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Primero haces una actividad súper dinámica para romper el hielo y llamar su
atención
Cómo es la primera clase, puedes iniciar con algo sencillo que te permitirá conocer
el pensamiento de ellos...por ejemplo: escribirse una carta a ellos mismos. Es decir,
así como cuando le escriben a otra persona...pero esta vez dirigida a ellos
mismos...les puedes decir que en ella redacten quién creen que son, sus metas,
proyectos, propósitos a nivel espiritual y secular. Mientras ellos escriben, puedes
colocar música instrumental. ..y una vez terminen, invitarás a que cada uno la lea
en voz alta.
¿Quién soy?
OBJETIVO
TIEMPO: MATERIAL:
Duración: 30 Minutos Fácil Adquisición
TAMAÑO DEL GRUPO: Un cuestionario para cada participante.
Ilimitado Lápiz o bolígrafo para cada participante
LUGAR:
Aula Normal
Un salón amplio bien iluminado acondicionado para que los
participantes puedan escribir cómodamente
DESARROLLO
VER FORMATO
I. El instructor da a cada participante el formato para que lo conteste en forma individual.
II. Una vez que han contestado el cuestionario, el instructor hace una reflexión sobre lo que comúnmente contestan las cuando se les
pregunta ¿Quién eres? Normalmente contestan que tienen, estado civil, etc. pero rara vez se descubre la esencia de la persona.
III. El instructor en sesión plenaria provoca comentarios en grupo por voluntarios que quieran aportar sus respuestas.
IV. El instructor puede guiar los comentarios a través de las siguientes preguntas:
A). ¿Qué dificultades tuvieron al llenar el cuestionario?
B). ¿Qué pregunta fue la más fácil o la más difícil?
C). ¿Cómo se sintieron al contestarlo?
D). Etc.
V) El instructor guía un proceso para que el grupo analice, como se puede aplicar lo aprendido en su vida.
¿QUIÉN SOY? Como persona:
7. Me enojo cuando:
17. Amo a:
25.Odio:
26. Necesito:
27. Deseo:
¿Quién soy yo? ¿Cómo me llamo? ¿Qué edad tengo? ¿Qué es lo que más me gusta? ¿Qué cualidades tengo? ¿Cuál es mi
principal característica?
Invíteles a dibujar su retrato en una hoja y escribir sus datos más importantes. Peguen los dibujos en un papelógrafo y
comenten: ¿en qué nos parecemos? ¿en qué somos distintos? ¿qué nos llama la atención?
¿Para qué soy bueno, para qué soy buena? ¿Dónde esta mi fuerte? ¿Para qué soy bacán? ¿Cómo me siento cuando hago
lo que me gusta?
http://www.entreninos.org/archivos/entreninos03_01.pdf
Esta fue la pregunta que un día se hizo David (1 Cr. 17:16). Revelaba mucho
más de lo que a primera vista podía parecer. No era un simple reconocimiento
de pequeñez o indignidad ante la grandeza de la gracia de Dios -que lo era-.
En el fondo entraña un enfrentamiento con la propia identidad de cada ser
humano.
En el fondo, cuando se ahonda en la cuestión con seriedad, difícilmente
puede evitarse un estremecimiento interior, pues la pregunta en cuestión
lleva aparejada otra no menos inquietante: Al «Quién soy yo» sigue el «qué
soy yo». Llegados a este punto, las preguntas se multiplican: ¿Soy un simple
átomo flotando en la inmensidad del universo o soy un ser diseñado por un
Creador maravilloso? ¿Soy fruto de un azar ciego o de un propósito divino,
sabio y bondadoso? ¿Soy un creyente fervoroso o un agnóstico enredado en
un ovillo de dudas? ¿o soy ambas cosas alternativamente? Las reflexiones
van sucediéndose y las conclusiones pueden variar según prevalezcan la fe o
la incertidumbre.
Idea clave: "Creo que soy importante porque soy hijo de Dios"
Versículo clave: Juan 1:12 "Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio
potestad de ser hechos hijos de Dios;"
Todos tenemos un "nombre" que nos identifica. Algunos nombres tienen significados bonitos o están
puestos en honor a alguien que es admirado (otras veces, ya sé, se ponen sólo porque están de moda o
suenan bien...) ¿Sabes lo que significa tu nombre? El nombre de Eva, por ejemplo, significa: "Fuente de
vida". (Bonito, ¿verdad?)
Pero cuando queremos saber cuál es nuestra identidad con respecto a Dios solo
podemos definirnos en una de estas formas: los que son hijos de Dios y los que no. Sin
embargo, muchas personas confunden el ser "criaturas de Dios" (hechos a imagen y
semejanza de Dios) con ser "hijos de Dios". El versículo clave da luz a éste respecto.
Cuando recibimos a Jesús en nuestro corazón, cuando creemos en él y que él murió para
darnos salvación somos "adoptados" como hijos de Dios. Gálatas 3:26 dice hablando a
los creyentes de Galacia: "pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo
Jesús;" ¿En qué lugar estás? ¿Eres ya hijo/a?
