Sei sulla pagina 1di 29

LA INMIGRACIÓN RUSA EN EL PARAGUAY: Los primeros contactos entre el

Imperio Zarista de Rusia y la República del Paraguay datan de tiempos del


gobierno de Francisco Solano López (1862-1870) y se formalizaron a principios
del siglo XX durante el gobierno provisional del presidente Emiliano González
Navero (1908-1910) con la acreditación del conde Mauricio Prozar. Asimismo,
durante la presidencia constitucional de Eduardo Schaerer Vera y Aragón (1912-
1916) se profundizan los lazos que en un futuro no muy lejano permitiría la
llegada de los exiliados rusos al Paraguay. En efecto, y como consecuencia de la
revolución bolchevique (1917) y el terror rojo (1918) se produce la emigración
blanca, conocida también como éxodo ruso, la más intensa registrada (1917-1920)
iniciando una verdadera diáspora cuyo número de desplazados, según distintos
autores, osciló entre uno y dos millones de rusos anticomunistas. A diferencia de
otras anteriores, no se limitó a Europa, sino que cruzó el Atlántico teniendo como
principales destinos los Estados Unidos y Canadá en América del Norte y
Argentina, Uruguay, Brasil, Chile y Paraguay en Sudamérica. El presente artículo
hará una breve aproximación a las relaciones bilaterales entre ambas naciones, el
inicio de la inmigración rusa en el Paraguay y los aportes de esta comunidad en la
defensa y desarrollo del país.

RUSSIAN IMMIGRATION IN PARAGUAY: The first contacts between the Tsarist


Empire of Russia and the Republic of Paraguay date from the time of the
government of Francisco Solano López (1862-1870) and were formalized at the
beginning of the 20th century during the provisional government of President
Emiliano González Navero (1908-1910) with the accreditation of Count Mauricio
Prozar. Also, during the constitutional presidency of Eduardo Schaerer Vera y
Aragón (1912-1916) ties are deepened that would allow, in a not too distant
future, the arrival of Russian exiles to Paraguay. As a result of the Bolshevik
revolution (1917) and the Red Terror (1918), White emigration, also known as the
Russian exodus, in its most intense recorded period (1917-1920), initiated a real
diaspora whose number of displaced, according to different authors, ranged from
one to two million anticommunist Russians. Unlike previous exoduses, it was not
limited to Europe, but it also crossed the Atlantic Ocean with the United States and
Canada as its main destinations in North America and Argentina, Uruguay, Brazil,
Chile and Paraguay in South America. This article will give a brief account of the
bilateral relations between the two nations, the beginning of the Russian
immigration into Paraguay and the contributions of this community in the defense
and development of the country.

Por Eduardo Nakayama1

1Abogado por la Universidad Nacional de Asunción (Paraguay), posgraduado internacional en Dirección Estratégica por la
Universidad de Belgrano (Buenos Aires, Argentina) y masterando en Historia por la Universidade de Passo Fundo (Río
Grande do Sul, Brasil). Actualmente investiga la historia paraguaya, principalmente la segunda mitad del siglo XIX con
énfasis en la Guerra de la Triple Alianza (1864-1870) y la historia política de la primera mitad del siglo XX incluyendo la
Guerra del Chaco (1932-1935).
LA INMIGRACIÓN RUSA EN EL PARAGUAY

Introducción: los primeros contactos del Paraguay con la Rusia Imperial

Los primeros contactos diplomáticos entre la República del Paraguay y el


Imperio Ruso tuvieron lugar en el año 1862, cuando en octubre de ese año el
brigadier general Francisco Solano López se hizo definitivamente a cargo de la
presidencia. En aquella oportunidad, además de las comunicaciones protocolares
remitidas a todas las naciones con las que el país ya mantenía relaciones, se
enviaron notas al reino de Dinamarca, al rey Guillermo III de Holanda, al Consejo
Federal Suizo y al gobierno imperial ruso.2
Coincidentemente, mientras el imperio zarista ruso se reponía de la Guerra
de Crimea (1853-1856) contra las fuerzas combinadas del imperio británico, el
segundo imperio francés, el imperio otomano y el reino de Cerdeña, el Paraguay
estaba a punto de embarcarse en una apocalíptica campaña conocida como la
Guerra de la Triple Alianza (1864-1870), también contra fuerzas combinadas muy
superiores integradas por la Argentina, el Brasil y el Uruguay.
Increíblemente, la principal fortaleza rusa durante la campaña de Crimea:
Sebastopol, se hizo mundialmente célebre por la resistencia al sitio de los ejércitos
combinados; de la misma manera una década después lo haría la fortaleza
paraguaya de Humaitá durante la larga campaña homónima que duró de 1866 a
1868 resistiendo al sitio de los ejércitos de la triple alianza y que fue conocida
como “la Sebastopol de América.”3
Por su parte, los soldados paraguayos que pelearon contra la Triple Alianza
varias veces fueron llamados los “rusos sudamericanos” por su tenacidad en el
combate, llevando la guerra al extremo con uno de los primeros ejemplos de
guerra total que conoció el mundo moderno y el exterminio de gran parte de su
población masculina. El final de la guerra con la muerte del mariscal Francisco
Solano López el 1 de marzo de 1870 en Cerro Corá marcó el fin de la época de los
López4 y el inicio del período conocido como posguerra (1870-1904).

