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Resumen (abstract):
La ponencia destaca la narrativa (Bruner) como modalidad de pensamiento y acción para
determinar la conformación de una comunidad [hiper] textual, que a través del debate y la
negociación aporte a la construcción del conocimiento en el ámbito de la clase.
En el marco de acción e investigación de la FADU - UNL orientadas a la didáctica de
disciplinas del Diseño y el Arte, nuestra experiencia docente en la modalidad a distancia
permite pensar con naturalidad la articulación de espacios presenciales y virtuales como
lugares de intercambio, en donde se plantean situaciones de carácter contractual entre los
sujetos que participan de la clase. El modo en que estas relaciones, mediadas por las
TICs, se llevan a cabo en pos de la construcción del conocimiento, revelan la existencia de
un proceso negociador regido por una serie de pautas y convenciones que reproducen
aspectos de un contexto mucho mayor en el que las instituciones están insertas.
La incorporación de nuevas habilidades y formas de pensamiento propias del lenguaje
hipermedial reivindican lo icónico1, como instrumento de comunicación, interpretación y
producción de mensaje; y lo narrativo, como vehículo cuya intención es iniciar o guiar una
búsqueda de significados dentro de un espectro de significados posibles (Bruner, 1997:36).
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Bruner propone este término para definir uno de los tres modos de representación (enactiva, icónica y
simbólica), puesto que existen tres maneras en que los humanos representan el mundo y capturan las
invarianzas de la experiencia y la acción ala que llamamos realidad. (Bruner, 1997:173)
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institutions are embedded. The incorporation of new skills and ways of thinking typical of
hypermedia language claiming the iconic as an instrument of communication, message
interpretation and production, and the narrative as a vehicle whose intention is to initiate or
guide a search for meaning within a spectrum of meanings possible (Bruner, 1997:36).
Objetivos de la comunicación
1. - Realizar un aporte al debate en torno a la Tecnología Educativa en tanto campo en
construcción que se encuentra formalizando un corpus teórico y argumental de las
prácticas docentes.
2. Reflexionar acerca del espacio del aula en tanto “comunidad (hiper) textual” que se
define a partir de un cuerpo de reglas que normaliza la transmisión de “habilidades y
formas de pensar”.
3. Recuperar los conceptos de “debate y negociación” en tanto procesos que -mediados
por las TICs- propician la construcción del conocimiento a partir de la “colaboración y
cooperación”.
Introducción
Nuestro desempeño como profesionales docentes de la FADU-UNL en la Licenciatura en
Diseño de Comunicación Visual (LDCV) modalidad presencial y en el Ciclo de la carrera de
Licenciatura en Artes Visuales en la modalidad a distancia, nos interpela a reflexionar
acerca de la narrativa (Bruner), en tanto modalidad de pensamiento y acción, como uno de
los puntos de partida para pensar sobre estrategias innovadoras2 que aprovechen las
Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) combinadas con aquellas
“tradicionales” para potenciar y asegurar la estructuración de procesos de enseñanza y de
aprendizaje.
Esta perspectiva permite dar cuenta de la potencialidad de dos modelos -el tradicional y el
digital- que conviven de forma complementaria, y constituyen dos modos diferentes de
pensar y educar necesarios para la apropiación de la información y la construcción y
2Para Lipsman, "la idea de innovación es entendida como posibilitadora de reales transformaciones en las actividades
educativas; el acento está en los fines que dan sentido a las innovaciones" (Lipsman, 2005).
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desarrollo del conocimiento en los alumnos.
Desde la propuesta clásica de Bruner reconocemos que las instituciones educativas
asumen el estatuto de "una cultura en sí misma (...) una caja de herramientas, de técnicas
y procedimientos para entender y manejar el mundo” (Bruner, 1997:116). Al incorporar las
TICs en esa “caja” colaboramos en la habilitación del carácter interpretativo, agencial y
colaborativo de las modalidades narrativas del discurso y el pensamiento para la
construcción de significado y de mundos posibles. Esa realidad que es en apariencia
extrínseca, sólo podrá ser aprendida en la medida en que se resignifique hacia el interior
del sujeto. El resultado es un constante feedback, ida y vuelta entre aquellos paisajes
“exteriores de la acción e interiores del pensamiento y la intención” (Bruner, 1986, en
McEwan y Egan, 1998: 15).
A las formas y modalidades tradicionales discursivas centradas fundamentalmente en la
cultura letrada y el pensamiento lógico-científico para la transmisión de conocimiento y
movilizador de procesos mentales, se suman aquellas que devienen de una cultura
hipertextual que reivindican lo icónico,3 como instrumento de comunicación, interpretación
y producción de mensaje; y lo narrativo, como vehículo cuya intención es iniciar o guiar una
búsqueda de significados dentro de un espectro de significados posibles (Bruner, 1997:36).
