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TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA

SALA PENAL
AUTO SUPREMO Nº 142/2017
Sucre, 13 de marzo de 2017

Expediente : Cochabamba 80/2016


Parte Acusadora : Ministerio Público
Parte Imputada : Oscar Covarrubias Camacho
Delitos : Incumplimiento de Contratos y otros

RESULTANDO

Por memorial presentado el 4 de julio de 2016, cursante de fs. 673 a 678 vta., Oscar
Mauricio Covarrubias Camacho, opone Excepción de Extinción de la Acción Penal por
duración máxima del proceso, dentro de la acción penal interpuesta en su contra
por el Ministerio Público y la Gobernación de Cochabamba, por la presunta comisión
de los delitos de Incumplimiento de Deberes y Peculado, previstos y sancionados
por los arts. 154 y 142 del Código Penal (CP).

I. ARGUMENTOS DE LA EXCEPCION FORMULADA

Alega que el presente proceso tendría una duración mayor a tres años desde su
iniciación, sin que hasta la fecha exista sentencia firme, por lo que en aplicación del
art. 133 del Código de Procedimiento Penal (CPP), solicita la Extinción de la Acción
Penal por duración máxima del proceso, bajo los argumentos que se sintetizan a
continuación:

Señalando los siguientes actuados: en la gestión 2009 de 3 de febrero del mismo


año, se dio inicio al proceso con la denuncia por los delitos acusados, el 13 del mismo
mes y año se puso a conocimiento el informe del inicio de investigación y el 19
asumió conocimiento de la investigación la autoridad jurisdiccional, el 10 de
noviembre del mismo año se presentó la imputación formal; en la gestión 2010,
indica que el 8 de julio se presentó el Requerimiento Fiscal de acusación formal, el
24 de septiembre se celebró la audiencia conclusiva, el 9 de octubre se radicó la
causa y el 11 del mismo mes se emitió el Auto de Apertura de Juicio Oral; en la
gestión 2011, indica que el 5 de mayo se sorteó a los jueces, el 11 del mismo mes
se constituyó el Tribunal de Sentencia y el 23 también del mismo mes, se habría
suspendido la audiencia de juicio oral debido a la inconcurrencia del Ministerio
Público y otros sujetos procesales; en la gestión 2012, indica que el 9 de febrero
se suspendió la audiencia por inasistencia de un testigo propuesto por el Ministerio
Público, el 23 de marzo se suspendió la audiencia debido a la inconcurrencia del
abogado defensor de una de las acusadas, el 11 de mayo se suspendió la audiencia,
porque el Tribunal de Sentencia sustentaba otro juicio oral, el 1 de junio se
suspendió la audiencia a solicitud del Ministerio Público, con la finalidad de otorgar
el plazo para que la defensa presente su prueba de descargo, el 28 de abril se
suspende la audiencia de juicio a pedido del Ministerio Público, el 23 marzo
nuevamente se suspendió el juicio, debido a la inconcurrencia del defensor de una
de las acusadas, el 17 de octubre se celebró el juicio oral emitiendo Sentencia el 19
de octubre, leyéndose la misma en su integridad el 24 del mismo mes y año,
señalando que desde ese momento transcurrieron3 (tres) años, 11 (once) meses
y 8 (ocho) días, resaltando que ningún acto procesal ha sido delatado o retrasado
por su parte, menos interferido de manera alguna la realización del juicio, que el
retraso de ninguna manera sería atribuible a su persona, siendo de entera
responsabilidad del órgano jurisdiccional y del propio Ministerio Público, menciona
que el 3 de diciembre del 2012 interpuso su apelación restringida y que por las
cargas procesales y laborales el Tribunal de alzada, recién emitió el Auto de Vista el
28 de julio de 2014 y finalmente indica que interpuesto el recurso de casación el
Tribunal Supremo de Justicia, anuló obrados por no haber señalado la audiencia de
fundamentación, disponiendo la devolución de antecedentes para que se cumpla
con esa actuación, y que hasta la fecha de presentación del presente incidente no
existiría nueva resolución.

