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TRABAJO MONOGRAFICO
AYACUCHO-PERÚ
2018
Quiero dedicarles este trabajo a todos los trabajadores
1. Introducción
2. Ética y moral
6. Ética periodística
7. Autorregulación de la ética
8. Autorregulación de la deontología
9. Bibliografías
1. Introducción
Pareciera que reflexionar sobre la ética profesional es un mundo tan minado de valores y más aún
Algunos investigadores consideran que hasta es utópico pensar en una sólida formación ética de los
cuenta del descuido en un área fundamental en el desarrollo del estudiante como es la formación de
embargo, hasta hace pocos años ha habido una notable preocupación sobre el papel de la ética en la
educación universitaria.
Debido a la fuerte injerencia que tienen los medios de comunicación en un mundo globalizado, los
normativa y ética tanto en las empresas de comunicación como en sus profesionales. Para esto es
importante que sepamos que se entiende por un buen profesional de la comunicación, cuales son los
bienes y servicios que proporciona, que está obligado a hacer en su trabajo y que puede esperar la
sociedad de él.
se cree que son lo mismo. Sin embargo, el discurso de la ética profesional se centra en decir en que
consiste una buena actuación, mientras que la deontología formula los deberes y las obligaciones de
Augusto Hortal es un filósofo español que en la última década ha investigado con especial
tema, note poca claridad en las líneas conceptuales entre los términos arriba mencionados, pues
pareciera que algunos autores lo toman como sinónimos (Omar, 2000) y no les dan un significado
más preciso. Sin embargo, Hortal precisa que ambos conceptos no significan el mismo, pero si se
referencias éticas con las normas deontológicas y, a la vez, situar las normas deontológicas en el
horizonte de las aspiraciones éticas.” (Hortal, 2002) En otras palabras, para que exista un buen
Estos dos términos proceden uno del griego, ethos que es carácter, y el otro latín, mos-moris
que es costumbre. Ambos tienen la misma raíz semántica y por tanto la misma significación original.
Por ello Ética y Moral, etimológicamente, se definen e identifican como la “ciencia de las
costumbres”. Sin embargo, con el tiempo ambos vocablos han evolucionado hacia significaciones
distintas.
El concepto de ética y el de moral están sujetos a diferentes usos dependiendo de cada autor,
época o corriente filosófica. Por este motivo es necesario identificar las características de ambos
La moral hace referencia a todas aquellas normas de conducta que son impuestas por la
diferencias con respecto a las normas de otra sociedad y de otra época histórica. El fin último que
persiguen estas reglas morales es orientar la conducta de los integrantes de una sociedad.
conjunto de normas, principios y razones que un sujeto ha realizado y establecido como una línea
En ambos casos se tratan de normas, de percepciones, y de “debe ser”. Sin embargo, moral y
Moral:
reflexión
Estos dos términos suelen usarse como sinónimos, pero no lo son. Es importante destacar las
Deontología profesional:
Orientada al deber.
Ética profesional:
Una de las diferencias cuando hablamos de “ética” y “deontología” en que hace la primera
hace directamente referencia a la conciencia personal, mientras que la segunda adopta una función
de modelo de actuación en el área de una colectividad. Por ello, con la concreción y diseño de
códigos deontológicos, además de autorregular esta profesión, se invita al surgimiento de un camino
De forma teórica, podríamos diferenciar dos grandes grupos: la ética social y la ética
individual. Dentro de la ética individual se diferencia, también, una ética interpersonal que es la que
rige el comportamiento que tenemos en relación a otros individuos. Aquí se puede situar la ética
profesional ya que rige su comportamiento de profesional en su actividad laboral. Los principios que
rigen la profesión se obtiene a través de métodos similares a los de la ética general: dialógico,
inductivo y deductivo. Para conocer el fundamento ético y moral de un código ético, se requiere el
desconozca la profesión.
profesional sino también su ser ético. No acaba de ser considerada una persona éticamente aceptable
quien en todos los ámbitos actuase bien y cumpliese con sus deberes menos en los ejercicios de sus
responsabilidades profesionales.
Los principios se distinguen de la normas por ser más genéricos que estas. Los principios
ponen ante los ojos los grandes temas y valores del vivir y del actuar. Las normas aplican a
principios más o menos concretos, más o menos genéricos. Las normas suelen hacer referencia a
algún tipo de circunstancia, aunque sea en términos genéricos. Pero también los principios se hacen
inteligibles cuando adquieren concreción normativa y hacen referencia a las situaciones en las que se
invocan y se aplican. En términos generales un principio enuncia un valor o meta valiosa. Las
situaciones.
