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La atmósfera es la capa gaseosa que rodea la tierra y se extiende hasta unos 1000
km desde su superficie. Las características físicas y la composición química de la
atmósfera varían radicalmente en relación con la altitud, de manera que se puede
dividir en varios estratos bien diferenciados y con unas características propias. A
medida que aumenta la altitud, la densidad del aire va disminuyendo debido a la menor
fuerza de atracción que sobre él ejerce la tierra; así, el 50 % de la masa total de la
atmósfera se encuentra por debajo de los 5 km sobre el nivel del mar.
El conjunto de sustancias que son emitidas por estas tres fuentes rebasa el centenar,
pero se pueden clasificar según su estado físico en:
Se define como proceso contaminante a todo aquel que por su naturaleza o por los
procesos tecnológicos convencionales utilizados, constituye o puede constituir una
fuente de contaminación atmosférica.
La combustión de los derivados del petróleo, del carbón y de gas natural es una de
las fuentes de energía más utilizadas en la actualidad. La reacción de combustión de
hidrocarburos se trata de la simple inyección de aire sobre el carburante en cuestión
para que reaccione con el oxígeno mediante un proceso muy exotérmico.
El tráfico rodado
Se calcula que en la actualidad hay más de 500 millones de vehículos que circulan por
todo el mundo y que, sumando todos los gases de escape de todos ellos, constituyen
una de las fuentes de contaminación más importantes.
Plantas incineradoras
En este tipo de procesos, las reacciones que tienen lugar son de toda clase, de manera
que los contaminantes producidos son, igualmente, muy diversos. Todos ellos están
recogidos en decretos, reglamentos y ordenanzas. En general, la totalidad de los
contaminantes son gaseosos, existiendo poca presencia de partículas sólidas. Aparte
de los contaminantes en forma de óxidos más convencionales, presentes
generalmente en cualquier proceso de transformación, se pueden incluir
contaminantes más elaborados y, por consiguiente, de más compleja eliminación,
como son:
Uno de los efectos asociados a la instalación de una industria papelera en una zona
determinada es el impacto que producen los malos olores provenientes de ella. Estos
olores tienen su origen en algunas de las etapas del tratamiento químico de la
celulosa, como vemos a continuación:
Son características las industrias cementeras, que suelen depositar un típico polvo de
color blanquecino sobre las hojas de los árboles y las edificaciones. Este polvo es rico
en óxido de calcio (CaO) pero también están presentes otros óxidos como son el Na2O,
MgO, K2O, SiO2, Al2O3 y el SO3.
Según un informe titulado "Aire y salud" publicado por la Agencia Europea de Medio
Ambiente, entre el 30% y el 40% de los europeos que viven en ciudades están
expuestos a concentraciones medias de contaminantes en el aire superiores a las
establecidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y por esta misma
agencia. Se calcula que la polución ocasiona anualmente una disminución del 5 por
ciento en la capacidad pulmonar de 14 millones de europeos, y se estima que cada
año se dan entre 4 y 6 millones de casos de niños con enfermedades pulmonares.
El impacto de los gases contaminantes en el corazón y las arterias puede verse desde
la perspectiva de la acción del tabaco de los cigarrillos, que amplifica cualquier efecto
de una atmósfera polucionada. En efecto, al quemarse un cigarrillo se desprenden los
mismos gases que en una gran combustión, por lo que los resultados obtenidos del
estudio de la relación entre el tabaco y las enfermedades coronarias son totalmente
trasladables a la influencia que tienen los elevados niveles de polución en las grandes
ciudades.
La sangre
Estos hechos los podemos explicar por combinación de dos efectos. Por un lado, la
presencia de polvo que consigue llegar a los alveolos pulmonares y combinarse con
la hemoglobina de la sangre provoca el deterioro de los glóbulos rojos. Pero también
debe tenerse en cuenta que la disminución de la concentración de oxígeno en el aire
provoca un aumento en la síntesis de eritrocitos para compensar este efecto negativo,
al igual que lo que ocurre en las poblaciones humanas de las altas montañas.
