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Este tema es de mi interés, debido a que somos un pueblo de escaza memoria y lleno de
un falso nacionalismo, desde la colonización española cargamos como sociedad con un
signo del llamado; “complejo de inferioridad” del cual generación tras generación, vamos
induciendo en nuestros hijos ese sentimiento de “tú no puedes”, “mejor déjalo así”, y una
sarta de frases que componen hoy en día la educación familiar de un menor. ¿Qué tanto se
han encargado los medios de comunicación de acrecentar ese sentimiento de “pobres pero
contentos”, “los pobres van al cielo”?.
Ese problema requiere de una solución inmediata; un golpe de timón con el cual se termine
de una vez por todas con la falta de conciencia cívica, para organizar la base de la
sociedad; que es la familia como eje central de la formación de ciudadanos comprometidos
con los intereses propios, como con los del país en su conjunto, dejando de lado los
beneficios personales, haciendo las cosas como deben de hacerse, buscando soluciones
reales y concretas a los problemas de la actualidad.
Hoy en día el impacto social con el cual tenemos que cargar como nación es; una
población que está lejos de una ciudadanía, sin valores morales, sin ética profesional, no
preparada académicamente y que está adoptando formas de vida, lejanas y ajenas a su
ideología, que en todo caso se tornan en una torcida visión de la realidad, escudriñadas
por las banderas de la tolerancia y derechos humanos, nos hemos dedicado a justificar en
lugar de hacer lo correcto, apapachamos el “así nada más”; lo que nos lleva a la siguiente
pregunta:
Actividad Integradora 1: Argumentación en investigación 2
Autor: Alejandre Gutiérrez Eduardo
En consecuencia, cada grupo; criollos, mestizos e indígenas se ha ido formando lejano uno
del otro, el criollo como capataz, el mestizo como brazo derecho y el indígena como fuerza
motora del trabajo, el desprecio entre ellos, sólo es sobre llevado por una ideología
religiosa que no tardo en dar sus primeros frutos alrededor del siglo XVI. ¿Qué somos? ¿A
dónde vamos? ¿Quién nos guía?, no sabemos y no nos interesa averiguarlo, quizá así sea
más llevadera la vida; sometidos al desinterés y el olvido, retomare un fragmento de
Octavio Paz en su libro El laberinto de la soledad (México: FCE, 1950), 78-79
En suma, somos una hoja en blanco en donde las ideologías extranjeras; más malas que
buenas, han encontrado cabida para hacernos más dispersos y ausentes como sociedad,
vamos siguiendo los pasos e intereses de otros y no los propios.
Bibliografía
Florescano, E. (07 de 1986). Nexos. Recuperado el 29 de 11 de 2017, de Nexos: https://www.nexos.com.mx/?
p=4638
Paz, O. (1950). El laberinto de la soledad. En O. Paz, El laberinto de la soledad (págs. 78-79). México: Fondo
Cultura Económica .