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prácticas sociales
y colectivos en red nomadas@ucentral.edu.co • PÁGS.: 8-20
Considera-se como cibercultura um campo de estudo a partir do qual é possível compreender as transformações culturais
ligadas à introdução de tecnologias digitais nas sociedades contemporâneas e, em particular, as denominas de Terceiro
Mundo, através de relações complexas de enramados tecnosociais, em três âmbitos: o exercício do poder, à ação social coletiva
e a experiência estética.
Palavras-chaves: cibercultura, estudos ciberculturais, tecnologias da informação e a comunicação, capitalismo cognitivo,
movimentos em rede, estética.
Cyberculture is considered a research field where it is possible to understand the cultural transformations that are linked
to the construction of digital technologies in contemporary societies and, in particular, in those of the so-called Third World,
through complex relations of techno-social frameworks in three areas: the exercise of power, the collective social action, and
the aesthetic experience.
Key words: cyberculture, cybercultural studies, information and communication technologies, cognitive capitalism, network
movements, aesthetic.
Dibujo EMBERA : Astrid Ulloa
RUEDA ORTIZ, R.: CIBERCULTURA: METÁFORAS, PRÁCTICAS SOCIALES Y COLECTIVOS EN-RED N ÓMADAS 9
desde una profusión de prácticas En América Latina es importan- discusión desde la filosofía y las cien-
culturales en diversos ámbitos que pa- te destacar la singularidad de los es- cias en torno a la necesidad de bo-
recen incluso sobrepasarlo. La pro- tudios del campo de comunicación rrar límites disciplinares y renovar
ducción académica inicialmente y cultura y los estudios culturales. Los nociones ontológicas sobre la rela-
estuvo concentrada en los Estados trabajos de Martín-Barbero, Orozco, ción humanos-máquinas con las
Unidos y Europa, pero desde este Canclini y Hopenhayn, entre otros, consecuentes implicaciones en las
tercer estadio hay una creciente par- destacan cómo el lugar de la cultura epistemologías y metodologías de
ticipación de Asia, África y América en la sociedad cambia cuando la investigación, por fuera de las tra-
Latina. Esto responde también a los mediación tecnológica de la comu- diciones disciplinares. Aquí encon-
procesos de masificación y acceso a nicación deja de ser meramente ins- tramos los estudios sociales de
la misma infraestructura tecnológica trumental para espesarse, densificarse ciencia, tecnología y sociedad, los
en los diferentes países y a que las y convertirse estructuralmente en estudios feministas de ciencia y tec-
políticas globales han definido las nología, y las perspectivas de la so-
TIC como centro del desarrollo eco- ciología simétrica y la teoría del
nómico en las agendas de las políti- actor-red, que tienen un origen an-
cas nacionales y regionales. Es terior a los noventa pero que em-
importante señalar que en América piezan a ser incorporados a los
Latina el problema de la “brecha estudios ciberculturales (Haraway,
digital”3 surge en este contexto de Sloterdijk, Law, Callon, Latour).
política y es, de hecho, soportado por Desde estos campos se examina la
dos sub-campos de reciente creación: manera en que las tecnologías per-
la informática social (1999) y la infor- miten a grupos o actores, o grupos
mática comunitaria (2000). Éstos in- sociales relevantes, negociar formas
vestigan los usos sociales (por fuera específicas de poder, autoridad y
de la escuela) de las TIC, a través de representación en la producción de
los telecentros, los centros informá- conocimientos, así como las posi-
ticos comunitarios, las redes comu- bilidades para articulaciones poten-
nitarias, los medios alternativos de ciales entre los seres humanos, la
comunicación, los cibercafés, etc. En naturaleza y las máquinas.
