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Diente de león, un remedio para desintoxicar tu cuerpo naturalmente

El diente de león se recomienda en casos de obesidad por retención de líquidos y para todos
aquellos problemas que requieran eliminar toxinas.

El Diente de león, una planta medicinal que no es


difícil encontrar en el campo si la sabemos
reconocer, reúne muchas propiedades depurativas
para nuestro organismo y además lo podemos
consumir de varias maneras.
En este artículo te explicamos todas sus
propiedades, entre las que destacan su facilidad
para eliminar toxinas y líquidos, así como las pistas
para reconocerlo en plena naturaleza. También te
proponemos un plan depurativo basado en los diferentes formatos en los que podemos encontrar
esta planta.
¿Por qué es el más depurativo?
Destacamos esta planta, conocida en latín como Taraxacum officinale, porque reúne varias
cualidades que nos ayudan a limpiar las sustancias tóxicas que abundan en nuestro organismo.
Éstas pueden ser fruto de la mala alimentación, la contaminación y otras sustancias dañinas que
nos rodean, o incluso del estrés y las emociones negativas. Si no buscamos la manera de facilitar
su eliminación, a la larga, pueden ser causa de múltiples enfermedades más difíciles de tratar.
Decimos que es una de las plantas más depurativas que tenemos porqueactúa sobre el hígado y
los riñones, dos órganos fundamentales en la autolimpieza del organismo. Así, el diente de
león está recomendado especialmente para aquellos problemas de salud que requieren eliminar
toxinas, como el colesterol, el ácido úrico o gota, la diabetes, las piedras en el riñón, etc.
Además, es una planta diurética, por lo que mejora la función de los riñones, nos ayuda a eliminar
líquidos y a evitar su retención. Es especialmente adecuada para casos de obesidad por exceso de
líquidos (cuando se ve que la persona está hinchada), pero también en infecciones del aparato
urinario.
Otros beneficios
Entre otros componentes, el diente de león contiene vitaminas A, B y C, ácido fólico, potasio,
silicio, hierro y taninos. Gracias a su composición, destacamos también estas otras propiedades
para la salud:
Mejora el proceso digestivo y abre el apetito, por lo que es ideal para casos de inapetencia o
anorexia.
Actúa como un laxante suave.
Tiene propiedades calmantes de los problemas circulatorios de las extremidades gracias a su
contenido en taninos, por lo que es útil en casos de varices y hemorroides.
Mejora el estado de la piel en problemas como granos, acné, urticarias, psoriasis, etc. y también
potencia la cicatrización de heridas.
Mantiene nuestro cabello y piel saludables gracias a su contenido en silicio.
Su contenido en hierro lo convierte en un excelente remedio para prevenir y tratar la anemia.
¿Cómo lo reconocemos?
El diente de león, que se considera una mala hierba, crece naturalmente al borde de muchos
campos y jardines y se caracteriza por sus hojas dentadas y su flor amarilla. También es muy
conocida porque después de florecer, los pétalos amarillos son sustituidos por un grupo de tallos
con hebras blancas esponjosas que los niños suelen soplar para soltar en el viento como si fueran
pequeños paracaídas. Esto ayuda a esparcir las semillas.

Depuración con diente de león


Para hacer una cura depurativa con diente de
león puedes usar la planta fresca o seca para hacerte
infusiones y tomar tres al día, antes de las comidas. Si no
tienes la planta, puedes adquirirla en herboristerías en
forma de hierba, tintura o comprimidos. Además
puedes añadir las hojas frescas en los platos que cocines.
Como curiosidad, el diente de león se conoce también
como achicoria amarga, y se puede usar como sustituto del café, libre de cafeína. Para ello se usan
las raíces de la planta, tostadas y molidas, pero también podemos comprarla ya preparada en
dietéticas.

Mientras dure el tratamiento depurativo deberemos beber bastante agua fuera de las comidas,
para ayudar a expulsar las toxinas que se irán movilizando. También deberemos cuidar más la
alimentación e intentarevitar los siguientes alimentos y hábitos:
Carnes grasas y embutidos.
Alimentos fritos.
Grasas trans o hidrogenadas.
Azúcares refinados.
Harinas blancas.
Lácteos, sobre todo quesos grasos y natas.
Estimulantes como el café o la cola.
Alcohol.
Tabaco.
Recomendamos siempre consultar con un médico o terapeuta antes de realizar cualquier
tratamiento con plantas medicinales, ya que éstas pueden tener contraindicaciones o
algunos efectos secundarios si se consumen en exceso.
Imágenes por cortesía de nothingtosay, Danel Solabarrieta y Daniel Friedle

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