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(Nefrolitiasis; urolitiasis)
Los cálculos urinarios (piedras) pueden aparecer en cualquier lugar de las vías urinarias y son
causas frecuentes de dolor, obstrucción e infección secundaria.
Incidencia y patogenia
Aproximadamente 1/1000 adultos es hospitalizado anualmente a causa de cálculos urinarios.
Se encuentran en alrededor del 1% de todas las autopsias. La patogenia está relacionada con:
(1) factores que aumentan la supersaturasion de la orina con sales formadoras de piedras, por
ejemplo, por hipersecreción de sal o disminución de la excreción urinaria; (2) núcleos
preformados, como cristales de ácido úrico y otras piedras, y (3) anomalías en los inhibidores
de la cristalización.
Los cálculos varían de tamaño desde focos cristalinos microscópicos hasta piedras de varios
centímetros de diámetro. Una gran piedra, el denominado cálculo coraliforme, puede llenar
virtualmente todo el sistema califal renal que lo moldea y le da forma.
Los cálculos pueden tener colores y aspectos característicos, pero para determinar su
composición es necesario el análisis cristalográfico.
Síntomas y signos
Muchos cálculos son "silenciosos". Puede producirse un dolor en la espalda o cólico renal
cuando el cálculo obstruye uno o más cálices, la pelvis renal o el uréter; las piedras en la vejiga
pueden provocar un dolor supra púbico. Los síntomas típicos de cólico renal incluyen un dolor
intermitente insoportable, que habitual mente se origina en el flanco o en la región renal y se
irradia a través del abdomen a lo largo del trayecto del uréter, a menudo hasta la región de los
genitales y la cara interna del muslo. La presencia de síntomas Gl (náuseas, vómitos,
distensión abdominal, el cuadro clínico del íleo) pueden enmascarar el origen urinario. Con
frecuencia hay escalofríos, fiebre, hematuria y polaquiuria, en particular a medida que un
cálculo desciende por el uréter. El riñón afectado puede quedar transitoriamente funcionarte
en el cólico renal agudo debido a un cálculo uretral e, incluso, durante algún tiempo después
de su expulsión espontánea.
Diagnóstico
Los síntomas de cólico, junto con el dolor a la presión en el flanco o en el ángulo costo
vertebral, la sensibilidad aumentada en las regiones lumbar e inguinal y el dolor en los
genitales sin lesión evidente localizada en este lugar, sugieren cólico renal por cálculos, El
diagnóstico es apoyado por el análisis de orina y los hallazgos radiológicos; también puede
ser de utilidad la ecografía renal. Debe practicarse una PIV para evaluar la extensión de la
obstrucción y para detectar los cálculos transparentes, en la radiografía. El diagnóstico
diferencial incluye apendicitis, colecistitis, úlcera péptica y pancreatitis.
Análisis de orina. La orina puede ser normal a pesar de la presencia de cálculos múltiples.
La hematuria macroscópica o microscópica es frecuente. Puede haber piuría con bacterias
o sin ellas. Pueden identificarse en el sedimento diversos cristales, pero la composición de!
cálculo debe determinarse por cristalografía. La única excepción es la presencia de los
típicos cristales en forma de anillos de benceno de cistina en una muestra concentrada y
acidificada, que sugieren firmemente cistinuria.
Roentgenografía. La mayoría de los cálculos urinarios son demostrables por radiología.
Sólo los cálcalos de ácido úrico puros, los raros cálculos de xantina y algunas "piedras
matrices" (compuesta principalmente de matriz proteica) son transparentes. Los depósitos
piramidales de Ca en el parénquima renal son diagnósticos de nefrocalcinosis y sugieren
acidosis tubular renal, sarcoidosis, enfermedad de Cushing, hiperparatiroidismo o síndrome
de la leche y los álcalis.
Tratamiento
Los pequeños cálculos solitarios no complicados por obstrucción ni infección no requieren
terapéutica específica. Debe intentarse erradicar la infección; si ello es imposible, puede ser
necesaria una terapéutica supresora crónica. Los síntomas de cólico pueden aliviarse
mediante opiáceos. Las piedras que obstruyen pueden extraerse quirúrgicamente si no
pasan en forma espontánea, pero la disrupción ultrasónica (litotricia extracorpórea con
ondas de choque), cuando se dispone de este medio, puede ahorrar a la mayoría de estos
pacientes la cirugía abierta por piedras impactadas, siempre que éstas se hallen en la pelvis
renal o en el uréter superior, y suele utilizarse como monoterapia en los cálculos < 1 cm de
diámetro. Otra alternativa a la cirugía abierta es la nefrolitotomía percutánea (seguida de
litroticia extracorpórea con ondas de choque) para eliminar cálculos renales más grandes.
Los cálculos impactados en la pelvis renal o en el uréter pueden requerir cirugía,
particularmente cuando se asocian a infección. Los cálculos < 1 cm de diámetro en el uréter
inferior pueden ser alcanzados endoscópicamente; la extracción cistoscopia con una cesta
tiene éxito siempre que el cálculo no esté impactado en un uréter edematoso. Los cálculos
de ácido úrico en las vías urinarias superior o inferior pueden disolverse ut ocasiones
mediante una prolongada alcalinización de la orina, pero la disolución química de oíros
cálculos es imposible.
Profilaxis
Para planear la profilaxis se necesitan mediciones de las sustancias formadoras de piedras
en la orina y la historia clínica, empezando con la recuperación y el análisis del cálculo,
preferiblemente por técnicas cristalográficas. Un cálculo de cistina es diagnóstico de cistinuria,
que se estudia en ANOMALÍAS DEL TRANSPORTE TUBULAR RENAL, en el cap. 190.
Cálculos de calcio. Aproximadamente el 5 % de los pacientes que forman cálculos de Ca
tienen hiperparatiroidismo primario. Otras causas raras de cálculos de Ca son la sarcoidosis,
la intoxicación con vitamina D, el hiperparatiroidismo, la acidosis tubular renal, el mieloma
múltiple, el cáncer metastásico y la hiperoxaluria primaria.
La hipercalciuria idiopática, un proceso hereditario, está presente en el 50 % de los
varones y el 75 % de las mujeres formadoras de cálculos de Ca y es el principal factor de
riesgo de dichas piedras en EE.UU. La hipercalciuria se define como un índice de excreción
de 300 mg/d (varones), 250 mg/d (mujeres) o 4 mg/kg/d para ambos sexos. Los diuréticos
tiazídicos, como la triclorometiazida, 2 mg 2/d, reducen la excreción de Ca por la orina y la
sobresaturación del oxalato cálcico; la formación de nuevas piedras disminuye en forma
espectacular. Se aconseja a los pacientes con cálculos que aumenten la ingesta de agua por
lo menos 1,5 L/d. Se necesita la reposición de K si las concentraciones disminuyen por debajo
de 3,5 mEq/L. Una dieta pobre en Ca y el fosfato de celulosa sódica deben utilizarse con
precaución, ya que existe la posibilidad de producir un balance negativo crónico de Ca. El
ortofosfato oral no se ha estudiado aun completamente.
La hipocitricuria (citrato urinario < 350 mg/d), aislada o asociada a otras alteraciones, fa-
vorece los cálculos porque el citrato normalmente fija el 50 % del Ca urinario como sal soluble
de citrato cálcico. Los álcalis orales (en forma de 25-50 mEq/L de citrato sódico o potásico
2/d) aumentarán por lo general el citrato urinario.
Las anomalías de los genitales .masculinos externos (pene, escroto y contenido escrotal)
son psicológicamente perturbadoras y algunas veces amenazan la vida del paciente. Es
obligatorio practicar una exploración cuidadosa y establecer un diagnóstico correcto.
Lesiones del pene
La balanopostitis (inflamación generalizada de glande y del prepucio) está producida
comúnmente por infecciones bacterianas y fúngicas, debajo del prepucio del varón no
circunciso.
La eritroplasia de Queyrat, una lesión premaligna, es un área bien circunscrita de
pigmentación rojiza y aterciopelada, habitualmente en el glande o en la corona. Hay que
considerar la posibilidad de practicar una biopsia; el tratamiento consiste en la aplicación
tópica de una crema de fluorouracilo al 5 %. Está indicado un seguimiento cuidadoso.
La balanitis xerótica obliterante, resultante de una inflamación crónica, es una zona, indu-
rada y blanqueada cerca de la punta del glande, rodeando el meato, que a menudo
produce, constricción. Pueden utilizarse agentes antibacterianos y antiinflamatorios locales
y, en algunos casos, es necesaria una meatotomía.
Las enfermedades de Bowen y de Paget. Son cánceres cutáneos infrecuentes que pueden
aparecer en el pene. Para el carcinoma. Otras lesiones peneanas infrecuentes incluyen las
debidas a TBC, enfermedad peneana micótica y herpes zoster. El herpes simple es más
frecuente. Ei chancro, lesión primaria de la sífilis, y las verrugas genitales (condilomas
acuminados).