Otro efecto observado por los médicos es el estado de fatiga que presentan personas
de todas las edades en las grandes ciudades. Las causas pueden ser varias: la falta
de oxígeno en el aire por la que los músculos pueden perder hasta una cuarta parte
de su capacidad motriz, o también una acción directa sobre el sistema nervioso que
rige el funcionamiento de músculos y tendones.
Los efectos producidos por la contaminación del aire en las plantas son muy
importantes debido a la sensibilidad que presentan los tejidos vegetales frente a las
agresiones externas. La asimilación de algunos compuestos nocivos por la planta
genera un retraso en su crecimiento, ya que actúan directamente en el proceso de
fotosíntesis, bloqueando en algunos casos el proceso de síntesis de clorofila. Las
pérdidas económicas ocasionadas son elevadísimas; la acción de una zona industrial
sobre una plantación de cereales u hortalizas puede reducir su rendimiento productivo
en más de un 60%.
Los vegetales son unos indicadores biológicos muy buenos para determinar la
presencia contaminante de algún elemento. Debido a su sensibilidad, su poder de
captación y a la simplicidad en sus tejidos estructurales, el análisis en laboratorios
químicos de los niveles de algún compuesto es bastante sencillo y rápido. Así, los
bioindicadores de la polución atmosférica más utilizados son los líquenes, los hongos
y las pequeñas plantas; obsérvese, por ejemplo, la ausencia de líquenes en las
piedras de las grandes ciudades, aunque la humedad sea elevada.
La incidencia de algunos efluentes gaseosos en los animales puede producirse por dos
vías: directamente o a través de la ingestión de vegetales contaminados. Esta última
opción es aún más peligrosa, puesto que la sustancia nociva entra dentro de la cadena
alimentaria, afectando incluso a animales que no consumen vegetales.
El hecho de que las grandes emisiones de CO2 influyan en el calentamiento global del
planeta ya era conocido en el siglo XIX, pero la concienciación de que sus efectos
pueden resultar fatales para los ecosistemas ha tomado especial relevancia a partir de
los años 70. El término "invernadero" tiene su origen en la traslación a gran escala del
fenómeno físico en el que está basado un invernadero para plantas, que deja escapar
las radiaciones solares de longitudes de onda bajas rebotadas en la superficie
terrestre, pero no las de longitudes de onda más altas, que recalientan el ambiente
dentro del invernadero.
La influencia del hombre en este proceso tiene lugar cuando éste provoca un aumento
de la concentración de CO2 en el aire y acumula cantidades de CH4, N2O, CFC-11,
CFC-12 y O3, cuyas bandas de absorción de la radiación tienen sus picos en la región
de bajas frecuencias. Aumenta entonces la concentración de compuestos que retornan
esta radiación a la tierra, originándose un calentamiento extra. El cambio climático ya
se puede constatar actualmente y se estima que a mediados del siglo XXI la
temperatura media de la tierra habrá ascendido entre 2 y 4 ºC.
El posible impacto futuro sobre la tierra del efecto invernadero ya fue descrito en la
Conferencia Nacional del Efecto Invernadero celebrada en Melbourne en 1987. Allí se
enumeraron una serie de efectos que podían tener lugar a largo plazo y que se
describen a continuación.
La elevación del nivel del mar puede tener orígenes diferentes: el deshielo del casquete
polar ártico y la expansión térmica de los océanos. El deshielo del polo Norte, a corto
y medio plazo, no parece constituir una amenaza seria para el aumento del nivel del
mar, pero para la expansión térmica ya se han realizado estimaciones científicas para
los próximos 25-30 años.
La expansión térmica de los océanos viene provocada por los cambios de temperatura
y de salinidad del agua, y sólo es significativa a lo largo de los primeros 1000 metros
de profundidad. Para mediados del siglo XXI se calcula una expansión de 10 cm en
los primeros 100 metros de profundidad, y de 20 cm en los restantes 900 metros.
El impacto sobre los ecosistemas se puede producir por dos vías diferentes, pero
relacionadas entre sí: la variación de la composición química del aire y el cambio
climático generado.
