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EL ESTRÉS EN LA INDUSTRIA TEXTIL.

Introducción:

Principalmente hemos investigado sobre el estrés en las industrias textiles. Primero hablamos
sobre el estrés en general así poder continuar una campaña y evitar que los trabajadores de
dichas industrias no padezcan tanto de esta enfermedad tan presente en nuestros tiempos.

¿QUÉ ES EL ESTRÉS?
En la Psicología, estrés suele hacer referencia a ciertos acontecimientos en los cuáles nos
encontramos con situaciones que implican demandas fuertes para el individuo, que pueden
agotar sus recursos de afrontamiento.

Su definición ha sido muy controvertida y se lo vio de 3 formas:

 Como reacción o respuesta del individuo (cambios fisiológicos, reacciones


emocionales, cambios Conductuales, etc.)

 Como estímulo (capaz de provocar una reacción de estrés)

 Como interacción entre las características del estímulo y los recursos del individuo.

En la actualidad, este último planteamiento, se acepta como el más completo. Así pues, se
considera que el estrés se produce como consecuencia de un desequilibrio entre las demandas
del ambiente (estresores internos o externos) y los recursos disponibles del sujeto. De tal
modo, los elementos a considerar en la interacción potencialmente estresante son: variables
situacionales (por ejemplo, del ámbito laboral), variables individuales del sujeto que se
enfrenta a la situación y consecuencias del estrés.

El estrés puede ser definido como el proceso que se inicia ante un conjunto de demandas
ambientales que recibe el individuo, a las cuáles debe dar una respuesta adecuada, poniendo
en marcha sus recursos de afrontamiento. Cuando la demanda del ambiente (laboral, social,
etc.) es excesiva frente a los recursos de afrontamiento que se poseen, se van a desarrollar una
serie de reacciones adaptativas, de movilización de recursos, que implican activación
fisiológica. Esta reacción de estrés incluye una serie de reacciones emocionales negativas
(desagradables), de las cuáles las más importantes son: la ansiedad, la ira y la depresión.

Ansiedad y estrés

Muchas veces ansiedad y estrés se usan como sinónimos, entendiendo en ambos casos un
mismo tipo de reacción emocional, caracterizada por alta activación fisiológica. Sin embargo,
existen tradiciones diferentes a la hora de estudiar ambos fenómenos. El estrés es un proceso
más amplio de adaptación al medio. La ansiedad es una reacción emocional de alerta ante una
amenaza. Digamos que dentro del proceso de cambios que implica el estrés, la ansiedad es la
reacción emocional más frecuente. Muchos estímulos o situaciones pueden provocar en el
individuo la necesidad de movilizar recursos para dar respuesta a las demanda de dicho
estímulo, o para volver al estado inicial de equilibrio en el que se encontraba inicialmente. Al
estímulo le llamamos estresor, o situación estresante.

Distintos enfoques en el estudio del estrés

Estos son varios puntos de vista a la hora de estudiar el estrés:

1. El estrés como estímulo.

El estrés ha sido estudiado como el estímulo o la situación que provoca un proceso de


adaptación en el

individuo. En distintos momentos se han investigado distintos tipos de estímulos estresores.

1.1. El estrés como estímulo. Los grandes acontecimientos.

Los acontecimientos vitales, catastróficos, incontrolables, impredictibles, como muerte de un


ser querido, separación, enfermedad o accidente, despido, ruina económica, etc., son el tipo
de situaciones estresantes que fueron más estudiadas en los años sesenta y setenta. Como
puede verse, se trata de situaciones de origen externo al propio individuo y no se atiende a la
interpretación o valoración subjetiva que pueda hacer el sujeto de las mismas. Serían
situaciones extraordinarias y traumáticas, o sucesos vitales importantes, que en sí mismos
producirían cambios fundamentales en la vida de una persona y exigirían un reajuste. En esta
línea se han llevado a cabo investigaciones sobre las relaciones entre cantidad de estrés y
salud (por ejemplo, cuántos estresores han sufrido las personas que enferman).

1.2. El estrés como estímulo. Los pequeños contratiempos.

En los años ochenta se han estudiado también los acontecimientos vitales menores (daily
hassles), o pequeños contratiempos que pueden surgir cada día (en el trabajo, las relaciones
sociales, etc.) como estímulos estresores.

1.3. El estrés como estímulo. Los estímulos permanentes.

Así mismo, se han incluido los estresores menores que permanecen estables en el medio
ambiente, con una menor intensidad pero mayor duración, como el ruido, hacinamiento,
polución, etc.
2. El estrés como respuesta.

Previa a esta concepción del estrés como estímulo, en los años cincuenta se había investigado
la respuesta fisiológica no específica de un organismo ante situaciones estresantes, a la que se
denominó Síndrome de Adaptación General y que incluía tres fases: alarma, resistencia y
agotamiento. Selye consideraba que cualquier estímulo podía convertirse en estresor siempre
que provocase en el organismo la respuesta inespecífica de reajuste o reequilibrio
homeostático, pero no incluía los estímulos psicológicos como agentes estresores. Hoy en día
sabemos que los estímulos emocionales pueden provocar reacciones de estrés muy potentes.

3. El estrés como interacción

En tercer y último lugar, el estrés no sólo ha sido estudiado como estímulo y como respuesta
sino que también se ha estudiado como interacción entre las características de la situación y
los recursos del individuo. Desde esta perspectiva, se considera más importante la valoración
que hace el individuo de la situación estresora que las características objetivas de dicha
situación. El modelo más conocido es el modelo de la valoración de Lazarus (Lazarus y
Folkman, 1986), que propone una serie de procesos cognitivos de valoración de la situación y
valoración de los recursos del propio individuo para hacer frente a las consecuencias negativas
de la situación. El estrés surgiría como consecuencia de la puesta en marcha de estos procesos
de valoración cognitiva. Si el sujeto interpreta la situación como peligrosa, o amenazante, y
considera que sus recursos son escasos para hacer frente a estas consecuencias negativas,
surgirá una reacción de estrés, en la que se pondrán en marcha los recursos de afrontamiento
para intentar eliminar o paliar las consecuencias no deseadas.

