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FACULTAD DE DERECHO

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

TEMA:

Las Excepciones

INTEGRANTES:

CELIS TORRES AARON DAVID


LLATAS COLLAZOS JHAKELYNNE
RONDA TIMANA RUDDY JASMY
SALAZAR SÁNCHEZ MARIA G.
CARMONA TIQUILLAHUANCA ROSA ISABEL

CURSO:

Derecho Procesal Civil I

DOCENTE:

SANCHEZ CORREA VICTOR MANUEL

AULA:

206

PIMENTEL, 1 DE DICIEMBRE DEL 2017

1
INDICE

Introducción……………………………………………………………………….4

1. Las excepciones
1.1 evolución histórica…………………………………………………………….5
1.2 los presupuestos procesales…………………………………………………9
1.3 el interés para obrar o interés procesal…………………………………….10
1.4 legitimidad para obrar o legitimidad sustantiva…………………………….11
1.5 voluntad de la ley……………………………………………………………...12

2 las excepciones en el CPC peruano


2.1 la excepción de incompetencia……………………………………………....14
2.2 excepción de incapacidad del demandante o su representante……….....15
2.3 excepción de representación defectuosa o insuficiente del
demandante o del demandado…………………………………………………….16
2.4 excepción de oscuridad o ambigüedad en el modo de proponer
la demanda…………………………………………………………………………..17
2.5 la excepción de falta de agotamiento de la via administrativa……………..20
2.6 excepción de falta de legitimidad para obrar del demandante o
Demandado………………………………………………………………….………21
2.7 excepción de litispendencia……………………………………………...........23
2.8 excepción de cosa juzgada……………………………………………............25
2.9 excepción de desistimiento de la pretensión…………………………………26
2.10 excepción de conclusión del proceso por conciliación
o transacción…………………………………………………………………………27
2.11 excepción de conclusión del proceso por conciliación……………………..28
2.12 excepción de conclusión del proceso por transacción……………………..29
2.13 excepción de caducidad……………………………………………………….31
2.14 excepción de prescripción extintiva…………………………………………..31
2.15 excepción de convenio arbitral………………………………………………..33

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3. Tramite de las excepciones
3.1 Propuesta y tramite de las defensas previas……………………………….36
3.2 plazo y forma de proponer excepciones…………………………….………36
3.3 medios probatorios de las excepciones……………………………………..36
3.4 contenido del auto que resuelve la excepción………………………………37
3.5 decicion y recursos en las excepciones……………………………………...37
3.6 efectos de las excepciones…………………………………………………….38
3.7 amparo de las excepciones de litispendencia, cosa juzgada, desistimiento
de la pretensión o conclusión del proceso por conciliación o transacción…….39
3.8 improcedencia de la excepción como nulidad………………………………..40

4. Las defensas previas y excepciones sustantivas


4.1 las defensas previas en la legislación nacional……………………………...42
5. Oportunidad para proponer defensa previa y su tramitación………….……..47
6 efectos del amparo de una defensa previa……………………………………..47
7 costas, costos y multas……………………………………………………………47
Conclusiones………………………………………………………………………….48
Referencias bibliográficas…………………………………………………………...49

3
INTRODUCCION

El presente trabajo está basando en las excepciones y las defensas previas la


prescripción es una excepción que se hace vale contra a pretensión echa valer
con la demanda basada en el trascurso del tiempo de modo que se ampara el
obligación queda liberado de la pretensión a su cargo, por lo que tenemos
entendido que la excepción es un medio defensa mediante el cual se cuestiona
la relación jurídica procesal o la posibilidad de expedirse un falto sobre el fondo,
por la omisión o defecto de un presupuesto procesal o de una condición de la
acción respectivamente.

La excepción de la falta de legitimidad para obrar planteada la imposibilidad de


que existe un pronunciamiento valido sobe el fondo por no haber coincidencia
ente las partes que conforman la relación jurídico sustantivo y en las que integran
la relación jurídico procesal; la precepción extintiva es un medio de defensa de
la parte demandad por la cual se extingue la extinción del derecho de acción
respecto de acción respecto a una pretensión procesal determinada, al haberse
interpuesto fuera del plazo establecido en la norma positiva para dicha
pretensión. La excepción de prescripción y de caducidad son instituciones
distintas que sancionan relaciones jurídicas por el paso del tiempo, cuando os
derechos involucrados deben haberse valer jurídicamente, razón por la cual
deben ser tratados en forma independiente, según sea el caso.

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Las Excepciones
Evolución Histórica:
(Pedro Zumaeta, 2009) Las excepciones procesales tienen su origen en el
segundo periodo romano; en el sistema Formulario. Durante el derecho
justinianeo la diferencia entre excepción y defensa se disolvió, se concebía la
excepción como la oposición que el demandado interponía contra la demanda,
bajo cualquier alegación procesal o material. La falta de precisión en torno a la
naturaleza jurídica de la defensa y la excepción ha determinado que algún sector
de la doctrina niegue la existencia de la excepción en el Derecho Romanos.
Se afirma que la primera clasificación de las excepciones procesales, se
encontraron en las Institutas de Justiniano de la siguiente manera:
a) Civiles y Honorarias, dependiendo si eran establecidas por el Derecho Civil o
acordadas por el Pretor.
b) Las fundadas en la equidad, que eran la mayoría de las excepciones las
fundadas en el orden público como la cosa juzgada, y también las fundadas en
la buena fe.
c) Las perentorias o perpetuas y las dilatorias o temporales. Las primeras podían
interponerse en cualquier clase de procesos; las segundas, tenían un corto
periodo de existencia y vencido el plazo ya no podían interponerse.
d) Las personales, porque solo podían interponerse contra determinados
demandantes.
“Históricamente las excepciones, como casi todas las instituciones jurídicas
modernas, nacen en el derecho romano. Consistían en cláusulas que se
introducían entre la intentio y la condennatio, a pedido y en interés del
demandado, dirigidas a contraponerse a la acción (cuyo fundamento no
atacaban). Se trataba de atenuar el rigor del derecho civil, para evitar que una
sentencia justa aparentemente, contrariara la equidad. A las formalidades
externas, únicos elementos tenidos en cuenta por el derecho civil, se agregaron
otras circunstancias (error, dolo, violencia) que quitaban su efectividad a
aquellas. Eran las exceptio.”
Se afirma que él término “excepcion” proviene del latín “Exception”, cuyo
significado es excluir o apartar algo de lo común o de la regla general. También
se afirma que dicho término resulta del latín excepiendo cuyo sentido es destruir.

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Sin embargo, se puede decir que dicho término es producido por la fusión de los
vocablos latinos ex y actio, entendido como la negación de la acción.
La explicación mayormente aceptada respecto de su origen la encontramos en
la palabra exceptio, teniendo en cuenta que lo que se buscó con esta institución
fue romper la rigurosa fórmula procesal para hacer valer un elemento ajeno a
ella, que diera fin al proceso.
En el derecho Romano atravesó por tres etapas: El ANTIGUO IMPERIO (no se
advierte presencia de excepción); EL CLÁSICO IMPERIO (siendo la excepción
el instituto originario del periodo); y EL BAJO IMPERIO; teniendo cada una de
ellas respectivamente los siguientes tipos de proceso:

a.- La legis actionis: Eran acciones de la Ley, cuya forma era ceremoniosa,
sumamente compleja y verbal.
b.- La formulatio: Proceso iniciado aproximadamente en el año 46. A. C., de
carácter escrito y mucho más sencillo; eran un conjunto de indicaciones
conocidas como la fórmula que redactaba un magistrado a solicitud del
accionante; las actividades jurisdiccionales eran divididas durante este proceso
entre el magistrado, encargado de redactar la fórmula, y el Juez quien ventilaba
la causa y resolvía al final. La fórmula fue dividida en cuatro partes: la
demostratio (parte introductoria de la fórmula, se designaba el Juez y se indicaba
el objeto de la acción mencionándose los hechos); la intentio (se delimitaban las
pretensiones del acto al dirigirse contra el sujeto pasivo); la
condemnatio (imperium del Juez para decidir la controversia); la
adjudicatio (parte en la que se le asignaba al Juez ciertos poderes para
entregar en propiedad los bienes)
incorporándose luego la proescriptio (reserva cuya finalidad es limitar los
efectos del juicio), yla exceptio (defensa fundada en un derecho independiente
que pertenece al demandado, cuyo objeto es hacer pronunciar la absolución de
la demanda por excepción, aunque el derecho alegado por el demandante
existiera realmente
La excepción aminoraba los efectos del derecho objetivo, como miras a impedir
que una sentencia pronunciada de acuerdo con éste resultase injusta en el caso
concreto. Una vez consignada la excepción en la fórmula se tenía en cuenta al
momento de resolver, pudiendo condenar el Juez al demandado en caso de que
el actor hubiese acreditado su derecho y no hubiese hecho lo propio el sujeto
pasivo respecto de su excepción.

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Según, Justiniano se refería a las excepciones como la oposición que el sujeto
pasivo enfrentaba a la demanda con afirmaciones de índole sustantivo o
procesal. “Aparece la excepción de oscuro libelo (como medio impugnatorio que
deducía el demandado contra la demanda que no era clara o tenía defectos de
forma) y la excepción de incompetencia (concedido al reo cuando se destacaron
pretores en cada provincia)”

Según, (Pedro Zumaeta, 2009) En la doctrina podemos encontrar una serie de


definiciones de excepción. Por ejemplo, se llama excepción a toda defensa que
el demandado opone a la pretensión del actor, sea que se nieguen los hechos
que se funda la demanda, sea que se desconozca el derecho que de ellos
pretenda derivarse, sea que se limite a impugnar la regularidad del
procedimiento.

En otras palabras, La excepción procesal es un medio de defensa, de fondo y de


forma, por el cual el demandado opone resistencia a la demanda del actor,
resistencia que tienen la intención de destruir la marcha de la acción o la acción
misma.

También se llama excepción, en general, a toda resistencia que opone el


demandado fundada en un hecho que tiene eficacia extintiva o impeditiva del
efecto jurídico que deriva del fundamento alegado por el actor, con motivo de su
pretensión sustancial o procesal.

El profesor Juan Monroy Gálvez, define el concepto de. excepción, afirmando


que es un instituto procesal a través del cual el emplazado ejerce su derecho de
defensa denunciando la existencia de una relación jurídica procesal invalida por
omisión o defecto de algún presupuesto procesal, o el impedimento de
pronunciarse sobre el fondo de la controversia por omisión o defecto de una
condición de la acción.

Según Pedro Zumaeta, jurista manifiesta “que busca la excepción es garantizar


la libertad. La excepción es una institución constitucional. ¿Porque razón?
Porque la excepción le permite defender su libertad al ciudadano porque cuando
alguien acciona una pretensión a través de una demanda contra otro ciudadano

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le están coartando la libertad. Y esta es un derecho máximo consagrado en la
C.P.C. por el Derecho Constitucional.

Por eso la excepción siempre va a estar junto a la acción como un medio eficaz
para lograr "que el demandado está en igualdad de condiciones al actor.

Otros juristas definan la excepción procesal como:

Couture: “La excepción es un poder jurídico del que se halla investido el


demandado que lo habilita para oponerse a la acción”.
Carnelutti: “afirmación de hechos tendientes a destruir la razón de la pretensión
del actor”.
Chiovenda: “oposición de algún hecho, impeditivo o negativo, que excluye los
efectos jurídicos y niega el fundamento de la prestación”.
Bescovi: “La excepción es la contra acción”
Couture: Señala que la palabra excepción tiene 3 sentidos:
La excepción es acción del demando y es similar a la defensa, esta ultima
entendida como conjunto de actos legítimos tendientes a proteger el derecho.
La palabra excepción alude al carácter material o sustantivo: la excepción es
pretensión del demandado.
La excepción es un tipo de defensa de carácter personal, no sustantivo ni
dilatorio.
Vetonni: Señala que frente a la pretensión esta la contra pretensión, frente a la
demanda la respuesta. Frente a la demanda emerge la excepción que se
constituye en una respuesta material del demandado en la que puede incluir:
Excepciones dilatorias o perentorias o una simple negativa. En esta ultima la
carga de la prueba esta en el actor.
La respuesta puede ser expresada o ficta, o no haber respuesta, en este caso el
juez lo declara rebelde y presume haberse presentado y que esta reconocido los
hechos alegados por el actor.
La mayoría señalan que cuando buscamos la esencia de excepción debemos
recurrir a la naturaleza de la acción.
Inicialmente la excepción es un derecho independiente posteriormente se lo
considera un derecho concreto, luego se lo considera un derecho abstracto y
finalmente se lo considera un poder jurídico.

