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Luis Jiménez Moreno
l.S.B.N.: 84-7923-154-8
Depósito Legal: M-19821-1998
Impreso en España
Imprime: EDICLÁS
el San M áximo 31, 4° 8
28041 Madrid
Encuadernación Cayetano
Mateo García, 29. Madrid
ÍNDI CE
, . �
l. CUADRO CRONOLOGICO....................7
Datos biográficos ...........................8
'
'
IlI.SELECCIÓN HE TEXTOS. .. . .. ........... 57
. .
CUADRO CRONOLÓGICO'
8 Pletón
l. LA FILOSOFÍA EN BIZANCIO
Tradicionalmente se hace acabar la filosofia griega
en un punto indeterminado de la Antigüedad tardía y se
buscan sus ecos y continuación en el medievo latino.
Fechas mágicas como la del año 529, en el que Justi
niano cerró la Academia de Atenas, aparecen recurren
tes en los manuales, que olvidan o no quieren indagar
qué ocurrió después con la filosofía griega en el Orien
te bizantino. Únicamente se hace referencia a esta filo
sofía bizantina cuando se aprecia algún eco o influjo de
ella en Occidente, por ejemplo al hablar de las traduc
ciones del griego de Escoto Erígena en' el s. IX o del
platonismo italiano en el s. XV. Sin embargo la filoso
fía se cultivó en Bizancio sin interrupción desde la mal
llamada fatídica fecha del 529 hasta el mismo momen
to de su extinción como poder político en 1 453 e inclu
so después por obra de emigrados griegós. El platonis
mo en su versión neoplatónica y el aristotelismo, no
dejaron nunca de suministrar a los griegos medievales
un instrumento de análisis de inapreciable valor, con el
que se dedicaron a definir los dogmas de su fe e inter
pretaron su mundo y entorno. Puede decirse que cual
quier conflicto en Bizancio se dirimía en términos filo
sóficos: las querellas trinitarias y cristológicas iniciales
que se solapaban con frecuencia con intereses naciona
les, desde el conflicto arriano del s. IV hasta 1 9. querella
monotelista d�l VII; la teoría de los iconos como imá
genes de la divinidad durante la época iconoclasta de
los ss. VIII-IX; el debate, desde el s. IX en adelante,
sobre la emanación del Espíritu Santo del Padre y el
Hijo a la vez, que exacerbó el enfrentamiento con el
Papa; la polémica hesicasta sobre la identidad de Dios
La mosofía 13
3. LA RELIGIÓN PLETÓNICA
3.1. La restauración del paganismo
Desde la desaparición definitiva del paganismo de
casi todas las áreas del imperio en el s. VII (en el Pelo
poneso de Pletón, curiosamente, sólo en el XI se cons
tata una organización eclesiástica estable), la disidencia
religiosa se expresó en Bizancio mediante herejías que
nacían del seno del cristianismo. Esto no excluía evi
dentemente que muchas prácticas paganas se hubieran
integrado en' la sociedad cristiana, que construyó su
teología sobre los presupuestos de la antigua filosofía.
Pletón contaba con estos elementos al formular su mie
vo credo, en el que se mezclan los viejos dioses paga
nos con concepc.iones neoplatónicas toleradas por ros
ortodoxos. Quizás las convicciones profundas de Ple
tón no pretendieron transpasar nunca el círculo más ín
timo de sus amistades, como piensa Monfasani [1992],
aunque la mayoría de los estudiosos habla de una espe
cie de sociedad secreta de neopaganos inspirada por
Pletón como alternativa a la cristiandad ortodoxa y en
la que tendrían quizás algo que ver algunos miemb os �
de la familia imperial (a veces enfrentados a la jerar
quía ortodoxa por razones de Realpolitik). En cual
quier caso el poder del Patriarca de Constantinopla,
que extendía su autoridad sobre todos los fieles ortodo
xos de los Ba1canes (hasta Moscú) más allá de la limi
tada jurisdicción imperial, puede explicar el secretis:t;rlo
con el que Pletón trabajó durante décadas en la redac
ción de su obra cumbre, Las Leyes, en la que sistemati
zaba todas sus ideas sobre la nueva religión, que él
consideraba podía dar a Bizancio la identidad y la fuer-
28 Pletón
'Iió'
Médicis se .convirtió al platonismo por influjo de un •: ..
.
·�it
ropeas (con autógrafos que nos informan de sus lectu- . � . ,
.
ras y selecciones) esperan su edición y traducclón. (
-.:
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f'
III
SELECCIÓN DE TEXTOS
58 Pletón
Texto 1
(Después de 1 439 escdbe Pletón una réplica a Escolado defendien
do de nuevo los postulados de su obra Sobre las diferencias de Pla
tón y Aristóteles)
Lj · . ,
- Texto 2
t ki J
C etón a lara al emperador Juan VIII algunas dudas en una carta
) q� t427) ¡ �
':�: ¡,. -.:.
�I
Texto 3
(Este tratado, escrito en 1439 en Italia, contrapone la filosofía de
Platón con la de Aristóteles en favor del primero)
,
Texto 4
(Las Leyes, obra cuinbre de Pletón, sintetiza todo su pensamiento.
'Se divulgó póstumamente)
Texto S
[La doctrina platónica de las ideas]
Texto 6
[Instrucciones para servirse de los himnos e invocaciones]
Texto 7
'
i
: (Defensa de la concepción trinitaria ortodoxa frente a la latina
C �s.crita en 1 4?9)
i ::,';J: [Ampliación o ,
reducción de la Trinidad en manos de los
'.;,':j{:; Jatinos] � .
