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Educación Infantil en Venezuela

La educación preescolar en Venezuela es llamada «educación inicial». Parte


desde los 2 meses de vida a los 6 años y 11 meses. Es de grado obligatorio los
últimos 3 años de esta educación ya que están llenos de experiencias que dan
paso a la educación básica.

La educación inicial en Venezuela se divide en prematernal, maternal y tres


años de educación infantil (estos últimos se conocen como kinder o
preparatorio).

Los 3 últimos años, correspondientes a la educación infantil, son los


obligatorios, y como regla (no es estricta), los niños que aprueban el segundo
nivel deben saberse el abecedario y los números; y los niños que aprueban el
tercer nivel saben leer completamente.

El Currículo de Educación Inicial, se sustenta en la Constitución de la República


Bolivariana de Venezuela, que define la educación como un derecho humano y
un deber social para el desarrollo de la persona, orientada a la formación de una
cultura ciudadana, dentro de las pautas de diversidad y participación.

Políticas y tendencias educativas actuales en Venezuela en el siglo XXI,

Las políticas y tendencias educativas en Venezuela se han innovando,


especialmente desde que se estableció el gobierno socialista del presidente Hugo
Chávez Frías, el cual pretende desterrar muchas de las anormalidades y
deficiencias que se venían presentando en la educación venezolana, tales como:
erradicar la exclusión educativa que generaba una sociedad capitalista, formar
una nueva generación de personas más solidarias, colectivas, comunitarias,
dispuestas a trabajar en equipo en función de las necesidades de la sociedad;
inculcar en la población un mayor sentido de pertinencia de nuestra cultura,
fomentar la culminación de los estudios de cada uno de sus ciudadanos y
ciudadanas y garantizar un puesto de trabajo justo y acorde a sus conocimientos
para lograr una sociedad homogenizada y equitativa donde todos tengan los
mismos deberes, derechos y preferencias. Al menos eso es lo que se dice en los
papeles.

Es así como nacen nuevas concepciones e ideologías educativas fomentadas a


priori por las distintas Misiones que el estado ha fomentado.

Ahora bien, si uno se detiene un momento y analiza las nuevas políticas


educativas que se proponen, se llegan a muchas interrogantes como: ¿Es ésta
una medida efectiva o efectista? ¿Con este nuevo modelo de educación se
mejorarán las diversas deficiencias con las que eran egresados de liceos y
universidades nuestros jóvenes o es sólo un medio para dar educación a todos y
mantenerlos contentos y ocupados en algo? ¿Se está formando un ciudadano
crítico y reflexivo sobre toda la realidad o sobre la realidad que le muestra el
gobierno? ¿Se está respetando la libertad de pensamiento y se están ofreciendo
las distintas corrientes del pensamiento político, filosófico, ideológico,
literarios… o sólo la que el gobierno cree mejor y más conveniente?

¿Esta ideología educativa forma personas no excluyentes o indirectamente se


excluyen y se dejan a segundo plano a la hora de concursar por un puesto de
trabajo a quienes no son egresados de estas Misiones? ¿Están realmente
preparadas las personas que se encargan de enseñar en las Misiones?

Muchos podrían soslayar estas interrogantes diciendo que ésta es una nueva
ideología que hasta ahora se está probando y que habría que esperar por lo
menos unos diez años para ver los resultados; pero ¿y mientras tanto?

¿Se debe esperar ese tiempo, o simplemente se puede hacer un estudio de los
egresados de las distintas misiones en la actualidad e inferir así una conclusión?