PRIAPISMO
Erección peneana anormal, doloroso, y persistente, no acompañada de deseo ni de excita-
ción sexual. ;
Los mecanismos del priapismo son poco conocidos, pero probablemente implican una
complejidad de alteraciones vasculares y neurológicas. La causa más a menudo
incriminada es una trombosis vascular pélvica. El priapismo puede ser secundario a
actividad sexual prolongada, leucemia, enfermedad o rasgo de células falciformes u otras
discrasias sanguíneas, hematoma o neoplasia pelvianos, enfermedad cerebroespinal (p.
ej., sífilis o tumor) o infección e inflamación de los genitales masculinos (p. ej., prostatitis,
metritis o cistitis), especialmente si está complicada con un cálculo vesical). Se ha
sospechado de varios fármacos como posibles productores de priapismo (p. ej. trazodona,
clorpromacina, metacualona, prazosina, tolbutamida y ciertos antihipertensivos,
anticoagulantes y corticoides). Los cuerpos cavernosos rara vez están completamente
trombosados, conteniendo por lo común sangre venosa espesa y oscura, de consistencia
de aceite de motor. El cuerpo esponjoso y el glande no están afectos. La erección
prolongada puede estar causada por una inyección terapéutica contra la alteración de la
función eréctil.
ENFERMEDAD DE PEYRONIE
. La causa es desconocida. La enfermedad aparece en los varones adultos. La retracción
suele causar una desviación del pene erecto hacia el lado afecto y, en ocasiones, provoca
erecciones dolorosas que pueden impedir la penetración. Más tarde, el proceso fibroso puede
extenderse al cuerpo cavernoso, comprometiendo la tumescencia de la parle distal.
TUMORACIONES ESCROTALES
Las masas del escroto pueden deberse a traumatismos, procesos inflamatorios que afectan
la pared del escroto o su contenido, neoplasias de los testículos o apéndices testiculares o
alteraciones mecánicas que afectan el contenido del escroto o las estructuras adyacentes.
La epididimoorquitis (inflamación del epidídimo y del testículo) puede ser una complica-
ción de una IU con prostatitis o uretritis, una secuela de una gonorrea o una complicación
de la cirugía prostática o bien el resultado de una infección secundaria a un catéter
permanente. Los gérmenes habitualmente implicados son bacterias gramnegativas y
Chlamydia trachomatis. La epididimitis tuberculosa, los gomas sifilíticos y las enfermedades
micóticas (actinomicosis, blastomicosis) son raros en la actualidad. El tratamiento consiste
en reposo en cama, sostén escrotal (suspensorio), bolsas de hielo y antibacterianos
sistémicos. Los abscesos escrotales tienen tendencia a drenar espontáneamente y rara vez
es necesaria la incisión. Sin embargo, la formación de abscesos y el fracaso de la respuesta
a los antibióticos pueden exigir una intervención quirúrgica, con posible
epididimoorquiectomía, especialmente en los pacientes ancianos y debilitados.
TUMORES TESTICULARES
El varicocele es una colección de grandes venas que habitualmente aparece en el escroto
izquierdo y produce la sensación de una "bolsa de gusanos". Está presente en posición
ortostática y suele vaciarse en decúbito supino. Puede estar indicada la corrección quirúrgica
para tratar la infertilidad (cap. 168) o si el varicocele es sintomático (p. ej., produce dolor o
una sensación de repleción escrotal).
El linfedema del escroto puede deberse a compresión venosa o linfática abdominal, tumor
intraabdominal, cirrosis con ascitis, filariasis o enfermedad de Milroy (linfedema idiopático). El
tratamiento consiste en un suspensorio escrotal, aunque pueden requerirse resección y
escroloplacia.
TRAUMATISMOS GENITOURINARIOS
Los traumatismos del tracto GU pueden ser producidos por heridas penetrantes o perforantes,
golpes romos con aplastamiento, procedimientos quirúrgicos, ondas de choque, tratamiento
con láser, instrumentación o radiación. Las principales manifestaciones son hematuria,
oliguria, dolor y anuria. Puede haber dolor localizado a la presión, hinchazón y equimosis; en
ocasiones, incluso se desarrolla un shock. El diagnóstico y el tratamiento rápidos pueden
salvar la vida y .son esenciales para conservar la función renal y la micción.
Riñón
Habitualmente, los traumatismos de los riñones se deben a una fuerza externa roma. Las
lesiones penetrantes o perforantes pueden ser producidas por una herida por arma de fuego
o por arma blanca. El traumatismo renal con hematuria secundaria a la litotricia con onda
de choque controlada es por lo general insignificante y reversible sin un tratamiento
específico. La PiV con tomografía suele establecer el diagnóstico, pero la TAC con PIV
proporciona la máxima información y se la debe tener en consideración para las lesiones
más graves. La FÍV retrógrada rara vez es necesaria. La arteriografía puede utilizarse
cuando no hay visualización en la PIV o cuando se sospecha una lesión mayor que podría
requerir una intervención quirúrgica.
Tratamiento. El reconocimiento rápido de la lesión causada por una ligadura de uréter pue-
de permitir una corrección quirúrgica satisfactoria. La obstrucción postquirúrgica o la fístula
urinaria pueden requerir una derivación urinaria temporal (nefrostomia, ureterostomía
proximal) o una corrección primaria (ureteroureterostomía, ureteroneocistostomía o
transureterostomía). La cateterización uretral y el mantenimiento de un catéter uretral
durante un tiempo prolongado
(3-6 semanas) pueden dilatar una estenosis o permitir el cierre de una fístula. Las lesiones
penetrantes por arma blanca o arma de fuego suelen requerir una intervención quirúrgica
rápida.
Vejiga
La rotura de la vejiga hiperdistendida es frecuente en los casos de traumatismo externo
con aplastamiento, como puede ocurrir en accidentes de automóvil, y suele asociarse a una
fractura pélvica. La rotura puede ser intraperitoneal o Extra peritoneal. Los principales signos
de presentación son oliguria, hematuria o anuria. El diagnóstico puede establecerse por
cistografía con materiales de contraste estériles, que identificará también la extravasación
de orina. El desplazamiento dé la vejiga que se observa en las radiografías puede indicar
rotura o no, ya que una hemorragia extravesical en el espacio para vesical puede provocar
una distorsión masiva (una configuración de "vejiga en lágrima" debida a una compresión
extrínseca).
El tratamiento de los desgarros menores puede requerir sólo un drenaje con catéter durante
7-10 d. En las lesiones más graves, el tratamiento suele consistir en una rápida exploración,
reparación de los desgarros y establecimiento de un drenaje urinario, preferiblemente con
catéteres a la vez suprapúbico y uretral.
Uretra
Entre las causas frecuentes de lesión uretral destacan la fractura de la pelvis, con desgarros
por cizallamiento (habitualmente en la unión prostatomembranosa), lesiones perineales por
caída a "horcajadas" e instrumentación uretral traumática. El signo de presentación puede
ser anuria con extravasación suprapúbica, escrotal o perineal de orina. El diagnóstico se
establece por uretrografía retrógrada. La uretrocistografía define la localización y la
extensión de la lesión.
Tratamiento. Las lesiones uretrales menores requieren la inserción cuidadosa de un
catéter y su mantenimiento durante algunos días. Las lesiones más graves exigen corrección
quirúrgica. Hay que establecer un drenaje vesical con catéter suprapúbico; en muchos casos,
la cirugía uretral puede diferirse y practicarse electivamente. Una estenosis uretral en el lugar
de la lesión es una complicación frecuente a largo plazo que exige una posterior dilatación
uretral, una ureterostomía endoscópica o una corrección quirúrgica secundaria. Una posible
complicación de las lesiones uretrales proximales graves en los varones es la impotencia.
NEOPLASIAS
Las neoplasias GU aparecen a cualquier edad y en ambos sexos. Representan alrededor del
30 % de los cánceres en el varón y del 4 % en la mujer.
RIÑÓN
ENFERMEDAD TUBULOINTERSTICIAL EN LOS PROCESOS MALIGNOS
El parénquima renal puede ser invadido por células malignas proliferativas en la leucemia y
en el linfoma. Los riñones están aumentados de tamaño, a menudo de forma asimétrica. La
PIV revela alargamiento y estrechamiento de los cálices debido a su infiltración difusa. A pesar
de la extensa invasión intersticial, las alteraciones funcionales son mínimas. La proteinuria es
insignificante o nula y raras veces hay una elevación de los niveles de urea o creatinina en
sangre, excepto que se produzca alguna otra complicación, como nefropatía por ácido úrico,
hipercalcemia o infección bacteriana.
CARCINOMA DE RIÑÓN
(Hipernefroma)
El adenocarcinoma del riñón representa aproximadamente del 1 al 2 % de los cánceres de los
adultos. La proporción varón: mujer se estima en 2:1. La mayoría de los tumores sólidos del
riñón son malignos.
Síntomas, signos y diagnóstico
La hematuria, macroscópica o microscópica, es el signo más frecuente de presentación, se-
guida por dolor en el flanco, masa palpable y fiebre de origen desconocido. En algunos casos
se observan también hipertensión, debida a isquemia segmentaria o compresión del pedículo,
y policitemia secundaria a un aumento de la actividad de eritropoyetina. La venografía y la
RNM de la cava inferior ofrecen más información respecto de la extensión por la vena renal y
la vena cava y son especialmente valiosas para determinar el estadio de las lesiones del riñón
derecho. Puede ser necesaria una aortografía o una angiografía selectiva de arteria renal para
definir la naturaleza de un tumor de un riñón, así como para proporcionar una descripción más
exacta del número de carcinomas.