2 SCHMITT, Peter A. Paraguay y Europa 1811-1840. Asunción: El Gráfico, 1990 p. 232-233


3 NAKAYAMA, Eduardo y NAKAYAMA, Mateo. La Fortaleza de Humaitá: la Sebastopol de América. Asunción: Servilibro, 2015
4 Así se conoce al período comprendido entre los años 1841 a 1870, cuando el Paraguay estuvo gobernado por don Carlos

Antonio López Ynsfrán (1841-1862), sucedido luego por su hijo Francisco Solano López Carrillo (1862-1870)
En este nuevo período se registra una comunicación oficial donde el
presidente, general Bernardino Caballero (1880-1886) saluda al zar Alejandro III
de Rusia informándole de su asunción a la primera magistraturacomo presidente
constitucional “con el particular esmero de cultivar y hacer cada vez más estrechas
las relaciones amistosas que existen entre el Paraguay y ese Imperio.”5
Durante el gobierno del presidente general Juan Bautista Egusquiza (1894-
1898), la Legación del Paraguay en Londres remitió una carta al gobierno imperial
buscando la designación de un cónsul general para su traslado a Asunción. Sin
embargo, este nombramiento demoraría más de una década.6
El primer ruso cuyo importante aporte quedó grabado en la historia
paraguaya-comenta la investigadora Lucía GiovineGramatchicoff-fue el doctor
Rodolfo Ritter7 que llegó al Paraguay en el año 1902: economista, matemático,
abogado y periodista, difundió las modernas concepciones de las ciencias
económicas a través de publicaciones y conferencias.8

El impulso del gobierno paraguayo a la inmigración (1904-1936)

El año 1904 marca un hito importante en la historia paraguaya con el


ascenso del Partido Liberal al gobierno, desplazando al hasta entonces hegemónico
Partido Colorado, cuyos principales exponentes habían estado en el poder desde
antes de la fundación de estas agrupaciones políticas, como miembros de la facción
bareirista-caballerista9 de mediados de la década de 1870.
La inmigración extranjera con la instalación de contingentes de colonos,
principalmente de origen alemán e italiano se inició a fines del siglo XIX. No
obstante, durante la Era Liberal (1904-1936) se dio nuevo impulso a la venida de

5 Carta del general Bernardino Caballero a S.M.I. Alejandro III de fecha 4 de diciembre de 1882. Archivo Diplomático de la
República del Paraguay
6 Carta de la Legación del Paraguay en Londres de fecha 24 de mayo de 1897. Archivo Diplomático de la República del
Paraguay
7 Fundó y dirigió el semanario El Economista Paraguayo de 1908 a 1923 y a sus esfuerzos se debe la creación de la Oficina de

Cambios en 1916, embrión del Banco Central del Paraguay. Ritter fue asesor económico de los gobiernos de los doctores
Eligio Ayala (1924-1928) y José Patricio Guggiari (1928-1932) habiendo sido clave en la llegada de muchos rusos al
Paraguay
8 GIOVINE GRAMATCHICOFF, Lucía E. Aporte de los inmigrantes rusos al desarrollo del Paraguay. Asunción: Ministerio de

Relaciones Exteriores, 2009 p. 1


9 Cándido Bareiro era el líder de la facción, secundado militarmente por el veterano de la Guerra de la Triple Alianza general

Bernardino Caballero desde las revoluciones de 1873 y 1874. Bareiro fue presidente del Paraguay en 1878 muriendo en
1880 y siendo sucedido por Caballero, quien después de terminar dicho período en 1882 se postuló para otro mandato de
cuatro años (1882-1886)
inmigrantes de varios países europeos, e incluso del Japón con la fundación de la
colonia La Colmena a fines de aquel período y antes de la Segunda Guerra
Mundial.10
En 1909 se inician oficialmente las relaciones bilaterales entre el Imperio
Ruso y la República del Paraguay con la acreditación del conde Mauricio Prozar,
primer enviado extraordinario y ministro plenipotenciario de Rusia en Paraguay
“gentilhombre de la Cámara de Su Majestad el Emperador de todas las Rusias”
cuando el Paraguay se hallaba atravesando una profunda crisis política interna por
la disputa entre las dos principales facciones del Partido Liberal –los cívicos y los
radicales-.
El gobierno paraguayo, encabezado entonces por el doctor Emiliano
González Navero (1908-1910) agradeció el nombramiento del ministro Prozar a
través de una nota donde lo acreditaba como tal retribuyendo el gesto “muy
sinceramente formulándolos, a mi vez, por el ilustre monarca que os envía, y por
su grande y poderoso imperio, y podéis contar con toda la cooperación de mi
gobierno en el desempeño de vuestras tareas y con él hará todo esfuerzo por
sostener las relaciones directas hoy inauguradas con vuestra misión.”11
El año 1912 marcaba el inicio de una época de estabilidad política en el
Paraguay con el ascenso de Eduardo Schaerer Vera y Aragón (1912-1916) a la
presidencia. Una de sus primeras medidas en materia exterior, fue buscar el
estrechamiento de las relaciones con el Imperio de Rusia informando al zar Nicolás
II sus buenas intenciones, que servirían para dejar la puerta abierta a los rusos que
cinco años después, en plena Primera Guerra Mundial, vivirían la Revolución Rusa
de 1917 y que cambiaría para siempre la historia del país y en alguna medida,
también la del Paraguay.
En plena guerra mundial, en Rusia el Partido bolchevique dirigido por
Vladímir Lenin, junto con los trabajadores y soldados de Petrogrado, derrocaron al
gobierno provisional, formándose el gobierno del Sovnarkom. Los bolcheviques se
nombraron a sí mismos líderes de varios ministerios del gobierno y tomaron el
control del campo, creando la checa, organización de inteligencia política y militar
para aplastar cualquier tipo de disidencia. Para poner fin a la participación de
10KASAMATSU, Emi. La presencia japonesa en el Paraguay. Asunción: Universidad Católica, 1997.
11 Del doctor Manuel Gondra (?), ministro de Relaciones Exteriores del Paraguay al conde Mauricio Prozar, enviado
extraordinario y ministro plenipotenciario de Rusia en Paraguay de fecha 14 de (agosto?) de 1909. Número 529 (con firma
de copia conforme del oficial mayor de relaciones exteriores). Archivo Diplomático de la República del Paraguay.
Rusia en la Primera Guerra Mundial, los líderes firmaron el Tratado de Brest-
Litovsk con Alemania en marzo de 1918.
Estalló una guerra civil en Rusia entre los “rojos” bolcheviques y los
“blancos” antibolcheviques, que contó con el apoyo de las grandes potencias. El
período conocido como terror rojo que sucedió a la derrota de los blancos impulsó
el famoso éxodo ruso o emigración blanca, que incluía además a ex oficiales del
Ejército Imperial del Zar Nicolás II y otros grupos que terminarían recalando en el
Paraguay.
La guerra civil fue vencida por los comunistas esencialmente en el año
1920. En marzo, el ejército blanco de Anton Denikin prácticamente estaba
deshecho. En agosto, los rusos rojos fueron derrotados por el ejército polaco cerca
de Varsovia, que hizo concesiones razonables, permitiendo que los polacos
satisfechos se retirasen de la guerra. En noviembre de ese mismo año, el ejército
rojo capturó el puerto de Sebastopol, en el sur, pero sólo en el año 1922 fue
reintegrado el puerto de Vladivostok en el extremo este, sellando la suerte de los
disidentes que no tuvieron otra alternativa de doblegarse al nuevo orden
imperante, emigrar a cualquier parte o bien, sufrir las consecuencias de ser
opositores en medio de uno de los regímenes más totalitarios de la historia
moderna.12

