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Introducción:
Principalmente hemos investigado sobre el estrés en las industrias textiles. Primero hablamos
sobre el estrés en general así poder continuar una campaña y evitar que los trabajadores de
dichas industrias no padezcan tanto de esta enfermedad tan presente en nuestros tiempos.
¿QUÉ ES EL ESTRÉS?
En la Psicología, estrés suele hacer referencia a ciertos acontecimientos en los cuáles nos
encontramos con situaciones que implican demandas fuertes para el individuo, que pueden
agotar sus recursos de afrontamiento.
Como interacción entre las características del estímulo y los recursos del individuo.
En la actualidad, este último planteamiento, se acepta como el más completo. Así pues, se
considera que el estrés se produce como consecuencia de un desequilibrio entre las demandas
del ambiente (estresores internos o externos) y los recursos disponibles del sujeto. De tal
modo, los elementos a considerar en la interacción potencialmente estresante son: variables
situacionales (por ejemplo, del ámbito laboral), variables individuales del sujeto que se
enfrenta a la situación y consecuencias del estrés.
El estrés puede ser definido como el proceso que se inicia ante un conjunto de demandas
ambientales que recibe el individuo, a las cuáles debe dar una respuesta adecuada, poniendo
en marcha sus recursos de afrontamiento. Cuando la demanda del ambiente (laboral, social,
etc.) es excesiva frente a los recursos de afrontamiento que se poseen, se van a desarrollar una
serie de reacciones adaptativas, de movilización de recursos, que implican activación
fisiológica. Esta reacción de estrés incluye una serie de reacciones emocionales negativas
(desagradables), de las cuáles las más importantes son: la ansiedad, la ira y la depresión.
Ansiedad y estrés
Muchas veces ansiedad y estrés se usan como sinónimos, entendiendo en ambos casos un
mismo tipo de reacción emocional, caracterizada por alta activación fisiológica. Sin embargo,
existen tradiciones diferentes a la hora de estudiar ambos fenómenos. El estrés es un proceso
más amplio de adaptación al medio. La ansiedad es una reacción emocional de alerta ante una
amenaza. Digamos que dentro del proceso de cambios que implica el estrés, la ansiedad es la
reacción emocional más frecuente. Muchos estímulos o situaciones pueden provocar en el
individuo la necesidad de movilizar recursos para dar respuesta a las demanda de dicho
estímulo, o para volver al estado inicial de equilibrio en el que se encontraba inicialmente. Al
estímulo le llamamos estresor, o situación estresante.
En los años ochenta se han estudiado también los acontecimientos vitales menores (daily
hassles), o pequeños contratiempos que pueden surgir cada día (en el trabajo, las relaciones
sociales, etc.) como estímulos estresores.
Así mismo, se han incluido los estresores menores que permanecen estables en el medio
ambiente, con una menor intensidad pero mayor duración, como el ruido, hacinamiento,
polución, etc.
2. El estrés como respuesta.
Previa a esta concepción del estrés como estímulo, en los años cincuenta se había investigado
la respuesta fisiológica no específica de un organismo ante situaciones estresantes, a la que se
denominó Síndrome de Adaptación General y que incluía tres fases: alarma, resistencia y
agotamiento. Selye consideraba que cualquier estímulo podía convertirse en estresor siempre
que provocase en el organismo la respuesta inespecífica de reajuste o reequilibrio
homeostático, pero no incluía los estímulos psicológicos como agentes estresores. Hoy en día
sabemos que los estímulos emocionales pueden provocar reacciones de estrés muy potentes.
En tercer y último lugar, el estrés no sólo ha sido estudiado como estímulo y como respuesta
sino que también se ha estudiado como interacción entre las características de la situación y
los recursos del individuo. Desde esta perspectiva, se considera más importante la valoración
que hace el individuo de la situación estresora que las características objetivas de dicha
situación. El modelo más conocido es el modelo de la valoración de Lazarus (Lazarus y
Folkman, 1986), que propone una serie de procesos cognitivos de valoración de la situación y
valoración de los recursos del propio individuo para hacer frente a las consecuencias negativas
de la situación. El estrés surgiría como consecuencia de la puesta en marcha de estos procesos
de valoración cognitiva. Si el sujeto interpreta la situación como peligrosa, o amenazante, y
considera que sus recursos son escasos para hacer frente a estas consecuencias negativas,
surgirá una reacción de estrés, en la que se pondrán en marcha los recursos de afrontamiento
para intentar eliminar o paliar las consecuencias no deseadas.
