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( Juan 16:7-14 )
INTRODUCCIÓN
Jesús después de haber tomado la última cena con sus discípulos, les comenzó a hablar acerca de
su partida, para reunirse nuevamente con el Padre y les declaró la razón de su partida, y por qué
convenía su partida: Él tenía que estar junto al Padre para interceder por nosotros (Ro.8:34;
Heb.7:25) Por qué tiene que interceder, porque hay alguien que nos está acusando (Ap:12:10b)
Pero Jesús también dijo que Él rogaría al Padre para que nos diera otro Consolador (Jn.14:16-17).
Entonces el objetivo de la partida de nuestro Señor Jesucristo, era el enviar al Espíritu Santo, y este
fue cumplido el día de pentecostés (Hch.2:33).
La presencia del Espíritu Santo, era más conveniente que la presencia corporal de nuestro Señor
Jesucristo, porque la presencia corporal se limitaba a un determinado lugar, Él no podía estar en 2
lugares al mismo tiempo, mientras que la presencia de su Espíritu, podría estar en todo lugar
¿Cuál es la obra del Espíritu Santo en nosotros? ¿Por qué fue conveniente que Cristo se fuese para
que enviara al Consolador? (Juan 16:7).
Estar consolado es una experiencia agradable, la cual implica la presencia de un problema. Este
mundo es un lugar de tribulación, persecución y lágrimas para el hijo de Dios. Antes de la partida
de Cristo, El les aseguró a los apóstoles que las aflicciones serían parte de sus vidas (Jn.16:1-4). Por
lo tanto, no podemos escaparnos de las aflicciones, sino más bien buscar el consuelo durante sus
pruebas.
La intención de Dios para con Sus hijos es que tengan consuelo y gozo en este mundo (Jn.14:27;
Jn.16:33; Ro.14:17; Jn.14:18). A un cristiano descontento, le falta le fe (Ro.15:13) y es de mal
testimonio. El gozo del Señor es nuestra fortaleza y es la clave del éxito en el servicio a Dios
(Neh.8:10; Sal.51:12-13). Recibimos consuelo en nuestras aflicciones y podemos regocijarnos en
las pruebas (Stg.1:2). De ahí la importancia de tener al Consolador con nosotros.
La palabra griega para consolador es "parakletos" que significa "llamado al lado de uno; en ayuda
de uno". El Espíritu Santo como Consolador es nuestro ayudador, consejero y abogado.
En 1 Juan 2:1, se menciona a Cristo como nuestro "parakletos" (abogado). En Juan 14:16, Cristo
dijo que enviaría "otro" Consolador. La palabra griega por "otro" es "allos" que significa "otro de la
misma clase".
El Espíritu Santo es entonces (como Cristo) una persona Divina quien nos cuida en la ausencia
física de Cristo. Siendo omnisciente, El puede enseñarnos la voluntad de Dios. Siendo
omnipotente, El nos sostiene en el mundo (1 Juan 4:4). Nos ama de la misma manera que Cristo y
mantiene comunión con nosotros (Romanos 15:30, 2 Corintios 13:14).
II. ¿CUAL ES EL PROPOSITO DEL ESPIRITU SANTO?
La venida del Espíritu Santo, era de suma importancia para llevar adelante la obra de nuestro
Señor Jesucristo en la tierra, cuando nuestro Señor Jesucristo comenzó su ministerio terrenal, lo
primero que comenzó a predicar y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha
acercado (Mt.4:17; Mr.1:15) . Y el establecimiento del reino de Dios en la tierra es el propósito del
Espíritu Santo, para que se cumpla este propósito.
El objetivo del Espíritu Santo es convencer, no esta en el hombre el poder convencer a sus
semejantes para que crean en Jesús ni menos para que se aparten del pecado, el hombre podrá
usar mucha oratoria, Psicológica, puede hacer esto o aquello, pero no podrá convencer al
incrédulo para que se convierta, porque es obra del Espíritu Santo.