:;i¡: i\: A sí, el ;Espíritu, si contiene por una parte algo reci
m�t4o del P�dre y por otra algo del Hijo, tendrá entonces
i,f4-namaturaleza escindida (8La<pu�), de forma que se co
;rr�rá el pe.1igro ,'de que Dios se muestre a la Iglesia
?C'gmo un Tetrágono en vez de una Trinidad, debido a
' /;:'"
68 Pletón
Texto 8
[Los dioses de l a Trinidad tienen la misma esencia, los dio
ses helenos no]
Texto 9
[Los orígenes de las doctrinas sobre la dualidad del hombre]
Texto 10
. [Generación de los dioses]
Texto 11
[Himno para toda la duración del año, a Zeus]
Texto 1 2 6
Texto 13
(Ref1exión� sobre la inmortalidad en una monodia por la muerte de
la,Jl1ujer d�l déspota Teodoro en 1433)
[La bÓsqueda de inmortalidad como prueba de su existencia]
NingUno de los animales ha pensado nunca en nada
de la divinidad, porque no entienden la noción
76 Pletón
Texto 14
9
[El suicidio como rueba de im�ortalidad]
Texto 16
[El deseo fue creado por los dioses para estimular la cópula]
Texto 17
Texto 1 8
Texto 19
[Tipos de impiedad]
[Las buenas leyes] deben hacer una correcta apre
ciación de todo cuanto atañe a la creencia en la divini
dad, tanto pública como privadamente, especialmente
en estos tres puntos esenciales: el primero, que existe
una divinidad entre los seres que supera la esencia de
todas las cosas; el segundo, que esta divinidad se preo
cupa de los hombres y pone bajo su administración to
dos los asuntos humanos, grandes y pequeños; el terce- ,
Texto 20
[La libertad humana]
Texto 21
(Pletón concret'a en este tratado de 141 8 algunas de las propuestas
de refonna que apuntó en su Memorial a Teodoro)
Texto 22
[Los impuestos]
,
.
Hay, p�es, tres clases de impuestos, por establecer
\lua mínitna división: las prestaciones personales, la
imposición de una cuantía fija -ya sea en moneda o en
9ualquier .otro valor- y la de una parte convenida 'de la
Í)roduccióp. La prestación personal es el impuesto más
86 Pletón
Texto 23
[Los tres órdenes de ciudadanos]
Texto 24
[La tierra es propiedad del que la trabaj a]
¡
Texto 25
[La vigencia de las leyes depende del gobernante]
EDICIONES
Abreviaturas:
- Alex. - PLÉTHON, Traité des Lois, ed. C. Alexandre, trad. A. Pe
llissier, París 1 858 (reimpr. Amsterdam, Hakkert 1 966).
- Blum - cf. 1 . Incluye la traducción al alemán de numerosos tex
tos de Pletón.
- Lambros SP.P. LAMBROS (ed.), rra/lal OAóyét a Kal rréAO
-
ESTUDIOS
. 1 . Lafilosofia de Pletón.
M . V ANASTOS� «Pletho's Calendar and Liturgy», Dumbarton Oaks
Papers 4 (1 948) 1 83-205.
M.V. ANASTOS, «Pletho, Strabo and Columbus», Mélanges Grégoi-
re IV, Bruselas 1 953, 1 - 1 7.
L.K. BARGELIOTES, «Man as I-lE9ópLOV according to Pletho», Dio
o
tima 7 (1 979) 1 4-20 (otros arto en Diotima 2, 3 Y 4).
L.K. BARGELIOTES, La critique d 'Aristote chez Pléthon comme; ex
pression de l 'antiaristotélisme au XVe siecle, Atenas 1 980.
W. BLUM, «Einleitung», en, IDEM, Georgios Gemistos Plethon. po
litik, Philos.ophie und Rhetorik im spatbyz. Reich (l355- 14p2),
Stuttgart 1 9,88, 1 -9 1 .
J.D.M. DERRETI, «Gemistus Plethon, the Ess�nes, and More's Vto
pia», B ibl. d 'Humanisme et Reanissance.. 27 ( 1 965) 579",�06, \
S. GENTILE, «piorgio:Gemisto Pletone e la sua influepz.a sull' ¡;Pll.l:J,-:,
nesimo fior,entino», en Viti 8 1 3-832. o, .
2. La época de Pletón.
Para tilosofta y teología bizantina cf A. BRAVO - J. SIGNES E. Ru
-
Títulos aparecidos:
ADELARDO DE BATH, GURTVICH, C. N ieto
P. Mantas ! HUME, lA. Martínez ,
ADORNO, R.E. Mandado HUSSERL, M. García Ban) ' .
De próxima aparición:
ABELARD'O, C. Raña KRAUSE, E. Ureña
ARISTÓTELES, M. Maceiras " LAVELLE, lA. Freijó
ARTEAGA, F. Malina LEVINAS, G. González
CAMPANELLA, E. Moreno LUCRECIO, E. Otón
COSTA, A.E. Ortí : MACHADO, A., J. Verdú
CROCE, E. Agüero MAEZTU, A. Jiménez
D EMÓCRITO, F. Casadesús MAIMONIDES, 1.F. Vallina
DERRIDA,. C. Perretti MARAGALL, N. Bilbeny
GALDÓS, 1.L. Mora MARTÍ, R. Fomet
GENTILE, A. Savignano PARMÉNIDES, T. Calvo
GRACIÁN, L. Jiménez SADE, V. Méndez
HAYEK, M.A. Durán SARTRE, C. Nieto
HÓLDERLIN, J.L. Rodriguez VASCONCELOS, T. Mano
HEGEL, M. C. Paredes VICO, 1., Martínez Bisbal
TU M U LT
Sch riften z u r Verkeh rswissenschaft
Korrespondierende Mitglieder:
- Jean Baudrillard, Bazon Brock,
Michel Foucault t, Bernard Pautrat, Jean-Louis Schefer,
Michel Serres, Michel Tibon-Cornillot, Paul Virillio
Redaktionsanschrift:
Fran k Bockelmann, LilienstraBe 51, D-81669 München
Walter Seitter, Hoher Ma rkt 4, A-1010 Wien
Erscheinungsweise und Abonnement:
Zweimal im Jahr, jeweils im Frühjahr und Herbst.
Bestellungen bitte direkt an den Verlag
Verlag:
diaphanes Zürich-Berlin
www.diaphanes.net
info@diaphanes.net
Georgios Gem istos Plethon
(1355-1452)
Reformpolitiker, Philosoph,
Verehrer der a lten Gotter
diaphanes
1. Auflage
Wilhelm Blum
Das Leben u n d die Schriften Plethons 3S
Wilhelm Blum
Die Anerkennung Plethons i n der N achwelt 4S
Lambros Couloubaritsis
»Physis« u nd »tech ne« i n den Unterschieden
von Plethon (-
Lambros Couloubaritsis
Prolegomena zur Kosmologie P l ethons 69
Walter Seitter
Plethonische Anthropologie
Zwischen Politologie, Kosmologie u n d Theologie 77
J u a n Signes Codoñer
Die plethonische »Religion« 91
Brigitte Tambrun-Krasker
Plethons Abha ndlung Über·die Tugenden 101
Wa lter Seitter
Gibt es ein Bild von Plethon? 131
Die Autoren 1 43
J u a n Signes Codoñer
l. So J. Monfasani: Platonic Paganism in the Fifteenth Century, in M.A. di Cesare (Hg.), Recon
sidering the Renaissance (Binghamton - New York 1992): 45-61, bes. 50.