Según el modelo de Lazarus el proceso cognitivo de valoración de la situación supone una


estimación de las posibles consecuencias negativas que pueden desencadenarse para el
individuo. Si el resultado de esta valoración concluye que las consecuencias pueden ser un
peligro para sus intereses, entonces valorará su capacidad de afrontamiento frente a este
peligro potencial. Si las consecuencias son muy amenazantes y los recursos escasos, surgirá
una reacción de estrés. La reacción de estrés será mayor que si la amenaza no fuera tan grande
y los cursos de afrontamiento fuesen superiores. Una vez que ha surgido la reacción de estrés
el individuo seguirá realizando reevaluaciones posteriores de las consecuencias de la situación
y de sus recursos de afrontamiento, especialmente si hay algún cambio que pueda alterar el
resultado de sus valoraciones. Estas reevaluaciones son continuas y pueden modificar la
intensidad de la reacción, disminuyéndola o aumentándola.

Toda persona hace constantes esfuerzos cognitivos y conductuales para manejar


adecuadamente las situaciones que se le presentan, por lo tanto no todo el estrés tiene
consecuencias negativas. Sólo cuando la situación desborda la capacidad de control del sujeto
se producen consecuencias negativas. Este resultado negativo se denomina distrés, a
diferencia del estrés positivo, o estrés, que puede ser un buen dinamizador de la actividad
conductual (laboral, por ejemplo).
Hablemos sobre estrés laboral:

Desde la entrada en vigor de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, en 1995, se ha dado


un impulso a los aspectos relacionados con la Salud Laboral, entre los factores
desencadenantes de distintos problemas de salud, deterioro de las relaciones interpersonales,
absentismo y disminución de la productividad, se encuentra el estrés.

La Comisión Europea, a través de la Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de


Vida y Trabajo (1999) ha realizado un estudio sobre el estrés laboral en el que concluye que el
28% de los trabajadores europeos padece estrés y el 20% burnout (se sienten "quemados" en
su trabajo), siendo los sectores más afectados los trabajos manuales especializados, el
transporte, la restauración y la metalurgia.

Los altos costes personales y sociales generados por el estrés laboral, han dado lugar a que
organizaciones internacionales como la Unión Europea y la OMS insistan cada vez más en la
importancia que tienen la prevención y el control del estrés en el ámbito laboral.

SÍNTOMAS QUE PUEDE PROVOCAR EL ESTRÉS LABORAL

El estrés supone una reacción compleja a nivel biológico, psicológico y social. La mayor parte
de los cambios biológicos que se producen en el organismo cuando está sometido a una
reacción de estrés no son perceptibles para el ser humano y se precisan procedimientos
diagnósticos para determinar el nivel de la reacción. Sin embargo, a nivel psicológico muchos
síntomas producidos por el estrés pueden ser fácilmente identificados por la persona que está
sufriendo dichos cambios. La reacción más frecuente cuando nos encontramos sometidos a
una reacción de estrés es la ansiedad.

Los síntomas de ansiedad más frecuentes son:

1. A nivel cognitivo-subjetivo:

 Preocupación

 Temor

 Inseguridad

 Dificultad para decidir

 Miedo

 Pensamientos negativos sobre uno mismo

 Pensamientos negativos sobre nuestra actuación ante los otros

 Temor a que se den cuenta de nuestras dificultades

 Temor a la pérdida del control


 Dificultades para pensar, estudiar, o concentrarse, etc.

2. A nivel fisiológico:

 Sudoración

 Tensión muscular

 Palpitaciones

 Taquicardia

 Temblor

 Molestias en el estómago

 Otras molestias gástricas

 Dificultades respiratorias

 Sequedad de boca

 Dificultades para tragar

 Dolores de cabeza

 Mareo

 Náuseas

 Molestias en el estómago

 Tiritar, etc.

3. A nivel motor u observable:

 Evitación de situaciones temidas

 Fumar, comer o beber en exceso

 Intranquilidad motora (movimientos repetitivos, rascarse, tocarse, etc.)

 Ir de un lado para otro sin una finalidad concreta

 Tartamudear

 Llorar

 Quedarse paralizado, etc.

El estrés, además de producir ansiedad, puede producir enfado o ira, irritabilidad, tristeza-
depresión, y otras reacciones emocionales, que también podemos reconocer.

Pero además de estas reacciones emocionales podemos identificar claramente otros síntomas
producidos por el estrés, como son el agotamiento físico, la falta de rendimiento, etc.

Finalmente, si el estrés es muy intenso y se prolonga en el tiempo, puede llegar a producir


enfermedades físicas y desórdenes mentales, en definitiva problemas de salud.
CONSECUENCIAS DEL ESTRÉS LABORAL

Inicialmente el estrés puede dinamizar la actividad del individuo provocando un proceso de


incremento de recursos (atención, memoria, activación fisiológica, rendimiento, etc.) que hace
aumentar la productividad. Sin embargo, cuando este proceso de activación es muy intenso o
dura mucho tiempo, los recursos se agotan y llega el cansancio, así como la pérdida de
rendimiento.

Para realizar tareas complejas, o para aumentar la velocidad en tareas simples, se necesita un
cierto grado de activación. Sin embargo, un exceso de activación dificulta la realización de
dichas actividades.

Las consecuencias negativas del estrés son múltiples, pero a grandes rasgos, cabe señalar su
influencia negativa sobre la salud, así como sobre el deterioro cognitivo y el rendimiento.

El estrés puede influir negativamente sobre la salud por varias vías, estas pueden ser:

· En primer lugar, el estrés modifica los hábitos relacionados con salud, de manera que con
las prisas, la falta de tiempo, la tensión, etc., aumentan las conductas no saludables, tales
como fumar, beber, o comer en exceso, y se reducen las conductas saludables, como hacer
ejercicio físico, guardar una dieta, dormir suficientemente, conductas preventivas de higiene,
etc. Estos cambios de hábitos pueden afectar negativamente a la salud y, por supuesto,
pueden desarrollarse una serie de adicciones, con consecuencias muy negativas para el
individuo en las principales áreas de su vida, como son la familia, las relaciones sociales, el
trabajo, la salud, etc. Veamos algunos datos:

1) En algunas profesiones altamente estresantes hay tasas más altas de tabaquismo,


alcoholismo y otras
adicciones.