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LOS PRESUPUESTOS PROCESALES

Según (Andres Eduardo, 2013), las condiciones de la acción los manifestó “los
presupuestos procesales” son requisitos indispensables para el nacimiento y
desarrollo de la relación procesal válida, “las condiciones de la acción” son
requisitos para que el Juez expida sentencia sobre el fondo.
Advierte el defecto ola omisión debe declarar en la sentencia que no puede
pronunciarse sobre el fondo y señalar cuál condición de la acción ha sido omitida
o se ha presentado de manera defectuosa, a fin de que el interesado pueda
intentar un nuevo proceso. Estas sentencias que no se pronuncian sobre el fondo
se conocen como “sentencias inhibitorias”.
El autor define que las condiciones de la acción, que no precisamente por la
forma cómo estas se regularon en el C.P.C. (basta ver art. IV del Título Preliminar
y la regulación correspondiente a la improcedencia de la demanda y las
excepciones), sino por la expresa referencia a la voluntad de la ley por parte del
principal autor del Código.
En efecto, en un trabajo originalmente publicado en 1992, Juan Monroy Gálvez
dice que “en doctrina suele aceptarse pacíficamente que las condiciones de la
acción son tres: la voluntad de la ley, el interés para obrar y la legitimidad para
obrar.
Más allá que esta afirmación de Monroy sea correcta o no pues no ofrece
ninguna referencia bibliográfica que ayude a corroborarla y sin perjuicio que él
mismo expresamente rechace colocar la voluntad de la ley al lado de la
legitimidad y el interés para obrar.
Las condiciones para el ejercicio del derecho de acción, orientadas a la tutela de
intereses difusos, son las mismas que para cualquier otro caso: la legitimación
para obrar del demandante, el interés para obrar del demandante y la voluntad
de la ley o también llamada posibilidad jurídica de la pretensión.
No obstante como los intereses difusos se predican por igual y de modo
indivisible respecto de una comunidad, grupo, clase o categoría de personas,
indeterminadas o de difícil determinación, las cuales no se encuentran unidas
entre sí por vínculos jurídicos sino por meras circunstancias de hecho,
determinan algunas particularidades respecto de las referidas condiciones para
el ejercicio del derecho de acción.

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EL INTERÉS PARA OBRAR O INTERÉS PROCESAL:
Es el móvil o la necesidad que tiene el demandante o el demandado de acudir al
órgano jurisdiccional como único medio capaz de procesar y posteriormente
declarar una decisión respecto del conflicto. Esta necesidad de tutela jurídica
debe ser directa, inmediata e irremplazable.
Como consecuencia del ejercicio de la facultad que les compete a las personas
al habérsele vulnerado su derecho aparece la sagrada intención de recuperar
ese derecho perdido o vulnerado, actuación que no sólo resulta del agravio sino
que esa persona se siente como propietaria es decir como titular del derecho
que ha sido mellado por un tercero.
Este supuesto que podría ser una premisa para analizar se garantiza en nuestro
Derecho Nacional a través de la jurisprudencia, la doctrina y los Principios del
Ordenamiento Civil y Procesal Civil, respectivamente. Dentro de este criterio
conviene analizar los principios contenidos en el Art. VI del Título Preliminar del
Código Civil y la orientación que nos da el Art. 57 del Código Procesal Civil,
normas en las que se destacan. Precisamente la capacidad y el interés para
obrar, es decir la aptitud para accionar de las partes procesales e ingresar y,
entablar la relación jurídica procesal. Esto significa establecer la capacidad del
accionante como demandante o como demandado.
Empero, es necesario dejar sentado que nuestro Derecho Nacional se
caracteriza por ser positivo o escrito, por lo tanto, todo lo que solicitan las partes
y la forma cómo lo hacen forma parte de una norma, la cual no sólo está escrita
sino también ampara el derecho que lo hace titular a la parte procesal que
interviene. Esta afirmación categórica está contenida en los arts. 57 del C.P.C. y
art. VI del Título preliminar del Código Civil, este último no obstante de constituir
un principio al formar parte del T.P. del Código Civil.
El artículo 57 del C. P. dice “Capacidad para ser parte material en un proceso:
Toda persona natural o jurídica, los órganos constitucionales autónomos y la
sociedad conyugal, la sucesión indivisa y otras formas de patrimonio autónomo,
pueden ser parte material en un proceso”, por su parte el art... VI del T. P del
Código Civil dice “para ejercitar o contestar una acción es necesario tener
legítimo interés económico o moral .El interés moral autoriza la acción sólo
cuando se refiere directamente al agente o a su familia, salvo disposición
expresa en la ley.

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LEGITIMIDAD PARA OBRAR O LEGITIMIDAD SUSTANTIVA:

La legitimidad para obrar es tratada en doctrina como una “condición de la


acción” y como tal, se considera como un elemento que permite al Juez emitir un
pronunciamiento sobre el fondo de la controversia (sentencia de mérito); lo cual
no significa que va expedir una sentencia favorable al demandante.

En ese sentido, autores como MONTERO AROCA definen la legitimidad (o


legitimación) para obrar de la siguiente forma: “la posición habilitante para
formular la pretensión, o para que contra alguien se formule, ha de radicar
necesariamente en la afirmación de la titularidad del derecho subjetivo material
y en la imputación de la obligación. La legitimación, pues, no puede consistir en
la existencia el derecho y de la obligación, que es el tema de fondo que se
debatirá en el proceso y se resolverá en la sentencia; sino simplemente en las
afirmaciones que realiza el actor. Es decir, a través de la legitimidad para obrar,
el demandante afirma ser el titular de un derecho lesionado, y dirige su
pretensión contra quienes él considera han lesionado ese derecho.

Es esa correspondencia lógica entre las personas que conforman relación


jurídico material (relación de conflicto) y la relación entablada en el proceso
(relación jurídica procesal) que se conoce como legitimidad para obrar. Por ello,
al momento que el demandado plantea una excepción denunciando la falta de
esta condición de la acción por el lado pasivo, lo que está advirtiendo al Juez es
que en esa relación jurídico procesal, se está demandando a una o más
personas en exceso (que no aparecen en la relación material), o que falta la
presencia de una o más personas que debieran estar presentes en el proceso
por formar parte de la relación de conflicto que describe el demandante.

Por tanto, lo que se busca con el planteamiento de una excepción de falta de


legitimidad para obrar pasiva es que en el proceso se encuentren las personas
que deben defenderse de las imputaciones que haga el demandante (parte
demandada). La excepción no tiene por objeto cuestionar los argumentos de
fondo de la pretensión del demandante. En tal sentido, cuando el órgano
jurisdiccional resuelve una excepción de falta de legitimidad para obrar con los
medios probatorios adjuntados para tal efecto, sólo debe pronunciarse respecto
a esa correspondencia lógica entre la relación jurídica material y la procesal, para
que en la etapa procesal correspondiente (etapa resolutoria) se pronuncie
respecto al fondo de la controversia, efectuando el correspondiente análisis.

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LA VOLUNTAD DE LA LEY

La voluntad es difícil de reconocer objetivamente. No se sabe de ella más que


de sus efectos. Son estos efectos los que la configuran, las que permiten una
apreciación objetiva. Sólo se “sabe reconocer la voluntad jurídica sobre todo por
sus efectos, de los que la ley habla con detalle. Relega, pues, la determinación
y la estimación del acto voluntario al dominio de la psicología; el estudio de sus
conexiones con el juicio, al de la lógica.”
En el Derecho civil es “la Voluntad maliciosa que persigue deslealmente el
beneficio propio o el daño de otro al realizar cualquier acto o contrato, valiéndose
de argucias y sutilezas o de la ignorancia ajena; pero sin intervención ni de la
fuerza ni de amenazas, constitutivas uno y otra de otros vicios jurídicos.”
(Guillermo Cabanellas). Curioso inicio de la definición del dolo en el Derecho
civil: “Voluntad maliciosa…”. Pero ¿puede ser malicioso buscar el beneficio
propio? En estricto creo que no. Lo malicioso es un convenio por el cual se
pretende involucrar al otro como medida de nuestros actos, de la permisibilidad
de nuestra voluntad. Es en referencia al otro, a los otros como puede
configurarse social y jurídicamente nuestra voluntad. Nuestra voluntad,
entonces, ya no es hacer lo que uno quiere, sin limitación alguna, sino hacer lo
que nos está permitido hacer, esto jurídicamente hablando. O mejor, puede
nuestra voluntad querer, pero este querer, esa exteriorización de nuestro querer
siempre ha de ser medida por la propia exterioridad, por el mundo de afuera.
El Derecho es normativo porque es indicativo de las conductas intersubjetivas.
Estas conductas tienen una causa. La causa es la voluntad, si hablamos del
mundo consciente. El azar o las circunstancias, si hablamos desde otra
perspectiva. ¿Y el contrato? ¿Dónde queda el contrato? El contrato es un mini
derecho, construido, fabricado, como pequeños moldes, chiquititos y modestos,
fábricados en la voluntad, en el querer consciente.
No obstante, cuando la voluntad es representada, o exteriorizada en un contrato,
el Derecho no se encarga de hacer cumplir estas voluntades concertadas, sino
de imponer sanciones en caso de no cumplir con esas voluntades concertadas.
Esta afirmación parece salir de Luis Diez Picazo que explica que la norma
jurídica nunca impone deberes, sino sanciones

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LAS EXCEPCIONES EN EL CODIGO PROCESAL CIVIL PERUANO

Según (JUAN MONROY), manifiesta que la relación entre las excepciones y los
presupuestos procesales y las condiciones de la acción, nos referimos cuando
deducimos una excepción lo que estamos haciendo es proponiendo una defensa
de forma, ahora bien los conceptos antes de desarrollados nos permiten
introducirnos ahora si con tranquilidad en la esencia misma de la excepción, en
su naturaleza jurídica.

Allí encontramos que cuando una persona interpone una excepción en realidad
lo que está haciendo es denunciar que el proceso no existe o existe pero de
manera defectuosa un presupuesto procesal o que no existe pero de manera
defectuosa una condición de la acción. Eso y no otra cosa es la excepción, si
ligazón con dos institutos antes desarrollados es indisoluble, derecho no es
posible explicar que es la excepción sin antes no tener claro que son los
presupuestos procesales y las condiciones de la acción.

Conviene precisar que este es el criterio que el asumido el Código Procesal Civil
Peruano 2017, para desarrollar la presente temática en el plano normativo,
apreciaciones reguladas en dicho ordenamiento, apuntando a precisar qué
instituto es el que se prevé su ausencia o insuficiencia para amprar una
excepción.

(EDUARDO J. COUTURE), la excepción es el poder jurídico del demandado de


oponerse a la pretensión del demandante.

(CHIOVENDA, 2011), la excepción consiste en la contraposición de un hecho


impeditivo, se presenta como un derecho frente a la acción.

(HUGO ALSINA), la excepción es toda defensa que el demandado opone a la


prestación del actor, o sea que se niega los hechos en el que se funda la
demanda.

El artículo 446 del Código Procesal Civil manifiesta que “El demandado solo
puede proponer las siguientes excepciones”, lo cual nos hace una referencia al
listado de las excepciones que pueden ser propuestas en nuevo ordenamiento
procesal civil peruano. Explicaremos cada una de ellas:

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1.1. LA EXCEPCIÓN DE INCOMPETENCIA

(LUIS ALARCON, 2011), manifiesta que la incompetencia tiene que ver con uno
de los presupuestos procesales, que se sigue ante un juez incompetente, que no
tiene eficacia jurídica, (art. 446 C.P.C), existe el criterio territorial que fija la
competencia relativa, por razón de territorio, no debía conocer del asunto, la
prorroga es expresa cuando el litigante se dirige a un juez manifiestamente, es
citada cuando el demandado contesta la demanda sin cuestionar la competencia
del juez.