Desde la perspectiva de la ética profesional, el primer criterio para juzgar las actuaciones
profesionales será si se logra o como se logra realizar esos bienes y proporcionar esos servicios
(principio de beneficencia). Como toda actuación profesional tiene como destinatario a otras
personas, tratar a las personas como tales personas, respetando su dignidad, autonomía y derechos
La espina dorsal de la que subyacen todas las críticas del periodismo es que este ha dejado de
cumplir con su función principal y propia, es decir, acercar a los ciudadanos la información necesaria
para que puedan tomar mejores decisiones, orientarse en la vida pública, conocer aquello que no
puede vivir de forma directa y controlar a quienes ejercen el poder. A lo que hay que sumar, que
lejos de garantizar la salud del sistema democrático, la practica periodística estaría incluso
poniéndola n la cuerda floja. No es de extrañar, por tanto, que denunciar la crisis del periodismo, e
incluso, pronosticar su desaparición como lo conocemos, sea algo habitual. Se llega afirmar que la
profesión periodística se transformaría en una rama del espectáculo y hasta su disolución en los
actividad “ensanchada”, que abarca con su nombre a varias funciones vinculadas con la información,
pero que suponen perfiles y productos periodísticos muy diferentes (entretenimiento, política). Por
este motivo, las formas de relatar acontecimientos y el lenguaje periodístico resultan insuficientes, o
peor aún, esconden o distorsionan la realidad. La materia prima del periodismo es, altamente sensible
y frágil, y motivo de disputa de los poderes políticos, se trata pues de una mercancía valiosa. Es,
principalmente, un bien público, es decir, aquel que corresponde a todos los ciudadanos por el solo
hecho de serlo, por eso se encuentra al mismo nivel que la educación, la salud o justicia. Pero esto es
así, siempre y cuando la información sea “verdadera y en algún modo esencial, mientras que toque
más relevantes, aquellos sobre los cuales es necesario decidir, tomar partido, tanto en el ámbito
La ética esta de este modo vinculado a la práctica del periodismo ya que como se ha dicho
antes, se concibe a la información como un bien público, cuya circulación libre y contenido veraz e
sensible materia prima es condición de la actividad periodística, los ciudadanos son los encargados
de juzgar tanto a periodistas como a medios, ya que ante ellos deben dar cuenta de la responsabilidad
que contrajeron con la sociedad al hacerse cargo de la tarea de buscar y difundir información. Se
trata de un deber constitucional. Sin embargo, los principales dilemas éticos de los periodistas no
están ya en los valores que se enumeran en los códigos deontológicos. Por ejemplo, la libertad de
países democráticos del continente. Por el contrario, los problemas éticos fundamentales son de
cumplir la terea con el único fin de retener el puesto de trabajo; en consecuencia, renunciar a su
Más que un código deontológico el periodista, más que una declaración de principios, los
periodistas necesitan en la actualidad incorporar una conciencia ética y un convencimiento sobre las
implicancias que tiene la tarea de informar, que oriente el trabajo cotidiano y hacer frente a las
presiones a las que la profesión está sometida. Este sentido ético para la práctica cotidiana solo sería
Intercambiar experiencias y debatir los dilemas éticos sería poner en marcha una práctica
saludable, que los periodistas suelen dejar de lado, como reflexionar sobre la profesión.
5. La frontera entre la deontología y la ética profesionales:
Para evitar la inexactitud del significado es conveniente remitirse tanto a los orígenes
etimológicos como a las tradiciones filosóficas de donde surgen. El termino deontología del griego
“deon” quiere decir “deber” y alude a algo necesario. La deontología profesional remite al conjunto
de códigos, reglas y normas exigibles de forma explícita a todos los que ejercen una misma profesión
en una campo social determinado, con el objetivo de regular en forma homogénea las conductas
Las tradición filosófica de donde procede es la ética deontológica o éticas del deber que
surgen de la tradición kantiana.” Los seres racionales tenemos conciencia de que debemos cumplir
deberes, aunque con ello no obtengamos bienestar, sencillamente porque actuar según ellos forma
parte de nuestro ideal de humanidad” (Cortina, 1999). Resulta interesante reflexionar que
independientemente de que se quiera cumplir o no, el individuo se ve compelido al deber por el ideal
de sociedad que se persigue. Y Kant lo describió en su famoso enunciado: “que tu forma de conducta
La redacción del código se aprueba por el colectivo profesional y se vincula con aquellos que
ejercen una misma profesión en el marco de contextos particulares. Asimismo, el texto normativo del
colegio pretende la defensa de la imagen del gremio, los intereses de las profesiones, así como un
control de calidad de las prestaciones profesionales. De esta manera, las normas deontológicas
responden a la moral interna del gremio que las formula sobre las apariciones individuales.