Pronóstico y tratamiento
La nefrectomía radical transabdominal con extirpación de los ganglios regionales ofrece una
probabilidad razonable de curación en la enfermedad localizada. La invasión tumoral de la
vena renal, e incluso de la vena cava, constituye aún una fase curable quirúrgicamente de la
enfermedad en ausencia de metástasis a distancia. El carcinoma renal metastásico tiene un
mal pronóstico, ya que el tumor es radio-resistente y los agentes quimioterapéuticos, solos o
en combinación, son ineficaces. La regresión espontánea de las lesiones metastásicas
después de la nefrectomía es rara. El tratamiento con agentes progestacionales no ha
aumentado apreciablesinente la supervivencia. El papel de la inmunoterapia se está
investigando en la actualidad.
VEJIGA
Etiología e incidencia
Los carcinógenos urinarios conocidos incluyen la β-naftilamina, p-aminodifenilo (colorantes de
anilina), ciertos productos intermedios químicos de la manufactura del caucho, los metabolitos
del triptófano y, posiblemente, productos excretados de los alquitranes del tabaco. La irritación
crónica, como se ve en la esquistosomiasis y en los cálculos vesicales, predispone al cáncer
de vejiga.
Anatomía patológica
El carcinoma de células de transición es el tipo más común. El carcinoma de células escamo-
sas se observa con menor frecuencia y suele asociarse a una infección parasitaria o a una
irritación crónica de la mucosa. Puede aparecer también un adenocarcinoma como tumor
primitivo, pero habrá que excluir la propagación desde un carcinoma de intestino. El carcinoma
de células de transición puede presentarse como un tumor papilar superficial bien diferenciado
o como una neoplasia mal diferenciada y altamente invasola, con todo el espectro entre estos
dos extremos. El carcinoma de células escamosas de la vejiga suele ser muy infiltrante y tiene
un mal pronóstico.
Síntomas, signos y diagnóstico
Los síntomas y signos de presentación más frecuentes son hematuria, piuría, disuria, escozor
y polaquiuria. El dolor aparece por invasión, infección o fijación. Puede palparse una masa a
la exploración bimanual. Una microhematuria puede ser el signo más precoz de un carcinoma
de vejiga.
Pronóstico y tratamiento
Los procesos malignos que son superficiales o que sólo invaden la porción más superficial de
la musculatura de la vejiga responden a la terapéutica endoscópica, pero la recidiva en el
mismo lugar o en otro de la vejiga es relativamente frecuente. Las lesiones que invaden a gran
profundidad la musculatura de la pared de la vejiga responden mal. Los procesos malignos
vesicales que han metasatizado suelen ser incurables, aunque la cistectomla y una derivación
urinaria pueden prolongar la vida y ser paliativos.
Las lesiones superficiales y precoces pueden tratarse eficazmente mediante resección trans-
uretral o biopsia y fulguración, pero la incidencia de recidiva es alta. Los tumores que invaden
la pared vesical en profundidad suelen tratarse mediante cistectomla parcial, total o radical,
requiriendo los últimos métodos de derivación urinaria concomitante. En algunos casos la
radioterapia aislada puede ser curativa. La quimioterapia sistèmica puede ser eficaz. Ciertos
crecimientos superficiales pueden tratarse mediante instilaciones vesicales repetidas de
agentes quimioterápicos como tiotepa, mitomicina C o doxorubicina.
El tratamiento con instilación de bacilo Calmette-Guérin (BCG) también ha demostrado su
eficacia en el control del carcinoma superficial de la vejiga. Algunas instituciones disponen de
la foto radiación para tratar casos seleccionados de carcinoma vesical superficial (p. ej.,
cuando fracasan otros tratamientos). Se basa en un colorante sensible a la luz, denominado
derivado de hematoporfirina, que tras ser inyectado por vía i.v. es captado fundamentalmente
por las células malignas. El láser de luz roja activa el derivado de hematoporfirina, liberando
sustancias químicas muy reactivas que matan las células cancerosas. La selección exacta de
los casos, la dosificación y los resultados a largo plazo requieren más evaluación.
PRÓSTATA
El adenocarcinoma de próstata representa un número apreciable de procesos malignos en los
varones > 50 años, y su incidencia aumenta cada década. Hay aproximadamente 122.000
nuevos casos/año en EE.UU (estimación de 1991). La etiología es desconocida, pero parece
estar relacionada con las hormonas. El sarcoma de la próstata es raro y afecta principalmente
a los niños. Pueden aparecer también carcinomas prostáticos indiferenciados, carcinomas de
células escamosas y carcinomas ductales de células de transición, que responden menos a
las medidas habituales de control.
Anatomía patológica
El proceso prostático maligno habitual es glandular y no difiere de la configuración histológica
de la próstata normal. Los principales criterios histológicos de diagnóstico son los grandes
nucléolos, las mitosis, la invasión del estroma y la invasión de los linfáticos perineurales.
Síntomas y signos
El carcinoma de próstata es, en general, lentamente progresivo y puede llegar a ser
asintomático. En fases más tardías de la enfermedad pueden aparecer síntomas de
obstrucción-de la salida de la vejiga, obstrucción uretral, hematuria y piuría. Las metástasis en
pelvis, costillas y cuerpos vertebrales pueden producir dolor óseo. Una induración de dureza
pétrea o un nódulo de la próstata palpable en el tacto rectal sugieren un proceso maligno
prostático y debe distinguirse de la prostatitis granulomatosa, la TBCprostática, los cálculos
prostáticos y otras enfermedades de la próstata menos frecuentes. Una próstata irregular,
firme y nodular es patognomónica de carcinoma prostático; posteriormente se aprecia una
extensión de la induración y una fijación de la glándula a los lados y a las vesículas seminales.
Diagnóstico
El carcinoma prostático debe sospecharse por el tacto rectal. Mediante la punción biópsica
transrectal o transperineal puede diagnosticarse un nódulo prostático duro solitario o una
afectación más extensa. El diagnóstico histológico precoz incidental puede establecerse
cuando se encuentran alteraciones malignas en una muestra de exéresis de una hipertrofia
prostática benigna. La ecografía transrectal puede ofrecer un medio de diagnóstico y de
punción biópsica guiada con precisión. Una fosfatasa acida sérica elevada indica una
extensión local o la presencia de metástasis. Otras enfermedades que producen elevación de
esta enzima son la hiperplasia prostática benigna (ligera elevación después de un vigoroso
masaje prostático), el mieloma múltiple, la enfermedad de Gaucher y la anemia hemolítica.
Los métodos de radioinmunoanálisis para la determinación del antígeno prostático específico
o la fosfatasa acida prostática pueden ofrecer información adicional respecto a la detección
de un carcinoma prostático localizado, así como de fases posteriores de la enfermedad.
La fosfatasa ácida y los valores del antígeno prostático específico disminuyen después del
éxito del tratamiento y aumentan de nuevo en caso de recidiva.
Está elevado en el 25-92 % de los afectos de carcinoma prostático, según el volumen del
tumor. El antígeno prostático específico es el más sensible de los marcadores disponibles para
controlar la progresión del cáncer y su respuesta al tratamiento, aunque todavía se está
evaluando su lugar exacto en la detección precoz y en la determinación del estadio.
El carcinoma de próstata produce a menudo metástasis óseas osteoblásticas. Su detección
en una exploración ósea o por radiografía, en presencia de una próstata de dureza pétrea,
suele ser diagnóstica.
Pronóstico
En el carcinoma de próstata localizado, la prostatectomía radical o la radioterapia
proporcionan índices de curación de 10 años que se aproximan al 65 %. Los procesos
malignos prostáticos no tratables por cirugía radical o por radioterapia pueden responder
durante varios años a un control hormonal adecuado y/o una orquiectomía, particularmente
en los varones ancianos y cuando el carcinoma es bien diferenciado. La presencia de
metástasis en el momento del diagnóstico inicial empeora, evidentemente, el pronóstico, pero
la terapéutica puede lograr una paliación apreciable a largo plazo.
Tratamiento
El carcinoma de próstata localizado puede curarse mediante una prostatectomía retropúbica
radical o por radioterapia. Una enfermedad local extensa, la edad o el estado general del
paciente o la presencia de metástasis pueden impedir la curación por estas modalidades. En
estas situaciones, la terapéutica de control hormonal, la irradiación o la orquiectomía bilateral
pueden ser paliativas. Una terapéutica a largo plazo con altas dosis de estrógenos orales
puede originar complicaciones tromboembolicas. Otras formas de tratamiento utilizadas para
disminuir los niveles de testosterona y proporcionar paliación incluyen acetato de ciproterona,
flutamida, ketoconazol, aminoglutetimida y análogos de la hormona liberadora de la hormona
luteinizante (LH). La orquiectomía bilateral puede practicarse en los casos en que la
enfermedad ya está avanzada cuando se la reconoce por primera vez o después de haber
ensayado una terapéutica hormonal.
URETRA
El carcinoma de la uretra es raro. Aparece tanto en varones como en mujeres, y puede ser un
tumor de células escamosas o de transición y, en ocasiones, un adenocarcinoma. Los
síntomas de presentación son hematuria y masa local. Pueden presentarse síntomas
obstructivos. Una excrecencia friable y sangrante en el meato externo de la uretra en la mujer
debe ser sospechosa.
