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Las causas pueden ser muchas, entre ellas la glomerulonefritis, infecciones renales, obstrucción por
cálculos, diabetes, hipertensión arterial, lupus eritematoso, malformaciones congénitas, tumores,
toxicidad por medicamentos, algunas pueden ser de carácter familiar como los riñones poliquisticos.
Los pacientes con IRCT deben tener tratamientos sustitutivos de la función renal tales como la Diálisis
peritoneal o hemodiálisis, estos no son curativos, ya que nunca se podría sustituir la función de un
riñón normal, son procedimientos costosos que requieren disciplina, una dieta estricta, restricción de
líquidos y toma de medicamentos
Diálisis
Cualquiera de los dos tratamientos es indispensable para la vida del paciente. Sin embargo ambos
producen efectos secundarios como desnutrición, fatiga, cansancio, insomnio, edema, anemia, así
como complicaciones en los catéteres. Los dos procedimientos tienen implicaciones en el estilo de vida
del paciente, ya que son tratamientos altamente demandantes que no le permiten al paciente hacer
una vida normal, no pueden planear su vida a mediano plazo, es decir, la calidad de vida del paciente
se ve limitada por este tipo de procedimientos.
Trasplante renal
Se debe mantener un estilo de vida sana donde se incluye una dieta adecuada y ejercicio, para no
adquirir enfermedades que puedan dañar su salud y la del riñón trasplantado, así como el reintegrarse
a su vida normal como un objetivo del trasplante renal.
Para que un paciente reciba un trasplante de riñón deben considerarse varios factores como son: causas
de la insuficiencia renal, problemas médicos secundarios, tales como infecciones crónicas o agudas, y el
grado de deterioro de algunos órganos especialmente el corazón; la histocompatibilidad entre receptor
y donador, y las pruebas inmunológicas necesarias para el trasplante.
El paciente con IRCT tiene la posibilidad de recibir un riñón de donador vivo o donador fallecido. Las
personas que pueden ser donadoras son aquellas que desean donar de manera altruista un riñón sin
que haya coacción moral, física o económica de por medio. En México al igual que en la mayoría de
países de América Latina y del mundo existe una legislación que reglamenta la donación de un riñón
en vida, donde el potencial donador debe ser mayor de 18 años, estar en pleno uso de sus facultades
mentales y no tener ninguna contraindicación médica para la donación.
Aproximadamente el 85% de los donadores vivos son genéticamente relacionados, es decir hermanos,
madre o padre, hijos, medios hermanos, primos, abuelos y nietos. El resto de donadores vivos son
personas emocionalmente relacionadas como esposo, cuñados, suegros, hijos adoptivos o amigos
cercanos. Este tipo de donadores son altruistas y la donación del riñón tiene como único fin darle
mejor calidad de vida al paciente.
Al ser donador de un riñón se deben descartar factores de riesgo para el paciente como: sobrepeso u
obesidad, diabetes mellitus, hipertensión o enfermedades renales; ya que todas estas pueden poner en
riesgo la función del riñón que se queda. Posterior a la donación al igual que la población en general
deberá tener un estilo de vida que incluya alimentación sana y ejercicio, el donador puede reintegrarse
totalmente a su vida normal pasando un periodo de 15 a 21 días después de la cirugía o antes
dependiendo si fue operado con cirugía abierta o con cirugía laparoscópica.
El cerebro es la parte más importante del sistema central, se encuentra protegido por el cráneo. Se
encarga de todas las actividades vitales y de las funciones cognitivas y emotivas. Al existir daño
cerebral no compatible con la vida se diagnostica muerte cerebral o muerte encefálica y estos pacientes
pueden convertirse en donadores de órganos para trasplante.
Se debe verificar el grupo sanguíneo y RH, así mismo se deben descartar infecciones activas de tipo
viral y bacteriano; y de no existir ninguna contraindicación solicitar autorización para la donación a los
disponentes secundarios si estos autorizan la donación, se realizan estudios de histocompatibilidad con
los potenciales receptores en lista de espera para recibir un órgano de donante fallecido.
Conforme a la Ley de la Salud y después de cumplir con el protocolo de estudios, tanto donador como
receptor deberán firmar la Carta de Consentimiento Informado, autorizando la donación y trasplante.
Urólogo de trasplante: Se encarga de realizar la nefrectomía en el donador vivo ya sea por cirugía
abierta o laparoscópica y realizan los procedimientos urológicos necesarios antes y después del
trasplante, participan en la resolución de complicaciones urológicas y en la procuración del donador.
Clínico de trasplante: Son médicos especialistas que pueden ser nefrólogos, médicos internistas o
médicos en terapia critica, todos ellos especializados en trasplante, estudian al potencial receptos de
trasplante renal antes del trasplante, realizan procedimientos como diálisis y hemodiálisis en los
pacientes antes y después del trasplante si es necesario, dan seguimiento durante el periodo de
hospitalización y dan seguimiento en consulta externa, resuelven problemas médicos de urgencia y
canalizan al paciente con otros especialistas si se requiere.
Enfermeras de trasplante: En quirófano son enfermeras con especialidad quirúrgica que asisten al
médico cirujano durante el procedimiento, en hospitalización son enfermeras especialistas en terapia
intensiva y dan los cuidados necesarios al paciente recién trasplantado, hasta el momento de su alta.
Las complicaciones después del trasplante renal pueden ser divididas en quirúrgicas y clínicas.
Complicaciones Quirúrgicas
Las más frecuentes son las relacionadas con la propia cirugía del trasplante renal, pueden ser
complicaciones menores de la herida quirúrgica o complicaciones mayores de las vías urinarias,
linfáticas o vasculares. Entre las complicaciones quirúrgicas podemos mencionar: sangrado secundaria a
las anastomosis de la vena y de la arteria renal, sangrado de la herida, trombosis arterial y trombosis
venosa estas dos son las más graves ya que el riñón trasplantado puede quedarse sin circulación y hay
que extraerlo, estenosis de la arteria renal que es la estrechez de la arteria en la unión de la vena renal
con la arteria iliaca esta estrechez disminuye el flujo sanguíneo, puede manifestarse por hipotensión
arterial. La complicación más frecuente es la fistula urinaria a nivel del uréter del riñón trasplantado o
en la unión de la vejiga urinaria. Esta complicación puede resolverse con cirugía urológica endoscópica.
Complicaciones Médicas
Las más frecuentes son las infecciosas, la infección de la vía urinaria es secundaria a diferentes factores
que la favorecen entre ellos puede haber malformaciones urinarias, previas a la cirugía, además el
paciente con Insuficiencia Renal puede tener cambios en la vejiga urinaria por falta de uso durante el
tiempo que está en diálisis. En el momento del trasplante es necesario colocar una sonda la cual se
mantiene un promedio de 3 a 5 días después de la cirugía. Todos estos factores predisponen a la
infección urinaria, la cual es la más frecuente después del trasplante, después le siguen las de vías
respiratorias y finalmente las de la piel.
Tratamiento inmunosupresor