Sei sulla pagina 1di 3

RESPONSABILIDAD POR CULPA DEL DEPOSITARIO

El mismo ARTÍCULO 1824 establece que el depositario responderá por el


Perecimiento o menoscabo del bien cuando provengan de la naturaleza o vicio aparente
del mismo, si no hizo lo necesario para evitarlos o remediarlos, dando además aviso al
depositante en cuanto comenzaron a manifestarse.
Es decir, se pone en el supuesto de que los bienes depositados sean perecibles (como frutas o
comestibles). Ante esta situación, se espera que el depositario, así el depositante no le haya
dado instrucciones precisas para la conservación de los mismos, asuma todos los actos
necesarios para que los bienes (alimentos por ejemplo) no se corrompan, contando además con
el deber de poner en conocimiento de dichos cambios de manera inmediata y oportuna cuando
aparezcan, sin que dicho aviso exima su responsabilidad.
Ghersi cita el caso en que el depositario recibe los bultos con la aclaración de
"revisar, mala condición". Tal aclaración supone la existencia de alguna
anormalidad y si pese a ello no adoptó las debidas medidas de prudencia que
el caso exigía para evitar las eventuales consecuencias que su despreocupada
inconducta le podría acarrear debe responder ante el depositante.

ESTADO DEL BIEN AL MOMENTO DE LA DEVOLUCIÓN


ARTÍCULO 1837.-Respecto a la obligación de devolución obviamente esta es inherente al
contrato de depósito, pues por medio de este contrato se entrega un bien con la única finalidad
de que sea custodiado temporalmente para luego ser devuelto (ARTÍCULO 1814).

DEVOLUCIÓN DEL DEPOSITO DE BIEN DIVISIBLE


ARTÍCULO 1838.- El depositario devolverá a cada depositante parte del bien, siempre que este
sea divisible y si, al celebrarse el contrato, se hubiera indicado lo que a cada uno corresponde.
(…) La norma contenida en el ARTÍCULO 1838 no reviste mayor problema de interpretación,
pues parte de la premisa de que el bien depositado es divisible, que en el contrato respectivo se
ha previsto lo que de dicho bien corresponde a cada depositante, ya que son varios, y, por tanto,
el depositario conoce exactamente cómo debe efectuar la devolución, es decir que a cada
depositante devolverá la parte del bien que le corresponde.

DEVOLUCIÓN DEL BIEN POR MANDATO JUDICIAL

ARTÍCULO 1839.- Si son varios los depositantes y no se hubiera dispuesto a quién se hará la
restitución, a falta de acuerdo deberá efectuarse según las modalidades que establezca el juez.
La misma norma se aplica cuando a un solo depositante suceden varios herederos.

(…) En tal sentido, la solución planteada por el ARTÍCULO 1839 es acudir al juez para que este
decida y ordene al depositario cómo hacer la devolución. Claro está que esta solución se justifica
porque, pese a ser el bien divisible, en el contrato no se ha establecido lo que corresponde a
cada depositante ni a quién de ellos debe devolverse el bien.

DEVOLUCIÓN EN CASO DE PLURALIDAD DE DEPOSITARIOS


ARTÍCULO 1840.- Si son varios los depositarios, el depositante pedirá la restitución al que tenga
en su poder el bien, dando aviso inmediato a los demás.
CONCORDANCIAS:
C.C. arts. 1830, 1831
(…)La disposición comentada parte de la premisa de que el bien es indivisible, en cuyo caso la
restitución se solicita al depositario que lo tenga en su poder; sin embargo sería perfectamente
aplicable si el bien fuera divisible y las tantas partes del mismo estuvieran en poder de varios o
de cada uno de los depositarios, caso en el cual el depositante pediría la restitución de cada
parte del bien a cada uno de dichos depositarios.

DEVOLUCIÓN DEL BIEN SUSTITUTO


ARTÍCULO 1842.- El depositario que pierde sin culpa el bien y recibe otro en su lugar, está
obligado a entregarlo al depositante.
CONCORDANCIAS:
C.C. arts. 1750. 1751. 1841
(…)
En el supuesto del numeral 1842 se sobreentiende que quien sustituye el bien perdido o destruido
es un tercero. Al respecto, interpretando el comentario de León Barandiarán (p. 146) a la primera
parte del ARTÍCULO 1618 del Código anterior que es fuente del ahora comentadose desprende
que la norma supone que la pérdida o destrucción se han producido por acción de un tercero,
que es quien entrega al depositario un bien sustituto o eventualmente le indemniza
pecuniariamente el perjuicio causado, de modo que bien vistas las cosas ese "otro bien" que
recibe el depositario y que está obligado, a su turno, a entregar al depositante, puede ser también
un monto de dinero que recibe en sustitución del bien perdido o destruido.

