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CAMBIO DE VALENCIA EN KOKAMA-KOKAMILLA

Rosa Vallejos
University of New Mexico

Introducción1

En kokama-kokamilla (o kukama-kukamiria, KK), lengua hablada en la selva del


Perú2, existen tres morfemas cuya función es manipular la valencia de los predica-
dos. El causativo –ta introduce un participante instigador del evento en la posición
de sujeto, el aplicativo – tsupe, un recipiente metafórico en la posición de objeto, y el
morfema de voz media –ka indica que el sujeto de la cláusula debe entenderse como
agente y paciente del evento. El primero es altamente productivo y frecuente, y
como tal aparece en predicados monovalentes, divalentes, y trivalentes. El segun-
do tiene una distribución restringida, solo ocurre en predicados monovalentes y su
aparición es esporádica. El tercero recibe la interpretación de voz media solo cuando
aparece en un grupo de predicados divalentes. Los tres morfemas provocan un rea-
comodo en la codificación formal de los participantes, pero, desde una perspectiva
estrictamente sintáctica, las cláusulas resultantes no contienen más de dos argumen-
tos centrales: sujeto y objeto. En otras palabras, en algunos casos aumentan la valen-
cia, en otros no. En efecto, si un tercer participante aparece en la escena del evento
en construcciones con causativo, este se codifica como una frase instrumental, y en
construcciones con aplicativo como frase dativa. En KK, tanto la frase instrumental
como la dativa se comportan como oblicuos, siempre opcionales. Las cláusulas mar-
cadas con voz media contienen solo un argumento central (que aquí en adelante
nos referiremos simplemente como argumento), el sujeto. En suma, evidencias for-
males indican que esta lengua no posee cláusulas con tres argumentos, es decir
con un sujeto y dos objetos (Vallejos, 2010a). Así, el presente estudio confirmaría
la predicción tipológica de que un verbo derivado a través de morfemas que mani-
pulan la valencia no toma más argumentos sintácticos que el máximo permitido por
los verbos no derivados (Haspelmath & Muller- Bradey, 2004).

1
Agradezco profundamente a cada uno de los Kokama-Kokamillas que compartieron su tiem-
po y conocimientos conmigo. Un reconocimiento especial a Rosa Amías Murayari y Víctor Yuyarima
Chota por su eterna generosidad. Gracias a Francisco Queixalós, Spike Gildea, Doris Payne y Eric
Pederson por sus sugerencias sobre los datos y el análisis, y a Jaime Peña, Yolanda Valdez y Mabel Mori
por sus comentarios a un borrador de este documento. Los datos presentados aquí se recogieron
en múltiples trabajos de campo financiados por la National Science Foundation, el Hans Rausing
Endangered Language Project y el Endangered Language Fund.
2
Existen comunidades kokama-kokamilla en Colombia y Brasil; sin embargo, la lengua ya no se
habla en Colombia y está en proceso de desaparición en Brasil. La variedad hablada en Brasil difiere
un tanto de la hablada en Perú (Vallejos, 2010b).
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1 El pueblo y la lengua

Los Kokama-Kokamilla viven en la amazonía peruana, a lo largo de los ríos Ma-


rañón, Huallaga, Ucayali, Amazonas y sus tributarios (ver Mapa 1). La población
total se estima en 20.000 habitantes asentados en cerca de 120 comunidades. Sin
embargo, se calcula que al presente solo el 5% de ellos tiene un manejo fluído del
kokama-kokamilla (KK). Hoy en día esta lengua indígena tiene un uso comunica-
tivo bastante restringido dado que la mayoría de la población usa el castellano para
interactuar de manera cotidiana. En conclusión, la situación del KK es una de alto
riesgo3.
Los datos que se discuten en el presente artículo se recogieron entre 2005 y
2009 en el marco de un proyecto de documentación de la lengua. Durante este pe-
riodo se visitó y se contó con la colaboración de 35 hablantes cuyas edades fluctúan
entre 55 y 86 años de edad, con una edad promedio de 69,5.

3
De acuerdo al tercer informe de la Unesco publicado en febrero de 2009, todas las lenguas indíge-
nas que se hablan en el Perú encaran algún grado de riesgo. El informe establece seis niveles de vitalidad
lingüística, los cuales se encuentran en directa relación con los procesos de transmisión de la lengua
de generación en generación, la actitud hacia las lenguas tanto de los propios hablantes como de aque-
llos que no las hablan, su uso en las diferentes esferas de la sociedad, la disponibilidad de descripciones
y materiales para enseñar las lenguas y en as lenguas, pero, por encima de todo, las políticas del estado
en torno a la protección y la promoción de las diferentes lenguas habladas en el país. Así, las situa-
ciones varían desde aquellas en las que las posibilidades de mantenimiento son todavía alentadoras
(Vulnerable) hasta otras en las que la lengua ha desaparecido por completo (Extinta). Unesco cataloga
al KK como Seriamente en peligro.
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2 Algunos aspectos gramaticales del KK

2.1 Características tipológicas

El KK podría ser caracterizado como una lengua aislante en tanto las palabras
tienden a estar conformadas por un morfema único; es decir, a cada morfema se le
asignar un significado en particular. Véase, por ejemplo (1), que muestra un patrón
típico en datos elicitados. Sin embargo, en datos espontáneos —por ejemplo, en
textos—, un verbo puede recibir hasta cuatro sufijos y dos clíticos, como se muestra
en (2)4.