92
Juan Signes Codoñer
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l ái
i " , i � 'stérbIlchén ;Wesen erzeugten, so daJ3 Helios für die Form der sterblich
en
VV
i';: ' é'S�l1 Seiene ,für ihre Materie
'::
Pate sind. Unterhal b dieser G6tter finden sich die
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li ni6 en;:auch Kinder von Poseidon und Hera, und
dann die Menschen, weIche
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V und Pluton mit Hilfe der Materie, die Hera durch die Vermittlung
" : ': ;
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sie hone diesen zwei G6ttern lieferte, erschaffen wurden.' Auf die Men
:>i,'i i : scheÍi f6Igen die übrigen Lebewesen, Tiere und Pflanze, aber auch die Elemente.
;
i ' , ·:PeiMensch liegt also an der SchweIle zwischen der unsterblichen und sterblichen
'
Wesenheit, als Mitte und Vermittler zwischen diesen beiden Welten.
Es sind weniger die,heidnischen Namen der alten Gotter, die in diesem System
zlihlen, als die von ihnen verkorperten Werte. Es geht eigentlich nicht darum, ob
Zeus, Poseidon oder Hera die h6chsten G6tter sind, sondern darum, daJ3 sowohl
Potentialitat und Aktualitat (zwei aristotelische Begriffe), als auch Identitlit, Dif
ferenz, Ruhe und Bewegung (diesmal platonische Begriffe)l dem als hOchsten
Prinzip konzipierten Sein untergeordnet werden und daJ3 damit die Mechanik des
Universums expliziert wird. Wir haben es also mit einer aIlegorischen Benutzung
der antiken Mythologie zu tun, die zwar nicht explizit ist,4 sich aber in die aIlego
risierende Tradition der Splitantike und des Neuplatonismus reibungslos einfügt.
DaJ3 die alten Gotter zu.Symbolen einer neuen Konzeption werden, spricht prin
zipieIl nicht für das Heidentum Plethons. Hatte nicht Giovanni Boccaccio kaum
hundert Jahre vor Plethon in seiner Genealogía Deorum n.1 behauptet, daJ3 Jupi
ter dem Gott-Vater der Christen entspricht?5 Man soIlte also nicht vieI Wert auf
die Namen der von Plethon eingeführten G5tter Iegen, sondern nach den Grün
den und Zielen der Philosophie Plethons fragen, um zu sehen, inwieweit die von
ihm verwendeten Begriffe mit dem Christentum zu vereinbaren sind. Was hat
nlimlich unser Philosoph mit dieser G6tterwelt eigentlich bezweckt?
Für die Kenner der Werke Plethons ist es offenkundig, daJ3 die ganze Kosmogo
nie als eine Werteskala konzipiert wurde, an der das menschliche Verhalten so
wohI in politischer als auch in ethischer Hinsicht gemessen werden soIlte. Das
ineinandergreifende Netz'von Verbindungen zwischen den G6ttern, auf das sich
die Einheit des Kosmos gründet, wird für Plethon zum Vorbild des Staates, der
auf einer aus festen und wirksamen Gesetzen bestehenden Verfassung (politeia)
basiert, weIche nur durch die Tugenden des Herrschers gewlihrleistet wird.6 Die
2. Diese Genealogie der Gotter ist durch verschiedene Stellen in Plethons Werk belegt, obwohl
manche Punkte dunkel und umstritten bleiben. Siehe besonders die erhellenden Schemas bei F.
Schultze: Georgios Gemistos Plethon und seine reformatorischen Bestrebungen (Jena 1874): 215-
216 und 1. Bargeliotes, H Kpt'ttKT] 'tOU Apt<Y'to'te0ut; napa ITt.:r¡90lVt Olt; eK$pacrtt; 'tOU w'tta
ptcr'tO'teAtcr¡.toU Ka'ta'tov IEatOlvex, Athen 1980, 49 und die Zusammenfassung bei C. Alexander:
Traité des Lois (Paris 1858): LIX-LXV.
3. Pláto: Sophistes 253-255.
4. Siehe Monfasani: loc.cit.: 51, der diesmal zu positivistisch denkt, wenn er behauptet: "It
should be pointed out that the titles of the remaining chapters give not the slightest hint that Ple
tho viewed any part ofhis doctrine as allegorical in nature«.
5. »Adeoque in sublime conscendit [Juppiter], ut a prudentioribus etiarn summo et vero Deo
ascriberetur, nec inmerito, ipsi quippe soli tam egregium cornpetit nomen« .
6. Mahnrede an den Despoten Theodor 13: "Jeder Staat braucht nicht nur gute, sondern wir
kungsvolle Gesetze, und wenn sie keine Wirkung zeigen, dann haben auch die allerbesten
Gesetze gar keinen oder nur einen geringeren Nutzen: wirksarn jedoch konnen die Gesetze nur
mit der Tüchtigkeit der Regierenden werden« (übers. von W. Blum, Georgios Gemistos Plethon.
Politik, Philosophie und Rhetorik im spatbyzantinischen Reich (1355-1452) (Stuttgart 1988): 163-
164)·
Die plethonische »Rel igion« 93
7. Gesetze II.6.
8. Das Gleichgewicht zwischen dem g6ttlichen Determinismus und der menschlichen Freiheit
ist aber nicht einfach einzuhalten, und so sieht sich Plethon gezwungen zu sagen, daB " die Men
schen einerseits frei, andererseits unfrei sind«.
9. Gesetze III.46.
10. Dieser ProzeB wird von Plethon als epanorthosis tes politeias definiert, eigentlich eine Wie
derherstellung der antiken Ordnung.
11. Ein Beispiel aus der Mahnrede an Theodor 11: »Bei dieser seiner Lenkung weicht das g5ttll
che Wesen niemals von der irn jeweiligen Einzelfall gebotenen Pf1icht ab, es ¡¡lEt sich weder
durch Geschenke von den Menschen noch durch andere Gaben umschmeicheln oder gar
umstirnmen. Dieses Wesen bedarf des Menschen nicht; und aus dieser Grundgegebenheit folgt,
daB Weihegeschenke und Opfer fur die Gottheit, in rechtem MaBe und in frommer Gesinnung
dargebracht, sinnvoll sind, da sie als auBeres Zeichen für das Bekenntnis dienen, daB alles Gute
fur uns von diesem Wesen herstammt. [ . . . ]. Aber wir dürfen andererseits auch nicht durch
übertriebenen Aufwand hierfür unser eigenes Hauswesen wie auch das Ganze des Staates
zugrunde richten« (Übers. Blum, Plethon: 160-161). Aus der Stelle ergibt sich, daB Plethon rnit
den exzesiven staatlichen Abgaben an die Kirche ein Ende machen wollte.
