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5 Tipos De Altares De

Muertos Diferentes En
México
Una tradición muy viva

Porque La Muerte También


Se Celebra

En México tenemos una de las festividades que más asombro causa en el mundo,
y es que no cualquiera festeja a la muerte como los mexicanos. Son días de fiesta
para celebrar la partida de nuestros seres queridos y también de los que no lo eran
tanto. Durante estas fechas los cementerios se visten de colores y cambian sus
obscuras y solitarias noches por autenticas fiestas familiares donde la luz de las
velas y el sonido de los tríos o mariachis son parte de la celebración.
Todo el país festeja a la Catrina de formas muy originales y únicas, cada quien
agrega su toque especial para crear sus altares: parte fundamental de este
homenaje a la vida. Es por eso que en este blogspot te presentaremos algunos de
los altares más representativos de México, de los cuales podrás inspirarte para
poder crear el tuyo.

1.- Yucatán

Aquí el día de muertos es conocido como “Hanal Pixán”, que en lengua maya
significa “Comida para las almas”. Esta celebración yucateca tiene lugar desde el
31 de octubre hasta el 2 de noviembre, celebrando a los difuntos menores y
mayores. En los altares yucatecos la flor utilizada es la “Xpujuc”; que es una flor
silvestre de color amarillo. No pueden faltar los tradicionales mucbipollos o pibs, que
son preparados especialmente para esta celebración. Otros platillos que se colocan
en la ofrenda de muertos en Yucatán son los salbutes, relleno negro, atole de
maíz y el tradicional Xek: mezcla de cítricos con sal y chile.

Foto YucatanHolidays

2.- Tabasco.

En la tierra del pejelagarto, el altar de día muertos se compone de platos típicos


como el Uliche, que es conocido como el pipían tabasqueño, las meneas; un tamal
oriundo del estado y el chorote, bebida hecha con maíz y cacao. Parte importante
también son los postres como el tradicional dulce de papaya y camote.

El copal es parte de los rituales de estas fechas en los hogares tabasqueños al igual
que las velas que sirven para guiar a las almas hacia su descanso eterno.
3.-Michoacán.

Uno de los festejos más coloridos del día de muertos tiene lugar en el Lago de
Pátzcuaro y es conocida como “La noche de los Muertos”, durante esta celebración
en los altares es colocada una orquídea morada llamada flor de anima junto a las
velas, el copal y el incienso.

Algo característico de los altares en Michoacán es su arco: el cual es formado por


un cuadrado, un rectángulo y una estrella de seis picos cubiertos de flor de
Cempasúchil. Uno de los alimentos que es ofrendado a los difuntos es la corunda
que es un tamal hecho de maíz. Parte importante de estas fechas son la sal y el
agua que representan a la pureza y el bautismo del alma.
Foto VideaTelevision

4.- Guanajuato.

En este estado la gente acostumbra colocar caminos de tierra en sus altares para
simbolizar el largo camino que recorren las almas en su visita. Parte de los alimentos
tradicionales de esta festividad en Guanajuato son los buñuelos de rodilla bañados
con miel de piloncillo, cajetas de camote y el famoso fiambre; que es una mezcla de
carne de res, puerco y pollo con manzanas, naranja y jícama.

Otra de las ofrendas realizadas en este día son los alfeñiques: realizados con una
mezcla de huevos, gotas de limón, azúcar y una planta llamada chaucle. Después
de hecha, esta masa es moldeada con las manos para darle forma de diferentes
animales y frutas para ser colocadas en el altar.
5.-Chiapas.

El altar chiapaneco está lleno de los sabores tradicionales de su cocina, que van
desde los tamales de chipilín, el mole con pollo, el estofado de res hasta las bebidas
como el pozol blanco, el temperante, el pulque y el tepache, que son ofrecidos a
modo de ofrenda para los difuntos.

