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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POULAR PARA EDUCACION


UNIVERSITARIA
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL ´ROMULO GALLEGOS´
AREA DE INGENIERIA AGRONOMICA
UNIDAD CURRECULAR: ADMINISTRACION AGROPECUARIA

Análisis de empresas públicas y privadas

PROFESOR : ESTUDIANTE:

ISMAEL JIMENEZ ESTEFANY SANCHEZ


C.I: 26620623

2 DE JUNIO DEL 2018


Análisis de empresas públicas y privadas

Una empresa privada es una empresa comercial que es propiedad de


inversores privados, no gubernamentales, accionistas o propietarios
(generalmente en conjunto, pero puede ser propiedad de una sola persona), y
está en contraste con las instituciones estatales, como empresas públicas y
organismos gubernamentales. Las empresas privadas constituyen el sector
privado de la economía. Un sistema económico que: 1) contiene un gran
sector privado donde las empresas de gestión privada, son la columna
vertebral de la economía, y 2) el superávit comercial es controlada por los
propietarios, que se conoce como el capitalismo. Esto contrasta con el
socialismo, donde la industria es de propiedad del Estado o por toda la
comunidad en común. El acto de toma de activos en el sector privado se
conoce como privatización. El objetivo de la empresa privada se diferencia de
otras instituciones, la principal diferencia es que la empresa privada existe
solamente para generar ganancias para los propietarios o accionistas. Para
entrar a esa empresa hace falta ser socio o trabajador. Sus dueños pueden ser
personas jurídicas y también personas físicas. Lo opuesto es una empresa de
capital abierto.
A veces se usa también este concepto para hacer referencia a:

 El sector privado de la economía.


 Los conceptos, en parte ideológicos en parte económico y en parte jurídico,
de iniciativa privada o libre iniciativa, de libre empresa, y de empresa
capitalista.

 Tienen libertad de acción del empresario en los métodos productivos,


aunque sometido a ciertas limitaciones referentes a la naturaleza del
producto, las condiciones laborales, el sistema de precios, etc.
 Los bienes y servicios que producen están destinados a un mercado, la
reacción del cual es un elemento de riesgo de la gestión de la empresa.
 Las relaciones de la empresa con las demás se rigen en cierta forma, más o
menos amplia, por la competencia.
 Se rige por el sistema de pérdidas y ganancias y su finalidad principal es
magnificar sus beneficios.
 Pueden ser individuales o sociales, según que su titular sea un individuo,
una persona física o persona jurídico colectiva o moral.
 Si la empresa tiene algún problema, ya sea económico o legal, el Estado no
está en la obligación de resolverlo
Existen varios tipos de empresas privadas entre las cuales encontramos a las
unipersonales, estas son propiedad de un solo accionista, por ende, este será el
único responsable de responder por las deudas adquiridas de su empresa. Las
asociaciones son otro tipo, la cual se caracteriza porque está conformada a
partir de la sociedad de dos personas o más y por consecuencia todos lo socios
son responsables de las deudas de la organización. La corporación es una
persona de jurídica, creada por personas naturales para realizar una
determinada actividad, estas poseen privilegios y responsabilidades distintas a
sus accionistas.
Estas empresas son de gran importancia para el desarrollo de un país esto se
debe a que dichas organizaciones generan ingresos al Estado por medio de los
impuestos, los cuales son calculados con base en los ingresos que la empresa
obtiene al momento de vender sus productos en el mercado. A lo largo de la
historia estas empresas han llegado a expandirse a los distintos mercados de la
economía como el área de los servicios (gas, transporte,
Electricidad), esto en algunos casos suele ser contraproducente, ya que los
costos de los distintos servicios suelen elevarse ya que a diferencia de las
empresa pública estas solo buscan el beneficio monetario.

Tipos de empresa privada

 Empresa unipersonal: Una propiedad única es un negocio propiedad de


una sola persona. El propietario puede operar en su propio o puede emplear
a otros. El dueño del negocio tiene la responsabilidad total personal e
ilimitada de las deudas contraídas por la empresa. Esta forma suele ser
relegada a las pequeñas empresas.