2) Esto también es cierto en trabajadores desempleados, frente a lo que tienen trabajo.

3) Las personas con obesidad presentan niveles de ansiedad más altos que las personas que
no presentan
obesidad.

4) Los trastornos de alimentación (anorexia y bulimia) también están muy ligados con
ansiedad;

5) Muchas personas con fobia social tienen problemas con el alcohol.

A su vez, el desarrollo de hábitos perniciosos para salud, como es el caso de las adicciones,
hace aumentar el estrés. Los programas de intervención para la reducción del peso, o los
programas de intervención en adicciones, o el tratamiento de los trastornos de alimentación,
etc., deben incluir técnicas de reducción de ansiedad y manejo del estrés, pues cuando así se
hace mejoran su eficacia.

· En segundo lugar, el estrés puede producir una “alta activación fisiológica” que,
mantenida en el tiempo, puede ocasionar disfunciones psicofisiológicas o psicosomáticas,
tales como dolores de cabeza tensiónales, problemas cardiovasculares, problemas digestivos,
problemas sexuales, etc. (Labrador y Crespo, 1993); a su vez, el estrés puede producir cambios
en otros sistemas, en especial puede producir una inmunodepresión que hace aumentar el
riesgo de infecciones (como la gripe) y puede aumentar la probabilidad de desarrollar
enfermedades inmunológicas, como el cáncer (Cano Vindel y Miguel Tobal, 1994). Veamos
datos:

1) Los pacientes hipertensos presentan niveles de ansiedad e ira más altos que las personas
con presión arterial normal;

2) Las personas que sufren arritmias, cefaleas, asma, trastornos de piel, disfunciones
sexuales, trastornos digestivos, contracturas musculares, etc., por lo general presentan altos
niveles de ansiedad.
3) Los estudiantes en época de exámenes (su principal periodo de estrés) son más
vulnerables a la gripe o a enfermedades infecciosas de tipo pulmonar, siendo más vulnerables
las personas con alta ansiedad a los exámenes.

Los programas de entrenamiento en reducción de ansiedad mejoran el bienestar psicológico


en todos estos casos, pero también disminuyen la activación fisiológica y mejoran los síntomas
físicos de estas enfermedades (reducción de la presión arterial, disminución de la taquicardia
en las arritmias, eliminación del dolor en las cefaleas, etc.

· En tercer lugar, el estrés puede desbordar al individuo de manera que comience a


desarrollar una serie de “sesgos o errores cognitivos en la interpretación” de su activación
fisiológica, o de su conducta, o de sus pensamientos, o de algunas situaciones, que a su vez le
lleven a adquirir una serie de temores irracionales, fobias, etc., que de por sí son un problema
de salud (“trastornos de ansiedad”), pero que a su vez pueden seguir deteriorando la salud en
otras formas. Por ejemplo, una persona sometida a estrés prolongado puede llegar a
desarrollar ataques de pánico, o crisis de ansiedad, que son fuertes reacciones de ansiedad,
que el individuo no puede controlar, con fuertes descargas autonómicas, temor a un ataque al
corazón, etc.

Durante esta crisis el individuo interpreta erróneamente su activación fisiológica y piensa que
le faltará el aire (cuando realmente está hiperventilando), o que morirá de un ataque al
corazón, o que se mareará y caerá al suelo, o que se volverá loco, etc. Posteriormente, estos
ataques de pánico suelen complicarse con una agorafobia (evitación de ciertas situaciones que
producen ansiedad), con una dependencia de los ansiolíticos, a veces con reacciones de
depresión por no poder resolver su problema, etc. (Peurifoy, 1993; Cano Vindel, 2002).

Estos trastornos de ansiedad son mucho más frecuentes en mujeres que en varones (de 2 a 3
veces más frecuentes), pero por lo general una crisis de ansiedad coincide con un periodo de
mucho de estrés que se ha prolongado un cierto tiempo. Entre un 1,5% y un 3,5% de la
población sufre trastornos de pánico con o sin agorafobia. La edad de aparición se encuentra
entre los 17 y los 35 años, justo en su edad más productiva.

El estrés también puede ocasionar una serie de perturbaciones sobre los procesos cognitivos
superiores (atención, percepción, memoria, toma de decisiones, juicios, etc.) y un deterioro
del rendimiento en contextos académicos o laborales (Cano Vindel y Miguel Tobal, 1996),
laborales (Cano Vindel y Miguel Tobal, 1995), etc.

Así, por ejemplo, los estudiantes con alta ansiedad de evaluación presentan una disminución
del rendimiento, mientras que los programas de entrenamiento en reducción de ansiedad a los
exámenes no sólo reducen ésta, sino que mejoran el rendimiento académico, aumentando la
nota media.

El estudio de cómo el estrés provoca interferencias sobre los llamados procesos cognitivos
superiores y sobre el rendimiento se ha llevado a cabo fundamentalmente desde una
perspectiva cognitivo-emocional y, sin duda, la emoción con la que más se ha trabajado a la
hora de estudiar esta influencia negativa sobre los procesos cognitivos ha sido la ansiedad.

FACTORES PSICOSOCIALES QUE INCIDEN EN EL ESTRÉS LABORAL

El estrés hoy en día se considera como un proceso interactivo en el que influyen los aspectos
de la situación (demandas) y las características del sujeto (recursos). Si las demandas de la
situación superan a los recursos del individuo, tenderá a producirse una situación de estrés en
la que el individuo intentará generar más recursos para atender las demandas de la situación.

Los factores psicosociales que inciden en el estrés laboral tienen que ver con las demandas de
la situación (o contexto laboral) y con las características del individuo.

La importancia que las características contextuales (entorno de trabajo) tienen para


determinar la respuesta del individuo está en función del grado de precisión o ambigüedad
que dicho contexto presente. Es decir, cuando una situación tiene mucha "fuerza", las
variables personales son poco importantes porque el comportamiento está muy pautado. Por
el contrario, si la situación no es clara, se presta a la interpretación del sujeto. En este caso, las
características del individuo son más determinantes de su conducta.