Resumiendo su solicitud, indica que desde la primera actuación procesal de 3 de


febrero de 2009 hasta el 31 de julio de 2016 han transcurrido 7 (siete) años, 4
(cuatro) meses y 28 (veintiocho) días y descontando las vacaciones judiciales que
existieron por medio, señala que el proceso tendría una duración de 7 (siete) años,
1 (mes) y 28 (veintiocho) días, reiterando que todo ese tiempo no es atribuible a
su persona, concluye señalando que la presente extinción debe ser resuelta por el
Tribunal de Sentencia, de conformidad a la Sentencia Constitucional 1716/2010 de
25 de octubre, al efecto transcribe una gran parte de la referida Sentencia
Constitucional.

II. RESPUESTAS AL INCIDENTE OPUESTO

Por decreto de 18 de noviembre de 2016 cursante a fs. 760, conforme a lo dispuesto


por el art. 314 del CPP, modificado por el art. 8 de la Ley 586 de 30 de octubre de
2014, se corrió traslado a las partes procesales, así se tiene de la diligencia de fs.
62, respondiendo las partes conforme a continuación se detalla.

II.1. El Ministerio Público.

Por memorial presentado el 26 de enero del 2017, el Ministerio Público a


través de José Manuel Gutiérrez Velásquez -Fiscal Superior-, responde la
excepción, señalando que para que proceda la extinción de la acción penal
por duración máxima del proceso, no solo se debe considerar el transcurso
del tiempo, sino también, se debe ponderar varios elementos como son la
conducta de las partes que intervienen en el proceso penal y de las
autoridades que conocieron el mismo, además de las condiciones de
operatividad de los órganos a cargo de la investigación y tramitación del
mismo, conforme a la realidad que atraviesa nuestro país.

Señala que el presente proceso es un caso complejo, porque existen una


pluralidad de imputados y delitos, además al haberse pronunciado ya un Auto
Supremo que dejó sin efecto un Auto de Vista; por otro lado, indica que la
audiencia del 23 de mayo de 2011 no sólo se suspendió por ausencia del
Ministerio Público; sino también, a solicitud de la defensa de la coacusada
Tonya Luisa Puentes, porque sus testigos de descargo no fueron notificados,
que expresamente por providencia de 11 de junio de 2011 se suspendieron
los plazos procesales desde el 11 de junio de 2011 al 14 de noviembre del
mismo año, luego se suspendió nuevamente el plazo procesal desde el 9 de
febrero de 2012 hasta el 23 de marzo del mismo año; al respecto, indica que
sobre las indicadas suspensiones el acusado no interpuso reclamo alguno;
posteriormente, la audiencia del 23 de marzo fue suspendida por inasistencia
de la defensa de una acusada, del mismo modo también se suspendió los

plazos procesales desde 11 de mayo hasta el 1 de junio; asimismo, el 31 de


julio también se suspendió los plazos procesales hasta el 28 de septiembre,
en definitiva menciona que en todos los casos que se suspendieron los actos
procesales, fueron expresamente dispuestos con suspensión de los plazos
procesales, situación que en ningún momento el excepcionista habría
reclamado; por otro lado, indica que tampoco se hace referencia a que la Sala
Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba por
resolución de 14 de enero de 2013, en consideración a la recargada y excesiva
carga procesal que tiene y por fuerza mayor dispuso la suspensión del plazo
de sorteo de la causa y del plazo de duración máxima del proceso
determinación que tampoco fue objeto de reclamo, siendo resuelta la
apelación recién el 28 de julio de 2014, además señala que el acusado ya en
una anterior oportunidad ya presentó un incidente de Extinción de la Acción
Penal por el mismo motivo; en cuyo trámite, también se suspendió el plazo
desde el 13 de octubre hasta el 9 de diciembre ambos del año 2014;
asimismo, indica que el propio imputado pidió la suspensión de la audiencia
de fundamentación de 15 de junio de 2016 y finalmente indica que el referido
imputado hubiere sido declarado rebelde en la etapa preparatoria, por lo que
tuvo que ser notificado por edictos con la acusación, con esos antecedentes
concluye solicitando que se rechace la excepción de extinción de la acción
penal por duración máxima del proceso, por ser manifiestamente dilatoria,
maliciosa y temeraria, declarándola infundada.