La diferenciación entre el carcinoma, el prolapso y la carúncula uretrales puede requerir
biopsia. En el varón, a menudo hay antecedentes de estenosis uretral. La irradiación y la
cirugía radical son igualmente eficaces, aunque el pronóstico es reservado.
PENE
El carcinoma del pene es más común en los varones no circuncisos con poca higiene local.
La lesión habitual, que aparece en la región de la corona o debajo del prepucio, es
epidermoide, extendiéndose local mente y metastatizando relativamente tarde. Las metástasis
se producen por los linfáticos peneanos hasta los ganglios inguinales superficiales y
profundos, lo que obliga a menudo a efectuar una penectomía parcial o total, con
linfadenectomía inguinal asociada. Los carcinomas peneanos suelen ser refractarios a las
radiaciones y la quimioterapia rara vez es eficaz. La penectomía parcial puede ser curativa en
las lesiones precoces, dejando un muñón peneano que es satisfactorio para la micción y para
la actividad sexual.
TESTÍCULOS
Pronóstico
Depende de la histología y de la extensión del proceso maligno. En el seminoma localizado
en el testículo o, incluso, metastatizado en retroperitoneo, los índices de supervivencia a los 5
años pueden ser > 80 %. En los coriocarcinomas más raros y altamente malignos, el índice
de supervivencia a los 5 años es muy bajo. Otros tumores se sitúan entre estos dos extremos.
Tratamiento
Debe practicarse una orquiectomía inguinal. En el teratocarcinoma, el carcinoma embrionario
y el teratoma adulto, se recomienda la disección transabdominal de los ganglios linfáticos
retroperitoneales. La irradiación puede ser eficaz en el seminoma utilizando 30-50 Gy (3.000-
5.000 rad) en los ganglios linfáticos abdominales y mediastínicos, así como en la región
supraclavicular izquierda, según el estadio. La quimioterapia con cisplatino en combinación
con otros agentes puede producir la regresión y el control de los tumores testiculares
metastásicos no seminomatosos. La curación es aún posible en presencia de enfermedad
metastásica, tanto en el seminoma como en los primarios no seminomatosos.
La angiografía
Es el procedimiento más invasivo de todas las técnicas por la imagen renal y se reserva para
indicaciones especiales.
Es mejor reservar la angiografía para investigar:
Posibles lesiones vasculares, como aneurismas.
Examen de TAC indeterminado de una tumoración
Una embolización tumoral
Visualización insuficiente con TAC de las venas renales o de la vena cava inferior.
Venografía
La visualización de la vena cava inferior con fines diagnósticos suele realizarse por punción
percutánea de la vena femoral. Se han comunicado pocas complicaciones con este
procedimiento, limitadas en la extravasación de la sangre y de agente de contraste en el
área de la inyección. La cateterización de la vena renal proporciona muestras para análisis
de renina en la sangre de la vena renal, para diagnosticar trombosis de la vena renal y para
evaluar la extensión de las neoplasias renales malignas cuando la ecografía o la TAC son
indeterminadas.
Procedimientos morfológicos
Fisiopatología
La azoemia prerrenal está producida por una perfusión renal insuficiente debida a depleción
del volumen extracelular, insuficiencia cardiaca o hepática o sepsis.
Las causas renales intrínsecas de IRA: son multifactoriales, siendo las más corrientes la
isquemia renal prolongada o una nefrotoxina .en estudios experimentales, los factores que
inician y los que mantienen la IRA pueden diferir. Cuatro mecanismos, por lo menos,
aparecen como responsables de hipo filtración:
La azoemia Postrenal
Suele asociarse a una difusión glomerular y tubular, las alteraciones urinarias pueden
remedar las de los pacientes con una lesión renal primitiva.
Datos de laboratorio
Los hallazgos característicos son los de la retención de nitrógeno, acidosis y anemia. La
urea y la creatinina están elevadas. Las concentraciones de Na en plasma pueden ser
normales o reducidas. La acidosis suele ser moderada, con un contenido de CO2 en plasma
entre 15 y 20 mmol/L. Por lo común hay hipocalcemias e hiperfosfatemia.
Los hallazgos del análisis de orina dependen de la naturaleza de la enfermedad subyacente,
pero en la insuficiencia renal avanzada de cualquier causa son a menudo prominentes
gruesos cilindros (especialmente céreos).
Pronóstico
Depende de la naturaleza del trastorno subyacente y de las complicaciones añadidas. Estas
pueden provocar reducciones agudas de la función renal, que son reversibles con la
terapéutica. Sin embargo la progresión de la enfermedad renal crónica subyacente no es, en
general, susceptible de un tratamiento específico. La reducción de las proteínas de la dieta
al principio de la IRC puede reducir la hiperfiltración glomerular y retardar la velocidad de la
descompensación renal. La aparición de oliguria, hiperpotasemia progresiva y pericarditis
suele indicar una fase pre terminal, pero incluso en esta situación, si no existe otra
insuficiencia de algún órgano principal, la diálisis o el trasplante pueden mejorar las
perspectivas.
Tratamiento
Los factores que agravan o producen la insuficiencia renal: (depleción hídrica y salina,
nefrotoxina, insuficiencia cardiaca, infecciones, hipercalcemia, obstrucción) deben tratarse
específicamente. Si la uremia es el resultado de un trastorno progresivo e intratable, el
tratamiento conservador prolongará a menudo una vida útil y confortable hasta que se
requiera diálisis o trasplante.
Los principios generales del tratamiento conservador son los siguientes:
Atención meticulosa del tratamiento dietético.
La hipertrigliceridemia
La ingesta de agua
La acidosis moderada
La insuficiencia cardiaca congestiva.
EPIDIDIMITIS
EPIDIDIMITIS BACTERIANA AGUDA
Suele ser una complicación de uretritis o prostatitis bacteriana y puede ser unilateral y
bilateral . La torsión del testículo debe considerarse también como un importante diagnostico
diferencial en los pacientes . La epididimitis bacteriana aguda se caracteriza por fiebre y
dolor en el escroto .La exploración física revela hinchazón ,induración e intensa sensibilidad
a la presión de una porción o de todo el epidídimo afecto y a veces del testículo adyacente .
TRATAMIENTO :
Consiste en reposo en cama , elevación del escroto , bolsa de hielo en el escroto ,
analgésicos y terapéutica antimicrobiana .
ENFERMEDADES PARASITARIAS DE LAS VIAS URINARIAS
Las enfermedades parasitarias , como la malaria , la esquistosomiasis , la leish maniasis y
la tricomoniasis , afectan a gran numero de personas y son causas frecuentes de
enfermedad renal y de la vías urinarias inferiores . La amebiasis , la equinococosis se
transmite por los huevos de la tenia y provoca quistes hidatídicos que suelen afectar al
hígado y a los pulmones , pero también al riñon , aunque de forma esporádica . La filariasis
afecta el sistema linfático mediante una obstrucción que desemboca en quiluria y elefantiasis
crónica que puede incluir el escroto y las piernas . La tricomoniasis es una causa común de
vaginitis en laa mujer , pero puede producir uretritis y prostatitis en el varon .
La malaria es una enfermedad parasitaria compleja que cursa con una serie de alteraciones
renales producidas por alteraciones de la microcirculación o por reacciones inmunológicas
al parasito . La insuficiencia renal aguda , usualmente asociada a hemolisis intravascular o
intensa parasitemia , es frecuente en las infecciones malaricas mientras que los síndromes
nefrótico y nefrítico son raros.
ENFERMEDADES FUNGICAS
Es responsable de la micosis endémicas que con mayor frecuencia afectan el tracto GU,
pueden incluirse otras micosis , como la criptocosis , la aspergilosis , la cigomicosis , la
histoplasmosis , la blastomicosis y la coccidioidomicois . Suele sospecharse una IU fúngica
ante la demostración de funguria en una muestra bien recogida de orina del tercio medio de
la micción . Sin embargo , dado que la contaminación es común y la invasión tisular no
siempre provoca una piuria , el diagnostico de IU fúngica no es sencillo . El abordaje mas
razonable es verificar la candidiuria mediante sondaje o puncion suprapubica y evaluar o
tratar al paciente de acuerdo con la situación clínica particular y la presencia de factores
conocidos de riesgo , como el sida y otros estados de inmunodepresión.
CISTITIS INTERSTICIAL
La cistitis intersticial no es probablemente una enfermedad infecciosa , pero se incluye aquí
por las manifestaciones clínicas de inflamación e irritación de la vejiga . Esta identidad puede
estar relacionadas con la enfermedades del colágeno , ser una enfermedad autoinmune o
una manifestación alérgica o ser secundaria a un agente infeccioso, aun no identificado. No
debe confundirse con las alteraciones producidas por la terapéutica por las radiaciones y el
tratamiento con fármacos como la ciclofosfamida, que también pueden provocar una cistitis
intensa. El carcinoma i n situ de la vejiga urinaria a menudo remeda los síntomas de la cistitis
intersticial y debe excluirse siempre en eso casos por medio de citología urinaria repetida y
biopsia vesical. Histológicamente, las paredes de la vejiga muestran una infiltración
inflamatoria unifocal o multifocal, con ulceración de la mucosa y esclerosis, que finalmente
produce retracción del musculo liso, disminución de la capacidad urinaria y síntomas de
micción frecuente y dolorosa con hematuria. Típicamente, afecta a mujeres de mediana
edad.
