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TRATAMIENTO

El fin es detener la hemorragia lo antes posible para evitar los efectos sobre la hipovolemia.
El manejo se hará teniendo en cuenta los siguientes factores: grado de hemorragia, lugar de
sangrado (anterior frente a posterior), edad del enfermo, anamnesis de factores precipitantes,
antecedentes de sangrado, enfermedades de base, medicación.

 Material necesario
Batea de vómito, guantes, gasas, vaselina, fuente de luz, depresores, algodón y sábanas.
Pinzas en bayoneta, rinoscopio, espejo frontal, jeringa de 10 ml, suero fisiológico y venda
de gasa de 5 cm de ancho. Anestesia tópica al 1% (tetracaína 0,20 g) con vasoconstrictor,
bastoncillos de Argenpal® (nitrato de plata mitigado) y antibióticos. Compresa para
epistaxis Pope (Merocel®) y sondas de Foley® (números 16 y 18).

 Medidas generales
Las principales medidas a seguir son: (1) Tranquilizar al paciente, explicándole el
procedimiento a seguir (si fuera necesario se le administrará un ansiolítico). (2) Colocar
al paciente sentado, ligeramente inclinado hacia delante y con la boca abierta, procurando
que la mayor parte del sangrado sea expulsado por la nariz, con la finalidad de ingerir la
menor cantidad de sangre y así hacernos una idea de la cuantía de la hemorragia. (3)
Colocar una batea debajo de la barbilla. (4) Con ayuda de una gasa o pañuelo, hacer
sonar fuertemente cada orificio nasal independientemente para facilitar el vaciado de
contenido mucoso y/o coágulos de sangre. (5) Tomar la presión arterial del paciente y
administrar tratamiento si procede. (6) Una vez retirado el taponamiento se aconseja la
aplicación de pomada reepitelizante de forma tópica sobre la mucosa nasal durante unos
diez días.

 Tipos de tratamiento
 Compresión manual: El primer paso ante cualquier hemorragia nasal
corresponde a la compresión directa del ala de la fosa nasal sangrante de forma
digital durante cinco minutos aproximadamente, hasta que ceda el sangrado. Si
no cede se valorará la aplicación de otro tipo de tratamiento. Se realiza colocando
los dedos pulgar e índice por debajo del reborde inferior de la pirámide nasal osea,
en forma oblicua.
 Cauterización (con sangrado puntiforme): En primer lugar, introducir el
rinoscopio por la fosa nasal y localizar el punto sangrante. Aplicar un poco de
algodón impregnado en agua oxigenada o en una solución de anestésico tópico
(tetracaína al 1%) con vasoconstrictor (adrenalina al 1/1.000) durante unos cinco
minutos. A continuación, situar el bastoncillo de Argenpal® sobre el punto
sangrante (unos treinta segundos) hasta que en la mucosa nasal se forme una
costra amarilla superficial o de necrosis superficial. Colocar haciendo compresión
sobre la zona cauterizada un poco de algodón impregnado en vaselina a modo de
tapón. Ayudándonos con el depresor lingual visualizaremos la orofaringe para
comprobar que no exista sangrado posterior. El algodón se podrá retirar a las doce
horas de su colocación (no es necesario dar antibióticos). Evitar hacer esfuerzos
físicos bruscos y/o maniobras de Valsalva en las siguientes doce horas. Hay que
tener en cuenta que nunca debe realizarse la cauterización química de ambos
lados en una sola sesión y en puntos homónimos por el peligro de perforación
septal. Deberemos utilizar bastoncillos con una superficie caustificante reducida y,
en líneas generales, haremos cauterizaciones puntiformes. Nunca debe
emplearse algodón de cloruro férrico por el peligro de producir una lesión de la
mucosa y originar una perforación septal.
 Taponamiento anterior: Modo de realizar el taponamiento nasal anterior: se
utiliza una tira de gasa de aproximadamente 2-21/2 cm de ancho y 1 m de largo,
que se introduce en la fosa nasal sangrante con una pinza, preferiblemente de
bayoneta o de disección sin dientes, de arriba hacia debajo, de abajo hacia arriba
y de atrás hacia adelante, en forma de acordeón, bien apretada hasta rellenar
completamente la fosa nasal. Si no se dispone de ella, se pueden introducir varios
pisos de gasa (torundas abiertas), del mismo modo, hasta completar el relleno de
la fosa nasal. Posteriormente se coloca esparadrapo en la narina para la salida de
la gasa. Después de colocado el taponamiento nasal anterior, se requiere la
indicación de antibióticos para evitar las complicaciones nasosinusales y del oído
medio. No es necesaria la hospitalización del paciente.
 Taponamiento posterior: 2 formas diferentes: (1) Se toman 2 ó 3 torundas de
gasa (dependiendo del tamaño de la coana del paciente) y se conforma un
paquete que debe tener 4 cabos de hilos de seda bien gruesos, es decir, 2 hacia
un extremo y 2 hacia el extremo opuesto. Previa anestesia tópica, se introduce
una sonda por la fosa nasal sangrante hasta alcanzar la orofaringe, se practica
una orofaringoscopia y se obtiene la sonda con una pinza de bayoneta, se fijan los
hilos al extremo más distal de la sonda y se le comienza a retirar por la fosa nasal.
El tapón de gasa es ayudado con el dedo índice del médico, hasta que este es
impactado en la coana y se obtienen 2 hilos por la nariz y 2 quedan por boca, se
traccionan los hilos que se obtuvieron por las fosas nasales (con la participación
de un ayudante) y se procede a la colocar un taponamiento nasal anterior. Se sitúa
una torunda frente a la narina y se anudan los 2 cabos de los hilos, mientras que
los otros dos cabos que quedaron por boca se fijan a la mejilla con esparadrapo,
los que facilitarán la retirada del taponamiento nasal posteriormente. (2) Se utiliza
una sonda vesical de Foley, que se introduce por la fosa nasal sangrante hasta
llegar a la nasofaringe, insuflando el balón distal, se hace tracción de la sonda y
se atasca dicho balón en la coana, después se rellena la fosa nasal con gasa
(taponamiento anterior), se coloca una torunda de gasa delante de la narina y de
fija la sonda con hilo de seda. Este método no resulta difícil de realizar y se
obtienen excelentes resultados. El taponamiento nasal postero-anterior se
mantendrá durante 48-72 h, el paciente requerirá hospitalización y uso de
antibióticos. Si a pesar de ello persiste el sangrado, se retirará el taponamiento y
se colocará uno nuevo.
BIBLIOGRAFIA
1. Vidal M, A J, Calvo G, M A, Martínez Velasco N, Laborda P, et al. Actuación
ante una epistaxis. Med Integr. :295–301.
2. Epistaxis. Consideraciones sobre el tratamiento clínico y terapéutico en la
atención primaria de salud [Internet]. [cited 2018 Jul 8]. Available from:
http://www.bvs.sld.cu/revistas/mgi/vol23_4_07/mgi08407.html
3. RAMÍREZ CAMACHO R, ALGABA J, CENJOR ESPAÑOL C, CIGES M, GAVILÁN
BOUZAS J, QUESADA P. Epistaxis. Fracturas. Perforaciones. In Manual de
OTORRINOLARINGOLOGÍA. Madrid: McGRAW-HILL; 2007.

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