 Asociación: Una asociación es una forma de negocio en la que dos o más


personas trabajan para el objetivo común de hacer ganancias. Cada socio
tiene la responsabilidad total personal e ilimitada de las deudas contraídas
por la sociedad. Existen tres diferentes tipos típicos de las clasificaciones
para las asociaciones: asociaciones generales, sociedades limitadas y
sociedades de responsabilidad limitada.

 Corporación: Una sociedad anónima es una responsabilidad limitada con


fines de lucro o entidad la responsabilidad ilimitada que tiene una
personalidad jurídica distinta de sus miembros. Una corporación es
propiedad de varios accionistas, y es supervisado por un consejo de
administración , que contrata a personal directivo de la empresa. Modelos
de negocios también se han aplicado al sector estatal en forma de empresas
de propiedad estatal . Una corporación puede ser de propiedad privada (es
decir, en manos de unas pocas personas) o que cotiza en bolsa.

La propiedad de acciones
En los países con mercados de comercio público, se suele entender por
"empresa privada" una empresa cuyas acciones o participaciones no cotizan en
bolsa. A menudo, las empresas privadas son propiedad de los fundadores de la
empresa y/o sus familiares y herederos o por un pequeño grupo de inversores.
A veces, los empleados también tienen acciones de empresas privadas. La
mayoría de las pequeñas empresas son de propiedad privada, subsidiarias de
las empresas que cotizan en bolsa, a menos que las acciones de la empresa se
negocien directamente, estas tienen características tanto como de empresas
privadas y empresas que cotizan en bolsa. Estas empresas suelen estar sujetas
a los mismos requisitos de información que las empresas de propiedad
privada, pero sus activos, pasivos y actividades también se incluyen en los
informes de sus empresas matrices, como lo requiere la normativa contable y
de la industria de valores en relación con los grupos de sociedades.

Obligaciones y restricciones de Información


Las empresas de propiedad privada, por lo general tienen menos completo los
requisitos de información y obligaciones de transparencia (a través de los
informes anuales, etc.) que las empresas que cotizan en bolsa hacen. Por
ejemplo, en los Estados Unidos, a diferencia de Europa, las empresas de
capital privado generalmente no están obligadas a publicar sus estados
financieros, es decir, las empresas privadas no están obligadas a revelar
informaciones que puedan ser potencialmente valiosas a los competidores y
que puedan evitar la erosión inmediata de los clientes y la confianza de las
partes interesadas en el caso de dificultades financieras. Además de los
requisitos de información limitada y expectativas de los accionistas, las
empresas privadas gozan de una mayor flexibilidad operativa al ser capaz de
centrarse en el crecimiento a largo plazo. Además, los ejecutivos de empresas
privadas pueden dirigir sus entidades sin aprobación de los accionistas, lo que
les permite tomar medidas significativas y sin retrasos. En Australia, parte 2E
de la Ley de Sociedades 2001 exige que las empresas que cotizan en bolsa
presenten ciertos documentos relativos a su asamblea general anual en
la Securities and Investments Commission de Australia, mientras que no hay
ningún requisito similar para las empresas privadas. Las empresas de
propiedad privada, a veces también tienen restricciones sobre el número de
accionistas que posean. Por ejemplo, EE.UU. Securities Exchange Act of
1934, artículo 12 (g), los límites de una empresa privada, por lo general, son
de menos de 2000 accionistas, y la Ley de Sociedades de Inversión de EE.UU.
de 1940, exige el registro de las empresas de inversión que tengan más de 100
empleados.
Diferencias entre una empresa privada y una empresa pública

Las empresas públicas pertenecen al sector público (Administración central o


local), y las empresas privadas pertenecen a individuos particulares. Las
primeras se consideran públicas siempre y cuando el 51% de las acciones
estén en manos del sector público.
 A diferencia de la empresa privada, la empresa pública no busca la
maximización de sus beneficios, las ventas o cuota de mercado, sino que
busca el interés general de la colectividad a la que pertenece.
 La diferencia entre empresa pública y privada no es absoluta. Por un lado,
existen empresas mixtas, cuyo capital social es en parte público y en parte
privado. Asimismo una empresa privada puede convertirse en empresa
pública si el gobierno decide nacionalizarla. De forma análoga, una
empresa pública puede pasar al sector privado tras un proceso de
privatización
 El proceso de toma de decisiones de la empresa pública difiere de aquellas
que pertenecen al sector privado en cuanto a que el poder de iniciativa
parte del Estado, que lo ejerce estableciendo sus objetivos y controlando su
actividad.
 La empresa privada no produce los artículos mas necesarios para un país,
sino aquellos que dejan un mayor margen de ganancias, mientras que las
empresas públicas producen en su gran mayoría los artículos que necesita
un país sin importar cual sea su margen de ganancia.