Tratamiento. Ninguna forma terapéutica por si sola es universalmente satisfactoria. La
terapéutica típica ha consistido en la dilatación y la distensión repetida de la vejiga bajo
anestesia y, en ocasiones, la fulguración de las lesiones ulcerativas. El tratamiento con
fármacos anticolinérgicos, como el bromuro de propantelina, 15 mg 4/d, o cloruro de
oxibutinina, 5 mg 2-3/d, proporciona algún alivio. Las instilaciones vesicales de
dimetilsulfoxido (DMSO) se están también utilizando con cierto éxito para aliviar los
síntomas. En algunos casos raros puede llevarse a cabo una citoplastia utilizando ileon o
sigmoide para aumentar la capacidad vesical.
En ocaciones, el proceso patológico puede ser tan intenso que exija una cistectomia con
derivación urinaria por un conducto ileal o colico, una ireterosigmoidostomia u otros métodos.
ENFERMEDADES VASCULARES
PRONÓSTICO Y TRATAMIENTO
Ningun tratamiento revierte una insuficia renal avanzada . La probabilidad de una
ateroembolia de la arteria renal durante la cirugía de una aorta ateromatosa puede reducirse
mediante una cuidadosa técnica .
NECROSIS CORTICAL RENAL
Forma infrecuente de infarto arterial caracterizada por necrosis y posterior calcificación de
los tejidos corticales respetando la medula .
SINTOMAS , SIGNOS Y DIAGNOSTICO
La distinción entre esta y otras muchas formas de insuficiencia renal aguda puede ser difícil
, pero hay que pensar en la necrosis cortical cuando aparece una anuria repentina con
hematuria macroscópica y dolor en el flanco en cualquiera de los cuadros clínicos . La fiebre
y la leucocitosis son frecuentes , incluso en ausencia de sepsis . La orina contiene muchas
proteínas y hematíes , a menudo se observan leucocitos y cilindros .
Aunque la biopsia , que muestra una necrosis cortical difusa o parcelar, es el único medio
cierto de diagnostico , la radiografia renal es también útil . La radiografías seriadas muestran
inicialmente unos riñones aumentados de tamaño , estos disminuyen luego y pueden
reducirse hasta alrededor del 50% de lo normal en 6y 8 semanas . En esta fase aparecen
calcificaciones , a menudo lineales y especialmente notables en la unión corticomedular .
TRATAMIENTO
El tratamiento no difiere de otras formas de insuficiencia renal aguda , aunque pueden
encontrarse mas problemas debido a la prolongada anuria y a las causas desencadenantes
. Para permitir la recuperación de alguna función residual se utilizan todos los medios
apropiados , incluyen de la diálisis de mantenimiento .
NEFROANGIOSCLEROSIS MALIGNA
Asociada a una grave hipertensión y una insuficiencia renal rápidamente progresiva . La
mayoría de los casos de nefroangiosclerosis maligna aparecen como una enfermedad
cardiovascular acelerada en el curso de una hipertensión primaria , especialmente en los
casos tratados .
SINTOMAS , SIGNOS Y DIAGNOSTICO
Los pacientes se presentan con síntomas que representan grados variables de afectación
del cerebro , el corazón y los riñones . Los síntomas pueden consistir en agitación , confusión
, somnolencia , visión borrosa , cefalea , nauseas y vomitos . En la exploración física se
aprecia una neurorretinopatia . El corazón esta agrandado , con evidencia de hipertrofia
ventricular izquierda y el edema pulmonar , pero no la angina ni el infarto de miocardio .
Puede aparecer un coma debido a hemorragia cerebral .
Hay grados variables de insuficiencia renal , los hallazgos urinarios incluyen proteinuria y
hematuria microscópica . Puede haber cilindros de hematíes , pero su numero es pequeño ,
excepto en los síndromes renales asociados a glomérulonefritis proliferativa . Las
anormalidades hematológicas son frecuentes e incluyen anemia hemolítica microangiopatica
y coagulación intravascular diseminada .
PRONÓSTICO Y TRATAMIENTO
Los pacientes no tratados fallecen en un periodo relativamente corto ( alrededor del 50 % a
los 6 meses y la mayoría de los restantes dentro del primer año ) . La muerte suele deberse
a uremia (60 % ) , insuficiencia cardiaca (20 % ) , accidente vascular cerebral (20 % ) , o
infarto de miocardio (1%) .Aunque algunos pacientes tienen remisiones espontaneas , una
terapia agresiva para reducir la PA y el tratamiento de la insuficiencia renal reducen
notablemente la mortalidad y la morbilidad . Con la terapia mueren , menos pacientes
especialmente por insuficiencia cardiaca y renal y enfermedad vascular cerebral , pero la
proporción de los que desarrollan infarto de miocardio aumenta .
TROMBOSIS DE LA VENA RENAL
Causa de insuficiencia renal , aguda o crónica , con manifestaciones clínicas variables , pero
usualmente asociada a síndrome nefrótico .
SINTOMAS , SIGNOS Y DIAGNOSTICO
Si la enfermedad es aguda , ecografía puede mostrar un riñon aumentado de tamaño , una
trombosis lentamente progresiva produce un riñon atrófico . La PIV o el renograma isotópico
muestran excreción escasa o nula de agente de contraste o de formación de imagen . . La
cavografia o la flebografía renal selectiva pueden mostrar trombosis , manifestada por
defectos de repleción o un llenado de venas colaterales .
PRONOSTICO Y TRATAMIENTO
La muerte debido a una trombosis de la vena renal es rara y habitualmente esta relacionada
con el proceso primitivo que produjo la trombosis o con complicaciones , como embolias
pulmonares .
El tratamiento anticoagulante por lo común se asocia a una mejoría de la función renal , es
particularmente útil en la prevención de embolia pulmonar y mejora la supervivencia del
paciente . El tratamiento trombolitico con agentes fibrinoliticos se ha utilizado poco , pero
puede ser mas eficaz que el tratamiento anticoagulante aislado .
ENFERMEDAD VASCULAR LENTAMENTE PROGRESIVA
La arteriosclerosis es un fenómeno del envejecimiento que es acentuado por la hipertensión
en el riñon , la lesión suele describirse como nefroesclerosis benigna , aunque un termino
mas exacto seria nefroangiosclerosis benigna . Las lesiones vasculares son completamente
distintas a las asociadas a la hipertensión maligna , en las que la necrosis fibrinoide de las
arterias es el punto de referencia de la lesión vascular .
DIAGNOSTICO
Se establece mediante una prueba de deprivaion de agua . Esta prueba explora la máxima
capacidad de concentrar la orina y la respuesta a la ADH exógena .
Con la deprivacion de agua , la osmolalidad máxima de la orina en los pacientes afectos de
una DIN es anormalmente baja y existe solo un pequeño aumento de la osmolidad urinaria
después de la administración de ADH exógena .
TRATAMIENTO
El DIN consiste en asegurarse de que el paciente tiene una ingesta libre de agua suficiente
. En tanto el paciente pueda aumentar su racion de agua en respuesta a su sed , rara vez
se producirán secuelas graves , pero la poliuria y la polidipsia pueden ser muy molestas .
La restricción de Na , los diuréticos tiazidicos y la tolmetina pueden ser útiles .
SINDROME DE BARTTER
Es una alteración compleja del manejo renal de los electrolitos , No se ha definido el trastorno
tubular o renal subyacente . El túbulo proximal , la rama gruesa ascendete del asa de Henle
y la nefrona distal han sido todos ellos , sugeridos como sitios posibles de defectos de
transporte , probablemente etiológicos .
DIAGNOSTICO Y TRATAMIENTO
El síndrome de Batter se distingue de otras enfermedades asociadas a hiperldosteronismo
por la ausencia de hipertensión . Cuando las manifestaciones de la enfermedad se ven por
primera vez en adultos , los vomitos o el abuso subrepticio de diuréticos explícitamente
deben eliminarse como causas .
SINDROME DE LIDDLE
Transtorno infrecuente del transporte epitelial renal clínicamente similar al
hiperaldosteronismo primario , que cursa con hipertensión y alcalosis metabolica
hipopotasemia . La reabsorción de Na y la secreción de K están aceleradas , a pesar de los
bajos niveles de aldosterona . El transtorno no responde a la espironolactona . El tratamiento
con triamtereno o amilorida es eficaz.
TRANSTORNOS HEREDEITARIOS Y CONGENITOS
TRANSTORNOS QUISTICOS
Los transtornos quísticos del riñon representan malformaciones displasicas
, con quistes únicos o multiples , cuyo tamaño varia de < 1 cm a > 10 cm de diámetro . Los
grupos principales son enfermedad poliquistica displacia renal focal y segmentaria , familiar
secundaria a una obstrucción de las vías urinarias inferiores .
ENFERMEDADES POLIQUISTICAS RENALES
Alteraciones renales hereditarias caracterizadas por la presencia de muchos quistes
bilaterales que aumentan el tamaño del riñon , pero reducen el tejido renal funcional . La
clasificación se realiza según el patrón hereditario . Se reconocen dos tipos : la poliquistosis
renal autosómica dominante y la poliquistosis renal autosómica recesiva .
