GUÍA DE APOYO

LÍDERES EN ESTIMULACIÓN FUNCIONAL

Programa Más Adultos Mayores Autovalentes

Belloto Sur

T.O Sofía Muriñego

Klgo. Juan Vásquez

Diciembre, 2015
 Estimulación Funcional
Imagine que hoy necesita ir a comprar azúcar. Desde hace unos días está
presentando algunas molestias en las rodillas y para llegar al negocio debe
caminar 3 cuadras, pero producto del dolor no puede hacerlo.
Ahora imagine la misma situación, necesita ir a comprar azúcar. Desde
hace un tiempo está notando que se le olvidan las cosas y está teniendo
problemas para manejar su dinero, cuando llega al negocio no recuerda qué
iba a comprar o con qué debe pagar.
Esta situación nos refleja la importancia de ejercitarnos, un ejercicio que
implica tanto al cuerpo como a la mente. Si uno de estos componentes no
responde de la forma en la que necesitamos, nuestro desempeño se verá
limitado y nuestra rutina irá cambiando, perdiendo el sentido o el significado
que tenía para cada uno.
La mejor forma de ejercitarnos a diario es usar nuestras capacidades
constantemente, evitando que nuestras habilidades permanezcan dormidas
por un tiempo tan prolongado que lleguen a desaparecer, lo que recibe el
nombre de “Estimulación funcional”.
 Primera parte
“NUESTRA MENTE”
 LEA EL SIGUIENTE TEXTO

SI ESCUCHA A UNA PERSONA, EN ESPECIAL A UN ADULTO MAYOR, DECIR QUE

TIENE “MALA MEMORIA”, INVÍTELO A EVALUAR SI ES ASÍ O ES QUE NO PONE
ATENCIÓN A LO QUE HACE, ESCUCHA O MIRA.

“Solo existen dos días en el año en que no se puede hacer nada. Uno se llama
ayer y otro mañana. Por lo tanto, hoy es el día ideal para amar, crecer, hacer y
principalmente vivir.”
Dalai Lama
Hay muchos consejos que usted le puede facilitar a un adulto mayor para
mantener su mente activa. El primero y más importante es que la UTILICE:
- Evite las listas de compras. En un principio, escríbalas pero no las mire
hasta el final, solo para corroborar que lleva todo.

- Asocie o relacione cosas que deba recordar. Por ejemplo, si necesita dar
un recado y sabe que verá a la persona al almuerzo, asocie el almuerzo
con el recado, evite escribirlo.

- Si no se sabe su rut o número de teléfono, apréndaselo. Muchas veces

no es que no lo recuerde o se le haya olvidado, simplemente es que
nunca lo ha aprendido.

- Si no es capaz de recordar algo de forma inmediata, no se frustre y

tómeselo con calma. Ayude a su memoria enfocándose en personas o
cosas relacionadas con el recuerdo perdido. Por ejemplo, si se encuentra
con alguien que no recuerda donde lo conoció, piense en los lugares
donde podrían haberse presentado: la iglesia, el consultorio, el centro
de adulto mayor, reunión de junta de vecinos, etc.

- Intente aprender algo nuevo todos los días o semanas, así le estará
ofreciendo a su mente desafíos y oportunidad de expandirse.

- Hablar o relacionarse con más personas. Al tener una conversación

estamos utilizando diferentes partes de nuestra mente, como la
memoria para recordar las palabras y lo que queremos contar o la
atención para entender lo que nos dicen. Por lo tanto, si conoce a
alguien que vive sola y tiene escaso contacto con más personas,
sugiérale participar en algún grupo o escribir a diario algo que le haya
sucedido, cómo se siente o algo importante del día.

- Abandone la creencia de que la pérdida de memoria o la dificultad para

poner atención se debe a la edad o al envejecimiento. Suponer esto es
pensar que este hecho es normal y que no queda más que aceptarlo, sin
 embargo, se ha demostrado que una de las principales razones del
deterioro es la falta de actividad mental.

- Leer, escribir, escuchar música, bailar, cocinar o caminar son otras de las
actividades que le ayudarán. Intente hacer estas cosas de manera
distinta a la habitual. Por ejemplo, si hace siempre el mismo recorrido
para ir al consultorio, la próxima vez haga uno nuevo, invente nuevas
recetas en la cocina o lávese los dientes con la mano izquierda.

- Realizar puzzles, sopas de letras, crucigramas o sudokus. Cada uno le

sirve para fortalecer la mente de una manera distinta, al igual que jugar
a la lota, los naipes, el dominó o al ajedrez, etc.
 Segunda parte
“NUESTRO CUERPO”