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Resumen/abstract:
El deporte contribuye a la calidad de vida de las ciudades desde muy
diferentes aspectos. Existe un amplio consenso sobre los efectos
positivos del deporte en ámbitos como la salud de la ciudadanía, el
bienestar, la convivencia, la educación, o la economía de las ciudades.
Palabras clave:
Política, ciudad, integral, transversalidad,
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1. Introducción
Esta realidad multidimensional del deporte contrasta con las formas y las
herramientas con las que se gestiona. Las administraciones públicas se
han dotado de estructuras y modelos de gestión sectorizados como si
las áreas de trabajo de cada una no tuviesen relación con el resto. De
este modo, puede observarse que en la mayoría de los casos el deporte
es gestionado como un ámbito independiente, aunque se le reconocen
efectos en otros ámbitos -salud, educación, socialización, economía...-
que son considerados como externalidades positivas.
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En un contexto regional/local se han demostrado evidencias (Sport
England, 1999) de que el deporte contribuye a:
– La regeneración de comunidades
– La seguridad en dichas comunidades
– La involucración del voluntariado
– La salud
– El desarrollo y la educación de los jóvenes
– Las economías locales
– El medio ambiente
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2. Fortalecer la política deportiva
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En esas dos décadas el número de instalaciones y servicios deportivos
públicos locales aumentó fuertemente, lo que llevó aparejada una mayor
complejidad de sus organizaciones. La gestión adquirió un peso
relevante en el deporte público local debido esencialmente al elevado
volumen de gasto que supone el mantenimiento de estas estructuras.
Los ayuntamientos abrazaron con fuerza los postulados de la Nueva
Gestión Pública, aplicando principios de economía, eficiencia y eficacia
tanto en los instrumentos políticos como en programas (Leeuw, 1996).
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Las consecuencias de la falta de discurso político en torno al deporte
son muy nocivas para el deporte en general y especialmente para el
servicio público deportivo. Se olvida la capacidad que el deporte tiene
para transformar la sociedad, para equilibrarla, cohesionarla y mejorarla.
El deporte tiende a limitarse a una cuestión a gestionar con un criterio
meramente técnico, más centrado en sus aspectos de sostenibilidad
económica que a sus capacidades sociales. Pasa a orientarse hacia
unos clientes (reales o potenciales) de servicios deportivos y se aleja de
los intereses ciudadanos, de sus opiniones y sus capacidades. “¿No
tendrá la tesis del apoliticismo alguna relación con la defensa de los
privilegios y comodidades de los grupos nacionales o sociales
dominantes?” (Meynaud, 1972)
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3. Orientación ciudadana y nuevos retos para la
agenda política deportiva
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Al considerar todas las posibles contribuciones del deporte y tomando
como objetivo toda la ciudadanía se amplía notablemente el abanico de
retos que entran a formar parte de la agenda de política deportiva.
4. Transversalidad y redes
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Nos encontramos con que la agenda política municipal es mucho más
compleja que lo que era hace años. La administración local debe hacer
frente a una complicada interrelación de cuestiones económicas,
sociales, culturales, medioambientales, urbanísticas que configuran la
calidad de vida de sus ciudadanos y para quienes la administración local
es la primera puerta institucional a la que llamar para expresar sus
necesidades y descontentos. Por otra parte, como es lógico, las
administraciones han modificado sus modos de trabajo, bien sea por
decisión propia o por presiones internas y externas, hacia modelos más
abiertos y colaborativos con otras administraciones, agentes sociales y
ciudadanía, hacia un modelo que se ha denominado la ‘gobernanza
local’.
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La política estrictamente institucional no alcanza a cubrir todas esas
necesidades, por lo que resulta necesario un nuevo modelo basado en
la colaboración, tanto con otras instituciones como con empresas
privadas, agentes sociales y ciudadanía, para tratar de lograr los
objetivos que en política deportiva y de promoción de la actividad física
puedan establecerse.
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organización en red, coherente, flexible y abierta que fomente la
interacción continua y las relaciones de confianza entre las
diferentes especialidades.
• Multinivel. Con relaciones de colaboración entre los diferentes
niveles de gobierno y en el que cada cual aporte sus diferentes
recursos y capacidades en busca de los objetivos comunes. En
la mayoría de las políticas deportivas influyen distintos niveles de
gobierno que trabajan desde lógicas competenciales y sin
relacionarse con el resto. Este modelo de gobernanza se
orientará a generar relaciones de colaboración entre ellas en
busca de objetivos compartidos y proyectos comunes.