3 Bruner propone este término para definir uno de los tres modos de representación (enactiva, icónica y simbólica),
puesto que existen tres maneras en que los humanos representan el mundo y capturan las invarianzas de la
experiencia y la acción a la que llamamos realidad. (Bruner, 1997:173)
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fin en sí mismo, sino un medio para crear estrategias de innovación educativa4, capaces de
favorecer comprensiones en las aulas o propuestas de enseñanza que proporcionen
nuevas habilidades y competencias para el desarrollo personal y profesional del alumno.
Tal como plantea Mariana Maggio (2012), las nuevas tecnologías son las que atraviesan
las formas en que el conocimiento se construye en la actualidad en todas sus versiones,
enfrentándonos así a nuevos interrogantes y desafíos que permitan delinear un nuevo
escenario educativo capaz de reconocer el complejo entramado de las tecnologías en
la construcción del conocimiento disciplinar. En estrecho vínculo con este planteo,
podemos releer las acciones que en la FADU-UNL se proponen, de cara a optimizar los
procesos de enseñanza-aprendizaje desde la mediatización que instauran las TICs. Por
ello Giordano (2005), al relatar la experiencia de la inclusión de los entornos virtuales en
los diferentes ámbitos de nuestra Casa de Estudios, trabaja en relación con cinco ejes que,
en tanto “dimensiones constitutivas” perfilan las potencialidades de la virtualidad como
fortalecedora de intercambios enriquecedores: la oscilación entre sincronía/asincronía;
texto/imagen y sonido; virtual/actual; automatizado/personalizado; presencial/a distancia,
marca la complejidad de la implementación del entorno virtual, pero también da cuenta de
una visión holística y crítica del proceso.
El Entorno Virtual complementario para la enseñanza presencial que dispone la
Universidad Nacional del Litoral es la plataforma tecnológica de circulación libre, Moodle5.
Este sistema de gestión de cursos permite la construcción de comunidades en línea que
cuentan con una base de datos on-line compartida por todos los miembros participantes.
Se trata de una red cerrada, en términos de miembros que pueden acceder al aula y
abierta, en lo que respecta a usos de materiales y herramientas hipermediales asociadas a
Internet. La ductilidad del entorno permite a los docentes, quienes gestionan y coordinan
cada aula virtual, articular de manera dinámica y flexible las actualizaciones que se
decantan de aquellas dimensiones constitutivas enumeradas más arriba: en lo temporal,
por ejemplo, lo asincrónico es fuerte porque los intercambios son mediados y se dan con
mayor naturalidad en tiempos diferidos, aspecto central de la modalidad a distancia; en
cuanto los contenidos, tanto lo textual como la inclusión de la imagen y el relato
audiovisual, aparecen estrechamente vinculados y enriqueciéndose mutuamente, no sólo
en lo cualitativo, sino también en lo cuantitativo, ya que la cantidad de material y
ejemplificaciones que se pueden brindar se multiplican gracias a las posibilidades técnicas
que se admiten; la personalización juega también un rol central que vale la pena destacar:
la distancia y la mediatización que supone la inclusión de estas herramientas, no son
excusas para olvidar que el intercambio que se produce es intersubjetivo, aspecto que
4 Se recupera el término innovación educativa para hacer referencia a "toda planeación y puesta en práctica creada con el objeto de
promover el mejoramiento institucional de las prácticas de la enseñanza y/o de sus resultados" (Litwin, 2009:65)
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http://moodle.org/
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define roles y perfiles diversos que repercuten en las relaciones docente-alumno, docente-
docente y alumno-alumno.
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Superando su acepción de soporte de sumatorias de objetos, el hipermedia se constituye como un lenguaje que se
corresponde conceptual y morfológicamente con el modelo hipertextual –en tanto estructura y principios, es decir, integración
de la información en múltiples formatos, navegación a través de vínculos no predeterminados, acceso a la información,
interactividad con el usuario- y, por su naturaleza textual, sonora, gráfica y animada, adquiere rasgos multimedia: “este
lenguaje constituido por imágenes visuales fijas, en movimiento y sonoras, representan sustancias expresivas en el dominio
de la interactividad, transportando significantes discursivos múltiples. El objetivo es la indagación en estas “imágenes” para
comprender sus posibilidades expresivas”. MORENO, I. (2002): Musas y Nuevas Tecnologías. España, Paidós: p.178.
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información, y diversas herramientas y recursos multimediales que configuran alternativas
tanto en las prácticas comunicacionales como en la producción y desarrollo de proyectos.
