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Para empezar hay que decir que ³Nadie conoce a otra persona, sin antes tener un contacto directo
con ella´. Considero que esta frase es muy fundamental para hablar de monseñor Romero, pues muchas
veces lo que sabemos de él y su pensamiento es por medio de autores intermediarios, los cuales en varias
ocasiones terminan por limitar exacerbadamente lo que realmente era y pensaba monseñor, volviéndolo a
veces un revolucionario, ligado con una tendencia política.

Por ello, basándonos en la frase introductoria, hay que decir que para conocer cuál era el
pensamiento real de monseñor es de suma importancia conocer lo que él decía con sus propios labios, pero
no de forma fragmentaria, pues de esta forma se distorsiona lo que él pensaba, sino en su conjunto. Sólo así
nos podremos acercar a Aquello que movía a Romero y su pensamiento.

Una clave para interpretar el pensamiento de monseñor Romero son sus homilías, pues en ellas
refleja de modo claro todo lo que él cree. Sin embargo, éstas han sido muy reducidas en ocasiones pues se
exalta más la parte en la que se denuncia la realidad nacional del momento que lo que en realidad anima a
estas homilías, la Palabra y el Misterio de Dios; lo que monseñor hace en realidad es proclamar la Verdad que
es Cristo, y por medio de ello, automáticamente denuncia lo que no va con esta Verdad. Basta leer una de
sus homilías para descubrir la gran riqueza intelectual teológica de este hombre y su profundo contacto con el
Misterio de Cristo. Por ello, en esta ocasión nos basaremos en una de sus homilías, en específico la del 6º
domingo de Pascua, para demostrar esta riqueza de monseñor Romero y conocer un poco lo que realimente
era su pensamiento:

-El punto central de esta homilía es el Don de la Pascua, el cual monseñor Romero dirá que
es el Amor. Éste según monseñor es el estilo y espíritu de la Nueva Alianza, es aquello con lo que se
construye en tierra sólida, es lo que da la unidad de Dios y también de la iglesia.

-Dios es la fuente del Amor y todos los hombres participamos de ese Amor divino, pero por
iniciativa del mismo Dios que se ha inmolado, entregándose plenamente a los hombres al grado de dar
su vida por ellos (muestra de su Amor).

-Ese Amor nos da el perdón por medio de Cristo que con sus méritos nos ha justificado y
busca ser nuestro amigo.

-Pero ese Amor divino nos exige algo, ³Amaos como yo os he amado´. Ese es el único
mandato de Aquél que dio todo por nosotros, sólo si cumplimos esta condición seremos de Dios. Ese
es nuestro compromiso.

Estas breves ideas de la misa dominical del 6º domingo de pascua de 1979, nos pueden dar una
idea del verdadero pensamiento de Romero: Monseñor era realmente un enamorado del Misterio de Cristo, el
cual se consuma en la Pascua, además, en su pensamiento es consciente que el Don más grande que este
Misterio nos puede regalar es el Amor. Sabe que por ello, debe anunciar incesantemente este Amor, pues es
lo que hace tanta falta en su tiempo. Por otro lado, en las palabras de esta homilía, monseñor refleja que la
intensión de sus palabras y pensamiento no son de carácter político, sino de carácter pastoral; lo que él
pretende es apacentar al pueblo que se le ha encomendado como un buen pastor, llevando a su rebaño por
los caminos de paz, por ello dirá que él está del lado de la Verdad y no de un ideal.

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