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El constructivismo social es una rama que parte del principio del constructivismo puro y el simple
constructivismo es una teoría que intenta explicar cuál es la naturaleza del conocimiento humano. El
constructivismo busca ayudar a los estudiantes a internalizar, reacomodar, o transformar la información
nueva. Esta transformación ocurre a través de la creación de nuevos aprendizajes y esto resulta del
surgimiento de nuevas estructuras cognitivas (Grennon y Brooks, 1999), que permiten enfrentarse a
situaciones iguales o parecidas en la realidad.
Esta construcción que se realiza todos los días y en casi todos los contextos en los que se desarrolla
la actividad. Depende sobre todo de dos aspectos, a saber: de la representación inicial que se tenga de la
nueva información de la actividad, externa o interna, que se desarrolla al respecto. De esta manera se
puede comparar la construcción del conocimiento con cualquier trabajo mecánico. Así, los esquemas
serían comparables a las herramientas. Es decir, son instrumentos específicos que por regla general
sirven para una función muy determinada y se adaptan a ella y no a otra. Por ejemplo, si se tiene que
colocar un tornillo de unas determinadas dimensiones, resultará imprescindible un determinado tipo de
destornillador.
Si no se tiene, se tendrá que sustituirlo por algún otro instrumento que pueda realizar la misma
función de manera aproximada. De la misma manera, para entender la mayoría de las situaciones de la
vida cotidiana se tiene que poseer una representación de los diferentes elementos que están presentes.
Por ejemplo, si una niña de cinco años asiste por primera vez a una actividad religiosa en la que se
canta, es probable que empiece a entonar «cumpleaños feliz», ya que carece del esquema o
representación de dicha actividad religiosa, así como de sus componentes. Igualmente, si sus padres la
llevan por primera vez a un restaurante, pedirá a gritos la comida al camarero o se quedará muy
sorprendida al ver que es necesario pagar por lo que le han traído. Por lo tanto, Un Esquema: es una
representación de una situación concreta o de un concepto que permite manejarlos internamente y
enfrentarse a situaciones iguales o parecidas en la realidad. Al igual que las herramientas con las que se
ha hecho las comparaciones, los esquemas pueden ser muy simples o muy complejos. Por supuesto,
también pueden ser muy generales o muy especializados.
De hecho, hay herramientas que pueden servir para muchas funciones, mientras que otras sólo
sirven para actividades muy específicas. Es importante insistir en que en cualquier caso la utilización
de estos esquemas implica que el ser humano no actúa sobre la realidad directamente, sino que lo hace
por medio de los esquemas que posee. Por tanto, su representación del mundo dependerá de dichos
esquemas. Por supuesto, la interacción con la realidad hará que los esquemas, del individuo vayan
cambiando.
Es decir, al tener más experiencia con determinadas tareas, las personas van utilizando las
herramientas cada vez más complejas y especializadas. Un esquema muy simple es el que construye un
niño cuando aprende a agarrar los objetos. Suele denominarse esquema de prensión y consiste en
rodear un objeto total o parcialmente con la mano. El niño, cuando adquiere este esquema, pasa de una
actividad motriz desordenada a una regularidad que le permite sostener los objetos y no sólo
empujarlos o taparlos.
De la misma manera, otro esquema sería el que se construye por medio del ritual que realizan los
niños pequeños al acostarse. Suele componerse de contar una pequeña historia, poner las mantas de una
determinada manera y recibir un beso de sus padres. Por tanto, aunque un día el padre o la madre esté
enfermo, el niño pensará que también debe hacer todas esas acciones al acostarse, puesto que todas
ellas componen el esquema de «irse a la cama». De esta manera, lo más, probable es que le pida a
alguien que realice la función de sus padres o, en caso de no conseguirlo, tenga dificultades en
dormirse.
En el caso de los adultos, los esquemas suelen ser más complejos e incluyen las nociones escolares
y científicas. Por ejemplo, la mayoría de las personas tiene un esquema muy definido sobre en qué
consiste su trabajo, pero en algunos casos dicha representación no coincide con la que tienen sus jefes.
Por otro lado, muchas personas tienen un esquema inadecuado de numerosas nociones científicas,
aunque lo haya estudiado repetidamente, e interpretan la realidad según dicho esquema, aunque sea
incorrecto.