Los altos costes personales y sociales generados por el estrés laboral, han dado lugar a que
organizaciones internacionales como la Unión Europea y la OMS insistan cada vez más en la
importancia que tienen la prevención y el control del estrés en el ámbito laboral.
El estrés supone una reacción compleja a nivel biológico, psicológico y social. La mayor parte
de los cambios biológicos que se producen en el organismo cuando está sometido a una
reacción de estrés no son perceptibles para el ser humano y se precisan procedimientos
diagnósticos para determinar el nivel de la reacción. Sin embargo, a nivel psicológico muchos
síntomas producidos por el estrés pueden ser fácilmente identificados por la persona que está
sufriendo dichos cambios. La reacción más frecuente cuando nos encontramos sometidos a
una reacción de estrés es la ansiedad.
1. A nivel cognitivo-subjetivo:
Preocupación
Temor
Inseguridad
Miedo
2. A nivel fisiológico:
Sudoración
Tensión muscular
Palpitaciones
Taquicardia
Temblor
Molestias en el estómago
Dificultades respiratorias
Sequedad de boca
Dolores de cabeza
Mareo
Náuseas
Molestias en el estómago
Tiritar, etc.
Tartamudear
Llorar
El estrés, además de producir ansiedad, puede producir enfado o ira, irritabilidad, tristeza-
depresión, y otras reacciones emocionales, que también podemos reconocer.
Pero además de estas reacciones emocionales podemos identificar claramente otros síntomas
producidos por el estrés, como son el agotamiento físico, la falta de rendimiento, etc.
Para realizar tareas complejas, o para aumentar la velocidad en tareas simples, se necesita un
cierto grado de activación. Sin embargo, un exceso de activación dificulta la realización de
dichas actividades.
Las consecuencias negativas del estrés son múltiples, pero a grandes rasgos, cabe señalar su
influencia negativa sobre la salud, así como sobre el deterioro cognitivo y el rendimiento.
El estrés puede influir negativamente sobre la salud por varias vías, estas pueden ser:
· En primer lugar, el estrés modifica los hábitos relacionados con salud, de manera que con
las prisas, la falta de tiempo, la tensión, etc., aumentan las conductas no saludables, tales
como fumar, beber, o comer en exceso, y se reducen las conductas saludables, como hacer
ejercicio físico, guardar una dieta, dormir suficientemente, conductas preventivas de higiene,
etc. Estos cambios de hábitos pueden afectar negativamente a la salud y, por supuesto,
pueden desarrollarse una serie de adicciones, con consecuencias muy negativas para el
individuo en las principales áreas de su vida, como son la familia, las relaciones sociales, el
trabajo, la salud, etc. Veamos algunos datos:
3) Las personas con obesidad presentan niveles de ansiedad más altos que las personas que
no presentan
obesidad.
4) Los trastornos de alimentación (anorexia y bulimia) también están muy ligados con
ansiedad;
A su vez, el desarrollo de hábitos perniciosos para salud, como es el caso de las adicciones,
hace aumentar el estrés. Los programas de intervención para la reducción del peso, o los
programas de intervención en adicciones, o el tratamiento de los trastornos de alimentación,
etc., deben incluir técnicas de reducción de ansiedad y manejo del estrés, pues cuando así se
hace mejoran su eficacia.
· En segundo lugar, el estrés puede producir una “alta activación fisiológica” que,
mantenida en el tiempo, puede ocasionar disfunciones psicofisiológicas o psicosomáticas,
tales como dolores de cabeza tensiónales, problemas cardiovasculares, problemas digestivos,
problemas sexuales, etc. (Labrador y Crespo, 1993); a su vez, el estrés puede producir cambios
en otros sistemas, en especial puede producir una inmunodepresión que hace aumentar el
riesgo de infecciones (como la gripe) y puede aumentar la probabilidad de desarrollar
enfermedades inmunológicas, como el cáncer (Cano Vindel y Miguel Tobal, 1994). Veamos
datos:
1) Los pacientes hipertensos presentan niveles de ansiedad e ira más altos que las personas
con presión arterial normal;
2) Las personas que sufren arritmias, cefaleas, asma, trastornos de piel, disfunciones
sexuales, trastornos digestivos, contracturas musculares, etc., por lo general presentan altos
niveles de ansiedad.