• Participación. Entendida de un modo profundo, no sólo como
proceso consultivo sino como cesión de poder de decisión y
empoderamiento en asuntos que afectan a su propio bienestar.
Este cambio supone modificar el funcionamiento de la
administración, sus modos de trabajo e incluso los propios
perfiles profesionales, que se orientarán más a gestionar
relaciones que recursos.
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5. Ejes de actuación de una política deportiva
para la ciudad
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política urbana integral. Desde el área de deportes se buscaron puntos
de encuentro con las siguientes áreas municipales:
- Juventud
- Salud y Consumo
- Acción Social
- Movilidad y Sostenibilidad
- Obras, Servicios, Rehabilitación urbana y
Espacio público
- Planificación urbana
- Atención ciudadana, Participación y Distritos
- Desarrollo Económico, Comercio y Empleo
- Euskera y Educación
- Igualdad, Cooperación, Convivencia y Fiestas
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Por otra parte, una política deportiva como la propuesta debe adaptarse
y complementar la estrategia general de la ciudad. De este modo, la
Estrategia del Deporte para Bilbao se alinea con el Plan de Gobierno del
Ayuntamiento de Bilbao para el 2015-2019.
A partir del diálogo con las diferentes áreas municipales, desde el Área
de Deportes del Ayuntamiento de Bilbao establece una serie de ejes
estratégicos con las acciones que se desarrollarán por parte de las
diferentes áreas y las que se realizarán en colaboración entre varias.
Cada ciudad debe establecer sus propios ejes estratégicos, si bien a
continuación se desarrollan las bases de algunos ejes estratégicos que
pueden servir de referencia a la mayoría de ciudades.
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Esta evolución y el papel protagonista en el “deporte para todos” no
debe llevar al abandono de otros tipos de práctica como el deporte
federado o el deporte escolar, que a pesar de ser responsabilidad de
otras administraciones, es en el municipio y en las instalaciones
deportivas municipales donde habitualmente se desarrollan.
Plantear la política deportiva como una política urbana integral nos lleva
a reconsiderar y fortalecer el concepto de Sistema Deportivo Municipal,
teniendo en cuenta que existen otras realidades deportivas más allá del
deporte para todos y que también contribuyen de modo notable a la
calidad de vida de la ciudadanía y a la estrategia de la ciudad.
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los primeros años son fundamentales para generar hábitos deportivos
entre la población y, en consecuencia, una mayor demanda deportiva
en el futuro. Es importante que el ayuntamiento se implique en la
organización y gestión del deporte en edad escolar. A pesar de que al
estar fuera de sus atribuciones no cuente con financiación específica
para ello, debe al menos trabajar de forma coordinada con las
administraciones que lo gestionan para buscar posibles mejoras en el
sistema y facilitar la transición de niñas y niños una vez terminada la
etapa de deporte escolar a otros tipos de práctica.
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mejorar oportunidades en los entornos construidos y sociales que hagan
que la ciudadanía incorpore la actividad física en su vida cotidiana, en
sus desplazamientos, en sus actividades en el espacio público o en sus
relaciones sociales. La OMS define la Ciudad Activa como aquella que
“Conoce y fomenta el valor de la vida activa, la actividad física y el
deporte. Proporciona oportunidades para la actividad física y una vida
activa para todas las personas” (Edwards y Tsouros, 2008)
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• Política y gestión: es importante tener en cuenta los diferentes
usos sociales del tiempo y las dificultades que muchas personas
encuentran a la hora de conciliar sus tiempos. Estas dificultades
para conciliar el tiempo laboral, el familiar, el cuidado y poder
dedicar tiempo a la actividad física debe ser considerado en las
políticas y gestión del deporte en la ciudad. La inclusión de
servicios coordinados de adultos y niños, las actividades
conjuntas o en familia, la ampliación de horarios o los servicios de
cercanía facilitan la conciliación para la práctica de actividad física
entre la población.