La inmigración en Paraguay antes de la Guerra del Chaco

Paralelamente, y aunque no tenía relación directa con los últimos


acontecimientos en Rusia, el gobierno paraguayo iniciaba conversaciones en New
York con representantes de la iglesia menonita. Estos colonos habían emigrado de
Prusia a las riberas del río Dniéper en Rusia en la mitad del siglo XIX y después a
Canadá, buscando mayor autonomía y respeto a sus preceptos religiosos que les
proscribía, por ejemplo, ser alistados en el ejército o incluso, prestar servicio
militar.
En 1920 asumía como presidente del Paraguay Manuel Gondra, convencido
en dar un nuevo impulso a la inmigración de colonos de origen europeo. Su
gabinete estaba integrado por grandes estadistas de igual pensamiento como su

12 BLAINEY, Geoffrey. Uma breve história do século XX. Sao Paulo: Fundamento, 2009 p. 82
ministro de Relaciones Exteriores, doctor Eusebio Ayala y el de Hacienda, doctor
Eligio Ayala, quien regresaba de una prolongada estadía por Europa. Este grupo,
que representaba a su vez la elite política e intelectual paraguaya, sería conocido
como los sako pukú.13
La llegada del primer contingente de menonitas fue proyectado
minuciosamente, habiéndole antecedido una expedición en 1919 encabezada por
el noruego Fred Engen que partiendo desde Puerto Pinasco en la ribera occidental
del río Paraguay debía penetrar el Chaco en dirección Oeste a fin de buscar tierras
aptas para el asentamiento de los menonitas. En su informe, Engen escribía al
general retirado estadounidense Samuel Mc Roberts (1868-1947), representante
de la Iglesia Mennonita “I have found the promised land” (he hallado la tierra
prometida).14
Con el visto bueno de los colonos y la aprobación del gobierno paraguayo,
que de esta manera buscaba continuar su plan de ocupación civil del territorio
chaqueño, en disputa con Bolivia, se promulgó la Ley 514/21, conocida como la
“Ley de los menonitas”, después de una reunión que el mismo general Mc Roberts
mantuvo en Asunción con el presidente Gondra y el doctor Eusebio Ayala,
involucrando además a la Iglesia Católica y a la empresa de Carlos Casado,
sentándose las bases para la colonización menonita, que los periódicos de la capital
paraguaya daban por hecho.15
Durante el año 1921 llegaron al Paraguay los siguientes inmigrantes, que
clasificados por nacionalidades son: paraguayos (repatriados) 6, argentinos 9,
italianos 7, españoles 5, franceses 6, inglés 1, alemanes 369, austriacos 2, alsaciano
l, belgas 6, suizos 130, norteamericanos 5, finlandeses 4, dinamarqueses 1,
checoslovaco 1, escocés 1 y rusos 7. Total: 557.16
Los menonitas no vendrían sino algunos años después, pues durante los
años 1922-1923 el Paraguay sufría la última revolución de la Era Liberal
enfrentando a los sako pukú (liderados por Gondra) y los sako mbyky (liderados
por el ex presidente Schaerer), lo que retrasó la venida de nuevos inmigrantes,

13 Sako pukú = sacos largos. Hace alusión al tipo de sacos de moda en los Estados Unidos y Europa que fueron introducidos al
Paraguay y puestos a la moda por estos líderes, y que rápidamente encontrarían resistencia interna por la facción de los
sako mbyky (sacos cortos) que representaban al sector más tradicionalista y local
14 REDEKOP, Calvin; KRAHN, Victor & STEINER, Samuel J. Anabaptist / Mennonite faith and economics. Lanham: University

Press of America, 1994


15 KLASSEN, Peter P. Kaputi Mennonita. Asunción: Imprenta Modelo, 1976 p. 41

16 Memoria del Ministerio de Hacienda correspondiente al año fiscal de 192. Asunción: Imprenta Nacional, 1922. pp. 21-24
principalmente la esperada menonita. Esta corriente migratoria, que como dijimos
no guarda relación con la de los rusos blancos, debe ser mencionada por la
importancia histórica del establecimiento de los menonitas en el Chaco, que es
tratada por Walter Quiring (1893-1983) en su libro “Alemanes de Rusia buscan
una patria”.17
Retomando el hilo a la inmigración de rusos blancos, una vez finalizado el
enfrentamiento entre las facciones con la victoria del sector gubernista –los sako
pukú- durante la presidencia del doctor Eligio Ayala llegaba a Asunción, el 8 de
marzo de 1924, el ex General de la Armada Imperial Rusa, Ivan Timofeievich
Belaieff, más conocido como Juan Belaieff. Apenas arribado fue contratado como
profesor de fortificaciones en la Escuela Militar de Asunción y desde ahí se
relacionó rápidamente con las autoridades paraguayas, a quienes les solicitó
autorización para invitar a sus compatriotas que no encontraban ubicación, a fin
de radicarse en el Paraguay.18
El gobierno paraguayo le autorizó a invitar a una docena de técnicos rusos
para trabajar en el Ministerio de Guerra y Marina, en tiempos que las fuerzas
armadas paraguayas se hallaban preparando la defensa del Chaco ante una
inminente guerra con Bolivia. Así llegaron el ex general Nicolás Ern, los Ingenieros
Boris Makovsky, Jorge Shmagailoff, Alejandro Piatnisky, Eugenio Avramenko, el
técnico en electricidad Wadin Sakharoff, el médico militar Eugenio Tímchenko, los
artilleros Igor y León Orangerieff y el ex capitán de fragata Jason Tumanoff,
incorporados al ejército y la armada paraguaya en calidad de técnicos desde mayo
de 1925.19
En diciembre de ese mismo año llegaba, especialmente invitado por el
gobierno paraguayo el ex profesor de la Academia de Ingenieros de San
Petersburgo, ingeniero Sergio Bobrovsky con la misión de organizar el
Departamento Nacional de Obras Públicas. Bobrovsky lideró el grupo de técnicos
rusos que en 1926 formaron la "Unión de Técnicos Rusos en el Paraguay", con fines
científicos, pero también con la intención de ayudar a sus colegas de ultramar e
invitarlos a radicarse en el Paraguay.20