3) Los estudiantes en época de exámenes (su principal periodo de estrés) son más
vulnerables a la gripe o a enfermedades infecciosas de tipo pulmonar, siendo más vulnerables
las personas con alta ansiedad a los exámenes.
Durante esta crisis el individuo interpreta erróneamente su activación fisiológica y piensa que
le faltará el aire (cuando realmente está hiperventilando), o que morirá de un ataque al
corazón, o que se mareará y caerá al suelo, o que se volverá loco, etc. Posteriormente, estos
ataques de pánico suelen complicarse con una agorafobia (evitación de ciertas situaciones que
producen ansiedad), con una dependencia de los ansiolíticos, a veces con reacciones de
depresión por no poder resolver su problema, etc. (Peurifoy, 1993; Cano Vindel, 2002).
Estos trastornos de ansiedad son mucho más frecuentes en mujeres que en varones (de 2 a 3
veces más frecuentes), pero por lo general una crisis de ansiedad coincide con un periodo de
mucho de estrés que se ha prolongado un cierto tiempo. Entre un 1,5% y un 3,5% de la
población sufre trastornos de pánico con o sin agorafobia. La edad de aparición se encuentra
entre los 17 y los 35 años, justo en su edad más productiva.
El estrés también puede ocasionar una serie de perturbaciones sobre los procesos cognitivos
superiores (atención, percepción, memoria, toma de decisiones, juicios, etc.) y un deterioro
del rendimiento en contextos académicos o laborales (Cano Vindel y Miguel Tobal, 1996),
laborales (Cano Vindel y Miguel Tobal, 1995), etc.
Así, por ejemplo, los estudiantes con alta ansiedad de evaluación presentan una disminución
del rendimiento, mientras que los programas de entrenamiento en reducción de ansiedad a los
exámenes no sólo reducen ésta, sino que mejoran el rendimiento académico, aumentando la
nota media.
El estudio de cómo el estrés provoca interferencias sobre los llamados procesos cognitivos
superiores y sobre el rendimiento se ha llevado a cabo fundamentalmente desde una
perspectiva cognitivo-emocional y, sin duda, la emoción con la que más se ha trabajado a la
hora de estudiar esta influencia negativa sobre los procesos cognitivos ha sido la ansiedad.
El estrés hoy en día se considera como un proceso interactivo en el que influyen los aspectos
de la situación (demandas) y las características del sujeto (recursos). Si las demandas de la
situación superan a los recursos del individuo, tenderá a producirse una situación de estrés en
la que el individuo intentará generar más recursos para atender las demandas de la situación.
Los factores psicosociales que inciden en el estrés laboral tienen que ver con las demandas de
la situación (o contexto laboral) y con las características del individuo.
Obviamente, sí. La naturaleza de cada trabajo exige una mayor o menor cantidad de recursos a
los trabajadores, independientemente de sus diferencias individuales. Unos trabajos exigen
prisa, inmediatez, otros exigen precisión, exactitud, otros exigen un gran esfuerzo físico, otros
un gran esfuerzo mental, otros acarrean una gran responsabilidad, pues las consecuencias de
un error pueden ser vitales, etc.
La consecuencia inmediata que se puede extraer de ésta tabla es que existen situaciones
laborales objetivas, con mucha fuerza contextual que son potencialmente más estresantes que
otras. Al menos, así son valoradas por las muestras de los distintos colectivos de trabajadores
que han sido seleccionados en este estudio (Merín Reig, Cano Vindel y Miguel Tobal, 1995, p.
118).
Mineros 8.3
Policías 7.7
Trabajadores de la 7.5
construcción
7.5
Pilotos de líneas aéreas
7.5
Periodistas
7.3
Dentistas
6.8
Médicos
6.5
Enfermeros
6.3
Conductores de
6.3
ambulancia
6.2
Músicos
6.0
Profesores
Directores de personal
Ahora bien, además de tener en cuenta la profesión, el contexto laboral, debemos tener en
cuenta las diferencias individuales. Así, dos personas en un mismo puesto de trabajo pueden
responder de manera muy diferente. Por ejemplo, uno puede estresarse y otro no.
· Tiempo inadecuado para completar el trabajo de modo satisfactorio para nosotros y para
los demás
incluso desastrosas
Presidente de la SEAS
La ansiedad y el estrés dependen de múltiples factores, tanto situacionales como personales,
por lo tanto son muchas las variables sobre las que podemos incidir para conseguir prevenir o
reducir la ansiedad y el estrés.