¿Existen profesiones más estresantes que otras?

Obviamente, sí. La naturaleza de cada trabajo exige una mayor o menor cantidad de recursos a
los trabajadores, independientemente de sus diferencias individuales. Unos trabajos exigen
prisa, inmediatez, otros exigen precisión, exactitud, otros exigen un gran esfuerzo físico, otros
un gran esfuerzo mental, otros acarrean una gran responsabilidad, pues las consecuencias de
un error pueden ser vitales, etc.

En el ámbito laboral, los estresores que se presentan influyen de forma importante en el


sujeto. Como se muestra en la tabla 2 (Casalnueva y Di Martino, 1994), existen profesiones con
niveles de estrés más altos que otros. En esta tabla, elaborada por el Instituto de Ciencia y
Tecnología de la Universidad de Manchester, se evalúa el grado de estrés de las distintas
profesiones de 0 a 10.

La consecuencia inmediata que se puede extraer de ésta tabla es que existen situaciones
laborales objetivas, con mucha fuerza contextual que son potencialmente más estresantes que
otras. Al menos, así son valoradas por las muestras de los distintos colectivos de trabajadores
que han sido seleccionados en este estudio (Merín Reig, Cano Vindel y Miguel Tobal, 1995, p.
118).

Tabla 2. Nivel de estrés en determinadas profesiones (Casalnueva y Di Martino, 1994)

Mineros 8.3

Policías 7.7

Trabajadores de la 7.5
construcción
7.5
Pilotos de líneas aéreas
7.5
Periodistas
7.3
Dentistas
6.8
Médicos
6.5
Enfermeros
6.3
Conductores de
6.3
ambulancia
6.2
Músicos
6.0
Profesores

Directores de personal

Ahora bien, además de tener en cuenta la profesión, el contexto laboral, debemos tener en
cuenta las diferencias individuales. Así, dos personas en un mismo puesto de trabajo pueden
responder de manera muy diferente. Por ejemplo, uno puede estresarse y otro no.

Cualquier situación o condición que presiona al individuo en su actividad laboral puede


provocar la reacción de estrés. E incluso, en ocasiones, aunque la situación objetivamente no
sea muy estresante (por ejemplo, puede que sea agobiante para un individuo, pero que no lo
sea para otro), si un individuo interpreta dicha situación como un peligro, o como una
amenaza potencial, surgirá la reacción de estrés. Por lo tanto, aunque hagamos un listado
exhaustivo de factores que pueden desencadenar estrés, dicho listado será siempre
incompleto. No obstante los siguientes factores han sido recogidos en un amplio informe
sobre el estrés laboral de la Comisión Europea (2000):

· Exceso y falta de trabajo

· Tiempo inadecuado para completar el trabajo de modo satisfactorio para nosotros y para
los demás

· Ausencia de una descripción clara del trabajo, o de la cadena de mando

· Falta de reconocimiento o recompensa por un buen rendimiento laboral

· No tener oportunidad de exponer las quejas

· Responsabilidades múltiples, pero poca autoridad o capacidad de tomar decisiones

· Superiores, colegas o subordinados que no cooperan ni nos apoyan

· Falta de control o de satisfacción del trabajador por el producto terminado fruto de su


trabajo

· Inseguridad en el empleo, poca estabilidad de la posición

· Verse expuesto a prejuicios en función de la edad, el sexo, la raza, el origen étnico o la


religión

· Exposición a la violencia, a amenazas o a intimidaciones

· Condiciones de trabajo físico desagradables o peligrosas

· No tener oportunidad de servirse eficazmente del talento o las capacidades personales

· Posibilidad de que un pequeño error o una inatención momentáneos tengan


consecuencias serias o

incluso desastrosas

· Cualquier combinación de los factores anteriores

NORMAS BÁSICAS PARA LA PREVENCIÓN DE PROBLEMAS DE ANSIEDAD Y ESTRÉS

Dr. Antonio Cano Vindel

Presidente de la SEAS
La ansiedad y el estrés dependen de múltiples factores, tanto situacionales como personales,
por lo tanto son muchas las variables sobre las que podemos incidir para conseguir prevenir o
reducir la ansiedad y el estrés.

A nivel personal y de manera muy general, si tenemos en cuenta ambos tipos de factores
(situaciones e individuos) cabría señalar algunas variables importantes sobre las que podemos
incidir:

1. La dieta:

· Conviene comer sano, evitando las comidas que sobrecargan a nuestro organismo con
pesadas digestiones u otras consecuencias negativas a corto, medio o largo plazo (obesidad,
colesterol, etc.)

· Usar el tiempo de comer como momento de descanso y ruptura con nuestras actividades
profesionales

· Es bueno aprovechar la comida para hacer vida social y familiar

· No abusar del alcohol en las comidas

2. Descanso:

· Dormir lo suficiente, en torno a ocho horas

· Tomar vacaciones y fines de semana como tiempo de ocio y descanso

· Fomentar las relaciones sociales como alternativa al trabajo

· Dejar el trabajo en la oficina (tanto los papeles, como las preocupaciones)

3. Ejercicio físico:

· La práctica moderada de algún deporte o ejercicio físico ayuda a relajarnos

· Andar todos los días al menos treinta minutos

· Utilizar las actividades de ejercicio físico para airearnos (naturaleza) y airear nuestros
pensamientos charlando relajadamente con familiares o amigos

4. Organización:

· La organización del tiempo y de nuestras actividades, estableciendo horarios, es


fundamental para poder descansar, no estar preocupados, no sufrir continuos sobresaltos,
olvidos importantes, etc.

