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Rosa Vallejos
University of New Mexico
Introducción1
1
Agradezco profundamente a cada uno de los Kokama-Kokamillas que compartieron su tiem-
po y conocimientos conmigo. Un reconocimiento especial a Rosa Amías Murayari y Víctor Yuyarima
Chota por su eterna generosidad. Gracias a Francisco Queixalós, Spike Gildea, Doris Payne y Eric
Pederson por sus sugerencias sobre los datos y el análisis, y a Jaime Peña, Yolanda Valdez y Mabel Mori
por sus comentarios a un borrador de este documento. Los datos presentados aquí se recogieron
en múltiples trabajos de campo financiados por la National Science Foundation, el Hans Rausing
Endangered Language Project y el Endangered Language Fund.
2
Existen comunidades kokama-kokamilla en Colombia y Brasil; sin embargo, la lengua ya no se
habla en Colombia y está en proceso de desaparición en Brasil. La variedad hablada en Brasil difiere
un tanto de la hablada en Perú (Vallejos, 2010b).
246 Rosa Vallejos
1 El pueblo y la lengua
3
De acuerdo al tercer informe de la Unesco publicado en febrero de 2009, todas las lenguas indíge-
nas que se hablan en el Perú encaran algún grado de riesgo. El informe establece seis niveles de vitalidad
lingüística, los cuales se encuentran en directa relación con los procesos de transmisión de la lengua
de generación en generación, la actitud hacia las lenguas tanto de los propios hablantes como de aque-
llos que no las hablan, su uso en las diferentes esferas de la sociedad, la disponibilidad de descripciones
y materiales para enseñar las lenguas y en as lenguas, pero, por encima de todo, las políticas del estado
en torno a la protección y la promoción de las diferentes lenguas habladas en el país. Así, las situa-
ciones varían desde aquellas en las que las posibilidades de mantenimiento son todavía alentadoras
(Vulnerable) hasta otras en las que la lengua ha desaparecido por completo (Extinta). Unesco cataloga
al KK como Seriamente en peligro.
Cambio de valencia en kokama-kokamilla 247
El KK podría ser caracterizado como una lengua aislante en tanto las palabras
tienden a estar conformadas por un morfema único; es decir, a cada morfema se le
asignar un significado en particular. Véase, por ejemplo (1), que muestra un patrón
típico en datos elicitados. Sin embargo, en datos espontáneos —por ejemplo, en
textos—, un verbo puede recibir hasta cuatro sufijos y dos clíticos, como se muestra
en (2)4.
4
Abreviaturas: ABL= ablativo, AFF = afectivo, CAU= causativo, COM= comitativo, CPL=
completivo, DAT= dativo, DEM = demostrativo, DIM=diminutivo, FOC= foco, FUT = futuro,
HYP = modalidad hipotética, INE=inesivo, INS=instrumento, LOC=locativo, MID= voz me-
dia, NZR = nominalizador, PAS=pasado, PL.F=plural femenino, PUR=propósito, REI=reitera-
tivo, UNC= modalidad incierta, VEN = auxiliar venitivo, VZR=verbalizador. 1PL.EX.F = primera
persona exclusiva plural discurso femenino, 1PL.EX.M = primera persona exclusiva plural discurso
masculino, 1SG.F = primera persona singular discurso femenino, 1SG.M = primera persona singular
discurso masculino, 2SG = segunda persona singular, 3SG.F = tercera persona singular discurso
femenino, 3SG.M = tercera persona singular discurso masculino, 3PL.M = tercera persona plural
discurso masculino.
248 Rosa Vallejos
(4) a. S V O
ikian mikura yumunu kuatiara-n=uy
DEM zorro enviar escribir-NZR=PAS1
“este zorro envió la carta”
b. S V O
uri / ra / r=yumunu=ura
3SG.M=enviar=3SG.M.O
“él/ella lo/la envía”.
El verbo y el objeto forman una unidad sintáctica que aquí llamaremos frase verbal.
Existen un número de evidencias que apuntan hacia la existencia de la frase verbal
como un constituyente sintáctico (Vallejos, 2010b). A continuación discuto dos de
ellas.
Los ejemplos en (7) destacan algunos de los rasgos indicados en la tabla 1. En (7a)
vemos que el participante comitativo ‘esposa’ aparece marcado con la posposición
=muki. En (7b) la frase que expresa información espacial se marca a través de la
posposición =ka. En cuanto a su posición en la cláusula, tanto el comitativo como
el locativo aparecen en la periferia de la cláusula. En (7a), el comitativo ocurre al
final de la cláusula; en (7b), el locativo al inicio de la cláusula. Finalmente, tanto el
comitativo como el locativo son opcionales en (7).