Esta capa de ozono que rodea la tierra juega un papel decisivo para la vida en el
planeta, desempeñando una función de manto protector de las radiaciones
ultravioleta (frecuencias bajas) procedentes del sol. El ozono absorbe estas
radiaciones, entre 200 y 290 nm, según se describe en la siguiente reacción química:
El agujero de la capa de ozono situado sobre la antártida fue detectado por primera
vez en 1982 por científicos japoneses y confirmado en 1987 por satélites de la NASA.
El descubridor de este gran agujero estratosférico es el japonés SigeruChuchabi que,
desde la base antártica de Syowa, recogió medidas de la concentración de ozono
durante un año y constató una disminución uniforme hasta valores nunca antes
detectados. Los resultados fueron presentados en el Simposio Internacional del Ozono
celebrado en 1984 en Salónica (Grecia), pero no se les prestó atención hasta un año
más tarde, cuando fueron contrastados con observaciones realizadas por científicos
británicos desde otra estación antártica, la base Halley Bay. Una vez planteado el
peligro evidente que podía constituir este fenómeno, se estudiaron medidas más
fiables realizadas por el satélite Nimbus-7 en ese período. El programa informático del
satélite, que fue lanzado al espacio en octubre de 1978, tenía insertadas una serie de
consideraciones estadísticas, de manera que si los valores medidos superaban ciertos
límites de un intervalo supuestamente lógico, eran rechazados automáticamente como
errores de medida o de calibraje. Por ello, se tuvieron que reprocesar todos los datos
anteriormente obtenidos y se pudo apreciar el estado real del agujero.
El problema, por lo tanto, es relativamente nuevo, y todas las medidas que se han
tomado al respecto son recientes. En 1989 el agujero ya abarcaba toda la superficie
del continente antártico, constantándose reducciones de la concentración de O3 de
hasta el 20% en latitudes cercanas a Nueva Zelanda, y en 1992 se detectaron ya
concentraciones anormales de compuestos clorados en las capas altas de la
atmósfera del Polo Norte. Aunque en estas latitudes todavía no se ha detectado un
agujero en la capa de ozono, recientes predicciones calculan que, de seguir el actual
ritmo de emisión de compuestos nocivos para el O3, en pocos años puede verse
reducida su concentración en un 15%.
3.5. Sistemas de medición de la contaminación del aire
Una vez diseñada una red teórica de estaciones detectoras en una zona, deben
considerarse otros aspectos para intentar no obtener resultados falseados. En primer
lugar, debe de asegurarse la no proximidad de algún foco de contaminación importante
que provoque unas circunstancias de polución características del lugar. En segundo
lugar, debe procurarse situar las unidades en lugares elevados (azoteas, montículos,
elevaciones, etc) y que no estén cerca de algún impedimento geográfico (montañas,
edificios,...) que conduzcan las corrientes que transportan a los contaminantes de una
manera forzada.
El equipo utilizado para la recogida de muestras puede estar compuesto por dos tipos
de aparatos: manuales o automáticos. La utilización de un tipo de instrumental u otro
dependerá del tipo de análisis que queramos realizar. Los manuales absorben los
contaminantes para su posterior análisis, permitiendo conocer valores medios de
polución, mientras que los automáticos determinan valores puntuales en todo
momento e inmediatamente.
El fundamento de los equipos de toma de muestras manuales es el siguiente: el aire
objeto de nuestro análisis es aspirado a través de un embudo mediante una bomba,
y se hace pasar por un filtro que retiene las partículas sólidas en suspensión.
Seguidamente se conduce el aire filtrado hacia una solución captadora líquida, donde
borbotea. Existe una solución captadora para cada tipo de contaminante, así
utilizamos una u otra según el compuesto que queramos analizar. Finalmente, se
estudia esta solución para determinar la cantidad de contaminante presente. La
descripción detallada de todos estos elementos y el método utilizado están
homologados y recogidos en documentos oficiales.
Se utilizan tres tipos de captadores en función del caudal de aire aspirado. Los
captadores de pequeño volumen (CPV) aspiran entre 2 y 4 m3 /día y pueden
utilizarse tanto para analizar partículas en suspensión como para gases. Los de
mediano volumen (CMV) aspiran en torno de los 30 m3 /día y se suelen utilizar para
el análisis de metales pesados. Los de alto volumen (CAV) aspiran de 50 a100 m 3
/hora y captan todo tipo de partículas.