(JUAN MONROY), la excepción de incompetencia no requiere mayor


explicación, como aparece evidente, quien la interponga está denunciando la
falta de aptitud valida del juez ante quien ha sido emplazado para ejercer su
función jurisdiccional en el caso concreto.

(AUGUSTO FERRERO), nos explica que la excepción de incompetencia nace


en Roma, al destacarse pretores en cada provincia. Entonces se le concedió al
demandado el derecho de excepcionares cuando la acción había sido
interpuesta ante un pretor indebido. Vale decir que el concepto de la excepción
nace circunscrito a la incompetencia territorial. Actualmente el concepto abarca
la incompetencia en general.

El mismo punto de vista adopta (AUGUSTO FERRERO), cuando señala que si


una demanda es interpuesta ante juez incompetente por razón de materia, de
cuantía, de grado o de turno, se trata de una incompetencia de carácter absoluto.
Si cumpliendo con estas cuatro formalidades, el demandante invoca acción sin
tener en cuenta el fuero, se trata de una incompetencia relativa.

(AUGUSTO FERRERO), citando a (PRIETO CASTRO), en igual sentido afirma


esta posición señalando que la incompetencia relativa procede solamente a
instancia de parte, ya que su fundamento es de carácter privado; por el contrario,
el fundamento de la incompetencia relativa sin pronunciamiento expreso del
demandado, aduciéndola en vía de excepción.

(JULIÁN GUILLERMO ROMERO), propone que la excepción de incompetencia


debe hacerse extensiva al caso en el que la demanda se ha dirigido ante quien
no es juez, pues, comentando nuestro Código de 1912, sostenía que si era falta
de jurisdicción, podrá hacerse valer como causal de nulidad en cualquier

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momento con mayor razón podría hacerse valer como excepción dilatoria. En
igual sentido opina DE LA PLAZA.

(PEDRO ZUMAETA MUÑOZ), señala que de estimarse fundada la excepción de


incompetencia, primeramente su efecto será el de imposibilitar al Juez de
pronunciarse sobre las demás excepciones que se hubieren interpuesto; luego,
también, en la misma resolución se ordenara la nulidad de todo lo actuado
(improcedente la demanda) y concluido el proceso (Art. 451º inc. 5). Según los
efectos anotados; la excepción es de carácter perentoria simple, en virtud a que
si bien el proceso queda cancelado, el actor puede intentar proponer
nuevamente la misma pretensión.

1.2. EXCEPCIÓN DE INCAPACIDAD DEL DEMANDANTE O DE SU


REPRESENTANTE

Por otra parte, según el criterio de ROMERO, la excepción bajo análisis


incapacidad del demandante debe sustentarse en prueba instrumental
preconstituida, y así, por ejemplo, no puede proponerse esta excepción con el
fundamento de que el actor se encuentra en estado de enajenación mental, si tal
estado no ha sido declarado judicialmente por resolución firme. En
consecuencia, vía esta excepción no es legal tramitarse y declararse la
incapacidad civil de una persona, pues esta condición ya debe estar plenamente
preestablecida antes de proponerse el medio de defensa de forma pertinente.

Hay quienes, como MÁXIMO CASTRO Y ROMERO, sostienen que debería


concederse también la excepción de falta de capacidad del demandado, bajo el
argumento de que debe evitarse al demandado incapaz, perjuicios posteriores y
para que no se incurra en vicio de procedimiento que anule lo actuado.

Otros autores, como ALZAMORA, PRIETO CASTRO, GUASP Y FERRERO,


afirman que mal podría aducir el demandado su propia falta de capacidad, ya
que como incapaz no puede dirigirse al juez, y además si no puede comparecer
a juicio, tampoco puede proponer esta excepción.

JUAN MONROY, la excepción de incapacidad del demandante o de su


representante como su nombre lo indica está referido directamente a la ausencia
de capacidad procesal en el demandante o en su representante, sea porque son
menores, han sido declarados incapaces o alguna otra limitación que, en opinión
del demandado, les tiene creando su capacidad procesal. Adviértase que en el

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uso de esta excepción no está debate la calidad de la representación otorgada,
simple y llamamiento se cuestiona que quien está actuando en el proceso sea el
demandante o si representante no tienen capacidad procesal.

1.3. EXCEPCIÓN DE REPRESENTACIÓN DEFECTUOSA O INSUFICIENTE


DEL DEMANDANTE O DEL DEMANDADO

Esta excepción igualmente tiene que ver en alguna forma con uno de los
presupuestos procesales, es decir, con la capacidad para intervenir en el
proceso. En principio, es necesario delimitar previamente lo que entendemos por
representación. COUTURE define a la representación como una relación jurídica
de origen legal, judicial o voluntaria, por virtud de la cual una persona, llamada
representante, actuando dentro de los límites de su poder, realiza actos en
nombre de otra, llamada representado, haciendo recaer sobre ésta los efectos
jurídicos emergentes de su gestión.

MARIANELLA LEDESMA NARVÁEZ señala que la representación legal está


ligada a la incapacidad procesal de obrar. Es el ordenamiento jurídico el que
establece quiénes, que no tienen aptitud para poder desarrollar las situaciones
jurídicas de la que son titulares, deban ser representados, por citar, los padres
son representantes legales de los hijos menores de edad. En la representación
voluntaria serán las propias partes las que decidan qué persona es la que va
actuar por él y bajo determinadas facultades. Estas facultades van a estar
contenidas en el poder para litigar y se puede otorgar solo por escritura pública
o por acta ante el juez del proceso y no requiere está inscrito en los Registros
Públicos (artículo 72 del CPC).

Señala LEDESMA también que, en el caso de la representación judicial, es el


juez el que nombra al representante de una parte en el proceso, como es el caso
del curador procesal. Una figura especial en este tipo de representación es la
procuración oficiosa, regulada en el artículo 81 del CPC. Aquí opera una
autorización legal genérica que permite a una persona, comparecer en nombre
de otra, de quien no se tiene representación expresa. Los representantes
necesarios o voluntarios tienen la carga de acreditar ab initio la personería que
invocan.

Cabe anotar que hay quienes como DEVIS ECHEANDÍA que consideran que la
representación judicial puede incluirse dentro de la representación legal cuando

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expresa que: “Es representación judicial la que, conforme a lo establecido por la
ley, supone que sea el juez quien designe dicho representante. En definitiva,
como la autorización a éste órgano proviene de la misma ley, puede también
incluirse en la legal, pues de allí derivan, estrictamente, su fuente. Mientras que
la representación convencional es ejercida por los apoderados judiciales, según
el Art. 68º y siguiente del código.

En esta línea de esclarecimiento, con acierto JUAN MONROY GÁLVEZ expresa:


“A diferencia de lo anterior se refiere la excepción de incapacidad del
representante del demandante, estar específicamente centrada en la ausencia
(defecto) o en la insuficiencia (imperfección) de la representación procesal con
la que está actuando alguien en nombre del demandante o, eventualmente, la
que se ha imputado al demandado, probablemente sin tenerla. Adviértase que a
diferencia de la anterior excepción, en ésta el tema está precisamente centrado
en la representación procesal y sus eventuales omisiones o imperfecciones sea
en la persona que representa el demandante o en la imputación hecha al
demandado a quien se afirma representa a éste”.

A diferencia de la anterior, esta específicamente centrada en la ausencia


(defecto) o en la insuficiencia (imperfección) de la representación procesal con
la que está actuando alguien en nombre del demandante o eventualmente, la
que se le ha imputado al demandado, probablemente sin tenerla. Adviértase que
a diferencia de la anterior excepción, en esta el tema está precisamente centrado
en la representación procesal y sus eventuales omisiones o imperfecciones sea
en la persona del que representa al demandante o en la imputación hecha al
demandado o a quien se afirma representa a este.

1.4. EXCEPCIÓN DE OSCURIDAD O AMBIGÜEDAD EN EL MODO DE


PROPONER LA DEMANDA

AUGUSTO FERRERO indica que esta excepción encuentra su origen en el


derecho romano, al hacerse el procedimiento escrito. Entonces, se le facultó al
demandado a oponer la excepción de “oscuro libelo”, cuando la demanda no era
clara o tenía defectos de forma. Los prácticos españoles la llamaron más tarde
excepción de demanda incierta.

17
Como enseña MANRESA Y NAVARRO, esta excepción se refiere a los
requisitos esenciales de la demanda y no a los extrínsecos o accidentales.
Tampoco está dirigida a la comprobación de los hechos alegados en la demanda,
sino a la necesidad de que tales hechos y sus fundamentos sean claramente
expuestos. En ese sentido, HUGO ALSINA acota que “no se refiere al fondo o
justicia de la pretensión, sino que sólo es procedente cuando por su forma la
demanda no se ajuste a los requisitos que la ley prescribe”.

GUILLERMO CABANELLAS, en su “diccionario jurídico”, lo define a esta


excepción como: “La dilatoria fundada en no reunir la demanda los requisitos de
forma impuestos por la ley, o por pretender algo contrario al orden público; como
solicitar el divorcio vincular en una nación que no lo admite. A más de los
presupuestos procesales de fondo y forma que por omisión u otra circunstancia
permitan al demandado excepcionar frente a la demanda, y al demandante ante
la reconvención, surgen algunos otros motivos para poder alegar esta excepción,
surgen algunos otros motivos para poder alegar esta excepción de carácter fiscal
o administrativa; como no haber utilizado, cuando ello sea imperativo, el papel
sellado correspondiente o no haberse atendido a los renglones y otros
formulismos; si bien esto suele determinar, más que una excepción, el
rechazamiento “ in limini litis”de los escritos, con fórmulas como la de pídase en
forma y se proveerá”.

Para ALSINATZ la referida excepción procede cuando la exposición de los


hechos no es suficientemente clara, de tal forma que si la demanda adoleciera
de oscuridad o insuficiencia, tal que no permita con precisión y seguridad las
personas involucradas en el reclamo o el objeto que se pretende o los hechos
que valen de título o causa de pedir, no existiría el presupuesto de un proceso
válido.

Esta excepción es conocida en otros ámbitos como "excepción de defecto legal".


Según CARAVANTES, no se refiere al fondo o justicia de la demanda, sino que
solo tiene lugar cuando la forma de la demanda, esto es, el modo de formular la
pretensión, adolece de vicio o no se ajusta a los requisitos y solemnidades que
prescribe la ley para que pueda ser admitida por el juez. Tal sucederá cuando no

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se fije con precisión lo que se pida o no conste la persona contra quien se
proponga o la que la entable o no se exponga sucintamente y numerados los
hechos y los fundamentos de derecho (...)".

Para PALACIO, lo importante es que las falencias que pueda adolecer la


demanda deben ser suficientes como para afectar el derecho de defensa del
demandado, privando a este de la posibilidad de oponerse adecuadamente a la
pretensión o dificultándola la eventual producción de la prueba. Procede esta
excepción cuando no aparecen debidamente individualizados los nombres del
actor o del demandado, impidiendo fijar inicialmente en forma inequívoca a los
sujetos del proceso, por citar, no individualiza el nombre del propietario del
automóvil causante del daño; también procede cuando no denuncia su domicilio
real, salvo que la ubicación de este resulte de los documentos acompañados.

MARIANELLA LEDESMA NARVÁEZ señala que también procede cuando el


actor se abstiene de precisar con exactitud la cosa demandada y no media
obstáculo para ello, o reclama el pago de cantidades globales sin discriminación,
por ejemplo, si en la demanda de expropiación no se determina con exactitud la
ubicación, linderos y medidas perimétricas del terreno; si el actor no específica
la suma que reclama por el incumplimiento contractual que imputa al
demandado, no bastando para suplir esa omisión la eventual determinación del
valor de los bienes que aquel pretende diferir al momento de ejecutar la
sentencia; si se demanda el pago de honorarios profesionales sin precisar en
qué época y dónde se prestaron.