6
Debo anotar que purepeta ‘vender’ y yumita ‘enseñar’ son verbos derivados a través del causativo a
partir de las bases purepe ‘comprar’ y yumi ‘dar’. Probablemente, memuta ‘mostrar’ y tsemuta ‘alimentar’
también hayan sido derivados históricamente, sin embargo en KK hablado hoy en día *memu, *tsemu
no existen.
Cambio de valencia en kokama-kokamilla 251
Los ejemplos (8)-(10) demuestran no solo que las frases DAT, LOC, INS son op-
cionales, sino también que ocurren en la periferia ocupando la primera o la última
posición en la cláusula, y que esta distribución no tiene ninguna consecuencia sin-
táctica. Pruebas sintácticas como pronominalización, relativización, control de la
coreferencia, etc. arrojan los mismos resultados, es decir que tanto DAT, INS como
LOC se comportan de manera similar que los oblicuos y no como el objeto. (Para
una discusión más detallada véase Vallejos, 2010a).
En conclusión, en KK no existen evidencias formales para plantear la existen-
cia de un segundo objeto (ni objeto indirecto ni objeto primario). Es decir, las cláu-
sulas con verbos no- derivados en KK no toman más de dos argumentos sintácticos.
Estudios tipológicos reportan que la expresión sintáctica de eventos trivalentes a
través de construcciones transitivas no es un fenómeno extraño (Margetts & Austin,
2007).
incorporación nominal puede tanto aumentar, disminuir como dejar igual la valen-
cia del verbo (Mithun, 1984; Aikhenvald, 2007).
Esta sección examina las estrategias morfológicas que cambian la valencia de
los predicados verbales en KK. Los morfemas en discusión son el causativo -ta, el
aplicativo -tsupe y la voz media -ka. La meta que nos proponemos aquí es demostrar
que cláusulas con verbos derivados a través de uno de estos morfemas no contienen
más de dos argumentos (sujeto y objeto), tal como sucede en cláusulas básicas. Los
tres morfemas provocan un reacomodo en la codificación sintáctica de los parti-
cipantes semánticos; sin embargo, el causativo y el aplicativo introducen un par-
ticipante que se codifica como argumento central solo cuando ocurren en verbos
monovalentes, mientras que el morfema de voz media permite omitir un argumento
central solo cuando ocurre en verbos divalentes. A continuación discutimos cada
uno de los morfemas en cuestión.
Sin embargo, cuando el causativo ocurre en verbos que toman dos argumentos, no
se especifica un argumento sintáctico adicional. Lo que ocurre es una redistribución
de los papeles semánticos y las categorías gramaticales: el causante es introducido
como sujeto, el participante antiguo sujeto (el causado) es relegado a objeto y el
participante antiguo objeto, a oblicuo instrumental (14a-b).
8
La derivación yumi-ta ‘enseñar’ corresponde a la variedad dialectal Kokama. En Kokamilla, ikua-
ta ‘enseñar’ se deriva a partir de la base ikua ‘conocer’.
Cambio de valencia en kokama-kokamilla 255
En conclusión, ninguna cláusula que incluya un verbo derivado a través del causati-
vo incluye un tercer argumento central. El participante causante siempre se codifica
como sujeto, el causado como objeto y el tema como instrumento oblicuo.
b. yumatsarika-ta=ay
jugar-CAU-3SG.F.O
“hazle jugar, entretenlo (ej. a un bebé)”
(22) a. yauki-tsupe=ay
hacer-BEN=3SG.F
“(por favor) haz pues esto (por/para mí”
b. yauki-tsupe ts=uka
hacer-BEN 1SG.F=casa
“(por favor), haz mi casa”
Los ejemplos en (23) demuestran que si un beneficiario necesita ser expresado ex-
plícitamente, este debe marcarse como un dativo (como en [23a]), de otra manera
el resultado es inaceptable (como en [23b])9. En (24) presentamos un ejemplo pa-
ralelo a (23a). Nótese una vez más que –tsupe introduce un beneficiario que, si es
expresado explícitamente, debe aparecer codificado como dativo.
9
Cuando solicitamos al hablante “corregir” el ejemplo (23b), él nos ofreció el ejemplo que mostra-
mos en (a), donde se reemplaza el beneficiario -tsupe por el rogativo –puri. La construcción rogativa
implica un beneficiario que es, por defecto, la primera persona singular (Vallejos 2010b).
a. yauki-puri=ay tsa=tsui ‘Por favor, haz pues esto para/por mí’
hacer-ROG=3SG.F 1SG.F=DAT
Cambio de valencia en kokama-kokamilla 259
En conclusión, -tsupe solo asume el rol de aplicativo con cierto grupo de verbos in-
transitivos. En este caso, un participante beneficiario se codifica como objeto de la
cláusula. La aparición de -tsupe en verbos semánticamente divalentes y trivalentes se
limita a construcciones directivas; en ellas -tsupe no funciona como aplicativo. En
cada construcción directiva examinada aquí encontramos que el participante agente
es implícitamente entendido como el interlocutor. El participante paciente, o tema,
se codifica como objeto, mientras que el beneficiario/recipiente, si aparece, se ex-
presa a través de una frase dativa. En suma, en ninguna cláusula derivada con –tsupe
emergen más de dos argumentos.