estos campos, la presencia y produc-
ción académica universitaria es me- Por último, se encuentran los es-
nor que la de las ONG y otras tudios que analizan cómo el tipo de
organizaciones sociales de los países diseños tecnológicos configuran pau-
del denominado Tercer Mundo4. Si tas de interacción, allí se mira
bien estos estudios respondieron Germán Londoño: Libretas de apuntes. críticamente, por ejemplo, cómo el
–y aún lo hacen muchos de ellos– a lenguaje de la hipertextualidad
la pregunta por la brecha digital, nuevos modos de percepción y de len- reconfigura el texto, al escritor-au-
cada vez empiezan a señalar otras guaje; en nuevas sensibilidades y tor y al lector. En los años recientes
problemáticas como el ingenuo escrituras; en deslocalización de co- se está abriendo la posibilidad de na-
“etnocentrismo” que permea los de- nocimientos e instituciones del saber; rrativas participativas donde los su-
bates sobre las tecnologías; el carác- en el emborronamiento de las fron- jetos y colectivos juegan un papel
ter incuestionable del inglés como teras entre razón e imaginación, sa- crítico en el diseño de sistemas tec-
lengua franca del ciberespacio y la ber e información, naturaleza y nológicos. En este mismo grupo se
pérdida de lenguas locales; el uso ge- artificio, arte y ciencia, saber experto encuentran los estudios que integran
neralizado y estandarizado de un len- y experiencia profana (Martín-Barbe- tecnologías y arte, los movimientos
guaje despolitizado en los debates ro, 1998 y 2003). de techno-art, net-art, etc., donde se
sobre las políticas de acceso; las realizan novedosas aproximaciones
inequidades de raza, etnia, género y Otra línea de investigación que difuminan los límites entre la
sexualidad on line, etc. crucial en este tercer periodo es la tecnología y el arte en asuntos de
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una economía basada en la difusión el sector de servicios y sus tareas son recombinables y reproducibles
del saber y en la cual la producción profesionales, de ocio y de estudio, con un costo cercano a cero, están
del conocimiento pasa a ser la prin- siempre presentaron fronteras di- planteando un debate donde la cul-
cipal apuesta de la valorización del fusas). Para nosotros, existen dos tura irrumpe con fuerza como un cam-
capital. Ésta se encuentra sustentada problemas adicionales: el manteni- po de batalla y de negociación del
en una nueva división internacional miento de las relaciones de poder poder social. Así, por una parte, en-
del trabajo cuya regulación se apoya entre el conocimiento válido de contramos los movimientos de cul-
en los nuevos cercamientos del saber unos (científico-técnico) y el no-co- tura libre con licenciamientos como
y en la captación de lo cognitivo en nocimiento o doxa de los otros (que el creative commons8 y, de otra, y de
provecho de lo financiero. También deben ser disciplinados o excluidos, manera paradójica, las leyes sobre la
se trata de un nuevo régimen técnico o incluidos segmentadamente), aho- legalidad y los derechos de propiedad
en la producción misma, de una nue- ra mantenidas a través de nuevos intelectual de los “bienes comunes”.
va tecnicidad (Martín-Barbero, 2005) mecanismos de producción de di- En efecto, se trata de bienes (infor-
en la que se sustituye el carácter exte- mación, servicios), cuya circulación
rior y de prótesis de la relación del es difícil de restringir, pero sobre la
cuerpo del obrero con la máquina, cual la legislación actual arremete en
inaugurando una aleación de cerebro sentido contrario. Kavita Philip
e información, a través de tecnolo- (2008), de hecho, cuestiona la nove-
gías del tiempo y de la memoria, que dad de este debate y lo contextualiza
actúan a distancia (Sloterdijk, 2008) históricamente en otras batallas por
sobre los hábitos mentales, las fuer- el poder como un fenómeno que no
zas que los componen, los deseos, los es exclusivo de la globalización del
afectos y las creencias (Lazzarato, capitalismo del siglo XXI. Por ejem-
2006). plo, la ciencia europea del Renaci-
miento no podría haber surgido sin
No obstante, ¿podemos adop- las múltiples apropiaciones de textos
tar sin más esta noción de capitalis- e ideas del saber medieval islámico.
mo –cognitivo– y la novedad que En consecuencia, para ella la manera
nos sugiere? Zukerfield (2008) plan- como hoy se enuncia qué es la “pira-
tea dos limitaciones: desconocer la tería” y quiénes son “piratas” y
centralidad del conocimiento en an- “autores”, las legalidades y contrale-
teriores formas de organización pro- galidades globales y los alegatos a fa-
ductiva a lo largo de la historia de vor y en contra de la propiedad
la humanidad y, en consecuencia, intelectual, mantiene dimensiones
soslayar la importancia de conoci- anteriores a la producción contem-
mientos que subyacen a procesos Germán Londoño: Libretas de apuntes. poránea, donde las historias premo-
productivos manuales y/o físicos; dernas, coloniales y poscoloniales de
y la falta de conceptualización so- ferencias y exclusiones en tiempos piratería y tráfico global de las ideas,
bre el conocimiento que intervie- de globalización (Castro-Gómez, nos dan una percepción más atinada
ne en los procesos productivos y de 2005). Y el dualismo mente/cuer- sobre el papel del conocimiento en
sistematización de los diversos tipos po que la enunciación capitalismo las economías globales y disipan la
del mismo –ya que se asume único “cognitivo” produce7. falacia de la supuesta novedad de la
y homogéneo– (un ejemplo de ello economía del conocimiento actual.