No hay duda de que esta nueva concepción de la educación que se está


poniendo a prueba con las misiones ayuda a mucha gente y le brinda
oportunidades que nunca tuvieron, o que nunca se quisieron dar (Becas de
doscientos mil bolívares para unos, un medio para salir de la rutina diaria a
muchas amas de casa, para otros, aprender de verdad un oficio)

Por ende, que todos en Venezuela contemos con una nueva educación que sea
gratuita y que incluso se nos pague por hacerlo, en la que con sólo asistir a clase
estaremos aprobados porque no hay exámenes, en la que todos aprenderemos a
leer y a escribir el nombre de Bolívar y así no perdernos cuando caminemos,
con la cual formemos profesionales de la educación en ocho años (2 de
Róbinson, 2 de Ribas y 4 de Sucre) y con otras mil facilidades para un pobre
pueblo que siempre necesitará de su papá el … es algo maravilloso: deberíamos
ser una potencia mundial.

Pero a nuestro modo de ver el gobierno y sus políticas se están olvidando de


otros problemas no menos importantes y que complementarían mejor a este tipo
de educación para todos y gratuita como lo sería: una educación más exigente
que premie la calidad, esfuerzo y aprendizaje de los conocimientos y su puesta
en práctica en situaciones reales y de la vida diaria, una educación que fomente
la diversidad de pensamiento ofreciendo las diversas teorías políticas,
filosóficas, morales, científicas, literarias… para que el estudiante tenga una
visión más amplia del mundo y de la vida y no sólo lo que al Gobierno le parece
mejor (porque hasta de lo malo se aprende, y a veces más y mejor que de lo que
se considera bueno).

Finalmente, quedarán los liceos bolivarianos en los cuales los docentes deberán
ser integrales y tener la suficiente habilidad para dominar las diversas
asignaturas del bachillerato (Se nos ocurre una interrogante: ¿Y dónde
quedamos los que nos estamos formando especialistas en una sola asignatura?),
además de ser orientador, psicólogo, trabajador social, padre y madre de cada
alumno y alumna y tratar al menos de cumplir el ideal de Bolívar de “Formar,
no un sabio, pero sí un hombre distinguido por su educación (…) en quien haya
mucho que imitar y poco que corregir”.
Sin olvidarse eso sí de las palabras de Simón Rodríguez cuando dijo que
debíamos: “Acordaos de que antes de acometer la empresa de formar un
hombre, es menester haberse uno mismo hecho y hallar en sí propio el ejemplo
que se debe proponer”

Así que la educación es algo que no sólo depende de lo que nos dé nuestro
omnipotente padre, el Gobierno, sino también de lo que cada uno de nosotros
haga en uno mismo. Al fin y al cabo, tal vez sea uno mismo quien se dé, dentro
de la tan devaluada cantidad que da la escuela, la tan ansiada y mencionada
calidad que no encontramos casi nunca en ninguna parte.

Cultura, ventajas y desventajas educativas.

La política educativa en Venezuela está orientada hacia el mejoramiento de la


calidad, incremento de la cobertura y modernización de la estructura
administrativa del sistema educativo, a través de la revisión y reforma de todos
sus niveles y modalidades, razón, por la cual se le ha dado énfasis al proceso de
descentralización, como una estrategia orientada a dar mayor autonomía de
gestión a los centros educativos; y por otra parte, generar cambios profundos en
la profesión docente para la transformación de las prácticas pedagógicas.

La educación en Venezuela es gratuita y obligatoria entre los 6 y los 15 años de


edad; asimismo, el Estado garantiza la gratuidad de la enseñanza pública
secundaria y universitaria.

La Ley Orgánica de Educación en Venezuela establece en su articulo 3º: "La


educación tiene como finalidad fundamental el pleno desarrollo de la
personalidad y el logro de un hombre sano, culto, crítico y apto para convivir en
una sociedad democrática, justa y libre, basada en la familia como célula
fundamental y en la valorización del trabajo; capaz de participar activa y
consciente y solidariamente en los procesos de transformación social;
consustanciado con los valores de la identidad nacional y la comprensión, la
tolerancia, la convivencia y las actitudes que favorezcan el fortalecimiento de la
paz entre las naciones y los vínculos de integración y solidaridad
latinoamericana".