17 QUIRING, Walter. Russlanddeutsche suchen eine Heimat: die deutsche Einwanderung in den paraguayischen Chaco.
Karlsruhe: H. Schneider, 1938
18 GIOVINE GRAMATCHICOFF, Lucía E. Aporte de los inmigrantes rusos al desarrollo del Paraguay. Op. Cit. p. 1
19 Id. Ibid. p. 2
20 Loc. Cit.
Así fueron llegando los ingenieros Alejo Kachirsky, Alejandro Bohomolez,
Boris Vorobieff, Bladimiro Baschmakoff, el ingeniero y arquitecto Juan Isakov, el
topógrafo agrimensor Vitali Yakubovsky, el constructor Nicolás Ugodsky y otros,
que definieron la política vial del Paraguay con la realización de trazados y la
proyección de puentes para los principales caminos introduciendo la técnica del
hormigón armado, que lo aplicaron por primera vez en la construcción del puente
sobre el Arroyo Ytaí, en el camino que une Asunción con Luque.
El gobierno del presidente Eligio Ayala se ocupó de preparar técnicos
nacionales que fueron asignados a las obras para acompañar a los rusos, y fue así
que los ingenieros Alejandro Bibolini y Juan Nacimiento colaboraron en la
preparación de un plan de estudios para la creación de la Facultad de Ciencias
Físicas y Matemáticas. También colaboraron en la elaboración de dicho plan de
estudios el ingeniero Alejandro Piatnisky, el técnico en electricidad Wadin
Sakharoff y el topógrafo agrimensor Vitali Yakubovsky.21
El 10 de marzo de 1926 se fundó la Facultad de Ciencias Físicas y
Matemáticas, de la Universidad Nacional de Asunción, siendo el primer Decano el
ingeniero Sergio Bobrovsky. Entre la nómina de profesores del primer curso,
además de él figuraban los ingenieros Jorge Shmagailoff y Jorge Fisher. Más
adelante fueron invitados desde Europa para venir a enseñar en la Facultad, el
doctor matemático Sergio Sispanov, el ingeniero de minas Sergio Conradi, el
ingeniero Nicolás Krivoschein y el ingeniero arquitecto Nicolás Snarsky.22
El doctor Eligio Ayala, antes de dejar el gobierno, tuvo la satisfacción de ser
testigo de la llegada de los menonitas al Paraguay, a quienes recibió en la rada de
Asunción hablándoles en perfecto alemán. El primer contingente compuesto por
los emigrados de Rusia a Canadá en 1877 llegó a Asunción en 1926 y los primeros
menonitas de Rusia llegaron en 1927.
Todos ellos sin embargo, serían destinados a las tierras del Chaco. La
emigración de menonitas de la Unión Soviética a Alemania seguía, y a la par, los
contactos para traerlos al Paraguay. Otros contingentes menonitas prófugos de
Rusia y recogidos en China llegan al Paraguay fundando la colonia Fernheim.
Por su parte, “los inmigrantes rusos que ya estaban instalados y trabajando

21 Id. Ibid. p. 3
22 Loc. Cit.
en el Paraguay necesitaban de su cultura y de su religión” por lo que trabajaron
para crear la Iglesia Ortodoxa Rusa en Asunción, consagrada en octubre de 1928,
ya bajo la presidencia del doctor José Patricio Guggiari.
Referente a los refugiados menonitas de la Unión Soviética, el diario alemán
de Buenos Aires, el Plata Post, publicaba en 1930 un artículo que decía que
“además de los menonitas, hay en Paraguay y Argentina otros alemanes; y que se
les da un buen recibimiento a los menonitas que llegan de Rusia, al cual asisten el
presidente y otras importantes autoridades del país; el embajador de Alemania
von Büllow y destacados miembros de la comunidad germana en la capital de la
república paraguaya.”23
El general Belaieff seguía invitando a más oficiales rusos que eran
incorporados a las fuerzas armadas paraguayas, como el caso de Alejandro Von
Eckstein, natural de Kerch (Crimea), quien luego del asesinato de su padre, el
ingeniero Jorge Friedrich Von Eckstein, pasó de Helsinski a Reval, después a Praga,
en 1927 a Bélgica, al año siguiente a Francia, en 1930 al Uruguay y finalmente al
Paraguay.24
La primera inmigración de rusos blancos al Paraguay (1924-1930) por
tanto coincide con la llegada de los menonitas al Chaco. Mientras éstos se hallaban
exentos de cumplir con el enrolamiento por motivos religiosos, aquellos no sólo se
alistaban voluntariamente, sino que muchos vinieron a sabiendas de la inminencia
del conflicto con Bolivia, conocido como la Guerra del Chaco (1932-1935).
Debido al tipo de registro migratorio caracterizado por los pasaportes
colectivos, no existe una estadística exacta de la nacionalidad de los inmigrantes
rusos (por nacimiento), puesto que muchos de ellos se hallaban incluidos en los
contingentes menonitas y con mucha frecuencia mimetizadoscon polacos,
ucranianos, otros grupos eslavos, bálticos e incluso de origen judío.