La obra de Lev Seminovich Vigotski, haciendo énfasis en los conocimientos que entrega referidos
al ámbito educacional, pasando así por sus posturas más significativas que repercutieron fuertemente en
la época de la revolución Soviética, como lo son su famosa teoría de la Zona del Desarrollo Próximo,
los procesos psicológicos de un individuo, la ley de doble formación del aprendizaje, etc. entregando,
además, las nociones que presenta desde su punto de vista sobre la educación y la pedagogía, y el rol y
valor que le otorga al profesor, la escuela y los recursos educativos.
Vigotski nace en el año 1896 en la ciudad de Bielorrusia (Rusia). En sus primeros años de juventud
se dedica a estudiar medicina. Posteriormente se cambia a la carrera de derecho, estudios que culmina
en el año 1917. Durante su vida demuestra gran interés por la lingüística, la filosofía y la psicología,
por lo que constantemente se dedica a una preparación intelectual en estas áreas. Muere en el año 1934
a la edad de 37 años, a causa de una hemorragia producida por tuberculosis.
Mediación.
Vigotski considera que el desarrollo humano un proceso de desarrollo cultural., siendo la actividad
del hombre el motor del proceso de desarrollo humano. El concepto de actividad adquiere de este modo
un papel especialmente relevante en su teoría. Para él, el proceso de formación de las funciones
psicológicas superiores se dará a través de la actividad práctica e instrumental, pero no individual, sino
en la interacción o cooperación social. La instrumentalización del pensamiento superior mediante
signos, específicamente los verbales, clarifica la relación entre el lenguaje y el pensamiento. (Frawley,
1997).
<<El pensamiento y la palabra no están cortados por el mismo patrón. En cierto sentido existen más
diferencias que semejanzas entre ellos>> (Vigotski, 1962,). El habla es un lenguaje para el
pensamiento, no un lenguaje del pensamiento.
Vigotski propone que el sujeto humano actúa sobre la realidad para adaptarse a ella transformándola
y transformándose a sí mismo a través de unos instrumentos psicológicos que le denomina
"mediadores". Este fenómeno, denominado mediación instrumental, es llevado a cabo a través de
"herramientas" (mediadores simples, como los recursos materiales) y de "signos" (mediadores más
sofisticados, siendo el lenguaje el signo principal). También establece que la actividad es un conjunto
de acciones culturalmente determinadas y contextualizadas que se lleva a cabo en cooperación con
otros y la actividad del sujeto en desarrollo es una actividad mediada socialmente.
A diferencia de Piaget, la actividad que propone Vigotski, es una actividad culturalmente determinada
y contextualizada, es el propio medio humano los mediadores que se emplean en la relación con los
objetos, tanto las herramientas como los signos, pero especialmente estos últimos, puesto que el mundo
social es esencialmente un mundo formado por procesos simbólicos, entre los que destaca el lenguaje
hablado. El lenguaje es la herramienta que posibilita el cobrar conciencia de uno mismo y el ejercitar el
control voluntario de nuestras acciones. Ya no imitamos simplemente la conducta de lo demás, ya no
reaccionamos simplemente al ambiente, con el lenguaje ya tenemos la posibilidad de afirmar o negar,
lo cual indica que el individuo tiene conciencia de lo que es, y que actúa con voluntad propia. En ese
momento empezamos a ser distintos y diferentes de los objetos y de los demás.
La teoría de la actividad y la ZDP nos ofrecen una manera de analizar las relaciones del individuo
con el mundo. Para desarrollar este ensayo se tomarán como base algunas de las categorías o conceptos
centrales que se trabajan en la teoría socio-constructivista o socio-culturalista del ruso Lev S. Vigotski,
tales como interacción social, internalización, plano interpsicológico, plano intrapsicológico, zona de
desarrollo real (ZDR), zona de desarrollo próximo (ZDP) y lenguaje, contenidos en una visión socio-
psico-pedagógica.
Interacción Social.
La forma de estructurar las actividades y presentar los contenidos escolares es la que determina que
éstos sean captados o no, en otras palabras, la interacción en sí y el uso de la comunicación
eminentemente social en el aula, en las interrelaciones de los sujetos interactuantes en el ámbito escolar
es de primera necesidad, lo que enfoca de manera precisa a la interacción social.