(1) raepe rana memuta rana pua


ahí 3PL.M mostrar 3PL.M mano
“entonces ellos muestran sus manos”
(2) urupu-tini upaka-ta-ka-pa=ura=mía
cóndor-negro despertar-CAU-MID-CPL=3M.O=HYP
“el cóndor podría hacer que se despierte completamente”

En KK ningún sufijo es obligatorio, y categorías gramaticales centrales como tiem-


po, persona, número y modalidad se expresan por medio de clíticos cuya posición es
fija dentro de la cláusula. Por ejemplo, en (2), el objeto de despertar se expresa por el
enclítico de tercera persona =ura que aparece al final de la frase verbal. En el mismo
ejemplo, el morfema de modalidad hipotética =mia ocurre al final de la frase verbal,
después del marcador de objeto siempre que la cláusula incluya uno. Para una discu-
sión más amplia sobre clíticos versus sufijos, véase Vallejos (2010b).
Otra característica importante del KK es la distinción morfológica entre el
habla de los hombres y el de la mujeres en un número de categorías, incluyendo
pronombres, demostrativos, marcador de plural, conectores, etc. Algunos de ellos se
presentan en (3a-b); las porciones relevantes aparecen en recuadros.
(3) a. yaepe, yay penu=umi ajan uka=kra=nu (mujer)
ahí también 1PL.EX.F=ver DEM casa=DIM=PL.F

4
Abreviaturas: ABL= ablativo, AFF = afectivo, CAU= causativo, COM= comitativo, CPL=
completivo, DAT= dativo, DEM = demostrativo, DIM=diminutivo, FOC= foco, FUT = futuro,
HYP = modalidad hipotética, INE=inesivo, INS=instrumento, LOC=locativo, MID= voz me-
dia, NZR = nominalizador, PAS=pasado, PL.F=plural femenino, PUR=propósito, REI=reitera-
tivo, UNC= modalidad incierta, VEN = auxiliar venitivo, VZR=verbalizador. 1PL.EX.F = primera
persona exclusiva plural discurso femenino, 1PL.EX.M = primera persona exclusiva plural discurso
masculino, 1SG.F = primera persona singular discurso femenino, 1SG.M = primera persona singular
discurso masculino, 2SG = segunda persona singular, 3SG.F = tercera persona singular discurso
femenino, 3SG.M = tercera persona singular discurso masculino, 3PL.M = tercera persona plural
discurso masculino.
248 Rosa Vallejos

b. raepe, riay tana=umi ikian uka=kra kana (hombre)


ahí también 1PL.EX.M=ver DEM casa=DIM=PL.M
“entonces, nosotros también vemos esas casas pequeñas”

2.2 Sujeto y objeto

En KK no existen marcas de caso ni indexación verbal, de manera que el orden de


los constituyentes es crucial para la interpretación de sujeto y objeto. El orden de
constituyentes en construcciones transitivas pragmáticamente no-marcadas es SVO
(como en [1], [4a-b]), mientras en intransitivas es SV (2). Tanto el sujeto como el
objeto pueden expresarse a través de una frase nominal (4a) o un pronombre personal
(4b), pero no por ambos al mismo tiempo. Es decir, frases nominales y pronombres
no co-ocurren.

(4) a. S V O
ikian mikura yumunu kuatiara-n=uy
DEM zorro enviar escribir-NZR=PAS1
“este zorro envió la carta”
b. S V O
uri / ra / r=yumunu=ura
3SG.M=enviar=3SG.M.O
“él/ella lo/la envía”.

El verbo y el objeto forman una unidad sintáctica que aquí llamaremos frase verbal.
Existen un número de evidencias que apuntan hacia la existencia de la frase verbal
como un constituyente sintáctico (Vallejos, 2010b). A continuación discuto dos de
ellas.

2.2.1 Distribución de clíticos temporales

La primera evidencia de la existencia del constituyente sintáctico frase verbal en KK


es la distribución de clíticos que indican tiempo gramatical y modalidad orientada
al evento5. En (5a) tenemos un verbo intransitivo con un argumento sujeto y un
locativo opcional, entonces la marca de tiempo =uy ‘PAS1’ aparece cliticizada al
verbo. En (5b) tenemos un verbo transitivo, y el clítico de tiempo aparece ligado a
mijiri ‘Miguel’, el objeto de karuta ‘morder’. Es decir, las marcas de tiempo, en tanto
5
En KK existen cinco clíticos que codifican tiempo gramatical. Tres indican diferentes grados de
pasado: =uy ‘pasado inmediato, =ikua ‘pasado reciente’, y =tsuri ‘pasado remoto. Dos indican fu-
turo: =utsu ‘futuro inmediato’, =á ‘futuro remoto’. Asimismo, dos clíticos que indican modalidad
orientada al evento (=mía modalidad hipotética’ y =era ‘modalidad potencial-aprensiva’) tienen la
misma distribución en la cláusula.
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clíticos de frase verbal, nunca aparecen ligadas al verbo en construcciones transitivas


del tipo SVO (5c), o como enclítico de un elemento oblicuo (5d).

(5)a. mui [yapan]=uy ku=kuara S [V]-T LOC


víbora correr=PAS1 chacra=INE
“la víbora se escapó de la chacra”
b. mui [karuta mijiri]=uy ku=kuara S [VO]-T LOC
víbora morder Miguel=PAS1 chacra=INE
“la víbora mordió a Miguel en la chacra”
c. *mui karuta=uy mijiri ku=kuara *S V-T O LOC
víbora morder=PAS1 Miguel chacra=INE
d. *mui karuta mijiri ku=kuara=uy *S V O LOC-T
víbora morder Miguel chacra=INE=PAS1

2.2.2 Inserción de adverbios


Adverbios en KK ocurren preferentemente al inicio o al final de la cláusula. Sin
embargo, también pueden aparecer en otras posiciones, pero menos entre el verbo y
el objeto. En los ejemplos (6) podemos ver las diferentes posiciones que el adverbio
temporal ikun ‘hoy’ puede ocupar dentro de la cláusula. La marca de interrogación
en (6d) indica conflictos en las intuiciones de los hablantes. Las respuestas fluctúan
entre “suena extraño pero no tan mal como (6e)” hasta “yo no diría eso”.
(6) a. ADV S V O-T LOC
ikun mui [karuta mijiri]=uy ku=kuara
hoy víbora morder Miguel=PAS chacra=INE
“hoy la víbora mordió a Miguel en la chacra” (EE)
b. S V O-T LOC ADV
c. S V O-T ADV LOC
d. ?S ADV V O-T LOC
e. *S V ADV O-T LOC.
El hecho de que los adverbios puedan aparecer en casi cualquier posición dentro de
la cláusula, excepto entre el verbo y el objeto, indicaría entonces que VO es en efecto
un constituyente de nivel oracional.

