Sei sulla pagina 1di 12

Nombre

Vanessa

Apellidos

Gerónimo Coplin

Matricula

13-5425

Materia

Literatura infantil

Facilitador
María Altagracia
Es un placer verte de nuevo en nuestro entorno virtual para trabajar con
la unidad II "Historia de la Literatura Infantil".

Consulta las fuentes orientadas y otras de interés relacionadas con la


asignatura y realiza las siguientes actividades:

1. Un glosario donde resaltes aspectos puntuales de cada uno de los sub-


capítulos que aparecen en esta unidad.

El mito y la tradición oral


El mito: cuento o relato, que tradicionalmente se refiere a acontecimientos
prodigiosos, extraordinarios, tales como dioses, semidioses, héroes o monstruos,
etc.

Tradición oral: son todas aquellas expresiones culturales que se transmiten de


generación en generación y que tienen como propósito de difundir conocimientos y
expresiones nuevas.

Periodos de desarrollo de la Literatura Infantil

Humanismo: en este periodo no existía noción de la infancia como periodo


diferenciado de obras específicas.

Edad Media: en esta no existía propiamente una literatura infantil. Dado el


aparcamiento de saber y la cultura por parte del clero y otros estamentos las
escasas obras leídas por el pueblo pretendían inculcar valores e impartir dogmas.

Siglo XVIII: Aquí el panorama comienza a cambiar y son cada vez más as obras
que versan, mitos leyendas, etc.
Romanticismo: En este periodo arriba el siglo de oro de la literatura infantil,
muchos autores adaptan literaturas de esta época.
Siglo XX: En este siglo aparecen nuevos formatos, ilustración donde las palabras
van acompañadas por imágenes.

Siglo XXI: cuadernos de literaturas infantil y juvenil entre otras cosas.

Historia de la literatura infantil en América latina

Guatemala: La rica tradición oral de sus 4 pueblos (Inca, Maya, Garífunas y


Ladinos), transmiten leyendas muy asombrosas.

Honduras: No existe en este país una literatura infantil arraigada en los niños, al
menos en su forma escrita pero oralmente si.

El Salvador: Esta surge con muchos problemas ya que la literatura surge a partir
del siglo XIX.

Nicaragua: Esta no ha tenido pocas dificultades en su difusión y desarrollo para


ser leída y disfrutada plenamente.

Costa Rica: Poco se ha estudiado la literatura que va dirigido a los niños y niñas
por esto autores reconocidos se han empeñado en hacer literatura de este tipo.

Panamá: la literatura panameña comprende el conjunto de obras producidas en


este país.

Chile: Primer obra literaria 1982, autor Manuel Pena Muñoz, este ha sido un gran
exponente de la literatura.
Bolivia: la actuar enseñanza en Bolivia de literatura para niños y niñas es
deficiente.

Colombia: En Colombia la literatura para niños ha tenido grandes avances.

Rep. Dom: aquí ha surgido en gran manera y tiene un progreso muy grande.

La Literatura Infantil en Iberoamérica

Argentina: En Argentina la literatura infantil ha tenido un gran auge


y se le ha otorgado importancia.

Brasil.: esta literatura está avanzada ya que los sistemas educativos de


este país han avanzado de gran manera.

México: México es una de la más prolíficas de la lengua Española


tiene autores conocidos a nivel internacional: Carolos Fuentes, Juan
Rufo, Juan José Arreola, etc.
2. Un esquema o cuadro donde identifiques las semejanzas y diferencias que
caracterizan la historia de la literatura infantil en América Latina y el Caribe.

SEMEJANZAS DIFERENCIAS

La literatura latinoamericana es muy La literatura del caribe es una categoría


parecida en su definición a la caribeña. más pequeña y sólo abarca las obras
Sin embargo es muy fácil distinguir una que originalmente se escribieron en
de otra si se piensa en ellas como una lengua española, mientras la literatura
serie de historias educativas. latinoamericana abarca a todas las
obras literarias escritas en lengua
Ha habido una maduración del género y
romance en América Latina, y por ello
se han diversificado las tendencias.
se toma en cuenta al francés.

La literatura latinoamericana
principalmente en las lenguas española
y portuguesa, ha obtenido premios
Nobel; pero la literatura caribeña no ha
recibido este tipo de premios.

Las historias de Literatura Infantil de


Latinoamérica son variadas y tienen
fabulas interesante, pero en el Caribe
hispánico, las historias nacieron al calor
de las ideas patrióticas liberales
antillanas, a fines del siglo. Estas ideas
patrióticas generan una literatura que, al
igual que la literatura europea, valoriza
y se nutre del folclore y lo autóctono.
3. Lee la obra literaria “EL Quijote" para que realices un análisis
crítico del capítulo: “Sancho Panza y el Caso de las Monedas de Oro”,
discútela con el facilitador y tus compañeros.

Análisis

Sancho Panza y el caso de las diez monedas de oro.