En relación a esta excepción, MORALES señala que el demandado se coloca en


un verdadero estado de indefensión al tener que contestar la demanda antes que
el juez resuelva esta excepción, contestación que, como lo argumenta el propio
demandado, tiene que realizar sobre una demanda oscura o ambigua,
violentando el debido proceso, pues se obliga al demandado a formular su
defensa sin tener exacto conocimiento de los alcances de la demanda. En estas
circunstancias, en caso de que se ampare la excepción la norma debería haber
propuesto que se conceda un plazo extraordinario al demandado para que
absuelva la demanda corregida de sus vicios originales.

GUILLERMO LORENTE, citando a JESÚS CUADRAO y jurisprudencia, señala


que se ha considerado con toda razonabilidad y lógica que su inclusión en los
Códigos de Procedimiento permite “el eficaz ejercicio del derecho de defensa” y

19
que el juzgador “no se vea impedido de resolver por la indeterminación de la
pretensión”: y luego puntualiza, citando a CARLOS J COLOMBO, la demanda
debe ser exacta y clara, porque de otro modo la defensa del demandado no
podría ser plena y porque es el primer punto obligado de referencia que ha de
tener la sentencia, lo que implica ecuanimidad, sensatez, prudencia, en lo que
respecta a la decisión relativa a su acogimiento o rechazo.

1.5. LA EXCEPCIÓN DE FALTA DE AGOTAMIENTO DE LA VIA


ADMINISTRATIVA.

POSTIGO TICONA, VICTOR, refiere que la falta de agotamiento de la vía


administrativa configura un caso de falta evidente de interés para obrar del
demandante y, por consiguiente, es una causal genérica de improcedencia de la
demanda (Art. 427º inc. 1). Empero, específicamente, para la pretensión
contencioso administrativa constituye una causal de inadmisibilidad (sin dejar de
ser un caso de falta de interés para obrar) y por lo mismo, subsanable.

Por otro lado, CARRIÓN LUGO, Jorge, en su libro “Análisis del Código Procesal
Civil” nos dice que esta excepción puede ser planteada no solamente en los
procesos de impugnación de acto o resolución administrativa, sino en cualquier
otro proceso que requiera un procedimiento administrativo previo; pues dicha
excepción se funda en la omisión de un requisito procesal, (agotamiento de la
vía administrativa).

CARRIÓN LUGO señala que “...quien no ha agotado los recursos impugnatorios


en la vía administrativa, ya sea porque no los interpuso o porque se le fue el
plazo para interponerlos, en el supuesto que impugnara judicialmente en la vía
del proceso contencioso administrativo la resolución respectiva, la excepción en
estudio es viable”; pues si no se agotan los recursos administrativos, se estaría
obviando el procedimiento para acudir directamente al órgano jurisdiccional, lo
cual no es dable.

Se trata de conceder al demandado, como bien pone de relieve JUAN MONROY


GÁLVEZ, la facultad de impedir el curso de la relación procesal, debido a que el
actor no ha agotado el trámite administrativo que, siendo jerárquicamente inferior
respecto del trámite judicial, requiere de estar concluido antes de permitir el
establecimiento válido de la relación procesal. Su nombre expresa su contenido,
la excepción de falta de agotamiento de la vía administrativa, como es obvio,

20
tiene que ver con el incumplimiento del actor en transitar por todo el recorrido
que tiene el procedimiento administrativo antes de recurrir al órgano
jurisdiccional. Es evidente también que estamos ante un caso clarísimo de falta
de interés para obrar.

CARRIÓN LUGO, al referirse a esta excepción, considera que es un tema de


discusión porque "se podría llegar a la conclusión, que en el fondo, esta es una
modalidad de la excepción de incompetencia, pues válidamente podemos
sostener que un juez no sería competente para conocer de una demanda sobre
impugnación de una resolución administrativa si previamente el actor no ha
agotado los recursos impugnatorios previstos en la vía administrativa".

1.6. EXCEPCIÓN DE FALTA DE LEGITIMIDAD PARA OBRAR DEL


DEMANDANTE O DEMANDADO

En principio debemos anotar que esta excepción, como tal, es una novedad que
trae el Código, el mismo que no la define ni da una idea de lo que constituye este
medio de saneamiento del proceso. Lo que ahora el Código ha hecho es
concebirla como una excepción, dándole nombre propio.

MONROY GÁLVEZ, JUAN sostiene que: “La legitimidad para obrar consiste
precisamente en que las personas que tienen su lugar respectivo en la relación
jurídica sustantiva, sean exactamente las mismas que ocupan su lugar
respectivo en la relación jurídica procesal. Si él o los titulares en la relación
jurídica sustantiva no son los mismos en la relación jurídica procesal, no hay
legitimidad para obrar.

Por su parte, TICONA POSTIGO, VICTOR sostiene que: “...cuando el


demandado deduce la excepción de falta de legitimidad para obrar del
demandante o del demandado lo que está haciendo es afirmar o que el
demandante no es el titular de la pretensión que está intentando o que, en todo
caso, no es el único que debería hacerlo sino en compañía de otro u otros, o que
él (el demandado) no debería ser el emplazado dado que la pretensión intentada
en su contra le es absolutamente ajena o, en todo caso, que no es el único que
debería haber sido demandado”.

Para MONTERO AROCA, la actividad procesal se puede iniciar por persona


distinta al titular de la relación jurídico-material o frente a persona distinta, bien

21
porque existe error o se falta a la verdad por quien interpone la pretensión, bien
porque el ordenamiento jurídico permite pretender la actuación del derecho
objetivo a quien no es titular de la relación jurídico-material. La acción se ejerce
al margen de la legitimación que pueda invocarse en el proceso.

DEVIS ECHANDÍAE, Ilustra la definición con el siguiente ejemplo:"quien reclama


una herencia o un inmueble para sí, tiene legitimación en la causa por el solo
hecho de pretender ser heredero o dueño; pero puede que no sea realmente
heredero o dueño y por ello la sentencia será de fondo, pero adversa a su
demanda". En los procesos contenciosos, refiere el citado autor, la legitimación
en la causa consiste, respecto del demandante, en ser la persona que de
conformidad con la ley sustancial está legitimada para que por sentencia de
fondo o de mérito se resuelva si existe o no el derecho o la relación jurídica
sustancial pretendida en la demanda y respecto del demandado en ser la
persona que conforme a ley sustancial está legitimada para discutir u oponerse
a dicha pretensión del demandante. En ese sentido, considera acertado el
pronunciamiento judicial de falta de legitimación pasiva, cuando se demanda en
petición de herencia a quien no ocupa los bienes como heredero, sino por
haberlos adquirido de un aparente heredero o de otro heredero.

ENRIQUE LINO PALACIO, sostiene que la falta de legitimación para obrar existe
cuando no media coincidencia entre las personas a las cuales la ley habilita
especialmente para entender o para contradecir respecto de la materia sobre la
cual versa el proceso. Así por ejemplo, si los sujetos de la relación jurídica
sustancial por la parte previa, son tres y solo demanda uno, no existe legitimidad
para obrar, esto puede suceder también en la parte pasiva. Esta excepción no
fue legislada por el Código derogado, acota ZUMAETA MUÑOZ, PEDRO en su
libro “Temas de la Teoría del Proceso”.

La legitimación puede ser ordinaria y extraordinaria. Según MONTERO AROCA,


la legitimación ordinaria es la afirmación de titularidad del derecho subjetivo
material. La legitimación no puede consistir en la existencia del derecho y de la
obligación, que es el tema de fondo que se debatirá en el proceso y se resolverá
en la sentencia; sino recae en las afirmaciones que realiza el actor. Si no afirma
su titularidad del derecho carecerá de legitimación para interponer la pretensión
contra el comprador; en cambio, la legitimación extraordinaria no afirma la
titularidad del derecho material subjetivo. Los intereses difusos son una

22
expresión de esta legitimación. La sentencia que declare fundada la demanda
será obligatoria para todos, incluso para quienes no han participado en el
proceso, tal como lo señala la última parte del artículo 82 del C.P.C.

Por su parte, TICONA señala que “cuando el demandado deduce la excepción


de falta de legitimidad para obrar el demandante o demandado, lo que está
haciendo es afirmar que el demandante no es el titular de la pretensión que está
intentando o que en todo caso no es el único que debería hacerlo, sino en
compañía de otros u otros, o que el (el demandado) no debería ser el emplazado
dado que la pretensión dada en su contra le es absolutamente ajena o, en todo
caso, que no es el único que debería ser demandado.”

JUAN MONROY lo mismo ocurre con la siguiente excepción, cuando el


demandado deduce la excepción de falta de legitimidad para obrar del
demandante o del demandado lo que está haciendo es afirmar o que el
demandante no es el titular de la prestación que el mismo demandado y sobre la
misma pretensión. Por esta razón, atendiendo a una declaración expresa de
renunciabilidad definitiva de su pretensión, el demandante en opinión del
excepcionaste no puede iniciar otra demandad contra el precisamente porque ya
no tiene interés para obrar ya lo agoto en el anterior proceso en el cual se desistió
de su pretensión.

1.7. EXCEPCIÓN DE LITISPENDENCIA

AUGUSTO FERRERO, refiriéndose al primer elemento, señala: “...no puede


existir identidad de partes cuando el carácter de actor y demandado se hallan
invertidos en ambos juicios. Cuando se habla de identidad de partes, se requiere
que el demandante y el demandado en el primer proceso sean respectivamente
el demandante y el demandado en el segundo, pero jamás a la inversa...”.

JUAN MONROY GÁLVEZ, es exactamente la misma que teníamos regulada en


el código derogado con el nombre de pleito pendiente, como su nombre lo indica,
se trata d la alegación en el sentido que entre las mismas parte y con el mismo
interés para obrar, se está discutiendo el mismo petitorio en otro proceso. Lo que
pretende el demandado es que este nuevo proceso quede sin efecto, dado que
el demandante está haciendo valer su interés para obrar en otro proceso iniciado
con anticipación.

23
Por su parte, ALEJANDRO VICENTE TORRES afirma que: “... para que se
produzca la litispendencia, basta una demanda anterior y otra posterior, siempre
que ambas tengan el mismo objeto e iguales partes...”.

ZUMAETA MUÑOZ, PEDRO en su obra “Temas de la Teoría del Proceso” refiere


que por medio de esta excepción se impide que se tramite en forma simultánea
o separada otro proceso mientras esté pendiente de resolución el proceso
anterior, cuya pretensión es idéntica o guarda relación con el iniciado
posteriormente. Se evita que se produzcan sentencias contradictorias y que se
sustancien simultáneamente dos procesos iguales. Es fundada esta excepción
cuando las partes o quienes de ellos deriven sus derechos, el petitorio y el interés
para obrar sean los mismos, y que ambos procesos se encuentres en trámite.
Por lo tanto, no sería amparada la excepción en comento cuando en el primero
de los procesos no se hubiere notificado al demandado el traslado de la
demanda. Tampoco existirá litispendencia si se hubiere dictado sentencia en el
primero de los procesos o cuando la resolución, por lo cual se decreta la
caducidad de la instancia, se encuentre firme. Si bien pudo haber existido el
estado de litispendencia al haberse llegado de las situaciones recién
mencionadas, tal estado se extinguió. En el Código derogado esta excepción
tenía el nombre de Pleito Pendiente.

Nuevamente AUGUSTO FERRERO nos dice que “de no existir la excepción de


litispendencia, podrían dictarse sentencias contradictorias, siendo ésta la razón
de ser de esta institución. Mas que la economía procesal está el orden jurídico
de por medio. La necesidad de darle seguridad jurídica a la relación procesal ya
fijada en el proceso anterior, es el fundamento principal de esta excepción”.

MARIANELLA LEDESMA NARVAEZ nos dice que se califica a esta excepción


cuando existe otro proceso pendiente entre las mismas partes, en virtud de la
misma causa y por el mismo objeto, es decir, frente a la coexistencia de dos
pretensiones cuyos elementos son idénticos. Esta identidad que existe entre los
elementos de la pretensión lleva a diferenciar la litispendencia de la acumulación
de procesos. Así, mientras la primera supone la existencia de la triple identidad
entre las pretensiones, la acumulación puede decretarse por la mera conexión
entre la causa o el objeto de aquellas.