La cebolla
Esta dinámica se realiza para crear un buen ambiente de trabajo y que el grupo se conozca
un poco más.
Objetivo:
Fomentar la conexión del grupo, la confianza y crear un buen clima de trabajo.
Cuándo usarla:
Procedimiento:
1. Se elegirá a una persona voluntaria de entre el grupo que sea el/la granjero/a,
mientras que el resto del grupo será la cebolla.
2. Los participantes que forman la cebolla deben disponerse todos juntos de forma
concéntrica, como formando las capas de una cebolla y el/la granjero/a debe
intentar separarlos para “ir pelando la cebolla”.
3. Cada vez que un integrante de la cebolla sea separado del grupo se convierte en
granjero/a y debe ayudar a pelar la cebolla.
4. Cuando se termine la dinámica debe darse un tiempo para que el grupo exprese
qué le ha parecido la actividad y qué ha sentido mientras la realizaba.
Recomendaciones:
Debe aclararse antes de empezar la actividad que no se puede ser violento, obviamente
debe emplearse la fuerza física para separar a los compañeros, pero siempre intentando no
hacer daño.
Es recomendable quitar todos los objetos con los que se puedan lastimar (como mesas y
sillas), que los participantes se quiten los zapatos para no pisarse y hacerse daño y, si es
posible, realizar la actividad sobre una colchoneta.
Objetivo:
Fomentar una buena comunicación y una reflexión crítica acerca de la información que les
llega.
Cuándo usarla:
Puede usarse en cualquier tipo de grupo, pero está especialmente indicada en aquellos en
los que haya miembros impulsivos que tienden a dar la opinión sobre un tema o contar una
información que les ha llegado sin reflexionarla.
Procedimiento:
Esta actividad puede repetirse tantas veces haga falta para que todos los miembros del
grupo puedan participar.
Fotoproyección
Le ofrece a cada subgrupo una fotografía y les pide que, de manera individual, escriban qué
sucedió antes de la foto, qué ocurre en el momento de la foto y qué pasará después.
Cuando hayan acabado, uno a uno comparte con sus compañeros su narración. Debaten
entre todos e intentan llegar a una situación común.
Cada subgrupo elige a un compañero que exponga delante de los demás compañeros.
Discusión: el dinamizador debe guiar el debate para que cada uno pueda aplicar estas
situaciones a su vida diaria.
Después, de manera individual, cada uno debe pensar en la persona más sumisa que
conozcan y anotar características sobre su comportamiento.
Se les pide que se levanten todos y actúen de un lado al otro del aula o salón con una
actitud sumisa, utilizando exclusivamente el lenguaje no verbal.
El facilitador les pide que se queden quietos, como estatuas, adoptando gesto sumiso. Va
comentando y tomando nota de cómo el grupo ha caracterizado este comportamiento.
Los integrantes del grupo van tomando asiento y elaboran, en grupo, una lista de
comportamientos de una persona asertiva, sobre todo en relación a la conducta no verbal.
Otra vez, han de moverse por el aula tomando una actitud asertiva y en silencio. El
facilitador repite el pedirles que se queden como estatuas y tomar nota del comportamiento
no verbal.
Esta dinámica se realiza para conocer la situación actual del grupo y que los jóvenes
reflexionen sobre dicha situación y hagan un debate para poner en común todos los puntos
de vista.
Objetivo:
Reflexionar sobre la situación actual del grupo y mejorar las relaciones entre los miembros.
Cuándo usarla:
Esta actividad está indicada para grupos que ya llevan un tiempo junto y tienen una
trayectoria común.
Procedimiento:
1. Se escriben 6 preguntas sobre el estado del grupo en un papel (al final de este
apartado puedes ver un ejemplo de preguntas).
2. Se disponen todos los miembros del grupo en círculo alrededor de las preguntas.
3. Uno de los miembros comienza tirando el dado y respondiendo a la pregunta con el
número que corresponda y así sucesivamente hasta que todos los miembros hayan
respondido al menos una pregunta.
4. El instructor debe ir anotando las preguntas y respuestas.
5. Finalmente se analizan grupalmente todas las respuestas que se han dado ante una
misma pregunta y se realiza un debate sobre qué se podría mejorar y cómo
mejorarlo.
Materiales necesarios:
Dado, papel con preguntas y papel y boli para apuntar las respuestas.
Ejemplos de preguntas:
1. ¿Qué hace que el grupo se tambalee? ¿Hay algo que amenace su estabilidad?
2. ¿Nos comunicamos suficientemente en el grupo?
3. ¿Cómo solucionamos nuestros conflictos?
4. ¿Qué es lo que nos une como grupo?
5. ¿Sabemos pedir ayuda cuando estamos mal? ¿a quién recurrimos?
6. ¿Qué puedo aportar al grupo para una mejor relación?