Los oficiales rusos blancos en la Guerra del Chaco

Aproximadamente 70 ex oficiales rusos blancos tuvieron activa y destacada


participación en toda la contienda tanto en el frente de batalla como en la

23 HERNÁNDEZ MEDINA, Juan José. Los menonitas germanoparlantes en Paraguay: su lengua, literatura y forma de vida.
Almería: Universidad de Almería, 2004 p. 18
24 VON ECKSTEIN, Alejandro. Pitiantuta: Petróleo vs. Patria Potestad. Asunción: Imprenta de las FFAA, 1986
retaguardia, trabajando incansablemente en los Arsenales de Guerra y Marina, así
como en la Sanidad Militar en Asunción. Varios oficiales rusos comandaron
grandes unidades militares, como el mayor Nicolás Hodoley, comandante del R.I. 8
“Piribebuy”; el mayor Leónidas Lesch, comandante del R.I. 12 “Rubio Ñu”; el mayor
Sergio Kern, comandante del R.I. 16 “Mariscal López”; el mayor Nicolás Chircoff,
comandante del regimiento de infantería “Batallón 40”; el mayor Jorge Butlerov,
comandante del R.C. 4 “Acá Carayá”; mayor Nicolás Korsakoff, organizador y
comandante del R.C. 9 “Capitán Bado”.25
El primer oficial ruso que murió en la Guerra del Chaco, fue un cosaco de la
región del río Don, el capitán Vasili Oréfiev-Serebriakov. Comandó un batallón
durante el asalto de Boquerón, donde se desarrollaron los principales combates al
inicio de la Guerra del Chaco. El capitán ruso llevó a los soldados paraguayos al
ataque exclamando: “¡Adelante, a Boquerón! ¡Viva el Paraguay!”.
Oréfiev-Serebriakov cayó en el ataque cuando faltaban solo unos metros
hasta la primera línea de defensa. Los soldados sacaron a su comandante herido de
muerte del campo de batalla. Sus últimas palabras fueron: “He cumplido la orden.
¡Lindo día para morir!”. Después de su muerte, le concedieron el Grado de Mayor
(HC) del Ejército Nacional. En su honor, un puesto militar recibió su nombre:
Fortín Serebriakoff (transliteración local del apellido Serebriakov, tal como se ve
en los demás casos, Vgr. Korsakov en Korsakoff, etc.).26
El capitán Boris Kasiánovse ganó el aprecio y respeto de todos sus
subordinados y camaradas, al punto que le pusieron el cariñoso apodo de: “nene”.
Uno de sus suboficiales incluso escribió que “estaban dispuestos a seguir a su
comandante ruso hasta a “la boca del diablo”. Su escuadrón tuvo que enfrentarse a
fuerzas bolivianas superiores. Los soldados paraguayos recordaronque el capitán
ruso había cubierto con su cuerpo la enorme ametralladora del enemigo. El
informe oficial decía que “el capitán Kasiánov murió como un héroe, haciendo
callar la ametralladora del enemigo a costa de su propia vida”.27
Pero aún muerto, Kasiánov escribió otra página en la historia. Desde su
época de estudiante en Moscú, Kasiánov trabó una gran amistad con Nikolái
Yemeliánov. Cuando empezó la Primera Guerra Mundial los dos se alistaron como

25 PARAGUAY EN LA VISIÓN DE DOS SIGLOS (1811-2011). Asunción: Mercurio, 2012 pp. 703-704
26 ALEXANDRÓVA, María. Los rusos, héroes de Paraguay. Revista Digital Russia Beyond, edición del 25 de enero de 2017
27 Loc. Cit.
voluntarios en el ejército, hicieron un curso exprés en la escuela militar de
caballería y se marcharon directamente al frente. Después llegó la Revolución, la
Guerra Civil, y los amigos perdieron el contacto.28
Borís Kasiánov se fue a Paraguay invitado por el general Beliáev, mientras
que Nikolái logró establecerse en París, encontró trabajo en un banco y más tarde
abrió su propia oficina jurídica. Cuando se enteró, a través de un periódico de
inmigrantes, que en el lejano Paraguay murió su amigo Borís, cerró su negocio en
París y viajó a Paraguay para sustituir a su amigo caído.El Ministro de Asuntos
Exteriores de Paraguay llamó entonces a Yemeliánov “el romántico caballero de
Rusia, movido por la gran fuerza del espíritu, el anhelo de justicia y el sentimiento
del deber ante su compañero caído”. El capitán ruso se puso al frente de un
escuadrón de 50 combatientes. Tras ser herido, tuvo que retirarse del campo de
batalla.29
No existe manera de condensar en un artículo como éste la cantidad de
historias y anécdotas de los numerosos oficiales rusos que entregaron su vida en
defensa de los intereses de su patria adoptiva: el Paraguay. Grande es el respeto y
la admiración que hasta hoy día inspiran sus historias de vida, lejos de su nación,
en medio de dificultades de todo tipo, debiendo aprender nuevos idiomas,
adaptarse a la cultura local, un clima totalmente distinto, etc.
En plena Guerra del Chaco, el nuevo presidente doctor Eusebio Ayala
trabajaba incansablemente en la dirección general de la guerra, atendiendo las
cuestiones militares con el comandante José Félix Estigarribia, así como los
aspectos diplomáticos, a los que prestaba especial cuidado, dada su condición de
hombre de paz. Por ello, durante la contienda no desatendió los asuntos internos
mirando la proyección del país a futuro, priorizando la educación pública, la
producción agrícola a fin de mantener el suministro tanto en el frente como en la
retaguardia, y finalmente, los planes a largo plazo que incluían, siguiendo las
políticas de estado trazadas de antemano, la inmigración extranjera.
Al tiempo que negociaba la llegada de los primeros colonos japoneses al
Paraguay, otorgaba amplios poderes al general Juan Belaieff para organizar una
inmigración masiva de rusos blancos al Paraguay. Belaieff creó en Francia el