A esta lista, hay que añadir otros aparatos de uso más específico, tales como:
a) Los reactores y accesorios.
b) Los separadores adsorbedores (carbón activo,...).
c) Los separadores por catálisis.
d) Los incineradores.
El término de "separador" utilizado en la mayoría de los aparatos de depuración de
efluentes atmosféricos contaminados, se refiere a que los contaminantes se separan
de la fase gaseosa en que se encuentran para pasar a una fase líquida o sólida. Por
lo tanto, a la hora de escoger el aparato o el proceso más idóneo, habrá que tener en
cuenta el problema de los residuos generados, su almacenamiento y evacuación, ya
sean sólidos o líquidos (o incluso gaseosos, en el caso de la incineración).
Los sistemas de depuración se pueden agrupar tal como aparece en la tabla 3.1., en
función del estado físico del contaminante o contaminantes a los que se aplican, es
decir, si el contaminante a separar del gas portador está en forma de partículas o en
forma gaseosa.
Separaciónporelectricidad (electrofiltros) X
Absorción:
por vía seca (lechos de gravas) por X X
vía semi-seca (lechada de cal) X X
por vía húmeda (lavadores de gas, torres de absorción) X X
X
Adsorción (carbónactivo)
Reduccióncatalítica X
Tratamientosbiológicos X
Una población urbana normal percibe unos niveles de ruido que oscilan entre 35 y 85
decibelios. Este rango es bastante amplio, y pasa de niveles de ruido aceptables para
todo el mundo, hasta índices de contaminación acústica molestos para la totalidad de
la población. España por ejemplo muestra niveles bastantes altos respecto a la media,
situándose como el segundo país más ruidoso del mundo después de Japón.
El medio de propagación del ruido debe ser elástico, ya que en el vacío no se propaga.
Cuando el ruido origina molestias para el oyente de carácter psicológico o fisiológico,
e incluso cuando llega a afectar la salud del aparato auditivo, del sistema nervioso o
de otros órganos vitales, es cuando hablamos de contaminación acústica.
1
. Un decibelio es la unidad de medida de nivel de presión de sonido.
Definimos ahora una serie de magnitudes físicas características de las ondas sonoras
y que serán la base de las mediciones de los niveles de contaminación acústica.
3.7.2.1. Velocidad del sonido (C)
donde:
El período se define como el tiempo (en segundos) que tarda en producirse un ciclo
completo de oscilación de la onda sonora. Se representa por T.
El oído capta frecuencias entre 20 y 20.000 Hz. Dentro de esta escala, entendemos
como sonidos graves los que tienen una frecuencia inferior a los 250 Hz, entre 500 y
1000 Hz los sonidos son medianos y más allá de 1000 Hz las frecuencias son agudas.
3.7.2.4. Longitud de onda ( l )
Al utilizar el concepto de nivel de presión del sonido (Lp) en vez del de presión
sonora, la escala de valores queda entonces transformada de 0 a 120 dB.
Se define la potencia sonora como la intensidad sonora que atraviesa radialmente una
esfera cuyo centro sea el punto emisor.
Lw = I A = I 4 p R2
3.7.3.1. La circulación y el
transporte El tráfico rodado
MOTOR Y TRANSMISIONES
La potencia viene determinada por:
Tipo y estado del vehículo.
• Velocidad de la circulación.
• Densidad de circulación.
• Localización de la medida: la potencia sonora aumenta en las zonas en las que los coches
deben parar y arrancar (stops, pasos de cebra, semáforos, etc...) y en las pendientes
elevadas.
• Estado del tubo de escape.
Características:
En las operaciones de aceleración o reducción de la velocidad el nivel de presión sonora llega a
incrementarse unos 20 dBA, y si consideramos que la medida del ruido generado por el paso de un
vehículo a 100 km/hora, a 15 metros de distancia, es de 75 dBA aproximadamente, se alcanzan
niveles cercanos a los 100 dBA en algunos puntos.
