Crónica de un tipo al que el viento mueve los cabellos

El viento movía los rebeldes cabellos que salían de mi amarra, las hojas de las anotaciones se
doblaban, vencidas por la agitación.

Andrea convino: “Hay que entrar”. Feministas, Carlos y yo le dimos la razón.

Empezaba, adentro del restaurant imperialista McDonald la conspiración LAM de este año.

“Start-Up”, mencionó el caballero poeta, al que desde ahora, nos mencionó, tenemos la obligación
de llamarlo: “El cordi”. “Cordi” suena mejor que “Gordi” no sé por qué patriarcales razones. En fin,
cuando mencionó eso al pizzero Centeno se le pusieron los ojos como tragamonedas y a quien
escribe también. Hace faltan motivaciones externas (cashhhhhh), además de las internas, que
mencionó la legalísima y judicial ShirLEY.

Pero para hablar de guita entrante y sonante primero había que limpiar la casa. Por eso se hicieron
comentarios respecto a la caducidad del compromiso de los redactores. Se habló también de
felices regresos. Porque… ¿Si Montaño regresa a Alianza, por qué no la Ocrospoma? ¿Por qué no
Juan Ramírez? ¿Por qué no Marcelino Pan y Vino? Son épocas de regresos, hay que hacerle honor
al vals. “Todos vuelven…”.

También se habló de los financiamientos. Y por muchas razones. Una de ellas para pagar el
dominio que, espinoso tema, nos salvaría de muchas. Se mencionó a un programador y Andrea
casi pone el grito en el cielo cuando mencioné, mercantilistamente, si podíamos hacer uso de
nuestra bien ganada: BA-SE DE DA-TOS. “La deontología –afirmó- no nos lo permite”. ¡Bien por ti!
¡Vales un Perú!

El tema del dominio nos abrió la Caja de Pandora. Por eso, pude conocer que detrás de “El Cordi”
hay fuerzas oscuras, una analogía que puede entenderse mejor si miramos a Ollanta y, detracito, a
la Confiep. Cuatro nombres de los que se puede recordar a… Chancafe, Ángelica, Carla y Henry.
Los cuatro fantásticos que, si siguen las cosas como están, serían los perros del hortelano. Con
ellos hay que hablar para hacer los famosos cambios estructurales: que, uno de ellos, sería el de
cambiar el nombre de la página, entre otros. Párrafo aparte para un antiguo amorío de uno de los
chicos del grupo: la Freire. Si las cosas nos salen bien (por nuestro propio esfuerzo), es posible que
la Freire nos haga la vida imposible y nos pida dividendos. Esto porque… ella tiene algo así como
los derechos de autor. De ella es esta bella criatura llamada LAM. Pero, digo yo, hay revoluc#$&$,
perdón, independencias que se pueden lograr.

Mientras se hablaba esto, se proponían o se establecían ensayos de solución yo pensaba: “LAM se

fue a la playa…”, y me imaginaba al Poe#%, perdón, al “Cordi”, con su camisita bien piola y su risa
descafeinada de quien solo vino al mundo para probar la dicha. Sonreí para mí mismo y volví al
tema drástico: la organización.
Yo, entonces, le pedí a ShirLEY ser su partner en el tema pues me gusta la vaina de la organización.
Así saltaron a la luz la necesidad de establecer redes entre nosotros mismos y también con los
gremios estudiantiles. Ahí reapareció el tema del dinero porque surgió la posibilidad de cobrar por
los servicios de comunicaciones a los Centros Federados y a las distintas Asambleas universitarias.
En otras palabras, ganaríamos dinero por lo que nos gusta hacer. Esto, obviamente, merece una
mejor tratativa y acercamiento. Aprovechando eso, mencioné que me gustaría ser parte de la
generación de contenidos, reavivando mi discrepancia con el popular Puchito. A eso yo dije:

-Pa qué un Puchito, si tienes a tu Papi Bertito-le solté, casi como plegaria, al “Cordi”. Él me dio una
sonrisa, otra vez, descafeinada.

Pero era en serio, este nuevo Coordinador de Redacción, que no piensa ser un ente burocrático,
planea ser el Cuahte… (¿Cómo se escribe ese nombre, Andrea?) de la redacción. Por eso mismo les
haré seguimiento a los “babys” y hasta haré una grabación como Rocky. Se concatena, si lo vemos
con ojos totalizadores, con la onda de la generación de contenidos. Pa qué más…

No apunté otra cosa, salvo la de la reunión en Don Lucho. ¡Uff! Ahí nos vemos, no sin antes
esperar que las chicas, Shirley y Andrea tengan una felicitada reunión.

Queda pendiente otra reunión y esta sería el lunes que viene, lunes 11. Un pedido: ¡Cordi! No nos
coja confesados, pregunte horas y ahí estaremos. Este carro tiene que moverse, y no por nada
hago ejercicios.

05-01-15