· No llegar tarde a las citas, contando con los pequeños retrasos habituales para estar a
tiempo
· Saber seleccionar actividades cuando no podemos hacer todo

5. Solución de problemas y toma de decisiones:

· No dejar pasar los problemas: afrontarlos de una manera más activa o más pasiva, pero
decidiendo qué es lo mejor en cada caso

· Tomar decisiones siguiendo un proceso lógico: planteamiento del problema, análisis de


alternativas (pros y contras), elección de la menos mala. No volver atrás

· No analizar continuamente el problema o las alternativas: esto produce ansiedad

6. Interpretación de situaciones y problemas:

· El estrés que nos produce un problema o situación depende de las consecuencias que
prevemos, pero a veces exageramos las consecuencias negativas (hipervaloramos la
probabilidad de que ocurra algo malo, hacemos un análisis catastrofista de las consecuencias,
realizamos una interpretación negativa de una situación ambigua, llevamos a cabo
anticipaciones negativas y empezamos a sufrir un problema que no existe, etc.)

· Si estamos nerviosos: entender que es natural, la ansiedad es tan natural como el miedo,
la alegría o el enfado, y no preocuparnos aún más porque estamos activados o nerviosos

· Actuar con naturalidad, no evitar los problemas, no estar preocupados por lo que los otros
puedan pensar de nosotros o de nuestro problema

· Es bueno saber que los demás no perciben nuestros síntomas de ansiedad con la misma
intensidad que nosotros los estamos experimentando

· Es bueno pensar que los demás también tienen ansiedad y que cuando nosotros notamos
su ansiedad no les condenamos (¿por qué tenemos que ser más severos con nosotros mismos
que con otros?)

· No añadir elementos accesorios al problema

7. Atribuciones y autoestima:

· Si hemos hecho bien una cosa, reconocer nuestra propia autoría y felicitarnos por ello (no
ha sido la suerte, sino nuestro esfuerzo y nuestra capacidad)

· Si hemos hecho mal una cosa, no echar balones fuera, reconocer que hemos actuado mal
en esta ocasión, analizar nuestros errores y corregirlos, sin culpas, sin pensamientos negativos
sobre uno mismo ("esta vez lo he hecho mal, debo corregirlo")

· Es bueno querernos y tratarnos bien

8. Relaciones con los demás (pareja, amigos, compañeros, familia, etc.):


· Reforzar las conductas positivas de las personas de nuestro entorno, con aprobación,
halagos, sonrisas, pequeños detalles, etc.

· Corregir las conductas negativas de las personas de nuestro entorno, dándoles la


información a tiempo y nuestra desaprobación, pero sin broncas, sin culpas, ni otros castigos

· No sacar continuamente los problemas del pasado, las culpas de los demás (ya los
perdonamos)

· Recordar siempre que una pareja en crisis intercambia muchos castigos y pocos refuerzos,
justo lo contrario de una pareja sin problemas

9. Entrenamiento específico en técnicas de control de ansiedad y estrés:

· Practicar la relajación con cierta asiduidad en los momentos en los que nos encontramos
peor, dedicándonos algún tiempo a nosotros mismos

· Leer algún libro bueno de autoayuda para aprender a pensar bien, eliminando algunos
pensamientos erróneos, ideas irracionales, etc., que nos estresan

· Exponerse poco a poco a las situaciones que tenemos pánico

· Aprender a decir no, cuando nos cuesta mucho, pero sabemos que es mejor decir no

· Practicar nuestras mejores habilidades sociales

· Si tenemos dificultades, no sabemos poner en marcha estas actividades que nos pueden
ayudar a controlar nuestro estrés, a reducir nuestra ansiedad, ponernos en manos de un buen
especialista. Si seguimos sus indicaciones, nos ayudará a recuperar el bienestar y la salud

Hablaremos un poco del estrés en la industria textil:

La industria textil incluye operaciones de tejido, confección, tinte, acabado de fibras, etc.
Cada una de estas tiene sus propios riesgos, aunque destacan: la exposición a sustancias
químicas, particularmente en los procesos de tinte, la exposición a polvo de algodón u otras
fibras orgánicas, las exigencia musculoesquelética, y la exposición al ruido.

Principales riesgos de la industria textil y confección:

· ATRAPAMIENTOS, GOLPES Y/O CORTES producidos por máquinas con partes móviles
desprotegidas (sin resguardos)
- Comprar máquinas seguras (que tengan el marcado CE).
- Cumplir las normas de seguridad observadas por el fabricante.
- Usar dispositivos de protección tipo defensa o barrera.
- Colocar interruptores de emergencia accesibles que permitan parar la máquina
inmediatamente.
- Colocar pantallas para proteger los ojos contra los fragmentos de los elementos que puedan
desprenderse de las máquinas en caso de rotura.
- Usar los EPI’S que sean necesarios

· GOLPES por movimientos incontrolados de objetos o elementos de las máquinas (vuelco


de cargas, caída de objetos desde altura, caída de estanterías, etc.).
- Asegurar las cargas que se transportan para que no puedan deslizarse ni caer.
- Garantizar la estabilidad de los apilamientos, respetando la altura máxima.
- Colocar barandillas de seguridad alrededor de las plataformas y en cualquier hueco que
pueda existir en el suelo.
- Sujetar o anclar firmemente las estanterías, colocando las cargas más pesadas en los estantes
más bajos.
- No superar la capacidad de carga de las estanterías.
- Usar medios apropiados (escaleras) para colocar o bajar objetos de las estanterías.

· CAÍDAS de altura
- Asegurar todos los elementos de las escaleras de mano, colocar apoyos antideslizantes y
prestar atención al ángulo de colocación y forma de utilización. Las escaleras de tijera o dobles,
estarán provistas de topes en su extremo superior y cadenas o cables que impidan su abertura
y no se deben utilizar como escaleras de apoyo.
- Colocar en los altillos o zonas de trabajo elevadas barandillas, barras intermedias y plintos en
todo el perímetro de los huecos.
- Prohibir el uso de elementos inseguros para alcanzar lugares altos.

· CAÍDAS al mismo nivel


- Arreglar los suelos en mal estado
- Eliminar la suciedad, papeles, grasas y obstáculos contra los que se pueda tropezar.
- Retirar los objetos y herramientas innecesarios que no se estén utilizando.
- Marcar y señalar los obstáculos que no puedan ser eliminados.
- Instalar la iluminación adecuada en el lugar de trabajo y en los pasos y accesos.
- Usar calzado apropiado.
- Eliminar los cables eléctricos, conductos y tuberías del lugar de trabajo.