2.2.3 Sujeto y objeto versus oblicuos


En otros trabajos se ha discutido ampliamente sobre la distinción existente entre los
argumentos —sujeto y objeto— y los oblicuos (Vallejos, 2010a; 2010b). Aquí solo
se presenta un resumen de las propiedades formales de cada uno (ver Tabla 1).
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Los ejemplos en (7) destacan algunos de los rasgos indicados en la tabla 1. En (7a)
vemos que el participante comitativo ‘esposa’ aparece marcado con la posposición
=muki. En (7b) la frase que expresa información espacial se marca a través de la
posposición =ka. En cuanto a su posición en la cláusula, tanto el comitativo como
el locativo aparecen en la periferia de la cláusula. En (7a), el comitativo ocurre al
final de la cláusula; en (7b), el locativo al inicio de la cláusula. Finalmente, tanto el
comitativo como el locativo son opcionales en (7).

(7) a. ikian apu uri=tsuri mirikua=muki S V-T COM


DEM lider venir=PAS3 esposa=COM
“este jefe vino con su esposa”
b. ta=mama uka=ka ra =kurata kaitsum=uy LOC S V O-T
1SG.M=mamá casa=LOC 3SG.M=beber masato=PST
“en casa de mi mamá tomó masato”

3 Sobre construcciones ditransitivas en KK

Vallejos (2010a) discute en detalle el hecho de que el KK no cuenta con construc-


ciones ditransitivas, entendidas como cláusulas con tres argumentos sintácticos (un
sujeto y dos objetos). Verbos que prototípicamente involucran tres participantes
semánticos en KK ocurren en construcciones transitivas. Es decir, a nivel formal,
solo dos de los tres participantes se codifican como argumentos sintácticos (sujeto
y objeto).
A continuación resumimos los hallazgos más importantes reportados en Va-
llejos (2010a). En la tabla 2 presentamos una lista de verbos que en algunas lenguas
se encarnan en verbos trivalentes junto con el tratamiento sintáctico que los partici-
pantes involucrados reciben en KK6.

6
Debo anotar que purepeta ‘vender’ y yumita ‘enseñar’ son verbos derivados a través del causativo a
partir de las bases purepe ‘comprar’ y yumi ‘dar’. Probablemente, memuta ‘mostrar’ y tsemuta ‘alimentar’
también hayan sido derivados históricamente, sin embargo en KK hablado hoy en día *memu, *tsemu
no existen.
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Como se puede observar en la tabla 2, en KK, los verbos tipológicamente trivalentes


pueden clasificarse en tres grupos. En el primer grupo (configuración I), el agente
se codifica como sujeto, el tema como objeto y el recipiente como dativo y, para
algunos hablantes, también como locativo. En el segundo grupo (configuración II),
el agente se codifica como sujeto, el tema como objeto y el recipiente como locativo.
En el tercer grupo, el agente se codifica como sujeto, el recipiente como objeto y el
tema como instrumento7. Siguiendo la tipología propuesta por Haspelmath (2005,
basado en Dryer, 1986), podemos decir que en cláusulas con verbos tipológicamen-
te trivalentes que exhiben las configuraciones I y II, el KK muestra alineamiento
indirectivo (P=T≠R), mientras los que ocurren en la configuración III, secundativo
(P=R≠T).
La pregunta natural que surge es si las frases dativo, locativo e instrumento
podrían caracterizarse como argumentos. Un examen profundo de las propiedades
formales que exhiben estas frases indica que estas se comportan como oblicuos, no
como sujeto u objeto (ver propiedades en tabla 1). A continuación presentamos
ejemplos de cada configuración.
Los ejemplos en (8) ilustran la configuración I. Cabe destacar la opcionalidad
del recipiente dativo; en los textos, no es expresado en el 83% (58/351) de los ejem-
plos. En (9) vemos ejemplos de la configuración II. En textos, el recipiente locativo
no se expresa en el 71% (5/17) de los ejemplos. Finalmente, en (10) tenemos ejem-
plos de la configuración III. En este caso, el recipiente objeto aparece en el 100% de
los ejemplos, mientras el INS solo en 15% de ellos.
(8) a. marira ray tma na yumi=ura ta=tsui
por.qué MOD NEG 2SG dar=3M.O 1SG.M=DAT
“¿Por qué pues no me lo das a mí?”
7
En KK, el verbo piyata ‘preguntar’ sigue una configuración diferente: el interrogado se codifica
como objeto y la pregunta se expresa en una cita directa subordinada a la matriz o en una cláusula ad-
yacente, sintácticamente independiente.
a. mari-ra =ray uri -aka na inu piyata=etse
qué-PUR-MOD, venir-REI QT 3PL.F preguntar=1SG.F
“¿Por qué has vuelto?, ellos me preguntan”
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b. marira-taka ya=yumi ya=kuriki=pura


por.qué-MOD 3SG.F=dar 3SG.F=dinero=FOC
“por qué quizás da su dinero”
(9) a. ami memuta rara=uy maniri=ka
abuelo mostrar canoa=PAS Manuel=LOC
“el abuelo mostró la canoa a Manuel”
b. raepe rana memuta rana pua
ahí 3PL.M mostrar 3PL.M mano
“entonces ellos muestran sus manos”
(10) a. ya=pu n=yumita=etse
3SG.F=INS 2SG=enseñar=1SG.LF
“enséñame eso”
b. na ts=yumita inu=kua
así 1SG.F=enseñar 3PL.F=HAB
“de esta manera yo les solía enseñar” (AE)

Los ejemplos (8)-(10) demuestran no solo que las frases DAT, LOC, INS son op-
cionales, sino también que ocurren en la periferia ocupando la primera o la última
posición en la cláusula, y que esta distribución no tiene ninguna consecuencia sin-
táctica. Pruebas sintácticas como pronominalización, relativización, control de la
coreferencia, etc. arrojan los mismos resultados, es decir que tanto DAT, INS como
LOC se comportan de manera similar que los oblicuos y no como el objeto. (Para
una discusión más detallada véase Vallejos, 2010a).
En conclusión, en KK no existen evidencias formales para plantear la existen-
cia de un segundo objeto (ni objeto indirecto ni objeto primario). Es decir, las cláu-
sulas con verbos no- derivados en KK no toman más de dos argumentos sintácticos.
Estudios tipológicos reportan que la expresión sintáctica de eventos trivalentes a
través de construcciones transitivas no es un fenómeno extraño (Margetts & Austin,
2007).