Algo que no puede faltar en el altar son los postres como la melcocha; que es una
mezcla de azúcar blanca con piloncillo, los suspiros, el dulce de calabaza, los
turrones y el dulce de manzanillita. Flores como el cempasúchil, el crisantemo, la
flor de seda y la flor de lechita son parte esencial de la tradición chiapaneca ademas
de frutas como las naranjas, el melón, los plátanos y la caña que forman parte de
esta gran ofrenda.
Foto BotanicusOnline

Como podrás darte cuenta, en esta festividad convergen las tradiciones y creencias
de cada lugar de México, dando como resultado un colorido homenaje a la vida. El
altar del día de muertos una extensión de lo que somos como mexicanos y una
forma de honrar a los que alguna vez formaron parte de nuestra de nuestra vida,
por lo que cada uno de nosotros tiene un toque personal y único al momento de
ponerlo.
Altar del Día de Muertos.
Significado y elementos
image: http://morelianas.com/wp-content/uploads/2015/10/ofrenda-noche-
muertos.jpg

Un elemento fundamental de la celebración del Día de Muertos en México es


el Altar que se instala en honor a los familiares fallecidos o personajes ilustres.
Consiste en una construcción simbólica de varias plataformas en donde se
colocan ofrendas florales, alimentos y bebidas para rendir tributo a los difuntos.

Te puede interesar: XXX Concurso Estatal de Ofrendas de Día de Muertos 2016

El altar de muertos contemporáneo es el resultado de la combinación de las


creencias religiosas de las culturas mesoamericanas y las creencias religiosas
europeas traídas por los conquistadores y misioneros que llegaron con la conquista
de América.

El altar de muertos varía en algunas regiones según la idiosincrasia y


la cosmovisión de las diferentes culturas. Los diferentes niveles que conforman el
altar representan el mundo material e inmaterial o los diferentes niveles que se
deben de cruzar para llegar al descanso eterno. De acuerdo con esto existen los
altares de dos niveles que son una representación del cielo y la tierra; los de tres
niveles representan el cielo, la tierra y el inframundo; también existe el de siete
niveles que representa los siete niveles que debe atravesar el alma para poder llegar
al descanso o paz espiritual.

Para los antiguos mesoamericanos, la muerte no tenía las connotaciones morales de


la religión católica, en la que las ideas de infierno y paraíso sirven para castigar o
premiar. En diferentes culturas, particularmente en la azteca, se creía que existía un
proceso para morir. En la cosmovisión azteca el alma de una persona debía
pasar ocho niveles en el Mictlan, el inframundo para aquellos que morían de forma
natural, cada uno representaba una prueba para llegar al noveno nivel en el que se
llegaba ante Mictlantecuhtli y su esposa Mictecacíhuatl, llegando al descanso
eterno.

Elementos del Altar de Muertos


Cada uno de los elementos que conforman el altar de muertos, aunque muchos
discrepan entre un significado, encierra su propia historia, tradición y misticismo.
Entre los elementos más característicos del altar de muertos tradicional se
encuentran los siguientes.

Papel picado
El papel picado de color morado (luto cristiano) y de color naranja (luto azteca). El
papel picado comercial incluye variedad de colores y diseños basados en las
caricaturas de la Catrina, del caricaturista mexicano José Guadalupe Posada.

Retrato familiar
El retrato del familiar recordado sugiere el ánima que nos visitará, éste se coloca en
el nivel más elevado del altar.

Flores de cempasúchil
Palabra que deriva del náhuatl que significa flor de 20 pétalos, adornan y aromatizan
el lugar durante la estancia del ánima. En muchos lugares del país se acostumbra
poner caminos de pétalos que sirven para guiar al difunto del campo santo a la
ofrenda y viceversa.
Sal
Es el elemento de purificación, sirve para que el cuerpo no se corrompa, en su viaje
de ida y vuelta para el siguiente año. Otro elemento de purificación es la cruz de
ceniza que sirve para purificar el espíritu del muerto de sus culpas pendientes.

Velas y veladoras
Con su flama titilante sirven de guía para que las ánimas puedan llegar a sus
antiguos lugares y alumbrar el regreso a su morada. Si se ponen cuatro velas en cruz,
representan los cuatro puntos cardinales, de manera que el ánima pueda orientarse
hasta encontrar su camino y su casa.

Copal o incienso
El copal era ofrecido por los indígenas a sus dioses ya que el incienso aún no se
conocía, éste llegó con los españoles. Se utiliza para alejar a los malos espíritus y
para purificar el ambiente.

El agua
El agua o bebida preferida del difunto, se ofrece a las ánimas para que mitiguen su
sed después de su largo recorrido y para que fortalezcan su regreso.