II.1. El acusador particular.

Por memorial de 8 de marzo de 2017, José Adolfo García Gonzales, en


representación del Gobierno Autónomo de Cochabamba, responde señalando
que en la fase de presentación de incidentes no se presentó la Extinción de
la Acción Penal por duración máxima del proceso, por lo que pide se rechace
la excepción por haber sido presentada de manera extemporánea de
conformidad a lo previsto por el art. 314. III del CPP.

III. ANÁLISIS JURÍDICO Y RESOLUCIÓN DE LA


EXCEPCION PLANTEADA

Del análisis de los antecedentes y fundamentos expuestos por el excepcionista,


corresponde emitir la correspondiente resolución fundamentada en observancia del
art. 124 del CPP, conforme se tiene a continuación:

III.1. Base Legal y jurisprudencial sobre la extinción de la acción penal


por duración máxima del proceso.

La Constitución Política del Estado (CPE) en su art. 115.II señala; “El Estado
garantiza el derecho al debido proceso, a la defensa y a una justicia plural,
pronta, oportuna, gratuita, transparente y sin dilaciones”, asimismo la misma
norma fundamental, se refiere a los principios que sustentan la potestad del
Órgano Judicial de impartir justicia, contempla como tales a la celeridad, la
seguridad jurídica y el respeto a los derechos, principios reconocidos en los
arts. 115, 178 y 180 de la referida CPE. Asimismo la Ley 025 Ley del Órgano
Judicial (LOJ) en su art. 3 con relación a su art. 30 establece los principios en
los que se sustenta, siendo estos los de seguridad jurídica, celeridad, respeto
a los derechos, eficiencia y debido proceso.

Entre las formas de extinción de la acción penal que fija la norma procesal
penal, el art. 27 inc. 10) del CPP, dispone: “Por vencimiento del plazo máximo
de duración del proceso”; en relación a ello, el mismo Código, en el art. 133,
establece la forma de realizar el cómputo, disponiendo: “Todo proceso tendrá
una duración máxima de tres años, contados desde el primer acto del
procedimiento, salvo el caso de rebeldía.

Las causas de suspensión de la prescripción suspenderán el plazo de duración


del procedimiento. Cuando desaparezcan éstas, el plazo comenzará a correr
nuevamente computándose el tiempo ya transcurrido.

Vencido el plazo, el juez o tribunal del proceso, de oficio o a petición de parte,


declarará extinguida la acción penal”.

Por su parte, el segundo párrafo del art. 5 del Código adjetivo penal,
determina: “Se entenderá por primer acto del proceso, cualquier
sindicación en sede judicial o administrativa contra una persona
como presunto autor o partícipe de la comisión de un delito.
Toda persona a quien se atribuya un delito tiene derecho a ser tratada con el
debido respeto a su dignidad de ser humano” (resaltado propio).

Sobre la temática y en relación al cómputo del plazo para determinar la


duración máxima del proceso, el Tribunal Constitucional estableció,
analizando la actuación del Tribunal de alzada, que: “…no tomaron en cuenta
lo previsto por la SC 1036/2002-R, de 29 de agosto, pues el cómputo de los
seis meses previstos por el art. 134 del CPP para el desarrollo de la etapa
preparatoria, empieza a partir de que el Juez cautelar pone en conocimiento
del encausado la imputación formal, y a partir de ahí, se tiene un término
máximo de seis meses para presentar la acusación, plazo que en casos de
existir pluralidad de imputados se computa desde la última notificación con la
imputación formal; lo que no implica que el plazo de tres años (art. 133 CPP)
en el que deben finalizar los juicios se amplíe, con ese razonamiento
interpretativo la ya citada SC 1036/2002-R, en forma clara, determinó que el
computo de los tres años de duración del proceso no debía efectuarse desde
la imputación formal al señalar que: ‘éste entendimiento interpretativo (se
refiere a la imputación formal y al inicio del proceso) no significa que nuestro
sistema procesal se aparte del mandato de justicia pronta y efectiva, que
contiene el art. 116.X constitucional, por cuanto el plazo de tres años (art.
133 del CPP) en el que deben finalizar los juicios, no se amplía con este
razonamiento interpretativo’.