4 Morfemas que cambian la valencia en KK


La manipulación de la valencia tiene que ver con procesos gramaticales que aumen-
tan o disminuyen el número de argumentos centrales que toma el verbo. En otras
palabras, estos mecanismos se asocian con procesos de derivación semántica pero
que, a su vez, tienen consecuencias sintácticas. Los procesos de aumento de valen-
cia más comunes son las construcciones causativas y las construcciones aplicativas;
un tanto menos común es la posesión externa (Dixon & Aickenvald, 2000). Entre
los procesos que disminuyen la valencia se encuentran las construcciones pasivas,
inversas, reflexivas, recíprocas y la voz media (Klaiman, 1991; Shibatani, 1988). La
Cambio de valencia en kokama-kokamilla 253

incorporación nominal puede tanto aumentar, disminuir como dejar igual la valen-
cia del verbo (Mithun, 1984; Aikhenvald, 2007).
Esta sección examina las estrategias morfológicas que cambian la valencia de
los predicados verbales en KK. Los morfemas en discusión son el causativo -ta, el
aplicativo -tsupe y la voz media -ka. La meta que nos proponemos aquí es demostrar
que cláusulas con verbos derivados a través de uno de estos morfemas no contienen
más de dos argumentos (sujeto y objeto), tal como sucede en cláusulas básicas. Los
tres morfemas provocan un reacomodo en la codificación sintáctica de los parti-
cipantes semánticos; sin embargo, el causativo y el aplicativo introducen un par-
ticipante que se codifica como argumento central solo cuando ocurren en verbos
monovalentes, mientras que el morfema de voz media permite omitir un argumento
central solo cuando ocurre en verbos divalentes. A continuación discutimos cada
uno de los morfemas en cuestión.

4.1 Causativo –ta

El rasgo fundamental de una construcción causativa es que especifica un argumento


adicional, un causante responsable en que el evento tenga lugar. El causante suele
entenderse como algo o alguien que instiga, inicia o controla una actividad. En KK,
el morfema causativo -ta introduce un participante causante en la posición de sujeto.
Este morfema es muy productivo. Ocurre en nombres (11), verbos monovalentes
(12), verbos divalentes (13) y verbos trivalentes (14).
Con nombres, el causativo deriva verbos que toman dos argumentos, como
se muestra en (11b), donde deriva el verbo ‘embarazar’ a partir del nombre mmra
‘hijo de mujer’ (11a).

(11) a. ra mmra=kana utsu wrati


3SG.M hijo=PL.M ir monte
“sus hijos se fueron al monte”

b. r=umi=pupe=nan ra=mmra-ta ta=mama


3SG.M=ver=INS=solo 3SG.M=hijo-CAU 1SG.M=mamá
“solo con su mirada embaraza a mi mamá”

El causativo en verbos monovalentes agrega un participante causante en el rol de


sujeto, mientras que el sujeto de (12a), ahora en el rol de paciente —el causado—,se
codifica como el objeto sintáctico. En (12b), -ta introduce a yatiu ‘zancudo’, causan-
te sujeto, mientras que la tercera persona, ‘el que duerme’, se codifica como objeto.
Una operación similar se presenta en (13a-b), cuando el causativo aparece en un
verbo estativo como yumra ‘estar molesto’.
254 Rosa Vallejos

(12) a. wepe ptsa r=ukr ikian wrati SV


uno noche 3SG.M=dormir este monte
“duerme una noche en este monte”
b. yatiu=kana tma ukr-ta=ura S V-ta O
zancudo=PL NEG dormir-CAU=3SG.OBJ
“el zancudo no lo deja dormir”
(13) a. rikua ikian tatu yumra SV
RSN DEM armadillo estar.molesto
“por eso es que este armadillo está molesto”
b. n=yumra-ta t=iya=utsu S V-ta O
2SG= estar.molesto-CAU 1SG.M=corazón=FUT
“vas a encolerizar a mi corazón”

Sin embargo, cuando el causativo ocurre en verbos que toman dos argumentos, no
se especifica un argumento sintáctico adicional. Lo que ocurre es una redistribución
de los papeles semánticos y las categorías gramaticales: el causante es introducido
como sujeto, el participante antiguo sujeto (el causado) es relegado a objeto y el
participante antiguo objeto, a oblicuo instrumental (14a-b).

(14) a. ami kurata uni=uy


abuelo beber agua=PAS
“el abuelo bebió agua”
b. ra kurata-ta ami=uy uni=pu
3SG.M beber-CAU abuelo=PAS agua-INS
“le dio de beber agua al abuelo”

El causativo en verbos, que en muchas lenguas requieren tres argumentos, en KK


tampoco añade un nuevo argumento. En (15a), el agente/comprador y el tema se
expresan como sujeto y objeto respectivamente; el vendedor no accede a la expre-
sión lingüística. En (15b), el agente/vendedor aparece como sujeto, el tema como
objeto, mientras que el comprador se indica a través de un locativo. Cabe resaltar
que cuando el causativo aparece en el verbo yumi ‘dar’ se obtiene la forma derivada
yumita interpretada como ‘enseñar’8.
(15) a. ikun=tsui tma=pura na=purepe awarindi=utsu
hoy=ABL NEG=FOC 2SG=comprar cachasa=FUT1
“desde hoy no vas a comprar aguardiente”

8
La derivación yumi-ta ‘enseñar’ corresponde a la variedad dialectal Kokama. En Kokamilla, ikua-
ta ‘enseñar’ se deriva a partir de la base ikua ‘conocer’.
Cambio de valencia en kokama-kokamilla 255

b. awa-ray purepe-ta rara=uy maniri=ka


quien-MOD comprar-CAU canoa=PAS Manuel=LOC
“¿Quién quizás habrá vendido la canoa a Manuel”

En construcciones causativas con verbos transitivos, la codificación del tema como


instrumento (10a y 14b) es el patrón más común. Sin embargo existe una segunda
configuración en la que el tema se codifica como objeto. Esto solo sucede con un par
de verbos monovalentes altamente frecuentes en el discurso cuya causativización
se lexicaliza — i.e. uki ‘quemarse’ del que se deriva ukita ‘quemar algo’—. Solo con
estos verbos derivados la reduplicación del causativo parece posible. En (16b), el
causante es el sujeto, la chacra es el tema-causado en posición de objeto. En (16c),
el causante es sujeto, el tema se mantiene como objeto y el causado salta a la zona de
los oblicuos y se codifica como instrumento. El ejemplo (16c) podría parafrasearse
como “yo no quemé directamente la chacra, mi hijo lo hizo por mí”. Nótese que en
(16d) hijo como objeto es agramatical porque se interpretaría como “pedí a la chacra
quemar a mi hijo”.

