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Cuando sentimos dolor solemos pensar en que hay algún problema en
tejidos, pero como ya hemos visto en artículos anteriores: (¿Pueden
pensamientos generar dolor?, ¿Porqué sentimos dolor?) no siempre es así.
cierto es que nuestro sistema nervioso, inmune y endocrino también tienen u
gran influencia en el dolor, por lo que dedicaremos esta entrada para hablar
los diferentes mecanismos capaces de interferir en este amigo y enemigo
mismo tiempo.
Figura 1: Partes del Sistema
Nervioso. Fuente: Google
Tenemos un rápido sistema de respuesta, el Sistema Nervioso Simpático. E
sistema libera adrenalina para protegernos de una amenaza, regula
respiración y sistema digestivo, además de controlar la tensión arterial.
Los dos sistemas que liberan adrenalina son: la glándula suprarrenal, que libe
adrenalina a sangre; y el sistema nervioso simpático, que la libera a los tejid
¡y todo esto está dirigido por el cerebro!
Junto con la hormona cortisol (producida también por la glándula suprarrena
liberada como respuesta al estrés), la adrenalina da energía al cereb
músculos y corazón, haciendo que el oxígeno esté disponible, se nos pongan
pelos de punta, dilaten tus pupilas, contraigan el intestino, suprima la activid
inmunitaria y disminuya la producción de esperma.
Lo cierto es que todo esto es muy útil para la lucha o huida, pero… ¿q
tiene que ver todo esto con el dolor?
Pues bien, imaginemos que el sistema nervioso simpático es un interrup
(on/off), que se activa de forma inmediata y vuelve a su estado normal en u
hora aproximadamente después de desaparecer la causa estresante. El do
crónico y el estrés están asociados con niveles persistentes elevados
adrenalina (aunque esta puede agotarse). Hay que dejar claro que la adrenal
no provoca dolor por sí misma, pero sí genera cambios secundarios en el cuer
y aumenta la sensibilidad del sistema de alarma.
La inflamación crónica, la lesión nerviosa y el número de sensores de adrenal
pueden llevar a que la adrenalina pueda amplificar el mensaje de peligro
provocar dolor.
Os estaréis preguntando, pero ¿es buena está hormona o no? La respuesta es
pero no lo es tenerla mucho tiempo, ya que puede provocar alteracion
indeseadas a nivel central.
El sistema nervioso parasimpático está más interesado en disminuir el gas
energético y conservar energía. De este modo ayuda a la digestión, a almacen
energía, abastecer a las células y a la reproducción, en otras palabras, favore
el descanso y reproducción en lugar de lucha y huida.
La falta de sueño lleva a una reparación insuficiente de los tejidos y aumenta
sensibilización de estos, por ello la meditación y la relajación son herramien
fundamentales en casos de lesiones, ya que estas ayudan al siste
parasimpático a reabastecer y crecer los tejidos
La respuesta endocrina
Figura 1: Sistema Endocrino u Hormonal.
Fuente: Google
El sistema endocrino trabaja en el estrés junto a sistema nervioso simpático
inmune. Las regiones anatómicas más importantes son:
Hipófisis e hipotálamo (cerebro).
Glándulas suprarrenales (encima de los riñones).
El cortisol se puede considerar una hormona sobre todo protectora, junto con
adrenalina. Tanto si la amenaza implica un riesgo físico como psicológico,
emergencia incrementa la producción de cortisol.
Aumentos de cortisol se relacionan con un retraso en la cicatrización, pérdida
memoria, depresión, desesperación y disminución de rendimiento físico.
La producción de cortisol varía durante el día. Por las mañanas alcanza
máximo y a partir de ahí va disminuyendo hasta la hora de comer, en la q
vuelve a aumentar un poco y disminuye a su nivel más bajo al atardecer.
Figura 1: Sistema Inmunológico. Fuente:
Google
El sistema inmune tiene conexiones directas con los sistemas basados en
cortisol y la adrenalina. Este sistema tiene moléculas denominadas citocin
Algunas citocinas promueven la inflamación y otras intentan frenarla.
Una vez visto todos estos mecanismos, podemos entender que están tod
relacionados. Por ejemplo, el cortisol activa el sistema inmune, el siste
inmune puede ser estimulado por el sistema simpático, el sistema inmu
informa al cerebro, el cerebro activa el sistema del cortisol, etc.
Tener el control de tu vida.
Contar con apoyo médico y familiar.
Poseer un sistema de creencias fuerte.
Tener y usar el sentido del humor.
Hacer ejercicio apropiado.
Una alteración en la actividad muscular puede ser importante cuando se aso
al dolor. Un ejemplo de ello lo podemos ver en un dolor de espalda cuan
provoca cambios en los músculos del tronco y estos cambios ayudan al cereb
a poner más rígido el tronco. A veces en estos casos, aunque el do
desaparezca, los músculos no vuelven a la normalidad. El miedo o anticipac
al dolor pueden ser suficiente para ello. ¡Y lo peor de todo es que nos gana
terreno si no actuamos con cuidado!, es decir, se hará dueño de más zon
dolorosas si no sabemos cómo actuar.
Conclusiones
“Los virus” del pensamiento tienen repercusión en todos los sistemas, pudien
poner en riesgo a distintos tejidos del cuerpo o impedir que se curen c
normalidad.
Una vez aprendidos nuevos patrones motores resulta difícil que se vuelva a
normalidad, siendo causa además de provocar dolor en una antigua lesió
subiendo unas escaleras, cogiendo un objeto a una cierta altura, etc.
Ahora que conocemos como afectan las emociones en la sensibilidad del dolo
nivel del sistema nervioso central, debemos de tenerlo en cuenta a la hora
tomar medidas para la recuperación del mismo, no solo a nivel de tejidos, sino
nivel cognitivo.
BIBLIOGRAFÍA
1. Butler, D. S., & Moseley, G. L. (2010). Explicando el dolor. Noigroup
Publications.
2. Queraltó, J. M. (2005). Análisis de los factores psicológicos moduladores
dolor crónico benigno. Anuario de psicología/The UB Journal