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En esta misma línea, además de la organización y gestión de las
actividades, también las infraestructuras y equipamientos deben
incorporar la perspectiva de género en su diseño y gestión, incluyendo
criterios de accesibilidad, seguridad y calidad que faciliten la práctica
deportiva de las mujeres. Admitir los diferentes usos sociales del tiempo
en la gestión de servicios y equipamientos tiene un importante efecto
sobre las facilidades para la práctica deportiva de las mujeres (Rueda,
Artazcoz y Cortés, 2009)
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discapacidades y la importancia de considerar criterios de accesibilidad
en instalaciones y equipamientos deportivos, áreas de recreo y parques.
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Eje 5: Deporte e identidad cultural
Sin duda otra cuestión clave en algunas ciudades y territorios en los que
se hablan una lengua propia es el fomento de las mismas. La política
favorecerá el uso y difusión de las lenguas propias en el ámbito
deportivo; pero también el deporte puede ser una importante palanca y
un altavoz para la promoción del uso de estas lenguas en otros ámbitos
no deportivos.
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Pero esta defensa y promoción de la lengua y cultura autóctonas no
deben hacer perder el sentido abierto y dinámico de las culturas locales.
Las ciudades son abiertas y en ellas hay importantes flujos de personas
con orígenes culturales diversos. Esta entrada e incorporación de
nuevos orígenes culturales generan cambios, dinamismo, de modo que
lo que en estos momentos es la cultura local es diferente a lo que era
hace unas décadas y a lo que será dentro de unos años. La cultura no
debe entenderse como un sistema cerrado y esencialista sino en
términos de fluidez y apertura (Isar, Y., 2005)
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inversiones en deporte para que tengan el efecto deseado y puedan
ayudar al desarrollo del tejido productivo.
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En lo relativo al turismo, es necesario ampliar el enfoque y no limitar el
concepto de turismo deportivo. El deporte y la actividad física pueden
formar parte de una estrategia de Turismo de Salud habitual en muchas
ciudades. También debe incluirse el enfoque del deporte para el turismo,
de modo que el deporte mejore la experiencia turística de las personas
que acuden a la ciudad por cualquier otro motivo ajeno al deporte.
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mismo. La política deportiva para la ciudad debe impulsar esta práctica
deportiva en el espacio público pero teniendo muy en cuenta los límites
de ciertas prácticas y colaborar con las áreas de espacio público,
seguridad y policía municipal para reducir estos conflictos asociados.
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Es necesario trabajar con el área responsable de los proyectos de
digitalización o de Smart Cities para explorar las posibilidades que estos
proyectos abren al deporte local. Las capacidades del Big Data y la
importancia del Open Data deben ser tenidas en cuenta a la hora de
diseñar la nueva política deportiva para la ciudad.
6. A modo de conclusión
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mismo, si no como un medio para alcanzar otros objetivos; pero que
para hacerlo debe incorporarlos en sus políticas y planes.
Una política deportiva para la ciudad debe afrontar los desafíos propios
de la ciudad, lo que conlleva nuevas modos de planificar y ejecutar las
funciones de la administración pública. Conlleva pasar a un modelo de
administración relacional basada en el establecimiento de objetivos
compartidos. Pasar un modelo en el que la especialización sectorial
pierde sentido en favor de una orientación ciudadana. Pasar a un
modelo en el que la propia administración es un agente más dentro de
un sistema tan complejo como es el que conforma una ciudad, un
agente dinamizador, pero un agente al fin y al cabo.
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Referencias
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McNeill L, Kreuter M, Subramanian S., 2006. “Social environment and
physical activity: a review of concepts and evidence”. Social Science and
Medicine, 63: 1011–1022.
Meynaud, J., 1972. El deporte y la política., Barcelona: Editorial Hispano
Europea
Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, 2014. Encuesta
Nacional de Salud. España 2011/12. Actividad física, descanso y ocio.
Serie Informes monográficos nº 4. Madrid: Ministerio de Sanidad,
Servicios Sociales e Igualdad.
Ortega y Gasset, J., 1983, Obras completas, Vol. II, Madrid: Alianza
editorial.
Rueda, S.; Artazcoz, L.; Cortés, I. 2009 Usos del tiempo y salud.
Barcelona: Ajuntament de Barcelona
Solar, L., 2011. El deporte como servicio local ante la “era wiki” en Libro
de actas del I Congreso FAGDE. Madrid.
Sport England, 1999. Best value through sport: The value of sport to
local authorities. London: Sport England
Sunyer, R., 2015. Hacia una economía ciudadana. Barcelona: Editorial
UOC
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