Vigotski señala, “El camino que va del niño al objeto y del objeto al niño pasa a través de otra
persona” o sea que el reconstruir las propiedades de un objeto de conocimiento implica el tener que
interactuar con el propio objeto pero además con otro individuo, lo que le da el carácter de interacción
social donde las acciones del uno afectan las del otro. Ahora bien, el propio Vigotski expresó la idea de
que para comprender las acciones realizadas por un individuo se hace necesario, primero, comprender
las relaciones sociales en que ese individuo se desenvuelve lo que da por hecho la necesidad de conocer
el contexto social cotidiano donde el sujeto se apropia del conocimiento ya que éste está determinado
por su propia historia personal y social, es decir, por su interacción como sujeto social.
Lo anterior provoca el aprendizaje tanto social como individual que se interioriza en el individuo,
ello se explica mediante el proceso de internalización.
Internalización.
Al referirse al primer aspecto, el de la internalización, es necesario partir del análisis de las funciones
psíquicas superiores, para arribar a la comprensión de cómo el conocimiento pasa del plano social al
individual, mediante el proceso de interiorización, al respecto Vigotski dice:
Es importante aquí señalar dos líneas en el desarrollo psíquico del ser humano: una natural,
esencialmente biológica y otra social o mejor dicho sociocultural. La primera comprende la formación
de las funciones psicológicas elementales mientras la segunda comprende las superiores
“No es nueva la idea acerca de que las funciones psíquicas superiores no pueden ser
comprendidas sin el estudio sociológico, es decir, que ellos son el producto, no del desarrollo
biológico, sino del desarrollo social de la conducta”.
Entonces, el sujeto nace con ciertas funciones elementales (biológicas) y éstas son la base sobre la
cual se desarrollan las superiores, a través de sistemas psicológicos transicionales adquiridos de manera
social (cultural) a partir del uso de instrumentos, una de las principales herramientas creadas
históricamente es el lenguaje. A partir de él, la humanidad ha evolucionado y se ha revolucionado, pues
éste ha permitido el desarrollo de la comunicación como esencia social.
Regresando al concepto de internalización se dice que este es un proceso a través del cual los sucesos
exteriores pasan al plano interior, o sea que lo que ocurre fuera del individuo pasa al plano de su mente,
al respecto Vigotski dice “llamamos internalización a la reconstrucción interna de una operación
externa” es aquí donde se muestran los otros dos conceptos: el plano interpsicológico y el
intrapsicológico. Para explicitar el uso de éstos, se cita nuevamente a Vigotski:
“Un buen ejemplo de este proceso podríamos hallarlo en el desarrollo del gesto de señalar. Al
principio, este ademán no es más que un intento fallido de alcanzar algo, un movimiento dirigido hacia
cierto objeto que designa la actividad futura. El niño intenta alcanzar un objeto situado fuera de su
alcance; sus manos, tendidas hacia ese objeto, permanecen suspendidas en el aire. Sus dedos se mueven
como si quisieran agarrar algo. En este estadio inicial, el acto de señalar está representado por los
movimientos del pequeño, que parece estar señalando un objeto: eso y nada más.
Cuando acude la madre en ayuda del pequeño y se da cuenta de que su movimiento está indicando
algo, la situación cambia radicalmente. El hecho de señalar se convierte en un gesto para los demás. El
fracasado intento del niño engendra una reacción, no del objeto que desea, sino de otra persona. Por
consiguiente, el significado primario de este fracasado movimiento de apoderarse de algo queda
establecido por los demás. Únicamente más tarde, cuando el niño es capaz de relacionar su fallido
movimiento de agarrar con la situación objetiva como un todo, comienza a interpretar dicho
movimiento como acto de señalar. En esta coyuntura, se produce un cambio en esta función del
movimiento: de un movimiento orientado hacia un objeto se convierte en un movimiento dirigido a otra
persona, en un medio de establecer relaciones. El movimiento de asir se transforma en el acto de
señalar”.