Con la muerte de Jesús en La cruz del calvario, sin haber pecado, lo demostró al diablo su
desobediencia, lo encontró culpable de su maldad y lo juzgo y quedo convicto al lago de fuego y a
su debido tiempo Ap:20:10. Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y
azufre..y le quito todo poder y autoridad que el diablo le había robado al hombre y ahora Jesús
tiene las llaves del hades y de la muerte. Ap:1:18.b. y tengo las llaves de la muerte y del Hades.
En este acto no solamente fue juzgado el diablo y sus ángeles, sino también el mundo entero, El
Espíritu Santo nos hace ver este juicio, para poder escapar de el, pero esto es un acto voluntario
de las personas que puedan abrazar el Amor de Dios por la fe en la persona de nuestro Señor
Jesucristo, o someterse voluntariamente al imperio de Satanás y seguir en el mundo y ser
condenados.
Por ello todo creyente en Jesucristo debe proclamar el evangelio del arrepentimiento, para
salvación de las almas, porque en cada alma que se salva Jesucristo obtiene una nueva victoria y
su reino en la tierra se expande.
1) NOS ENSEÑA: Cristo enseñaba a sus apóstoles constantemente durante su ministerio terrenal,
pero en su partida ellos todavía tenían mucho que aprender. El entonces les prometió enviar "otro
Consolador" quien continuaría enseñándoles (Juan 14:26; Juan 16:13-14). En este sentido el
Espíritu Santo se llama el "Espíritu de verdad" (Juan 14:17). El Espíritu aun iba a darles las palabras
necesarias cuando fueran llamados ante los tribunales (Mateo 10:17-20). En los tiempos
apostólicos, El enseñó por medio de la revelación y la iluminación; desde que fue terminado el
Nuevo Testamento, su obra se limita a la iluminación.
2) INTERCEDE POR NOSOTROS: El Espíritu intercede por los cristianos. En Romanos 8:26-27,
encontramos que el Espíritu Santo intercede por nosotros y nos ayuda según la voluntad de Dios
en nuestras oraciones. Es verdad, Cristo intercede por nosotros ante del Padre, pero el Espíritu
Santo, sin embargo, intercede de nuestra parte indirectamente, enseñándonos como orar. Se
compara su obra con el trabajo de un abogado que instruye a su cliente acerca de lo que debería
decir en la corte. Es bueno saber que cuando nos arrodillamos en la oración tenemos a alguien
que nos guía y que conoce la voluntad de Dios y puede dirigirnos en nuestros deseos y peticiones
(Ro.8:27; Zac.12:10; Ef.6:18).
3) NOS SELLA: El Espíritu sella a los cristianos. En Efesios 4:30, encontramos que los creyentes son
sellados con el Espíritu hasta el día de la redención. El hecho de que el Espíritu mora en nosotros y
estará para siempre en los creyentes fue usado por Cristo como base fuerte de consolación (Juan
14:16-17).
4) NOS ASEGURA QUE DIOS NOS AMA: El Espíritu Santo consuela a su pueblo elegido al hacerles
entender en sus corazones el amor que Dios tiene hacia ellos (Romanos 5:5). El Espíritu nos revela
todo lo que Dio nos ha preparado (1 Corintios 2:9-10) como resultado de su amor.
7) CONSUELA: El Espíritu Santo consuela al creyente por medio del fortalecimiento de sus gracias y
le da victoria sobre el pecado. El Espíritu no permitirá que la obra iniciada en la regeneración sea
superada o destruida por Satanás (Filipenses 1:6; Romanos 6:14).
8) DA PODER PARA PREDICAR: No hemos sido dejados solos para hacer una tarea imposible, sino
que somos dotados con poder celestial (Hch.1:8 1P.1:12; 1Tes.1:5).
9) EQUIPA A LA IGLESIA: El Espíritu Santo es un consuelo y también una ayuda al pueblo de Dios al
poner en las iglesias los dones que son necesarios para la edificación (1 Corintios 12:1-31; Efesios
4:11-12). La próxima vez que seamos bendecidos por el ministerio de otro creyente, debemos
recordar quién le habilitó a aquella persona para que fuera una bendición.