28 Loc. Cit.
29 Id. Ibid.
“Centro Colonizador para la Organización de la Emigración al Paraguay” con un
órgano de difusión quincenal denominado Le Paraguay. En abril de 1934 el centro
envió desde Marsella el primer contingente compuesto por 210 emigrantes rusos
blancos, cosacos originarios del río Don. Al llegar a Buenos Aires, la Legación
Paraguaya les otorgó una visa con un pasaporte colectivo eximiéndoles del pago de
los derechos consulares vigentes.30
El gobierno paraguayo además entregó para las colonias rusas un gran
territorio cercano al alto Paraná, no lejos de la ciudad de Encarnación para
dedicarse a actividades agropecuarias. A su arribo, el delegado civil de la ciudad
expresó en nombre del Paraguay el “aporte al vigorizamiento económico de la
Nación y a su progreso general”, siendo un “ejemplo digno de figurar entre las
mejores obras de paz y de civilización, el que ofrece nuestro país en pleno estado
de guerra.”31
Los inmigrantes rusos blancos en Asunción tenían incluso un grupo de
teatro que preparaba obras y representaban en sus reuniones sociales, así como
una escuelita que funcionaba en la Iglesia que estaba a cargo de la señora Anna
Kuskova, con el fin de enseñar a sus niños a leer y escribir en ruso
transmitiéndoles valores de la cultura rusa. Existía una comisión de Damas Rusas
que se encargaba de los ornamentos de la Iglesia y del arreglo para las ceremonias.
Formaron una biblioteca rusa y poco más tarde la sociedad de socorros mutuos
llamada Unión Rusa.32
En el transcurso de 1934 y del siguiente seguirían llegando nuevos
contingentes de inmigrantes rusos no menonitas que se dedicaron casi
exclusivamente a actividades agrícolas y que sentaron raíces en el país, como los
casos de los Andreieff, Artemenko, Fleischer, Lobanov, Krivarottoff, Milovidoff,
Rapp, entre muchos otros.33

Las corrientes migratorias posteriores a la Segunda Guerra Mundial

Con las corrientes migratorias eslavas, principalmente la proveniente de


Polonia en la antesala de la Segunda Guerra Mundial llegaron numerosos rusos, y
30 PARAGUAY EN LA VISIÓN DE DOS SIGLOS (1811-2011). Op. Cit. p. 704
31 Loc. Cit.
32 GIOVINE GRAMATCHICOFF, Lucía E. Aporte de los inmigrantes rusos al desarrollo del Paraguay. Op. Cit. p. 4
33 PARAGUAY EN LA VISIÓN DE DOS SIGLOS (1811-2011). Op. Cit. p. 705
finalizada la contienda mundial en 1945 siguieron otros, incluyendo un importante
contingente de rusos blancos desde China, quienes se habían afincado en el país
asiático con la revolución bolchevique (1917) y que con la llegada del comunismo
en 1948 fueron perseguidos y obligados a abandonar el territorio, entre los que
podemos mencionar a los Evreinoff, Balanovsky, Popoff, Kolenko, Tretiakoff,
Voitendko, Vietsky, Zadovsky, Tsvetkoff, Peter, Orinko, etc.34
El final de la Segunda Guerra Mundial también propició la llegada de nuevos
contingentes menonitas procedentes de la Unión Soviética y Alemania, estos
últimos en peligro de ser repatriados a Rusia, donde probablemente sufrirían
represalias por haber acompañado al ejército alemán. Nuevamente los menonitas
de Canadá y Estados Unidos organizaron la ayuda, y miles llegaron al Paraguay en
viajes del buque Volendham. Fundaron la colonia Neuland en el Chaco y la colonia
Volendham en la región Orientalen honor al nombre de aquel buque.35
Peter Klassen estimaba en 22.710 el número de menonitas en Paraguay en
la década de 1980, de los cuales unos 10.000 habían llegado de Canadá y otros
6.000 de Rusia, constituyéndoseen los países de origen más importantes de
emigración menonita hacia Paraguay, seguidos de México y Estados Unidos.36 El
número de menonitas en Paraguay asciende a más de 35.000 a la fecha (2017).
En cuanto a los rusos étnicos37, tal como se mencionó anteriormente, las
estadísticas son engañosas puesto que al mimetizarse muchas veces dentro de
otros grupos eslavos que migraron al Paraguay, los registros oficiales no reflejan el
número exacto. Lo mismo se aplica para la inmigración ucraniana ya que ella fue
incluida en la polaca. Resulta conveniente, por lo tanto, compartir la cifra total de
inmigrantes que podría incluir rusos durante el período 1918 a 1969: 1.042
checoeslovacos; 152 estonios, letones y lituanos; 58 finlandeses; 15.226 polacos;
1.862 rusos; y 262 yugoeslavos. Los inmigrantes de origen eslavo (en conjunto)
que llegaron al Paraguay superaronen número (18.602) a cualquier otro grupo
durante aquel período, como a los menonitas (8.487), a los japoneses (7.462), a los
argentinos (6.812) e incluso a los de origen germano (alemanes, austríacos y

34 Id. Ibid. p. 706


35 RATZLAFF, Gerhard. El mosaico menonita del Paraguay. Asunción: Revista del Congreso Mundial Menonita, 2009 -
Asamblea 15- pp. 11-12
36 KLASSEN, Peter P. Die Mennoniten in Paraguay: Reich Gottes und Reich dieser Welt. Bolanden-Weiherhof: Mennonitischer