Por su parte el art. 5 del CPP, párrafo segundo, dispone que: ‘Se entenderá
por primer acto del proceso, cualquier sindicación en sede judicial o
administrativa contra una persona como presunto autor o partícipe de la
comisión de un delito’; por consiguiente, considerando dicha normativa, el
cómputo de los tres años de duración del proceso penal previsto en
el art. 133 del CPP, se computa a partir de la primera sindicación
efectuada en sede judicial o administrativa contra una persona

como presunto autor o partícipe de la comisión de un delito; en


consecuencia, para computar la extinción de la acción penal por el transcurso
máximo del tiempo previsto en el referido art. 133 del CPP, es necesario
considerar lo manifestado” (SC 033/2006 de 11 de enero, resaltado propio).

Ahora bien, en cuanto a los aspectos que la autoridad jurisdiccional debe


observar para determinar la extinción de la acción penal, la jurisprudencia
constitucional, en reiterados fallos, aclaró no ser suficiente considerar
únicamente el transcurso del tiempo, sino que se debe analizar caso por caso,
la complejidad del asunto, referida no sólo a los hechos; sino también, a la
cuestión jurídica, la conducta de las partes que intervienen en el proceso y de
las autoridades competentes -Órgano Judicial y Ministerio Público-, carga
atribuida al imputado (SSCC 101/2004 de 14 de septiembre de 2004, AC
0079/2004-ECA de 29 de septiembre y 1042/2005-R de 5 de septiembre,
entre otras); en esa misma línea, la Sentencia Constitucional 0551/2010-R de
12 de julio, estableció: “Con relación a ello, vale dejar claramente establecido
que el plazo fatal y fijo, no puede ser considerado como único criterio para
extinguir una causa por duración máxima del proceso, sino que también debe
ponderarse en forma concurrente los factores ya citados en la jurisprudencia
constitucional glosada, efectuando un análisis para cada caso concreto, donde
deberá analizarse si existen elementos suficientes que establezcan la
extinción de la acción, como son la conducta de las partes que intervinieron
en el proceso penal y de las autoridades que conocieron el mismo, aspectos
que constituyen una omisión indebida por parte de los codemandados, sin
soslayar que la situación de los jueces y tribunales bolivianos, así como del
Ministerio Público no se encuentra sujeta únicamente a su propia voluntad
sino a aspectos ajenos al propio órgano, como la falta de nombramiento
oportuno de dichas autoridades, las frecuentes e intempestivas renuncias de
funcionarios de esas reparticiones, así como otras circunstancias que inciden
negativamente en el propósito encomiable de una pronta y oportuna
administración de justicia. En consecuencia, corresponderá efectuar un
estudio integral de los elementos que incidieron en la mora procesal, sin
atentar contra la eficacia de la coerción penal favoreciendo a la impunidad”.

De ahí, que se entiende que el plazo previsto por el art. 133 del CPP constituye
un parámetro objetivo a partir del cual corresponde analizar en cada caso
concreto la razonabilidad del plazo en el cual se desarrolla el proceso, para
cuyo análisis, la propia Corte Interamericana de Derechos Humanos adoptó
tres criterios esenciales: a) la complejidad del asunto; b) la actividad
procesal del interesado; y, c) la conducta de las autoridades judiciales,
criterios que fueron asimilados por el Tribunal Constitucional mediante la
Sentencia Constitucional Nº 0101/2004 de 14 de septiembre, y el Auto
complementario 0079/2004-ECA de 29 del mismo mes. Por ello, no todo
proceso que exceda el plazo de duración máxima previsto por ley vulnera la
garantía de juzgamiento en plazo razonable, sino únicamente cuando resulta
evidente la indebida dilación de la causa.