son ciertas formas de producción Ahora bien, cada vez es más evi- Nos preguntamos si la variación se-
ligadas al trabajo musical en grupos dente que los productos propios del ría más bien que el conocimiento
argentinos que nunca produjeron trabajo posfordista contemporáneo, hoy se entreteje con los discursos ac-
de acuerdo con patrones fordistas, sustentados en agenciamientos de in- tuales de terrorismo y seguridad –es-
pues desde años atrás ya eran traba- teligencias humanas y maquínicas, en pecialmente en Norteamérica–. Bajo
jadores inmateriales, laboraban en tecnologías digitales cuyos productos estos discursos, un hacker es en prin-
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Cibercultura, prácticas, Frente a esta relación entre movi- Facebook, Flickr, MySpace,
colectivos y mientos sociales y TIC, Valderrama etc.).
movimientos sociales (2008) propone dos aspectos noda-
les: el papel mediador de estas últi- b. Las prácticas sociales se cons-
Entre los académicos de las cien- mas en los procesos comunicativos y tituyen en torno a valores cul-
cias sociales de América Latina existe las profundas transformaciones de las turales, modos de vida y
cierto acuerdo en que los movimien- dinámicas políticas de la sociedad construcciones de sentido
tos y colectivos sociales de resisten- (que pasan por la crisis estructural (más allá de intereses de clase
cia en la Red pueden imprimir un de legitimidad y de las prácticas del o sectoriales) y en oposición a
giro político en el régimen de la pro- ejercicio político tradicional). Así, modos de organización y co-
piedad social y el bien común de la municación verticales, buro-
humanidad (Tamayo, León y Bush, cráticos y rígidos, de ahí que
2005; Escobar, 2005; Finquelievich, se privilegie la adopción de un
2000; Lago et al., 2006). Para noso- tejido organizacional y comu-
tros, la novedad de estos movimien- nicativo en red.
tos sociales está en que no remiten
como antes a la lucha de clases y a la c. La presencia creciente de co-
necesaria toma del poder, sino que lectivos y movimientos socia-
anuncian, como señala Lazzarato les de carácter global en la Red
(2006), que algo ha sido creado en el que no obedecen directamen-
orden de lo posible, esto es, un acon- te a regulaciones estatales.
tecimiento que no es solución a pro-
blemas, sino apertura de posibles; Sin embargo, esto no significa
que se expresaron nuevas posibilida- que no haya acciones off-line, como
des de vida y que se trata de llevarlas lo muestra Lago (2008), sino que
a cabo. Es evidente que han empeza- hay una suerte de continuidad de re-
do a aparecer otras condiciones y lu- laciones virtuales y cara a cara que
gares por donde pasa la experiencia y mantienen y proyectan acciones po-
la acción colectiva que, según Rodrí- líticas sobre centros de toma de
guez (2008), se convierten en nuevas decisiones o en su interior, con in-
formas de capital social y comunida- tervenciones en la calle, en las plazas
des de sentido donde son otras las y, en general, en el entorno urbano.
preocupaciones políticas y sensibles En particular, los movimientos anti-
de las subjetividades sociales. Tal globalización o de resistencia global
postura nos adentra en otra atmósfe- han mostrado formas de articularse
ra social y cultural, donde las tecno- en red y capacidad de redimen-
logías por sí solas no producen Germán Londoño: Libretas de apuntes. sionamiento de sus luchas a nivel
transformaciones políticas sino que territorial, donde la intención no es
son las estructuras, las redes y las prác- son varias las características de este globalizar la experiencia a partir de
ticas sociales en las que éstas se inser- cambio: su unificación, sino recrear formas
tan las que otorgan un significado y de cooperar, y donde cada proceso
configuran tendencias de uso e inno- a. Se matiza la centralidad del local tendrá su propio lenguaje y
vación social, de dominación o de espacio público urbano de forma de coordinación. La popula-
cooperación. No obstante, ¿qué tan- interacción cara a cara, así rización de Internet está provocando
to han cambiado las prácticas de los como la llamada esfera públi- cambios de actitud en los movimien-
movimientos sociales, sus discursos ca, y se promueve una nueva tos, pues se ha comenzado a dar un
y organización al entremezclarse con provista por la inmaterialidad lugar específico a la comunicación
la nueva condición tecnológica, cuá- de las redes electrónicas (ejem- que antes no tenía (Lago et al., 2006;
les son sus formas de agenciamiento? plo de ello son espacios como Tamayo, León y Burch, 2005).