Geschichtsverein, 1988
37Entendiéndose por tales los que étnica y culturalmente se sentían pertenecientes a la nación rusa, independientemente a

su ideología política
suizos), que sumados alcanzaron en número 7.085 inmigrantes.38
Los matrimonios entre familias de origen eslavo fueron muy comunes en el
Paraguay, incluso más que con la población local, en un principio. Ucranianos
nacidos bajo el dominio polaco que migraron juntamente con rusos que habitaban
Ucrania como los Ucronicz-Zablosky, o con los Ucronicz-Krauchuk, establecidos en
el sur del Paraguay en Coronel Bogado, Fram, Capitán Miranda, Carmen del Paraná,
entre otras localidades. La gran influencia cultural de las familias eslavas en Itapúa
llegó al punto de crearse una variable de la bebida refrescante con yerba mate de
preferencia en el Paraguay –el tereré- que consumido con jugo de frutas en vez de
agua se denomina “tereré ruso”.
Además de la ciencia, la economía, la agricultura y la defensa nacional, la
comunidad rusa también realizó importantes aportes culturales como el caso de la
princesa Nadine Tumanoff, que enseñó canto lírico y formó los primeros cantantes
en el Ateneo Paraguayo y después en su propia “Academia de Canto Lírico” en
Asunción. Las cantantes líricas Virginia Staritskaia, Svetlana Evreinoff; en danza
clásica la recordada Tala Ern de Terivoff que creó la primera “Academia de Danza
Clásica” y fundadora del “Ballet Clásico Municipal” de Asunción, así como Agripina
Voitenko, quien también creó su “Escuela de Danza Clásica.”39
El 12 de abril de 1988, un grupo de rusos y descendientes fundaron la
Asociación de Rusos y sus Descendientes en el Paraguay (ARYDEP) con el fin de
mantener las tradiciones culturales y religiosas, promover la enseñanza del idioma
ruso; honrar la memoria de los rusos que se radicaron en el país, especialmente de
aquellos que participaron en la defensa del Chaco paraguayo, y de los que
promovieron el desarrollo de la cultura, la educación, la ciencia, la técnica o
cualquier otro campo, cuyos aportes hayan contribuido al progreso y bienestar de
la nueva patria.40
El año 1989 vino aparejado de cambios en todo el mundo. En Paraguay, el
largo régimen dictatorial del general Alfredo Stroessner (1954-1989)41 que había

38 División de inmigración del Instituto de Bienestar Rural (IBR), año 1969


39 GIOVINE GRAMATCHICOFF, Lucía E. Aporte de los inmigrantes rusos al desarrollo del Paraguay. Op. Cit.
40 PARAGUAY EN LA VISIÓN DE DOS SIGLOS (1811-2011). Op. Cit. p. 706
41 El 27 de noviembre de 1959 fue naturalizado paraguayo Josef Mengele, médico y oficial alemán de las Schutzstaffel (SS),

criminal nazi conocido como “el ángel de la muerte”. La resolución de la Corte Suprema de Justicia llevaba la firma del ex
presidente del Paraguay por el Partido Colorado doctor Juan Manuel Frutos, entonces presidente de la Corte, y los miembros
Hermán Sosa y Eugenio Jiménez Núñez. Entre los testigos aparecen el alemán Wemer Jung y el ruso blanco Alejandro Von
Eckstein. Esto no es novedad, ya que algunos rusos blancos ayudaron y mantuvieron relación con refugiados nazis en la
región.
recibido y protegido a criminales nazis, llegaba a su fin en febrero, y a finales de
aquel año caía el muro de Berlín, dando término a una división que no sólo se había
mantenido en Alemania, sino en Europa y todo el mundo.42
En la Unión Soviética, la caída del Bloque del Este incrementó la presión
sobre el presidente Mijaíl Gorbachov para implementar la democracia aumentando
la autonomía de las integrantes de la URSS, sumidas en una crisis económica
generalizada. El 8 de diciembre de 1991 se firmó en secreto el Tratado de
Belavezha que disolvía la Unión Soviética, y de existir oficialmente el 25 de
diciembre de 1991 para ser reemplazada por la Comunidad de Estados
Independientes.
Los cambios registrados en Paraguay y en la ex Unión Soviética permitieron
el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre los dos países. En 1993 la
Embajada de Rusia en Argentina a cargo de Yan Anastásievich Burliay pasó a
atender a Paraguay y en los años siguientes, otros tres embajadores rusos
siguieron haciéndolo en forma simultánea desde Buenos Aires, hasta que en el año
2009, por primera vez desde el cese de las relaciones bilaterales paraguayo-rusas,
fue nombrado Igor Igorevich Ezhov como Embajador Extraordinario y
Plenipotenciario de la Federación Rusa en la República del Paraguay. Actualmente,
tanto en Moscú como en Asunción funcionan normalmente las embajadas de
Paraguay y Rusia, respectivamente.43
Más de una docena de calles en Asunción, capital de la República del
Paraguay, están consagradas a rusos blancos que colaboraron con el desarrollo
material del país y la defensa del Chaco en la guerra que el Paraguay libró con
Bolivia de 1932 a 1935 por la posesión de aquel vasto territorio que hoy constituye
el 60% de su geografía. Nombres castellanizados como los de Basilio Malutín,
Sergio Salaskín o Jorge Butlerov suenan muy familiares a los paraguayos, mientras
que cientos de otros apellidos rusos hoy día pertenecen a ciudadanos paraguayos
que llevan la sangre de aquellos emigrados, por distintas razones pero
principalmente políticas, desde Rusia al corazón del continente sudamericano.