Juan Signes Codoñer
Philo sd���ermied jede mythologische Anspielung in seinen Hymnen, die nur die
chen Züge der jeweiligen Gotter darstelien. Die Verbindung der Hym
' philo�6phis
' ; nen mft dem re1igiosen Kalender fehlt bei Proklos. Dies war für Plethon keine
: Nebe�sache, da er einen neuen Kalender entwarf, der an die Ste1le des damals in
:\ :d�f c:hristlichen Welt üblichen Sonnenjahres treten würde. Plethon konzipierte 12
, a�s 4 Wochen bestehende Monate mit abwechselnd 29 und 30 Tagen, welche
durch einen 13. Monat 7 mal alle 19 Jahre erganzt werden solite. Es war sicher wie
der sein Rationalismus, der den beweglichen Kalender der Kirche nicht duldete,
ebens0wenig wie die franzéisischen Aufklarer' 1792' bei 'der Einführung des Revo
lutionskalenders. Plethons letztes Ziel war nicht religios, wie wir anfangs bemerk
ten, sondern politisch: die feste Regelung der mensch1ichen Tatigkeit durch den
Staat. Wichtig dabei ist die Feststeliung, daB alie diese Reformen mit dem antiken
Heidentum kaum etwas zu tun haben und eher als rationalistische Reaktion ge
gen das damalige Christentum zu verstehen sind.
Wir haben bis jetzt gewaltige Divergenzen zwischen der damaligen Orthodoxie
und der plethonischen »Religion« beobachtet, die sowohl die grundlegenden
Prinzipien als auch die Art der Darsteliung betreffen. Die Moglichkeit, daB be
stimmte Schriften Plethons nicht seine eigene Aussagen wiedergeben, sondern
einfach eine neutrale Beschreibung alter Doktrinen sind,12 andert kaum etwas an
dieser Feststellung. Die explizite Meinung vieler Zeitgenossen über Plethons Hei
dentum ist auch nicht zu übersehen. Gennadios Scholarios, Plethons Schüler und
der erste Patriarch von Konstantinopel unter türkischer Herrschaft, erklart in ei
nem langen Brief an Joseph den Exarchen die Gründen, die ihn bewogen, das
einzige volistandige Exemplar der Gesetze seines verstorbenen Lehrers zu ver
brennen: Der Polytheismus Plethons wird auf jeder Seite des Briefes als ein
Affront gegen die christliche Religion empfunden.'3 Auch Georgios Trapezuntios,
der Plethon in Florenz héirte, teilt uns in seiner Comparatío zwischen Platon und
Aristote1es ca. 1458 mit (wieder nach dem Tod Plethons), daB der Philosoph ihm
' seine Hoffnung an eine' WiederhersteUung des antiken HeidentUms ausgespro
chen hatte, und warnt dementsprechend vor der Gefahr, die seine Lehre mit sich
bringt.'4
Diese zwei Verteidiger des Aristoteles wurden zwar zu Gegnern von Plethon, in
dem sie sich von seinem kampferischen Platonismus betroffen fühlten, und
konnten dementsprechend perséinliche Gründe gehabt haben, um das Heiden
tum Plethons zu übertreiben. Dennoch war die Anziehungskraft des antiken Hei
dentunls keineswegs nur auf theoretische Spekulation begrenzt, da wir in einem
Briefvon Gennadios über einen gewissen Juvenal hOren, der Mitglied einer heid
nischen Bruderschaft (phratria) im Peloponnes war und deswegen von den Be
hOrden 1450 gefoltert und verbrannt wurde.'s Eine Verbindung Juvenals mit Ple-
12. Siehe besonders die Synkephalaiosis der Dogmen von Zoroaster und Platon, die Alexander
am Ende der Gesetze ediert (S. 262-269).
13. Ausgabe in Alexander, Traité: 412-441.
14. überset2ung der Stelle ins Englische in Woodhouse, Gemitos Plethon: 168. Vgl. J. Monfasani:
George ofTrebizond. A biography and a Study ofhis Rhetoric and Logic (Leiden 1976).
15. Ausgabe 1. Petit - M. Jugie - X.A. Siderides, Oeuvres completes de Gennade Scholarios (Paris
1928-1936): Bd. 4, 476-489.
Die plethonische »Rel igion« 95
thon, der damals im Peloponnes lehrte, ist aber nicht bewiesen. Auch unter den
Schülern und Anhangern Plethons fanden sich mehrere begeisterte Bewunderer
der Antike, dies bedeutet aber keineswegs, dai5 alle zu einer geheimen heidni
schen Gesellschaft angehorten, wie man es gelegentlich vermutet hat.16 Trotzdem,
wenn wir den Brieflesen, den der machtige Kardinal Bessarion, ehemaliger Schü
ler unseres Philosophen, an die Sohne Plethons anHilllich dessen Todes richtete,
sind wir vom heidnischen Ton des kurzen Textes schockiert: Der Kardinal au:Bert
sich davon überzeugt, da:B Plethon den Himmel bereits erreicht habe und zu ei
nem mystischen bacchischen Tanz mit den olyrnpischen Gottern gehe.17 Handelt
es sich bei dieser Aussage nur um heidnisches Kolorit?
Wir werden vergebens den endgüItigen Beweis für die heidnischen überzeugun
gen Plethons suchen: Plethon hatte niemals eine offene Kritik gegen die Orthodo
xie gewagt, da er damit sein Leben bzw. seine Stellung im Reich riskiert hatte.
Dennoch ist dieses argumentum ex si/entio auch kein Beweis für Plethons Hei
dentum! !eh glaube sogar, da:B der erforderliche Verzicht Plethons auf die Enthül
lung seiner innersten religiosen Auffassung nicht nur die Verbreitung seiner
heidnisch gepragten Gesetze hinderte, sondern auch sein Denken in gewisser
Weise zu einem Kompromi:B mit dem Christentum drangte. Tatsachlich scheint
er sich gelegentlich bemüht zu haben, eine gemeinsame Grundlage für die Ortho
doxie und seine ))Religion« zu frnden.
