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1. Introducción
Si no conocemos cómo Dios nos creó y para qué nos creó, no podemos saber
de quién somos y para qué existimos.
Cada ser humano tiene consigo preguntas cuyas respuestas son vitales para
poder experimentar un sentido de vida y satisfacción en todo la que somos y
hacemos. Preguntas tales como, ¿Quién soy? ¿Qué soy? ¿Para que fui
creado? ¿De quién soy? ¿Existe la eternidad? ¿Adónde iré cuándo muera?
Cada una de estas preguntas necesita ser contestada a fin de que cada uno de
los hijos de Dios pueda desarrollar todo el potencial que Dios ha depositado en
ellos y así cumplir con los propósitos eternos de Dios.
La imagen de Dios fue puesta en el primer hombre por Su gracia (Gen. 2:7).
Esta imagen no tiene nada que ver con el físico del hombre, sino con la vida de
Dios que está dentro de él.
Identidad
Dignidad
Integridad
Libertad
Mayordomía
Dominio
Deleite
Relacionarnos con Él
Pensar como Él
Expresar Su voluntad
b: Dios hizo al hombre para tener compartir su gloria con él.y eso le produce
placer, y ese placer de Dios sobre nuestras vidas como nuevas criaturas no
está basado en lo que tenemos o en lo que hacemos, sino en la vida de Dios
que está en nosotros
1.5 Llenad - revela el fin de Dios que por medio del hombre la tierra se llenarla
con el conocimiento de la gloria de Su imagen.
Por lo tanto, estamos llamados a administrar lodos los recursos de este mundo
y ponerlos a los pies de Cristo y al servicio de la humanidad.
a. Adán fue creado para reinar sobre todas las cosas creadas, Dios le dio el
poder para tener dominio sobre todo lo creado a fin de que pudiera reinar en la
tierra de la misma forma que Dios reina, sobre Todo.
b. El creyente está llamado a reinar en vida sobre el mundo y sobre todas las
circunstancias de la vida; para esto se nos ha dado la vida de Cristo que es el
Rey de reyes a fin de que con Su vida reinemos por la eternidad sobre la tierra.
Estos siete aspectos del propósito de Dios para el hombre llegan a definir la
razón de nuestra existencial el potencial que Dios nos ha dado, a quién le
pertenecemos y cuál es nuestro destino.
Conclusión
Podemos decir que el propósito de nuestra creación fue y siempre será reinar
en la tierra mientras cumplimos fielmente con Su diseño espiritual a fin de traer
gloria a Dios y disfrutar de la plenitud de Su vida (2 Co. 4:6, Ro. 8:29-30)