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Los Malos Hábitos que presentan los estudiantes son:

– Tener todas las cosas que causan distracción en el lugar donde va a estudiar, nos referimos a aquellos
objetos distractores como la televisión, la bulla, la música, o estudiar con ruidos externos. Es apropiado
buscar un lugar tranquilo dentro de casa donde pueda concentrarse y analizar lo que tendrá que estudiar.

– Mantener una actitud inapropiada en la hora de clase, el no prestar la atención suficiente no permitirá
al estudiante poder estudiar por sus propios medios en casa.

– Empezar a estudiar recién cuando se acerca la fecha del examen.

– No contar con horarios para estudiar, tener una rutina desorganizada donde reina el desorden y el poco
interés para desarrollar sus actividades educativas.

– No saber utilizar correctamente las técnicas de estudio.

7 MALOS HÁBITOS DE ESTUDIO

Hay hábitos que son muy difíciles de adquirir, como lo es el estudiar correctamente. Lo ideal es tener un
espacio propio, sin mayores distracciones y haciéndolo con tiempo suficiente. Pero no todo el mundo lo
hace de la manera apropiada, y mucho escolares van adquiriendo hábitos muy malos que, aunque pudieran
servir de vez en cuando, al final se vuelven perjudiciales.

1. Estudiar la noche anterior. Aunque creas que puedes hacerlo, probablemente siempre termines
durmiendo muy tarde, aprendiendo poco y sacándote una mala nota. Es difícil mantener la concentración
por más de un par de horas, así que intentar estar mucho tiempo estudiando y de noche significará que de a
poco vas a perder el interés en lo que lees y al día siguiente no lo recordarás. Necesitas crear el hábito de
estudiar con tiempo, que será lo más útil si estás preparando la PSU.

2. Tener abierto Facebook o cualquier red social mientras estudias. Puedes creer que sólo lo tendrás abierto
por si alguien te necesita, pero de alguna manera siempre terminas revisando el inicio o los mensajes y
pierdes tiempo valioso de estudio. Algunos usan la excusa de que lo dejan abierto por si tienen dudas de la
materia y necesitan preguntarle a otro compañero, pero la verdad es que terminas hablando temas nada
que ver sólo para evitar seguir estudiando
3. Estudiar con la tele prendida. A veces prendemos la tele por inercia y ni siquiera la miramos realmente,
pero siempre será un distractor. A penas escuches algo que te guste, aunque sea un comercial, perderás la
atención que habías puesto en tus estudios y dirigirás tu mirada hacia el televisor. Sin darte cuenta
terminarás viendo alguna película que no te gusta mucho o una serie que nunca has visto sólo para evitar
seguir estudiando.

4. No tener un horario de estudio (o no cumplirlo). Estudiar todo un día no es bueno, menos hacerlo toda
una noche. Para evitar esto, debes crear un horario de estudio que implique dedicar tiempo todos los días a
estudiar las distintas materias que tengas que aprender, en períodos que no duren más de un par de horas.
De esta manera, no te recargarás los días previos a una prueba y tendrás tiempo suficiente para dormir bien
y no necesitarás utilizar ningún truco extraño.

5. Acostumbrarte a estudiar con distracciones. Si siempre estudias con música o con el ruido del televisor, y
te acostumbras a concentrarte de esa manera, al momento de rendir las pruebas te costará mucho
concentrarte. El silencio puede distraerte más que los ruidos cuando no estás acostumbrado a él, y lo normal
es que nadie haga ruido durante las pruebas. Así es que lo mejor es encontrar un lugar tranquilo en tu casa,
no es necesario aislar el sonido ni mucho menos, pero intenta crear un ambiente tan tranquilo como sería el
de una sala de clases.

6. Acostarte a estudiar. Normalmente pasa cuando te pones a estudiar a última hora y lo haces porque te da
sueño o te sientes cansado. Es lo peor que puedes hacer ya que el estar así de relajado hará que te dé cada
vez más sueño y tu capacidad de concentración se verá perjudicada. Además, corres el riesgo de quedarte
dormido y no terminar de estudiar.

7. Descansa. Muchas personas se obsesionan estudiando y no paran durante horas, y es un pésimo hábito.
Tu mente necesita descansar cada cierto tiempo para procesar lo que aprender y no sobre cargarlo con
materia que al final no lograrás retener. El dormir bien también es parte importante del estudio, ya que tu
cuerpo y mente descansan mientras lo haces, de esa manera llegas en condiciones óptimas al otro día a dar
tu prueba.

Estudiar de manera eficiente es importante para que logres aprender realmente lo que estás leyendo. No te
exijas demasiado ni te relajes tanto, ya que ninguno de los dos extremos te ayudará a rendir
apropiadamente. Y recuerda siempre que entre más atención pongas en clases, menos tendrás que repasar
después en tu casa.
MALOS HABITOS DE ESTUDIO

*Estudio pasivo

La lectura única del texto no es la forma adecuada de estudiar porque no se trata de un libro de ocio, sólo
leer es un estudio pasivo. Para poder estudiar eficazmente tendrás que emplear un estudio activo todo el
tiempo. Para estudiar bien hay que trabajar la información mediante la lectura, la escritura, los esquemas,
las preguntas y la memoria. ¡Es la única manera para poder recodar!

*No planear el estudio

Si no planificas el estudio de forma óptima será muy difícil entender la totalidad del rendimiento académico.
Cada tema que estudies necesitará una estrategia porque no es lo mismo estudiar matemáticas que
humanidades. Así mismo la estructura tendrá que ser muy clara para estudiar porque sin un orden el
cerebro no podrá procesar la información de forma correcta.