La educación fomentará el desarrollo de una conciencia ciudadana para la


conservación, defensa y mejoramiento de ambiente, calidad de vida y uso
racional de los recursos naturales y contribuirá a la formación y capacitación de
los equipos humanos necesarios para el desarrollo del país y la promoción de los
esfuerzos creadores del pueblo venezolano hacia el logro de su desarrollo
integral, autónomo e independiente.

En Venezuela, la modernización del sistema educativo no se concibe como la


introducción de nuevas técnicas o la sustitución de procedimientos que, si bien
producen consecuencias favorables en el proceso enseñanza-aprendizaje, sin
embargo no tocan la cuestión medular como son los fines de la educación, bien
común por excelencia y como base para una alternativa de desarrollo autónomo.

Desventajas

En el sistema de educación Venezolano, pese a la amplia participación de


padres, madres, representantes, maestras y maestros, algunos sectores han hecho
resistencia a la transformación, acción que a su juicio es natural, “porque
estamos dando un salto a lo que tradicionalmente se venía desarrollando”.

En Venezuela no hay manual o dvd de lengua señas para proporcionar a los


niños, niñas, adolescentes sordos a nivel nacional que utilizar nuestra primera
lengua es LENGUA SEÑAS VENEZOLANA como según la Constitucional
República Bolivariana de Venezuela, art 86, lo mayor preocupación es que los
niños de 0 a 3 años en Simoncito no hay personal capacitada para enseñar
lengua señas venezolana, eso es continuar nuestra barreras de comunicación.

Los Centros de diagnóstico Orientación Formación y Seguimiento no cuentan


con la diversidad de profesionales o especialistas que ello requiere, debemos
resolver esto con urgencia (la mayoría de los estados)
No hay propuesta de funcionamiento para los simoncitos, Escuelas técnicas ni
escuelas primaria para la diversidad funcional y existe otra gran debilidad que es
determinante 3. La falta de formación de especialistas o profesionales en las
escuelas regulares para atender los niños con diversidad funcional (Inclusión).

Ventajas

El Sistema Educativo Bolivariano es la vía ideada por el Estado venezolano para


formar el nuevo ciudadano, de manera que se pueda construir una nueva
República. A partir de aquí la escuela, la familia y la sociedad asumen un papel
protagónico conjugando el ser, saber, hacer y convivir en la formación del
nuevo ciudadano, acorde al modelo de desarrollo concebido en la Constitución.

El nuevo (a) ciudadano (a) que el país requiere debe formarse con sólidos
valores de justicia, respeto, igualdad y solidaridad, además debe ser capaz de
participar responsable y eficientemente en la transformación social, económica
y política de Venezuela. Un nuevo republicano integral, preparado
académicamente pero además profundamente humano.

El Sistema de la Educación Bolivariana abarca toda la vida, desde la gestación


con el programa Simoncito, continuando con la Escuela Bolivariana, el Liceo
Bolivariano, las Escuelas Técnicas Robinsonianas, la Universidad Bolivariana y
otras, atendiendo la Escuela Rural, la Intercultural Bilingüe y la Especial, entre
otras variantes que podrían implementarse. De tal manera que en todos los
periodos de su vida, estará vinculado al proceso de formación. Así mismo el
sistema contempla a través de las misiones cumplir con la deuda social
acumulada a lo largo de tantos años que excluyó a tantos venezolanos y
venezolanas de la Educación. Ellas son Robinson I y II, Ribas, Sucre, Vuelvan
Caras y Barrio Adentro.

La Educación Bolivariana en la nueva relación Estado-Sociedad, promueve la


participación para lograr cambios institucionales y culturales necesarios, para
consolidar el modelo de desarrollo endógeno y soberano a través del
crecimiento de la producción social, la corrección de los desequilibrios y la
sustentabilidad ambiental para alcanzar una calidad de vida digna.

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