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DE LA
DIGNIDAD HUMANA
2004
INTRODUCCIÓN
4
CAPÍTULO PRIMERO
El concepto de dignidad.
Si buscamos la palabra «dignidad» en dos de los
diccionarios más reconocidos -el Diccionario
Enciclopédico Espasa y en el de la Enciclopedia
Británica- nos encontramos que ambos dicen
prácticamente lo mismo: “Dignidad//Calidad de digno//
Excelencia, realce// Gravedad y decoro de las personas
en la manera de comportarse// Cargo o empeño
honorífico y de autoridad”. Lo anterior casi nada nos
dice sobre la importancia del concepto. Más breve pero
más útil a nuestro propósito, es lo que esos diccionarios
refieren sobre la palabra «digno»: “que merece algo”.
8 Karol Wojtyla. Amor y responsabilidad. Ed. Razón y Fe S.A. Madrid, 1969, p.15
9 Rodrigo Guerra López. Op. Cit, p. 86
10
Esta «interioridad» la formula Ortega y Gasset
preguntándose “¿qué es nuestra vida, mi vida?” y
contestando “sería inocente y una incongruencia
responder a ésta pregunta con definiciones de la
biología y hablar de células, de funciones somáticas, de
digestión, de sistema nervioso, etc (...) La vida no es lo
que pasa en mis células, como no lo es lo que pasa en
mis astros.”10
34
CAPÍTULO SEGUNDO
44 Juan Vallet de Goitysolo. Esbozo de una metodología de los derechos humanos. Verbo N°. 311, p.19
37
En el lenguaje común la palabra «derecho» es equívoca,
pues tiene diferentes significados; por ejemplo, se toma
como sinónimo de «directo» (ir derecho a un lugar), o
bien como lo contrario a «torcido» (un árbol que creció
derecho). Pero el sentido que nos interesa es el referido
al ámbito jurídico, es decir, el ámbito de las relaciones
entre los seres humanos. En éste sentido la palabra
«derecho» designa al orden social justo; por lo mismo, el
derecho será un fenómeno estrictamente humano.
45 Miguel Sancho Izquierdo y Javier Hervada. Compendio de Derecho Natural. Publicaciones de la Facultad de
Derecho de la Universidad de Navarra. 1980. Vol. I, p.33.
46 Ibídem, p.36-37
38
Conforme a lo anterior, y siendo «la ley» “la regla o
medida” del orden social, y en cuanto existen leyes
«puestas» por el hombre y leyes «dadas» al hombre, en
el derecho nos encontramos con dos vertientes: el
«positivo» y el «natural». “Al conjunto de los
componentes del derecho puestos por el hombre lo
llamamos derecho positivo; y al conjunto de los
componentes del derecho que tienen su origen en la
naturaleza, ha recibido comúnmente el nombre de
derecho natural.”47 Por tanto resulta claro que: “derecho
natural será aquella parte del orden jurídico que
proviene de la naturaleza del hombre.”48
51 Ibídem.
40
tales como a la integridad física, a la salud, al trabajo, a
la propiedad, etc.
55 Ibídem, p. 354
56 Ibídem. p. 357
43
Lo anterior significa que, siendo el hombre “de
naturaleza racional”, en lo que al hombre respecta, lo
natural en él es actuar conforme a la razón. “Ahora bien,
el hombre actúa en virtud de la razón, y la razón está
abierta «a muchas cosas», puede «tener diferentes
concepciones sobre el bien». Precisamente por eso, el
«caso normal» o lo que se da regularmente (por
ejemplo, el alto índice de abortos o de asaltos) no es un
criterio decisivo para determinar lo bueno y natural.
Sino al revés: sólo el conocimiento del bien mismo nos
puede revelar qué es lo peculiar del hombre, lo normal y
por tanto también natural para él, y en qué consiste, por
tanto, la perfección correspondiente a la naturaleza
humana (...) El concepto «naturaleza humana» no es..el
concepto de un mero fenómeno natural (como el ciclo
de las estaciones) o de una mera teleología (intención
final) de la naturaleza, sino que incluye en sí mismo la
función ordenadora y normativa de la razón. La
«naturaleza humana» sólo es allí donde la razón
perteneciente a esa naturaleza ha ordenado lo
meramente natural de conformidad con la razón (...) Por
paradójico que parezca: para saber qué es la
«naturaleza humana», o para interpretarla
adecuadamente, tenemos que conocer antes lo «bueno
para el hombre»”57
59 Héctor Zagal. Naturaleza y creación: la falacia naturalista y la ética aristotélica. Libro Anual del ISEE. México.
2003. Vol. 2 N° 5, p. 83-84.
46
se pueda llegar a un fundamento ético común a toda la
humanidad.”60
62 Ibídem, p.13-14.
63 Citado por Nancy Pearcey en World Magazine. 13 de Marzo 2000.
64 Jacques Maritain. Los derechos del hombre. Ed. Palabra. Madrid, 2001, p.14
51
CAPÍTULO TERCERO
72 Michele Federico Sciacca. El Principio de Creación, Participación y Analogía. En la revista Verbo, Madrid, N°
139, p. 1198-1199.
