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Consumo y Producción de los Recursos Renovables

Se entiende por recursos naturales a aquellos bienes materiales y servicios que


proporciona la naturaleza sin alteración por parte del ser humano; y que son
valiosos para las sociedades humanas por contribuir a su bienestar y desarrollo de
manera directa (materias primas, minerales, alimentos) o indirecta (servicios
ecológicos). De acuerdo a la disponibilidad en el tiempo, tasa de generación y
ritmo de uso o consumo se clasifican en renovables y no renovables. Los recursos
naturales renovables hacen referencia a recursos bióticos, recursos con ciclos de
regeneración por encima de su extracción, el uso excesivo del mismo lo puede
convertir en un recurso extinto o no limitados como la luz solar, mareas, vientos,
etc.

En cuanto a la naturaleza, ella proporciona una gran cantidad de recursos que se


utilizan como alimento, materiales para la construcción, para confeccionar ropa,
juguetes, calzado y también para que el ser humano y los demás seres vivos
puedan llevar a cabo sus funciones. Existen muchos factores que pueden dañarla,
algunos de estos se producen de forma natural, como los ciclones, lluvias fuertes,
tormentas eléctricas, inundaciones o terremotos. Sin embargo, lo que más daño
ha causado a la naturaleza, y por tanto a sus recursos, son las acciones causadas
por las personas. Hace muchos años, las personas sólo obtenían de la naturaleza
lo que iban a usar a diario, cazaban animales para comer su carne y también
aprovechaban sus pieles para cubrirse con ellas. Cuando aprendieron a cultivar la
tierra, ya no tuvieron que andar viajando de un lado a otro buscando comida, pues
ya habían encontrado cómo producirla. Esas personas empezaron a construir
algunas casas, luego las familias crecieron y al cabo de los años, ese sitio se
convirtió en un pueblo. Cada persona que iba llegando a ese lugar, tenía sus
propias necesidades, ya no eran suficientes los árboles para obtener madera, ni
los frutos que obtenían de la tierra, entonces tenían que ir a otros sitios a cortar
más árboles y empezaban a cultivar en lugares más lejanos.

Ser propietarios de una porción de territorio no implica una carga que la sociedad
ha colocado sobre nuestras espaldas, sino un "privilegio" que se potencia a través
del tiempo y las generaciones.

Solo si comprendemos estos conceptos de relación humanitaria básica y de


derechos sobre los recursos naturales que poseen las naciones podremos lograr
un tejido social del interior numeroso e integrado al resto de la población y, como
consecuencia, poder defender nuestros legítimos intereses con posibilidades de
éxito y comprensión de todos los sectores.
Ningún proceso revolucionario como el descripto es neutro y por consiguiente el
Estado nacional debe aplicar políticas activas para que este nuevo escenario
productivo tome el rumbo correcto.

El desafío es producir más, pero no de cualquier manera, y acumular conocimiento


y estructura operativa de excelencia en las esferas gubernamentales para poder
administrar y conducir los cambios y las turbulencias de un proceso arrollador que
recién comienza a manifestarse con intensidad.

Poder hacer esto implica no repetir errores, ni olvidar las consecuencias del
modelo de convertibilidad con tipo de cambio bajo aplicado en la Argentina
durante la última década del siglo XX, menos aún a quienes nos recomendaron
una actitud pasiva y una apertura salvaje e inocente frente al accionar de los
mercados internacionales, la globalización y la desnacionalización de áreas
estratégicas.

Estos recursos se han visto amenazados debido a su sobreexplotación y a falta


de interés que ha puesto el Gobierno y la sociedad en su conservación. Estos
recursos son muy importantes debido a que son la base económica de muchos
países y al desaparecer o agotarse estos traería grandes problemas económicos
mundiales al crear un desequilibrio en las actividades económicas productivas del
país. Debemos tomar cartas en el asunto y llevar acabo medidas que busquen el
manejo eficiente de estos recursos con lo cual se logre que podamos seguir
gozando de sus beneficios y logremos crear otros recursos que los sustituyan y
dejemos la dependencia hacia ellos. Nuestro país cuenta con recursos naturales
abundantes, podríamos decir que somos ricos en esos aspectos, y que en
ocasiones no se ha sabido aprovecharse la continuidad e intensidad en que se dé
su explotación, estos recursos pueden agotarse en plazos cortos o largos. El
petróleo, el gas, el carbón y los minerales en general constituyen los principales
recursos no renovables y son, a su vez, una importante materia prima para
las actividades económicas. El petróleo es un recurso no renovable que sin duda
es uno de los reguladores más importantes para la economía de nuestro país, el
cual ha sido explotado, y se ha dicho que es recurso a corto plazo. El sector
industrial es el motor económico del país, lo conforman las actividades extractivas
minería y extracción de petróleo y gas, de la construcción, la industria eléctrica y
las actividades de transformación o manufactureras.

La producción minera estaba tradicionalmente dedicada a la plata y el oro, pero ha


ido cambiando, desarrollándose la de metales industriales, hasta convertir al país
en un importante productor de plomo y zinc.
La explotación de estos recursos a traído consecuencias negativas al ambiente un
ejemplo son los múltiples derrames de petróleo que han causado la contaminación
de millones litros de agua y la muerte de millones de especies.

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