 existencia de tratamiento diferencial en el mercado de capitales público y


privado, trato que también suele recibir la gran empresa privada –de forma
idéntica o muy parecida– en relación con la empresa privada pequeña o
media, sino en la posible financiación En sus procedimientos de
financiación. Esta diferencia radica no tanto en la posible pública con
origen en los presupuestos que a menudo viene otorgándose a este tipo de
empresas.
Una es de gobierno y la privada es de solo de un o mas sacios

 La persecución del beneficio y el control a que están sometidas por los


poderes públicos. Sin olvidar el objetivo del beneficio, está muy claro que
la razón de la existencia de la empresa pública no es la obtención de
beneficios. Aquí la diferencia no es sustancial, sino de grado, por cuanto
los en las grandes empresas privadas, además del objetivo del beneficio,
concurren otros objetivos igualmente destacados, como lo son el
crecimiento y el poder de dichas organizaciones; circunstancias que no
tienen por qué estar –mediata ni inmediatamente al servicio del beneficio–.
Por lo que al grado de control se refiere, cabe señalar que las empresas
públicas están sometidas, además, al control específico que deriva de su
pertenencia al sector público. Cabe puntualizar que el tema del grado de
algunas de las características diferenciadoras entre empresas privadas y
empresas públicas no es uniforme dentro de la extensamente gama de las
empresas públicas, sino que obedece a la mayor o menor caracterización
de públicas que tengan este tipo de empresas.
La existencia de empresas públicas en economías de mercado se ha justificado
tradicionalmente por la insatisfacción de los responsabilizamos de la política
económica, con los resultados generados por el mecanismo del mercado. Sin
embargo, es importante distinguir dos vertientes claramente diferenciadas en
dicho argumento. Por un lado, se puede considerar a la empresa pública desde
la perspectiva de la reacción del Estado ante determinadas ineficiencias del
sistema de mercado al asignar los recursos productivos. Se trata de los
conocidos “fallos del mercado”. En otro ámbito, debemos considerar la
utilización de la empresa pública como instrumento a la disposición del
Estado para corregir las asignaciones del mercado que, desde posiciones
políticas diversas, pueden considerarse no equitativas o acordes con la
elección social. DEPENDENCIAS DE UNA EMPRESA PÚBLICA Una
empresa estatal o sociedad estatal es aquella que es propiedad del Estado, sea
éste nacional, municipal o de cualquier otro estrato administrativo, ya sea de
un modo total o parcial. El departamento de Recursos Humanos gestiona a las
personas para garantizar el cumplimento de las distintas funciones en cada
jornada y que los puestos estén siempre cubiertos, aplica las fórmulas de
contratación más adecuadas en cada caso, remunera a los trabajadores y los
mantiene motivados. Ese departamento es el encargo e enviar el informe de
nómina de los trabajadores de la empresa, que está compuesta por las
prestaciones auxilio de transporte entre otras. Departamento de cartera es el
cargado de enviarle al departamento contable las cuentas por cobrar por
prestación de servicio. Departamento de presupuesto envía la ejecución
presupuesta privada. El Presupuesto público: Es un instrumento de gestión del
Estado para el logro de resultados a favor de la población, a través de la
prestación de servicios y logro de metas de cobertura con equidad, eficacia y
eficiencia por las Entidades Públicas. Departamento de almacén Este
departamento es el encargado del informa sobre el inventario Mantener el
registro y control de máximos y mínimos de existencias de bienes,

