Se trata de la esfera en la que Dios reina, en la que Su
voluntad es respetada y cumplida. De principio a fin de la Biblia se presenta el Reino de Dios en siete fases sucesivas. Creador del universo, Dios es asimismo su Rey glorioso (Sal. 10:16; 24:1-2, 9-10; 29:10; 47:7-8; 93:1; Dt. 16:14). Él es el Rey de las naciones, el Soberano del mundo entero. El paraíso era una teocracia donde Adán había sido llamado a dominar sobre los animales y a dominar la tierra, en estrecha dependencia de Dios (Gen. 1:28; 2:15-17). Por el pecado, el hombre se apartó voluntariamente de su sometimiento al Señor, poniéndose bajo el imperio del diablo. Es por usurpación que Satanás vino a ser el príncipe de este mundo, llegando a poseer todos sus reinos y la gloria de ellos (cfr. Lc. 4:5-6). Desde aquel momento, toda la obra de Dios a través de la historia tiende a la restauración del reino perdido, y a la vindicación de Su justicia, sobre bases perfectas e inamovibles