Comida
La comida que le gustaba al difunto para deleitar al ánima del que nos visita. Uno de
los platillos favoritos que se aparece en el altar en muchos de los lugares indígenas
del País es el mole con pollo, además la calabaza en dulce de tacha.

El pan de muerto
La iglesia lo presenta como el “Cuerpo de Cristo“. Elaborado de diferentes formas,
el pan es uno de los elementos más preciados en el altar.

Otros elementos
Otros de los elementos muy característicos en los altares de muertos son
las calaveritas de azúcar, que representan alusiones a la muerte. El posible origen
de las calaveritas puede relacionarse con el tzompantli, una hilera de cráneos de
guerreros sacrificados colocados en un palo.
Altar zoque en día de muertos
Un altar zoque se compone de acuerdo a la región a la que pertenezca, no es lo mismo
un altar de Tuxtla al de uno en San Fernando, ni a uno de Tapilula, aunque estos sean
municipios zoques, pero esencialmente se componen de casi lo mismo, la diferencia
es el sincretismo o valor de las cosas que componen el altar.

Elementos que conforman un Altar Zoque


Los altares dedicados a los muertos, que construyen los tuxtlecos de origen zoque,
están constituidos por una mesa de madera adornada con ofrendas, que normalmente
es la del altar dedicado a los santos. Esta mesa debe llevar un mantel blanco. El altar
zoque lleva un cielo que es una tela que va desde el techo de la casa y baja por la
pared donde está la mesa de tal manera que la tela cubra todo el altar, de preferencia
debe de ser de color morada (que significa dolor y luto) o de color naranja (que
significa el color de paso de la vida a la muerte para los zoques) o bien de color blanco.
En la parte superior del altar se coloca un Cristo, también la imagen de un santo al
que los zoques llaman santo de espera, ya que es el que acompaña el alma en el regreso
a este mundo, la imagen puede ser de cualquier santo, de preferencia una virgen, y
posteriormente se coloca la imagen del difunto, y se acompaña de algún accesorio que
en vida usó el difunto por ejemplo un rebozo o un sombrero. En la parte alta de la
mesa se coloca el somé y un joyonaqué (flor costurada); en el piso, bellamente
adornado con juncia, un brasero con mirra, copal y estoraque; cuatro velas blancas
sobre tallos de plátano y muchas veladoras, una por cada difunto llamado a visitar y a
comer

Alrededor del altar se le pone la ofrenda mayor que es el somé (somé es una palabra
zoque que significa ofrenda o regalo). Éste debe de estar cubierto de ramas de caoba,
tempisque, zapote negro, cuy o de cualquier árbol de la región, además está
acompañado de panes en forma de roscas o de muñecos que se llaman ponsoquis, y
también de frutas de la región como plátanos, cocos, papayas, etc.

Las flores que se usan en un altar zoque son solamente las de cempasúchil (en zoque
se llama muzá); la flor de lechita (en zoque se llama punupunú); la flor amarilla de
cerro y la flor de seda.

Las ofrendas en el altar son solamente las que le gustaban al difunto, pero solamente
las tradicionales entre las que se encuentran el sispolá, el puxasé, el ninguijuti, el fríjol
con chicharrón, el sihuamonte, el canané (todas comidas zoques). En cuanto a dulces
están la manzanilla en dulce, el garbanzo en dulce, el jocote curtido, el nanchi, etc.
Las frutas del altar son solamente la lima, la naranja, la mandarina, el cacahuate y la
caña que son frutas de la región. En cuanto bebidas están el agua, el pozol, el agua de
chía, el chocolate con agua, el pinole, el tazcalate con agua, el atole agrio y el
aguardiente. También si fumaba la persona se le ponen cigarros sin filtro.

El altar debe llevar dos cirios que se colocan dentro de un trozo de tronco de planta
de plátano, ya que antes no se contaba con candelabros y sahumaban el altar con
incienso o copal. Se acostumbraba agregar pétalos de flores desde donde estaba el
altar hasta la puerta simulando el camino que seguirían las almas para llegar a las
ofrendas.

Las familias acostumbran a hacer el altar desde el día 30 para que el día que bajan las
almas de los niños que es el 31, puedan saborear de las ofrendas del altar.
Se coloca una veladora por cada muerto al que se le dedica el altar y se riega con
juncia todo alrededor.