In seiner Monodie für die verstorbene Kaiserin Helena Palaiologa, die er 1450
schrieb, betont Plethon, da:B die von ihm vertretenen Prinzipen eine allgemeine
Anerkennung verdienen. Wer konnte nicht glauben, sagt er, da:B es einen einzigen
Gott gibt, der der Demiurg und Hersteller von allen Wesen ist und das Gute in
hochstem Grad verkorpert? Wer konnte nicht b ehaupten, setzt er fort, da:B es zwi
schen diesem Gott und uns eine gewisse, verschiedene Natur liegt, sei sie eine ein
zige in ihrer Gattung, sei sie in mehrere Gattungen unterteilt, we1che machtiger
als wir isí? Hier sind eigentlich der plethonische Zeus und die mittleren Gotter an
gesprochen, obwohl auch der christliche' Gott und 'die Engel mlt diesen Eigen- '.
schaften gemeint sein konnten - wenn nur die Ausdrucksweise nicht der Ortho
doxie so fremd gewesen ware. Wichtig ist aber die Neutralitat der Aussage, die
eher auf Kompromi:B abzielt.
Dieser Kompromi:B ist sogar im ersten Kapite1 der plethonischen Gesetze er
kennbar, wo Plethon zugibt, da:B die Meinungen der Menschen sowohl über ihre
eigenen Angelegenheiten als auch über die Natur der Gotter sehr unterschiedlich
sind, so da:B die Wahrheit schwer zu erreichen ist. Plethon behauptet zwar im fol
genden Kapitel (Gesetze 1.2), da:B nur die Philos ophie, und zwar die ruteste Philo
sophie, die mit Zoroaster beginnt, dem Mensch auf seiner Suche nach der Wahr
heit helfen kann, dennoch bedeutet dies prinzipiell nicht, da:B sich diese her
gestellte »)prisca philosophia« gegen alle Grundlagen des Christentums richtet.
Obwohl manche Prinzipien der plethonischen Religion, wie der Polytheismus
;\{;t�:\> ric;htigerkannte , nicht nur dunkel, sondern auch .phne Polemik vorgetragen,'9 als
und dem Christentum doch
::" .::. ." ób .er,gewisse Verbindungen zwischen seiner Lehre
,:,.· :' beil)e halten wollte.
· '.Unser Autor schrieb auch einige Werke über das christliche Dogma, die bezei
chenderweise bei den Gelehrten kaum Beachtung gefunden haben und zum Teil
immer noch unediert sind.'o Darunter ist eine interessante, sehr kurze Schrift ge
gen das lateinisGhe Dogma über die Heilige Dreieinigkeit; konkret über das filio
que. Plethon redigierte dieses Werk wahrend seines Aufenthalts in Florenz 1439,"
obwohl er es erst spater veroffentlichte, ein Beweis dafür, daB diese Schrift ihm
nicht durch seine personliche Teilnahme an der Konzil aufgezwungen wurde und
moglicherweise aus seiner eigenen Initiative entstand.22 Trotz des christlichen
Themas enthalt diese trinitarische Schrift Plethons sehr heterodoxe Ansichten,
die uns wieder direkt auf die symbolische Welt seiner Gesetze führen. In diesem
Traktat spricht Plethon z.B. niemals dem Geist das Adjektiv »Heilig« zu, und be
zeichnet Christus bloB als den »Sohn«, nicht aus Unehrerbietigkeit, weil er etwa
nicht daran glaubte, sondern weil er diese von ihm bezeichneten zweiHypostaseis
der Dreieinigkeit in einem weiten, synkretistischen Sinne verstand, d.h. als Sym
bole von universaler Gültigkeit. DaB der Gott-Vater der Christen auch Zeus ge
riannt werden konnte, wird durch eine Stelle aus den Gesetzen (III.43) bewiesen,
wo Plethon zugibt, daB der hochste Gott auf Griechisch Zeus genannt wird, was
nur bedeuten kann, daB dieser hochste Gott in anderen Traditionen auch anders
bezeichnet wurde. Es ist auch kein Zufall, daB uns Poseidon, der zweite Gott der
Kosmologie Plethons, als »der ohne Mutter geborene« erscheint. Poseidon wird
als Uridee oder Urform bezeichnet, die in sich alle andere Ideen umfaBt (Gesetze
III.15), eine Charakterisierung, die uns an jenen Christus erinnert, den Augusti
nus als »forma non formata, sed forma omnium formatorum« definiert.'3 DaB
sich'die christliche Dreieinigkeit in der'heidnischeri Dreieinigkeit Plethons (Zéus: .
Poseidon-Hera) widerspiegelt, ist mehr als eine Vermutung. Die Verbindung
wird von Plethon selbst indirekt bestatigt, der in seiner kleinen trinitarischen
Schrift eine kurze Abschweifung über die »hellenische« Gotterlehre macht, die er
zwar für unanwendbar auf den christlichen Sohn halt, dennoch keineswegs als
unbegründet darstellt. Insgesamt laBt die rein logische Behandlung des Wesens
der Dreieinigkeit in diesem Traktat eher an eine philosophische, als an eine theo
logische Behandlung denken.
18. Plethon glaubt, daB das All zugleich mit Zeus und daher ewig ist: cf. Gesetze III, 43.
19. Bluro: op.cit: 62-63.
20. Siehe C.M. Woodhouse: Gemistos Plethon, the last ofthe Hellenes (Oxford 1986): 270.
21. Ausgabe: Migne, Patrología Graeca 160, Sp. 975-980.
22. C.J.G. Turner: An anomalous Episode in Relations between Scholarios and Plethon, in:
Byzantine Studies 3 (1976): 56-63, glaubt dagegen, daB Plethon diese Schrift nur deswegen redi
gierte, uro die Konservativen in der Kirche zufriedenzustelIen.
23. Vgl. Blum: op.cit.: 63, Anm. 17, der diesbezüglich schreibt: »Der Gedanke, den Plethon hier
vortragt, steht also ebenfalls in einer alten Tradition, ja, er ist sogar von den Christen gebraucht
worden«.