· ELECTROCUCIÓN por contacto eléctrico


- Realizar un control visual antes de comenzar a trabajar para detectar posibles defectos.
- Utilizar sistemas de puesta a tierra e interruptores diferenciales.
- Examinar periódicamente la instalación eléctrica por personal especializado.
- No utilizar aparatos en mal estado o dañados por la humedad hasta que lo revise un
electricista.
- No reparar averías eléctricas. Esto debe hacerlo el personal especializado. En caso de avería,
desconectar la tensión, sacar el enchufe y comunicar los daños para su reparación.
- Evitar el uso de “ladrones”.
- No utilizar aparatos eléctricos con manos húmedas.
- Evitar limpiar con líquidos un equipo conectado a la corriente eléctrica y evitar las
salpicaduras.
- Desconectar los equipos antes de limpiarlos.
- Conectar los equipos eléctricos a un relé de cortocircuito.
- El interruptor principal tiene que estar accesible y libre de obstáculos.
- El cuadro de control debe permanecer cerrado, con acceso únicamente para electricistas
cualificados.

· EXPOSICIÓN a fuentes de ruido


- Comprar máquinas y equipos con el marcado CE, teniendo en cuenta el nivel de ruido que
producen.
- Revestir paredes y techos con materiales que absorban el ruido.
- Aislar las fuentes de ruido, instalándolas lo más lejos posible de las zonas de trabajo.
- Reducir el tiempo de exposición del trabajador mediante turnos de trabajo, evitando el paso
por zonas de alta exposición, etc.
- Delimitar y señalizar las zonas de exposición al ruido
- Utilizar equipos de protección individual contra el ruido, provistos del marcado CE.
- Informar a los trabajadores del riesgo que supone trabajar con ruido.

· QUEMADURAS por contacto


- Señalización adecuada.
- Trabajar en espacios lo más amplios posible.
- Separar las áreas peligrosas.
- Aislar térmicamente las superficies calientes.
- Utilizar equipos de protección individual con el marcado CE.

· INCENDIOS
- Disponer sólo de la cantidad necesaria de materiales inflamables o combustibles en las áreas
de trabajo.
- Prohibir fumar en todo el recinto sujeto a riesgo.
- Poner una instalación eléctrica antideflagrante.
- Controlar y evitar la concentración de polvos, fibras en suspensión mediante extracción
localizada.
- Obedecer las instrucciones del suministrador y del instalador de gases inflamables.
- Colocar extintores de incendio adecuados a la clase de fuego.
- Mantener periódicamente los extintores y demás equipos contra incendios.
- Instalar sistemas de detección y alarma.
- Revisar y mantener las instalaciones eléctricas aisladas y protegidas.
- Señalizar y dejar libres las salidas de emergencia.
- Realizar planes de emergencia y evacuación e instruir a los trabajadores.

· MANIPULACIÓN de cargas y posiciones forzadas


- Siempre que se pueda, automatizar y mecanizar los procesos.
- Realizar la manipulación de cargas mediante técnicas adecuadas.
- Cargar y transportar pesos pegándolos al cuerpo y en posición erguida.
- Manipular las cargas con ayuda de otras personas.
- Reducir el peso de las cargas.
- Rediseñar los puestos de trabajo y equipos.
- Posibilitar los cambios de postura y los descansos durante el trabajo en una postura forzada.
- Colocar los útiles y demás medios de trabajo al alcance de la mano.
- Mantener un espacio libre alrededor del área de trabajo, de acuerdo con el tipo de máquina.
- Mantener pasillos y zonas de paso libres de obstáculos.
- Vigilancia periódica de la salud.
· MALAS CONDICIONES MEDIOAMBIENTALES
- Abrir periódicamente las ventanas para dejar entrar aire fresco.
- Realizar pausas durante los trabajos en los que el trabajador está expuesto a altas
temperaturas.
- Regular la temperatura mediante calefacción y aire acondicionado.
- Mantener y limpiar adecuadamente los equipos de calefacción y aire acondicionado.
- Realizar aislamientos del calor y la humedad.
- Humedecer el aire del local.
- Evitar corrientes de aire.

· RIESGOS QUÍMICOS
- Conocer y disponer de las fichas de seguridad de los productos químicos.
- Mantener una buena ventilación.
- Buscar procesos alternativos para realizar el tratamiento químico.
- Utilizar guantes, gafas, cremas protectoras y mascarillas.

· ILUMINACIÓN inadecuada
- Adecuar la intensidad de la iluminación a las exigencias visuales de las tareas.
- Corregir la iluminación de lugares oscuros.
- Eliminar o apantallar las fuentes de luz deslumbrantes.
- Limpiar periódicamente lámparas y luminarias, para corregir la baja iluminación.
- Evitar contrastes de luz.
- Reparar las luminarias parpadeantes.

· SITUACIONES estresantes
- Planificar y coordinar los trabajos teniendo en cuenta el posible trabajo extra.
- Contratar personal extra cuando exista una presión de tiempo excesiva.
- Hacer pausas.
- Disponer de medios y equipos adecuados.
- Instruir acerca de las nuevas técnicas y equipos.
- Distribuir las vacaciones.
- Hacer rotaciones de puestos.
- Eliminar las primas de producción.
- No prolongar en exceso la jornada de trabajo habitual y compensarla con descanso adicional.
- Seleccionar el personal adecuado para cada tipo de trabajo, teniendo en cuenta la
cualificación, experiencia, edad, estado de salud,…

· RELACIONES inadecuadas
- Delimitar las tareas por actividades afines.
- Marcar prioridades en las tareas, evitando solapamientos o interferencias entre los
trabajadores.
- Impedir las conductas competitivas entre los trabajadores.
- Informar periódicamente sobre la calidad del trabajo realizado.
- Motivar al trabajador responsabilizándole de su tarea.
- Aclarar los problemas con los interesados.