Esta cita permite analizar que la operación externa es cuando el niño intenta coger el objeto y
cuando la madre acude y proporciona el objeto al niño, la situación cambia “el movimiento de asir se
transforma en el acto de señalar”. Por lo tanto, la reconstrucción interna se realiza en esta operación
cuando el pequeño usa el gesto de agarrar, no para el objeto sino que lo enfoca a la madre, para que ésta
le alcance y se lo proporcione, entonces el acto de internalización o de reconstrucción interna se da
mediante una serie de transformaciones que el propio Vigotski define así:
“a) Una operación que inicialmente representa una actividad externa se reconstruye y comienza a
suceder internamente (…)
Es en este sentido que toma efecto la llamada “Ley de doble formación de los procesos psicológicos
superiores” en la que se dice que:
“En el desarrollo cultural del niño, toda función aparece dos veces: primero, a nivel social, y más
tarde, a nivel individual; primero entre personas (interpsicológica), y después, en el interior del
propio niño (intrapsicológica). Esto puede aplicarse igualmente a la atención voluntaria, a la
memoria lógica y a la formación de conceptos. Todas las funciones superiores se originan como
relaciones entre seres humanos”.
Este último principio “Todas las funciones superiores se originan como relaciones entre seres
humanos” da el sentido lógico al tratamiento del aprendizaje y el desarrollo, es además, aquí donde
cobra su razón de ser el docente en su interacción con los contenidos y con los estudiantes, es donde
entran en escena los aspectos comunicativos e interactivos que propician el aprendizaje, aquí los
conceptos de inter-acción o inter-actividad se relacionan directamente con el desarrollo de ámbitos y
habilidades comunicativas para la creación y recreación de conocimientos, donde se puede propiciar el
contexto natural que requiere el trabajo de formación del individuo como ente social, donde la
colectividad encuentra la razón de ser.
El Lenguaje.
Vigotskyi señala el lenguaje como una herramienta y dice que Dewey “Define la lengua como la
herramienta de las herramientas”. Con la ayuda del lenguaje el individuo desarrolla su capacidad de
pensamiento, su inteligencia práctica, por tanto, es necesario explicar la génesis misma del lenguaje
para analizar su función dentro del proceso del aprendizaje.
Un ejemplo al respecto se puede encontrar al escuchar a un niño pequeño que en sus juegos o tareas
habla de sí para sí, es decir, habla solo “piensa en voz alta”, en cambio, los niños más grandes y los
adultos ya no necesitan hablar solos, han interiorizado el lenguaje “hablan en silencio”. El lenguaje es
fundamental en todos los procesos de conocimiento a que el ser humano se enfrente.
En el esfuerzo por buscar una psicología unitaria, que no única, hace decidirse a Vygotski por una
concepción dialéctica de las relaciones entre lo fisiológico o mecánico y lo mental. Rechaza por
completo los enfoques que reducen la psicología a una mera acumulación de reflejos o asociaciones
entre estímulos y respuestas. Vigotski considera necesario partir de una unidad de análisis distinta de la
clásica asociación Estímulo-Respuesta, frente a la idea reactiva del concepto de reflejo.
El concepto de actividad de Vigotski considera que el hombre no se limita a responder a los estímulos
y las respuestas. Frente a las cadenas de estímulos y respuestas, la actividad es un proceso de
transformación del medio a través del uso de instrumentos. Al igual que Piaget, se trata de una
adaptación activa, en lugar de refleja o mecánica como en el conductismo basada en la interacción del
sujeto con su entorno. Sin embargo, la posición de Vigotski también diferirá de la de Piaget al
interpretar el ciclo de actividad, no sólo en lo que se refiere al origen de estos instrumentos de
mediación y a las relaciones entre aprendizaje y desarrollo en su adquisición, sino también en cuanto a
la orientación de esa actividad.
Vigotski distingue dos clases de instrumentos en función del tipo de actividad que hacen posible. El
tipo más simple de instrumento sería la herramienta que actúa materialmente sobre el estímulo,
modificándolo. La cultura proporciona al individuo las herramientas necesarias para modificar su
entorno, adaptándose activamente a él. Pero para Vygotski existe un segundo tipo de instrumento
mediador, de diferente naturaleza, que produce una actividad adaptativa distinta. Además de
proporcionar herramientas, la cultura está constituida fundamentalmente por sistemas de signos y
símbolos que median en nuestras acciones.
