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El idiota

l llegar a San Petersburgo, entra en contacto con la familia del general Iván Fiódorovich
Yepanchín, su esposa Lizaveta Prokófievna Yepanchiná, y sus hijas Aleksandra, Adelaida y
Aglaya Ivánovna. Su carta de presentación es el supuesto parentesco que existiría entre el
príncipe y Yelizaveta Prokófievna; Myshkin se presenta en la casa de los Yepanchín vestido
humildemente y con un hatillo como único equipaje; el mayordomo lo mira con desconfianza
cuando pide hablar con el general Yepanchín, y se confunde mucho más cuando el príncipe
en su inocencia lo trata como a un igual (gesto tomado luego por los Yepanchín como de
"demócrata"). El general lo recibe finalmente en su despacho, y el príncipe le aclara que no
va en busca de dinero, sólo de consejo y para conocer a sus parientes, lo que sorprendió
aún más al general e hizo que se interesara en ese peculiar individuo. Le ofreció encontrarle
trabajo, y le preguntó qué hacía; el príncipe resultó ser experto en caligrafía, cosa que pudo
comprobar también Gavrila Ardaliónovich Ívolguin (Gania), que entonces era secretario del
general Yepanchín, y se encontraba con ellos en ese momento. En su primer encuentro con
Gania, el príncipe conoció en foto a Nastasia Filíppovna, por quien después sentiría gran
compasión (hay que recordar que el príncipe confundía la compasión con el amor para
entender el final del libro) y que en la primera parte del libro era la prometida de Gania.
Cuando el general se hubo retirado, el príncipe Myshkin fue presentado a Yelizaveta (esposa
del general) y sus tres hijas, que estaban desayunando en el cuarto de estar. Ellas lo
interrogan satirizando la conversación, sobre todo Aglaya, quien gozaba burlándose de él.
Entonces el príncipe les contó sobre su estadía en Suiza, y su opinión sobre la pena de
muerte

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