Clases de empresarios
En las grandes empresas, donde existen accionistas que cotizan en el mercado
bursátil, es posible diferenciar dos clases de empresarios:
 El empresario riesgo: es el accionista, el cual arriesga su dinero
comprando acciones de esa determinada empresa, con el objeto de percibir
beneficios en forma de dividendos bursátiles (función directa de las
expectativas de auge que tenga la empresa).
 El empresario decisión: es el presidente y conjunto de altos gerentes que
integran el Consejo de Administración de la empresa, incluyendo su
gerente general, sobre el que recaerá toda la carga de hacer ejecutar la
política empresarial adoptada por dicho Consejo de Administración, que es
el que rendirá cuentas, de su gestión, al empresario riesgo, el cual decidirá
si continua depositando o no su confianza en el mismo, según los
resultados económicos obtenidos y objetivos alcanzados y que, pueden, ser
a la vez, accionistas de la empresa. El emprender una determinada opción
empresarial sin saber, previamente, si va a salir bien o mal, genera,
lógicamente, una incertidumbre empresarial, sin embargo, cuando se
emprende esta determinada opción, sabiendo, previamente, la probabilidad
matemática que existe de que salga bien o mal, asume un riesgo. Son, por
tanto, conceptos básicos a tener en cuenta por la alta dirección de la
empresa, pero nunca deben ser confundidos o mezclados.

La empresa privada en un país en desarrollo


La empresa privada es sin lugar a dudas un pilar fundamental en la economía
de los países en vía de desarrollo, estas organizaciones inciden en el modelo
económico que adoptan los Estados, sin embargo estos países pagan el precio
de perder el control y la posesión de empresas claves (servicios públicos,
energéticas) que en manos de agentes privados terminan afectando a la
población general de dicho país. Las empresas aportan a los Gobiernos
ingresos por medio del pago de impuestos (los cuales ayudan en los ingresos
de un país, a gran escala), estos impuestos se calculan sobre la base del
beneficio que obtiene cualquier empresa por producir y comercializar sus
productos, en el caso de empresas del sector extractivo que explotan recursos
naturales del país, se debe adicionar el pago de regalías, con los recursos que
se obtienen de estas contribuciones se logran desarrollar actividades que
impactan positivamente a la población y mejorar la infraestructura de dicho
país para atraer de manera más eficaz la inversión extranjera.
Con el fin de garantizar el mantenimiento del Estado, los países en vías de
desarrollo han adoptado modelos económicos proteccionistas, en el caso de
Colombia, por ejemplo, las industrias florecieron a la par que los dueños de
estas eran parte del estado y legislaban para obtener beneficios que les
permitieran hacer viables económicamente sus negocios, esta relación de los
empresarios con el Estado llevo a que se crearan entidades como el SENA e
ICBF por medio de las cuales las empresas pretendían ser más competitivas al
tiempo que apoyaban la misión social del gobierno, ejemplo de esta ayuda es
la creación de las cajas de compensación.

Una empresa pública, corporación pública, empresa estatal o sociedad


estatal es aquella que es propiedad del Estado, sea éste nacional, municipal o
de cualquier otro estrato administrativo, ya sea de un modo total o parcial.1 Sin
embargo, la Unión Europea define a una empresa pública como cualquier
empresa en la que los poderes públicos puedan ejercer, directa o
indirectamente, una influencia dominante en razón de la propiedad, de la
participación financiera o de las normas que las rigen.

En el caso de propiedad parcial, el criterio para determinar si una empresa


debe o no ser considerada pública no es tanto el porcentaje de acciones en
poder del sector privado como el control efectivo que el Estado tenga sobre el
proceso de toma de decisiones en la empresa. El elemento crucial en la
empresa pública es la capacidad del Estado para ejercer presión política
directa en la compañía. El accionista mayoritario es el Estado, con unos
objetivos que pueden ser muy diversos y, lo que es más, cambiantes con el
proceso político. En opinión de J. K. Galbraith, hay muchas y muy
características similitudes entre las grandes empresas privadas y las grandes
empresas públicas.
La gran mayoría de los estados del mundo controlan empresas con diferentes
fines –aparte del fin existencial de toda empresa de maximizar utilidades–, que
pueden ser proveer servicios públicos, incentivar la producción del país o
generar empleo, por nombrar algunos.