Asimismo, intenta promover y motivar el interés del alumno poniendo a su disposición un
colección variada de insumos educativos multimediales que no sólo actúan como diversas
puertas de entrada de acceso al conocimiento (Gardner, 2010), sino que además son el
puntapié inicial para la búsqueda e incorporación de otros materiales que ellos mismos
obtienen de Internet. De esta manera, se constituye como un espacio colaborativo y
descentralizado "que se abre en ventanas de recorridos múltiples" (Lion, 2005:190) donde
todos los miembros participan activa y simultáneamente en la construcción de un repertorio
enriquecido de conocimientos, que incorpora además los aportes interdisciplinares que le
brinda el medio.
Cabe reconocer además, las consideraciones planteadas por la autora Beatriz Fainholc
(2006), quien sostiene que los proyectos que articulan ambas modalidades (presencial y
virtual) debieran tener en cuenta que se trata de una relación educativa mediatizada,
donde la organización, selección y combinación de recursos constituye un proceso de
gestión preponderantemente autónomo por parte del alumno. En este sentido, los entornos
virtuales requieren de modelos de organización mediados por el docente, capaces de
contextualizar la abundancia de datos, hechos, recursos, documentos disociados que
llamamos información, estableciendo relaciones lógicas y significativas entre ellos, para
transformarlos en conocimiento.
Entre las características constitutivas del aula virtual, interesa poner énfasis en la
presencia de diversos canales de comunicación, entre ellos: “el correo electrónico” que
permite una comunicación más personalizada con los alumnos y entre alumnos; las
“encuestas” y los “cuestionarios”, que los invitan a participar en la resolución a partir de
respuestas cortas y, a los docentes, a verificar estadísticamente el grado de avance o
comprensión de algún tema específico. El “foro”, constituye una herramienta cuyo valor
radica en la posibilidad de constituir un espacio de debate temático coordinado por un
moderador (el docente en este caso), en tiempos asincrónicos o diferidos. El propósito
inicial de este foro, es hacer pública y compartida las opiniones de los alumnos acerca de
un aspecto o tema concreto suscitado durante las diferentes instancias su proceso de
aprendizaje, el cual actúa como disparador para que los alumnos intercambien puntos de
vistas sobre acuerdos y controversias de las sensaciones y emociones que dejó la
experiencia. En este sentido, aparece como un espacio de encuentro, de intercambios de
experiencias y de interacción que llevan a revisar obstáculos y aciertos; a reflexionar
críticamente sobre el proceso y desarrollo conceptual.
Palabras finales
Desde nuestra perspectiva podemos inferir que esa comunidad, que puede ser “sistema
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significante común” o “foro”, establece las reglas del intercambio cognitivo: la convivencia
de ambas culturas reconfiguran el espacio del aula en tanto una comunidad (hiper)
textual. A las formas y modalidades tradicionales discursivas centradas fundamentalmente
en la cultura letrada y el pensamiento lógico-científico para la transmisión del conocimiento
y movilizador de procesos mentales, se suman aquellas que devienen de una cultura
hipertextual que reivindican lo icónico,7 como instrumento de comunicación, interpretación
y producción de mensajes; y lo narrativo, como vehículo cuya intención es iniciar o guiar
una búsqueda de significados dentro de un espectro de significados posibles (Bruner,
1997:36).
La educación y las instituciones “en tanto ámbitos de una práctica social transformadora y
constituyente de lo psíquico” (Temporetti, 2004:94) con la incorporación de los rasgos
característicos de la cultura net-web permite incorporar en el espacio del aula, nuevas
habilidades y formas de pensar para la adquisición de conocimiento: “el verdadero
conocimiento humano sólo es posible si el estudiante se implica activamente dejando fluir
su pensamiento por los diversos derroteros de la trama simbólica de su cultura
recreándola, movido de manera interesada pero crítica por la pasión del saber, no sólo
para sí sino para compartir con sus semejantes y para ser útil en los intereses de su
comunidad en un contexto de respeto, solidaridad y libertad” (Temporetti, 2004:104).
En pos de ese objetivo, es que trabajamos en la modalidad a distancia dentro de la FADU,
remarcando al máximo el potencial que admiten los canales de comunicación, y dentro de
ellos, el foro como lugar que optimiza la posibilidad de intercambio, de una genuina
“intercomprensión mutua”. El foro bruneriano, asumido como una verdadera cultura, se ve
encarnado, actualizado, en las aulas virtuales, espacios que gracias a la mediatización
tecnológica se ponen de relieve porque admiten una constante negociación. En ese
contexto, la idea de lo contractual es fundamental: los agentes que intervienen (docentes y
alumnos), actúan de acuerdo a ese contrato tácito que asegura el cumplimiento de
expectativas inmediatas y a largo plazo.
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Bruner propone este término para definir uno de los tres modos de representación (enactiva, icónica y
simbólica), puesto que existen tres maneras en que los humanos representan el mundo y capturan las
invarianzas de la experiencia y la acción ala que llamamos realidad. (Bruner, 1997:173)
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