El sistema de signos usado con más frecuencia es el lenguaje hablado, pero hay otros muchos
sistemas simbólicos que median en nuestras acciones. La diferencia entre ambos tipos de instrumentos
queda clara en las siguientes palabras de Vigotski, la función de la herramienta no es otra que la de
servir de conductor de la influencia humana en el objeto de la actividad; se halla externamente
orientada y debe acarrear cambios en los objetos. Es un medio a través del cual la actividad humana
externa aspira a dominar y triunfar sobre la naturaleza.
Por otro lado, el signo no cambia absolutamente nada en el objeto de una operación psicológica. Así
pues, se trata de un medio de actividad interna que aspira a dominarse a sí mismo; el signo, por
consiguiente, está internamente orientado. Son los signos, como mediadores que modifican al sujeto y,
a través de éste, a los objetos, los que tienen mayor interés para la psicología cognitiva.
Según Vigotski, los instrumentos de mediación, incluidos los signos, los proporciona la cultura, el
medio social. Pero la adquisición de los signos no consiste sólo en tomarlos del mundo social externo,
sino que es necesario interiorizarlos, lo cual exige una serie de transformaciones o procesos
psicológicos, en este sentido como en tantos otros, la posición de Vygotski manteniéndose fiel a sus
creencias constructivistas y en la terminología actual, organicista, establece ideas asociacionistas según
las cuales los significados están en la realidad y sólo es necesario abstraerlos por procedimientos
inductivos.
La posición vigotskiana, aunque más próxima a la idea constructivista de Piaget, incorpora también
de un modo claro y explícito la influencia del medio social. Para él, el sujeto ni imita los significados
como sería el caso del conductismo ni los construye como en el caso de Piaget, sino que literalmente
los reconstruye. Vigotski presenta varios ejemplos de reconstrucción del significado exterior en
significado interior.
El carácter mediador, o si se quiere reconciliador, de la posición de Vigotski con respeto al origen del
conocimiento es igualmente patente en el caso de las relaciones entre aprendizaje y desarrollo. La ley
de la doble formación se aplica también a estas relaciones. Mientras que el asociacionismo niega la
existencia de un desarrollo independiente de los procesos de aprendizaje asociativo o en otras palabras
reduce a todo desarrollo a aprendizaje, en tanto Piaget adopta una posición inversa, al negar relevancia
a los aprendizajes asociativos para la equilibración, que es el motor fundamental del desarrollo.
Vigotski considera que, de acuerdo con la Ley de la doble formación, el proceso de aprendizaje
consiste en una internalización progresiva de instrumentos mediadores. Por ello debe iniciarse siempre
en el exterior, por procesos de aprendizaje que sólo más adelante se transforman en procesos de
desarrollo interno. En consecuencia Vygotski entiende que el aprendizaje precede temporalmente al
desarrollo. También estima que el desarrollo potencial es el que debe atraer el mayor interés no solo de
psicólogos sino también de educadores. En sus estudios sobre la formación de conceptos, Vigotski
parte de la idea de que ésta no puede reducirse a meras conexiones asociativas, una idea contraria a las
teorías pavlovianas que predominarían en la psicología soviética durante muchas décadas.
Existen dos áreas de investigación complementarias en las que la aplicación de las ideas de Vigotski
pueden resultar particularmente fructíferas. Los estudios sobre formación de categorías naturales como
conceptos probabilísticos, apoyados en los trabajos de Rosch, han desembocado, en los últimos años,
hacia una rehabilitación de los conceptos como estructuras lógicas, dando lugar a un nuevo dualismo en
los modelos de formación de conceptos. Las ideas de Vigotski sobre las relaciones entre ambos tipos de
representaciones conceptuales pueden ser un marco adecuado para desarrollar modelos integradores y
no dicotómicos. También los estudios sobre la influencia de las concepciones espontáneas de los
alumnos en el aprendizaje de la ciencia pueden beneficiarse de estas ideas. La gran virtud de la teoría
vigotskiana es no sólo diferenciar esos dos sistemas conceptuales y los mecanismos mediante los que
se adquieren, sino sobre todo volverlos a unir una vez diferenciados. Al considerar que el aprendizaje
por asociación y por reestructuración, no se excluyen sino al contrario, se necesitan el uno al otro.