(16) a. ya=pura=tua=nu uki=tsuri


3SG.F=FOC=AUG=PL.F quemarse=PAS3
“ellos se quemaron”
b. tsa uki-ta ku=uy
1SG.F quemarse-CAU chacra-PAS1
“quemé la chacra”
c. tsa uki-ta-ta ku=uy tsa mmra=pu
1SG.F quemarse-CAU-CAU chacra=PAS1 1SG.F hijo=INS
“quemé la chacra con la ayuda de mi hijo”
d. *tsa uki-ta-ta tsa mmra=uy ku=pu

Cuando el participante semántico ‘instrumento’ necesita ser explicitado, el causa-


tivo no puede usarse. En (17a) vemos el patrón regular en el que el tema se marca
como instrumento; en esta configuración una segunda frase instrumental no puede
ocurrir (*con el machete).
Para incluir el instrumento se necesita un causativo perifrástico que se cons-
truye con el predicado ‘ordenar’; en este caso el causado sigue siendo tratado como
objeto (17b).
(17) a. tsa tsakta-ta tsa mmra=uy nana=pu (*kchi=kra=pu)
1SG.F cortar-CAU 1SG.F hijo=PAS1 piña=INS machete=DIM=INS
“hice a mi hijo cortar la piña”
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b. tsa wanakari tsa mmra=uy nana tsakta-ri kchi=kra=pu


1SG.F ordené 1SG.F hijo=PAS1 piña cortar-PROG machete=DIM=INS
“ordené a mi hijo cortar la piña con el cuchillo”

En conclusión, ninguna cláusula que incluya un verbo derivado a través del causati-
vo incluye un tercer argumento central. El participante causante siempre se codifica
como sujeto, el causado como objeto y el tema como instrumento oblicuo.

4.2 Aplicativo –tsupe

El rasgo principal de una construcción aplicativa es la promoción de una frase obli-


cua en una cláusula no-derivada a una función de argumento, generalmente objeto,
dentro de la cláusula derivada.
En KK, el aplicativo –tsupe introduce un recipiente o beneficiario en la po-
sición de objeto. Cabe anotar que este sufijo tiene su origen en la posposición Tu-
pí-Guaraní para la función dativo-benefactivo. Actualmente esta función de -tsupe
tampoco es muy común en habla espontánea en KK, sin embargo los hablantes no
tienen dificultades para proveer ejemplos en sesiones de elicitación. Un ejemplo to-
mado de Espinosa (1935: 66) se muestra en (18).

(18) wepe suro n=iumi Ruis-tsupi


uno sol 2SG=dar Luis-DAT
“da un sol a/para Luis”

Tal como se discutió en la sección 4, en cláusulas básicas, los participantes recipiente


o beneficiario aparecen generalmente marcados por las posposiciones dativo =tsui
o locativo =ka (ver tabla 2). Sin embargo, en cláusulas con verbos derivados por el
aplicativo –tsupe, el recipiente se expresa como objeto de la cláusula. Esto se muestra
en (19). En (19a) tenemos una cláusula intransitiva que incluye el verbo yumra
‘estar molesto’. Por otro lado, en (19b) tenemos una cláusula transitiva, donde el
sujeto es rapapa ‘su papá’ y el objeto es yuka kunumi ‘ese joven’. Aquí el verbo yumra
aparece derivado por el aplicativo -tsupe y se interpreta como ‘reprender, reñir’.

(19) a. ra papa yumra


3SG.M papá estar.molesto
“su papá está molesto”
b. raepe ra=papa yumra -tsupe=pa yuka kunumi=tsuri
entonces 3M=papá estar.molesto-APL=CPL DEM joven=PAS3
“entonces su padre reprendió muy fuerte a ese joven”
Cambio de valencia en kokama-kokamilla 257

Un ejemplo paralelo se presenta en (20). Aquí el verbo base es kumitsa ‘hablar’. En


(20a) tenemos una construcción intransitiva en la que tamirikua ‘mi esposa’ se codi-
fica como una frase dativa. Nótese que la marca de tiempo =tsuri aparece cliticizada
al verbo. En contraste, en (20b) se da una construcción transitiva porque el verbo ha
sido derivado por el aplicativo. Aquí ‘mi esposa’ es el objeto de la cláusula, por tanto
la marca de tiempo se adjunta a esta frase. Un ejemplo similar se ofrece en (20c) en
el que la contribución del aplicativo a la interpretación global de la cláusula parece
más transparente que en (20b).