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obras a través de las redes telemáticas de interfaces entre tecnología, conte- hiperficción se materializa a tal pun-
como lo plantea Adolfo Vásquez nidos emergentes, prácticas artísticas to que es imposible seguir mantenien-
(2008). y comunidades. Estas múltiples for- do las categorías de autoría y autoridad
mas artísticas y culturales creadas co- propias de la modernidad. De hecho,
Los lenguajes de la Red, como la piando y mezclando, en los samplers y Rodríguez (2008) sugiere que la es-
hipertextualidad y las narrativas de la el mixing, muestran usos “transforma- critura posmoderna promueve abier-
hiperficción como apuestas que dores” de los bienes informacionales, tamente la participación del lector,
propenden por la creación y la inven- que inciden tanto en los contenidos la “doble productividad”, ya sea a tra-
ción de modalidades narrativas que por fuera de los originales como en vés del juego o a través de la puesta
rompen con los esquemas comu- los mercados en los que compiten. en marcha de conciencias paralelas de
nicativos tradicionales de la cultura interpretación. No obstante, el reto
escrita y con el logocentrismo, abren en este campo tiene que ver con su-
también posibilidades de expresión perar una primera fase de produccio-
y acción colectiva. Aquí encontramos nes hipermediales, de múltiples
los trabajos de las redes de artistas opciones de lectura, pero que siguen
contraculturales, los movimientos net- manteniendo una “autoría” –aún si
art y digital-art, que están invocando ella está constituida por un equipo
apuestas políticas de creación cultu- amplio– y lanzarse hacia el paradig-
ral desde la integración de arte, fic- ma de la creación colectiva, máxima
ción y tecnologías. Es decir, se trata expresión de la interactividad parti-
de propuestas estéticas y políticas cipativa que abandona definitivamen-
donde emergen nuevas metáforas, te el esquema de la creación de autor
aproximaciones teóricas y prácticas para disponer ahora los medios de ex-
sociales y culturales en el campo de presión grupal, a través, por ejemplo,
los estudios ciberculturales. Quizás del proyecto Narratopedia.
el movimiento más conocido en el
campo de la estética y las TIC es el Por su parte, Lucía Santaella
del net-art que propende por la orga- (2008), desde Brasil, nos muestra
nización de nuevas prácticas micro- cómo tecnologías móviles de punta
políticas y microsociales, nuevas como las de localización (GPS por sus
solidaridades, otros contratos ciuda- siglas en inglés), pueden convertirse
danos, conjuntamente con nuevas en posibilidades de colaboración, in-
prácticas estéticas como una vía po- tercambio y búsqueda de conexiones,
sible para renovar tanto la política Germán Londoño: Libretas de apuntes. a través de prácticas espacializadoras
como el arte. En este campo también y socializadoras, que se ligan con una
se encuentran los movimientos En el campo de la escritura y la tradición estética de activismo polí-
hacktivistas y artivistas que están pro- producción literaria, la interacción tico. Se trata de un renacimiento de
moviendo, a través del software libre con la obra y su intervención es uno la experiencia singular y sensible de
y el creative commons, la creación co- de los planteamientos centrales que las personas con los lugares y sus
lectiva. La verdad del arte se descentra nos propone Jaime Alejandro Ro- historias, una suerte de reterri-
y se propicia la intervención/inter- dríguez (2008), a través de la irrup- torialización posterior a la desterri-
acción del espectador con la obra tam- ción de una nueva figura, la del torialización digital. Sin embargo, es
bién como autor. Andrés Fonseca autor-lector, o el “golpe de gracia” que una relación que no es transparente
(2008) destaca proyectos en Lati- sufre la figura tradicional del novelis- o carente de cuestionamientos. Por
noamérica y España que fomentan ta dadas las posibilidades estéticas y ejemplo, se critica a estas tecnologías
prácticas creativas, proyectos y publi- creativas propias del ciberespacio y de el que inauguren un neo-cartesianis-
caciones sobre cultura libre y digital su lenguaje hipertextual. Se trata de mo por el surgimiento de la especifi-
que animan proyectos off-line y on-line la anunciada muerte del autor de cidad temporal y local, tramitada por
y donde se promueve la generación Barthes y que en las narrativas de tecnologías de vigilancia y navegación;
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(2007), hacen posible la transforma- 6 Para una mirada genealógica crítica
ción de la realidad a partir de relacio- de cómo se constituye en Colombia
Internet como campo, así como cifras
nes horizontales con otros legítimos actualizadas de acceso y conectividad
y la emancipación de agentes cómpli- en el país, ver la reciente investigación
ces de la auto-creación; aunque no sin realizada por Tamayo, Delgado y
Penagos (2007).