CLAXON
Para intentar regular sus efectos, se establecen unas normativas municipales que dictaminan los
valores límite de sonoridad permitidos. El nivel de presión sonora de un claxon percibido a una
distancia de un metro es de 120 dBA, que es límite de dolor del ruido y por lo tanto totalmente
intolerable por el sistema auditivo humano.
NEUMÁTICOS
A partir de los 70 a 80 km/hora, el ruido provocado por los neumáticos al rodar por el firme se hace
superior al del motor del automóvil. En este caso, adquiere especial relevancia el tipo de pavimento
por el cual se circula. En efecto, cuando la calzada está en mal estado o el pavimento está mojado,
la sonoridad del tráfico se hace mayor, llegándose a incrementar el ruido hasta 15 dBA más de
potencia.
Tabla 3.4. Procedencia del ruido generado por los vehículos y sus principales
características.
El tráfico aéreo
El ruido del tráfico aéreo no sólo suele afectar a las zonas limítrofes a un aeropuerto,
sino que también puede generar molestias en las regiones por las que pasa. Este es
el caso de los aviones supersónicos, que se desplazan a velocidades superiores a la
del sonido.
Cuando un avión supera esta velocidad (331 m/s a 0 ºC), se dice que rompe la barrera
del sonido y se produce un estampido sonoro que puede oírse a más de 50 km de
distancia. Este fenómeno tiene lugar cuando las ondas sonoras provocadas por el
avión se desplazan a su misma velocidad, acumulándose sobre la superficie del
fuselaje y formando las llamadas ondas de choque. La presión entre estas ondas varía
de manera importante, de forma que se producen fuertes vibraciones sobre el avión.
Estos golpes de compresión u ondas de choque se van expandiendo formando un
cono que rodea al avión y que tiene su vértice en su parte delantera.
El tráfico ferroviario
El rozamiento de las ruedas de un tren sobre los raíles de la vía produce ruidos de
frecuencias bajas molestos para la población. Generalmente, donde se producen los
máximos niveles de intensidad sonora es en las estaciones. Estas estaciones se
suelen situar fuera de las poblaciones, pero a veces el crecimiento de las ciudades o
la necesidad de estar cercanas al usuario llega a incorporarlas en núcleos urbanos. En
estos casos, las vías deben estar bajo tierra, aunque entonces se producen problemas
de vibraciones en las viviendas próximas.
Cuando los trenes son de alta velocidad y se desplazan alrededor de los 200 km/hora,
la frecuencia de los ruidos aumenta, resultando más molestos para el oído. La
intensidad se incrementa con el paso de los trenes por estructuras metálicas como los
puentes.
El paso de un tren produce un nivel sonoro medido a unos 30 metros de distancia que
puede oscilar entre los 80 y 100 dBA.
3.7.3.2. La industria
Muchas actividades relacionadas con el ocio, sobre todo el de la población joven, son
el origen de niveles sonoros en horas de descanso. En este caso, coinciden las horas
nocturnas y en fin de semana, en las que gran parte de la población descansa, con el
período de tiempo preferido por otro grupo de gente para su tiempo de ocio.
Compaginar ambos horarios resulta, en ocasiones, bastante complicado, y las
medidas tomadas a cabo no suelen contentar a nadie. Así, en muchos municipios se
ha intentado controlar la hora de cierre de estos locales, lo que ha eliminado las
molestias de los vecinos, puesto que la máxima intensidad sonora se produce en la
salida del local: conversación de la multitud, ruido de persianas, ruido de motores de
coches y motocicletas, etc.
El efecto del ruido sobre la salud del hombre no puede estudiarse como una relación
causa-efecto, sino que en ocasiones la relación es más compleja, afectando de forma
indirecta a determinados órganos y de manera desigual para cada individuo receptor
del ruido. Efectivamente, la disminución de la capacidad auditiva en situaciones de
ruido constante es un hecho demostrado, y se puede considerar una relación
proporcional entre el aumento de la sonoridad y dicha pérdida, pero en ocasiones este
mecanismo no es directo y se producen alteraciones en otros órganos causados por
el estrés, que sí son consecuencia directa del ruido.
Este es el caso, por ejemplo, de las afecciones cardiovasculares, que se dan en mayor
medida en poblaciones expuestas a intensos ruidos de fondo.