(20) a. ta kumitsa=tsuri ta=mirikua=tsui


1SG.M hablar=PAS1 1SG.M=esposa=DAT
“le hablé a mi mujer”
b. [...] tat a kumitsa=tsupe ta=mirikua=tsui
1SG.M hablar=APL 1SG.M=esposa=PAS3
“(así) hablé con/la convencí a mi mujer”
c. naray ya mama kumitsa-tsupe ya=mmra
así 3SG.F mama hablar-APL 3SF=hijo
“de esa manera la mamá habla/aconseja a su hijo”

Como ya se indicó anteriormente, el morfema aplicativo tiene una distribución res-


tringida. Por un lado, solo funciona como aplicativo en verbos monovalentes, y por
el otro, su aparición en el habla espontánea es bastante esporádica. En los textos exa-
minados para este estudio, -tsupe funciona como aplicativo en verbos como kumitsa
‘hablar’,!mntsara ‘contar historias’ y yumra ‘estar molesto’.
En elicitación, los hablantes tienen diferentes posiciones sobre emplear el apli-
cativo en otros verbos intransitivos. Una hablante nos ofreció el par mínimo en (21),
con el verbo yumatsarika ‘jugar’. Ambos ejemplos no son cláusulas declarativas sino
peticiones, también conocidas como construcciones directivas. Como es típico en
construcciones directivas, quien realiza la acción indicada en el verbo es automáti-
camente interpretado como el interlocutor, segunda persona. Nótese que en ambos
casos hay un argumento objeto indicado por el pronominal =ay ‘tercera persona
singular’. De acuerdo al hablante, la construcción aplicativa en (21a) sería apropiada
para alentar a un hijo; por ejemplo, si está jugando al fútbol. En este caso, el prono-
minal objeto se interpreta como detrimentario, ‘alguien que deber ser dominado en
el juego’. La interpretación de la construcción causativa en (21b) no es diferente a
la discutida en la sección 5.1. El causante provoca que sea el causado quien juegue.
(21) a. yumatsarika-tsupe=ay
jugar-APL-3SG.F.O
“gánale/sácale ventaja’ (ej. en el juego)
258 Rosa Vallejos

b. yumatsarika-ta=ay
jugar-CAU-3SG.F.O
“hazle jugar, entretenlo (ej. a un bebé)”

El morfema –tsupe solo puede aparecer sufijado a verbos transitivos en peticiones


corteses, pero no en cláusulas declarativas. Cómo se indicó antes, en peticiones cor-
teses, el sujeto no se expresa explícitamente. El rol de –tsupe en estas cláusulas es
contribuir a la presencia implícita de un beneficiario. El beneficiario es, por defecto,
el hablante, o primera persona ‘por/para mí’. Este patrón es claro en (22a-b). Por
ejemplo, un contexto potencial ofrecido por un hablante para una oración como
(22b) es el de una viuda que busca ayuda para construir su casa, y podría parafrasear-
se como “por favor, haz mi casa porque yo no lo puedo hacer por mí misma”.

(22) a. yauki-tsupe=ay
hacer-BEN=3SG.F
“(por favor) haz pues esto (por/para mí”
b. yauki-tsupe ts=uka
hacer-BEN 1SG.F=casa
“(por favor), haz mi casa”

Los ejemplos en (23) demuestran que si un beneficiario necesita ser expresado ex-
plícitamente, este debe marcarse como un dativo (como en [23a]), de otra manera
el resultado es inaceptable (como en [23b])9. En (24) presentamos un ejemplo pa-
ralelo a (23a). Nótese una vez más que –tsupe introduce un beneficiario que, si es
expresado explícitamente, debe aparecer codificado como dativo.

(23) a. yauki-tsupe=ay tsa=tsui


hacer-BEN=3SG.F 1SG.F=DA T
“(por favor) haz pues esto para/por mí”
b. *yauki-tsupe=ay etse
hacer-BEN=3SG.F 1SG.F
(24) mtta-tsupe atere (tsa mmra=tsui)
coger-BEN sapote (1SG.F hijo=DA T)
“(por favor) recoge un sapote (para mi hijo)”

9
Cuando solicitamos al hablante “corregir” el ejemplo (23b), él nos ofreció el ejemplo que mostra-
mos en (a), donde se reemplaza el beneficiario -tsupe por el rogativo –puri. La construcción rogativa
implica un beneficiario que es, por defecto, la primera persona singular (Vallejos 2010b).
a. yauki-puri=ay tsa=tsui ‘Por favor, haz pues esto para/por mí’
hacer-ROG=3SG.F 1SG.F=DAT
Cambio de valencia en kokama-kokamilla 259

Otro contexto en el que el aplicativo aparece en verbos divalentes es en combinación


con el causativo, como se ve en (25). Aquí el alineamiento que predomina es el de la
construcción causativa: el causante es sujeto, el causado es objeto y el tema es instru-
mental. La contribución de –tsupe es otorgar al causado rasgos de beneficiario. Cabe
aclarar que este patrón no ha sido encontrado en textos, solo en elicitación.
(25) uni=pu na kurata-ta-tsupe=ura
agua=INS 2SG beber-CAU-BEN=3SG.M.O
“(Por favor) hazle beber/ayúdale a tomar el agua”

En verbos como memuta ‘mostrar’, la situación es similar a lo que encontramos en


verbos divalentes. En el ejemplo (26), el objeto mostrado tsana ‘foto’ está codifica-
do como objeto y el beneficiario o meta aparece como frase dativa. Adviértase que
aquél que mostrará la foto, ‘Pascual’, está expresado en una frase dislocada de la cláu-
sula, que es completamente opcional. La estructura en (26b) fue objetada porque
‘Víctor’ no aparece como frase dativa.

(26) a. Pascual, memuta-tsupe tsana Witurio=tsui


Pascual mostrar-APL sombra Victor=DAT
“Pascual, (por favor) muéstrale la foto a Víctor”
b. *Pascual, memuta-tsupe tsana Witurio
Pascual mostrar-APL sombra Victor

En conclusión, -tsupe solo asume el rol de aplicativo con cierto grupo de verbos in-
transitivos. En este caso, un participante beneficiario se codifica como objeto de la
cláusula. La aparición de -tsupe en verbos semánticamente divalentes y trivalentes se
limita a construcciones directivas; en ellas -tsupe no funciona como aplicativo. En
cada construcción directiva examinada aquí encontramos que el participante agente
es implícitamente entendido como el interlocutor. El participante paciente, o tema,
se codifica como objeto, mientras que el beneficiario/recipiente, si aparece, se ex-
presa a través de una frase dativa. En suma, en ninguna cláusula derivada con –tsupe
emergen más de dos argumentos.