· CONDUCTAS PERSONALES negativas ante los riesgos


- Promover la aceptación de medidas de seguridad.
- Informar a los trabajadores de todos y cada uno de los riesgos ante los que se puedan
encontrar.
- Planificar reuniones con instrucciones de seguridad, periódicamente.
- Concienciar acerca de la responsabilidad por la seguridad de los compañeros.
- Informar acerca de los equipos de protección individual y las consecuencias de no utilizarlos.
- Señalizar los lugares de trabajo especificando los EPI’S que se deben utilizar.

· ACTUACIONES ERRÓNEAS en caso de emergencia


- Instruir a los trabajadores sobre primeros auxilios.
- Disponer de un botiquín de primeros auxilios.
- Señalizar las vías de evacuación y salidas de emergencia.
- Realizar simulacros de evacuación.

· EQUIPOS DE PROTECCIÓN INDIVIDUAL


- Informar acerca de los equipos de protección individual y las consecuencias de no utilizarlos.
- Utilizar los equipos de protección indicados para cada caso. Estos deben disponer del
marcado CE.
- No utilizar EPI’S defectuosos o caducados.
- Garantizar un suministro adecuado de las piezas que se necesiten.
- Señalizar los lugares de trabajo especificando los EPI’S a utilizar

· SEÑALIZACIÓN inadecuada
- Señalizar para llamar la atención acerca de un peligro, obligación, una indicación, una salida.
- Señalizar las vías de evacuación y salidas de emergencia.

PRINCIPALES SECTORES Y PROCESOS

Procesos generales

Aunque la organización del proceso de producción sí ha cambiado, y algunos progresos


tecnológicos han perfeccionado la maquinaria, la mayor parte de los riesgos existentes en el
ámbito de la seguridad y la salud en este sector siguen siendo los mismos a los que se
enfrentaban los primeros trabajadores de la confección.

La principal preocupación en materia de salud y seguridad en el sector textil está relacionada


con las condiciones generales del entorno de trabajo.

Puestos de trabajo, herramientas y equipos mal diseñados, junto con un sistema de


remuneración a destajo

y un sistema de producción en cadena, imponen graves riesgos de lesiones musculosqueléticas


y estados de estrés. Los talleres de confección suelen estar situados en edificios mal
conservados y poco ventilados, con malas condiciones de refrigeración, calefacción y
alumbrado. La masificación, junto con un almacenamiento inadecuado de materiales
inflamables, suelen crear graves riesgos de incendio. La falta de higiene y limpieza agravan esta
situación.
Sostener y maniobrar una máquina de corte, mientras avanza por la mesa de corte, puede
presentar el riesgo de lesiones en el cuello, las extremidades superiores y la espalda.
Finalmente, muchos cortadores tienen tendencia a trabajar con la máquina de corte junto a la
oreja, exponiéndose a menudo a un ruido excesivo que puede provocar la pérdida de audición.

Manipular las piezas de tejido, que pueden llegar a pesar hasta 32 kg y deben levantarse por
encima de la cabeza hasta el soporte de desplegado, también supone peligros ergonómicos.

El tradicional trabajo “en cadena”, en el que los paquetes de piezas cortadas avanzan de un
operario a otro y cada uno realiza una sola operación, sigue prevaleciendo en el sector a pesar
de los importantes cambios de organización del trabajo que han implantado muchos talleres.
Este tipo de organización del trabajo divide el proceso de producción en muchas operaciones
diferentes, y cada una consiste en un ciclo muy corto que cada operador repite centenares de
veces durante una jornada laboral. Este sistema, junto con la remuneración a destajo, que
gratifica la velocidad por encima de todo y apenas permite a los trabajadores controlar el
proceso de producción, crea un entorno de trabajo que puede llegar a ser muy agotador.

Los puestos de trabajo de confección en la actualidad están diseñados sin tener en cuenta la
comodidad, la salud o la conveniencia del operario que acciona la máquina de coser Dado que
los operarios de máquinas de coser suelen coser sentados en puestos de trabajo mal
diseñados realizando la misma operación durante toda la jornada laboral, el riesgo de sufrir
trastornos musculosqueléticos es elevado.

Los avances en el diseño de puestos de trabajo para operarios de la confección, como sillas y
mesas ajustables, permiten reducir algunos de los riesgos asociados a las máquinas de coser.

Sin embargo, el precio las sitúa fuera del alcance de casi todas las empresas, excepto las más
rentables.

La introducción del trabajo en equipo, constituyen una alternativa al proceso tradicional de


producción tailorista, y puede servir para aliviar algunos de los riesgos para la salud que
implica el sistema tradicional.

En uno de los sistemas de trabajo en equipo más populares, los trabajadores trabajan de pie, y
no sentados, y se trasladan a menudo de una máquina a otra. La formación cruzada para
desempeñar diversos trabajos mejora la cualificación de los trabajadores, quienes pueden
controlar más la producción. El cambio de un sistema de remuneración individual a destajo por
un sistema de pago por horas o de incentivo para grupos, así como un mayor énfasis en la
calidad del proceso de producción, pueden ayudar a eliminar algunos factores que suponen
para los trabajadores el de riesgo de desarrollar TMEO.

Los llamados sistemas de producción por unidades, por ejemplo, están diseñados para
transportar

mecánicamente los productos cortados de un trabajador a otro mediante una cinta


transportadora elevada, acelerando así el avance de los productos y eliminado gran parte de
las manipulaciones que antes efectuaban los operarios de máquinas de coser o los auxiliares
de planta. Además de aumentar la producción acelerando la línea, también eliminan el poco
tiempo de descanso que tenía el trabajador entre ciclo y ciclo, lo que implica una mayor fatiga
y repetición.

Exposición a los productos químicos. Los trabajadores de todas las fases de producción de
prendas de vestir pueden estar expuestos a productos químicos que se utilizan en el acabado
de tejidos.

El producto más común es el formaldehído. Se utiliza para que el tejido no se arrugue y los
colores sean sólidos, y se desprende del tejido en forma de gas. Los trabajadores también
exponen su piel al formaldehído debido al contacto directo durante la manipulación del tejido.

ORGANIZACIÓN DEL TRABAJO

El sistema de remuneración a destajo, es decir, cuando los trabajadores cobran por la cantidad
de unidades que producen, está todavía muy extendido en la confección de prendas de vestir y
productos cosidos. El uso continuado del sistema de remuneración a destajo implica riesgos
para la salud relacionados con el estrés y con trastornos muculosqueléticos entre los
trabajadores del sector de la confección.

