente por no tener una explicación lógica y racional (consciente).
Fobias que llevan a reacciones desmesuradas ante estímulos que la persona
racionalmente considera inofensivos.

Esta diferenciación también explica la “amnesia infantil”, el hecho de que no


dispongamos de recuerdos conscientes de las experiencias de nuestros primeros años
de vida.

Como decía antes, es el hipocampo el encargado básicamente de la recopilación y


recuperación de la información explícita, de la memoria episódica. Esta estructura
madura tardíamente y no es plenamente funcional hasta la edad de tres años. Aquí
tenemos la explicación del por qué no tenemos recuerdos de esta edad.

Junto a esto está el factor de que nuestro pensamiento funciona utilizando el lenguaje
principalmente. La falta de un lenguaje estructurador, que dé forma a nuestros
pensamientos y recuerdos, hace que nos quedemos con la impronta emocional, con
sensaciones difusas que hechos importantes dejaron en nuestro sistema nervioso.
Los expertos en neurodesarrollo infantil aseguran que los tres primeros años de vida
determinan de forma definitiva toda nuestra persona. Que las experiencias fuertemente
negativas en esta edad (e incluso antes, en el útero) pueden llegar a afectar tanto el
sistema nervioso que creen bloqueos en el desarrollo del mismo. Manifestándose estos
bloqueos más adelante en la forma de trastornos o dificultades de aprendizaje. Y es
precisamente el hecho de no poder acceder de forma consciente a estas experiencias
traumáticas lo que las hace tan importantes al no poder elaborarlas, evaluarlas ni
conocerlas siquiera.

En el caso de experiencias traumáticas infantiles no existirá un acceso deliberado a la


información sobre lo que ocurrió, habrá ausencia del recuerdo explícito, lo cual nos
deja exclusivamente con la reacción emocional e inconsciente por parte de la amígdala.
Por este motivo es muy posible que estos traumas infantiles afecten la conducta
emocional del adulto sin que éste sea consciente de los mismos ni pueda modificarlos
desde la razón y la consciencia.

Identifica estas emociones


Los hechos que dan lugar a una activación afectiva intensa después de los primeros años
de vida, favorecen su recuerdo. Las emociones importantes influyen en los recuerdos,
haciéndolos especialmente vívidos y resistentes al olvido.

Potrebbero piacerti anche