Por otra parte, deben considerarse muchos otros aspectos como las características
fisiológicas y psicológicas particulares de cada individuo, puesto que hay personas
más sensibles que otras frente a una agresión sonora. Si a una persona le supone
una situación estresante trabajar con el continuo ruido de fondo de una máquina, otra
lo puede tolerar más, evitando de este modo muchas incidencias indirectas sobre el
organismo.
3.8.1 Efectos fisiológicos
Un sonido intenso y repentino por encima de los 140 dB que dure más de 5
milisegundos, puede provocar lesiones graves en el oído. Si el tiempo de duración de
este sonido no supera los 5 ms, la posibilidad de lesión disminuye mucho, pero para
niveles por encima de los 165 dBA, se produce casi siempre una lesión en la clóquea,
independientemente de su duración.
La afección más común suele ser una ruptura del tímpano, puesto que se trata de una
membrana muy delicada, pero en ocasiones viene acompañada por otras lesiones
internas, como la dislocación de la cadena de huesecillos que participan en la
transmisión del sonido. Así, aún teniendo una correcta capacidad para asimilar los
ruidos, podemos percibirlos defectuosamente por una mala transmisión de éstos. El
problema, sin embargo, tiene solución médica, sustituyendo la estructura ósea dañada
por un sistema percusor artificial que emita vibraciones parecidas a las producidas por
el martillo, yunque y estribo.
A través de la acción del sistema nervioso vegetativo, quedan afectados otros órganos
relacionados con él, como pueden ser el corazón o las arterias.
Uno de los efectos más comunes en medios urbanos respecto a las comunicaciones
interpersonales es la interferencia que el ruido ambiente puede producir en la correcta
interpretación del mensaje. Recientes estudios han demostrado de manera
experimental que para que la inteligibilidad sea de un 100%, el mensaje debe superar
en más de 10 dBA al ruido de fondo, y si lo supera justamente en 10 dBA, la capacidad
de interpretación disminuye al 95%, como media de la población estudiada.
En los numerosos estudios realizados para intentar tabular estos efectos del ruido, se
ha calculado que a una distancia de un metro y para una presión sonora
correspondiente a una conversación normal (60 dBA aproximadamente) el ruido
ambiente no debe superar los 55 dBA para que dicha conversación tenga un grado
aceptable de inteligibilidad.
Indice de nitidez
La primera consideración que se tiene en cuenta a la hora de calcular este índice es el rango de
frecuencias en el cual la presencia de un ruido ajeno a la conversación puede interferir en su
inteligibilidad. En efecto, ruidos inferiores a 250 Hz y superiores a 7000 Hz son fácilmente
identificables, y por tanto diferenciables del espectro frecuencial normal del habla.
Se calcula que para que estos efectos no tuvieran lugar, el ruido ambiental no debería
superar los 40 dBA.
Durante las dos a cuatro primeras horas del sueño, la reactividad frente a los estímulos
se va reduciendo progresivamente: los reflejos condicionados desaparecen, pero se
conservan los reflejos de la piel y los bulbares (respiratorios, cardíacos, vasomotores,
etc). La respiración se hace más lenta, disminuye el volumen respiratorio, la
concentración de oxígeno en los alvéolos, la frecuencia de los latidos cardíacos, las
secreciones lagrimales, digestiva y urinaria, y aumenta la del sudor y la concentración
de CO2. El metabolismo desciende por debajo del nivel basal. La inactividad no es
completa, aunque se produce un gran reposo muscular.
Figura 3.21. Las ondas cerebrales de las distintas fases del sueño pueden
registrarse mediante electrodos situados en la cabeza. Fuente: elaboración propia.
Existe pues una sensibilidad frente a los estímulos sonoros durante el sueño que
puede detectarse mediante electroencefalogramas, aplicando electrodos a los
músculos, e incluso midiendo la diferencia de potencial entre la córnea y la retina del
ojo. En efecto, el organismo reacciona de manera similar frente a estos estímulos que
en estado de vigilia; es más, lo hace incluso con niveles de presión sonora menores.