Autor de esta adaptación: José Luis García

(Espacio vacío. Entra el Presentador).


PRESENTADOR.-
Querido público, seguro que ya sabéis que Sancho Panza ha sido nombrado
Gobernador de la Ínsula de Baratería. Y si no lo sabéis, yo os lo digo.
(Desde abajo entra una trompeta y con su “pa-parari” asusta al Presentador, que
no se esperaba esta aparición ni el sonido que hace el trompeteo).
PREGONERO.-
(En off).
Atención, atención. Hace su entrada el señor Gobernador.
(Entra Sancho Panza, trae consigo un lujoso bastón de mando).
SANCHO.-
(Al Presentador).
Te conozco. Tú eres el que presenta las obras de teatro.
PRESENTADOR.-
Ese y no otro soy yo.
SANCHO.-
Me gusta mucho el teatro.
PRESENTADOR.-
Me alegro, señor Gobernador.
SANCHO.-
Me entretiene y me ayuda a hacer la digestión entre una comilona y otra.
(Entran un Viejo con un bastón y un Joven).
JOVEN.-
Eres un embustero.
SANCHO.-
(Creyendo que se lo dice a él).
¿Cómo te atreves a llamar mentiroso al gobernador?
JOVEN.-
No se lo decía a usted, sino a este viejo mentiroso.
SANCHO.-
Contadme qué es lo que sucede.
(El Viejo y el Joven se acercan hasta Sancho y el Presentador).
JOVEN.-
(Muy nervioso).
Hace tiempo que este viejo…
VIEJO.-
¡Un respeto!
SANCHO.-
Eres viejo y te ha llamado viejo; así que no hay insulto. Continúa joven, que
tampoco es un insulto.
JOVEN.-
Eso, pues que hace tiempo le presté a este viejo diez monedas de oro. Y como el
tiempo pasaba sin que me las devolviera, hoy he ido a buscarle y a pedirle mis
diez monedas. Y el muy villano dice que ya me las ha devuelto. Y yo no lo
recuerdo. Y me acordaría si me hubiese devuelto las diez monedas de oro que le
presté hace tiempo y que no me ha devuelto.
PRESENTADOR.-
Vale, vale. El señor Gobernador ya se ha enterado de que le has prestado las diez
monedas a este hombre, No hace falta que lo repitas. También se ha enterado
aquel espectador del fondo…
(Mira hacia el público).
Sí aquel del fondo, el que se ha quedado dormido. ¡Qué alguien lo despierte, que
este caso parece emocionante!
SANCHO.-
¿Y tú qué dices, viejo?
VIEJO.-
¡Protesto!
SANCHO.-
(Muy sosegado).
Como vuelvas a protestar te arreo con mi bastón.
PRESENTADOR.-
Señor gobernador, eso no es protocolario.
SANCHO.-
¿Ah, no? Bien, como no es “protoculario”, como vuelvas a protestar, el
Presentador te arreará con mi bastón.
PRESENTADOR.-
¡Señor!
SANCHO.-
No me lo agradezcas, soy así de magnífico. Y tu viejo, ¿qué dices de las diez
monedas?
VIEJO.-
Digo que le he devuelto las monedas a este jovenzuelo mentiroso. Y para que no
quede duda, estoy dispuesto a jurarlo aquí y ahora.
SANCHO.-
Perfecto, supongo que jurar es bastante “protomulario”.
(Al Viejo).
Jurarás sobre mi bastón de mando. Y como jures en falso, con este mismo bastón
te dejaré las costillas como los dientes de mi abuela.
PRESENTADOR.-
Señor Gobernador, esa frase no es digna de un gobernador. Debería decir: “Jura
decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad; o el peso de la ley caerá
sobre ti”.
SANCHO.-
Esa frase será “protoluminaria”, pero es muy complicada para mi.
(Al Viejo).
Antes de que jures, escucha lo que dice en mi nombre el Presentador.
PRESENTADOR.-
Jura decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad; o el peso de la ley
caerá sobre ti.
SANCHO.-
¿Te has enterado?
VIEJO.-
No he entendido ni “papa”.
SANCHO.-
Quiere decir que como mientas, la ley te dejará como el que fue a por lana y salió
trasquilado. ¿Entiendes ahora?
VIEJO.-
Mucho más claro, señor.
Sancho.-
Pues jura, como es “protozoico”.
VIEJO.-
Claro, claro; pero por favor, jovenzuelo, coge mi bastón para que yo pueda coger
el del señor gobernador.
(El Joven coge el bastón del Viejo, y éste a su vez coge el de Sancho).
SANCHO.-
¿Por qué ha de coger él tu bastón?, ¿no tienes dos manos?
VIEJO.-
Soy viejo.
SANCHO.-
Vaya, cuando tu mismo te llamas viejo no protestas. ¡Jura, como es “proluminario”!
VIEJO.-