73 Ibídem, p. 1200
60
Estas palabras no sólo indican que el hombre es «señor
de todo el mundo» (enseñoreaos, dominad), sino que
toda la creación fue hecha «para» el hombre, y por
tanto, es ante el hombre donde todo lo creado toma
sentido. El Universo entero sin el hombre, sería una
realidad vacía, absurda, sin razón de ser. Especialmente
en estos tiempos de exaltación de la técnica y la
economía, la implicación de esta nota de la dignidad
humana extraída de la Sagrada Escritura adquiere gran
relevancia: las cosas son para el hombre, y nunca el
hombre para las cosas.
94 Ibídem, 22.
95 Ibídem, 37.
96 Ibídem, 44.
97 Juan Pablo II. Mensaje de la Jornada Mundial de la Paz. 1999.N°. 2
98 Juan Pablo II. Enc. Veritatis Splendor. 100. (1993)
70
- Los mandamientos “prohíben siempre y en todo caso
el comportamiento y los actos incompatibles con la
dignidad personal de cada hombre.”99
CAPÍTULO CUARTO
99 Ibídem, 99.
100 Juan Pablo II. Enc. Evangelium Vitae. 81. (1995)
101 Juan Pablo II. Alocución al Presidente de Kenya. 7 de mayo de 1980.
71
Sin la menor duda, una de las causas que más han
influido en el fomento de la espiral de violaciones a los
derechos humanos, es la relativización de la persona, la
cual se traduce obviamente en una desvalorización de la
misma; de ahí al desprecio de la dignidad humana no
hay sino un pequeño paso, el cual es muy fácil de dar. Si
el hombre es solo una cosa, un mero “recurso” que
además es abundante y fácilmente sustituible, ¿porqué
respetar a las personas concretas con las que nos
cruzamos en la vida, sobre todo aquellas que por alguna
razón nos desagradan o que, de alguna manera, pueden
significarnos una molestia? Si a ello le agregamos la
propensión al mal con el que nacemos todos los seres
humanos -propensión que el mundo moderno ha
acentuado significativamente- tenemos elementos
suficientes para explicarnos el porqué del incremento de
las violaciones a los derechos humanos.
74
de la Iglesia se encontraban precedentes que permitían
utilizar argumentos como los que él proponía.”103
105 Ibídem.
76
examinara el texto, la cual dictaminó que el asunto
fuera enviado al Tribunal del Santo Oficio.
115 Karl Jaspers. Allgemeine Psychopathologie. Citado por H. Thielicke, Op. Cit, p. 460
116 Op. Cit, p. 462.
117 Viktor E. Frankl. El Hombre en busca de sentido. Ed. Herder, Barcelona, 1991, p.107
118 Por la condición de judíos de ambos, tras la anexión de Austria al Tercer Reich en 1938, Freud huyó a Londres,
donde murió en 1939, mientras que Frankl fue enviado a diversos campos de concentración, incluyendo Auschwitz,
siendo uno de los sobrevivientes del Holocausto. Viktor Frankl murió en Viena en 1997 a los 92 años de edad.
119 Viktor Frankl, Op. Cit, p. 109
86
de las mayores perversiones posibles acerca de la
imagen del hombre.
128 Michel Martin. El fracaso de los derechos del hombre. Verbo, Madrid. N° 188, p 1036-1038
96
En efecto; en la “Declaración de los derechos del
Hombre y del Ciudadano” proclamada por la «Asamblea
Nacional» durante la Revolución Francesa (1789), no hay
más referencia a un «deber» que el señalado en el
artículo 13, donde indica el «deber» de contribuir al
sostenimiento de la fuerza pública y de los gastos del
gobierno. Y en la “Declaración Universal de los Derechos
Humanos” proclamada por la Asamblea General de las
Naciones Unidas en 1948, encontramos también la
ausencia de un señalamiento sobre los deberes
correspondientes a los derechos proclamados, con la
excepción de dos vagas referencias: “Todos los seres
humanos...«deben» comportarse fraternalmente los
unos con los otros” (Art.1°), y “Toda persona tiene
«deberes» (no indica cuáles) respecto a la comunidad”
(Art.29-1).
101
“El artículo 10 de la Declaración de 1789 declaraba que
nadie debía ser molestado por sus opiniones, aun
religiosas. Tres años no habían transcurrido que se
empezó a guillotinar a los que eran sospechosos de no
ser republicanos. Al año siguiente se ejecutó a los que
«no haciendo nada contra la libertad, no habían, sin
embargo, hecho nada por ella» (ley de los sospechosos
del 17 de septiembre de 1793). Los «grandes
antepasados» empezaron entonces a guillotinarse entre
ellos.”133 Así, el hecho concreto es que, mientras la
Asamblea proclamaba los «derechos del hombre», las
cabezas cercenadas de miles de seres humanos
( hombres y mujeres; nobles y plebeyos, e incluso
revolucionarios; con fortuna o sin ella; culpables e
inocentes) eran mostradas públicamente y paseadas en
picas a una multitud que se regocijaba con ese
sangriento espectáculo.