Se calcula que para que no exista esta influencia en el sueño, el nivel sonoro
equivalente durante el sueño no debe superar los 35 dBA, y puntualmente no se debe
superar este valor en más de 10 dBA.
El planificar una urbanización cerca de una fuente sonora tiene que hacerse de tal
forma que la población quede lo más aislada posible de ésta. Para ello, la primera
consideración a tener en cuenta es el estudio geométrico de los edificios y su
disposición geográfica, colocando los destinados a actividades menos sensibles al
ruido como barrera sonora de los otros y distribuyendo dormitorios y salas de estar en
el lado opuesto al origen de la contaminación acústica.
• Método geométrico.
• Método de las
maquetas.
Método del
ordenador.
3.9.1.1 Método geométrico
Se trata, por tanto, de trazar en el plano del proyecto todas las líneas posibles que,
reflejadas con un determinado ángulo en cada pared, lleguen al punto de estudio y
ver en qué puntos la diferencia de alguno de estos valores con el recorrido directo
excede los 17 metros. Si se da esta situación, es necesario cambiar el diseño o colocar
un material absorbente en la pared que atenúe la onda sonora.
El método de las maquetas soluciona las deficiencias del método geométrico, pasando
el problema de dos dimensiones a tres mediante el estudio de la maqueta de una sala.
Como es lógico, la efectividad del método disminuye en relación con la escala, siendo
por tanto más preciso un estudio a escala 1/10 que a 1/30, aunque al mismo tiempo
también aumenta el costo del proyecto.
La medida y el estudio del ruido permiten realizar predicciones fiables sobre las
consecuencias que una fuente sonora pueda generar sobre un entorno determinado.
Así, conociendo las características acústicas propias del foco sonoro, se puede actuar
sobre ellas en el mismo momento en que éste se cree, utilizando materiales
adecuados o diseñando formas geométricas que eviten problemas de reverberación
o vibración. A grandes rasgos, se sugieren una serie de medidas según el tipo de
ruido.
3.10.1.1 Ruidos de impacto
Tipo de materiales m mº
Acero sobre hielo. 0,03 0,01
En este caso, la reducción del ruido en su fuente adquiere especial importancia debido
a la imposibilidad de disponer obstáculos que absorban el sonido. Esta acción se
centra pues en el control sonoro de los motores. De esta manera, resulta adecuada la
utilización de motores de tasa de dilución elevada, aunque en este caso hay que tener
en cuenta que la lucha contra el ruido y los intereses económicos van por caminos
opuestos.
Existen, sin embargo, medidas menos costosas que son habituales en los aeropuertos,
que van desde la prohibición de edificar en sus inmediaciones hasta concentrar el
tráfico aéreo en horas diurnas. Otras recomendaciones internas se basan en la
búsqueda del ángulo más silencioso de aterrizaje o en el control en el régimen del
motor.
Una de las actuaciones más económicas y efectivas para la lucha contra el ruido
consiste en colocar barreras acústicas que absorban las ondas sonoras entre las
fuentes sonoras y los receptores. El efecto de estas pantallas depende en gran medida
de la frecuencia del sonido incidente, que es atenuado en diferente grado según la
zona en la que esté ubicado el receptor. A modo general, podemos representar este
efecto en la figura siguiente:
Figura 3.25. Atenuación del ruido a diferentes frecuencias por una pantalla.
Fuente: elaboración propia.
Puntos a destacar
1.- Cualquier sustancia que se encuentre en la atmósfera en una proporción diferente
a la de una situación natural se considera como un contaminante aéreo.
2.- Ciudades como Londres, Los Ángeles o México D.F. han protagonizado en este
siglo los problemas más graves de contaminación atmosférica.
3.- No sólo se presentan problemas en la población por la inmisión de contaminantes
cerca de los puntos de emisión, sino también en zonas más distanciadas por efecto
de su dispersión en el aire.
8.- El tráfico rodado es una de las principales fuentes de contaminación y uno de los
principales objetivos actuales en la lucha contra la polución.
9.- Las características de los gases procedentes de las industrias de tratamiento del
metal están condicionadas por la naturaleza particular de las materias primas.
10.- Las emanaciones aéreas de las industrias químicas son de difícil eliminación
debido a la complejidad en su composición en muchas ocasiones.