La garantía de juzgamiento en plazo razonable, es coherente con la garantía


a una justicia sin dilaciones indebidas, pues lo que se pretende es resguardar
al imputado de aquellos actos injustificados que dilatan la tramitación del
proceso y la resolución final, provocando y manteniendo en incertidumbre y
zozobra al encausado, por ello corresponde en cada caso analizar si la no
conclusión de un proceso en el plazo máximo previsto por ley, obedece o no
a dilaciones indebidas.

Finalmente, sobre la competencia para resolver las excepciones de extinción


de la acción penal ya sea por duración máxima del proceso o por prescripción
por parte de la Sala Penal del Tribunal Supremo se debe toma en cuenta lo
establecido por la Sentencia Constitucional 1061/2015-S2 de 26 de octubre
señalo que:”… Pues bien, al estar fijados los entendimientos desarrollados
precedentemente, los fundamentos de la SC 1716/2010-R, no constituyen
argumentos suficientes para determinar que la única autoridad competente
para asumir el conocimiento de los incidentes de extinción de la acción penal,
sean las autoridades jurisdiccionales que emitieron la sentencia de primera
instancia, sino que, en virtud a lo establecido por el 14 art. 44 del CPP, “El
juez o tribunal que sea competente para conocer de un proceso
penal, lo será también para decidir todas las cuestiones e incidentes
que se susciten en el curso de su tramitación, así como para dictar
las resoluciones respectivas y ejecutarlas”. En este sentido, es menester
dejar establecido que, la autoridad competente para asumir el conocimiento
y resolver los incidentes de extinción de la acción penal, ya sea por duración
máxima del proceso o por prescripción, es el juez o Tribunal donde radica la
causa principal, así, si el planteamiento de la excepción se da en etapa de
apelación o casación, las decisiones emergentes de las salas penales y del
Tribunal Supremo de Justicia, en virtud los entendimientos plasmados
precedentemente, pero fundamentalmente por la naturaleza de la etapa
procesal, no admiten impugnación; en efecto, lo que se pretende es evitar las
exageradas dilaciones que conllevan las peticiones y envíos de expedientes
entre el Tribunal Supremo de Justicia y los tribunales o jueces conocedores
de la causa principal, que a cuya consecuencia, en muchos casos, se han
postergado innecesariamente las decisiones oportunas en cuanto al fondo del
proceso se refiere, muchas veces por las comunicaciones inoportunas de los
jueces y tribunales conocedores de la causa principal, como ocurrió en el caso
analizado; asimismo, como se expresó, la interposición de los incidentes ante
las prenombradas autoridades, en la práctica sirvió para paralizar el
pronunciamiento de fondo, ya que inclusive, estando sorteada la causa, el
máximo Tribunal de la justicia ordinaria, se vio impedido de emitir la
resolución mientras no esté resuelta la excepción ante el Juez de instancia, lo
que sin duda constituye una clara vulneración de los derechos a ser juzgado
dentro de un plazo razonable, de acceso la justicia y una afrenta a la vigencia
del principio de celeridad y también de concentración de actos. En este
sentido, cuando el justiciable decida plantear extinción de la acción penal por
duración máxima del proceso, deberá formularlo ante el Juez o Tribunal que
conoce la causa principal; sin embargo, también es imperioso aclarar que, si
el incidente fuere suscitado ante el Juez de Instrucción en lo Penal o, ante los
Tribunales o Jueces de Sentencia Penal, sus decisiones efectivamente son
impugnables, ya que la naturaleza de la etapa procesal así lo permite. El
presente entendimiento implica la reconducción de la línea jurisprudencial
establecida en la SC 1716/2010-R a los entendimientos asumidos en la SC
“0245/2006”, que emergió de los razonamientos establecidos en las SSCC
“0101/2004, 1968/2004-R, 0036/2005, 0105/2005- R, 1365/2005-R” y AC
0079/2004-ECA” (Las negrillas son nuestras).
III.2. Resolución del Caso concreto.

Con carácter previo se aclara que, la presente extinción de la acción penal


por duración máxima del proceso, fue presentada ante el Tribunal de
Sentencia en fecha 4 de julio de 2016; por razones atribuibles al Tribunal de
sentencia y al mismo excepcionista, el referido incidente recién llegó a este
Tribunal el 14 de octubre del mismo año.