El tercer morfema cuya función es manipular la valencia es -ka ‘voz media’. Para ser
precisos, el morfema -ka cubre un rango de funciones semánticamente relacionadas:
incoativo, hacer algo por uno mismo (self-act), reflexivo y recíproco10. La conexión
10
Existe un morfema –ka cuya función primaria es indicar aspecto reiterativo/iterativo. Kemmer
(1993:98) señala que en muchas lenguas las construcciones reflexivas y recíprocas son codificadas con
el mismo marcador, y destaca que la semejanza entre ambas construcciones es que cada participante
260 Rosa Vallejos
Givón (2001) define la noción de recíproco como dos (o más) eventos codificados
por un solo verbo, los cuales se representan juntos en una misma cláusula. El agente
del primer evento es el tema o paciente del segundo, y viceversa. En KK, -ka, en ver-
bos transitivos, recibe la interpretación de recíproco solo con sujetos cuyo referente
es plural. Los ejemplos en (29a) y (30a) son construcciones transitivas; como tal
incluyen un sujeto y un objeto. Por ejemplo, en (29a), el sujeto es n= ‘segunda per-
sona singular’, el objeto es t= ‘primera persona singular’. Sin embargo, los ejemplos
(29b) y (30b) son construcciones intransitivas. En (29b), solo el sujeto ini ‘primera
personal plural’ se explicita. El mismo fenómeno se ilustra en (30b).
El ejemplo en (31a) proviene de una historia en la que un padre provoca que los
hijos duerman pero solo de manera indirecta. Él los manda a la cama, pero ellos lo
hacen por su propia cuenta, tanto que el padre no sabe dónde exactamente están
durmiendo los niños. Esta misma oración sin -ka significaría que el padre no solo
les ordena ir a la cama sino los acompaña hasta que se duerman. Obsérvese que es
posible asignar rastros de agentividad incluso a entidades inanimadas. Por ejemplo,
en (31c) describe un escenario en que se necesita fuerza para estirar una soga, como
si esta ofreciera resistencia13.
Cabe mencionar que un fenómeno similar se reporta para tapirapé (Tupí-Gua-
raní). Praça (2007:107-111) señala que -akãr, caracterizado como “causativo de
verbos transitivos” en otras lenguas de la familia, no altera la valencia de los verbos
transitivos en tapirapé. La función de este morfema es indicar que el antiguo sujeto,
relegado a la función de objeto u oblicuo, retiene un alto grado de agentividad.
Los ejemplos en (32) presentan lado a lado la contribución semántica de la voz
media -ka, del causativo -ta y de la combinación de estos al significado de la base verbal.
13
Presentar entes inanimados como entidades con control y voluntad sobre el evento es común
en el castellano de la zona. Por ejemplo, expresiones como ‘esta canoa no se quiere ir’ o ‘este motor no
quiere andar’ son bastante comunes.
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Para cerrar esta sección, cabe resaltar que en cláusulas con verbos marcados con la
combinación -ta-ka prevalece el alineamiento causativo. En consecuencia, las cláu-
sulas resultantes son transitivas. La contribución de -ka es solo a nivel semántico
(confiere agentividad al causado), pero no tiene consecuencias sintácticas, pues no
provoca la disminución de la valencia.
5 Conclusiones
Con respecto al morfema de voz media -ka, se advirtió que este puede recibir hasta
cuatro interpretaciones: incoativo, hacer algo por uno mismo, reflexivo y recíproco.
Una pregunta que surge es: ¿cuáles son las estrategias que usan los hablantes para de-
terminar la interpretación correcta en enunciados que incluyen -ka? Si tenemos en
consideración los elementos que coocurren con -ka, es posible esbozar una respuesta
preliminar. El análisis que proponemos aquí es que la interpretación apropiada es
inferida de la interacción del morfema -ka con el tipo de predicado (estativo, intran-
sitivo o transitivo) y el referente de la frase nominal sujeto (singular o plural). Esto
se resume en (37).
Solo en aquellas instancias que reciben interpretación reflexiva y recíproca, -ka ma-
nipula la valencia de la construcción. Es decir, cuando este morfema aparece con
verbos transitivos hace posible que uno de los argumentos no acceda a la expresión
lingüística. El alineamiento reflexivo se resume en (38), el recíproco, en (39).
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Referencias