24
1.8. EXCEPCIÓN DE COSA JUZGADA

AUGUSTO FERRERO sostiene que: “... La cosa Juzgada es la excepción que


se deduce en un proceso, en virtud de existir una sentencia judicial que haya
culminado un proceso anteriormente sobre la misma acción, por la misma cosa
y entre las mismas personas...”. Agrega que “...no hay base más sólida para la
existencia de esta excepción, que el peligro de las sentencias contradictorias. El
fundamento de la excepción de Cosa Juzgada, como el de la transacción,
desistimiento y litispendencia, es la seguridad jurídica...”.

ROMERO afirma que la excepción de cosa juzgada “consiste en el derecho que


tiene el litigante vencedor de oponer el fallo que le favorezca a las nuevas
pretensiones que sobre lo mismo pudiera formular su contrario, impidiendo por
tal medio toda discusión sobre lo ya juzgado, en un proceso anterior”. Esta
afirmación, es errónea ya que, como dice CHIOVENDA “la cosa juzgada se
produce entre las partes; y la excepción de cosa juzgada corresponde a ambas
partes. La excepción de cosa juzgada no corresponde a una u otra parte, según
haya o no vencido; también el vencido puede oponerla”.

TICONA POSTIGO sostiene que “... esta excepción lo que permite al demandado
es denunciar que el interés para obrar del demandante ya no existe, dado que lo
hizo valer en el anterior proceso, en donde quedó totalmente agotado al haberse
expedido un pronunciamiento definitivo sobre el fondo de la controversia”.

MONROY GÁLVEZ, precisa que: “... a través de ella se denuncia la falta de


interés para obrar en el exceptuado. En efecto, el interés para obrar – de
naturaleza plenamente procesal – caracterizado por ser inminente, actual e
irremplazable extrajudicialmente, ha sido agotado por el actor en otro proceso.
Por tanto, ya no existe en aquel en que se deduce la excepción...”.

MARIANELLA LEDESMA NARVÁEZ señala que: “La excepción de cosa


juzgada... está íntimamente relacionada con la función jurisdiccional, es decir,
que las decisiones que se logren en su interior son definitivas e inmutables, pues
buscan acabar para siempre con el conflicto.

Se expresa continúa LEDESMA, en el hecho de que no se puede volver a


discutir ante un órgano jurisdiccional una decisión dada por este, así como el
deber de cumplir lo expresado en el fallo judicial. Si bien es un efecto natural de
toda sentencia, su imperio y obligatoriedad, también concurre a ella, la propia

25
utilidad de la función judicial del Estado, unida a consideraciones de seguridad
jurídica, que determinan la necesidad de asegurar del atributo que su contenido
no puede ser alterado en ningún otro proceso ulterior, tomando por lo tanto,
inadmisible toda nueva discusión o resolución acerca de las cuestiones ya
decididas o resueltas con carácter firme.

Sobre la obligatoriedad, CHIOVENDA, GUISEPPE refiere que “la obligatoriedad


de la cosa juzgada se refiere al juez de los procesos futuros; así ciertamente las
partes en los procesos futuros puedan alegar y probar la sentencia precedente
para excluir una nueva”.

Para MÁLAGA, “La litispendencia y la cosa juzgada tienden por igual a la


protección de la eficacia de la sentencia y ambas lo hacen desplegando sus
efectos de un modo similar, de suerte que la litispendencia constituye una
especie de anticipación de la cosa juzgada o, si se prefiere, una suerte de
retroacción de los efectos de esta al momento de la presentación de la
demanda”.

ROMERO puntualiza dos cosas importantes sobre la cosa juzgada. En primer


lugar: para que exista debe haber fallo. En segundo lugar: la cosa juzgada sólo
reside en la parte dispositiva de los fallos y no en los considerandos o razones
que el juez haya tenido para expedir su decisión.

HINOSTROZA MINGUEZ, ALBERTO, en su libro “Las excepciones en el


proceso civil” señala que cuando se declara fundada la excepción de cosa
juzgada se produce como efecto la anulación de todo lo actuado y la conclusión
del proceso. Sobre esto último hay que señalar que la pretensión no se extingue
en virtud de la excepción de la cosa juzgada, sino en merito a la resolución
judicial que ha adquirido la calidad de cosa juzgada.

1.9. EXCEPCIÓN DE DESISTIMIENTO DE LA PRETENSIÓN

MARIANELLA LEDESMA NARVAEZ, señala que el desistimiento siempre se


produce en el ámbito del proceso y se expresa bajo dos supuestos: desistirse
del proceso y desistirse de la pretensión, este último también es conocido como
desistimiento de derecho.

El desistimiento de la pretensión, agrega LEDESMA NARVAEZ, si es


procedente, dará por terminado el litigio. En lo sucesivo las mismas partes no
podrán promover otro proceso por el mismo objeto y causa. En caso de intentar

26
un nuevo litigio con las identidades descritas, el demandado podría oponer la
excepción del desistimiento de la pretensión con la prueba documental de la
existencia del proceso donde exista la resolución que admite dicho desistimiento,
pero siempre y cuando hubiese operado dicho desistimiento en un proceso
contencioso.

El desistimiento necesariamente está sujeto al control jurisdiccional para apreciar


si se trata de un objeto disponible para luego, en caso de ser positivo, proceder
a la homologación para validar su existencia y sus efectos. Como señala el
artículo 344 del CPC "la resolución que aprueba el desistimiento de la pretensión
produce los efectos de una demanda infundada con la autoridad de cosa
juzgada”.

El desistimiento de la pretensión debe ser apreciado bajo dos supuestos a


actuar: que la demanda haya sido notificada y que tal acto no haya tenido lugar.

En el primer caso, es obvio que habrá de notificarse la resolución que se dicte.


Producido el desistimiento del derecho, el juez dictará una resolución
homologatoria en tanto lo admita. Dictada esa resolución, ella deberá notificarse.

MONROY GÁLVEZ, algo parecido ocurre con la siguiente excepción la


denominada desistimiento de la pretensión. Con ella el demandado manifiesta al
juez que el demandante antes del actual proceso, inicio otro en el cual decidió
renunciar definitivamente a continuar haciendo uso del órgano jurisdiccional
contra el mismo demandado y sobre la misma pretensión. Por esta razón
atendiendo a una declaración expresa de renunciabilidad a una declaración
expresa de renunciabilidad definitiva de su pretencion,, el demandadte en
opinión del excepcionante no puede inicia otra demanda contra el precisamente
porque ya no tiene interés para obrar ya lo agoto en el anterior proceso en el cual
se desistio de su pretensión.

1.11. EXCEPCIÓN DE CONCLUSIÓN DEL PROCESO POR CONCILIACIÓN


O TRANSACCIÓN

La conciliación y transacción son formas de autocomposición que tiene el mismo


efecto: dar por terminado el proceso.

La conciliación realizada con las formalidades de la ley, y aprobada por el Juez,


tiene los mismos efectos de una sentencia con autoridad de cosa juzgada. (Art.
238 del C.P.C); asimismo la transacción judicial realizada con las formalidades

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de ley, aprobada por el Juez, también tiene la calidad de una sentencia con
autoridad de cosa Juzgada, en aplicación del Art. 337 del C.P.C.

Igualmente entre ambas instituciones existen diferencias fundamentales, como


las siguientes: la conciliación siempre se da dentro del proceso, en tanto que la
transacción puede ser judicial o extrajudicial; la conciliación es un trámite
obligatorio en el proceso, en la conciliación el Juez tiene activa participación,
proponiendo la fórmula de arreglo “ que su prudente arbitrio le aconseje”, en tanto
que la transacción la intervención del Juez no es activa, ya que son las partes
que por su propia decisión la inician y la celebran; en la conciliación, por ser una
figura amplia, puede producirse renuncias o concesiones unilaterales o
bilaterales sobre diversidad de derechos renunciables o disponibles, permitidos
por la ley, en tanto que la transacción sólo versa sobre derechos patrimoniales e
importa concesiones recíprocas. Cabe agregar que en el proceso ejecutivo es
posible la conciliación como parte de su trámite si se ha producido contradicción.

Para un mejor estudio de esta excepción la sub dividiremos en excepción de


conclusión del proceso por conciliación y excepción de conclusión del proceso
por transacción.

EXCEPCIÓN DE CONCLUSIÓN DEL PROCESO POR CONCILIACIÓN

La conciliación es un mecanismo procesal que sirve para poner término al


proceso sin llegar necesariamente a la sentencia. Está incluida en el Código
Procesal Civil como un trámite obligatorio en el proceso civil, adquiriendo de
Cosa Juzgada la conciliación que pone fin al proceso.

TICONA POSTIGO, refiriéndose a esta excepción precisa que “...el demandado


también puede deducir excepciones alegando que en un proceso anterior llegó
con el demandante a un acuerdo en el cual ante un órgano jurisdiccional,
aceptaron la propuesta de acuerdo que este –el órgano jurisdiccional– les hizo,
es decir conciliaron...”.

Por su parte CARRIÓN LUGO, señala que “... cuando un proceso civil dado
hubiera concluido mediante conciliación y, no obstante ello, se inicia un nuevo
proceso idéntico a aquel, el demandado, en el segundo proceso, puede deducir

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la excepción de conclusión de proceso por conciliación o simplemente la
excepción de conciliación...”.

HINOSTROZA considera que nada obsta para que esta excepción pueda operar
tratándose de conciliación extrajudicial, la cual, pese a no concluir en un proceso
judicial, impide que se promueva el juicio si el objeto de este y el asunto
conciliado coinciden. "(...) por cumplir tanto la conciliación judicial como la
extrajudicial la misma función (poner fin al conflicto de intereses por acuerdo de
partes) esta última, es susceptible de ser considerada como presupuesto de la
excepción que analizamos". El referido autor supedita la excepción fundada en
la conciliación extrajudicial siempre que sea facultativa y lo explica así: "(...)
siendo el acta de conciliación extrajudicial anexo exigible a la demanda en los
procesos cuya materia se encuentre sujeta a dicho procedimiento previo (que
adquiere carácter obligatorio) resulta muy sencillo para el órgano jurisdiccional
determinar durante la calificación de la demanda si hubo o no conciliación
preprocesal. En el primer caso, rechazará la demanda por ser notoriamente
improcedente; en el segundo, falta el presupuesto de la excepción. Es por ello
que no puede concebirse la excepción basada en la conciliación extrajudicial que
no sea de carácter facultativo (en cuyo caso se está ante un asunto que puede
ser ventilado judicialmente sin exigirse la copia certificada del acta respectiva)
salvo las hipótesis del error judicial al verificar el acta de conciliación o del
planteamiento malicioso de la excepción".

EXCEPCIÓN DE CONCLUSIÓN DEL PROCESO POR TRANSACCIÓN

(AUGUSTO FERRERO) nos dice que “la transacción... entraña una función
positiva y una negativa. Una función positiva por cuanto se puede exigir su
cumplimiento. Una función negativa por cuanto se puede oponer lo pactado, y
es en el sentido de la función negativa que opera la excepción.

El Código Procesal Civil considera esta excepción como una forma especial de
conclusión del proceso, encerrándola bajo la denominación de transacción
judicial. Sin embargo también se refiere a la transacción extrajudicial. Sin
embargo también se refiere a la transacción extrajudicial, la cual debe ser
homologada por el Juez, para que produzca la conclusión del proceso y adquiera
autoridad de cosa Juzgada.

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En la transacción judicial el juez cuando se le somete una transacción para que
sea aprobada verifica la legalidad del acuerdo al que han llegado las partes, sin
entrar al fondo del mismo, determinando que el conflicto que dio origen al
proceso ha concluido por transacción. Este contrato forma parte del proceso,
poniendo fin a este, mediante resolución del órgano jurisdiccional. En opinión de
PELÁEZ, "no estamos ante un simple hecho que puede alegarse como defensa
de nuestros derechos; es propiamente el instrumento utilizado para concluir
judicialmente el litigio dentro del proceso. Ella es considerada como una
excepción procesal, de forma".

Para DE LA OLIVA-FERNÁNDEZ, la transacción judicial supone un negocio


jurídico material, documentado en acta y homologado por el tribunal con la
inexorable consecuencia de una resolución judicial.