A efectos de resolver la presente excepción resulta de primordial importancia,


establecer, conforme consta en antecedentes, que el excepcionista con
anterioridad ya presentó una excepción de extinción de la acción penal
también por duración máxima del proceso, la misma que fue declarada
improbada por Resolución de 9 de diciembre de 2014 que corre de fs. 485 a
489 vta., resolución que recurrida en apelación incidental fue confirmada por
Auto de Vista 133 de 7 de agosto de 2015 (fs. 536 a 538 vta.), que declaró
improcedente la impugnación, confirmando el Auto recurrido; en
consecuencia Resolución de 9 de diciembre de 2014 tiene la calidad
de cosa juzgada, en la que se advirtió que, el tiempo transcurrido
hasta la referida fecha de 1 año, 10 meses y 10 días.

Ahora bien, conforme a lo establecido en art. 315.IV del CPP, modificado por
la Ley 586 de 30 de octubre de 2014, el rechazo de las excepciones y de
los incidentes impedirá que sean planteados nuevamente por los
mismos motivos; por lo que es imperativo considerar que los argumentos
por los que el Tribunal de Sentencia declaró improbada la excepción de
extinción por duración máxima del proceso, se refirieron esencialmente a que
el imputado Oscar Mauricio Covarrubias Camacho, no cumplió con los
presupuestos formales de identificación y demostración de los actos
dilatorios, así como a quiénes es atribuible y fundamentalmente que el
transcurso del tiempo es un reflejo de la negligencia de los operadores de
justicia y no así de la parte procesada, por cuanto únicamente se limitó a
realizar un resumen sesgado de las actuaciones desarrolladas durante la
sustanciación del proceso, bajo el rótulo de Fundamento Fáctico,
“…limitándose a indicar de forma general conminatorias que habrían sido
emitidas por autoridad jurisdiccional, sin identificar si se trata de la que ejerció
el control jurisdiccional de la investigación o el que dictó la Sentencia, pero
esencialmente, sin acompañar la documentación respaldatoria a su
pretensión a efectos que este Tribunal, que en definitiva será quien verifique
si lo aseverado es evidente, valore tales circunstancias; actuaciones que al
ser de competencia de otra autoridad jurisdiccional (Juez de Instrucción
Penal) no está al alcance del Tribunal de Sentencia, por ello, que se justifica
la exigencia formal incorporada por la jurisprudencia constitucional...En el
acápite ‘…VI. FUNDAMENTOS JURÍDICOS…’ realiza la transcripción textual de
Autos Supremos y Sentencias Constitucionales para concluir en una absoluta
confusión respecto a dos institutos jurídicos distintos, dentro la gama de las
figuras extintivas, como son el vencimiento del plazo máximo de duración del
proceso y la prescripción…debe tomarse en cuenta la fecha en que se produjo
el supuesto delito y que los delitos de Incumplimiento de Deberes y Peculado
son delitos instantáneos, presupuestos que atañen a otro instituto jurídico
extintivo también, pero que no versa sobre el plazo máximo de duración del
proceso, que como su nombre lo indica está referido a efectuar el control de
cumplimiento del plazo establecido en la Ley Procesal Penal para la duración,
valga la redundancia, del proceso, para ello, es preciso conocer, verificar, cuál
el acto inicial que dio origen al mismo; que en el caso particular, se desconoce.
En definitiva, con la sola aclaración que la demora o dilación del proceso no
es atribuible a su persona, mas al contrario la mora procesal sería de
responsabilidad del Ministerio Publico, sin especificar los hechos y/o
argumentos que respaldan tal afirmación; peor aún no identifica cuáles son
los actos dilatorios en los que habrían incurrido los miembros del Órgano
judicial, a quienes tampoco identifica porque como bien se sabe, en función
a las competencia que les asigna la ley, los operadores de justicia que
intervienen en un proceso penal son varios, ello dependido de las etapas del
proceso”, para posteriormente, efectuando un cómputo aritmético del plazo
transcurrido, concluir que “…la suma de las vacaciones judiciales, las
suspensiones de plazos declaradas expresamente por las autoridades
jurisdiccionales, sin observación o reclamo del procesado hacen un total de 3
años, 9 meses y 8 días, que descontados del tiempo real (5 años, 7 meses y
18 días), hacen un total de 1 año, 10 meses y 10 días de sustanciación del
proceso y por lo mismo, no es evidente que hubiese transcurrido los tres años
de duración del proceso señalados en el art. 133 del Código de Procedimiento
Penal, mucho menos que esté presente la circunstancia que indica el Art. 27
Num. 10) como sostiene erróneamente el impetrante; en tal virtud, mediando
tales circunstancias la extinción de la acción penal no puede ser atribuible al
Órgano Judicial o al Ministerio Público” (sic).