El día 1 de Noviembre bajan las almas grandes, ese día por la tarde las familias
acostumbran a reunirse en la casa donde se hace el altar para saborear un rico tamal
de untado o tamal de mole o chiapaneco, y acompañarlo con un atole agrio y así
también comer la calabaza en dulce, mientras hacen coronas de flores de muzá y de
punupunú y de flor de siempre viva, para que éstas coronas se lleven al panteón el día
2 de noviembre.

En esta reunión no debe faltar la presencia de un anciano, mayordomo, o albacea


mayor que va de casa en casa para rezar en el altar una plegaria por el eterno descanso
de los finados, terminado el rezo el dueño del altar le proporciona un poco de cada
cosa que tiene el altar por su visita, así también podrán compartir las ofrendas del altar
con los niños que pasan de casa en casa pidiendo su calabacita. En algunas casas
antes de rezar también se acostumbraba a tocar algunas alabanzas con tambor,
carrizo y jarana.

El día 2 de noviembre toda la gente se prepara para ir al panteón para visitar las tumba
de sus muertos llevando velas, flores, comidas, tamales, dulces, bebidas y música, es
tanta la concurrencia que los que duermen esa noche no logran acomodarse y se les
dificulta encontrar la tumba de su familiar.

El altar se quita hasta el día 9 de noviembre en que se celebra la octava de los muertos,
y es solo para despedir a las almas.*
El día de muerto
Fueron la sensación mediática el año pasado por sus supuestas predicciones del fin del
mundo... El pueblo Maya es más que un pueblo con mensajes apocalípticos caducos; es
una civilización que aportó grandes avances en muchas ramas de la ciencia y la cultura.
El pueblo maya tiene su propia forma de celebrar a los muertos. Esta celebración es
conocida como el Hanal Pixán. Los mayas creían que la muerte era simplemente otra
forma de vida. Hanal Pixán significa “Comida de las almas” que se celebra para recordar
a los parientes y amigos que se adelantaron al más allá. Del 31 de octubre al 2 de
noviembre, es cuando a los difuntos les es permitido visitar a su gente. Entre
los aspectos que la gente del pueblo Mayacuida durante la celebración del Hanal Pixán
están los siguientes:

 La casa debe estar limpia: Además de elaborar manteles especiales, así como
los guisospreferidos del alma que visitará a la familia, se acostumbra lavar toda la ropa
sucia y limpiar la casa pues es una muestra de que se espera la visita del difunto con
cariño.
 Se protegen a los niños y se amarran a los perros: En algunas familias se acostumbra
poner a los niños, un listón color negro o rojo en la muñeca derecha para que los espíritus
no se los lleven. También se amarra a los animales domésticos y así puede dejarles libre el
paso a las almas.
 El altar de muertos: Este altar se pone sobre una mesa o cerca de la tumba del difunto, se
coloca lo típico en el resto del país, pero la costumbre maya es agregar alimentoscomo
atole nuevo, pibes o mucbipollos, xec (mezcla hecha con naranja, mandarina, jícama y otras
frutas, así como chile molido) tamales de x’pelón, vaporcitos, balché (bebida embriagante
que se hace con la corteza de un árbol que se llama así), pan dulce y jícaras de sabroso tan-
chucuá (atole que se fabrica con masa de maíz, cacao, pimienta y anís)

 El mucbipollo: Es como un tamal grande de masa de de maíz y manteca de cerdo, relleno


de carne de pollo y cerdo con tomate y chile. Se envuelve en hojas de plátano y se prepara
según la tradición original, de la siguiente forma: en el patio de la casa se hace un hoyo en
la tierra, donde se ponen leña y piedras y se cocina enterrado
 Plato extra: Si se es generoso, en la mesa de ofrendas se coloca un plato de comida extra,
agua, tortilla y vela para el alma que nadie se acuerda de ella. Y que tal vez, el alma del
familiar invite al alma sola a cenar.

Una semana después, se efectúa el bix (ochovario del día de finados, se dice también de la
reunión o fiesta que se hace a los ocho días de algún acontecimiento) u octava, que es una
especie de repetición menos complicada que la anterior. En las noches de esos días, en las
puertas de las casas y en las albarradas se encienden hileras de velas para que las almas
vean su camino al venir y al retirarse de la población al terminar los finados. [caption
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