GÓMEZ ORBANEJA aborda el tema desde un aspecto de competencia para


ejecutar la transacción. Considera que en esos casos se debe limitar la ejecución
de la transacción, a la competencia objetiva que el juez tenía para fallar la
pretensión originaria, remitiendo el resto a la ejecución del juez competente. Este
criterio tiene detractores como PELÁEZ, quien considera que lo transigido forma
una unidad y sería absurdo considerar ejecutable tan solo parte de lo acordado,
lo que es congruente con la pretensión originaria, y el resto considerarlo como
una transacción civil contenida en un documento público, a ejecutar en un
proceso ejecutivo autónomo.

Es de advertir que el Juez aprueba la transacción, siempre que contenga


concesiones recíprocas y verse sobre derechos patrimoniales y no afecte el
orden público o las buenas costumbres, y declara concluido el proceso si alcanza
a la totalidad de las pretensiones propuestas.

COLOMBO precisa que “La transacción en doctrina, es considerada por algunos


como mixta porque tiene carácter previo a la contestación sobre el fondo y pone
fin al juicio, decidiéndose el proceso por una cuestión que no hace la substancia
y sin discusiones sobre derecho invocado...”.

CARRIÓN LUGO, precisa que “...cuando un proceso civil haya concluido


mediante la transacción y, no obstante ello, se inicia un nuevo proceso idéntico
a aquel, en el segundo proceso el demandado puede perfectamente deducir la

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excepción de conclusión del proceso, por transacción o simplemente la
excepción de transacción...”.

1.12. EXCEPCIÓN DE CADUCIDAD

(POSTIGO TICONA, VICTOR) indica que la caducidad, en sentido estricto,


viene a ser la pérdida del derecho a entablar una demanda o proseguir la iniciada
en virtud de no haberse propuesto la pretensión procesal dentro del plazo
establecido por la ley. V.gr.: El derecho de retracto, articulo 1596 del código civil.

La caducidad significa, según ALBADALEJO, generalmente una facultad o un


llamado derecho potestativo tendente a modificar una situación jurídica; nace
con un plazo de vida, y pasado este, se extingue. Se trata de una facultad de
duración limitada.

Finalmente TICONA POSTIGO, afirma que: “Si se ha interpuesto una demanda


cuya pretensión está sustentada en un derecho que ha devenido en caduco,
entonces la pretensión en estricto no tiene fundamento jurídico por lo que ya no
puede ser intentada. Esta situación es tan categórica para el proceso que el
nuevo código le concede al Juez el derecho de declarar la caducidad y la
consecuente improcedencia de la demanda, si aparece del solo examen de ésta
al momento de su calificación inicial.

Asimismo, el demandado que considere que el efecto letal del tiempo ha


destruido el derecho que sustenta la pretensión dirigida en su contra, puede pedir
la declaración de caducidad en sede de excepción”.

En conclusión, la excepción de caducidad procede cuando se ha interpuesto una


demanda fuera del plazo legal, por cuanto los plazos de caducidad son fijados
por ley.

1.13. EXCEPCIÓN DE PRESCRIPCIÓN EXTINTIVA

FELIPE SERAFINI refiere que en Roma, aunque por su tramitación fuesen


cuestiones prejudiciales, tanto la prescripción extintiva como la adquisitiva eran
deducidas en vía de excepción. En el derecho moderno, la concepción de la
prescripción como excepción no ha variado sustancialmente. Es así que muchos
códigos la mantienen en sus dos formas.

31
AUGUSTO FERRERO nos menciona los dos tipos de prescripción en derecho:
la prescripción extintiva, llamada también liberatoria, que extingue el derecho de
acción para hacer efectivo un derecho personal o real. Se le denomina extintiva
en cuanto el derecho de accionar del acreedor, y liberatoria, en cuanto libera al
deudor del acción del acreedor. Y, la prescripción adquisitiva que constituye un
derecho real.

COVIELLO precisa que “Son requisitos de la prescripción extintiva:

1. La existencia de un derecho que podía ejercitarse;

2. La falta de ejercicio o la inercia de parte del titular; y

3. El transcurso del tiempo señalado por la ley, y que varía según diversos
casos”.

MONROY GÁLVEZ precisa que “...el fundamento jurídico de la prescripción


extintiva es la sanción al titular de un derecho material, por no haberlo reclamado
judicialmente en el plazo que la ley dispone específicamente para tal derecho,
por lo expuesto, nos parece que la prescripción extintiva no ataca el derecho de
acción genérico y; en estricto tampoco el derecho material, sino a la pretensión
procesal respecto de ese derecho material”.

La prescripción extintiva no puede ser declarada de oficio por el Juez, no puede


en consecuencia fundar el fallo en la prescripción, si es que no ha sido invocada.

La prescripción extintiva pueda ser invocada, no solo como excepción, sino que
se permita proponerla como pretensión, es una posibilidad sería a contemplar,
toda vez que no hay disposición legal que la prohíba, todo lo contrario, con este
ejercicio se buscaría dilucidar la incertidumbre del deudor en relación con la
extinción del cobro de la acreencia.

AUGUSTO FERRERO señala que el fin último de esta excepción es la


impugnación de la acción, por cuanto el plazo para hacerla valer ha vencido. Es
una típica excepción procesal. No se dirige contra el derecho mismo, sino contra
la forma de hacer valer ese derecho, es decir, contra la acción.

Los efectos de esta excepción son:

1) Si se declara infundada ésta excepción, se declarará saneado el proceso,


es decir la existencia de una relación jurídica procesal válida.

32
2) Si se declara fundada esta misma excepción, una vez consentido y/o
ejecutoriado el auto resolutivo, el cuaderno de excepciones se agregará al
principal, produciéndose como efecto la nulidad de lo actuado y la conclusión del
proceso, sin declaración sobre el fondo.

La diferencia entre la prescripción extintiva y la caducidad se encuentra en que


la primera no funciona automáticamente como la caducidad, pues para que
opere debe ser deducida por el deudor; la prescripción extingue la acción, pero
no el derecho, en cambio la caducidad extingue el derecho y en consecuencia la
acción; además el plazo de prescripción es susceptible de suspensión o
interrupción. Existen también semejanzas: Ambos son institutos regulados por el
código civil, son considerados como excepciones en el proceso civil, con carácter
de perentorios, y ambos tiene la injerencia el transcurso del tiempo.

Extinguido el proceso, se extingue también la pretensión, pero el derecho


subsiste.

Resulta interesante apreciar la experiencia colombiana que sobre el particular se


ha desarrollado mediante la Ley 791 del año 2002, cuando el demandado en la
contestación de la demanda simplemente alega la prescripción sin
contrademandar. VELÁSQUEZ JARAMILLO, nos señala que en casos como
ese, el juez antes de la vigencia de la referida ley, solo se limitaba a enervar la
pretensión sin declarar el dominio en el escribiente, el cual, para poderlo lograr,
necesitaba indefectiblemente una acción posterior. La referida Ley 791, señala
VELÁSQUEZ, "permite al demandado, con una clara finalidad de economía
procesal, excepcionar la prescripción, con la prueba, claro está, de la posesión
ejercida y los demás requisitos legales, y el juez, ante el acervo probatorio
presentado, declara el dominio".

1.14. EXCEPCIÓN DE CONVENIO ARBITRAL

Sobre el particular, MARIANELLA LEDESMA NARVAEZ refiere que el arbitraje


es un medio extraordinario de administrar justicia. Importa un equivalente
jurisdiccional, que tiene un origen contractual expresado en el convenio arbitral.
Este convenio es consecuencia del principio de la autonomía de la voluntad,
porque como convención supone el libre acuerdo de la voluntad de los
contratantes, aun en los contratos con el Estado, en los que opera la contratación
por adhesión.

33
En la teoría del proceso, el arbitraje es un fenómeno de desplazamiento de la
competencia, como excepción a la regla de la competencia permanente. Este
desplazamiento de la competencia opera a través del convenio arbitral.

Por medio de esta institución las partes se someten al conocimiento y decisión


de uno o más arbitrios la solución de sus conflictos que en el futuro puede surgir
entre ellas, como consecuencia de un contrato o de otras relación jurídicas
identificadas o de las controversias ya existentes y determinadas, sean o no
materia de un proceso. El convenio arbitral obliga a las partes y a sus sucesores
a la realización de cuantos actos sean necesarios para que pueda tener plenitud
de efectos y se cumplido el laudo arbitral. Si existiendo el laudo; vale decir, la
decisión sobre convenio arbitral y cualquiera de las partes recurra al órgano
jurisdiccional para solicitar se resuelva el conflicto de intereses ya resuelto, se
tiene que promover la excepción en comento. Si a pesar de ello, no se interpone,
existe renuncia tácita al convenio arbitral, y se someten a la decisión del juez. El
código derogado, no legislo esta excepción.

También se encuentra contemplada en el Art. 16 de la Ley General de Arbitraje,


cuando se trata de arbitraje nacional precisa, que “si se promoviera una acción
judicial relativa a un materia que estuviera reservada a decisión de los árbitros
de acuerdo con el convenio arbitral o cuyo conocimiento ya estuviera sometido
por las partes a dicha decisión, tal circunstancia podrá invocarse como excepción
de Convenio Arbitral, dentro del plazo previsto en cada proceso. Vencido el plazo
correspondiente se entiende renunciado el derecho a invocarla y sin efecto
alguno el convenio arbitral.

Se presumirá, sin admitir prueba en contrario, que el convenio arbitral era


conocible si se cumple con algunos de los supuestos siguientes:

1. Si es puesto a conocimiento del público, mediante adecuada publicidad.

2. Si las condiciones generales que incluyen el convenio arbitral se


encuentran insertas en el campo del contrato principal y este último es por
escrito, y está firmado por ambas partes.

3. Si las condiciones generales, a pesar de no estar reproducidas en el


cuerpo del contrato principal, están reproducidas en el reverso del documento, y
se hace referencia al arbitraje en el cuerpo del contrato principal, y este es por
escrito y firmado por la otra parte.

34
4. Si el convenio arbitral se encuentra incluido en condiciones estándares
separadas del documento principal, pero se hace referencia en el cuerpo del
contrato principal a la existencia del arbitraje y éste es por escrito y firmado por
la otra parte.

Si se estableciera que el convenio arbitral no fue conocido o conocible por la


contraparte al momento de la celebración del contrato, el estipulante del
convenio arbitral, no podrá exigir su aplicación, salvo que posteriormente su
contraparte lo acepte expresamente y por escrito. Empero, la contraparte si
podrá exigir la aplicación de dicho convenio arbitral, así éste no hubiera sido
inicialmente conocido conocible.

En el supuesto caso de encontrarse en trámite tanto el proceso arbitral como el


judicial, es procedente la excepción de convenio arbitral por ser específica, no
siendo procedente en este caso la excepción de litispendencia.

Cuando el laudo arbitral se encuentra firme o ejecutoriado, y se promueve un


proceso judicial sobre la misma materia, objeto del convenio, en el proceso
judicial debe proponerse la excepción de Cosa Juzgada y no la de Convenio
Arbitral, porque de conformidad con el Art. 59 de la Ley General de Arbitraje, el
Laudo tiene valor de Cosa Jugada, y es más el Art. 453 del C.P.C., precisa que
procede la excepción de Cosa Juzgada cuando el proceso haya sido resuelto
con sentencia o laudo firme.

Los efectos de esta excepción son:

1) Si se declara infundada ésta excepción, se declarará saneado el proceso,


es decir la existencia de una relación jurídico procesal válida.

Si se declara fundada esta misma excepción, se declarará la nulidad de lo


actuado y la conclusión del proceso, sin declaración sobre el fondo; y una vez
consentido y/o ejecutoriado el auto resolutorio, el cuaderno de excepciones se
agregará el principal y se agregará el principal y se archivará el expediente.