Con el referido antecedente de necesaria consideración y conforme a la


exigencia procesal exigida en el art. 315.IV del CPP, es posible concluir que
constituye obligación del solicitante de extinción, acreditar hechos nuevos
ocurridos a partir del último cómputo realizado por la autoridad jurisdiccional
el 9 de diciembre de 2014, sujetándose a los presupuestos establecidos por
la jurisprudencia constitucional, ampliamente expuestos en el Fundamento
Jurídico precedente, relativos a demostrar que la supuesta dilación en la
tramitación de la presente causa se haya debido a la actuación de las
autoridades encargadas de la persecución penal y no así, como efecto del
comportamiento de las partes procesales o de la complejidad del asunto.

En mérito a ello, a efectos de resolver la presente excepción, corresponde


ingresar al análisis de los fundamentos de la solicitud verificando si el
solicitante cumplió con la carga procesal de demostrar que la causa de la
supuesta dilación haya sido de exclusiva responsabilidad de las autoridades
del Ministerio Público y jurisdiccionales, además del tiempo transcurrido en su
tramitación, a partir de lo ya resuelto por el Tribunal de Sentencia en el
rechazo de la primera excepción formulada por la misma causal. En ese
entendido, de la lectura del memorial de excepción, se advierte que el
imputado, lejos de fundamentar la excepción en base a argumentos nuevos
que permitan establecer que la supuesta dilación no fue responsabilidad del
imputado o que no hayan concurrido elementos que hagan a la complejidad
de la causa, se limitó a efectuar un cómputo aritmético desde del inicio de la
causa hasta que el Tribunal Supremo dejó sin efecto el primer Auto de Vista
emitido en la presente causa, en mérito a que no se celebró la audiencia de
fundamentación oral del recurso de apelación restringida, sin considerar de
forma alguna los fundamentos por los que en una primera ocasión se le

declaró improbada la excepción de extinción de duración máxima del proceso


por el Tribunal de Sentencia, por cuanto además de no haber hecho referencia
alguna a la Resolución de 9 de diciembre de 2014 y su ejecutoria, a partir de
dicha fecha se limitó establecer que el 3 de diciembre de 2012 interpuso su
apelación restringida y por las cargas procesales y laborales, el Tribunal de
alzada, recién emitió el Auto de Vista el 28 de julio de 2014, por lo que
interpuso recurso de casación, en mérito del cual este Tribunal anuló obrados
por no haberse señalado la audiencia de fundamentación del recurso,
disponiendo la devolución de antecedentes para que se cumpla con esa
actuación y que hasta la fecha de presentación de la excepción, no se habría
emitido nueva resolución, argumentando que el tiempo suspendido en razón
de la recargada actividad de trabajo en el Tribunal de apelación, es un plazo
transcurrido no atribuible a su persona sino al órgano judicial, pese a la
priorización de la causa; sin embargo, reconociendo él mismo que la dilación
en la resolución del primer recurso de apelación se debió a las cargas
laborales y procesales del Tribunal de alzada, no demuestra de modo alguno
que dicho motivo no haya estado debidamente justificado, corroborándose,
de la revisión de antecedentes, que la Sala Penal Segunda del Tribunal
Departamental de Cochabamba, a través del Auto de 14 de enero de 2013
(fs. 359), fundamentó que en atención al art. 130 del CPP y a la existencia de
expedientes pendientes de sorteo para la resolución de los recursos de
apelación restringida interpuestos “…debido a la excesiva carga procesal
existente en esta Sala Penal, hace imposible cumplir razonablemente los
plazos procesales. Estas circunstancias resultan ciertamente de hecho que no
han podido preverse o que aún previstos, no han podido evitarse. No se pudo
prever que los recursos de apelación restringida se incrementen en el
volumen que hoy existe y que las Salas en materia Penal resulten insuficientes
para atender esa carga procesal, por las circunstancias que se tienen
expuestas, mismas que resultan totalmente ajenas a la voluntad de los ahora
Vocales de la Sala Penal Segunda. Por las razones expuestas, se suspende el
plazo para el sorteo de la causa y en consecuencia, el plazo de duración
máxima del proceso, hasta que se las sortee conforme el orden cronológico
que corresponda, o siguiendo en su caso los criterios de la resolución
adoptada por la Sala Plena de la Corte Superior de Justicia de Cochabamba
de fecha 21 de noviembre de 2005” (sic), lo que evidentemente, además de
resultar un motivo fundado para la suspensión de plazos, no recibió
cuestionamiento alguno del actual excepcionista; en consecuencia, no puede
pretender a estas alturas cuestionar la referida suspensión, cuando no lo hizo
en el momento procesal oportuno, más aún a través de una simple alusión
en la que no demuestra materialmente que la causa de suspensión fue ilegal,
indebida o injustificada.