paradojas y destiempos en el campo
cultural. 7 Nos referimos aquí a que se manten-
dría la división metafísica entre cuer-
po y mente como si el trabajo mental y
Así, las ciencias sociales y la in- con máquinas de expresión, no causa-
vestigación en el campo de los estu- ra cansancio o no consumiera energía
dios ciberculturales tienen el reto de corporal, por lo que creemos que es
importante considerar si con dichas
desplazar los análisis totalizantes y
metáforas (sociedad de la informa-
molares de nuestras sociedades, he- ción, capitalismo cognitivo, sociedad
redados de las ciencias modernas y los informacional) no estamos invisibili-
diseños tecnosociales autoritarios y zando otras facetas de este nuevo
modo de producción económica, sub-
antidemocráticos que gestionan la jetiva y cultural.
vida para hacerla “útil”. La ciber-
8 Las licencias creative commons o CC es-
cultura requiere pluralidad, una mul- tán inspiradas en la licencia GPL (Ge-
tiplicidad de abordajes críticos y de neral Public License). Su propósito es
metáforas que nos permitan nombrar posibilitar un modelo legal ayudado
formas de vida en donde se hagan vi- Germán Londoño: Libretas de apuntes. por herramientas informáticas para
facilitar la distribución y el uso de con-
sibles los nuevos mecanismos de pro- tenidos para el dominio público. Exis-
ducción de poder (de dominación y ten una serie de licencias creative
de resistencia) a través de máquinas resante el origen doble y opuesto de la commons, cada una con diferentes con-
cibercultura y su espacio, el ciberes- figuraciones o principios, como el de-
semióticas, pero también donde sea pacio, en la contracultura cyberpunk y recho del autor original a otorgar li-
posible articular las potencias y las en la guerra, esto es, en la experimen-
bertad para citar su obra, reprodu-
singularidades en una diversidad tación social y el control de poblacio-
nes y territorios. cirla, crear obras derivadas, ofrecerla
creativa. En suma, no podemos olvi- públicamente y con diferentes restric-
dar que las metáforas que usamos 3 La brecha digital, que hoy en día cons- ciones como no permitir el uso comer-
tituye un índice para medir el desarro- cial o respetar la autoría original. Ver
para describir nuestros objetos de llo de los países, se convirtió en una <http://creativecommons.org/>.
estudio, también lo/nos crean. preocupación oficial a mediados de
los años noventa por el desequilibrio 9 Según el informe de Business Software
entre quienes tienen acceso a las TIC y Alliance (BSA), la asociación de los
quienes no lo tienen, cuando el De- principales creadores y productores de
partamento de Comercio de los Esta- programas informáticos en el mundo
Citas dos Unidos acuñó el término digital entero, entre el 2003 y el 2005, la tasa
divide (Rueda, 2005a). de piratería subió en Bolivia del 78 al
83 %; en Paraguay, el 83 % en los tres
1 En la escritura de este artículo apare- 4 Es importante señalar que de los tra- años; en Guatemala, del 77 al 81 %;
ce un nosotros que constituye este tex- bajos registrados en América Latina en Venezuela, del 72 al 82 %, y en El
to, no sólo proveniente de los diferen- en estos campos, la mayoría de ellos Salvador pasó del 79 al 81 %. Ade-
tes trabajos que hemos realizado en la recibieron algún tipo de financiación más, en Argentina pasó del 71 al 77
línea de Comunicación-Educación del del Centro Internacional de Investiga- %; en Chile, del 63 al 66 %; en Co-
IESCO en la Universidad Central, ciones para el Desarrollo (CIID) de lombia, del 53 al 57 %, y en Panamá,
sino que intenta recoger y dialogar con Canadá, o IDRC –por sus siglas en del 69 al 67%. Con estas cifras, la re-
las voces de otros articulistas del pre- inglés–. Para un estado del arte sobre gión en su conjunto se ubicó apenas
sente número. la apropiación social de TIC en Amé- dos puntos por debajo de Europa
rica Latina, ver Rueda (2005b).
2 Aunque sus antecedentes los podemos Central y del Este, que con un 68% de
rastrear en el movimiento contracul- 5 Para una revisión completa de este mo- copias ilegales fue denominada como
tural de los hackers-hippies en los años vimiento en América Latina, ver los la meca de la piratería informática. Ver
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