CATEGORIZACIÓN Y TRIANGULACIÓN COMO PROCESOS DE VALIDACIÓN DEL

CONOCIMIENTO EN INVESTIGACIÓN CUALITATIVA

FRANCISCO CISTERNA CABRERA
Theoria, Vol. 14 (1): 61-71, 2005

Para empezar el Doctor Francisco Cisterna Cabrera es profesor de Historia y Geografía y director
del Programa de Magíster en Pedagogía para la Educación Superior de la universidad del Bio-Bio,
de Chillán – Chile, con experiencia en currículum educacional, evaluación y metodología de la
investigación. En este artículo publicado en el año 2005, él desea plasmar los referentes necesarios
que permitan guiar a los nuevos investigadores en los diferentes procesos que se requieren para
realizar una investigación cualitativa, los cuales se centran en lo que él llama la “racionalidad
hermenéutica” a partir de la cual, propone formas de recopilar organizadamente la información
mediante la construcción de categorías, procedimientos para llevar a cabo una triangulación y poder
analizar la información obtenida, y finalmente criterios para poder interpretar esa información. Es
decir brindar la mayor cantidad de herramientas posibles para los que no tienen experiencia en el
campo investigativo.

El autor asume los distintos tipos de investigación desde los postulados de Habermas en la década
de 1960, según el cual existe una relación clara entre conocimiento e interés, de tal manera que un
interés técnico da origen a las investigaciones empírico – analistas de carácter cuantitativo, el
interés práctico a las investigaciones histórico – hermenéuticas de naturaleza cualitativa y el interés
emancipatorio da origen a las socio-críticas donde se complementas los dos tipos mencionados.
Para el autor la racionalidad hermenéutica es fundamental para llevar a cabo investigaciones de
corte cualitativo, con el fin de hacer comprensible los resultados y conclusiones de la misma.

Investigar desde una racionalidad hermenéutica significa para el autor “una forma de abordar,
estudiar, entender, analizar y construir conocimiento a partir de procesos de interpretación”,
donde la validez y confiabilidad del conocimiento depende en última instancia en el rigor científico
del investigador asumiendo la construcción del conocimiento como un proceso netamente subjetivo
e intersubjetivo, por cuanto es el investigador el que lo organiza y le da sentido desde sus propias
estructuras conceptuales, de los hallazgos de su propia investigación y los referentes teóricos que
pueda obtener de la comunidad académica.

La construcción de una investigación cualitativa implica para el autor un diseño investigativo

articulado por diferentes secciones que expresen de modo coherente, secuencial e integrador, todo
el proceso; partiendo desde el planteamiento del problema, su marco referencial, la metodología a
emplear, los resultados obtenidos, la forma de interpretación de los resultados y las conclusiones
que derivan de la investigación, teniendo en cuenta que desde un punto de vista cualitativo no es
estrictamente necesario la formulación de hipótesis, puesto que por lo general, este tipo de
investigación es abierta y se fundamenta en una interpretación dialéctica y hermenéutica de las
opiniones encontradas en diferentes estamentos, partiendo del uso de premisas, supuestos y de ejes
temáticos que permitan construir líneas orientadoras que guíen al investigador.

Sin embargo, para el autor sí que es esencial definir previamente cuáles son los tópicos centrales
que focalizan la investigación, porque por medio de ellos se puede llegar a la construcción de las
categorías y subcategorías apriorísticas, a partir de las cuales se direcciona la elaboración de los
instrumentos necesarios para recopilar la información requerida en la investigación. Estos tópicos
surgen a partir de la formulación de los objetivos tanto generales como específicos los cuales a su
vez dependen del problema de investigación planteado. La construcción adecuada de las categorías
permite obtener información pertinente y relevante sobre el problema de estudio y permite realizar
un análisis hermenéutico y dialectico entre ellas que nos llevan a obtener conclusiones más
acertadas y a generar un conocimiento más objetivo sobre el problema investigado, para lo cual es
necesario llevar a cabo la triangulación de la información recolectada que nos permita ir infiriendo
las conclusiones del estudio.

La triangulación incluye la selección de la información pertinente y que presente relevancia con la

temática de investigación, inferir las conclusiones de cada estamento evaluado, agrupando las
respuestas relevantes por tendencias en forma de conclusiones ascendentes, empezando desde las
subcategorías hasta llegar a inferir las conclusiones de las preguntas centrales que guían la
investigación; la triangulación de la información entre los estamentos para establecer relaciones de
comparación en función de los diversos tópicos interrogados, la triangulación entre la información
recogida por diferentes instrumentos para verificar la coherencia de los resultados y desde allí
generar nuevos procesos interpretativos y finalmente la triangulación con el marco teórico que
permita realizar una discusión reflexiva con la literatura especializada con la que se cuenta. Esta
triangulación para el autor constituye en sí el cuerpo de los resultados de la investigación.

Finalmente el autor propone la interpretación de la información, que constituye el momento en el

que se aplica la racionalidad hermenéutica como tal para poder construir conocimiento a partir de
los procesos de interpretación de los resultados. Este proceso de interpretación se ve favorecido
enormemente cuando se parte de elementos teóricos de base, que permiten pensar globalmente y,
con ello, ordenar de modo sistematizado y secuencial la argumentación. Es decir es necesario
plantear preguntas desde cada uno de los diversos campos disciplinares del conocimiento que nos
ayudan a comprender la problemática investigada y que permitan abordar los resultados obtenidos
en la investigación, y desde allí ir generando el proceso hermenéutico y dialectico que permite la
construcción de nuevo conocimiento, expresado ya sea como nuevos hallazgos de relaciones o,
como nuevos hallazgos propositivos.