Un sistema de trabajo en equipo, que ofrece a los trabajadores la posibilidad de un mayor


control sobre el proceso de producción, así como la oportunidad de trabajar con otras
personas, puede ser menos agotador que el tradicional sistema en cadena.Sin embargo, estos
sistemas de equipo también pueden provocar tensiones adicionales si se establecen de modo
que los trabajadores sean responsables del cumplimiento de las normas por parte de sus
colegas. Algunos tipos de sistemas de compensación de grupo, que penalizan a todo un equipo
por la lentitud o el ausentismo de alguno de sus miembros, pueden crear tensiones dentro del
grupo.

El sistema de trabajo a domicilio suele ser sinónimo de explotación de los trabajadores. No es


fácil que los organismos que regulan las condiciones laborales, la explotación de menores, las
condiciones mínimas de salud y seguridad, los salarios mínimos, etc., puedan controlar el
trabajo en el hogar. En muchos casos los operarios que trabajan en casa cobran salarios
inferiores a los normales y deben hacerse cargo del coste del material, del equipo y de las
herramientas necesarias para la producción. También en estas situaciones abundan los riesgos
para la seguridad y la salud, incluyendo la exposición a productos químicos peligrosos, peligros
de incendio y cortocircuitos. La maquinaria industrial puede presentar peligros para los niños
pequeños en el hogar.

ACCIDENTES EN EL SECTOR DE LA CONFECCION

Las pequeñas empresas instaladas en locales domésticos poco adecuados que se utilizan para
la confección de prendas de vestir suelen presentar un grave peligro de incendio. En cualquier
sala de trabajo, grande o pequeña, hay mucho material combustible, y se van acumulando
desperdicios combustibles a menos que se ejerza un control muy estricto. El mantenimiento y
una buena limpieza no sólo ayudan a prevenir incendios y a limitar su expansión, sino que son
esenciales allí donde los productos se transportan mecánicamente.

La frecuencia de accidentes y los índices de gravedad son bajos, pero existe una gran variedad
de lesiones menores que se podrían evitar si se tomaran más en serio los primeros auxilios
inmediatos. Las hojas de las cuchillas pueden provocar heridas graves si no se protegen
adecuadamente; las cuchillas circulares de las máquinas de corte portátiles también deberían
protegerse de forma similar. Si se utilizan máquinas planchadoras es necesario disponer de la
protección necesaria, preferiblemente fija, para mantener las manos fuera de la zona de
peligro. La máquina de coser presenta dos riesgos principales: los mecanismos motores y la
aguja. En muchos lugares todavía existen largas filas de máquinas que funcionan con la
transmisión situada debajo del banco. Es esencial que esta transmisión esté debidamente
protegida mediante puertas o rejas.

EFECTOS SOBRE LA SALUD Y ASPECTOS AMBIENTALES

Trastornos musculosqueléticos. La confección de prendas de vestir implica la realización de


tareas monótonas, muy repetitivas y a gran velocidad, que a menudo requieren posturas
forzadas e incómodas. Estas exposiciones exponen a los trabajadores de la confección al riesgo
de desarrollar TMEO en el cuello, las extremidades superiores, la espalda y las extremidades
inferiores. No es raro que los trabajadores de la confección desarrollen TMEO, a menudo con
lesiones de los tejidos blandos, como tendinitis y síndromes concomitantes de pinzamientos
de nervios, como el síndrome del túnel carpiano Los operarios de máquinas de coser se
encuentran en riesgo de desarrollar el síndrome del túnel carpiano, quistes ganglionares,
tendinitis del antebrazo, epicondilitis, lesiones en los hombros como la tendinitis bicipital y del
manguito de los rotadores, desgarro del manguito de los rotadores y lesiones de cuello.
Además, las máquinas de coser exigen normalmente pasar mucho tiempo sentado (a menudo
en asientos sin respaldo y realizando tareas que exigen inclinarse hacia adelante a partir de la
cintura), alzarse intermitentemente y el uso repetitivo de los pedales. De modo que los
operarios de máquinas de coser pueden desarrollar TMEO de la región lumbar y las
extremidades inferiores.

Los cortadores, también se encuentran en situación de riesgo de desarrollar lesiones


musculosqueléticas en el cuello, el hombro, el codo, el antebrazo/muñeca y la región lumbar.
Los planchadores se hallan en situación de riesgo de contraer tendinitis y lesiones del hombro,
codo y antebrazo, y también pueden desarrollar lesiones relacionadas con el pinzamiento de
nervios.

En un estudio sobre los trabajadores de dicho sector se descubrió que la duración del empleo
en un trabajo a destajo guarda relación con un aumento de la aparición de discapacidades
graves.
SALUD PÚBLICA Y ASPECTOS AMBIENTALES

En los últimos años, el incremento de la preocupación por los efectos insalubres relacionados
con la exposición al formaldehido y otros tratamientos de tejidos ha dado lugar al desarrollo
de una industria “ecológica”. Las prendas de vestir y otros productos textiles acabados se
cosen a partir de productos naturales y no basados en fibras sintéticas. Además, estos
productos naturales no suelen tratarse con agentes antiarrugas y otros aprestos.

Las condiciones de masificación, a menudo insalubres, del sector de la confección constituyen


un cultivo ideal para la transmisión de enfermedades infecciosas. En concreto, la tuberculosis
ha sido un tema de salud pública recurrente entre los trabajadores del sector de la confección.

Bibliografía:

Referencias

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Otras lecturas recomendadas


Courcel, M. 1979. Prevención de accidentes en el uso de máquinas de coser en la industria
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Solinger, J. 1961. Apparel Manufacturing Analysis. Nueva York: Textile Book Publisher

Página de internet: http://www.jmcprl.net/OIT%20completa/87.pdf.

CONCLUSION SOBRE LA INVESTIGACION:

En esta primera parte, vimos las distintas formas en que el estrés puede afectar a los
trabajadores, como prevenir que esto suceda y como manejarnos ante esta situación.

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