35
TRÁMITE DE LAS DEFENSAS PREVIAS
Debe añadirse que algunos autores admiten la existencia de defensas previas
proveniente del convenio de partes, por ejemplo, pactos que implican obligación
de realizar comunicaciones, requerimientos previos a cualquier acción judicial,
que obren en un contrato determinado. Este tipo de defensas previas de origen
convencional, sin embargo, pueden confundirse con el título de la obligación en
sí, en todo caso se trataría de una interpretación extensiva del presente artículo.
La tramitación de estas excepciones, en cuaderno separado, a fin de no
suspender la tramitación del expediente principal.
En este cuaderno no solo se recogerá los actuados referentes a la excepción
propuesta sino que también en él se verificará la audiencia de saneamiento
procesal en la que el juez puede declarar infundada la excepción propuesta y
además declarar saneado el proceso, declaración que no estará contenida en
el principal, sino en el cuaderno de excepciones.

PLAZO Y FORMA DE PROPONER EXCEPCIONES

Conjuntamente y dentro del plazo que cada tipo de procedimiento señala, el


plazo máximo es de 10 días, contados desde la notificación con la demanda, en
el proceso abreviado son de 5 días, en el proceso sumarísimo las excepciones
se deducen al contestarse la demanda.
Se sustancia en forma conjunta, en cuaderno separado y sin suspender la
tramitación del principal, su tramitación es autónoma y sus efectos tienen
influencia en el cuaderno principal, pudiendo suspender o anular el proceso.

MEDIOS PROBATORIOS DE LAS EXCEPCIONES

Los medios probatorios que se ofrezcan en el escrito, transcurrido el plazo, sin


que se haya absuelto el trámite, el juez tienen dos alternativas. mediante
decisión motivada e inimpugnable, declarando infundada la excepción y saneado
el proceso, es válida; fija día y hora para la audiencia de saneamiento, la que
será inaplazable.
En la excepción de convenio arbitral únicamente se admite medio de prueba el
documento que acredite la existencia del laudo o convenio arbitral.

36
En las excepciones en los procesos sumarísimos sólo se admiten como medios
de prueba los de actuación inmediata.
Ese mensaje, señala FALCÓN, puede ser útil a efectos jurídicos cuando
contenga un dato que haga al proceso. El mensaje es diverso, pues puede
responder a un acto voluntario (como una carta, un contrato, una confesión, etc.)
como involuntario (restos, impresiones digitales, rastros de ADN, papeles
sueltos, daños naturales de los que derive responsabilidad objetiva, etc.).

CONTENIDO DEL AUTO QUE RESUELVE LA EXCEPCIÓN

La actividad saneadora aparece en diversos momentos en la etapa postulatoria


de la demanda. Ella opera en la calificación de la demanda; la resolución de las
excepciones y el saneamiento del proceso. Tiene como finalidad procurar que
el proceso se constituya y desarrolle válidamente, así como que no haya falta
manifiesta de las dos condiciones de la acción (legitimidad e interés para
obrar), para que eliuez al expedir sentencia resuelva el fondo delconflicto de
intereses.
La norma se refiere precisamente al segundo momento del saneamiento a la
valoración de las excepciones. Si el demandado ha propuesto excepciones
procesales o defensas previas y el
juez las declara infundadas, o en su caso improcedente, debe declarar
simultáneamente, en la misma resolución, el saneamiento del proceso, como
lo establece el artículo 449 del CPC. De lo contrario, aplica lo dispuesto en
los adículos 450 y 451 del CPC.

DECISIÓN Y RECURSOS EN LAS EXCEPCIONES

La regla general señala que todas deben ser resueltas en un solo acto y
contenidas en una sola resolución llamada auto. Este acto único, se explica
por los efectos que van a producir estas en el proceso, corno son la
suspensión o la conclusión del proceso, según la excepción que se ampare,
si se trata de las excepciones de incompetencia, representación insuficiente
del demandado, falta de agotamiento de la vía administrativa, falta de
legitimidad para obrar del demandante, litispendencia, ó cosa juzgada,
desistimiento de la pretensión, conclusión del proceso por conciliación o
37
transacción, caducidad, prescripción extintiva o convenio arbitral, se anulara
todo lo actuado y se dará por concluído el proceso.
Señala MÁLAGA, la solución correcta es la contraria: "el hecho que la ley
obligue
a acudir al Poder Judicial para lograr la ejecución forzosa de laudo arbitral
no 'Judicializa" el arbitraje, y precisamente por ello tampoco obsta a la
necesidad de denunciar su existencia en un juicio posterior mediante la
excepción específica que la ley prevé al efecto, o bien, si el laudo ya es
firme y solo queda pendiente su ejecución ante el juez de primera instancia,
mediante Ia excepción de cosa juzgada.

EFECTOS DE LAS EXCEPCIONES

Las excepciones, como medios de defensa de la parte demanda, se pueden


agrupar: por los efectos que se busca producir en el proceso, en suspensivas
o meramente conclusivas de este.
1. Suspender el proceso hasta que el demandante incapaz comparezca.
2. Suspender el proceso hasta que se subsane el defecto o la insuficiencia.
3. Suspender el proceso hasta que el demandante subsane los defectos
señalados.
4. Suspender el proceso hasta que el demandante establezca la relación jurídica
procesal.
5. Anular lo actuado y dar por concluido el proceso.
6. Remitir los actuados al Juez que corresponda.
3. Efectivamente, como se aprecia de la redacción del inciso 3, aldeclarar
fundada esta excepción se suspende el proceso hasta que el demandante
subsane los defectos señalados, pero no implica que ese reparo o aclaración
que se busca, sea motivo para que, a partir de ello, el demandado conteste
corregir la demanda. Como señala Morales Godo(2s), dicha situación merece
un tratamiento normativo concreto, a fin de evitar colocar al demandado en
una situación de indefensión.
Por último, adviértase que los efectos que describe la norma en comentario
operarán una vez consentido o ejecutoriado el auto que lo declara fundados.

38
AMPARO DE LAS EXCEPCIONES DE LITISPENDENCIA, COSA
JUZGADA, DESISTIMIENTO DE LA PRETENSICIÓN O CONCLUSIÓN
DEL PROCESO POR CONCILIACIÓN O TRANSACCIÓN.

La norma selecciona un grupo de excepciones sobre los que opera un elemento


común: la identidad de procesos. El artículo 452 del Cpc califica como procesos
idénticos cuando las partes, el petitorio y el interés para obrar son los mismos.
Bajo ese enunciado, la norma en comentario nos propone según la excepción
que se trate de supuestos especiales que permitiría se ampare esta.
En el caso de la excepción de litispendencia, esta ópera cuando existe otro
proceso pendíente, o como lo cita la norma “que se encuentre en curso, entre
las mismas partes, en virtud de un mismo objeto y una misma causa. Aquí
coexisten dos pretensiones cuyos elementos son idénticos. Para la admisión de
dicha excepción se requiere la más absoluta identidad en la trilogía descrita, de
modo que la sentencia dictada en uno de los procesos debe producir la
excepción de cosa juzgada en el otro.
Con respecto a la excepción de cosa juzgada, se expresa en el hecho de que
no se puede volver a discutir ante un órgano jurisdiccional una decisión
emitida por este. El supuesto que opera en esta excepción es iniciar un
proceso idéntico a otro ya resuelto mediante sentencia firme. Si bien es un
efecto natural de toda sentencia su imperio y obligatoriedad, también concurre
a ella la propia utilidad de la función judicial del Estado.
La excepción de desistimiento de la pretensión opera cuando el
pretendiente cesa en reclamar el derecho que alega. Es un acto de disposición
que va a generar efectos fatales para quien lo formula, como es, asumir los
efectos de una sentencia infundada. Tambien el desistimiento no se refiere
al proceso, sino a la pretensión, cuyos efectos son sustancialmente
diferentes.
Son dos categorías totalmente diferentes, cuyas consecuencias señalan lo
siguiente: la transacción o la conciliación ponen fin al conflicto y
consecuentemente al proceso en el que se discute; pero puede darse el caso
de que se ponga fin al proceso, mas no al conflicto, situación que puede
permitir reanudar su discusión posteriormente, en otro momento y en otro
proceso.

39
IMPROCEDENCIA DE LA EXCEPCIÓN COMO NULIDAD

Bajo este contexto decimos que una de las etapas en el proceso para albergar
el cuestionamiento de parte, a la validez de la relación procesal es la postulatoria.
La excepción se constituye en el medio de defensa que debe emplear el
demandado para paralizar el ejercicio de la acción o destruir su eficacia, fundada
en una omisión procesal o en una norma sustancial.
La denuncia de esos hechos como excepción está sujeta a preclusión, de tal
manera que luego no puede ser alegado como causal de nulidad. Mediante la
preclusión se cierra el paso a la inseguridad jurídica en el desarrollo del proceso.
Esto se explica porque las formas no tienen por sí mismas una finalidad, sino
que sirven de manera inmediata para garantizar el debido proceso, excluyendo
toda posibilidad de volver a debatir o cuestionar lo actuado.
Como señala BRISEÑO SIERRA, "el despacho saneador se destina a remover
las nulidades del proceso y a verificar la existencia de los requisitos legales de
la acción, esto es, a determinar si su titular está en condiciones de pedir
una decisión de mérito”.

40
LAS DEFENSAS PREVIAS Y EXCEPCIONES SUSTANTIVAS

El derecho de defensa se puede manifestar a través de:

La defensa de fondo, que es la oposición directa a la pretensión intentada contra


el demandado por el demandante.

La defensa de forma, que es el cuestionamiento a la relación jurídico-procesal,


o de la posibilidad de oponerse o de evitar un pronunciamiento válido sobre el
fondo por defecto u omisión ya sea en un presupuesto procesal o en una
condición de la acción.

La defensa previa, que es aquella defensa que se interpone cuando no se ha


cumplido con un requisito de procedibilidad, es decir que la ley dispone que
deben satisfacerse previamente determinados requisitos sin los cuales no es
posible iniciar válidamente el proceso civil.

DEFENSAS PREVIAS

Por lo general el proceso se inicia sin necesidad de cumplir previamente con


requisitos directamente relacionados con el hecho demandado. Pero hay casos
excepcionales, sin embargo, en los que la ley dispone que deben satisfacerse
previamente determinados requisitos, sin los cuales no es posible iniciar
válidamente el proceso civil. No obstante, si no se observaran tales requisitos,
es posible interponer un medio de defensa al cual se le denomina defensa previa.

Para Carrión Lugo, las defensas previas constituyen medios procesales a través
de los cuales el demandado solicita la suspensión del proceso hasta que el actor
realice la actividad que el derecho sustantivo prevé como acto previo al
planteamiento de la demanda.

Según Monroy Gálvez, la defensa previa es aquella que sin constituir un


cuestionamiento a la pretensión y tampoco a la relación procesal, contiene un
pedido para que el proceso se suspenda hasta tanto el demandante no realice o
ejecute un acto previo. La defensa previa no ataca la pretensión sólo dilata al
proceso y su eficacia, a veces incluso de manera definitiva.

En el derecho comparado las defensas previas responden al nombre de


defensas temporarias. A ellas De Santo las define como las defensas reguladas
en las leyes sustantivas que pueden plantearse como excepciones previas, que

41
por su origen y naturaleza no extinguen la pretensión cuanto dilatan
temporariamente su examen.

Entonces, en determinados casos, antes del inicio del proceso civil se debe
cumplir con el requisito de procedibilidad establecido en la ley sustantiva
(entiéndase por ésta al Código Civil), ya que su no cumplimiento originaría que
la formulación de una defensa previa suspenda el proceso hasta que se cumpla
con dicho requisito.

LAS DEFENSAS PREVIAS EN LA LEGISLACIÓN NACIONAL

De acuerdo al artículo 455º del Código Procesal Civil las defensas previas que
pueden ser utilizadas por el demandado son el beneficio de inventario, el
beneficio de excusión y otras que regulen las normas materiales. A continuación
veremos en qué consisten éstas.

Beneficio de inventario.- Se parte del principio de Derecho Sucesorio de que la


herencia no debe perjudicar al heredero; por tanto, el beneficio de inventario
constituye la facultad que la ley concede al heredero para que asuma
responsabilidad por las deudas y cargas de la herencia sólo hasta donde
alcancen los bienes de la misma.

Quiere decir, entonces, que en el caso que los herederos sean demandados por
los acreedores del causante, los emplazados podrán solicitar vía defensa previa
que el proceso se suspenda hasta saber si la masa hereditaria tiene un saldo
favorable que pueda responder por las deudas o cargas de la herencia hasta
donde alcancen los bienes de ésta. Para determinar el monto de la herencia se
hace uso del inventario y su valorización.

