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1. Concepto.
Otro rasgo en común, de las Constituciones que contienen el “Juicio Político” como
mecanismo de control del ejercicio político, es el relativo a la proporción de senadores
que debe dictar el pronunciamiento para separar del puesto al Presidente de la
República. En los casos de las constituciones argentina, brasileña, chilena, colombiana,
dominicana, paraguaya y uruguaya, se requiere de dos terceras partes del Senado para
hacerlo.
En la Constitución Política boliviana, el enjuiciamiento político no está claramente
definido, en cuanto a los órganos que lo desarrollan. En ese caso, solamente se dice que
las Cámaras, reunidas en Asamblea Legislativa Plurinacional, autorizarán el
enjuiciamiento del Presidente o del Vicepresidente.
En la República del Perú, existe la fórmula para el enjuiciamiento político, sin embargo,
en ella no se habla de que sean el Senado y la Cámara de Representantes o Diputados
los que participan en el desarrollo del proceso, pues se trata de un Parlamento
Unicameral. En este caso, únicamente se hace la mención de que participará la
Comisión Permanente, que acusa, y, el Congreso, sin la participación de esa Comisión,
suspenderá, de haber mérito para ello, al funcionario acusado o lo inhabilitará para el
ejercicio de la función pública, hasta por diez años, o lo destituirá de su función, sin
perjuicio de cualquiera otra responsabilidad.
5. Objeto.
c. Crímenes comunes.
En este caso a diferencia del anterior, se hace referencia a una actividad que resulte
delictiva, pero sin relación al cargo que se ocupa. Entonces corresponderá el inicio del
proceso de juicio político contra aquel funcionario comprendido, que
supuestamente haya cometido un delito común en grado de dolo, que no tenga
conexión con su función.
Los alegatos fueron presentados en forma oral el 10 de diciembre de 2003, del mismo
modo en que días antes se había hecho el descargo.
Expresiones del ex -ministro Dr. Víctor Núñez donde expresó lo siguiente a un medio
de prensa: “… La prueba más palpable de que hubo ligereza, de que hubo
acusaciones infundadas, de que hubo manoseo de las personas y de que hubo
maltrato a la institucionalidad del Poder Judicial y de la Corte en forma particular, es
el hecho de que los acusadores ahora hayan retirado 14 de los 20 cargos …[70 %]”.
Un dato importante que no debe ser olvidado, es que casi todos los casos subsistentes se
basaban en el dictamiento de sentencias. ¿Cómo quedaban esas sentencias: eran válidas
o no? Determinar esto era particularmente importante en relación con fallos cuya
aplicación aún debía darse en el futuro.
a) Las numerosas reuniones realizadas por autoridades y líderes de los partidos políticos
para decidir previamente el número de vacancias que habría de crearse en la Corte
Suprema de Justicia.
El Artículo 225- Del procedimiento, expresas las autoridades que serán removidas por
juicio político son las siguientes: El Presidente de la República, el Vicepresidente, los
ministros del Poder Ejecutivo, los ministros de la Corte Suprema de Justicia, el Fiscal
General del Estado, el Defensor del Pueblo, el Contralor General de la República, el
Subcontralor y los integrantes del Tribunal Superior de Justicia Electoral.
En cuanto a las razones expresa que “sólo podrán ser sometidos a juicio político por mal
desempeño de sus funciones, por delitos cometidos en el ejercicio de sus cargos o por
delitos comunes”.
Para iniciar un proceso de juicio político, la acusación debe ser formulada por la
Cámara de Diputados, por mayoría de dos tercios, es decir, se necesita que 54 de los 80
diputados estén a favor de la medida.
Algunos puntos como consideración sobre el estudio realizado a la figura del juicio
político en el Paraguay.
Dadas las características apuntadas, una solución completa y profunda sólo puede darse
en el marco de una reforma constitucional por medio de una Convención Nacional
Constituyente. Viendo que dicha Convención puede por sus características dilatarse en
el tiempo, puede considerarse una solución válida la adecuada reglamentación del texto
constitucional que permitiría subsanar, mitigar o limitar las deficiencias que se
presentan.