Por su parte, la palabra ética proviene del vocablo griego ”ethos” que significa “carácter”. La
ética es un tipo de saber orientador que conduce a forjar un buen carácter, el cual: “permita enfrentar
la vida con altura humana, porque se puede ser un habilísimo político, un sagaz empresario, un
profesional avezado, un rotundo triunfador en la vida social, y a la vez una persona humanamente
La ética se centrara en señalar en que consiste la actuación correcta que no hace personas
surge la ética profesional es la ética teleológica o ética de fines, y la orientan metas y objetivos que
Es evidente que la ética […] es una ciencia práctica porque se refiere a las acciones de la
persona que son controladas por la razón y por la voluntad del hombre cuando éstas actúan
libremente. No especula la ética sobre cuestiones abstractas o teóricas, sino sobre hechos concretos.
No es un saber por el saber mismo, sino un saber para la práctica que nace de la práctica misma
(Herrán, 1998)
forma voluntaria una adecuada actuación; se ocupada de que los profesionales sean responsables en
el trabajo; también esta requerida a reflexionar cuales son las destrezas y competencias en la
actuación profesional. Se centra en analizar sobre que es bueno hacer, al servicio de cuales bienes
esta su profesión, y que finalidad busca. En este sentido, Darío Restrepo, periodista colombiano, lo
menciona así:
Es una búsqueda más cercana a la realidad en la que la ética es entendida como un impulso a
la excelencia como la decisión individual de hacerse feliz intentando alcanzar esa máxima meta.
(Restrepo, 2004)
beneficiarios que reciben el servicio. Aunque desde una perspectiva como la de Pierre Bourdieu
(1990) hay que poner en tela de juicio este tipo de supuesto. Para resumir, se puede mencionar que el
terreno de la deontología delimita su campo de acción a través de códigos precisos que señalan el
deber ser que tiene un profesional frente los receptores del su servicio, en cambio, la ética
6.Ética periodística:
Del oficio a la profesión: El caso del periodismo es peculiar, pues no inicio siendo una
profesión sino un oficio, sus raíces se remontan hasta el siglo XVII con los gaceteros e impresores
europeos. El estudio sistemático de la historia de la prensa se perfila a partir del XVIII, incluso ya en
periodista de aquel entonces tenía una aptitud y habilidad en el lenguaje escrito, su oficio solo se
En el caso de la España de principios del siglo XX, el periodista que se preciara de serlo,
debía tener por lo menos un libro de versos o una novela en el “anaquel de obras anónimas”. Sin
embargo, tiempo más tarde con la instauración de las escuelas de periodismo, Y más aún como
licenciatura avalada por la universidad, provoco cambios en su historia tal como declara con
Se creía entonces que al periodista le bastaba con imaginación y pluma para desenvolverse
[…]. Fue en los periódicos donde nos curtimos, pero era debido a una mentalidad de adoctrinamiento
[…] ha muerto de muerte natural, aquejado de vejez. Todavía quedan restos de ese periodismo
enternecedor. Son profesionales […] que cuentan anécdotas y alegran la monótona configuración de
un periódico moderno […]. La universidad tiene que ser vehículo y transmisor de la nueva cultura.
Por eso el periodismo no sólo va a la universidad como quien ha sido llamado tímidamente y con
escepticismo. Debe entrar por esa “puerta grande” con humildad, pero al mismo tiempo con la
conciencia clara de que su presencia es vital para el desarrollo cultural. (Piedrahita, 1993)
La primera escuela del periodismo fue fundad en 1908, el universidad de Missouri por el
famoso periodista Pulitzer, quien creía en la óptima preparación del periodista lo conduciría a la
profesionalización. Pulitzer soñaba y acertó, que las escuelas de periodismo podrían consolidarse
como centros de enseñanza, tal como en ese entonces era la medicina o el derecho.
A mediados del siglo XX, las universidades norteamericanas comenzaron a impartir de
desde la trinchera de la práctica donde se forma al buen comunicador, y se oponen de manera tajante
que sobre los periodistas pese el “yugo” de la normatividad deontológica. Otros plantean que si es
rotundamente necesario adquirir conocimientos teóricos y metodológicos. Así como una educación
competente son la ética de la información, pues trabajar mal y poco constituye el primer ataque a la
información y por ende a la ética. Para este autor español la profesión y la ética son la misma cosa,
de Illinois, describe al periodismo como una “profesión de mandato” que se constituyó en una
profesión sin haber cubierto los cánones históricos (por los cuales son reconocidas las profesiones
desde el discurso legitimador) debido al status y prestigio que goza el periodismo como factor central
de la sociedad. Pese a las críticas, muchos diarios estadounidenses no contratan periodistas sin
licenciatura.