Este tipo de beneficio está consagrado en el artículo 661º del Código Civil, según
el cual el heredero responde de las deudas y cargas de la herencia sólo hasta
donde alcancen los bienes de ésta. Incumbe al heredero la prueba del exceso,
salvo si ya existiera inventario judicial.

Por este medio de defensa no se cuestiona la pretensión del actor, tampoco se


cuestiona la relación jurídico-procesal, esto es el proceso en sí, sino sólo se
pretende la elaboración del inventario como requisito previo para determinar la
procedencia la acción de cobranza, toda vez que la responsabilidad del heredero
es intra vires hereditatis, es decir sólo hasta donde alcancen los bienes de la
herencia.

42
Ahora bien, de acuerdo a lo estipulado en el artículo 662º del Código Civil el
heredero pierde el beneficio otorgado, cuando oculta dolosamente los bienes
hereditarios y cuando simula deudas o dispone de los bienes dejados por el
causante, en perjuicio de los derechos de los acreedores de la sucesión.

Si los herederos no hacen uso de este medio de defensa no tendrán otra


alternativa que responder por la deuda total materia de la demanda.

Beneficio de excusión.- Este tipo de beneficio (al cual la doctrina también llama
beneficio de orden) es propio de los contratos de fianza.

Debe, por tanto, existir un contrato de esta clase por el cual el fiador se ha
comprometido frente al acreedor a responder de la deuda del fiado, en caso de
incumplimiento de éste en el pago de dicha deuda.

El beneficio de excusión hace que la obligación del fiador tenga carácter


subsidiario, lo que significa que sólo podrá cobrarse con el patrimonio de éste si
el del deudor no alcanza para cubrir la acreencia.

Por este beneficio el fiador tiene, pues, la posibilidad legal de exigir al acreedor,
cuando éste lo requiera para responder por la deuda del fiado, el agotamiento
previo de todos los recursos de cobranza contra el patrimonio del fiado.

Para que el fiador pueda recurrir al beneficio de excusión debe, pues, oponerlo
al acreedor vía defensa previa, luego de que éste lo requiera para el pago de la
prestación, debiendo acreditar la existencia de bienes del deudor realizables en
el país.

El beneficio de excusión no opera de pleno derecho, sino a instancia de parte,


es decir del fiador, y tiene como finalidad impedir que la pretensión procesal sea
dirigida, en primer lugar, contra él.

El Código Civil, en su artículo 1883º, determina los casos en que el beneficio de


excusión. resulta improcedente, esto es que la excusión no tiene lugar. Esto
ocurre cuando el fiador ha renunciado expresamente a ella, cuando se ha
obligado solidariamente con el deudor o en caso de quiebra del deudor.

Así pues, en la sociedad civil ordinaria, que no tiene fijado por ley un número
máximo de socios, estos responden personalmente y en forma subsidiaria, con
beneficio de excusión, por las obligaciones sociales, correspondiéndoles el
derecho de pedir que previamente a la exigencia de pago de una obligación

43
societaria con cargo a los bienes del socio, el acreedor agote todos los medios
para exigir el pago de la obligación a la sociedad. El pago que deba realizar el
socio por cuenta de la sociedad se realizará en proporción a sus aportes, salvo
pacto distinto.

Se observa, pues, que la fianza cartular se caracteriza por ser solidaria y por
tanto el fiador no puede oponer el beneficio de excusión, salvo disposición
expresa en contrario en el mismo título valor. En este punto la legislación
cambiaria se aparta del sistema establecido en el Código Civil.

Beneficio de división

El beneficio de división regulado por el artículo 1887º del Código Civil se da en


el caso de concurrencia de varios fiadores de una misma deuda. Todo fiador que
sea demandado para pagar la deuda puede exigir, vía defensa previa, que el
acreedor reduzca la acción a la parte que le corresponde, siempre y cuando se
haya estipulado dicho beneficio, es decir se haya pactado.

El beneficio de división no opera de pleno derecho, sino que tiene un origen


eminentemente contractual, ya que si no es pactado por la partes no tendrá
efecto alguno por lo tanto no podrá ser utilizado como defensa previa.

Pago anticipado por el fiador

Se halla establecido en el artículo 1896º del Código Civil, y se da en el caso que


el fiador pague la deuda por anticipado, cuando todavía no vencía el plazo para
que el deudor cumpla con su prestación. En este caso el fiador no puede
subrogarse en el lugar del acreedor y reclamar el pago (reembolso) al deudor si
no hasta que la deuda sea exigible (que venza el plazo). Esto originaría que el
deudor no esté aún obligado a cancelar (reembolsar) lo pagado por su fiador; y
en caso de ser demandado por éste podría interponer la defensa previa
correspondiente.

Excepción de incumplimiento. En los contratos con prestaciones recíprocas

Figura recogida en el artículo 1426º del Código Civil, en el cual se señala que en
los contratos con prestaciones recíprocas en que éstas deben cumplirse
simultáneamente, cada parte tiene derecho de suspender el cumplimiento de la
prestación a su cargo, hasta que se satisfaga la contraprestación o se garantice

44
su cumplimiento. Se trata de una facultad conferida por la ley a favor de la parte
que es requerida por la otra, en el supuesto que esta última tampoco haya
cumplido con la prestación a su cargo, y se canaliza procesalmente como
defensa previa.

Excepción de caducidad de plazo

Prevista en el artículo 1427º del Código Civil, que establece que si después de
celebrado un contrato con prestaciones recíprocas sobreviniese el riesgo de que
la parte que debe cumplir en segundo lugar no pueda hacerlo, la que debe
efectuar la prestación en primer lugar puede suspender su ejecución, hasta que
aquélla satisfaga la que le concierne o garantice su cumplimiento. Esto se
constituye igualmente una defensa previa.

Arias-Schreiber, explica este supuesto con el siguiente ejemplo: supongamos


que A ha celebrado con B un contrato de compraventa en el cual debe efectuarse
la entrega en primer término y posteriormente el pago. Si B sufre un desmedro
económico de tal envergadura que todo hace suponer que no podrá efectuar
dicho pago, A estará en condiciones de negarse a realizar la entrega, pese a que
cronológicamente ésta debería preceder a aquél.

Donación a favor de tutor o curador

El artículo 1628º del Código Civil establece que en el contrato de donación en


favor de quien ha sido tutor o curador del donante está sujeto a la condición
suspensiva de ser aprobadas las cuentas y pagado el saldo resultante de la
administración.

Tanto los tutores como los curadores están impedidos de beneficiarse con la
donación de bienes de propiedad de sus representados. Se extiende el
impedimento aun cuando ambos cargos hayan terminado. Entonces el tutor o
curador tendrá que cumplir con dar cuenta de su administración, la cual no sólo
se reduce a que sean aprobadas las cuentas, sino que incluso sean entregados
los saldos.

Carrión Lugo nos ilustra lo expresado líneas arriba con el siguiente ejemplo:
“supongamos que una persona (donataria) que ha sido tutor de otra (donante) lo
demandara a éste para la entrega del bien que le haya donado, el donante puede
oponer como defensa previa que cumpla antes de la efectivización de la entrega
con la condición suspensiva que señala el ordenamiento civil, que consiste en

45
que se haya aprobado las cuentas y pagado el saldo resultante de la
administración que haya ejercido como tutor del donante. Se trata, como vemos
de una condición suspensiva señalada por la ley.

Comunicación de la revocación de la donación

El artículo 1640º del Código Civil dispone que no producirá efecto la revocación
llevada a cabo por el donante si no se comunica en forma indubitable al donatario
o a sus herederos dentro de los sesenta días de producida ésta. La defensa
previa podría ser invocada por el donatario o sus herederos si se pretendiese
contra él o ellos que devuelvan el bien donado, alegando que no les fue
comunicada la revocación de la donación.

Ejercicio del derecho de retención

De acuerdo a lo expresado por el artículo 1127º inciso 2) el derecho de retención


se ejercita: judicialmente, como excepción que se opone a la acción destinada a
conseguir la entrega del bien. El juez puede autorizar que se sustituya el derecho
de retención por una garantía suficiente.

El término “excepción” mencionado en el artículo no debe entenderse como tal


por cuanto el artículo 446º del Código Procesal Civil señala todas las
excepciones que pueden ser utilizadas, no dejando abierta la posibilidad a otras
distintas, entonces, debe entenderse a ésta como una defensa previa. Así pues
el poseedor mediato del bien acciona judicialmente contra el poseedor inmediato
del bien con el objetivo de que le restituya el bien entregado, mientras que el
segundo puede oponer una defensa previa de derecho de retención, en ejercicio
de lo normado por el artículo 918º del Código Civil que determina los casos en
que el poseedor debe ser reembolsado por mejoras.

Beneficio de partición

Regulado por el artículo 871º del Código Civil que señala que mientras la
herencia permanece indivisa, la obligación de pagar las deudas del causante
gravita sobre la masa hereditaria; pero hecha la partición, cada uno de los
herederos responde de esas deudas en proporción a su cuota hereditaria. Es
decir el beneficio de partición operará como defensa previa en el caso de la
existencia de deudas del causante las cuales no podrán ser cobradas mientras
no se produzca la partición de la herencia.

46
Cesión de derecho como defensa previa

La cesión de derecho es una forma de transmisión de obligaciones en virtud del


cual el cedente transmite al cesionario el derecho a exigir la prestación a cargo
de su deudor, que se ha obligado a transferir por un título distinto.

Dicha cesión puede operar sin asentimiento del deudor pero para que ésta tenga
efecto contra el deudor cedido le debe ser comunicada fehacientemente. De no
ocurrir esto el deudor puede interponer como defensa previa, el no habérsele
comunicado la cesión de derecho.

OPORTUNIDAD PARA PROPONER DEFENSA PREVIA Y SU TRAMITACIÓN

El artículo 455º del Código Procesal Civil señala que las defensas previas se
proponen y se tramitan como las excepciones por lo que será de aplicación el
artículo 447º del mismo cuerpo legal, el mismo que dispone que las excepciones
se proponen conjunta y únicamente dentro del plazo previsto en cada
procedimiento, sustanciándose en cuaderno separado sin suspender la
tramitación del principal. Por lo tanto las defensas previas se tramitarán de
acuerdo al procedimiento que exista y su tramitación se hará en cuaderno
separado.

EFECTOS DEL AMPARO DE UNA DEFENSA PREVIA

Cuando el juez declara fundada una defensa previa ésta tendrá como efecto
suspender el proceso hasta que se cumpla el tiempo o el acto previsto como
antecedente para el ejercicio del derecho de acción.

COSTAS, COSTOS Y MULTAS

Las costas, costos y multas del trámite de las defensas previas serán de cargo
de la parte vencida. Adicionalmente y atendiendo a la manifiesta falta de
fundamento, el juez puede condenar al solicitante al pago de una multa no menor
de tres ni mayor de cinco

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CONCLUSIONES

 La excepción ha tenido un recorrido histórico sinuoso, unas veces ha


representado el núcleo de las defensas, se decía que excepcionar era
oponerse a la acción; en otras su importancia fue adventicia, dependía de
la existencia de una norma de derecho material que la sostuviera.

 Al demandado le interesa que la relación procesal que el demandante


quiere establecer con él sea correcta, válida. Las excepciones son los
instrumentos a través de los cuales esta denuncia que tal relación es
errónea. No hace mucho, la excepción era sólo un medio para «alegar el
pleito» como se decía en Las Partidas.

 Nos parece que el tratamiento que el nuevo Código le concede a las


excepciones elimina su uso malicioso. Incluso todo el sistema de costos,
costas y multas que para su trámite se regulan, desalienta el uso irregular
en provecho de una lealtad y buena fe procesal necesaria para el nuevo
modelo de proceso al que el Código aspira.

 Finalmente, no olvidemos que el proceso no es un fin en sí mismo, es sólo


un instrumento de los derechos materiales, en realidad desde una
perspectiva más amplia podríamos decir que es sólo un instrumento de
paz.

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BIBLIOGRAFÍA

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Costa, A. F. (1980). Derecho Procesal civil las excepciones .

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