ENFERMEDAD QUISTICA MEDULAR
La lesión renal es similar en todas las variantes . Algunos autores han observado una
similitud con el patrón hereditario de la enfermedad poliquistica , en la que la forma de
aparición juvenil es autosómica recesiva y la forma de aparición adulta es autosómica
dominante .
SINTOMAS , SIGNOS Y DIAGNOSTICO
Las alteraciones bioquímicas séricas son similares a la de los pacientes con isuficiencia renal
crónica . La proteinuria es minima o nula y el sedimento urinario no presenta particularidades
. La proteinuria es minima o nula y el sedimento urinario no presenta particularidades . La
PIV demuestra solo unos riñones pequeños .
PRONOSTICO Y TRATAMIENTO
La progresión de la enfermedad es variable y depende del grado de disfunción renal cuando
se ve al paciente por primera vez . En general la enfermedad progresa lenta pero
inexorablemente . Cuando sobreviene la uremia , su tratamiento es el mismo que en otras
enfermedades renales . Estos pacientes pueden obtener un gran beneficio de transplante .
RIÑON EN ESPONJA MEDULAR
Displasia tubular que determina una dilatación congénita de los tubulos colectores .
SINTOMAS , SIGNOS Y DIAGNOSTICO
El proceso suele ser asintomático , excepto que sobrevengan complicaciones , como un
colico por calculo , hematuria o infección . La nefrocalcinosis se encuentra en mas del 50 %
de los riñones afectados . En la mayoría de los casos se aprecia una acidosis tubular renal
tipo I .
PRONOSTICO Y TRATAMIENTO
Es la ausencia de complicaciones , el proceso tiene pronostico excelente . Solo se tratan las
complicaciones . La cirugía solo esta indicada cuando están obstructivas . La extirpación del
tejido se produce cuando esta demostrado .
NEFRITIS HEREDITARIA
Afecta el territorio no colágeno lo que resulta en la producción de fibras de colágeno
alteradas y en la perdida de un antígeno común de la membrana basal del glomérulo lo que
puede ayudar al diagnostico mediante técnicas de anticuerpos monoclonales .
TRATAMIENTO
El tratamiento solo esta indicado cuando aparece uremia , debe tratarse igual que en todas
las enfermedades renales . Se han hecho transplantes con éxito utilizando riñones de
cadáveres o de familiares donantes vivos .
UROPATIAS OBSTRUCTIVAS
HIDRONEFROSIS
La dilatación crónica de la pelvis renal produce atonía muscular , fibrosis y perdida de
actividad peristáltica . Dado que en condiciones normales , la orina se excreta a una presión
extremadamente baja , una hidronefrosis prolongada y grave provoca finalmente una atrofia
por presión del parénquima renal que en un inicio afecta a los tubulos proximales , intersticio
medular y luego los tubulos proximales , el intersticio medular y luego los tubulos proximales
, el intersticio cortical y los glomérulos con perdida gradual de la función renal .
SINTOMA Y SIGNOS
Los signos son inexplicables y vagos pueden ser nauseas , vomitos , y dolor abdominal se
deben a veces por una hidronefrosis .
DIAGNOSTICO
Un riñon que se considera afuncional en placas retardadas o en PIV puede investigarse por
una exploración con radioisótopos para determinar la perfusión e identificar el parénquima
renal funcional .
TRATAMIENTO
Tratamiento intensivo de la IU y de la insuficiencia renalesta indicado el drenaje rápido de
la hidronefrosis primaria si la función renal esta comprometida , si la infección persiste . En
caso de obstrucción severa , infección o litiasis puede ser necesario un drenaje temporal por
nefrostomia .En determinados pacientes puede colocarse catéteres uretrales permanentes
para drenajes agudos o crónicos .
b. Disrafismos medulares.
Se originan por un cierre defectuoso del neuroporo posterior y comprenden una
amplia variedad de malformaciones, desde las más benignas, como la espina
bífida oculta sin lesión neurológica, hasta las más complejas, como el
mielomeningocele. En la espina bífida oculta hay un defecto en el cierre del arco
posterior, generalmente de L5, asintomático la mayoría de las veces. Se detecta
por alguna exploración radiológica en la que se observa la falta de cierre. La espina
bífida tiene dos variantes: el meningocele, donde sólo hay meninges en el saco
disráfico; y el mielomeningocele, donde hay médula espinal, raíces y meninges,
generalmente en ubicación dorsolumbar, lumbar o lumbosacra. Esta ubicación
está directamente relacionada con el déficit neurológico asociado. La etiología de
la espina bífida se corresponde con un defecto primario del cierre posterior del
tubo neural, presente ya en la cuarta semana tras la concepción, que involucra
factores genéticos y ambientales [6]. La espina bífida y la anencefalia son las dos
malformaciones más frecuentes del tubo neural y afectan a 1-2 de cada 1.000
nacidos vivos. Raramente se asocian alteraciones cromosómicas en los pacientes
con espina bífida. El factor terató- geno más frecuente es el déficit de ácido fólico
en las primeras semanas de gestación, que, correlacionado con malnutrición, nivel
socioeconómico bajo, diabetes o consumo de alcohol o de ácido valproico por la
madre, produce un aumento de incidencia de malformaciones del tubo neural. El
80-90% de las disrafias espinales quísticas corresponden a mielomeningoceles,
que son lumbosacros en el 80% de los casos. Existe déficit sensitivo y motor,
dependiendo del nivel lesional, que involucra el control esfinteriano. Los niños
sobrevivientes deben ser cuidados en unidades multidisciplinarias con manejo
ortopédico, urológico, fisioterápico y psicoterapéutico. El 5% de este grupo
corresponde a meningoceles, mucho más benignos, sin tejido nervioso dentro del
quiste meníngeo.
c. Trastornos de la regionalización:
anomalías de la inducción ventral
El desarrollo anormal de la porción anterior del tubo neural (prosencéfalo
mediobasal) y sus estructuras asociadas (causadas por disturbios en la inducción
ventral, donde se implican las tres capas germinales) afectan la telencefalización
(división y expansión lateral de la vesícula cerebral primaria), y se asocian
defectos de la línea media craneofacial. Esta anomalía se relaciona con
cromosomopatías (trisomías 13 y 18) y factores ambientales [2,3]. La forma más
grave de esta malformación es la holoprosencefalia, en la que existe un fallo del
prosencéfalo al dividirse en los dos hemisferios cerebrales.
La agenesia del cuerpo calloso aislada puede ser hereditaria, pero el locus aún no
se ha mapeado y la trasmisión genética no sindrómica es infrecuente. Se ha
asociado a las trisomías 13 y 18, y se ha notificado en más de 20 síndromes
malformativos autosómicos y ligados a X. La agenesia del cuerpo calloso
constituye parte del síndrome de alcohol fetal y se observa, además, en la acidosis
láctica y en la hiperglucemia no cetósica.
PRESENTACIÓN
Se inicia el escrito con una pequeña introducción acerca del significado de las patologías
urinarias y todo lo que concierne el tema ya mencionado.
Esperando que el presente trabajo sea del agrado del docente y de nuestros compañeros
ya que lo realizamos con dedicación y eficacia.