Objetivos de la empresa pública


La empresa pública precisa conocer claramente cuáles son los objetivos de
índole social que se esperan lograr mediante su actuación, qué contra-
prestación social va a recibir por atender a esa finalidad y qué indicadores van
a ser utilizados por la sociedad para medir los logros que se deben realizar
Los cuatro objetivos básicos que deben alcanzar las acciones de la empresa
pública son 2:

 Efectos sobre la distribución de la renta.


 Efectos macroeconómicos.
 Eficiencia económica.
 Rentabilidad.
Rentabilidad
A diferencia de la empresa privada, en la que el objetivo es la maximización
del beneficio, en la empresa pública en principio no tiene una especial
consideración. No obstante, el cambio que se viene experimentando en esta
materia es notable. A diferencia del criterio estricto del beneficio, en el caso
de la empresa pública resulta más apropiado hablar de excedente comercial
bruto para estimular la eficiencia tecnológica y directiva.
Este concepto abarca los conceptos de intereses, amortización y beneficios,
permitiendo al Estado conocer qué necesidades financieras presenta cada una
de las empresas públicas.
La búsqueda de la rentabilidad por parte de la empresa pública se contempla
también como un medio de estimular la eficiencia tecnológica y de gestión.
De esta forma sabemos que si una empresa busca maximizar su beneficio, ello
le exige que minimice sus costes para cualquier nivel de output. Sin embargo,
el objetivo de la maximización del beneficio se ha rechazado explícitamente
para las empresas públicas, puesto que, en general, gozan de poder
monopolístico en al menos algunos de los mercados en que se suministran sus
productos.
Desde un punto de vista financiero y económico, los fondos que financian la
inversión de la empresa púbica provienen de dos fuentes: de sus propias
reservas y de las aportaciones que realiza la Hacienda Pública. Esta, por su
parte, obtiene los fondos principalmente de los excedentes brutos comerciales
de las empresas públicas, de los impuestos y de otras fuentes. Por ello,
conocida la inversión que tiene que realizar la empresa pública, cuanto menor
sea su excedente, mayor tiene que ser la tributación y la financiación externa;
es decir, que no tiene tanta trascendencia cómo se divide el excedente entre
intereses, amortización y beneficio, lo que importa es su cuantía total.
Efectos sobre la distribución de la renta
La empresa pública suele actuar sobre la renta de
los consumidores garantizando un determinado nivel de prestación del
servicio más elevado o bien aplicando un sistema de precios políticos que
posibilita una efectiva distribución real de renta (ver Eficiencia distributiva), a
no ser que resulte perversa la distribución de la carga impositiva que facilita la
financiación del déficit en que se incurre.
Este modo de actuación es el que tradicionalmente viene a aplicarse al
transporte colectivo. La ordenación de preferencias en este terreno acostumbra
a vencerse a favor de la distribución y en contra de la rentabilidad, con
argumentos que incluyen también costes privados y sociales de la congestión.
El riesgo más grave en que se incurre en este caso radica en que si no se
especifica muy claramente la cuantía (implícita o explícita) de la subvención y
quién y cómo va a satisfacerla, la cuantía del déficit puede hacerse
absolutamente inmanejable, lo que afecta de forma definitiva también a la
eficiencia tecnológica y de gestión.
Efectos macroeconómicos
Una de las materias que más preocupan a los Gobiernos es la política
macroeconómica, y puesto que las decisiones de la empresa pública pueden
incidir en ella, sus efectos macroeconómicos potenciales devienen materia de
interés político. De nuevo, ciertas variables bajo el control de la empresa
pública pueden contemplarse desde una perspectiva positiva, como
instrumentos de política macroeconómica.
Al formular las políticas macroeconómicas, la atención se centra en cuatro
variables objetivo: nivel de desempleo, tasa de inflación, superávit/déficit de
la balanza de pagos y tasa de crecimiento del producto nacional potencial.
Algunos aspectos de las actividades de las empresas públicas y, en particular
sus políticas de inversión, precios y salarios, parecen afectar los valores de las
variables objetivo. Los gastos en inversión pueden, a través de los efectos
multiplicadores habituales, influir en el nivel agregado de la actividad
económica a corto plazo, y a largo plazo ayuda a determinar la tasa de
crecimiento del producto potencial. Estos gastos en inversión, en conjunción
con los excedentes comerciales brutos, también afectan a las necesidades
financieras del Gobierno y, por tanto, a sus necesidades de endeudamiento y
tributación. A resultas de la interpretación del “interés nacional” que
acabamos de dar, queda claro que para ser completa, una especificación de
objetivos debe encerrar los cuatro aspectos relevantes de las decisiones de la
empresa pública: eficiencia económica, rentabilidad, efecto sobre la
distribución de la renta e impactos macroeconómicos. Sin embargo, se dan dos
problemas importantes a este respecto. El primero de ellos estriba en que
existen conflictos entre estos cuatro aspectos, en el sentido de que los intentos
para incrementar el nivel de realización de uno de ellos puede acarrear efectos
adversos, vistos desde la perspectiva de los otros. Por consiguiente, una
exposición satisfactoria de objetivos debe resolver estos conflictos
atribuyendo pesos relativos a cada uno de los cuatro. Desde luego, ésta es otra
forma de decir que debe construirse algún tipo de ordenación de preferencias,
pues sólo en las circunstancias más sencillas posibles (donde sólo se persigue
un objetivo, digamos el beneficio o el crecimiento) puede existir la toma de
decisiones racionales sin ningún conflicto. El segundo problema reside en que
la manera en que se ha venido ejerciendo hasta ahora el control sobre la
empresa pública resulta incompatible con la especificación de un conjunto de
objetivos consistentes, estables y comprensivos.
Los conflictos que surgen entre las cuatro áreas de interés político son:

1. Eficiencia económica y distribución de la renta.- Existen unos cuantos


casos en los que la eficiencia se ha sacrificado en interés del incremento
o mantenimiento de las rentas de grupos particulares.
La persistencia de exceso de mano de obra en algunas empresas públicas
puede contemplarse como una decisión tácita de distribuir renta real a
determinados grupos de trabajadores, a expensas de la eficiencia económica.

1. Rentabilidad y distribución de la renta.- En general, la reducción de la


eficiencia tecnológica implica la reducción de beneficios. También
pueden darse algunos ejemplos. El suministro de bienes producidos por
empresas públicas a grupos particulares de consumidores a precios que
no cubren el coste, aumenta las rentas reales de estos últimos, pero
reduce la rentabilidad de las empresas. En el límite, la naturaleza de la
redistribución de la renta que entrañan estas políticas depende del modo
en que se financie la provisión de estos servicios que no cubren costes.
Si una empresa debe satisfacer por completo un excedente que le viene
fijado como objetivo y no recibe ninguna subvención gubernamental
para compensar la falta de beneficios en aquellas actividades que
acomete a un precio por debajo del coste, sus precios rentables serán,
en consecuencia, más elevados. De este modo, la renta real se
distribuye de los consumidores de servicios rentables a aquellos que se
benefician de servicios suministrados con pérdida. Si esta “subvención
cruzada” existe y alcanza una magnitud importante, debemos suponer
que el Ministro la acepta como un medio de redistribución de renta que
es consistente con sus políticas de Gobierno. Por otra parte, las pérdidas
pueden cubrirse con una dotación real o implícita de Hacienda, en cuyo
caso la renta redistribuida corre a cargo del contribuyente en general (o
de aquellos que se habrían beneficiado de formas de gasto público que
tienen que recortarse para financiar esas subvenciones) y a favor de
aquellos que se benefician de los servicios prestados por debajo del
coste. Una dotación real es una suma que Hacienda abona a la empresa:
la empresa, puede pensarse, actúa como un “contratista” para el
Gobierno, suministrando los servicios y presentando dos facturas por
los costes en que incurre, una al Gobierno y otra a los consumidores.
Una dotación implícita se hace cuando el Gobierno reduce el objetivo
de excedente que esperaba alcanzara la empresa, por la cantidad
correspondiente a la pérdida que soporta en los servicios prestados por
encargo del Gobierno. Queda claro que, en principio, no hay ninguna
diferencia en que la subvención sea real o implícita, en términos de la
contribución neta que la empresa aporta a Hacienda, dado que los
efectos financieros de suministrar los servicios a precios que no cubren
costes son exactamente los mismos.
2. Eficiencia económica y rentabilidad.- Aunque las mejoras de la
eficiencia tecnológica y de gestión aumentarán la rentabilidad, todo lo
demás constante, de modo que no existe ningún conflicto a este
respecto, puede darse un conflicto entre eficiencia asignativa y
rentabilidad. Existe, en primer lugar, la cuestión de que las políticas de
fijación de precios e inversión asignativamente eficientes implicarán un
excedente particular para la empresa, que puede ser mayor o mejor del
considerado deseable. Por el contrario, si se exige a la empresa que
obtenga determinado excedente, no habrá entonces nada que garantice
que los precios y outputs resultantes sean asignativamente eficientes.
Particular ejemplo de esto, por otra parte muy discutido en la literatura,
lo constituye el caso en donde la fijación de precios al coste marginal es