4.3 Voz media –ka

El tercer morfema cuya función es manipular la valencia es -ka ‘voz media’. Para ser
precisos, el morfema -ka cubre un rango de funciones semánticamente relacionadas:
incoativo, hacer algo por uno mismo (self-act), reflexivo y recíproco10. La conexión

10
Existe un morfema –ka cuya función primaria es indicar aspecto reiterativo/iterativo. Kemmer
(1993:98) señala que en muchas lenguas las construcciones reflexivas y recíprocas son codificadas con
el mismo marcador, y destaca que la semejanza entre ambas construcciones es que cada participante
260 Rosa Vallejos

entre estas categorías funcionales ha sido ampliamente documentada (véase, por


ejemplo, Lazard, 1999; Kemmer, 1993; Shibatani, 1988; Givón, 2001). El rasgo co-
mún es que el sujeto de la cláusula es presentado como un participante afectado no
solo por estar envuelto en el evento sino sobre todo por participar activamente en
él (Klaiman, 1991).
Dado que de las cuatro funciones asumidas por -ka, las relevantes para el tema
que nos ocupa aquí son reflexivo y recíproco, las otras dos las ilustraré solo de mane-
ra breve. El morfema –ka en verbos estativos recibe la interpretación de incoativo.
Incoativo se refiere aquí al inicio de una situación nueva o a un cambio de estado (cf.
aspecto inceptivo) (ver [27a]). Sin embargo, -ka en verbos intransitivos no-estativos
indica que el participante único inicia o está envuelto en el evento para el beneficio o
detrimento de sí mismo, función que Klaiman (1991) denomina self-act. Este efecto
de -ka, ejemplificado en (27b-c), es comparable a una de las funciones del pronomi-
nal se en castellano11.
(27) a. t=utsu-puka ra aykua-ka
1SG.M=ir-cuando 3SG.M estar.enfermo-MID
“cuando yo me voy, él se enferma”
b. karuka=muki inu uchima-ka parana tsima=ra
tarde=COM 3PL.F salir-MID río borde=DIF
“al atardecer, ellos se salen a la orilla del río”
c. etse ipama-ka tsa yapana-npu
1SG.F.L detenerse-MID 1 SG.F correr-después
“me he detenido después de correr (por cierto tiempo)”
En verbos transitivos, -ka recibe la interpretación de reflexivo (28) y recíproco (29).
En construcciones reflexivas, el agente y el paciente de un evento transitivo tiene el
mismo referente. En (28a) tenemos una construcción con dos argumentos: el su-
jeto es ‘ellos’ y el objeto ‘la vieja’. En contraste, en (28b) tenemos una construcción
intransitiva. En el contexto de donde este ejemplo fue extraído, el argumento úni-
co ‘mi mamá’ se presenta como ‘despegándose / separándose’ por voluntad propia.
Dentro de todas las funciones de -ka, la reflexiva es la menos frecuente. Esta función
es también comparable con una de las funciones de se en castellano12.
es el iniciador y el punto final. La diferencia radica en la pluralidad del evento recíproco frente a la
singularidad del evento reflexivo. Visto así, una conexión entre reiterativo y recíproco parece posible,
en tanto reiterativo expresa, precisamente, pluralidad del evento. Agradezco a Francisco Queixalós por
destacar este punto. La potencial conexión entre reiterativo y voz media es un tema que se desarrollará
en otro trabajo.
11
a. Cayó a la acequia
b. Se cayó a la acequia
12
En la literatura, generalmente esta función de se es tipificada como voz media.
a. No asuste a los niños
b. No se asuste
Cambio de valencia en kokama-kokamilla 261

(28) a. rana itika wija=pura=tsuri=ay uni=kuara


3PL.M arrojar vieja=FOC=PAS3=ya agua=INE
“ellos arrojaron a la vieja al agua”
b. tsa=papa=muki, tsa=mama itika-ka=tsuri
1SG.M=papá=COM 1SG=mamá arrojar-MID=PAS3
“de mi papá, mi madre se separó (por propia iniciativa)”

Givón (2001) define la noción de recíproco como dos (o más) eventos codificados
por un solo verbo, los cuales se representan juntos en una misma cláusula. El agente
del primer evento es el tema o paciente del segundo, y viceversa. En KK, -ka, en ver-
bos transitivos, recibe la interpretación de recíproco solo con sujetos cuyo referente
es plural. Los ejemplos en (29a) y (30a) son construcciones transitivas; como tal
incluyen un sujeto y un objeto. Por ejemplo, en (29a), el sujeto es n= ‘segunda per-
sona singular’, el objeto es t= ‘primera persona singular’. Sin embargo, los ejemplos
(29b) y (30b) son construcciones intransitivas. En (29b), solo el sujeto ini ‘primera
personal plural’ se explicita. El mismo fenómeno se ilustra en (30b).

(29) a. n=yumuyari t=uri


2SG= ayudar 1SG.M=AUX
“ven a ayudarme”
b. yaepe ini yumuyari-ka
DEM 1PL ayudar-MID
“ahí nosotros nos ayudamos mutuamente”
(30) a. y=yukuka tsa=mmr=uy
3SG.F=abrazar 1SG.F=hijo=PAS1
“ella abrazó a mi hijo”
b. yukuka-ka-rapa ya=pura=nu iriwa=uri
abrazar-MID-solo 3SG.F=FOC=PL.F regresar=AUX
“ellos regresan abrazados” (el uno al otro/los unos con los otros)

En conclusión, en cláusulas con interpretación reflexiva y recíproca, -ka manipula la


valencia del verbo en la medida que permite que este genere cláusulas intransitivas.

4.4 Interacción de voz media –ka con causativo –ta


Se ha encontrado que en habla espontánea, la voz media -ka y el causativo -ta coocu-
rren con mucha frecuencia. Más específicamente, -ka opera en bases derivadas por
el causativo -ta.
Tal como se dijo en la sección 5.1, las construcciones causativas incluyen un cau-
sante expresado como sujeto, y un causado expresado como objeto. Este alineamiento
262 Rosa Vallejos

prevalece en construcciones marcadas por causativo y voz media al mismo tiempo.


Sin embargo, la contribución de -ka es introducir un elemento de voluntad y control
en el causado, es decir, la situación se presenta como si el causado retuviera cierta
agentividad en la realización del evento. Como resultado, la combinación -ta-ka se
interpreta como causación indirecta (ver 31).