Juro que he devuelto a este joven las diez monedas de oro. Y si miento, que la ley
del señor gobernador, me de tantos garrotazos como años que tengo.
SANCHO.-
(Al Joven).
¿Estás conforme?
JOVEN.-
Si jura ante usted con la amenaza de ser aporreado, yo quedo conforme. Así,
debe ser que él me devolvió las monedas, pero por algún extraño enredo no logro
recordarlo.
PRESENTADOR.-
¿Y qué opina usted señor gobernador?
¿Eh?, ¿oh?… Debo dictar sentencia. Viejo, devuélveme mi bastón.
(El Viejo le devuelve a Sancho su bastón).
SANCHO.-
Joven, dame tu ahora el bastón del viejo para dictar sentencia.
VIEJO.-
¿Mi bastón?
SANCHO.-
¿Algún problema?
VIEJO.-
¡No! No, no, no, no, no. Coged mi bastón, señor.
(El Joven le da a Sancho el bastón del Viejo).
SANCHO.-
(A voz en grito).
¡Dicto setecientas!
PRESENTADOR.-
No es así, señor; dicta usted una Sentencia, no Setecientas.
SANCHO.-
¿Una en lugar de setecientas?, mejor; antes acabaremos.
(Pausa dramática, en la que Sancho coge aire).
“Seteciento” lo siguiente: como el viejo ha jurado y sin embargo el Joven no tiene
sus monedas, que parece que han volado, el viejo regalará su bastón al joven.
VIEJO.-
(Muy alarmado).
No, no señor gobernador. Mi bastón no tiene valor alguno, es viejo como yo. Yo le
compraré a este simpático joven un bonito bastón, bien labrado y nuevo.
JOVEN.-
¿Y para qué quiero yo un bastón?, aún no lo necesito.
(Sancho hace oscilar el bastón del anciano sobre la cabeza del Viejo, que trata de
cogerlo sin conseguirlo).
PRESENTADOR.-
Todavía estamos a tiempo de que alguien se lleve un garrotazo.
SANCHO.-
Bien. Te ordeno pues, joven, que si no quieres el bastón, lo rompas aquí mismo,
delante de todos.
(El Joven coge el bastón del viejo).
VIEJO.-
¡No!
(El Joven rompe el bastón por la mitad y de su interior caen al suelo doce
monedas de oro).
SANCHO.-
Joven, coge tu diez monedas y dale las dos restantes al Presentador, para que al
menos un día gane algo de dinero con esto del teatro.
(El Joven hace lo que Sancho le dice).
SANCHO.-
Llévate al viejo contigo y dile al alguacil que le de con todo el peso de la ley, al
menos diez veces, una por moneda. Y que si no lo recuerda, el libraco ese de
leyes está bajo la pata de mesa del comedor, que está coja.
JOVEN.-
(Confuso).
¿Señor?
SANCHO.-
Para que caiga sobre él todo el peso de la ley, mejor un libraco de leyes que uno
de cocina. Vendrá bien, es un tocho bien gordo.
JOVEN.-
¿Señor?
SANCHO.-
Podéis marchar.
JOVEN.-
¿Señor?
SANCHO.-
¡Arrea pa’lante!
(Salen Viejo y Joven).
PRESENTADOR.-
¿Cómo supiste dónde estaban las monedas?
SANCHO.-
En mi pueblo dicen que quien más protesta, es quien más esconde. Este
mentiroso protestaba cuando otro le llamaba viejo, pero luego él mismo se lo decía
sin perder el resuello… Y luego me fijé, que para jurar, le dio sin motivo su bastón
al joven, y en cuanto el otro tuvo el bastón entre sus manos, juró que ya le había
devuelto las monedas .
PRESENTADOR.-
¡Sois formidable!
SANCHO.-
¿Te has fijado, eh? Creo que desde que soy Gobernador soy más formidable cada
día que pasa. Por lo menos habré engordado diez kilos.
(Desde abajo sale la trompeta y suena con pompa y alegría).
PREGONERO.-
(En off).
El señor Gobernador ha dictado sentencia.
SANCHO.-
(A voz en grito).
¡Setecientas no, sólo una! ¡Y abrid paso que mis tripas rugen ya como el dragón
del mago Alí Fanfarrón!
(Comienza a salir y se detiene un momento).
Y tú, amigo presentador, gástate las dos monedas en algo útil, que estás más
flaco que el perro de un hortelano.
(Saliendo).
¡Abrid paso y que el mantel esté preparado!
(Sale Sancho).
PRESENTADOR.-
Y así el Gobernador de Barataria dictó una más de las setecientas Sentencias que
lo hicieron famoso en el mundo entero y en otras ciudades extranjeras.
Yo me voy, que estas dos monedas de oro me han abierto el apetito.
¡Sed felices y no dejéis que nadie pase hambre!
(Mientras sale).
¡Unos huevos fritos con papas fritas!
(Sale).
Fin

Potrebbero piacerti anche