11.- El principal problema de las cercanías de una industria papelera hay que buscarlo
en los olores que se desprenden en sus procesos.
12.- Una de las características que definen a los procesos de construcción es la gran
concentración de partículas sólidas en suspensión.
14.- Los gases insolubles y las partículas de pequeño diámetro penetran hasta la parte
más interna del aparato respiratorio pudiendo, en último término, entrar en contacto
con la sangre.
16.- Algunos contaminantes debilitan las membranas que separan los alveolos
pulmonares entre sí, restando elasticidad en los pulmones y, consiguientemente,
causando insuficiencias respiratorias.
17.- Los derivados químicos del pireno y paraleno se revelan como agentes causantes
del cáncer de tráquea, bronquios y pulmón.
18.- Las afecciones del aparato circulatorio vienen provocadas por la inhalación
continuada de contaminantes, como es el caso de la sustitución del oxígeno por CO
en la hemoglobina.
21.- Los vegetales son unos bioindicadores muy buenos a la hora de determinar el
exceso de algún contaminante aéreo debido a su sensibilidad, poder de captación y
a la simplicidad de sus tejidos.
22.- El efecto más conocido contra los vegetales es la acción de la lluvia ácida,
generada mayoritariamente por las grandes emisiones de SO2 en la atmósfera.
27.- Los CFC's, agentes destructores del O3, están siendo sustituidos por otras
sustancias que minimizan su efecto.
30.- Para el análisis de la muestra se siguen una serie de métodos homologados que
certifican la garantía de los resultados obtenidos
32.- Las ondas sonoras sólo pueden propagarse por medios elásticos, provocando la
vibración de sus moléculas constituyentes.
34.- Las unidades de presión sonora son los decibelios (dB), que son más prácticas y
siguen una escala logarítimica.
35.- El espectro de frecuencias sonoras asimilables por el oído humano puede dividirse
en unas bandas de anchura creciente, denominadas bandas de octava.
b.- El ruido más intenso procedente de un automóvil es del claxon, que alcanza los 120
dB a un metro de distancia.
c.- El estampido sónico que provocan los aviones que atraviesan la barrera del sonido
puede oirse en un radio de 50 km de distancia.
d.- El paso de un tren produce niveles sonoros de 80 a 100 dBA a 30 metros de
distancia.
39.- La construcción y las obras públicas son fuentes sonoras que inevitablemente
están incluidas dentro de poblaciones urbanas.
40.- Los efectos del ruido por construcciones deben minimizarse en la medida de lo
posible, programando las obras en verano y, obligatoriamente, en horario laboral.
41.- Las actividades de ocio de una parte de la población muchas veces perjudican a
la otra parte, resultando necesaria la adopción de medidas municipales que
representan un compromiso por ambas partes.
43.- Para ruidos muy intensos, se producen lesiones en el oído como la rotura de la
membrana timpánica o la dislocación del martillo, yunque y estribo.
48.- El exceso de ruido es origen de toda una serie de efectos psicológicos como la
sobrecarga de estímulos, la sensación de inseguridad, somnolencia o disminución de
memoria.
49.- El ruido reduce, e incluso interrumpe, el estado MOR del sueño, lo que provoca
un estado de cansancio e irritabilidad y una disminución del rendimiento del individuo
en estado de vigilia.
53.- La captura de los contaminantes debe realizarse lo más cerca posible de la fuente
de emisión principal.
56.- La ubicación de edificios y viviendas debe hacerse de tal manera que, los
destinados a actividades menos sensibles al ruido apantallen a las viviendas, donde
las salas de estar y dormitorios deben encontrarse lo más alejadamente posible del
origen sonoro.
58.- Los efectos del ruido pueden minimizarse controlándolos en su fuente, ampliando
las superficies de impacto, lubricando superficies de fricción, disminuyendo su
frecuencia de repetición o empleando silenciadores en conducciones.
59.- El efecto de una pantalla acústica sobre las ondas sonoras es una atenuación de
sus frecuencias según la zona trasera de la barrera.
60.- El índice de inserción se define como la diferencia entre los niveles de presión con
y sin barrera acústica.