Por otro lado, el solicitante del mismo modo, de manera general y sin
demostrar las causas de la dilación argüida, habiendo establecido que el
primer Auto de Vista fue dejado sin efecto debido a la falta de fijación de la
audiencia de fundamentación oral del recurso, se limita a expresar que desde
el 3 de febrero de 2009, que a su juicio marca el inicio del proceso, hasta el
31 de junio de 2016, transcurrieron 7 años, 4 meses y 28 días, tiempo no
atribuible a su persona y de plena responsabilidad del Ministerio Público y del
Órgano jurisdiccional; sin explicar de forma alguna, menos demostrar
materialmente que la dilación haya sido injustificada y de plena
responsabilidad de los órganos encargados de la persecución penal, por lo
que, en definitiva no se advierte que el impugnante haya expresado motivos
nuevos para el planteamiento de la excepción, traducidos en la demostración
de la causas injustificadas para la tramitación de la causa más allá de los tres
años, identificando debidamente a los causantes de dicha dilación, lo que fue
ya advertido en la Resolución de 9 de diciembre de 2014, que rechazó la
primera solicitud de extinción de la acción, teniéndose con ello por incumplida
la normativa procesal penal prevista en el art. 315.IV del CPP y de la
jurisprudencia constitucional ampliamente glosada en este Auto Supremo.

Por las razones expuestas no corresponde deferir favorablemente la pretensión de


la parte imputada.

POR TANTO

La Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia, constituido en Tribunal de Garantías,


en aplicación del art. 44 in fine del CPP, resuelve declarar; INFUNDADA la
Excepción de Extinción de la Acción Penal por duración máxima del proceso opuesta
por Oscar Mauricio Covarrubias Camacho, de fs. 673 a 678 vta., con costas.

En cumplimiento del art. 123 del CPP, se deja constancia, que conforme este trámite
se encuentra regido a lo dispuesto por la Sentencia Constitucional Plurinacional
1061/2015, que estableció que al interponerse una excepción de extinción de la
acción penal ante este tribunal, no existiendo Tribunal competente que de acuerdo
a norma legal, tenga atribución para sustanciar y resolver algún recurso ulterior
respecto a la presente Resolución, no admite recurso ordinario alguno contra las
misma.

Notifíquese en forma personal a las partes con la presente resolución en observación


del art. 163 inc. 2) del CPP, reanudándose los plazos procesales a efectos del art.
418 del CPP.

Regístrese y cúmplase.

Firmado

Magistrada Presidenta Dra. Norka N. Mercado Guzmán


Magistrada Dra. Maritza Suntura Juaniquina
Secretario de Sala Dr. Cristhian G. Miranda Dávalos

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