INTRODUCCION
Introducción La infección del tracto urinario (ITU) es la entidad clínica que con mayor
frecuencia afecta al riñón y a las vías urinarias, con una tasa de ocurrencia que oscila entre
0,3 y 7,8% en la primera infancia; en la edad escolar se ubica entre el 1 y el 3% para
aumentar en los adolescentes con el inicio de las relaciones sexuales. La presencia de
bacteriuria en la edad preescolar y escolar origina un mayor riesgo de presentar una ITU en
la edad adulta. En los adultos no se tienen con exactitud datos de ocurrencia, debido al gran
número de ITU asintomáticas, tanto en la mujer a cualquier edad como en los hombres
después de los 50 años, pero en los hombres menores de 50 años son raras, con una
incidencia menor al 0,5 %. Del 1 al 3% de las mujeres jóvenes pueden presentar al menos
una ITU al año, en su mayoría no complicadas y en esta edad son 30 veces más frecuentes
que en los hombres. Las mujeres embarazadas presentan una incidencia de bacteriuria
parecida a la de las no embarazadas (6%), pero sí aumentan las ITU asintomáticas debido
a los cambios anatómicos y funcionales del tracto urinario durante el embarazo. Por otra
parte, la posibilidad de pielonefritis aguda en las embarazadas aumenta ya que es muy poco
frecuente que una ITU baja progrese a pielonefritis aguda en las no embarazadas. En la
práctica clínica se considera la segunda causa de todas las infecciones que afectan al ser
humano en el medio extrahospitalario, precedida solo por las infecciones respiratorias. En el
medio intrahospitalario ocupa la primera causa de in- 14 INFECCIÓN DEL TRACTO
URINARIO Introducción fección, constituyéndose en un significativo problema de salud pú-
blica, no solamente por su alta incidencia de morbilidad sino también por los altos costos
financieros asociados a ésta. A pesar de esta elevada frecuencia, en la antigüedad no llamó
la atención de los diferentes autores, excepto por Guglielmo Salicetti, quien observa que la
esclerosis renal podía resultar de un absceso o aparecer posteriormente a un episodio febril,
señalando también el pronóstico sombrío. Las primeras descripciones de la pielonefritis
aguda se realizaron en niños, relacionándola con el reflujo vesicoureteral y su evolución a la
nefropatía por reflujo. Posteriormente se describieron infecciones renales purulentas durante
el embarazo. En el siglo XIX Wagner realiza una descripción de los riñones pequeños,
retraídos y cicatriciales, atribuyéndolo a los procesos infecciosos renales. A principios del
siglo XX Helmholz, señalaba las dificultades existentes para poder establecer el diagnóstico
durante el período neonatal, debido a lo inespecífico de la sintomatología y a las dificultades
para la recolección de la muestra de orina, la cual es fácilmente contaminable en este grupo
etáreo, lo cual aún continúa siendo válido. Kass, en 1956, introduce el término de bacteriuria
significativa. En el año 1960, Hodson y Edwards describen los aspectos radiológicos de la
nefropatía por reflujo. En 1979, Winberg y cols. postulan que las ITU con o sin reflujo
provocan retardo en el crecimiento renal. Los nuevos estudios realizados se han enfocado
básicamente en la terapéutica y diagnóstico de la ITU. Desde el punto de vista del
diagnóstico microbiológico se reconocen las siguientes definiciones: ITU: es la colonización
y multiplicación microbiana (las bacterias son los gérmenes más frecuentes, aunque pueden
encontrarse hongos, virus y parásitos) de la orina con invasión tisular en algunas de las
estructuras del tracto urinario, provocando o no sintomatología. Bacteriuria: presencia de
bacterias en la orina siempre que no sea una contaminación independientemente del
significado patogénico. Bacteriuria significativa: término usado para describir el número de
bacterias, que excede a la normalidad en la orina eliminada espontáneamente, usualmente
el recuento es igual o superior a 100.000 unidades for- INFECCIÓN DEL TRACTO
URINARIO 15 Introducción madoras de colonia por mililitro (UFC/ml) aun cuando estudios
más recientes proponen recuentos menores, de más de 100 UFC/ml. Bacteriuria
asintomática: es una bacteriuria significativa en pacientes asintomáticos, el diagnóstico
requiere confirmación con dos urocultivos. Se estima, conservadoramente, que en las
personas mayores de 65 años entre un 20% a un 25% de las mujeres y aproximadamente
un 10 % de los hombres, tienen una bacteriuria asintomática y este porcentaje aumenta
hasta un 50% en las mujeres mayores de 80 años. Infección urinaria con recuentos bajos:
los recuentos superiores a 105 UFC/ml son altamente específicos, pero no muy sensibles,
como en el caso de las mujeres asintomáticas. En 1982, Stamm sugirió que un recuento de
100 UFC/ml pudiera ser un indicador más sensible. En los hombres un recuento de 1000
UFC/ml se acepta como diagnóstico. En el caso de las muestras tomadas por punción
suprapúbica, cualquier crecimiento es aceptado como diagnóstico de infección. Atendiendo
a la focalidad asociada con la sintomatología de la ITU se han creado términos clínicos
tradicionales que actualmente siguen teniendo plena vigencia tales como: Infección urinaria
alta: Pielonefritis aguda: invasión bacteriana del sistema pielocalicial y del parénquima renal.
Infección urinaria baja: ITU localizada en el ámbito de la uretra, próstata y/o vejiga. Cistitis
aguda: se define como la aparición súbita de urgencia y frecuencia urinaria, disuria y nicturia,
manifestaciones que aparecen debido a que la ITU se encuentra limitada a la vejiga. Uretritis:
la ITU localizada a nivel de la uretra. Prostatitis: es cuando la ITU se encuentra ubicada en
la próstata. Epididimitis: la infección se asienta en el epidídimo. Infección urinaria
complicada: los estudios demuestran alteraciones anatómicas o funcionales del riñón o de
las vías urinarias o bien en pacientes cuya enfermedad de base predisponga a presentar
estas infecciones. Así mismo, en pacientes con sonda vesical, en pacientes en quienes se
les practicó instrumentación urológica, en varones adultos, en embarazadas, cuando los
síntomas duran más de siete días, en la infancia y las nosocomiales. Las ITU complicadas
aparecen en personas de ambos sexos, son de difícil manejo y tratamiento sin corregir las
ano- 16 INFECCIÓN DEL TRACTO URINARIO Introducción malías existentes o sin retirar
la sonda vesical. Los pacientes con ITU complicadas tienen mayor riesgo de desarrollar
lesiones renales irreversibles, bacteriemia, sepsis y el riesgo de mortalidad se encuentra
elevado. El Streptococcus neoformans y la Cándida albicans pueden involucrarse en estas
infecciones complicadas particularmente en los diabéticos y pacientes tratados con
esteroides o inmunosupresores. Infección urinaria no complicada: aquella que no está
asociada con condiciones que incrementan el riesgo, la gravedad y persistencia de la
infección. Estas ITU no complicadas, aparecen con frecuencia en mujeres sanas sin
alteraciones anatómicas ni funcionales del aparato urinario. La susceptibilidad a la ITU se
encuentra relacionada con varios factores entre los cuales destacan los antígenos de
diferentes grupos sanguíneos como el Lewis no secretor (Le a+b- y Le a- b-, el antígeno P1
y el antígeno B). Estas ITU no complicadas jamás desarrollan insuficiencia renal, es decir,
que no hay lesiones renales permanentes. El germen más frecuente es la E. coli, y el
Staphylococcus Saprophyticus puede aparecer en un 10% de pacientes, menos frecuentes
son la Klebsiella, Enterobacter, Proteus, Salmonella o Shigella. Las ITU no complicadas
responden muy bien al tratamiento antibiótico de elección. ITU curada cuando el urocultivo
es negativo 15 días después del tratamiento en las mujeres y cuatro semanas en el caso de
los hombres. Recidiva o recurrencia infecciosa: es la aparición de 3 o más ITU en el lapso
de un año; se clasifican en: Recaída: implica la recurrencia de la infección por el mismo
germen, por lo general aparece a las 2 semanas de haber concluido la antibióticoterapia;
Reinfección: cuando el patógeno causante de la infección es distinto al que ocasionó la
infección previa, después de un intervalo mayor de 6 semanas. El 80 al 90 % de las recidivas
son por reinfección y el microorganismo procede del reservorio fecal. Normalmente la orina
es estéril, pudiendo tener gérmenes exó- genos, debido a contaminación por su paso a
través de la uretra. La aparición de ITU en el ámbito mundial es variable, debido a la edad,
sexo, raza, dieta, hábitos higiénicos y sexuales, factores sociales y patogenicidad del
germen. Sin embargo, se considera que el sexo INFECCIÓN DEL TRACTO URINARIO 17
Introducción más afectado es el femenino, de 20% a 30% de las mujeres, por lo menos una
vez a lo largo de la vida presentarán ITU, incrementándose esta probabilidad en 1% en cada
década de la vida, pudiendo presentar o no sintomatología, siendo el principal germen causal
la Escherichia coli. Actualmente el arsenal terapéutico contra los diferentes gérmenes es
amplio, pudiendo tratarse con eficacia desde el mismo instante en que se realiza el
diagnóstico de ITU, pero el uso indiscriminado de los antimicrobianos esta provocando
resistencia en un porcentaje importante de gérmenes causantes de ITU. En estudios
recientes, se ha mostrado que la resistencia a las quinolonas de la E. coli uropatógena se
debe a una disminución en la presencia o en la expresión de algunos de los factores de
virulencia de la E. coli. Los pacientes con frecuentes ITU acompañadas de síntomas pueden
mejorar con antibióticos en dosis bajas, tomados prolongadamente y dirigidos a evitar
recidivas. Ha sido especialmente eficaz la dosis única de trimetoprim-sulfametoxazol (80 mg
de trimetoprim y 400 mg de sulfametoxazol), el trimetoprim solo (100 mg) o la nitrofurantoína
(50 mg), diariamente o tres veces a la semana. La profilaxis debe comenzar sólo después
de que haya sido eliminada la bacteriuria con un plan terapéutico de dosis plenas. La
profilaxis con antibióticos debe plantearse en mujeres con más de dos infecciones cada seis
meses. Estas mismas pautas pueden utilizarse después de las relaciones sexuales para
evitar episodios de infección sintomática en mujeres cuyas ITU guardan relación con el coito.
Otros enfermos para quienes la profilaxis puede tener algún valor son los varones con
prostatitis crónica; los enfermos sometidos a prostatectomía, tanto durante la intervención
como en el postoperatorio; los que han de tener sonda vesical permanente y las
embarazadas con bacteriuria asintomática. En todas las embarazadas debe investigarse la
presencia de bacteriuria durante el primer trimestre para tratarla si se descubre. En pacientes
que se les ha practicado un trasplante renal y que por la inmunoterapia tienen una alta
probabilidad de desarrollar infecciones, la mejor forma de evitar la ITU es acortar el tiempo
de permanencia de la sonda vesical. En general, en los pacientes 18 INFECCIÓN DEL
TRACTO URINARIO Introducción hospitalizados se debe minimizar el uso de los catéteres
Foley, ya que la incidencia de la ITU nosocomial en pacientes con Foley es del 5% por día,
presentándose bacteremia en un 4% de los casos de ITU. En la actualidad existen catéteres
de Foley cubiertos con aleaciones de plata que disminuyen la incidencia de ITU. También
para la prevención de las infecciones urinarias se ha recomendado el uso de estrógenos ya
que disminuyen el pH vaginal, disminuyen la flora enterobacteriaceae y aumentan la
colonización por lactobacilos. En la población general que no ha presentado ITU se puede
evitar su aparición con la ingesta diaria de abundantes líquidos para así aumentar la diuresis
que favorece el barrido de las bacterias, lo que evita su multiplicación y colonización.