Justino Sinova señala que si bien es una profesión novísima, la falta de profesionalización del
periodismo de años atrás produjo una inadecuada responsabilidad pública dando como resultado una
serie de abusos y errores a lo largo de la historia del periodismo, con el anterior, se dio lugar a
severas críticas y rechazos. Por ejemplo, el filósofo Kart Kraus dijo que lo que lo distingue a un
periodista es “no tener una idea y poder expresarla”, por su parte Henry Fielding señalo que “un
diario consta siempre del mismo número de palabras, haya noticias o no las haya” (Sinova, 2000)
La imagen del periodista en estos tiempos no es más venerable que antaño.
Algunos autores hablan de la “muerte del periodista” debido a que la cobertura de la primera
guerra del Golfo evidencio una gran cantidad de imágenes e interpretaciones vacías, carentes de
autocensura. En estos tiempos se perfila un profesional que se está convirtiendo en empleado de los
medos de comunicación, que ya desde tiempo atrás renuncio al juicio crítico y a la profundización de
su autonomía.
El subrayar la trascendencia de una ética periodística se debe al impacto cada vez mayor de
los medios, y sin duda, existe una inmanente preocupación de como regular el impetuoso poder de
los mass media sobre la “sociedad mediática” Adela Cortina señala que más que informar lo que se
seduce de otra forma) no se incita a ir al fondo de las cosas sino pedir que haya más diversión.
La retórica de los medios es la que es y no el mejor marco ara que se forme una opinión
ponderada y deliberante. Por eso, el peligro está en que la democracia se convierta en “mediacracia”
porque los medios hayan dejado de ejercer su función “mediadora” entre los distintos
comunicadores, para convertirse en una nueva elite propiciadora, incluso a su pesar, del fast thinking,
que no deja de ser una contradicción en los términos. Manufacturar el consenso y no servir de
escenario a la opinión es el objetivo de unos medios cómplices con la política a la que no le interesa
Según Eugene Goodwin, los periodistas norteamericanos se han hecho más conscientes del
problema de la ética en los últimos años como consecuencia del escándalo de Watergate, pero el
periodismo tiene todavía un camino muy largo por recorrer antes de que pueda ser considerado como
En una sociedad en la que el poder y la influencia de los medios es cada día mayor, la ética de
la comunicación social se convierte en una cuestión prioritaria. Mientras que unos defienden la
libertad absoluta del mercado y otros abogan por un mayor control del estado, la autorregulación
ofrece una vía alternativa para conseguir medios de comunicación más responsables y éticos en su
labor cotidiana. Pero para resultar efectiva, la autorregulación debe estar al alcance de todos.
La ética, además de explicarnos que es y para qué sirve la autorregulación, nos obliga a
conocer los códigos de ética de la Asociación Nacional de Periodistas del Perú (ANP) , del Colegio
las obligaciones de los medios y las normas éticas e su profesión. Pero también la asociación civil y
el público en general deben estar informados de los compromisos éticos que han asumido los medios
colgado en la pared o guardado en la caja fuerte de algún medio. Nada más alejado de eso. La
autorregulación informativa puede entenderse como el sistema de reglas de conducta adoptado por le
medios.
8. Autorregulación de la deontología
La deontología es uno de los tres órdenes normativos que regulan el ejercicio de las
profesiones, junto al derecho y a la moral. Cabe señalar que las normas deontológicas se encuentran
intelectuales. Otra diferencia clave frente al Derecho, es que este tiene un marcado carácter coactivo,
normas. La deontología, por su parte puede o no incluir con sanciones, y siempre serán menos graves
siempre presenta una institucionalización mucho menor a la del Derecho. Las normas del Derecho
son “ajenas” al mismo, junto a los frentes extremos, mientras que lo característico de la deontología
profesional es la autorregulación. Los profesionales son creadores, sujetos y objetos de las normas
alejadas del bien común y puede invitar al profesional a dirigir sus acciones por el fomento de
Cortina, A. (1999). El quehacer ético. En Guía para la educación moral (pág. p. 45). Madrid : Santillana.
Cortina, A. (1999). El quehacer ético. En Guía para la educación moral (pág. p. 16). Madrid: Santillana.
Herrán, M. T. (1998). Ética para periodistas. Santafé de Bogotá: Tercer mundo editores.
Piedrahita, M. (1993). Periodismo moderno. En Historia, perspectivas y tendencias hacia el año 2000 (págs.
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Restrepo, J. D. (2004). El zumbido y el moscardón. En Taller y consultorio de ética periodistica (pág. p. 22).
Mexico .
Sinova, J. (2000). “Periodismo”, en Cortina y Conill. En 10 palabras claves en ética de las (págs. p. 264-265).
Navarra .