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Índice
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1Serialismo dodecafónico
o 1.1Serie Original
1.1.1Series simétricas
2El dodecafonismo en obras
3Historia del uso de la técnica
4Bibliografía sugerida
5Referencias
6Notas
7Enlaces externos
Serialismo dodecafónico[editar]
Enlace principal: serialismo.
La propuesta del dodecafonismo es establecer un principio serial a las doce notas de la
escala cromática. La escala cromática es aquella que incluye todos los semitonos entre
una nota y su octava (por ejemplo, si comenzamos en do, la escala cromática sería la
siguiente sucesión: do, do sostenido, re, re sostenido, mi, fa, fa sostenido, sol, sol
sostenido, la, la sostenido, si ―o bien, para los sostenidos, sus
notas bemoles correspondientes―). El compositor elige un orden determinado en que se
deben tocar estas notas, sin poder repetirse una hasta que se hayan tocado las otras once
(impidiendo así que haya cualquier coherencia tonal). A esta secuencia se denomina “serie
original” (O).
En esta técnica compositiva, las doce notas de la escala cromática tienen la misma
igualdad jerárquica, al no poder repetirse una sin que las otras once hayan sido tocadas
previamente. Ya no hay, como había establecido la tradición, una nota fundamental
(tónica) a partir de la cual las demás toman una jerarquía particular. Ya no
hay dominantes, subdominantes, sensibles. La “democracia” irrumpe en la música.1 Ahora,
la única estructura rectora será aquella que el compositor haya determinado en la serie
original, a partir de la cual se dará el desarrollo de la obra.
Serie Original[editar]
Una vez establecido el orden en que se deben tocar las doce notas, es decir la
anteriormente nombrada “serie original” (O), se transmuta la serie original a su retrógrado
(R), o sea las notas de la serie original tocadas en el orden inverso (la última nota de la
serie se toca primero, la penúltima en segundo lugar, la antepenúltima en tercero, etc.).
Posteriormente, la serie original se pone en su inversión (I), es decir invirtiendo la dirección
de los intervalos entre las doce notas. Si entre la primera nota y la segunda de la serie
original hay un intervalo de, por ejemplo, dos tonos en dirección ascendente, ahora entre la
primera y la segunda nota debe haber dos tonos en dirección descendente (por ejemplo,
do-mi en la serie original, y do-la bemol en la inversión). Por último, se establece el
retrógrado de la inversión (RI), es decir la inversión (I) tocada en el orden contrario.
Morhead y MacNeil proporcionan un ejemplo claro (véase Ejemplo 1).2
Ejemplo 1 (elaboración propia con base en Philip D. Morehead y Anne MacNeil [ilustraciones de
Charlotte Rollman], The International Dictionary of Music, Harmondsworth, Meridian, 1992, s.
v. “Serialism”).
Adicionalmente, cada una de estas cuatro posibilidades (O, R, I, RI) puede transponerse a
cualquier intervalo, por lo que se pueden tocar hasta 48 transposiciones de la serie (los
doce grados de la escala cromática multiplicados por las cuatro posibilidades O, R, I y RI).
Naturalmente, el compositor puede elegir cuántas modificaciones incluir, sin que las 48
sean obligadas.3
Series simétricas[editar]
De tritonos
En otras obras pueden encontrarse series del tipo simétricas lo que implica una relación de
"espejo" entre sus 12 notas. Un ejemplo de esta clase de series puede encontrarse en
la Sinfonía Op. 21 de Anton Webern:
Serie "original 1" utilizada en la sinfonía de Webern. Aquí lo simétrico se da por relación de tritonos
Este tipo de series emana solamente 24 series, la mitad de posibilidades de una serie
normal. Si se realiza un cuadro matriz se verá, por ejemplo, que la serie original 1 es igual
al retrógrado del original de la nota 12, que la serie original 11 es igual al retrógrado del
original 2, etc., y que la serie inversión 1 es igual a la serie retrógrado de la inversión 12,
que la serie inversión 2 es igual a la serie retrógrado de la inversión 11, etcétera.
El dodecafonismo en obras[editar]
Schönberg introdujo el dodecafonismo en sus Fünf Klavierstücke, op. 23 (más desarrollado
en su Serenata, op. 24; su Suite para piano, op. 25; sus Variaciones para orquesta, op. 31;
su Klavierstück, op. 33a).4 Particularmente, lo explica y ejemplifica en su Sistema de
composición de doce notas (1921). Esta técnica fue adoptada ―aunque con distintas
modificaciones y aportaciones― por sus discípulos Alban Berg y Anton Webern. No
obstante, Berg (Der Wein; Concierto para violín; Suite lírica para cuarteto de cuerdas; su
ópera Lulu) buscó conservar algunos nexos tonales dentro de la estructura dodecafónica,
además de que nunca, en ninguna de sus obras, se apegó estrictamente a una serie
particular.5 Webern (Concerto, op. 24; Cuarteto de cuerdas, op. 28), en cambio, es mucho
más radical con el método dodecafónico, pues todos los elementos formales de algunas de
sus obras derivan enteramente de éste y no de ninguna convención musical previa u otras
influencias.6
Algunos compositores serialistas han recurrido a este método usando menos notas de las
doce de la escala cromática. Incluso Schönberg llegó a usar series con menos de doce
notas (en la segunda de sus Fünf Klavierstücke, op. 23 y su Serenata, op. 24), lo mismo
que Stravinsky en su Cantata y en In memoriam Dylan Thomas, en donde adopta el
serialismo pese a ser considerado por muchos como antagonista de Schönberg.7 También
algunos compositores, notablemente Olivier Messiaen (en su Quatour pour la fin du temps)
y Luciano Berio (Nones), crearon series con más de doce notas, naturalmente repitiendo
algunas.8