Die plethonische »Religion« 97
Welche Bilanz konnen wir daraus ziehen? Plethon konnte unmoglich an eine
Wiederbe1ebung des ant�en Heidentums gedacht haben, ohne dem christlichen
Jahrtausend irgendwie Rechnung zu tragen. W enngleich sich in seinem Werk
kaum eine Synthese zwischen Heidentum und Christentum finden lagt, so sah er
sich doch zu einer gewissen Anpassung an die christliche Lehre genotigt.z4 Er
hatte dabei Vorbilder in der Antike, wie z.B. den anonyrnen Autor des 6. Jahrhun
derts, der alle seine Schriften unter den Namen van Dionysios Areopagites stellte
und somit eine neuplatonische Werteskala christianisieren konnte (obwohl er de
'ren Stufen, im Unterschied zu Plethon, mit Namen aus der christlichen und jüdi
schen Tradition syrnbolisierte). Die Frage der Vereinbarkeit der christlichen
Sch5pfung mit der heidnischen Ewigkeit der Welt beschaftigte'auch einen christ
lichen Denker wie Boethius (De consolatione Philosophiae V.6).'5
Es ware aber verfehlt, die antike Philosophie und die christliche Orthodoxie bei
Plethon auf dieselbe Ebene zu stellen, da er eigentlich die Erleuchtung der Re
ligion mit Hilfe der antiken Philosophie bezweckte, d.h. er benutzte das antike
Wissen als Quelle fur ein besseres Verstandnis der Religion und verwarf nur die
jenigen Prinzipen des christlichen Dogmas, die ihm unphilosophisch erschienen:
Die Religion wurde also bei ihm zur »ancilla philasophiae« gemacht und die Phi
losophie mit der Vernunft gleichgesetzt.
Plethon hatte diesbezüglich Vorganger in Byzanz, obwohl sich diese freilich in
ihrer Auseinandersetzung mit dem Christentum nicht so weit vorgewagt haben.
Ein bekanntes Beispiel ist Michael Psellos im 11. Jahrhundert, der sich auch inten
siv mit der neuplatonischen Philosophie auseinandersetzte. Dadurch geriet er in
einen Konflikt mit den kirchlichen Behorden und sah sich gezwungen, ein offent
liches Bekenntnis seiner Orthodoxie abzulegen!6 Auch Plethons Schüler, Johan
nes Italos, wurde von einer Synode wegen seiner platonischen Ideen verurteilt.
Beide sind aber kaum als Heiden zu bezeichnen. Die religiosen und hagiographi
schen Werke von Psellos, der Monch wurde, sind z.B. wegen ihres groBen Um
fangs kaum zu übersehen.'; Ahnliches kann man vOn Leo dem Philosophen im 9.'
Jahrhundert behaupten, der auch wieder wegen seines Interesses an der antiken
Philosophie von vielen Gegnern als Heide bzw. Hellenophron bezeichnet wurde,
obwohl er sogar zum Bischof von Thessaloniki geweiht wurde. Sicherlich ist Leos
Bewunderung des Epikureismus in einem ihm zugeschriebenen Gedicht (Ant.
�
Pa/. XV.12), um ein einzi es Beispiel zu nennen, in Byzanz etwas Seltsames, den
noch beweist dies eigentlich nichts über sein Heidentum.
!eh glaube, der Gruhd, der Plethon, Psellos oder Leo den Philosophen dazu be
wog, in der antiken Philosophie Modelle und Begriffe fur ihre We1tanschauung zu
24. Plethon hat auch aus dem Islam Elemente genornmen, die ihm für sein System von Bedeu
tung erschienen (vgl. M.V. Anastos: Pletho and Islam, in: DOP 4 [1948]: 270-303).
25. Die Versiihnung beider Konzepte bereitete Plethon selbst Schwierigkeiten. In seiner Schrift
über die Unterschiede zwischen Platon und Aristoteles kritisiert Plethon Aristoteles, weil er an
die Anfangslosigkeit des Kosmos glaubt, indem er Gott nicht für Zielursache des Seins, sondern
einzig für Zielursache der Bewegung hielt. Blum: op.cit.: 22 weist aufden Widerspruch hin, den
noch liillt sich vielleicht eine Liisung finden, indem wir annehmen, daB Plethon die Ewigkeit der
Welt nur in potentia, nicht aber in actu annahm.
26. A. Garzya: On Michael Psellus' admission of faith, in: Epeteris hetaireias byzantinon spou
don 33 (1966-7): 41-46.
27. Dagegen aber A. Kaldellis: The argument ofPsellos' Chronographia (Leiden 1999).
98 Jua n Signes Codoñer
suchc;m, hat weniger mit Heidentum als vie1mehr mit Identitatsproblemen zu tuno
Ane drei wuchsen in Krisenzeiten auf, in denen Byzanz um seine eigene nationale
Identitiit rango Das 9. Jahrhundert, in das Leo gehOrt, war Zeuge der Aneignung
des philosophischen und wissenschaftlichen Erbes der alten Griechen durch die
Araber, ein Proze:G, der den byzantinischen Anspruch auf die griechischen Wur
zeln seiner Kultur gefiihrdete. Die neue durch Leo geleitete philosophische Schule
ist aIs Reaktion zu dieser Entwicklung anzusehen.2B Gleichfalls bedeutet die
Ernennung Psellos' durch den Kaiser Konstantin Monomachos zum Konsul der
Philosophen, die Anerkennung der politischen. Bedeutung der Philosophie; nicht
nur für die Bildung der byzantinischen Beamten, sondern wiederum für das
Prestige des Reichs gegenüber seinen Nachbarn, und dies in einer Zeit, wo die
byzantinische Machtstellung nach den siegreichen Feldzügen des 10. Jahrhun
derts wieder in Frage gestellt wurde. Da:B auch Plethon, »der letzte der Hellenen«,
seine Philosophie als eine patriotische Aufgabe konzipierte, ist von mehreren
Forschern behauptet worden, welche sein System als eine Antwort auf die
kritische Lage des Reiches betrachten: Byzanz überlebte Plethon tatsiichlich nur
um ein Jahr. Man hat darin aber auch mehr den Bruch mit der herrschenden
Orthodoxie betont und in Plethon den Vorgiinger des neuen Griechenland sehen
wollen, und vielleicht nicht genügend die Kontinuitiit mit der alten kulturellen
Tradition des Griechentums geschiitzt. Für Plethon konnte die Orthodoxie allein
diese kulturelle Kontinuitiit nicht gewiihrleisten, und die Ereignisse nach 1453
werden ihm Recht geben. Der Blick auf das Heidentum war also für Plethon eine
kulturelle Notwendigkeit, die mit dem geistigen Überleben seiner Heimat ver
bunden war. Se1bst wenn wir annehmen, da:G Plethon hauptsiichlich an eine
Wiederherstellung des Heidentums dachte, bleibt seine Absicht nur auf den
griechischen Osten begrenzt, wie nicht nur seine Feindseligkeit gegenüber dem
westlichen Dogma wiihrend des Konzils, sondern auch seine Ablehnung von
westlichen Einflüssen auf die Peloponnes zur Genüge zeigen.