A nivel personal y de manera muy general, si tenemos en cuenta ambos tipos de factores
(situaciones e individuos) cabría señalar algunas variables importantes sobre las que podemos
incidir:
1. La dieta:
· Conviene comer sano, evitando las comidas que sobrecargan a nuestro organismo con
pesadas digestiones u otras consecuencias negativas a corto, medio o largo plazo (obesidad,
colesterol, etc.)
· Usar el tiempo de comer como momento de descanso y ruptura con nuestras actividades
profesionales
2. Descanso:
3. Ejercicio físico:
· Utilizar las actividades de ejercicio físico para airearnos (naturaleza) y airear nuestros
pensamientos charlando relajadamente con familiares o amigos
4. Organización:
· No llegar tarde a las citas, contando con los pequeños retrasos habituales para estar a
tiempo
· Saber seleccionar actividades cuando no podemos hacer todo
· No dejar pasar los problemas: afrontarlos de una manera más activa o más pasiva, pero
decidiendo qué es lo mejor en cada caso
· El estrés que nos produce un problema o situación depende de las consecuencias que
prevemos, pero a veces exageramos las consecuencias negativas (hipervaloramos la
probabilidad de que ocurra algo malo, hacemos un análisis catastrofista de las consecuencias,
realizamos una interpretación negativa de una situación ambigua, llevamos a cabo
anticipaciones negativas y empezamos a sufrir un problema que no existe, etc.)
· Si estamos nerviosos: entender que es natural, la ansiedad es tan natural como el miedo,
la alegría o el enfado, y no preocuparnos aún más porque estamos activados o nerviosos
· Actuar con naturalidad, no evitar los problemas, no estar preocupados por lo que los otros
puedan pensar de nosotros o de nuestro problema
· Es bueno saber que los demás no perciben nuestros síntomas de ansiedad con la misma
intensidad que nosotros los estamos experimentando
· Es bueno pensar que los demás también tienen ansiedad y que cuando nosotros notamos
su ansiedad no les condenamos (¿por qué tenemos que ser más severos con nosotros mismos
que con otros?)
7. Atribuciones y autoestima:
· Si hemos hecho bien una cosa, reconocer nuestra propia autoría y felicitarnos por ello (no
ha sido la suerte, sino nuestro esfuerzo y nuestra capacidad)
· Si hemos hecho mal una cosa, no echar balones fuera, reconocer que hemos actuado mal
en esta ocasión, analizar nuestros errores y corregirlos, sin culpas, sin pensamientos negativos
sobre uno mismo ("esta vez lo he hecho mal, debo corregirlo")
· No sacar continuamente los problemas del pasado, las culpas de los demás (ya los
perdonamos)
· Recordar siempre que una pareja en crisis intercambia muchos castigos y pocos refuerzos,
justo lo contrario de una pareja sin problemas
· Practicar la relajación con cierta asiduidad en los momentos en los que nos encontramos
peor, dedicándonos algún tiempo a nosotros mismos
· Leer algún libro bueno de autoayuda para aprender a pensar bien, eliminando algunos
pensamientos erróneos, ideas irracionales, etc., que nos estresan
· Aprender a decir no, cuando nos cuesta mucho, pero sabemos que es mejor decir no
· Si tenemos dificultades, no sabemos poner en marcha estas actividades que nos pueden
ayudar a controlar nuestro estrés, a reducir nuestra ansiedad, ponernos en manos de un buen
especialista. Si seguimos sus indicaciones, nos ayudará a recuperar el bienestar y la salud
La industria textil incluye operaciones de tejido, confección, tinte, acabado de fibras, etc.
Cada una de estas tiene sus propios riesgos, aunque destacan: la exposición a sustancias
químicas, particularmente en los procesos de tinte, la exposición a polvo de algodón u otras
fibras orgánicas, las exigencia musculoesquelética, y la exposición al ruido.
· ATRAPAMIENTOS, GOLPES Y/O CORTES producidos por máquinas con partes móviles
desprotegidas (sin resguardos)
- Comprar máquinas seguras (que tengan el marcado CE).
- Cumplir las normas de seguridad observadas por el fabricante.
- Usar dispositivos de protección tipo defensa o barrera.
- Colocar interruptores de emergencia accesibles que permitan parar la máquina
inmediatamente.
