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Origen
Su origen se sitúa en el Sudeste de Asia, específicamente en las junglas de Malasia, Filipinas e
Indonesia, sitios que hasta la fecha producen banano. Se cree que en la Edad Media los árabes
llevaron la fruta a África y que precisamente el nombre dado tiene que ver con un vocablo
árabe que significaba “dedo”.
Pero sería a finales del siglo XIX cuando la modernización en los sistemas de transporte
permitió que el banano empezara a consolidarse como uno de los más importantes productos
de exportación, permitiendo a los productores encontrar grandes clientes en Estados Unidos y
Europa.
Personas que realizan deporte o que son muy activas mental y físicamente
Incluirlo en la dieta habitual de niños y adolescentes
Promover la buena circulación de la sangre
Evitar o aliviar las úlceras de estómago y proteger la mucosa intestinal
Favorecer el buen funcionamiento del sistema nervioso
El plátano previene los calambres musculares
El estrés y el insomnio se pueden ver mejorados con la incorporación de plátanos a la
dieta.
Por el contenido en ácido fólico el plátano está recomendado durante el embarazo
Aliviar los ardores de estómago o agruras
Favorece el buen funcionamiento de la memoria
Estimula el buen funcionamiento del sistema inmunológico
Gracias al contenido en zinc evita la caída del cabello y lo fortalece
El plátano favorece la buena salud de la piel
Los azúcares del plátano son beneficiosos para mantener una buena flora intestinal,
algo de vital importancia para el sistema inmunológico, la absorción de vitaminas y
minerales, etc.
Mejorar el estado de ánimo e incluso las depresiones leves debido a su contenido en
triptófano.
Facilitar la relajación muscular y su recuperación después de practicar deporte
Combatir la anemia debido a su contenido en hierro
Retrasa el envejecimiento de las células y la aparición de enfermedades degenerativas.
Puede ser un aliado para las personas que están dejando de fumar
Al tener hidratos de carbono complejos no provoca los picos o subidas de glucosa en
sangre y mantiene la energía durante más tiempo al absorberse más lentamente.
Es una fruta muy saciante, indicada por tanto para personas que vigilan su peso.
El viento es un fenómeno que causa pérdidas en el cultivo, los vientos entre 40 a 60 kilómetros
por hora pueden ocasionar daños tales como el tumbamiento, desprendimiento parcial o total,
y otro deterioro dependiendo de la edad de la planta.
En cuanto al suelo, el banano puede ser plantado en suelos arenosos hasta arcillosos; sin
embargo, los suelos planos, profundos, ricos en materia orgánica, con buena permeabilidad y
capacidad de retención de agua deben ser preferidos.
La cosecha se debe realizar cuando los frutos estén bien cargados y sin aristas; es decir, 70 a 90
días después de la floración. El cacho se debe cortar con mucho cuidado para evitar golpes al
fruto y se debe trasportar a un lugar sombreado para realizar el despencado, la clasificación y
el embalado. Es muy importante no mezclar las frutas de diferentes tamaños ni grados de
maduración en el cajón.