(31) a. ra=papa ukr-ta-ka rana=utsu makatin=taka...


3SG.M=papá dormir-CAU-MID 3PL.M=FUT1 donde=UNC
“su papá los hace/manda a dormirse, quién sabe dónde [ellos se retiran a dormir]”

b. upa ya=tsupara-ta-ka-pa ini=chasu=utsu


terminar 3SG.F=estar.perdido-CAU-MID-CPL 1PL.IN=AFF=FUT1
“él hace que nosotros, pobrecitos, terminemos totalmente confundidos, perdidos”

c. ajan puatsa na tsatsawa-ta-ka


DEM soga 2SG jalar-CAU-MID
“[ Jala], haz que esta soga se estire”

El ejemplo en (31a) proviene de una historia en la que un padre provoca que los
hijos duerman pero solo de manera indirecta. Él los manda a la cama, pero ellos lo
hacen por su propia cuenta, tanto que el padre no sabe dónde exactamente están
durmiendo los niños. Esta misma oración sin -ka significaría que el padre no solo
les ordena ir a la cama sino los acompaña hasta que se duerman. Obsérvese que es
posible asignar rastros de agentividad incluso a entidades inanimadas. Por ejemplo,
en (31c) describe un escenario en que se necesita fuerza para estirar una soga, como
si esta ofreciera resistencia13.
Cabe mencionar que un fenómeno similar se reporta para tapirapé (Tupí-Gua-
raní). Praça (2007:107-111) señala que -akãr, caracterizado como “causativo de
verbos transitivos” en otras lenguas de la familia, no altera la valencia de los verbos
transitivos en tapirapé. La función de este morfema es indicar que el antiguo sujeto,
relegado a la función de objeto u oblicuo, retiene un alto grado de agentividad.
Los ejemplos en (32) presentan lado a lado la contribución semántica de la voz
media -ka, del causativo -ta y de la combinación de estos al significado de la base verbal.

13
Presentar entes inanimados como entidades con control y voluntad sobre el evento es común
en el castellano de la zona. Por ejemplo, expresiones como ‘esta canoa no se quiere ir’ o ‘este motor no
quiere andar’ son bastante comunes.
Cambio de valencia en kokama-kokamilla 263

Para cerrar esta sección, cabe resaltar que en cláusulas con verbos marcados con la
combinación -ta-ka prevalece el alineamiento causativo. En consecuencia, las cláu-
sulas resultantes son transitivas. La contribución de -ka es solo a nivel semántico
(confiere agentividad al causado), pero no tiene consecuencias sintácticas, pues no
provoca la disminución de la valencia.

5 Conclusiones

En este estudio se examinó la función de tres morfemas que manipulan la valencia


en KK, el causativo -ta, el aplicativo tsupe y la voz media -ka. Los tres provocan un
reacomodo en la expresión sintáctica de los participantes involucrados en la escena
del evento. Si bien el causativo y el aplicativo introducen nuevos participantes, como
máximo solo dos de ellos son codificados como argumentos centrales.
En síntesis, el causativo introduce un participante instigador en la posición de
sujeto. Tal como se indicó en la sección 5.1, este morfema es altamente productivo.
Su función derivativa se aplica tanto a bases nominales como a predicados monova-
lentes, divalentes y trivalentes. Sin embargo, cuando un tercer participante aparece
en la escena del evento, uno de los que ya estaba es relegado y codificado como un
oblicuo (instrumento, locativo o ablativo). El alineamiento de participantes semán-
ticos y argumentos sintácticos en construcciones causativas se resume en (33)-(35).
264 Rosa Vallejos

El aplicativo -tsupe introduce un recipiente/beneficiario en la posición de objeto.


Sin embargo, la función aplicativa de -tsupe se limita a verbos monovalentes, así las
cláusulas resultantes son siempre transitivas. En verbos divalentes -tsupe introduce
un beneficiario implícito. En comparación con el causativo, el aplicativo -tsupe tiene una
distribución bastante restringida y su aparición en textos es más bien esporádica (36).

Con respecto al morfema de voz media -ka, se advirtió que este puede recibir hasta
cuatro interpretaciones: incoativo, hacer algo por uno mismo, reflexivo y recíproco.
Una pregunta que surge es: ¿cuáles son las estrategias que usan los hablantes para de-
terminar la interpretación correcta en enunciados que incluyen -ka? Si tenemos en
consideración los elementos que coocurren con -ka, es posible esbozar una respuesta
preliminar. El análisis que proponemos aquí es que la interpretación apropiada es
inferida de la interacción del morfema -ka con el tipo de predicado (estativo, intran-
sitivo o transitivo) y el referente de la frase nominal sujeto (singular o plural). Esto
se resume en (37).

Solo en aquellas instancias que reciben interpretación reflexiva y recíproca, -ka ma-
nipula la valencia de la construcción. Es decir, cuando este morfema aparece con
verbos transitivos hace posible que uno de los argumentos no acceda a la expresión
lingüística. El alineamiento reflexivo se resume en (38), el recíproco, en (39).
Cambio de valencia en kokama-kokamilla 265

Un punto adicional discutido aquí es la combinación causativo - voz media. Se de-


mostró que en construcciones con esta combinación prevalece el alineamiento cau-
sativo; es decir, el causante se codifica como sujeto y el causado como objeto. En
consecuencia, las cláusulas resultantes son transitivas. El morfema -ka induce una
interpretación de causación indirecta, pero sin consecuencias sintácticas.
En síntesis, la gramática KK demuestra que esquemas sintácticos identificados
en cláusulas con verbos no-derivados pueden también extenderse a cláusulas con
verbos derivados. En la sección 4 se expuso que la existencia de cláusulas con tres ar-
gumentos (cf. construcción ditransitiva) no es un patrón disponible en la lengua. De
la misma forma, las tres estrategias de manipulación de la valencia examinados en la
sección 5 indican que las cláusulas derivadas pueden tener como máximo dos argu-
mentos centrales. Así, este estudio confirmaría la predicción de que un verbo deri-
vado por aumento de valencia no toma más argumentos centrales que el máximo
permitido por los verbos no derivados (Haspelmath & Muller-Bradey, 2004:18).

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