- Colocar pantallas para proteger los ojos contra los fragmentos de los elementos que puedan
desprenderse de las máquinas en caso de rotura.
- Usar los EPI’S que sean necesarios
· CAÍDAS de altura
- Asegurar todos los elementos de las escaleras de mano, colocar apoyos antideslizantes y
prestar atención al ángulo de colocación y forma de utilización. Las escaleras de tijera o dobles,
estarán provistas de topes en su extremo superior y cadenas o cables que impidan su abertura
y no se deben utilizar como escaleras de apoyo.
- Colocar en los altillos o zonas de trabajo elevadas barandillas, barras intermedias y plintos en
todo el perímetro de los huecos.
- Prohibir el uso de elementos inseguros para alcanzar lugares altos.
· INCENDIOS
- Disponer sólo de la cantidad necesaria de materiales inflamables o combustibles en las áreas
de trabajo.
- Prohibir fumar en todo el recinto sujeto a riesgo.
- Poner una instalación eléctrica antideflagrante.
- Controlar y evitar la concentración de polvos, fibras en suspensión mediante extracción
localizada.
- Obedecer las instrucciones del suministrador y del instalador de gases inflamables.
- Colocar extintores de incendio adecuados a la clase de fuego.
- Mantener periódicamente los extintores y demás equipos contra incendios.
- Instalar sistemas de detección y alarma.
- Revisar y mantener las instalaciones eléctricas aisladas y protegidas.
- Señalizar y dejar libres las salidas de emergencia.
- Realizar planes de emergencia y evacuación e instruir a los trabajadores.
· RIESGOS QUÍMICOS
- Conocer y disponer de las fichas de seguridad de los productos químicos.
- Mantener una buena ventilación.
- Buscar procesos alternativos para realizar el tratamiento químico.
- Utilizar guantes, gafas, cremas protectoras y mascarillas.
· ILUMINACIÓN inadecuada
- Adecuar la intensidad de la iluminación a las exigencias visuales de las tareas.
- Corregir la iluminación de lugares oscuros.
- Eliminar o apantallar las fuentes de luz deslumbrantes.
- Limpiar periódicamente lámparas y luminarias, para corregir la baja iluminación.
- Evitar contrastes de luz.
- Reparar las luminarias parpadeantes.
· SITUACIONES estresantes
- Planificar y coordinar los trabajos teniendo en cuenta el posible trabajo extra.
- Contratar personal extra cuando exista una presión de tiempo excesiva.
- Hacer pausas.
- Disponer de medios y equipos adecuados.
- Instruir acerca de las nuevas técnicas y equipos.
- Distribuir las vacaciones.
- Hacer rotaciones de puestos.
- Eliminar las primas de producción.
- No prolongar en exceso la jornada de trabajo habitual y compensarla con descanso adicional.
- Seleccionar el personal adecuado para cada tipo de trabajo, teniendo en cuenta la
cualificación, experiencia, edad, estado de salud,…
· RELACIONES inadecuadas
- Delimitar las tareas por actividades afines.
- Marcar prioridades en las tareas, evitando solapamientos o interferencias entre los
trabajadores.
- Impedir las conductas competitivas entre los trabajadores.
- Informar periódicamente sobre la calidad del trabajo realizado.
- Motivar al trabajador responsabilizándole de su tarea.
- Aclarar los problemas con los interesados.
· SEÑALIZACIÓN inadecuada
- Señalizar para llamar la atención acerca de un peligro, obligación, una indicación, una salida.
- Señalizar las vías de evacuación y salidas de emergencia.
Procesos generales
Manipular las piezas de tejido, que pueden llegar a pesar hasta 32 kg y deben levantarse por
encima de la cabeza hasta el soporte de desplegado, también supone peligros ergonómicos.
El tradicional trabajo “en cadena”, en el que los paquetes de piezas cortadas avanzan de un
operario a otro y cada uno realiza una sola operación, sigue prevaleciendo en el sector a pesar
de los importantes cambios de organización del trabajo que han implantado muchos talleres.
Este tipo de organización del trabajo divide el proceso de producción en muchas operaciones
diferentes, y cada una consiste en un ciclo muy corto que cada operador repite centenares de
veces durante una jornada laboral. Este sistema, junto con la remuneración a destajo, que
gratifica la velocidad por encima de todo y apenas permite a los trabajadores controlar el
proceso de producción, crea un entorno de trabajo que puede llegar a ser muy agotador.