134 GULAG son las siglas en ruso para la “Dirección General de Campos de Concentración”.
103
La extensión de esos “actos de barbarie ultrajante” a
Europa oriental, China, Cuba y el Sudeste asiático, ha
sido motivo de innumerables investigaciones; una de las
más recientes y ampliamente documentada está
plasmada en una obra redactada por seis investigadores
provenientes de distintos ambientes.135 Es
impresionante el número de víctimas que produjeron las
vejaciones de esos regímenes: 80 millones en China, 2
millones en Camboya, etc, pero la frialdad de los
números difícilmente revela la inhumanidad vivida por
tantos pueblos en la segunda mitad del siglo XX.
112
CAPÍTULO SEXTO
La amenaza de la indiferencia
Los antiguos griegos, especialmente los estoicos, daban
distintos significados a la indiferencia (llamada también
adiáfora), como sería el caso de “todo aquello respecto
de lo cual no se siente deseo ni repulsión, por ejemplo,
el hecho de que los cabellos de la cabeza o las estrellas
se encuentren en números pares”147 Pero trasladada a
cuestiones más vitales e importantes, como serían los
de justicia o injusticia, bondad o maldad, verdad o
mentira, la in-diferencia se convierte en una gravísima
amenaza. “La anti-cultura más amenazante hoy es la
indiferencia frente al declive de la libertad (...) «el más
grave desastre que puede amenazar a un pueblo no es
la humillación militar, es la indiferencia de sus
miembros a la forma de su porvenir».”148
Conclusión
Revertir el proceso del “eclipse de lo humano” es hoy,
quizá, el problema más urgente que enfrentan las
sociedades en el inicio del tercer milenio, y para ello es
indispensable fomentar el desarrollo de una verdadera
cultura de respeto a la dignidad de la persona humana.
En la construcción de esta cultura tiene especial relieve
la obligación de afirmar las diferencias entre el hombre
y los demás seres. No debemos olvidar que la tentación
originaria a nuestros primeros padres consistió,
precisamente, en pretender eliminar la diferencia entre
ellos y Dios: “seréis como dioses” (Gn. 3,5). El hombre
no es Dios ni ángel, pero tampoco bestia ni máquina; el
hombre es hombre, nada más y nada menos.
153 Juan Pablo II. Mensaje con ocasión del séptimo centenario de la muerte de San Ivo Hélory. 13 de mayo de
2003
154 Joseph Ratzinger. Dificultades ante la fe en la Europa de hoy. Revista Communio. Mayo-junio 1991. p. 272
121
ÍNDICE
Introducción..................................p.
Capítulo primero...........................p.
DIGNIDAD Y CONDICIÓN DE PERSONA
El concepto de dignidad
¿Por qué el ser humano es superior a los demás entes?
Estructura del ser humano
Capacidades del espíritu humano: la inteligencia
Capacidades del espíritu humano: la libertad
Capacidades del espíritu humano: el amor
Valor absoluto de cada ser humano
Dignidad ontológica y dignidad moral
Capítulo segundo.......................... p.
FUNDAMENTO DE LOS DERECHOS HUMANOS Y
FUNDAMENTO DE LA DIGNIDAD
Fundamentos que no lo son
El fundamento en el Derecho natural
Objeciones al Derecho natural
El Derecho natural, fundamento suficiente para los
derechos humanos, e insuficiente para la dignidad
humana
Otros horizontes de búsqueda
Capítulo tercero............................ p.
122
EL HORIZONTE METAFÍSICO DE LA DIGNIDAD HUMANA
Importancia de la realidad metafísica
La dignidad natural de la persona en la perspectiva
teológica
La dignidad sobrenatural: de imagen a hijo
La dignidad humana en la Doctrina Social de la Iglesia
Capítulo cuarto..............................p.
DESVALORIZACIÓN DE LA PERSONA HUMANA
La primera humillación: el heliocentrismo
La segunda humillación: el evolucionismo
La tercera humillación: el freudismo
Capítulo quinto.............................p.
LA ESPIRAL DE VIOLACIONES A LOS DERECHOS
HUMANOS
Positivismo jurídico y derechos humanos
Primero deberes; después derechos
Breve panorama histórico-jurídico de los derechos
humanos
Situación de los derechos humanos en Francia después
de la Declaración de 1789
Situación de los derechos humanos en el Mundo
después de la Declaración de 1948
Deseos legítimos y falsos derechos
¿Porqué el mundo vive una espiral de violaciones a los
derechos humanos?
Capítulo sexto............................p. 49
URGENCIA DE EDIFICAR UNA CULTURA DE RESPETO A LA
DIGNIDAD HUMANA
La anticultura del desprecio
123
La amenaza de la indiferencia
Conclusión
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