Es muy importante que también tengas un orden en todos tus apuntes, que sigas una dieta equilibrada para
que no te falten nutrientes y que además recuerdes siempre que la calidad siempre será mejor que la
cantidad en cuanto las horas de estudios.

LOS MALOS HÁBITOS DE ESTUDIO

Dolor de espalda y cuello, picor y sequedad ocular, cansancio, falta de concentración… Son las consecuencias
más comunes de los malos hábitos de los niños al estudiar. ¿Qué podemos hacer para evitar que ese tiempo
tan prolongado acabe minando su salud? ¿Y para que les cunda más el estudio?

Los niños pasan muchas horas diarias sentados memorizando lecciones, haciendo deberes y trabajando con
el ordenador y/o la tableta, algo fenomenal e imprescindible para su formación cultural, pero fatal para su
espalda si lo hacen adoptando malas posturas, y para su vista, si la fuerzan demasiado. Según un estudio
realizado durante el curso 2013-14 por el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid
(CPFCM), el 30,1% de los niños que intervinieron en la investigación, todos de Educación Primaria, sufrían
dolor de espalda. Y lo peor es que dicho porcentaje se elevaba al 75% en los estudiantes de 12 a 15 años. En
cuanto a la vista, el Colegio de Ópticos-Optometristas de la Comunitat Valenciana asegura que el uso de
tabletas electrónicas y ordenadores portátiles en las aulas supone un importante avance en materia de
Educación, pero su utilización diaria es nociva para los ojos. De seguir así, según sus previsiones, en el año
2020, el 33% de los estudiantes serán miopes.

Para prevenir los malos hábitos posturales en el colegio, lo mejor que pueden hacer los centros escolares es
inscribirse en “talleres de prevención de lesiones provocadas por las posturas inadecuadas.”, como los que
imparten los Colegios de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid, Castilla La Mancha, Castilla y León y
Murcia.

En cuanto a los padres, en casa, deben proporcionar a su hijo una habitación de estudio apropiada. La mesa
debe ser estable y lo bastante amplia como para que pueda colocar en ella todos los elementos que necesita
y no tenga que retorcerse para cogerlos de la estantería o de otro mueble cercano. La silla debe tener un
tamaño proporcional a la mesa, ser ancha, con el respaldo recto, graduable en altura e inclinable y con el
asiento redondeado por la parte delantera, pues los bordes vivos dificultan la circulación sanguínea. La
altura de la silla será la correcta con respecto a la mesa cuando el niño, estando sentado, apoye sus manos
sobre el tablero y sus antebrazos queden en posición horizontal. Por supuesto, debe sentarse adentrando
bien las nalgas en el asiento y descansando la espalda en el respaldo, y nunca haciendo equilibrios, con las
piernas cruzadas. Los pies tiene que mantenerlos apoyados en el suelo. Además, según recomiendan los
médicos de la Fundación Kovacs, especializada en la prevención y el tratamiento de las dolencias de espalda:
es muy bueno que haga pausas cada 45 minutos para descargar la tensión causada por el estatismo postural.

Proteger los ojos

Para cuidar la vista del estudiante, su mesa de trabajo debe estar colocada de forma paralela a la ventana,
con el fin de evitar deslumbramientos, y el niño debe aprovechar la luz natural siempre que pueda. “Cuando
se vea obligado a dar la luz principal de la habitación, ésta nunca debe quedar por detrás de él, para que no
le haga sombras sobre el texto”, aconseja Carmen Martínez, óptico-optometrista de Multiópticas Madrid
Visión. “Y si además estudia con flexo, debe colocar éste en la parte izquierda de la mesa si es diestro, para
no quitarse la luz con su propia mano, y a la inversa si es zurdo. En cuanto a la luz del flexo, tiene que ser lo
más homogéna posible, preferiblemente blanca o azul, que son las menos dañinas para los ojos.

La distancia a la que situar los libros de texto y los dispositivos electrónicos es otro punto muy importante a
la hora de velar por la visión de los estudiantes. “Lo ideal es que el niño coloque el ordenador de sobremesa
a unos 50 cm de la cara y el libro de texto, el ipad y el netbook a unos 30-40 cm, y siempre un poco por
debajo de la posición de mirada de los ojos”, recomienda Beatriz Badía, óptico-optometrista de Multiópticas
Madrid Visión.

El ambiente ideal

Para que las horas que pasan delante de los libros les cundan, hay otras recomendaciones. “Deben estudiar
siempre a la misma hora y en el mismo lugar (así su cerebro se predispone), merendar antes de ponerse a la
tarea (para no interrumpir el trabajo una vez empezado), dividirse el trabajo en fases y crear el ambiente
propicio para el estudio”, conticomenta el psicólogo Rodrigo Vela. “Respecto a este último punto, hay
mucho que detallar. El ruido es el principal enemigo de la concentración. Es decir, mejor con la puerta
cerrada, sin móvil ni música.

Otro error muy habitual es intentar estudiar con el cuarto hecho una leonera, algo que no funciona porque
el caos descentra.

En cuanto a la decoración del cuarto, hay que huir de los estampados y de los colores chillones en las
paredes, optar por los tonos neutros y poner pocos muebles y objetos en general (la acumulación produce
ansiedad). Colgar algunos póster relacionados con las asignaturas (de mapas, del cuerpo humano, de la tabla
periódica…) es muy buena idea: incitan a centrarse en las lecciones mucho más que los corchos repletos de
fotografías hechas durante las vacaciones”, explica Rodrigo Vela.

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