Paradoxen'leise war· Plethons Doktrinen im Westen, besonders in Italien, gro
:Ber Erfolg vergonnt. Ein Teil dieses Erfolges ist sicherlich auf die Verbreitung
antiker Autoren durch Plethon wiihrend seines Aufenthalts in Florenz zurückzu
führen. Viele dieser Texte waren den italienischen Humanisten nicht bekannt:
Platon an erster Stelle, gefolgt von einer Reihe von Neoplatonikern, aber auch
Strabo, historische Auszüge aus antiken Geschichtschreibern und andere selt
same Texte wie die Chaldiiischen Orakel. Die Bedeutung dieser Autoren kann
man zuerst an den zahlreichen Kopien messen, die damals angefertigt wurden. Es
wiire aber vereinfachend, den Einflu:G von Plethon auf die Übergabe von Texten
zu beschriinken: Mit ihnen kamen auch seine D eutungen, die die humanistische
Philosophie stark priigten. Besondere Nachwirkung hatte seine Idee, die Lehre
des Zoroaster sei Modell für alles spiiteres Wissen bei den Menschen.
An verschiedenen Stellen seiner Werke behauptet Plethon, da:B Zoroaster, den
er als den Gründer der antiken Philosophie betrachtet, etwa 5.000 Jahre vor dem
trojanischen Krieg bzw. vor der Rückkehr der Herakleiden in den Peloponnes
28. Siehe J. Signes Codoñer: Helenos y Romanos: la cultura bizantina y el Islam en el siglo IX, in:
Byz. 72 (2002): 404-448.
Die plethonische »Religion« 99
lebte.'9 Plethon fuhrt als Quelle für diese Aussage Plutarch an.3D Noch alter als
Zoroaster ist laut Plethon der Gesetzgeber der Agypter und ihr erster Konig, Men,
der anscheinend noch weitere 3.000 Jahre vor Zoroaster lebte. Plethon aber halt
seine Lehre fur korrupt und schlieBt jegliche Verbindung von Men mit Zoroaster
aus.3! Diesmal fuhrt Plethon keine Quelle an, obwohl Diodoros Siculus in seiner
Bibliothek den alten Konig Menas zitiert, der unmittelbar nach den Gottern und
Heroen Agypten regierte.32 Da ein persischer EinfluB auf bestimmte ' L�hren
Platons von vielen antiken Platonikern wie Proklos angenommen wurde;<:l�át
Plethon, so behaupten moderne Forscher, kaum etwas Originelles gedacht, ,8J.� ef '
Zoroaster in Verbindung mit der platonischen Lehre setzte. Diese Beoba�nt g ¡¡ii
trifft sicherlich zu, man vergillt aber dabei, daB Plethon in einer , thI"istllche'n
Gesellschaft lebte, der nicht nur diese Ideen vollig fremd waren, sonderl,:ytíIDg
unannehmbar - und zwar schon aus rein chronologischen GrÜnden. ' ,';''; ''iY
Für die Christen war Moses der Gründer der Philosophie, der aufalle s iii:e h p f�
D enker, einschlieBlich Plato, einwirkte. Diese Theorie, die Clemens von A1eiari�;,
dria (2. Jh. n. Chr.) aus den Schriften von Flavius Josephus und anderen disch�ri .;: N .:
D enkern entwickelte und als erster bei den Christen vertrat, wurde mitderZeit�,
zur offiziellen Lehre der Kirche.33 Somit konhte man nicht nur Platon 'aIlsatiweise ::':'
in die Orthodoxie eingliedern, sondern auch das Judentum als vorg ge� d% ;,: � #-
berühmten griechischen Denker der Antike darstellen. Die Chronoiogie spielte ' " /;
dabei eine entscheidende Rolle, da Moses vor dem trojanischen Krieglébte. Ple� ;i ;.
thons Auffassung von Zoroaster bestritt nicht nur zum ersten Mal dies Doktrih, ' � )
da Zoroaster um einiges alter als Moses war, s ondern auch die ganze' duisilidié,':,i
Chronologie, die die SchOpfung der Welt ca. 5.500 Jahre vor Christus datiE�rte (die, ,: '
damals in Byzanz herrschende Weltiira setzte den Anfang der Welt inf}ahr 5509 ';:
vor Christus, und zwar auf den 1. September). DaB Zoroaster also mehX als 6;0.00 :.:t·
Jahre vor Christus und dazu noch 3.000 Jahre nach dem iigyptisch�� én l�bt�; ' . T i.1
war sicherlich eine direkte Bedrohung fur die christliche Auffassung derWelt}4 ',!,
Plethon hatte" nicht umsoIlst in seineri Schriften' kiilim eill eínziges :Wort ' über �}
Moses verloren. Gennadios Scholarios betonte in seiner Replik gege ' die ple- ,: � )
thonische »Religion« also erwartungsgemiiB die Vorbild-lichkeit vÓn. 'Moses fur ';.,:
alle spiiteren Denker, und lieB sowohl Zoroaster als auch die and �� uralteIl : �t ::
Philosophen Plethons als vage u�istorische Figuren erscheinen. , " ,, " ' , ' ,''''',
Plethon stützte sich aber auf antike Texte fur seine Darlegung der árifiken Dok� \:
trinen, koIlkret auf die berührnten Chaldiiischen Orakel, die bereits.psellos im" ,:h
11. Jahrhundert edierte und unter den Byzantinern bekannt macht�.k Ob die '�·'
Autorschaft Zoroasters fur diese Orakel von Plethon36 oder von Psellos stamí.nt, ·"
Tatsache ist, daB das hohe Alter dieses Textes bei den spatantiken e.oplatoni- ' ;
... ')
�
::<:
�:'.�./? .�;
',.,,::;",\
29. Ein Kommentar der Stellen über Zoroaster bei Plethon in Anastos: loe.dt.
30. Plutareh, De Iside et Osiride 46 (369E)
31. Gesetze II1.43 (Alexander, Traité, 252-254)
32. Diodor 1.43, 45 und 94. " " ,,'
33. Siehe dafür arn besten D. Ridings: The Attie Moses (Gotemburg 1995). "oi' ::' , ,. . •.:
34. Kein Zufall also, daB bereits Kyrillos von Alexandria in seiner Rede gegen fl!l¡an 17-19 den
K6nig Men von Diodor mit Moses identifiziert. "" '; "',., . , , '
35. Ausgabe R.D. Majereik, Chaldean orades ***. . "" . .
36. SO J. Bidez - F. Cumont: Les mages hellénisés (Paris 1938): Bd. II, 251-252.
100 J u a n Signes Codoñer
kern niemals angezweifelt wurde, obwohl wir heute wissen, daB ein gewisser Juli
anus im 2. Jahrhundert n. Chr. sie redigiert haben sollo Wie dem auch sei, diese
Orake1 verkorperten für Plethon die antike Weisheit, die » prisca philosophia«.