También deben consumir una dieta rica en fibras para así combatir el estreñimiento, y es
esta una forma indirecta de evitar la ITU. Las frambuesas contienen proanthocianidina, la
cual inhibe la adherencia de uropatógenos a las células uro-epiteliales.
Los síntomas de los trastornos GU pueden ser inespecíficos, pero la obtención y el análisis
cuidadosos de los datos de la historia, de la exploración física y de los estudios de laboratorio
apropiados pueden proporcionar un diagnostico exacto.
Una historia especifica de enfermedad renal, traumatismo del tracto urinario, cálculos u
operaciones quirúrgicas previas del sistema urinario es importante, como lo es el
antecedente de hipertensión o de una enfermedad sistémica que se sepa que afecta el riñón.
SISTOMAS Y SIGNOS
HEMATURIA: (sangre en la orina) puede producir una coloración roja o parda según la
cantidad de sangre presente y la acides de la orina. Una hematuria ligera puede no provocar
cambio alguno de color y detectarse solo por pruebas químicas o examen microscópico.
Cuando se observa una hematuria, la presencia o la ausencia de dolor relacionado con el
tracto urinario es importante.
PROTEINURIA: (V. síndrome necrótico) en el mercado existen tiras de papel indicador que
permiten una prueba sencilla y rápida. La técnica del papel indicador es sensible hasta una
cantidad tan pequeña como de 5- 20 mg/dl de albumina, la proteína predomínate en la
mayoría de las enfermedades renales, pero es menos sensibles a las globulinas y a las
mucoproteinas y puede ser negativa en presencia de proteínas de Bence Jones (que se
encuentran en el mieloma múltiple o en trastornos lifoproliferativos relacionados).
CETONURIA: La tira de papel reactiva es mucho mas sensible al acido acetoacetico que al
acetona. El reactivo no reacciona con el acido. En la mayoría de los casos la cetonuria es
inespecífica, excretándose en la orina a la vez acido acetoacetico, acetona y acido. En
consecuencia una prueba que determine principalmente uno de estos 3 componentes suele
ser satisfactoria para el diagnostico de cetonuria. Esta ofrece indicios parea las causas de la
acidosis metabólica.
NITRITURIA: se determina mediante una prueba con tira de papel que utiliza la conversión
de nitrato (derivado de los metabolitos de la dieta) en nitrito por la acción de ciertas bacterias
de la orina. Si hay nitrito presente, aparece un color rosado. Normalmente se detectan
nitritos. Cuando hay una bacteriuria apreciable, la prueba será positiva en el 80% de los
casos en que la orina se ha incubado por lo menos durante 4 h en la vejiga. Así, una prueba
positiva es un índice fiable de una bacteriuria notable.
Se utiliza para visualizar el riñón y las vías urinarias inferiores .Los estudios se realizan
mediante perfusión intravenosa de un derivado yodado del ácido benzoico. El I proporciona
la radio capacidad, mientras que el ácido benzoico es rápidamente filtrado por el riñón.
La UIV está indicada para investigar las causas de una UI recidivante, el sitio de una
obstrucción que produce hidronefrosis, un reflujo vesicoureteral, una hipertensión o un uro
litiasis, si se sospecha una lesión renal, la UIV confirmará que el riñón contralateral no
lesionado es normal y proporcionará información funcional acerca del riñón afectado.
La pielografía retrógrada
Se introduce un agente radiopaco, similar a los utilizados para la UIV, directamente en las
vías urinarias a través de una cistoscopia con cateterización del uréter. La técnica
proporciona una opacificación más intensa del sistema colector y de evacuación cuando la
UIV ha fracasado debido a una mala función renal. La exploración retrograda puede estar
también indicada para valorar el grado; el tipo la causa y la longitud de una obstrucción
ureteral o cuando el paciente es alérgico a las sustancias químicas radiopacas. También es
útil para el examen detallado del sistema colector pielocalicial, uréteres y la vejiga urinaria.
Las desventajas son: infección potencial, distorsión de los cálices por hiperdistensión,
fenómeno de flujo retrógrado que oculta detalles edema ureteral agudo y formación
secundaria de estenosis y necesidad de anestesia.
La cistografía
Se obtiene como parte de la UIV, pero puede no ser satisfactoria debido a la mala
opacificación o a una repleción incompleta. Para conseguir una visualización adecuada es
necesaria una repleción controlada de la vejiga utilizando un catéter (cistografía retrógrada).
La angiografía
Es el procedimiento más invasivo de todas las técnicas por la imagen renal y se reserva para
indicaciones especiales.
Venografía
La visualización de la vena cava inferior con fines diagnósticos suele realizarse por punción
percutánea de la vena femoral. Se han comunicado pocas complicaciones con este
procedimiento, limitadas en la extravasación de la sangre y de agente de contraste en el
área de la inyección. La cateterización de la vena renal proporciona muestras para análisis
de renina en la sangre de la vena renal, para diagnosticar trombosis de la vena renal y para
evaluar la extensión de las neoplasias renales malignas cuando la ecografía o la TAC son
indeterminadas.
Procedimientos morfológicos
Fisiopatología
La azoemia prerrenal está producida por una perfusión renal insuficiente debida a depleción
del volumen extracelular, insuficiencia cardiaca o hepática o sepsis.
Las causas renales intrínsecas de IRA: son multifactoriales, siendo las más corrientes la
isquemia renal prolongada o una nefrotoxina .en estudios experimentales, los factores que
inician y los que mantienen la IRA pueden diferir. Cuatro mecanismos, por lo menos,
aparecen como responsables de hipo filtración:
La azoemia Postrenal
Suele asociarse a una difusión glomerular y tubular, las alteraciones urinarias pueden
remedar las de los pacientes con una lesión renal primitiva.
Síntomas, signos y diagnostico
Los síntomas específicos dependen del grado de disfunción renal y de los factores
etiológicos. Al inicio el interés diagnostico se dirige a la exclusión de factores prerrenales o
postrenales inmediatamente reversibles. La depleción del volumen extracelular, La
insuficiencia cardiaca y hepática y la vasodilatación por sepsis pueden ser los factores
principales causantes de la hipoperfusión renal y la azoemia prerrenal.
La oliguria o la anuria sugieren una IRA o una insuficiencia renal terminal. No obstante en la
IRA se observa con frecuencia una producción diaria de orina de 1-2,5.
La anuria sugiere una oclusión bilateral de las arterias renales, una uropatía obstructiva, una
cortical aguda o una glomerulonefritis rápidamente progresiva.
Pronóstico
La IRC puede ser el resultado de cualquier causa de disfunción renal de magnitud suficiente.
Los pacientes con una reserva renal levemente disminuida están asintomáticos, y la
disfunción renal solo puede detectarse mediante pruebas cuidadosas. Un paciente con una
insuficiencia renal leve a moderada puede tener sólo síntomas vagos a pesar de un BUN y
una creatinina elevados, en esta fase se observa nicturia, principalmente debida a la
incapacidad de concentrar la orina durante la noche.
Datos de laboratorio
Pronóstico
Tratamiento
Los factores que agravan o producen la insuficiencia renal: (depleción hídrica y salina,
nefrotoxina, insuficiencia cardiaca, infecciones, hipercalcemia, obstrucción) deben tratarse
específicamente. Si la uremia es el resultado de un trastorno progresivo e intratable, el
tratamiento conservador prolongará a menudo una vida útil y confortable hasta que se
requiera diálisis o trasplante.
En la insuficiencia renal de cualquier causa hay varias alteraciones fisiológicas .El equilibrio
homeostático de agua y minerales (Na ,K , CL , P , Mg , SO) y la excreción de la carga
metabolica diaria de hidrogeniones fijos ya no es posible . Los productos finales toxicos del
metabolismo del nitrógeno (urea , creatinina , acido urico y otros ) seacumulan en la sangre
y los tejidos .
DIALISIS PERITONEAL
El peritoneo que consta de sus 2 componentes visceral y parietal tiene una superficie
aproximadamente a la superficie corporal y es permeable a los solutos de PM . El flujo
sanguíneo esplacnico total es de 1.200mL/min en reposo , pero solo una pequeña porción
de el se pone en contacto con el peritoneo . La diálisis peritoneal se consigue mediante la
instilación del liquido en el espacio peritoneal , que luego se drena y se vuelve a llenar
periódicamente , de manera constante .La concentración de solutos en el dializado peritoneal
se quilibran lentamente . El aclaramiento de las moléculas pequeñas es una función de la
velocidad del flujo del dializado y del tiempo de contacto .Como las moléculas mayores nunca
alcanzan el equilibrio , su aclaramiento es una función primordialmente del tiempo de
contacto peritoneal .
PROCEDIEMIENTOS EXTRACORPÓREOS
HEMODIALISIS
HEMOFILTRACION