42 LLANO, Mariano. Hitler & los nazis en Paraguay. 2da. Edición. Asunción: Inventario, 2011.
43 Sitios web oficiales de las embajadas de Rusia y Paraguay en Asunción y Moscú, respectivamente.
BIBLIOGRAFÍA

ALEXANDRÓVA, María. Los rusos, héroes de Paraguay. Revista Digital Russia


Beyond, edición del 25 de enero de 2017
BLAINEY, Geoffrey. Uma breve história do século XX. Sao Paulo: Fundamento, 2009
GIOVINE GRAMATCHICOFF, Lucía E. Aporte de los inmigrantes rusos al desarrollo
del Paraguay. Asunción: Ministerio de Relaciones Exteriores, 2009
HERNÁNDEZ MEDINA, Juan José. Los menonitas germanoparlantes en Paraguay:
su lengua, literatura y forma de vida. Almería: Universidad de Almería, 2004
KASAMATSU, Emi. La presencia japonesa en el Paraguay. Asunción: Universidad
Católica, 1997.
KLASSEN, Peter P. Kaputi Mennonita. Asunción: Imprenta Modelo, 1976
KLASSEN, Peter P. Die Mennoniten in Paraguay: Reich Gottes und Reich dieser
Welt. Bolanden-Weiherhof: Mennonitischer Geschichtsverein, 1988
LLANO, Mariano. Hitler & los nazis en Paraguay. 2da. Edición. Asunción: Inventario,
2011.
NAKAYAMA, Eduardo y NAKAYAMA, Mateo. La Fortaleza de Humaitá: la
Sebastopol de América. Asunción: Servilibro, 2015
PARAGUAY EN LA VISIÓN DE DOS SIGLOS (1811-2011). Asunción: Mercurio, 2012
QUIRING, Walter. Russlanddeutsche suchen eine Heimat: die deutsche
Einwanderung in den paraguayischen Chaco. Karlsruhe: H. Schneider, 1938
RATZLAFF, Gerhard. El mosaico menonita del Paraguay. Asunción: Revista del
Congreso Mundial Menonita, 2009
REDEKOP, Calvin; KRAHN, Victor & STEINER, Samuel J. Anabaptist / Mennonite
faith and economics. Lanham: University Press of America, 1994
SCHMITT, Peter A. Paraguay y Europa 1811-1840. Asunción: El Gráfico, 1990
VON ECKSTEIN, Alejandro. Pitiantuta: Petróleo vs. Patria Potestad. Asunción:
Imprenta de las FFAA, 1986
ANEXO - IMÁGENES
1) El Palacio de López, actual despacho del presidente de la República del
Paraguay, luego del bombardeo y ocupación de las fuerzas aliadas en enero
de 1869 en el marco de la Guerra de la Triple Alianza (1864-1870) /
Biblioteca Nacional de Río de Janeiro / 1_plopez

2) La Iglesia de San Carlos Borromeo, ubicada dentro del perímetro fortificado


de Humaitá, luego del bombardeo de la escuadra imperial brasileña.
Humaitá era conocida como “la Sebastopol americana” / Biblioteca Nacional
de Río de Janeiro / 2_humaita
3) Oficial paraguayo de caballería, vestido con su falda (chiripá) y descalzo,
posa prisionero junto con un oficial de caballería argentino / Biblioteca
Nacional de Río de Janeiro / 3_prisionero
4) El general Bernardino Caballero, veterano de la Guerra de la Triple Alianza
(1864-1870), ex presidente de la República del Paraguay (1880-1886) y
fundador del Partido Colorado(1887) / Archivo Numismático, Banco
Central del Paraguay / 4_bcaballero

5) En Paraguay, la revolución libertadora de 1904 desplazó del poder al


Partido Colorado y colocó en el gobierno al Partido Liberal, iniciándose la
Era Liberal (1904-1936) que fomentó la inmigración extranjera, incluyendo
la rusa / Colección: Javier Yubi / 5_rev1904
6) Eduardo Schaerer Vera y Aragón, presidente de la República del Paraguay
(1912-1916), quien profundizó la relación con el zar Nicolás II / Library of
Congress, USA / 6_schaerer

7) Cosacos en la Guerra Civil iniciada después de la Revolución Bolchevique /


7_cosacos
8) Portada de la revista del exilio antisoviético Tschasowoj (El Guardia), París,
ca. 1932 / 8_elguardia

9) Cartel de propaganda del movimiento blanco; en él se lee: Por una Rusia


unida / 9_propaganda
10) El presidente paraguayo Manuel Gondra (1920-1921), del Partido Liberal,
fomentó fuertemente la inmigración, principalmente la de los menonitas /
Library of Congress, USA / 10_mgondra

11) Menonitas en el mundo / 11_mennonites


12) El presidente paraguayo doctor Eligio Ayala (1923-1928) continuó
fomentando la inmigración extranjera, principalmente la europea / Archivo:
María Luisa Ayala Bosio / 12_eligioayala

13) El ruso Sergio Bobrovsky fue el primer decano de la Facultad de Ciencias


Físicas y Matemáticas (hoy Facultad de Ingeniería) de la Universidad
Nacional de Asunción /13_sbrobovsky
14) Menonitas en el Chaco paraguayo / 14_menonitaschaco

15) El general ruso Iván Belaieff, principal impulsor de la inmigración rusa en


el Paraguay y héroe en la contienda bélica contra Bolivia / Memorias de la
Guerra del Chaco / Archivo: Alberto del Pino Menck / 15_belaieff
16) Participación de oficiales rusos (parados, centro) en la Guerra del Chaco
(1932-1935) / Memorias de la Guerra del Chaco / 16_oficialesrusos

17) Lápidas de oficiales rusos caídos en la Guerra del Chaco / Memorias de la


Guerra del Chaco / 17_oficialesrusos
18) El doctor Eusebio Ayala, dos veces presidente de la República del Paraguay
y varias veces Canciller Nacional, fue uno de los principales impulsores de la
inmigración extranjera, abriendo las puertas también a los colonos
japoneses. Durante su segundo gobierno se establecieron los rusos y otros
grupos eslavos en la zona de Itapúa / Library of Congress, USA /
18_eusebioayala

19) Basilio Zablosky, oficial de origen ruso en Ucrania (1922) / Archivo:


Familia Uronicz / 19_zablosky
20) Basilio Zablosky y Eufrocina Krauchuk en Coronel Bogado (Itapúa) año
1945 / Archivo: Familia Uronicz / 20_zablosky

21) Matrimonio Uronicz-Zablosky en Asunción, año 1962 / Archivo: Familia


Uronicz / 20_zablosky / 21_uronicz
22) Estampillas conmemorativas por el centenario de las relaciones entre Rusia
y Paraguay (1909-2009) / Ministerio de Relaciones Exteriores /
22_estampillas

Potrebbero piacerti anche