ENAJENACIÓN DEL BIEN POR EL HEREDERO


ARTÍCULO 1843.- El heredero del depositario que enajena el bien ignorando que estaba en
depósito, solo debe restituir lo que hubiese recibido o ceder sus derechos contra el adquirente,
en caso que el valor no le hubiese sido entregado.

En caso que el heredero conozca que el bien está en depósito, se sujeta a lo dispuesto en el
párrafo anterior y responde, además, por los daños y perjuicios.

CONCORDANCIAS:
C.C. arts. 1218, 1363, 1749
(…) La hipótesis recogida en este ARTÍCULO atiende, según opinión de la doctrina nacional, una
situación que puede darse muy posiblemente en la práctica; pues ocurrido el fallecimiento del
depositario sus herederos pueden hallar entre las cosas dejadas por aquel un bien que le fue
confiado en depósito, empero que estos asumen como perteneciente a la masa hereditaria, es
decir ignoran la condición del bien, por lo que es factible que procedan en cualquiera de las
siguientes maneras: i) que consuman el bien

DEVOLUCIÓN DEL BIEN A LA MUERTE DEL DEPOSITANTE


ARTÍCULO 1844.- En caso de muerte del depositante, el bien debe ser restituido a su heredero,
legatario o albacea.
CONCORDANCIAS:
C.C. arts. 660, 1839
(…) Dicha regla también es aplicable cuando fallezca la persona en cuyo nombre se hizo el
depósito, o el tercero en beneficio de quien se constituyó. Si bien es cierto que con la muerte del
depositante se transfieren sus bienes, derechos y obligaciones a sus herederos, sin que sea
necesario que estos cuenten con el título sucesorio respectivo (la declaratoria de herederos
mediante sucesión intestada judicial o notarial, o testamento), no obstante para que soliciten la
devolución del bien depositado tendrán que acreditar tal condición hereditaria ante el depositario,
ya sea a través de la inscripción de la
sucesión intestada o de la apertura del testamento del depositante. En efecto, el depositario para
devolver el bien a los herederos del depositante deberá exigir que se le acredite esa condición
mediante los documentos que le expida el Registro Público, pues solo de esa forma podrá
eximirse de cualquier responsabilidad, ya que con ello tendrá la certeza de que el bien lo entrega
a quien tiene derecho respecto de él.

DEVOLUCIÓN DEL BIEN AL REPRESENTADO


ARTÍCULO 1845.- El depósito hecho por el administrador será devuelto a la persona que él
representaba cuando se celebró el contrato, si hubiera terminado su administración o gestión.
CONCORDANCIAS:
C. C. arts. 145, 160, 1806 al 1808
(…)Conforme lo dispone el ARTÍCULO 1834, el depositario tiene la obligación de restituir el bien
depositado a quien se lo confió o a la persona en cuyo nombre se hizo el depósito o a aquélla
para quien se destinó al tiempo de celebrarse el contrato.

Cuando el depósito es realizado por el administrador, gestor de negocios, representante o


mandatario, la devolución deberá efectuarse a favor de las Personas a quienes representan o a
ellos mismos, salvo que se disponga lo contrario en el contrato.
No obstante, cuando el título del representante fenece, el depositario cumplirá su obligación de
devolución entregando el bien al representado, pues no tendría sentido que se efectúe la
restitución a favor de quien ya no ostenta la representación.

LUGAR DE DEVOLUCIÓN DEL BIEN


ARTÍCULO 1848.- La devolución del depósito se hace en el lugar en que estuvo en custodia.
CONCORDANCIAS:
C.C. arlo 1238
(…) Como podemos apreciar, el texto del ARTÍCULO 1619 del Código de 1936 difiere de lo
regulado en el Código Civil vigente, al establecer este que la devolución del bien depositado se
realizará en el lugar donde estuvo en custodia y no en el lugar en que fue recibido, que podría
ser distinto al lugar donde se custodió el bien, toda vez que el bien podría ser entregado al
depositario para que este lo lleve a lugar distinto donde será custodiado.

El ARTÍCULO objeto de análisis constituye una norma de aplicación supletoria en relación al


lugar en el que se debe efectuar la devolución del bien materia de depósito. Ello responde al
principio de que resulta conveniente para las partes que puedan fijar libremente el lugar en el
que se produzca la devolución en función a sus propios intereses, siendo que no hay nadie que
conozca mejor su situación económica que uno mismo.

Potrebbero piacerti anche