Excerpta: Nassehi, Armin (2011): La teoría de la diferenciación funcional en el horizonte de sus críticas,
Revista Mad 24, pp. 1-29.
Por: Andrés Cubillos A. Palabras clave: sociedad de presentes, crítica, sistemas diferenciados, sistema total/sistema parcial El artículo escrito por Armin Nassehi se centra en dos cuestiones centrales, la primera está relacionada con una contextualización de los antecedentes y conformación de la teoría de diferenciación funcional en la sociología, las críticas que se han hecho en torno a dicha teoría, y la segunda se relaciona al potencial que la teoría de la diferenciación funcional tiene para la descripción de la sociedad partiendo desde una postura sistémica. La perspectiva que propone el autor es contextual, debido a que trata de manera no muy profunda otras teorías ajenas a la teoría de sistemas, sobre todo a la tradición sociológica weberiana, a Spencer, a Durkheim y a Simmel, además, tiene una postura eminentemente sistémica, puesto que, si bien en algunos casos se centra en algunos vacíos conceptuales de la teoría de Luhmann, propone alternativas para suplir tales vacíos, por lo que no se puede hablar de crítica a la teoría de sistemas. Se comienza puntualizando el hecho de que la teoría de la diferenciación funcional no es un concepto reciente en las ciencias sociales, así entonces, propone un esquema de análisis de la TdF, para de este modo delimitar y corregir. (Nassehi, 2011: 2). Desde Spencer, pasando por Durkheim, Weber y Parsons han acoplado el concepto de diferenciación a sus teorías, sobre todo enfocadas a los procesos de modernización. En ese sentido, se ha generado “una carrera de revisiones, correcciones y dudas” (Nassehi, 2011: 2) con un posterior disenso acerca de cuál es, y de qué trata el concepto de diferenciación funcional. Para Nassehi ha habido tres movimientos teóricos que han llevado adelante el desarrollo de la TdF, el primero tiene que ver con las posturas de Habermas, el segundo está relacionado con el neofuncionalismo, centrado en perpetuar la teoría propuesta por Parsons, y el segundo se trata del estructural-funcionalismo de Niklas Luhmann (Nassehi, 2011: 2-3). Con respecto a cómo se maneja la TdF en el último movimiento teórico, hay una aclaración importante con respecto a si es necesario teorizar acerca de la diferenciación de la sociedad, o de una diferenciación en la sociedad, el autor cita a Luhmann, indicando que “Más bien, cada sistema-parcial reconstruye al sistema total –al que pertenece y co- realiza- a través de una diferencia propia (especifica del sistema-parcial) de sistema/entorno” (Nassehi, 2011: 5, citando a Luhmann, 1997: 598). Partiendo desde la premisa del sistema-total supeditando a un sistema-parcial, sin embargo, el sistema-total (como se verá más adelante) no se trata de que sea una entidad, sino de un horizonte. Aquello constituye uno de los vacíos conceptuales que Nassehi encuentra en Luhmann (Nassehi, 2011: 5). En resumen, la diferenciación funcional entra para analizar el elemento fundamental del sistema: la comunicación (Nassehi, 2011: 5). Con respecto al sistema-total como horizonte, Luhmann es enfático al “trata(r) la sociedad como agregado no como horizonte, al cual el mundo corresponde como correlato” (Nassehi, 2011: 8). En este punto el autor realiza una pequeña concordancia entre el concepto de la sociedad civil de Hegel con el de la sociedad de los presentes de Luhmann, pero ¿a qué se refiere Luhmann con la sociedad de los presentes? Esencialmente se trata del carácter policontextural de la sociedad, o, dicho de otro modo, todas las realidades (reales y posibles) que hay en un mismo sistema. “Si bien la teoría de sistemas emplea el concepto de sociedad como sistema-total, observa asimismo que el problema de referencia de lo social no se trata de una diferenciación por niveles, sino de la realización de la sociedad en operaciones concretas.” (Nassehi, 2011: 10) Nassehi expone una contraposición a la tradición sociológica en cuanto a la división jerárquica de la sociedad, y en ese sentido, retoma la noción de la percepción de la sociedad no sólo como un sistema, sino también como un horizonte. (Nassehi, 2011: 11) La distinción tiempo/espacio ha sido muy importante para la teoría de sistemas, y en ese sentido el autor indica que “Incluso cuando uno como observador sostiene que las lógicas de los sistemas funcionales se encuentran separadas, apenas es posible pasar por alto que los sistemas funcionales –si bien se relacionan mutuamente y son altamente dependientes entre sí- son muy difíciles de separar empíricamente con claridad en términos temporales y espaciales” (Nassehi, 2011: 12), es fundamental entender que, para el autor, existe una dificultad para reconstruir empíricamente una investigación por medio de una codificación que sea la predominante, o dicho de otro modo, no se niega la existencia de una realidad empírica, lo que se niega es que se pueda reconstruir teóricamente a plenitud. (Nassehi, 2011: 13) Resumiendo, al final de artículo, Nassehi plantea tres puntos fundamentales con respecto a la construcción de la TdF: el primero es el estudio del orden social, incluyendo la noción de la sociedad como horizonte, el segundo propone que la autonomía operativa de los sistemas no ocasiona su desacoplamiento estructural, y el tercero se relaciona con cómo la discusión entre las dos teorías de la sociedad es intrascendente y no aporta mayor cosa. (Nassehi, 2011: 22- 23).