Los puestos de trabajo de confección en la actualidad están diseñados sin tener en cuenta la
comodidad, la salud o la conveniencia del operario que acciona la máquina de coser Dado que
los operarios de máquinas de coser suelen coser sentados en puestos de trabajo mal
diseñados realizando la misma operación durante toda la jornada laboral, el riesgo de sufrir
trastornos musculosqueléticos es elevado.
Los avances en el diseño de puestos de trabajo para operarios de la confección, como sillas y
mesas ajustables, permiten reducir algunos de los riesgos asociados a las máquinas de coser.
Sin embargo, el precio las sitúa fuera del alcance de casi todas las empresas, excepto las más
rentables.
En uno de los sistemas de trabajo en equipo más populares, los trabajadores trabajan de pie, y
no sentados, y se trasladan a menudo de una máquina a otra. La formación cruzada para
desempeñar diversos trabajos mejora la cualificación de los trabajadores, quienes pueden
controlar más la producción. El cambio de un sistema de remuneración individual a destajo por
un sistema de pago por horas o de incentivo para grupos, así como un mayor énfasis en la
calidad del proceso de producción, pueden ayudar a eliminar algunos factores que suponen
para los trabajadores el de riesgo de desarrollar TMEO.
Los llamados sistemas de producción por unidades, por ejemplo, están diseñados para
transportar
Exposición a los productos químicos. Los trabajadores de todas las fases de producción de
prendas de vestir pueden estar expuestos a productos químicos que se utilizan en el acabado
de tejidos.
El producto más común es el formaldehído. Se utiliza para que el tejido no se arrugue y los
colores sean sólidos, y se desprende del tejido en forma de gas. Los trabajadores también
exponen su piel al formaldehído debido al contacto directo durante la manipulación del tejido.
El sistema de remuneración a destajo, es decir, cuando los trabajadores cobran por la cantidad
de unidades que producen, está todavía muy extendido en la confección de prendas de vestir y
productos cosidos. El uso continuado del sistema de remuneración a destajo implica riesgos
para la salud relacionados con el estrés y con trastornos muculosqueléticos entre los
trabajadores del sector de la confección.
Las pequeñas empresas instaladas en locales domésticos poco adecuados que se utilizan para
la confección de prendas de vestir suelen presentar un grave peligro de incendio. En cualquier
sala de trabajo, grande o pequeña, hay mucho material combustible, y se van acumulando
desperdicios combustibles a menos que se ejerza un control muy estricto. El mantenimiento y
una buena limpieza no sólo ayudan a prevenir incendios y a limitar su expansión, sino que son
esenciales allí donde los productos se transportan mecánicamente.
La frecuencia de accidentes y los índices de gravedad son bajos, pero existe una gran variedad
de lesiones menores que se podrían evitar si se tomaran más en serio los primeros auxilios
inmediatos. Las hojas de las cuchillas pueden provocar heridas graves si no se protegen
adecuadamente; las cuchillas circulares de las máquinas de corte portátiles también deberían
protegerse de forma similar. Si se utilizan máquinas planchadoras es necesario disponer de la
protección necesaria, preferiblemente fija, para mantener las manos fuera de la zona de
peligro. La máquina de coser presenta dos riesgos principales: los mecanismos motores y la
aguja. En muchos lugares todavía existen largas filas de máquinas que funcionan con la
transmisión situada debajo del banco. Es esencial que esta transmisión esté debidamente
protegida mediante puertas o rejas.
En un estudio sobre los trabajadores de dicho sector se descubrió que la duración del empleo
en un trabajo a destajo guarda relación con un aumento de la aparición de discapacidades
graves.
SALUD PÚBLICA Y ASPECTOS AMBIENTALES
En los últimos años, el incremento de la preocupación por los efectos insalubres relacionados
con la exposición al formaldehido y otros tratamientos de tejidos ha dado lugar al desarrollo
de una industria “ecológica”. Las prendas de vestir y otros productos textiles acabados se
cosen a partir de productos naturales y no basados en fibras sintéticas. Además, estos
productos naturales no suelen tratarse con agentes antiarrugas y otros aprestos.
Bibliografía:
Referencias
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En esta primera parte, vimos las distintas formas en que el estrés puede afectar a los
trabajadores, como prevenir que esto suceda y como manejarnos ante esta situación.