Als die italienischen Humanisten den Text der Orakel durch die Anwesenheit Ple
thons in Florenz kennenlernten, wurden sie von seiner auBerordentlichen Bedeu
tung vollig überzeugt. Daher verwundert es nicht, daB Marsilio Ficino (1433-
1499), der erste Platoniker der Neuzeit, nicht nur die plethonische Ausgabe der
Orakel ab 1469 für die Abfassung seiner Theologia Platonica benutzte und an die
Autorschaft Zoroasters glaubte, sondern auch Zoroaster zuro Gründer der »pris
ca gentilium philosophia« machte und ihn nicht weniger als 27 mal ausdrücklich
in seinem Werk zitierte.37 Ficino bemühte sich aber mehr als Plethon um eine Syn
these der alten platonischen Philosophie mit dem Christentum (vgl. seinen Liber
·
de Christiana religione 1474) und versuchte, die platonische Auffassung von
»Liebe« mit der christlichen zu vereinbaren. Auch Giovanni Pico della Mirandola
(1463-1494), der eine Synthese zwischen verschiedenen Lehren der Antike (bis
zum Islam!) und dem Christentum versuchte, betrachtete Zoroaster und Orpheus
als »priscae sapientiae patres et auctores«38 und geriet auch deswegen in Konflikt
mit dem Papst. Von den chronologischen Einwanden des Gennadios gegen die
Philosophie Zoroasters war in der Renaissance nicht mehr die Rede. Dank dem
EinfluB von Plethon erweiterte im Westen die Philosophie ihren geistigen
Horizont.
37. Vgl. K.H. Dannenfeldt: The Pseudo-Zoroastrian Oraeles in the Renaíssance, in: Studies in
the Renaissance 4 (1957): 8-30 und J. KIutsteín: Marsilio Ficino et la théologie ancienne. Orac/es
chaldai"ques, Hymnes orphiques, H)'mnes de Proclus (Florenz 1987).
38. Siehe z.B. seine Oratio de hommis dignitate (Ausgabe G. von der Gonna, Stuttgart 1997, S. 72-
74).
Brigitte Ta mbru n-Krasker
.
PI.ethons Abh a n d l u n g Über die Tugenden
Die Abhandlung Über die Tugenden ist von allen Werken Plethons dasjenige,
das am meisten Verbreitung gefunden hat. Sechsundsechzig vo11standig oder teil
weise erhaltene Handschriften wurden gefunden sowie acht Druckausgaben -
von denen die erste im Jahre 1552 in Basel erschien. Man weiE nicht, wann der
Traktat verfaEt worden istj die erste datierte Handschrift stammt von Johannes.
Eugenikos, einem Schüler Plethons, der sie im Jahre 1439 auf dem Schiff angefer
tigt hat, welches ihn vom Konzil zu Florenz nach Griechenland zurückbrachte.
Plethons kleine Schrift enthalt zwei Abschnitte: im ersten Abschnitt prasentiert
er eine Definition der Tugend und sodann eme Gliederung der Tugend in vier
Teile und anschlieEend in zw5lfUnterteilej im zweiten Abschnitt formuliert er ein
Erziehungsprogramm, das die Aneignung der einzelnen Unterteile der Tugend in
einer bestirnmten Reihenfolge vorsieht. Zweifellos war diese Schrift in erster Linie
den politischen Führern und ihren Beratern zugedacht, denn sie weist viele Paral
lelen zur Denkschrift für Theodor sowie zur Denkschrift für Manue/ aufj auf der
anderen Seite so11te die Abhandlung eine viel groEere Reichweite haben und die
Mitglieder aller Klassen der Gese11schaft, deren radikale Reform Plethons Anlie
gen war, erreichen. Die Abhandlung so11te politisch wirksam sein: denn wenn die
Verfassung aufvernünftigen Prinzipien beruhen so11, da nach Plethon das Gedei
hen der Staaten wesentlich von der Qualitat der philosophischen Lehren abhangt,
auf denen ihre Institutionen beruhen; »so braucht jeder Staat nicht nur gute, son
dern wirkungsvo11e Gesetze, und wenn sie keine Wirkung zeigen, dann haben
auch die allerbesten Gesetze gar keinen oder nur einen geringen Nutzen. . . «!
"" . Die Zwecksetzung .des Traktates geht dahin, . die Bürger vom Jugendalter an
durch die Einpflanzung guter Gewohnheiten zur Tugend zu erziehen - schon be
vor sie die Vernunftgründe, welche diese Gewohnheiten rechtfertigen, einsehen
k5nnenj auf diese Weise so11 die Gesetzgebung ebenso wirksam gemacht werden
wie die von Plethon empfohlene gese11schaftlich e und wirtschaftliche Organisa
tion. Plethon folgt hierin Plutarch, der in seinem Leben des Lykurg sowie in den
Para l/e/en Leben von Lykurg und Numa betont h at, man müsse die Bürger von ih
rer Kindheit an auch zur Tugend erziehen. In seinem Vergleich zwischen den bei
den Verfassungen, derjenigen von Lykurg und derjenigen von Numa, zeigte
Plutarch, daE die zweite ihren Urheber keinen Augenblick überlebt hat, weil »sie
nicht aufder Erziehung der Jugend gegründet war« (Plutarch: Numa: 26, 12). Die
Praktizierung der Tugend und folglich die Er�iehung zur Tugend sind zur Durch-
l. Denkschrift für Theodor, siehe W. Blum (Hg.): op. cit.: 153 und 164: »Kein Staat kann durch
etwas anderes als durch das Funktionieren einer guten Verfassung am Leben erhalten werden;
daher müssen wir durch zwei Dinge unsere Verfassung wieder mit Leben füllen, einmal durch
ecbte und gute Gesetze, zum anderen durch die allerbesten Regierenden, die wir nur kriegen
konnen«; siehe auch Fran�ois Masai: Pléthon et le platonisme de Mistra (Paris 1956): 69ff, 81; auf
der anderen Seite führen absurde Prinzipien zum groBten Ung1ück der Staaten: Pléthon: Traité
des lois. Ed. C. Alexandre: 36-37.
2. Denkschriftfür Theodor, siehe W. Blum (Hg.): 163f.