asignativamente eficiente, y se aplica a una industria sujeta a
rendimientos crecientes a escala acarreando, por consiguiente, una
pérdida.
Con todo, puede ocurrir también que allí donde se juzga que existe una
divergencia entre beneficios y costes sociales, por un lado, e ingresos y costes
calculados a los precios de mercado, por otro, la optimización en términos de
los primeros conduzca a una pérdida. Por ejemplo, se arguye que las
reducciones de congestión del tráfico y del ahorro correspondiente de tiempo,
justifican las pérdidas en los sistemas de transporte público, debido al exceso
de los beneficios sociales sobre los costes sociales. Este departamento es el
encargado de enviarle al departamento contable: Los gasto de transportes,
gasto de investigación de mercado proporción de devoluciones descuentos y
rebajas el %de los gastos de distribución de ventas
La financiación de la empresa pública
Las empresas públicas se financian con cargo a los recursos del Tesoro
Público, de los procedentes del mercado financiero y de los obtenidos de los
beneficios de explotación. El grado en que una empresa acuda a cada una de
estas tres fuentes de financiación depende de múltiples factores, tanto de
carácter “permanente” (forma jurídica de la empresa, sector de actividad, etc.)
como de naturaleza “transitoria” (situación de los mercados financieros,
política económica coyuntural, etc).
A grandes líneas se encuentra una correlación entre la actividad económica
desarrollada por la empresa, la forma jurídica de la misma y su estructura
financiera. Existen, sin embargo diferencias considerables en los mecanismos
de financiación de las empresas públicas utilizados en las diferentes naciones.
Los recursos entregados por el Tesoro a las empresas públicas, excepción
hecha de los asignados a suscribir acciones, pueden serlo a título de fondos de
dotación, préstamos o subvenciones.
El fondo de dotación viene a representar lo que el capital en una sociedad. La
práctica de la concesión de dotaciones de capital, muy restringida en un
principio, se ha ido extendiendo cada vez más. Entre los países comunitarios
su utilización ha tenido lugar, básicamente, en Francia e Italia.
Los préstamos del Tesoro u otros organismos públicos a las empresas públicas
tiene un uso más generalizado que las dotaciones de capital, siendo una
modalidad de financiación prácticamente común a todos los países
comunitarios. Para las public corporations británicas estos préstamos son
desde 1956 el principal, casi único, medio de financiación externa. Los
préstamos pueden ser otorgados directamente por el Tesoro o a través de otros
organismos públicos (FDES en Francia, Cassa Depositi e Prestiti en Italia,
etc.). Los intereses aplicados varían considerablemente de unos países a otros
y de unas empresas a otras.
Como regla general se considera que las empresas públicas deben cubrir
costes y obtener un resultado económico positivo. De ahí que, en principio, el
Estado no se comprometa a saldar el déficit experimentado por una empresa,
sino que éste se cubrirá con un crédito o tratará de evitarse mediante la
concesión de determinadas ventajas (tipo de interés reducido, exenciones
tributarias, etc.). Si el déficit de la empresa es crónico, en algún momento el
Estado tendrá que hacer frente al mismo enjugando las pérdidas en que la
empresa haya incurrido. En algunos países (Dinamarca, Holanda, etc.) el
Estado se encarga de cubrir tan sólo los déficit de las empresas pertenecientes
a determinadas categorías jurídicas.
Las subvenciones para borrar los déficit no son sino una forma de las varias
que pueden adoptar las transferencias del Estado a las empresas públicas, y
que se resumen en los tres grupos siguientes:

1. Subvenciones de equilibrio: con la finalidad anteriormente señalada;


2. Transferencias de capital: para cubrir una parte de las inversiones de la
empresa, que sean de interés general, y
3. Subvenciones de explotación: para compensar ciertas cargas en la
explotación impuesta a una empresa pública.
En la financiación con cargo al mercado financiero debemos distinguir los
recursos obtenidos por emisión de acciones, emisión de obligaciones y
créditos. La emisión de acciones realizada por las sociedades de propiedad
pública procura a la empresa fondos estatales destinados a la suscripción de
aquéllas. Esto equivale a las dotaciones de capital analizadas anteriormente.
En el caso de sociedades mixtas, una parte de los fondos conseguidos por la
empresa mediante la emisión de acciones procede del sector privado. La
importancia de estos recursos privados estará íntimamente relacionada, por
tanto, con el número y tamaño de las sociedades mixtas de un país. De los
países comunitarios es en Italia donde las empresas mixtas juegan un papel
más destacado. Para que el sector privado acuda a suscribir parte del capital de
una empresa pública, ésta deberá atenerse en su gestión a ciertas condiciones,
lo que no ocurre para empresas de propiedad pública total.
La posibilidad de las empresas públicas de acudir al mercado financiero para
emitir obligaciones y conseguir préstamos varía, según los países y las
empresas. De forma esquemática, se apuntan las cuatro alternativas siguientes:

1. Que no exista ninguna disposición que permita el recurso a otros


medios financieros externos que los provenientes del Tesoro Público.
2. Que sólo se permita el acceso a los créditos a corto plazo (public
corporations británicas, empresas municipalizadas italianas, etc.).
3. Que sólo se permitan los empréstitos a largo plazo procedentes de
instituciones públicas (caso de las aziende autonome italianas).
4. Que no existan limitaciones especiales para el recurso al mercado
monetario y de capitales, situación ésta la más general en Francia, Italia
y Alemania.
Las obligaciones constituyen un medio de financiación de las empresas
públicas de singular importancia. Se trata en este caso de emisiones realizadas
por el Tesoro u otros organismos públicos, con cuyos fondos se procederá más
tarde a financiar a las empresas públicas. Ahora nos referimos a las
obligaciones emitidas directamente por las empresas públicas. El aspecto más
debatido en relación a las mismas es el de las ventajas concedidas a estos
títulos para su aceptación en el mercado. Tales ventajas existen en casi todos
los países y se presentan en forma muy variada: garantía estatal,
bonificaciones impositivas, libres de comisiones, etc.
En realidad, todo el esquema financiero de estas empresas dependerá de sus
posibilidades de autofinanciación, que dependerá en última instancia del nivel
alcanzado de beneficios brutos. Dada la multitud de factores que influyen en
este resultado es evidente que en este terreno no pueden hacerse
generalizaciones. Únicamente cabe afirmar que, por regla general, las
empresas públicas se autofinancian en una medida menor que las empresas
privadas, aunque dentro del campo de las empresas públicas existe, a este
respecto, una gran diversidad de situaciones. En cualquier nación europea se
encuentran tres empresas públicas con un nivel muy satisfactorio de
autofinanciación, con un nivel discreto y con un nivel totalmente insuficiente
para las necesidades empresariales. Para que las empresas públicas puedan
llevar a cabo eficazmente una política financiera, es preciso eliminar
previamente la incertidumbre sobre los términos económicos y financieros en
que se desarrolla su actividad, ya que de lo contrario cualquier tipo de
previsión o planificación financiera estará condenada al fracaso.
Es importante mencionar que las empresas publicas trabajan con el en fin de
satisfacer las necesidades de una población mientras que las empresas
privadas trabajan para obtener dinero.

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